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Dispositivo de evaluación de alumnos en instancias de

terminalidad

Fecha: 18-7-2021

Alumno: Mariano Yain Acuña

Espacio curricular: Lengua y literatura

Docente: Marcia Godoy


OPERACIÓN MASACRE:

El que quiera oír que oiga.

Rodolfo Walsh a través de su libro “Operación Masacre”, publicado por


primera vez en 1957, denuncia los hechos acaecidos en 1956 en el marco de la
“Revolución Libertadora”, tal es el nombre con el que se denominó a la dictadura
militar que gobernó en la Argentina luego del derrocamiento del presidente
constitucional, Juan Domingo Perón.

Se trató de un acontecimiento anticonstitucional ya que se bloquearon todas las


posibilidades democráticas : se clausuró el Congreso Nacional, se repuso a los
miembros de la Corte Suprema, como así también a las autoridades provinciales,
municipales y universitarias y fue puesto en comisión a todo el Poder Judicial mediante
un golpe de Estado iniciado el 16 de septiembre de 1955 y que, tras más de dos años,
hizo traspaso de gobierno al presidente electo Arturo Frondizi, el 1 de mayo de 1958,
quien sería derrocado en 1962.

El entonces general de división Eduardo Lonardi, al frente del golpe, asumió el 23


de septiembre de 1955 y fue sustituido el 13 de noviembre por Pedro Eugenio
Aramburu, mediante otro golpe y así ambos gobernaron como autoridades supremas
asignándose el título de Presidente de la Nación.

Tal era el momento histórico de la Argentina cuando se desarrolla la


investigación que concluye en una de las obras más emblemáticas de la novela de no
ficción. No es casualidad que a este tiempo particular sea llamado entre sectores
peronistas como “Revolución Fusiladora” considerando a todos aquellos que fueron
fusilados , tanto militares como civiles, bajo la orden del entonces presidente Aramburo
en ocasión del intento de levantamiento liderado por el general Juan José Valle.

En menos de dos días , civiles y militares fueron fusilados en Lanús, La Plata,


José León Suárez, Campo de Mayo, la Escuela de Mecánica del Ejército y la
Penitenciaría Nacional. Para la noche del 11 de junio de 1956, los ejecutados ascendían
a 16 militares y 13 civiles.

En este escenario de acontecimientos y de pura casualidad Rodolfo Walsh se


encuentra con una historia, atroz en la voz de “un fusilado que vivió”. A partir de ese
momento emprende un arduo trabajo de investigación, entrevistas, documentación que
desnudaba una parte de una realidad que se gestaba entre sombras.
UN RELATO SOBRE UN CRIMEN PROVOCADO POR
DIFERENCIAS POLÍTICAS E IDEOLÓGICAS:

La obra Operación Masacre está ligada directamente con el objetivo de establecer un


juicio público sobre el accionar de los mecanismos represivos de Argentina. La
situación socio-política del país desde el año 1930 hasta el año 1958, nos hace
preguntarnos por la que los militares dejaron una huella tan dolorosa en la historia de
nuestro país. La difícil situación de censura, persecuciones, muertos, y otros aspectos de
la realidad de la Argentina de esos años, movilizan , sin duda a Walsh a escribir su obra.

En la siguiente cita extraída de Operación Masacre se puede dar nota de la opresión que
sufrían los ciudadanos privándolos de su libertad de expresión, ya que el gobierno no
aceptaba otros pensamientos ni ideas que no hayan sido impuestas por ellos
previamente, de lo contrario se enfrentan a severos castigos sin derecho a réplicas ni a
ningún tipo de protesta sobre las decisiones que se tomaban a nivel político.

“Presa durante varias horas, aunque parezca cuento, la tuvieron en


Frías (Santiago del Estero) el 26 de enero de 1956. El padre la había
dejado allí el 25 con familiares de la madre, aprovechando uno de sus
viajes regulares en la línea al Norte del Belgrano, donde trabajaba como
camarero, y había seguido de largo. En Simoca, provincia de Tucumán,
lo detuvieron por una denuncia de distribuir panfletos que nunca llegó a
probarse. A las ocho de la mañana siguiente la sacaron a Elena de la
casa de sus parientes, la llevaron sola a la comisaría y la interrogaron
durante cuatro horas. ¿Llevaba panfletos su padre? ¿Era peronista su
padre? ¿Era un delincuente su padre?” (Walsh, 1957, p.14)

Aquí habla de Nicolás Carranza, uno de los tantos fusilados en aquel 10 de junio, se
puede observar la total crueldad con la que actuaban los militares, no atacando a Don
Carranza si no yendo directamente a buscar a su familia, en este caso, su hija Elena, la
cual era una niña de apenas 11 años, que estaba con familiares y tuvo que sufrir este
momento traumático en el cual los militares interrogaron a Elena durante cuatro
intensas horas, con preguntas directas sobre su padre. Tal era la presión que éste sentía
que la esposa Berta, le pidió numerosas veces que se entregara a la justicia, ya que él
estaba prófugo y sin trabajo, pero Carranza insistió con que él no era un delincuente, ya
que se consideraba peronista y que tenga otra postura política no debería ser
considerado un crimen. Se trata de una opinión valedera y sensata, pero que en esos
años quien “no estaba con el régimen, era considerado un enemigo”.

Esta situación de persecución, esta represión y coerción que sufre el pueblo por parte
del Estado en el tiempo de la denominada revolución Libertadora tiene como principal
objetivo perseguir, erradicar, ajusticiar a todo el sector peronista. Pero no se trataba de
una situación totalmente justa, ya que si el azar o la mala fortuna, ponían a la persona
incorrecta en el momento y lugar incorrecto era posible que pudiera perder la vida . Esto
es lo que le ocurre a Juan Carlos Livraga
Esto lleva a preguntarse por qué la persecución de Juan Carlos Livraga, ya que en
una entrevista que le lograron hacer en la Página/12, Livraga aclara que nunca se
considero peronista,:

Livraga –Yo ni siquiera era peronista. Nunca lo fui.

Tomando como “hecho delictivo” el ser peronista, lo cual no debería ser ningún
problema ya que cada uno debería ser libre de elegir por quien optar.

Periodista –¿Alguna vez entendió por qué lo detuvieron?

Livraga –Esa duda la tengo siempre, porque nunca supe.

Nunca supo, dice, por qué lo detuvieron, por qué lo fusilaron ya que él terminó como
colectivero antes de los hechos.

Livraga –¿Empiezo a contar de cero?–propone.

Efectivamente, Livraga es uno de los “fusilados” y cuando relata su historia de lo que


ocurrió aquel 9 de junio y que pudo renacer una y otra vez , después del fusilamiento y
con los tiros de gracia, a una persona cuyo único delito fue ir a lo de su amigo a
escuchar un encuentro de box por la radio esperando que se haga la hora para la cita con
una chica que había conocido.

Eso no le impide rememorar cada minuto, cada nombre, lugares, calles, de


recorrido y quienes acompañaban su traslado hacia Jose Leon Suarez, hasta la sensación
de reconocer el levantamiento de la manivela de las armas, en ese entonces supieron
que iban a ser fusilados. Contó cómo vio a Giunta correr en diagonal por el campo,
diciendo que era más rápido que los tiros.

Sin el aporte de aquellos que se animaron a hablar, sin la voluntad de una


persona comprometida con la verdad como Walsh quizás este incidente nunca se
hubiera develado. Osvaldo Bayer, también un defensor de la verdad y denunciador de
injusticias supo decir en el prólogo , sobre este libro:

“Operación Masacre es el gran grito de alerta. Nadie como Walsh supo


describir a los verdaderos fundadores de la gran masacre que vendría
después. El teniente coronel Fernández Suárez no es nada más que la
reencarnación del otro teniente coronel Héctor Benigno Várela, fusilador
de las peonadas patagónicas, y el predecesor contemporáneo de esas
figuras casi inverosímiles en su crueldad y su brutal soberbia” (Walsh,
1957, p.5)
Podemos comparar al teniente coronel Fernandez Suarez con el mismísimo Varela,
ambos con unas decisiones que sobrepasan los derechos humanos, abusando de su
poder, queriendo tener control total sobre sus habitantes, sin dar derecho de opinar,
debatir, ni presentar otro tipo de partido político, no les pesaban las desapariciones de
personas, ni que la gente le tema.

La historia de nuestro país se ha transformado paulatinamente. Hay aspectos a los que


nos hemos llamado a un “Nunca Más”. Los problemas, seguramente continuarán
existiendo, y aparecerán nuevos inconvenientes que habrá que resolver. Pero sin lugar a
dudas lo que se conoce como terrorismo de Estado es algo a lo que todo el pueblo
argentino no debe aceptar bajo ninguna circunstancia.

“Mis colegas periodistas de los grandes diarios podrían tomarse –ahora


que no hay peligro– el trabajo que yo me tomé, en vez de copiar lo que
les dicta el teniente coronel fusilador.” (Walsh, 1957, p.108)

Esto es un mensaje que sirve tanto en ese tiempo como ahora, ya que hay periodistas
que se dejan llevar por una cuota de poder, o simplemente dinero que alguien superior
pueda ofrecerle para que éste o haga silencio o publique noticias falsas a favor de él.

Esta es la fea realidad de los dichosos periodistas, que se preocupan por estar bien
parados antes que tratar de demostrar la verdad, cueste lo que cueste, como lo hizo
Walsh, que a pesar de todos los peligros que habían y las cosas que le podrían haber
hecho el insistio por amor al periodismo de verdad, y el, trabajando individualmente,
hizo del hecho una noticia, los periodistas con grandes visitas en sus diarios, podrían
hacer un cambio notable en mucho menos tiempo, pero estos son los primeros
apuntados a ser silenciados por los militares

“CADENA INFORMATIVA es uno de los instrumentos que está


creando el pueblo argentino para romper el bloqueo de la información.
CADENA INFORMATIVA puede ser USTED MISMO, un
instrumento para que USTED se libere del terror y libere a otros del
terror. Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a
su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo. Mande copias a sus
amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser
informados. El terror se basa en la incomunicación”
(Cadena informativa, 1976)

Esto era un medio por el cual los ciudadanos podían explayarse, informarse, y opinar
sin tener miedo a que sean noticias falsas o bloqueadas, que quiero decir con esto, que
el pueblo argentino pudo llevar a cabo la Cadena Informativa para que cada uno de los
habitantes formara parte de este hecho, ya que no había forma que el estado ni los
militares interrumpan o inhabiliten que esta información pueda llegar a cada persona
que deseaba estar informada, esta podría considerarse lo que hoy en dia se llama la voz
del pueblo, lo que nombraba antes, que hoy en día se harian huelgas para reclamar la
libertad de expresión, en ese entonces crearon la Cadena Informativa, que era de ultra
utilidad.

Operación Masacre: ¿periodismo o Literatura?

Desde la aparición de la obra de Walsh se intentó encasillar a qué tipo de género


correspondía Operación Masacre. Por las características del libro se pensó en una
crónica periodística y quizás con una exhaustiva investigación detrás que sostiene la
historia. Por otro lado también se piensa en una novela basada en hechos reales , pero
con ribetes literarios.

Lo cierto es que este libro surge con la intención de develar la cara más oscura de la
Revolución Libertadora comienza a gestarse con una serie de acontecimientos: por una
parte la ejecución en José León Juárez y el testimonio de un “fusilado”.

A partir de ahí comienza una deconstrucción minuciosa de los hechos a través de


recursos certeros de la literatura y el periodismo. Entonces ante la pregunta ¿es
periodismo o literatura? Se puede decir que es un poco de los dos pero con el nombre de
Novela de no ficción.

En palabras de Amar Sanchez:

“El texto de no-ficción se juega así en el cruce de dos imposibilidades: la


de mostrarse como una funci6n puesto que los hechos ocurrieron y el
lector lo sabe (además sería imposible olvidarlo en casos como La noche
de Tlatelolco u Operación Masacre) y, por otra parte, la imposibilidad
de mostrarse como un espejo fiel de esos hechos. Lo real no es
describible "tal cual es" porque el lenguaje es otra realidad e impone
sus leyes a lo fáctico; de algún modo recorta, organiza y ficcionaliza. El
relate de no-ficción se distancia tanto del realismo ingenuo como de la
pretendida "objetividad" periodística; produciendo simultÁneamente
la destrucción de la ilusión ficcional -en la medida en que mantiene un
compromiso de "fidelidad" con los hechos- y de la creencia en el reflejo
exacto e imparcial de los sucesos, al utilizar formas con un fuerte
verosímil interno como la novela policial o el nouveau roman.” (Amar
Sánchez, 1992. pág 1. El relato de los hechos)

Operación masacre, puede decirse que atraviesa distintos géneros literarios, y más allá
del punto de vista personal que cada lector le pueda aplicar, hay tres clasificaciones que
se pueden representar en el relato, como primera imagen se puede pensar en el género
policial, ya que en la trama del libro nos podemos encontrar con una extensa
investigación, la cual podemos vivir casi a primera persona gracias a Walsh, quien no
descansa hasta conseguir todos los datos que lo encaminan hacia la verdad.

Según Bayer: “Rodolfo Walsh no existe. Es sólo un personaje de ficción.


El mejor personaje de la literatura argentina. Apenas un detective de una
novela policial para pobres. Que no va a morir nunca.” (Walsh, 1957, p.6)

Este detective, que para el resto se podría catalogar como un héroe, él en verdad solo es
alguien que se anima a hablar. Los dos géneros que nadie puede negar, son el género
político y el género jurídico.

Como género jurídico lo puedo clasificar ya que se opina y se critican las “leyes y
normas” o lo que estaba “bien o mal” de forma profunda. Asimismo se puede
considerar género político ya que la mayor importancia del libro es el mal uso del poder
político, por ende encuadra los tres tipos de géneros, que van de la mano en esta
ocasión.

Esta obra me pareció muy interesante de tratar, no estaba enterado al cien por ciento de
esa época de mi propio país, siendo sincero no era algo que hubiese tratado de saber por
cuenta propia. Me resultó absolutamente atrapante pero a su vez decepciona una
realidad que fue vivida por tantos argentinos que no comulgaban con la ideología
imperante en esa época.
La reflexión final es que a veces un fragmento de un momento histórico del país nos
puede dejar en claro metodologías del poder de tipo siniestras, de control, que fueron
también un eco de lo que ocurría en latinoamérica en general.
BIBLIOGRAFÍA:

-Operacion Masacre, Rodolfo J.Walsh, Edicion de la flor, 1957.

-AMAR SÁNCHEZ, Ana María. El relato de los hechos. Rodofo Walsh:


testimonio y escritura. Rosario. Beatriz Viterbo, 1992.

-http://latribuna69.org/cadena-informativa/#:~:text=En%20Diciembre%20de
%201976%2C%20sali%C3%B3,las%20radios%20de%20otro%20pa
%C3%ADs. (Cadena Informativa 1976)

-Página/12 :: Sociedad :: Relato de un fusilado (Entrevista a Livraga . 2012)

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