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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

“FRANCISCO DE MIRANDA”

ENERGÍAS
ALTERNATIVAS

ESPECIALIDAD: BACHILLER:

Ing. Mecánica Adrián Rodríguez


8vo semestre C.I: 20542375
Energía eólica. Qué es, cómo funciona, ventajas y desventajas

La energía eólica se ha convertido en una fuente de generación de electricidad clave para


el cambio del modelo energético, más limpio y sostenible. La mejora de la tecnología
permite que algunos campos eólicos produzcan energía eléctrica tan barata como lo hace
el carbón o las centrales atómicas. Sin duda, estamos ante una fuente de energía con sus
ventajas y sus desventajas, pero las primeras ganan por goleada.

¿Qué es la energía eólica?


La energía eólica es la energía que se obtiene del viento. Se trata de un tipo de energía
cinética producida por el efecto de las corrientes de aire. Esta energía la podemos
convertir en electricidad a través de un generador eléctrico. Es una energía renovable,
limpia, que no contamina y que ayuda a reemplazar la energía producida a través de los
combustibles fósiles.
El mayor productor de energía eólica del mundo es Estados Unidos, seguido de Alemania,
China, India y España. En América Latina el mayor productor es Brasil. En España, la
energía eólica abasteció de electricidad al equivalente a 12 millones de hogares, esto es
un 18% de las necesidades del país (Fuente AEE). Esto significa que gran parte de la
energía verde que ofrecen las compañías eléctricas del país, incluyendo la que lleva a tu
hogar factorenergia, proviene de los parques eólicos y tiene este origen renovable.

¿Cómo funciona la energía eólica?


La energía eólica se obtiene al convertir el movimiento de las palas de un aerogenerador
en energía eléctrica. Un aerogenerador es un generador eléctrico movido por una turbina
accionada por el viento, sus predecesores son los molinos de viento.
Un aerogenerador lo conforman la torre; un sistema de orientación ubicado al final de la
torre, en su extremo superior; un armario de acoplamiento a la red eléctrica pegado a la
base de la torre; una góndola que es el armazón que cobija los componentes mecánicos
del molino y que sirve de base a las palas; un eje y mando del rotor por delante de las
palas; y dentro de la góndola, un freno, un multiplicador, el generador y el sistema de
regulación eléctrica.
Turbina eólica

Las palas están conectadas al rotor, a su vez conectado al eje (colocado en el polo), que
envía la energía de rotación al generador eléctrico. Este generador utiliza imanes para
producir voltaje eléctrico y, por tanto, energía eléctrica.

Los parques eólicos evacuan la electricidad producida desde su centro de transformación


mediante una línea eléctrica hasta una subestación de distribución, a la que se le
suministra la energía producida, que ésta hace llegar hasta el usuario final.

¿Cuáles son las ventajas de la energía eólica?


Es una fuente de energía inagotable
Es una fuente de energía renovable. El viento es una fuente abundante e inagotable, lo
que significa que siempre se puede contar con la fuente original que produce la energía,
lo que hace que no tenga fecha de caducidad. Además, está disponible en muchos
lugares del mundo.
Ocupa poco espacio
Para producir y acumular la misma cantidad de energía eléctrica, un campo eólico
necesita menos terreno que un campo de energía fotovoltaica.
Además es reversible, lo que significa que el área ocupada por el parque puede
restaurarse fácilmente para renovar el territorio preexistente.
No contamina
La energía eólica es una de las fuentes de energía más limpia tras la energía solar. Esto
es así porque durante su proceso de generación no lleva implícito un proceso de
combustión. Así, no produce gases tóxicos, ni residuos sólidos alguno. Para hacernos una
idea: un aerogenerador alcanza una capacidad de energía similar a la de 1.000 Kg de
petróleo.
Además, las propias turbinas tienen un ciclo de vida muy largo antes de ser retiradas para
su eliminación.
Bajo coste
Los costes de las turbinas eléctricas eólicas y el mantenimiento de la turbina son
relativamente bajos. El coste por kW producido es bastante bajo en las áreas muy
ventosas. En algunos casos, el coste de producción es el mismo que el del carbón, e
incluso la energía nuclear.
Es compatible con otras actividades
La actividad agrícola y ganadera convive armoniosamente con la actividad de un parque
eólico. Esto hace que no tenga un impacto negativo en la economía local, permite que las
instalaciones no interrumpan el desarrollo de su actividad tradicional al mismo tiempo que
genera una nueva fuente de riqueza.

¿Cuáles son los inconvenientes de la energía eólica?


El viento no está garantizado
El viento es relativamente impredecible por lo que no siempre se cumplen las previsiones
de producción, especialmente en unidades temporales pequeñas. Para minimizar los
riesgos las inversiones en este tipo de instalaciones son siempre a largo plazo, con lo que
el cálculo del retorno de éstas es más seguro. Se entiende mejor este inconveniente con
un dato: los aerogeneradores sólo funcionan correctamente con ráfagas de viento entre
los 10 y los 40 Km/h. A velocidades menores la energía no resulta rentable y a mayores
supone un riesgo físico para la estructura.
Energía no almacenable
Se trata de energía que no se puede almacenar, sino que debe ser consumida de manera
inmediata cuando se produce. Eso hace que no pueda ofrecer una alternativa completa al
uso de otros tipos de energía.
Impacto en el paisaje
Los grandes parques eólicos tienen un fuerte impacto paisajístico y son visibles desde
largas distancias. La altura promedio de las torres/turbinas oscila entre os 50 y los 80
metros, con palas giratorias que se elevan otros 40 metros. El impacto estético en el
paisaje a veces genera malestar en la población local.
Afectan a las aves
Los parques eólicos pueden tener un impacto negativo a la avifauna, especialmente entre
las aves rapaces nocturnas. El impacto en la avifauna se debe a que las palas giratorias
pueden moverse a una velocidad de hasta 70 Km/h. Las aves no son capaces de
reconocer visualmente las cuchillas a esta velocidad, chocando con ellas fatalmente.

Energía solar: todo lo que tienes que saber

La emergencia climática está haciendo que, ahora más que nunca, revisemos las
acciones que están a nuestro alcance para reducir el impacto medioambiental. Una de
estas acciones es apostar por energías renovables en lugar de combustibles fósiles, como
es la energía solar.

¿Qué es la energía solar?


La energía solar es una energía renovable obtenida a partir de la radiación
electromagnética del Sol. Se trata de una energía renovable porque se obtiene de una
fuente natural e inagotable, en este caso el Sol.
¿Cómo se produce la energía solar?
La energía solar se puede captar a través de células fotoeléctricas (que conforman los
paneles fotovoltaicos que todos conocemos), heliostatos o colectores solares, que
posteriormente la transforman en energía solar térmica (a través de la temperatura) o
energía solar fotovoltaica (a través de la luz). También puede aprovecharse de forma
pasiva con técnicas de arquitectura bioclimática y sostenible, como veremos a
continuación.
La energía solar es una de las fuentes de energías renovables más fáciles de producir,
especialmente la solar fotovoltaica, lo que está haciendo que se esté extendiendo su uso
en las zonas climáticas con más horas de sol. Y España no es una excepción, aunque
todavía tenemos mucho margen de mejora para seguir transformando la energía
procedente de fuentes no renovables (petróleo o carbón) en proveniente de fuentes
renovables.

¿Qué tipos de energía solar existen?


Dependiendo del origen y procesamiento de la energía solar, podemos dividirla en
diferentes tipos:
Energía solar térmica
La energía solar térmica aprovecha la energía del sol para producir calor, que
posteriormente se usa como fuente de energía tanto a nivel doméstico como a nivel
industrial, transformándola en energía mecánica y a partir de ella en electricidad.
En el caso de la energía doméstica, estaríamos hablando de una instalación solar térmica
de baja temperatura, con una instalación formada por colectores o captadores solares
instalados en el tejado o en una parte soleada del edificio. Estos capturan la radiación
solar y la convierten en calor, que se hace pasar por un circuito de tubos metálicos y que
genera suficiente energía para el uso habitual en un hogar: agua caliente y calefacción.
Pero la energía solar térmica también se puede aprovechar a gran escala. Hablamos de la
planta termosolar o central térmica solar, grandes extensiones de terreno con colectores
de energía solar de alta temperatura. Estas instalaciones operan a temperaturas
superiores a 500ºC: transforman la energía térmica en energía eléctrica para abastecer a
la red eléctrica tradicional, pudiendo abarcar grandes zonas de territorio. Además, las
tecnologías actuales permiten almacenar el calor de una forma muy económica, pudiendo
transformarla posteriormente en electricidad a medida que se necesita, regulando así la
producción.

Energía solar fotovoltaica


Al contrario que la solar térmica, la energía solar fotovoltaica consiste en obtener
directamente la electricidad a partir de la radiación solar. Esto se consigue gracias a la
instalación de paneles solares fotovoltaicos, que cuentan con células de silicio que
transforman la luz y calor del sol en electricidad. Igual que en el caso de la solar térmica,
estos paneles o placas solares pueden instalarse tanto a nivel doméstico en edificios y
casas, como en grandes instalaciones – las conocidas como plantas fotovoltaicas.
Las placas fotovoltaicas no producen calor, por lo que esta energía no se puede
almacenar; sin embargo, los excedentes de esta energía fotovoltaica pueden verterse a la
red de consumo, lo que se conoce como “excedente fotovoltaico”. Gracias a las placas
fotovoltaicas se ha democratizado enormemente el autoconsumo de energía, es decir,
que cada hogar pueda producir su propia electricidad para el consumo propio.

Energía solar pasiva


La energía solar térmica y fotovoltaica utilizan diferentes tecnologías para captar y
procesar la energía del sol – es lo que se conoce como energía solar activa. Pero también
podemos aprovechar esta energía de forma pasiva, es decir, sin necesidad de ningún
mecanismo que la recoja y la trate.
La energía solar pasiva se consigue principalmente con la arquitectura bioclimática: un
principio de diseño de edificios donde, con el uso de diferentes materiales y orientaciones,
se consigue utilizar la energía captada durante el día para mantener el edificio cálido
durante la noche, o evitar el calor excesivo durante las horas de más sol. Aunque todo
esto puede parecer muy moderno y tecnológico, en realidad es una de las maneras más
antiguas de aprovechar la energía solar: adaptar los edificios a la climatología de la zona
para conseguir una climatización perfecta en cada momento.

La Energía Solar

¿Cuáles son los beneficios de la energía solar?


Aunque hay otros tipos de energías renovables (como la eólica, hidráulica o geotérmica),
la solar se ha popularizado como una de las energías renovables más fáciles de producir
y ha democratizado el acceso a fuentes de energía verde. Estas son algunas de las
ventajas y beneficios de este tipo de energía:
Es ecológica, una fuente inagotable (el Sol estará con nosotros durante los próximos
millones de años), y su transformación en energía térmica o fotovoltaica no produce
residuos (al contrario que la nuclear o que las energías fósiles).
Tiene un menor impacto en el medio. Aunque otras renovables son también inagotables y
sin residuos, el impacto de la solar es menor. Por ejemplo, los aerogeneradores de eólica
tienen un impacto negativo en las aves, igual que las instalaciones hidráulicas en los
peces de los ríos. Esto no sucede con las instalaciones solares.
Es reaprovechable. Uno de los problemas de las energías renovables es que son
irregulares (dependen de que sople el viento, de que baje el río, de que suba la marea o
de que luzca el sol). Pero gracias al progreso tecnológico, ahora ya se puede almacenar
la energía solar para transformarla en electricidad según demanda, o aprovechar los
excedentes generados.
Es democrática. La instalación de los paneles solares ha ido bajando de precio
paulatinamente, por lo que casi todo el mundo puede acceder al autoconsumo solar con
placas solares propias en su hogar o edificio de vecinos. Una manera de
autoabastecimiento incluso para núcleos aislados de la red.
Es adaptable. Desde instalaciones particulares de pocos metros cuadrados a grandes
zonas de producción de energía ubicadas en plantas solares, la energía solar se adapta a
todo tipo de necesidades, terrenos y sociedades.
Genera riqueza, empleo y contribuye al desarrollo sostenible. La reconversión del sector y
el desarrollo de carreras relacionadas con la energía solar son cada vez más importantes,
abarcando sectores que van desde ingenierías, instalación y operatividad.
Reduce el uso de combustibles fósiles, y por lo tanto, de importaciones energéticas de
petróleo, permitiéndonos así ser más autosuficientes como sociedad.

Autoconsumo y energía solar


A lo largo de este post hemos repetido varias veces que la energía solar es la mejor
manera de ser autosuficientes en cuanto a la producción de energía. Y es que, si nos
preocupa el medio ambiente y de dónde proviene la electricidad que consumimos en
nuestro hogar, lo mejor es producirla nosotros mismos.

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