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INSTITUT REGUISSOL HISTÒRIA DE LA FILOSOFIA

ÀMBIT SOCIAL CURS 2021-2022

Nom de l’alumne: Martina Gonzalez Data: lunes 13, diciembre


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Comentari de recuperació: Sòcrates

(Sòcrates) només discorria sobre afers humans. Entretenint-se sense parar amb el que és
a l'abast de l'home, examinava allò que és pietós i allò que és impiu, allò que és honrat i
allò que és vergonyós, allò que és just i, contràriament, allò que és injust; en què
consisteix la saviesa i en què la bogeria, el valor i la covardia (...).

En fi, discorria a propòsit de tots els coneixements que fan l'home virtuós, i la ignorància
dels quals, en canvi, el degrada, amb raó, bo i fent-lo merèixer, amb raó, el nom d'esclau.

Xenofont: Records de Sòcrates

1. Explica breument –entre 40 i 80 paraules- les idees principals del text i com
estan relacionades. [2 punts]

Creo que hay una idea principal de la que se derivan otras ideas secundarias, aunque no
por ello, menos importantes. A Sócrates le ocupaba principalmente discurrir sobre los
asuntos humanos. Las ideas secundarias y que se derivan de esta primera son el estudio
de las grandes Universales, como la sabiduría y la cobardía, entre otras, y cómo la
obtención del conocimiento hace libre al hombre, liberándolo de la esclavitud.

2. Explica breument –entre 7 i 15 paraules- el significat que tenen en el text les


paraules o expressions següents: [1 punt]

Saviesa  Es libertad, porque la suma de todos los conocimientos hace libre al


hombre y lo convierte en virtuoso.
home virtuós  El que es libre gracias a poseer todos los conocimientos que le
han liberado de la esclavitud.
3. Explica quins motius tenia Sòcrates per discórrer “a propòsit de tots els
coneixements que fan l’home virtuós”. (Fes referència als aspectes generals del
pensament de Sòcrates que calguin encara que no apareguin explícitament en el
text). [3 punts]

Sócrates fue el filósofo griego considerado uno de los más importantes de la historia.
Nació en Alopece Atenas entre el 70 y el 69 a.C. Aunque no dejó textos escritos,
conocemos su obra gracias, sobretodo, a Platón y a Aristóteles. Fue tal su importancia
que los filósofos anteriores a él se conocen como los presocráticos.

Sócrates señaló el camino del lenguaje, pero no a través de la retórica, como hicieron los
sofistas, sino a través de la dialéctica, el juego de la pregunta y la respuesta -conocido
como mayéutica- en el que el conocimiento se va recordando, gracias a la pregunta ade -
cuada. Para Sócrates, el ser humano poseía todos los conocimientos en el vientre ma-
terno, conocimientos que se perdían en el momento del parto. Así pues, si la pregunta era
la adecuada, el conocimiento resurgía desde el recuerdo.

Según Sócrates el fin de la filosofía es enseñar la virtud de forma que el hombre acabara
convirtiéndose en el hombre virtuoso, carente de toda la ignorancia que lo convertía en
esclavo.

Él se posiciona entonces del lado de aquella filosofía donde se busca la razón universal y
el diálogo para descubrirla. Esta iniciativa constituye el método socrático que se ayudará
de la ironía primero y la mayéutica segunda para alcanzar sus fines.

Sócrates trataba de demostrar a su interlocutor cuán equivocado estaba en cuanto al


mundo que le rodeaba. Trataba de hacerle entender que debía deshacerse de toda opi -
nión basada en la ignorancia (ironía) para poder abrirse al camino que le llevaría al virtuo -
sismo, al auténtico conocimiento perdido al nacer. Es al propio Sócrates a quien se le atri -
buye “solo sé que no sé nada”; él se reconoce falto de todo conocimiento y sabe que, si la
pregunta es la apropiada, será capaz de encontrar la respuesta que, una vez, poseía.

Para entender ese juego que planteaba Sócrates, veamos un ejemplo. Preguntamos ¿qué
es la Justicia? A partir de ella se genera “el debate”. Se da una definición que, a su vez,
puede y debe ser refutada, para que se vayan generando preguntas y respuestas que
ayudan a concretar el concepto en sí mismo convirtiéndolo en algo universal y absoluto.
Si queremos definir la Fealdad, comenzaremos enumerando aquello que entendemos
como feo de forma que acabemos concluyendo que hay un patrón común que les otorga
esa característica y que por tanto define qué es la Fealdad.

Para Sócrates cualquier nuevo diálogo proporciona la posibilidad de ascender en el ca-


mino del conocimiento, ya que permite seguir indagando y creciendo en el sendero de la
sabiduría que nos hace libres, que nos hace virtuosos.

Gracias al conocimiento que dotaba al hombre de virtuosismo, el ciudadano estaba en


disposición de ejercer las virtudes cívicas: dejaba de actuar ciegamente (lo que uno desea
hacer) y pasaba a actuar con sabiduría (lo que realmente es deseable). 
Sócrates afirmaba que “nadie obra mal a propósito”, voluntariamente. Cuando alguien
obra de mala manera, actúa ciegamente, pensando en hacer el bien, sin “maldad”, sino ig-
norancia. Por tanto, no hay seres humanos malos, solo ignorantes.
Si quien razona, obra correctamente (virtud), quien obra correctamente, hace el bien, al-
canza la felicidad. Por ello la virtud se logra a través de la razón, y el bien nos produce un
estado de bienestar, que es la felicidad. Esto significa que nos hace ser mejores.

Si quien razona, obra correctamente (virtud), quien obra correctamente, hace el bien y,
por tanto, alcanza la felicidad. La virtud se logra a través de la razón, y el bien nos produ -
ce un estado de bienestar, que es la felicidad. Esto significa que nos hace ser mejores. La
virtud solo puede alcanzarse a través de la razón, y esa virtud nos acerca a la bondad, al
bien, y ese bien nos aporta bienestar, y este nos da la felicidad, y si somos felices, somos
mejores
4. Compara la concepció del coneixement de Sòcrates amb la dels sofistes. [2
punts]

Los sofistas eran un conjunto de intelectuales, casi todos extranjeros, que poseían una
cultura de carácter enciclopédico y que, en la segunda mitad del siglo V a.C, llegaron a
Atenas atraídos por su esplendor cultural. Eran cosmopolitas, viajeros y por eso conocían
las costumbres y leyes de muchas otras polis griegas. Como venían de fuera, tenían una
visión más abierta y desarraigada de la tradición. Eran especialmente críticos con los va -
lores y la educación tradicional, lo que les hizo ganarse la simpatía de los más jóvenes y
la animadversión de la antigua nobleza.

Sócrates vivió en el siglo V a.C y, a diferencia de los Sofistas, era ateniense, sólo salió de
Atenas para luchar en las Guerras del Peloponeso contra Esparta. Su vida se caracterizó
por deambular por Atenas preguntando a los ciudadanos, formándoles en el arte del diálo-
go y la discusión.

Para Sócrates la verdad existe y podemos conocerla, para él la verdad está en todas las
almas en estado latente, y sólo es necesario tener la habilidad para poner en orden nues-
tros razonamientos. Por eso, Sócrates critica el escepticismo y relativismo de sus contem -
poráneos Sofistas. El pensamiento de estos filósofos se caracteriza por el escepticismo y
el relativismo, la verdad no se puede conocer y moralmente está todo permitido.

Para los Sofistas el sabio es aquél que sabe argumentar para cautivar a aquellos que lo
escuchan y llevarles por donde quiere, es decir, sabio es el buen retórico, aquel que sabe
expresarse de la mejor manera posible para que su discurso sea eficaz y pueda conseguir
lo que quería. En cambio, para Sócrates, alguien sabio es aquel hombre que es bueno y
virtuoso.

Sócrates se propone educar a los ciudadanos en la virtud. A él le interesaba sobre todo


formar hombres de bien y buenos ciudadanos, pero no le importaban las cuestiones lógi -
cas ni metafísicas. Sin embargo, para los sofistas los ciudadanos han de competir por el
éxito y el poder, y lograrlos es el principal objetivo. Por tanto, ellos pretendían formar es -
pecialistas eficaces en la política y el derecho. 

Para Sócrates, mediante el método dialéctico de preguntas y respuestas se consigue sa -


car a la luz la verdad. Según decía Sócrates, el maestro no es el protagonista en este pro-
ceso, sino que es el alumno el que llega por sí mismo a la verdad, mientras que para los
Sofistas el lenguaje no ayuda a llegar a la verdad, sino que es el saber elaborar un discur -
so convincente sobre cualquier asunto y poder persuadir al público. 

Por último, los sofistas hablaban sobre la areté, pero mientras ellos dicen que no pode-
mos saber nada, Sócrates enseña que la areté es el conocimiento, incluso una especie de
conocimiento que todos tenemos todavía pese a que quizás lo hayamos olvidado.
5. Estàs d’acord o amb desacord amb Sòcrates quan defensa que qui no actua bé
és per ignorància? Raona la resposta. [2 punts]

Sócrates dice que al ser ignorante eres esclavo  muchas de tus actuaciones pue-
den estar mal enfocadas al no tener esa sabiduría y puedes estar actuando mal.
Al actuar mal tienes la excusa porque eres ignorante: He violado a una chica porque
iba borracho.
Pero el que tiene el conocimiento siempre actúa bien porque tiene ese conocimien-
to.

 No justifica, y por tanto se puede personar, lo que ha hecho alguien por ser un igno-
rante
 Si por ejemplo queremos robar un banco no sabríamos que la consecuencia de ha-
cerlo es ir a la cárcel y por tanto no planearíamos un plan para que nos pillaran
 No considero que por ser ignorante actúes de mala manera
 Según Sócrates nadie actúa mal queriendo (no estoy de acuerdo)
 Un hombre sabio se puede comportar de la peor manera posible.
 Ley española que aun sin saber que

Sócrates decía que la ignorancia era lo que hacía cometer malos actos. Según él toda
maldad tiene su raíz en la ignorancia, por eso nadie se comporta mal queriendo. Por tan-
to, de nosotros depende el hecho de cambiar eso, algo que solo podemos hacer adqui-
riendo el conocimiento que nos fue negado en el momento del parto. Una vez adquirido, el
conocimiento nos impide cometer maldades -según Sócrates-, ya que nos hemos conver-
tido en hombres virtuosos y el hombre virtuoso no comete actos impuros. Por tanto, según
el filósofo, nadie es malo por querencia, de lo que se entiende que el único ser abyecto
condenable sería aquel que estando en posesión del conocimiento, actúa impropiamente.

Por una parte, Sócrates nos dice que una persona que no tiene conocimientos sobre un
tema, está perdonado si comete algún hecho ruin, ya que es un ignorante. Por ejemplo,
Conducir por una autopista a 200 km/s. por hora y provocar un accidente con víctimas
mortales, no se consideraría un acto malvado, ya que el conductor desconocía que la ve -
locidad máxima es de 120 y, por tanto, ha actuado conforme a su ignorancia.

Por otra parte, no todos somos ignorantes del mismo modo. Es decir, los niños que viven
en lugares en condiciones mucho menos privilegiadas de las que tenemos nosotros, que
vivimos en un país del llamado primer mundo y que esnifan pegamento para pasar el día
-como sucede en las favelas en Brasil- no tienen los mismos recursos que tenemos aquí
para enriquecer nuestro conocimiento y saber que consumiendo cualquier tipo de droga,
nuestra mente se obnubila y por ello podemos cometer todo tipo de actos perniciosos. Así
pues, esos niños no saben qué consecuencias puede tener el esnifar pegamento, ya que
es la manera que han encontrado para olvidarse del hambre y de toda la miseria que les
rodea. Si por la ingesta de una substancia que puede alterar su comportamiento, ¿pode -
mos o debemos culparles? ¿o debemos instruirles y darles herramientas para cambiar
esa realidad (ignorancia, según Sócrates) en la que viven inmersos? En cambio, donde
nosotros vivimos tenemos los recursos necesarios para conocer las consecuencias que
pueden tener cometer este acto y, si sabemos, por lo tanto conocemos, el mal que puede
hacernos tomar sustancia alucinógenas ¿no estaríamos nosotros cometiendo actos malig-
nos que no podrían ser exculpados ante la ley?

A mi parecer, perdonar un acto perverso a alguien por el mero hecho de ignorar que
aquello que ha perpetrado es un delito, debe ser juzgado a tenor de las probabilidades
que esa persona tenga para conocer o no los supuestos que le hagan distinguir entre el
bien y el mal. Si uno tiene el conocimiento, no debe ser exculpado bajo ningún concepto
y, si teniendo la posibilidad de adquirir ese conocimiento, no ha hecho por tenerlo, tam-po-
co. En España, la ley dice que el desconocimiento de la ley, no te exime de su castigo.
Aquí tenemos los recursos para saber, para conocer lo que está bien y lo que está mal.
Pero, si uno vive rodeado en un contexto social en el que no es fácil salir de la ignoran-cia
o acceder al conocimiento, ¿cómo se le puede culpar de haber cometido un acto vil si
desconocía que actuando de una determinada manera estaba bajo la esclavitud de la vile-
za?

Por tanto, podríamos decir que, si una persona dispone de los medios necesarios para
mejorar su conocimiento, no se la puede desligar de la conciencia de sus actos, ya que
distingue el bien del mal. Sin embargo, si una persona, debido a su condición no tiene
esos medios, no es porque no quiera mejorar sino porque no puede. Así pues, como de-
cía Sócrates, la ignorancia nos hace esclavos porque no nos permite actuar con libertad,
pero, sin duda, la sabiduría nos libera, pero nos colma de responsabilidad a la hora de ac -
tuar. Quizá por este motivo, se dice que los ignorantes son aquellos que actúan de forma
más atrevida.

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