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Tarea: Canalización

● ¿Qué es una canalización periférica?

Canalizar una vía venosa periférica es una técnica invasiva que nos permite tener
una vía permanente al sistema vascular del paciente. A través de esta vía podremos
administrar sueroterapia, medicación y nutrición parenteral.
La administración de líquidos, electrolitos y fármacos por vía intravenosa (i.v.) se
considera la terapia más rápida, efectiva y de mejores efectos en pacientes que
precisan atención hospitalaria, lo cual justifica que sea la forma de tratamiento
frecuentemente elegida para la mayoría de los pacientes ingresados.
La elección de la cateterización periférica nos permite conseguir, de forma fácil y
relativamente poco cruenta, accesos venosos para tratamientos cortos o de media
duración con bajo riesgo de complicaciones graves.
De la responsabilidad de enfermería en la instauración del catéter, y los cuidados en
la
aplicación y seguimiento de la terapia endovenosa se deduce la importancia de una
correcta valoración de las necesidades, ventajas e inconvenientes de cada uno de
los
dispositivos y sistemas a la hora de decidirnos por la elección de uno u otro tipo de
catéter.
Los criterios de elección del catéter periférico estarán determinados básicamente por
la edad del paciente, la calidad y calibre de los accesos venosos, el objetivo de uso,
el
tiempo de utilización previsible, agresividad de las soluciones a perfundir y las
características propias del catéter

● Catéter más utilizado y tamaños

Existen, básicamente, tres tipos de catéteres:


1. Catéter venoso periférico ( corto y de longitud media).
2. Catéter central de canalización periférica (CCIP).
3. Catéter central (de corta y larga duración).

Clasificación de catéter venoso periférico:

1. Catéteres periféricos cortos


a. Agujas con aletas y tubuladura de plástico.
b. Catéteres cortos con cánula y aguja guía
c. Catéteres cortos de gran calibre.
d. Catéteres arteriales (radiales y femorales).
e. Catéteres periféricos cortos para hemofiltración.
2. Catéteres periféricos de longitud media.
3. Catéteres centrales de inserción periférica.
1) Catéteres periféricos cortos
• Agujas de acero con alas y tubuladura de plástico (palomitas o mariposas) de
calibres entre 25G y 19G. Actualmente ya existen en el mercado PALOMITAS
fabricadas en poliuretano con aguja guía de acero inoxidable.
• Catéter con cánula y aguja de calibre entre 14G y 26G (Gauges). Están
fabricados con material flexible que suele ser poliuretano o teflón y aguja guía
de acero inoxidable.
• A pesar de ser menos utilizados, entre los catéteres periféricos cortos, cabe
incluir también los catéteres de gran calibre para punción venosa periférica con
guía y dilatador para infusión rápida, de material de poliuretano y calibre 7F-
8,5F.
2) Catéteres periféricos de longitud media de 14G a 18G y 21-28 cm de recorrido.
Están constituidos por aguja de acero para inserción y catéter con guía metálica.
Suelen ser de poliuretano o PVC.
3) Catéteres centrales de inserción periférica de longitudes entre 60 y 90 cm de
longitud y calibres que oscilan entre los 1,7 y 2,1 mm. Son de material de poliuretano
o silicona. Están constituidos por una aguja de acero de 14G recubierta por una
protección plástica y una guía metálica que da rigidez al catéter, ambos protegidos por
un tambor o funda de plástico. Pueden ser de una o dos luces.

● ¿Cuáles son las venas más utilizadas para una canalización periférica?

Las vías periféricas más frecuentes son: Dorso de la mano: digitales, metacarpianas,
basílica y cefálica. Antebrazo: radial y cubital. Brazo: cefálica, basílica y mediana cubital

● Pasos para montar un suero

Como poner una vía:

1. Poner el smarck y aseptizar la zona.


2. Palpar una buena vena (dentro de lo posible) evitando flexuras (a poder ser). A mi
me funciona muy bien pinchar en la zona donde se juntan dos venas.
3. Coger la vía con el dedo índice y medio por las aletas y apoyar el dedo pulgar al final
de la vía.
4. Insertar la vía, con el bisel de la aguja mirando hacía arriba. La inserción no debe ser
muy profunda, sobre todo si la vena se ve mucho.
5. Entrar la aguja suavemente, sin hacer movimientos bruscos, hasta que vemos que
sale sangre.
6. Cuando sale sangre, retirar la aguja guía, pero no del todo. Retirar hasta que
veamos la punta de la aguja en el plástico. (Retirando un poco la aguja evitamos
petar la vena, ya que el catéter, aunque haga pared con la vena no la perforará.)
7. Una vez retirada, entra el catéter siguiendo la vena. Para ir bien, no tenemos que
notar resistencia, debe entrar casi sola. Si notamos resistencia no forzar, porque es
así como la podemos romper.
8. Cuando el catéter está introducido del todo, apretar donde termina el catéter y
retiramos del todo la aguja. (Así evitamos la piscina de sangre, ya que si
presionamos por encima del catéter, no saldrá)
9. Conectar el suero y comprobar que la vía es permeable. Si tenemos dudas: coger el
suero y situarlo por debajo del nivel de la vía, y si la sangre refluye, es otro indicador
de que está bien puesta. Todo esto lo tenemos que hacer sin soltar la vía, porque la
podríamos perder. Otra opción es fijarla antes de comprobar que está a sitio, así
evitas salidas accidentales.

Errores frecuentes al poner una vía

1. No encontrar la vena. Este era de los primeros fallos que cometía. Muchas veces
pinchaba “a lo loco” sin asegurarme mucho. Lo he arreglado observando muy bien la
vena y sobretodo palpándola, ya que muchas veces no se ve. Hay que palpar unos
cuatro dedos del recorrido de la vena, para conocer bien en qué dirección va. Yo
tenía el fallo de pinchar recto, y a veces la vena va hacía la derecha o la izquierda y
hay que adaptar la dirección de la vía a la de la vena.
2. Reventar la vena. Esto es lo que más me ha pasado y el fallo ha sido por meter el
catéter con la aguja dentro o retirar la aguja y con un mal movimiento me ha vuelto a
entrar. Como he dicho antes, si retiramos la aguja, se reduce mucho el riesgo de
reventarla, hacedme caso. Notaremos que se ha reventado la vena porque se
hincha y no baja bien el suero. También se revienta por no sujetar bien la vía y al
soltarla, hace un movimiento brusco.

Recomendaciones

Evitar poner la vía en zonas de flexura, porque si el paciente dobla la mano o la muñeca, el
suero no bajará.
Fijar bien la vía con el apósito, así evitamos que se salga.
No tapar el punto de inserción con el apósito, así podemos controlar enrojecimientos o
cualquier problema.
Limpiar la sangre que haya podido quedar, porque a parte de que es antiestético, es un
caldo de cultivo para microorganismos.

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