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La perra PILAR QUINTANA “hl La per Prmer cinjuli,2017 (02017, Par Quinte (62017, dea pee ecm en case p od el mands ‘Penguin Random House Grp Eto SA'S (Sa AN* 34-408 Bog, D.C. Colmbis Panes) 748-0700 engin Random Howse Gro tral poy protein dl copyright. 1 copyright sto laren, debe divers lib de easy concinint, uc le xen evens ural i. Gra por cpa ur eon ster dees ir por sept lyse copyright a 0 repadac,excanea fdntri ingne te docs cba por cgi muon peri. Abaco ets esldando aos ares 'y permite que PREG conde pblcendo ios pra oes sets. Iimpeen en Cola Pinted i Colombia 150978 98-0978: Compustooncacteres Garon Impren en Nomar impresors S.A [ies | —Essta maiiana la encontré ahi, patas arriba —dijo dofia Blodia sefialando un lugar en la playa donde se juntaba la basura que el mar traia o desenterraba: troncos, bolsas plisticas, botellas. —2Bavenenada? —Yo creo. —zQué hicieron con ella? gLa enterraron? Doiia Elodia dijo que s{ con la cabeza: —Mis nietos. —zAriba en el cementerio? —No, aqui noms en la playa. “Muchos perros del pueblo morfan envenenados. Algu- na gente decia que los mataban aposta, pero Damatis no podia creer que hubiera personas capaces de hacer algo asiy pensaba que los perros se comfan por error las car- nadas con veneno que dejaban para las ratas 0 a Tas ratas que estando envenenadas eran faciles de cazar. Lo siento —dijo Damaris. Dofia Elodia solo asintié, Habia tenido esa perra mu- cho tiempo, una perra negra que se la pasaba echada junto al estadero y andaba detras de ella para todos la- dos: la iglesia, la casa de la nuera, la tienda, el muelle.... Debia estar muy triste, pero no lo mostraba. Dejé al cachorro que acababa de alimentar con una jeringa que >: Ienaba con la leche de una taza y agatté otro. Haba diez y eran tan pequefios que no habian abierto los ojos. —Tienen seis dias de nacidos —dijo dofia Elodia—, no van a sobrevivir. Ella habia sido vieja desde que Damaris tenia memo- tia, usaba unas gafas de vidrios gruesos que le agranda- ban los ojos y era gorda de la cintura para abajo, una persona de pocas palabras que se movia con lentitud y se mantenfa tranquila hasta en los dias mas ocupados del estadero, cuando habia borrachos y nifios que co- trian por entre las mesas. En cambio, ahora se le notaba el agobio. —

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