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OBJETO: Solicitar Habeas Corpus.-


 
 
 
 
 
EXCMA. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA:
 
 
 
JORGE RUBEN VASCONSELLOS, Abogado, con Matrícula Nº 2029, expedida por
la Excma. Corte Suprema de Justicia, por mis propios derechos, con domicilio en la casa
Nº 409, de la calle Juan Emiliano O´Leary, Tercer Piso, Oficina 315, Edificio “Parapití”, de
la ciudad Capital de la República, a Vuecelencias, respetuosamente y como mejor proceda
en derecho, digo:
 
Que, al amparo de cuanto dispone el Art. 133 de la Constitución Nacional, y su
reglamentación por Ley Nº 1500, vengo por el presente escrito a peticionar HABEAS
CORPUS GENERICO, en mi beneficio, en los términos que a continuación paso a
exponer:
 
En fecha 28 de julio de 2013, siendo aproximadamente las 00:05 horas, me encontraba
transitando por la Avda. Mariscal López, con dirección oeste – este, circulando, junto con
mi hijo, Cesar Andrés Vasconsellos, ambos con los cinturones de seguridad puestos, y todas
las luces reglamentarias prendidas, a una velocidad de cuarenta kilómetros por hora (40
Km/h), a bordo del vehículo marca Nissan, Modelo Sunny, tipo Automóvil, con Matrícula
ZAD290, cuya propiedad me corresponde.-
 
El vehículo en cuestión se encuentra habilitado para la circulación, por el Municipio de la
Ciudad de Ypacaraí, conforme consta en el Certificado de Habilitación Nº 2003/2013, cuya
validez se extiende hasta el 30 de junio de 2014, conforme es posible verificar mediante la
constancia que adjunto igualmente, habiendo el mismo sido sometido a Inspección Técnica
Vehicular ante los talleres del Centro de Inspección Técnica Vehicular, con sede en la
Ciudad de Caacupé, cuya aprobación consta en el Certificado Nº 010927, de fecha 6 de
julio de 2013, con vencimiento al 6 de julio de 2014, cuya copia, también se anexa.-
 
En las condiciones señaladas, y encontrándome habilitado para conducir automóviles,
conforme surge de la Licencia de Conducir, Categoría Particular Nº 51014, expedida por la
Municipalidad de la Ciudad de Asunción, vigente a la fecha, como podrá verificarse
mediante el examen de la copia que igualmente anexo, al transponer el cruce formado por la
Avda. Mariscal López y Santa Teresa, en cuya intersección está instalado y en
funcionamiento un equipo semafórico, encontrándome autorizado para seguir la marcha por
la luz verde, soy interceptado por una funcionaria uniformada de la Policía Caminera, que
me imparte instrucciones de detenerme.-
 
Dando cumplimiento inmediato a la orden, procedí a detener la marcha de mi automóvil, y
luego del saludo de rigor, solicité a la funcionaria interviniente conocer si había incurrido
en alguna infracción o violación del Reglamento de Tránsito Caminero, respondiéndome en
forma negativa, ante lo cual reiteré la pregunta y la respuesta fue textualmente de que no
había incurrido en ninguna infracción.-
 
Inmediatamente después, la citada Agente de la Policía Caminera, me exigió la exhibición
de mi Registro de Conducir, ante lo cual le respondí que si no había incurrido en
transgresiones al Reglamento de Tránsito no se encontraba facultada a detenerme.-
 
Inmediatamente después se acercaron al lugar otros Agentes de la Policía Caminera, a
quienes les manifesté que la conducta desplegada por la interviniente constituía un atropello
a mis derechos Constitucionales, consagrados por el Art. 12 de la Ley Fundamental de la
Nación, que me permito transcribir – literalmente – a continuación:
 
Artículo 12. DE LA RETENCIÓN Y DEL ARRESTO.
 
Nadie será detenido ni arrestado sin orden escrita de autoridad competente, salvo caso de
ser sorprendido en flagrante comisión de delito que mereciese pena corporal. Toda persona
detenida tiene derecho a:
 
1) que se le informe, en el momento del hecho, de la causa que lo motiva, de su derecho a
guardar silencio y a ser asistido por un defensor de su confianza. En el acto de la detención,
la autoridad será obligada a exhibir la orden escrita que la dispuso:
 
2) que la detención sea inmediatamente comunicada a sus familiares o personas que el
detenido indique;
 
3) que se le mantenga en libre comunicación, salvo que, excepcionalmente, se halle
establecida su incomunicación por mandato judicial competente; la incomunicación no
regirá respecto a su defensor, y en ningún caso podrá exceder del término que prescribe la
Ley;
 
4) que disponga de un intérprete, si fuese necesario, y a;
 
5) que sea puesta, en un plazo no mayor de veinticuatro horas, a disposición del magistrado
judicial competente, para que éste disponga cuanto corresponda en derecho.
 
De la disposición Constitucional precedentemente transcripta, surge claramente la
prohibición de detener o impedir que una persona siga adelante, sin orden escrita de
autoridad competente, salvo caso de flagrancia.-
 
El significado y alcance de la terminología utilizada por la norma Constitucional en
cuestión, no ofrece posibilidad de equívocos o dobles interpretaciones, aunque – según
parece – requiere permanentemente que recurramos al Diccionario de la Real Academia
Española para desechar cualquier pretensión de otorgarle otra significación que (de mala fe)
pudiera intentarse.-
 
La Real Academia de la Lengua Española, al definir el significado de la palabra detener,
dice:
 
detener.
(Del lat. detinēre).
1. tr. Interrumpir algo, impedir que siga adelante. U. t. c. prnl.
2. tr. Dicho de una autoridad: Prender a alguien.
3. prnl. Pararse, cesar en el movimiento o en la acción.
4. prnl. Pararse a considerar algo.
 
Como es fácil advertir, a partir de la definición que de la citada palabra establece el
organismo rector de la Lengua Española (idioma en que se encuentra redactada nuestra
Constitución Nacional(1[1])), la acción de interrumpir el tránsito de una persona, sea
por un particular o por una autoridad, se encuentra prohibida, salvo los casos expresa
y taxativamente señalados en la norma.-
 
La alegación de que se encontraban desarrollando un “procedimiento de control” resulta
ineficaz, inadecuada e insuficiente para detener o interrumpir el tránsito de un ciudadano, y
su realización, constituye, además la violación de la garantía constitucional invocada
precedentemente, junto con otras disposiciones de rango – igualmente – Constitucional, tal
como surge del texto del Art. 41 de la Ley Fundamental de la Nación, que reconoce el
derecho de los ciudadanos al LIBRE TRANSITO por toda la República, a salir e ingresar a
ella, sin ningún tipo de restricciones, conforme determina su texto, que igualmente me
permito reproducir, seguidamente:
 
Artículo 41. DEL DERECHO AL TRÁNSITO Y A LA RESIDENCIA.
 
Todos los paraguayos tiene derecho a residir en su Patria. Los habitantes pueden transitar
libremente por el territorio nacional, cambiar de domicilio o de residencia, ausentarse de la
República o volver a ella y, de acuerdo con la Ley, incorporar sus bienes al país o sacarlos
de él. Las migraciones serán reglamentadas por la Ley, con observancia de estos derechos.
 
El ingreso de los extranjeros sin radicación definitiva en el país será regulado por la Ley,
considerando los convenios internacionales sobre la materia.
 
Los extranjeros con radicación definitiva en el país no serán obligados a abandonarlo sino
en virtud de sentencia judicial.
 
Por oportuno, corresponde señalar, además, que el sistema de “control” adoptado por la
Policía Caminera, que establece “Barreras”, “Retenes”, “Cortes de Ruta”, o como quiera
llamarse pretende controlar (del fr. contrôle) “comprobar, inspeccionar, fiscalizar,
intervenir” y verificar (Del lat. verificāre) “comprobar o examinar la verdad de algo”,
(Real Academia Española).-
 
Ahora bien, ¿qué es lo que debe “comprobar” la Policía Caminera, mediante las
“verificaciones” o “controles” que ejerce???; ¿Cuál es la hipótesis que merece
comprobación???.-
 

1[1] ARTÍCULO 18. EL PODER EJECUTIVO DISPONDRÁ DE INMEDIATO LA EDICIÓN


OFICIAL DE DIEZ MIL EJEMPLARES DE ESTA CONSTITUCIÓN EN LOS IDIOMAS
CASTELLANO Y GUARANÍ.

EN CASO DE DUDA DE INTERPRETACIÓN, SE ESTARÁ AL TEXTO REDACTADO EN


IDIOMA CASTELLANO.

A TRAVÉS DEL SISTEMA EDUCATIVO, SE FOMENTARÁ EL ESTUDIO DE LA


CONSTITUCIÓN NACIONAL.
Fuera de toda duda está, que la hipótesis que maneja la Policía Caminera es que todos los
que circulamos por la República somos culpables de algo. Que nosotros o nuestros
vehículos transitamos irregularmente, que nosotros o nuestros vehículos estamos en
situación irregular, que estamos cometiendo o hemos cometido alguna infracción, en
síntesis, que somos culpables y que solo es cuestión de “comprobarlo”.-
 
El estado o presunción de inocencia, o como quiera llamárselo, garantizado por nuestra
Constitución Nacional (Art. 17.1.) y los tratados internacionales a los que nuestro país se ha
adherido, entre ellos la Declaración Universal de Derechos Humanos (Art. 11.1.), la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (Art. XXVI), la
Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica (Art.
8.2), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Art. XIV.2), tiene vigencia
teórica, apenas. En la práctica es letra muerta.-
 
Lo que evidencia la práctica cotidiana, que mediante “barreras” y “cortes de ruta” nos
someten a todos a “comprobación”. Es decir, comprueban la hipótesis de que quien transita
por las calles y rutas ha violado o no alguna disposición legal.-
 
Siguiendo con el relato de los hechos ocurridos, debo señalar que al generarse la situación
precedentemente descripta, procedí a descender de mi vehículo, al ser informado por los
Agentes de la Policía Caminera, que no permitirían que prosiga mi viaje, y que mi vehículo
sería objeto de “retención”, sin contar, o cuando menos, exhibir una Resolución dictada por
el Juzgado de Faltas y Contravenciones de la Policía Caminera, que dispusiera tal medida,
conforme lo exige el Art. 12 del antes citado Decreto Nº 6704, que copiado textualmente,
dice:
 
Art. 12 Las siguientes medidas de urgencia podrán ser dictadas por los Jueces de Faltas y
Contravenciones;
 
a) Retiro de circulación o inmovilización de vehículos y
 
b) Cierres de vías de circulación.
 
En los casos contemplados en el Artículo 11 Incisos a), e) y g) del presente Decreto,
también estarán facultados para hacerlo los agentes de la Policía Caminera.
 
No está demás decir, que las excepciones contempladas en el último párrafo de la norma
precedentemente transcripta, que hace extensiva la facultad de disponer el retiro de
circulación o inmovilización de vehículos, a los Agentes de la Policía Caminera, hace
referencia expresa a las hipótesis previstas en los incisos a) (“Poner en peligro vidas
humanas”), e) (“poner en peligro el patrimonio público”) y g) (“Hacer desaparecer
evidencias de fallas o contravenciones”), del Articulo 11, referenciado.-
 
Luce evidente, que ninguno de los supuestos que autorizan la excepción al requerimiento de
orden dictada por el Juez de Faltas y Contravenciones de la Policía Caminera, se registró en
el lugar en la oportunidad mencionada.-
 
Frente a este atropello al sistema jurídico vigente, me dirigí hasta donde se encontraba el
Director de la Policía Caminera, Ing. Manuel Guzmán, que se halla observando lo ocurrido
desde la otra acera.-
 
Al llegar frente al mismo intenté mantener una conversación razonable con él, lo que se
tornó imposible por mostrarse esquivo en todo momento, limitándose a “justificar” la
inconducta de sus subordinados.-
 
Como toda respuesta a mis reclamos, el Ing. Manuel Guzmán, se limitó a señalarme que ya
había convocado al Asesor Jurídico de la Caminera y que un Fiscal de apellido Yegros
estaba en camino al lugar para hacerse cargo de la situación.-
 
En este punto resulta oportuno mencionar, que el citado Guzmán puso en evidencia su
condición de MENTIROSO (2[2]), dado que jamás se hizo presente en el lugar el Asesor
Jurídico de la Institución que dirige, y menos aún tomó intervención el tal Fiscal Yegros.-
 
Pero, esta no es la única cualidad o dote de la que hizo gala el citado Guzmán en la
madrugada del 28 de julio del año en curso, ya que, cuando me he percatado que las razones
jurídicas carecían de interés para el mencionado y sus subordinados, procedí a solicitar el
concurso de la Notario y Escribano Público Zaida Rocío Valenzuela de Ferreira, quien se
hizo presente en el lugar siendo aproximadamente las 01:15 horas, junto con el Abogado
Carlos Augusto Ferreira Cañete.-
 
Al llegar al lugar la mencionada fedataria, le solicité que intime al Ing. Manuel Guzmán a
responder un cuestionario vinculado a los hechos ocurridos, frente a lo cual, el antes
nombrado, ni siquiera demostró VALENTÍA, muy por el contrario, se dio a una precipitada
fuga, antes de que la Escribana pudiera dar cumplimiento a su cometido.-
 
Mientras tanto, los Agentes de la Policía Caminera requirieron los servicios de una grúa
particular para proceder al retiro de mi vehículo del lugar, a lo que me opuse, solicitando al
operador de la grúa la exhibición de una orden escrita que lo autorizara para el efecto,
recibiendo como respuesta que el mismo no contaba con documento autorizante alguno.-
 
Inmediatamente después, un Agente de la Policía Nacional, me comunicó que procedería a
mi detención, y me conduciría a la Comisaría de la Zona, a disposición del Agente Fiscal,
Christian Bernal, quien habría dispuesto dicha medida por vía telefónica.-
 
Esta situación me obligó a comunicarle al Agente Policial, que lo hacía responsable del
hecho punible de privación ilegal de libertad, reclamándole la exhibición de una orden
escrita que cumpla con los preceptos legales y Constitucionales, circunstancia ésta que hizo
desistir al citado Policía de sus intenciones.-
 
Minutos después se hizo presente en el lugar el Agente Fiscal Cristian Ortiz, quien dispuso
que nos constituyéramos en el Destacamento de la Policía Caminera Nº 1, permitiéndome
que condujera mi vehículo, escoltado por las fuerzas de seguridad, con una Patrullera en el
frente, otra por detrás y un Agente de Policía en el interior de mi automóvil, a fin de evitar
mi “fuga”, habida consideración que me encontraba privado de libertad.-

2[2] MENTIROSO, SA.

1. ADJ. QUE TIENE COSTUMBRE DE MENTIR. U. T. C. S.

2. ADJ. DICHO DE UN LIBRO O DE UN ESCRITO: QUE TIENE MUCHOS ERRORES O


ERRATAS.

3. ADJ. ENGAÑOSO, APARENTE, FINGIDO, FALSO. BIENES MENTIROSOS.


 
Una vez en el Destacamento de la Policía Caminera, los Agentes de esta Institución
procedieron a labrar el acta tanto los Agentes de la Policía Nacional, como los funcionarios
de la Caminera y la Escribana Valenzuela de Ferreira.-
 
Para finalizar debo apuntar, que luego de haber sido autorizado verbalmente por Agente
Fiscal Cristian Ortiz a retirarme de lugar, encontrándome detenido en virtud de “Orden
Verbal o Telefónica” del Fiscal Christian Bernal, y que mi vehículo fuera “liberado” por la
Policía Caminera, a pesar de la inexistencia de orden de retención emitida por el Juzgado de
Faltas y Contravenciones de la Policía Caminera, me dirigí – sin más trámite – al
Laboratorio “Diaz Gill”, para que el Laboratorio de Toxicología “ToxiForense” de dicha
empresa, procediera a la extracción de una muestra de sangre a fin de someterla a un
análisis de la detección de presencia de “Etanol”, cuyo resultado NEGATIVO fuera
expedido por los profesionales autorizados, conforme consta en la copia que acompaño en
anexo a esta presentación, a los efectos de acreditar que en la oportunidad señalada no me
encontraba bajo los efectos de la ingesta de bebidas alcohólicas, circunstancia esta que
determina, lejos de cualquier duda, que – además de habilitado – me encontraba en
perfectas condiciones físicas para conducir vehículos automotores.-
 
En las circunstancias apuntadas, hasta el día de la fecha, no he sido notificado o anoticiado
por escrito de la existencia de la orden de detención impartida verbalmente por el Fiscal
Christian Bernal o del Fiscal Cristian Ortiz, este último, Titular de la Unidad Penal Nº 2 de
Fernando de la Mora, ni menos de que la medida cautelar privativa de libertad decretada
ilegalmente en mi perjuicio haya sido dejada sin efecto.-
 
La ilegalidad de la detención dispuesta por el citado Fiscal Chistian Bernal y convalidada
por el también Fiscal Cristian Ortiz, surge, no solamente de cuanto dispone el Art. 12 de la
Constitución Nacional, precedentemente transcripta, sino igualmente de lo determinado por
su reglamentación, prevista en el Art. 240 del Código Procesal Penal, que copiado
textualmente, reza:
 
Artículo 240. DETENCIÓN. El Ministerio Público podrá ordenar que una persona sea
detenida, en los siguientes casos:
 
1) cuando sea necesaria la presencia del imputado y exista probabilidad fundada para
sostener, razonablemente, que es autor o partícipe de un hecho punible y que puede
ocultarse, fugarse o ausentarse del lugar;
 
2) cuando en el primer momento de la investigación sea imposible individualizar a los
imputados y a los testigos y se deba proceder con urgencia para no perjudicar la
investigación, evitando que los presentes se alejen del lugar, se comuniquen entre sí y que
se modifique el estado de las cosas y de los lugares; y,
 
3) cuando para la investigación de un hecho punible sea necesaria la concurrencia de
cualquier persona para prestar declaración y se negare a hacerlo.
 
En todos los casos, la persona que haya sido detenida será puesta a disposición del juez en
el plazo de veinticuatro horas para que resuelva, dentro del mismo plazo, sobre la
procedencia de la prisión preventiva, aplique las medidas sustitutivas o decrete la libertad
por falta de mérito.
 
La orden de detención deberá contener los datos personales del imputado que sirvan para su
correcta individualización, la descripción sucinta del hecho que la motiva y la identificación
de la autoridad que dispuso su detención.
 
En ningún caso la Policía Nacional podrá ordenar detenciones; se limitará a realizar
aprehensiones conforme lo dispuesto en el artículo anterior y a cumplir las órdenes de
detención que emita el Ministerio Público o el juez. Asimismo podrá disponer la libertad
del aprehendido o detenido cuando estime que no solicitará su prisión preventiva.
 
Como es posible advertir, sin necesidad de desarrollar un examen exhaustivo de la norma,
bajo ninguna circunstancia se ha verificado el cumplimiento de los presupuestos normativos
que autorizan el decreto de detención.-
 
Del mismo modo, luce con claridad meridiana, que tampoco se ha dado cumplimiento a las
formalidades que la ley exige, tales como que la orden sea impartida por escrito, el que
deberá contener “…los datos personales del imputado que sirvan para su correcta
individualización, la descripción sucinta del hecho que la motiva y la identificación de la
autoridad que dispuso su detención…”.-
 
Los detalles y particularidades de la privación ilegítima de libertad a la que he sido
sometido en la fecha mencionada, se encuentran documentadas, no solamente en la
Escritura Pública de Acta de constatación labrada por la Notario y Escribano Público Zaida
Rocío Valenzuela de Ferreira, sino además por el Acta labrada por los Oficiales de Policía
Nacional, de la Policía Caminera, sino también mediante registros de imágenes (video) y
sonido, recogidos por periodistas del Canal 13, Teledifusora Paraguaya s.a., que
posteriormente han sido divulgados a través del programa Algo Anda Mal (AAM),
conducido por Santiago Gonzalez, cuya copia en soporte DVD acompaño a esta
presentación.-
 
De lo hasta aquí expuesto, surge con meridiana claridad que la orden de detención dictada
en mi perjuicio, resulta abierta y absolutamente ilegítima.-
 
En las condiciones mencionadas, aparecen de un modo indudable reunidos los presupuestos
fácticos que autorizan la promoción del presente pedido, conforme los términos contenidos
en el Art. 133 de la Constitución Nacional, que copiado textualmente reza:
 
ART. 133º DEL HABEAS CORPUS
 
Esta garantía podrá ser interpuesta por el afectado por sí o por interpósita persona por
cualquier medio fehaciente, sin necesidad de poder y ante cualquier Juez de Primera
Instancia de la circunscripción Judicial respectiva.
 
El Hábeas Corpus será:
 
1) Preventivo: en virtud del cual toda persona, en trance inminente de ser privada
ilegalmente de su libertad física, podrá recabar el examen de la legitimidad de las
circunstancias que a criterio del afectado, amenacen su libertad, así como una orden de
cesación de dichas restricciones;
 
2) Reparador: en virtud del cual toda persona que se hallase ilegalmente privada de su
libertad puede recabar la rectificación de las circunstancias del caso. El magistrado
ordenará la comparecencia del detenido, con un informe del agente público o privado que
lo detuvo, dentro de las veinticuatro horas de radicada la petición. Si el requerido no lo
hiciese así, el Juez se constituirá en el sitio en el que se halle recluida la persona, y en
dicho lugar hará juicio de méritos y dispondrá su inmediata libertad, igual que si se
hubiere cumplido con la presentación del detenido y se haya radicado el informe. Si no
existieren motivos legales que autoricen la privación de su libertad, la dispondrá de
inmediato; si hubiese orden escrita que autoricen la privación de su libertad, la dispondrá
de inmediato; si hubiese orden escrita de autoridad judicial, remitirá los antecedentes a
quien dispuso la detención.
 
3) Genérico: en virtud del cual se podrá demandar rectificación de circunstancias que,
no estando contempladas en los dos casos anteriores, restrinjan la libertad o amenacen la
seguridad personal. Asimismo, esta garantía podrá interponerse en casos de violencia
física, psíquica o moral que agraven las condiciones de personas legalmente privadas de
su libertad.
 
La ley reglamentará las diversas modalidades del Hábeas Corpus, las cuales procederán
incluso durante el Estado de excepción. El procedimiento será breve, sumario y gratuito,
pudiendo ser iniciado de oficio.”
 
De igual manera, las Normas de Derecho Público Internacional, consagran garantías a favor
de la libertad individual, reconociendo a favor de las personas el derecho a la libertad y la
seguridad personal, proscribiendo además la detención o encarcelamiento arbitrarios, como
lo señala el Pacto de San José de Costa Rica, cuyo artículo 7º, por su evidente pertinencia,
transcribo a renglón seguido:
 
Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal 1. Toda persona tiene derecho a la libertad y
a la seguridad personales. 2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por
las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las constituciones políticas de
los Estados partes o por las leyes dictadas conforme a ellas. 3. Nadie puede ser
sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios. 4. Toda persona detenida o
retenida debe ser informada de las razones de su detención y notificada, sin demora,
del cargo o cargos formulados contra ella. 5. Toda persona detenida o retenida debe ser
llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer
funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser
puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar
condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el juicio. 6. Toda persona
privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal competente, a fin de que
éste decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad si
el arresto o la detención fueran ilegales. En los Estados partes cuyas leyes prevén que
toda persona que se viera amenazada de ser privada de su libertad tiene derecho a
recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que éste decida sobre la legalidad de
tal amenaza, dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos podrán
interponerse por sí o por otra persona. 7. Nadie será detenido por deudas. Este principio
no limita los mandatos de autoridad judicial competente dictados por incumplimientos de
deberes alimentarios.
 
Además de los argumentos Constitucionales, legislativos y fácticos expuestos ante esa
Excma. Corte, me permito invocar la abundante Jurisprudencia anotada sobre el particular
en la República Argentina, que por ilustrativa me permito reproducir e insertar a
continuación:
 
37 - Resulta en principio procedente -como remedio excepcional- el hábeas corpus contra
órdenes o decisiones judiciales, cuando se verifica la manifiesta arbitrariedad del
mandamiento impugnado y los recursos ordinarios carezcan de operatividad para eludir el
daño irreparable a la libertad personal consagrada constitucionalmente (C Apel. Rosario,
Sala de Feria, 19 Enero 1987), J. V. S/ hábeas Corpus). (3[3])
 
En consecuencia, y por los motivos expresados en esta presentación, V.S. tendrá a bien
imprimir trámite al presente recurso Constitucional de Hábeas Corpus, a fin de garantizar
con la debida amplitud mis derechos amenazados en forma pública y manifiesta, a pesar de
cuanto taxativamente prevén y reconocen las legislaciones interna e interamericana citadas.-
 
Pruebas documentales:
 
1.-) Copia de mi Licencia de Conductor, expedida por el Municipio de la Ciudad de
Asunción, que acompaño.-
 
2.-) Copia del Certificado de Inspección Técnica Vehicular, expedido por la Empresa
habilitada para el efecto, que acompaño.-
 
3.-) Copia del Análisis de Sangre para la detección de Etanol, practicada por el Laboratorio
“Diaz Gill”, que acompaño.-
 
4.-) Copia del Acta Notarial labrada por la Notario y Escribano Público, Zaida Rocío
Valenzuela de Ferreira, con domicilio Notarial en la casa Nº 1868, de la calle Azara c/ Gral.
Aquino, debiendo, a los efectos de su producción y agregación a estos autos, librar el
correspondiente oficio solicitando su remisión.-
 
5.-) Material audiovisual que registra los hechos relatados, obrante en los archivos del
Canal 13 Teledifusora Paraguaya s.a., programa Algo Anda Mal (AAM), con domicilio en
la casa Nº 1334, de la calle Comendador Bo, casi Guaraníes, de la ciudad de Lambaré,
debiendo, a los efectos de su producción y agregación a estos autos, librar el
correspondiente oficio solicitando su remisión.-
 
Por tanto, y en base a las precedentes consideraciones, solicito a VV.EE. tengan a bien
proveer de conformidad al siguiente:
 
PETITORIO:
 
1.-) Me tenga por presentado y por constituido mi domicilio en el lugar señalado.-
 
2.-) Tenga por iniciado el recurso de Hábeas Corpus que peticiono en los términos del
escrito que antecede, y en consecuencia imprima al mismo el correspondiente trámite de
ley.-
 
3.-) Luego de requerido el informe previo de las Unidades Fiscales a cargo de los Agentes
Fiscales Christian Bernal y Cristian Ortiz y de la Policía Nacional, conforme lo determina el
Art. 30 de la Ley Nº 1500, y teniendo a la vista las pruebas ofrecidas, dicte resolución

3[3] REPERTORIO: 22; JUSTICIA PROVINCIAL; III - PARTE PROCESAL; RECORD LÓGICO:
193668; EL DERECHO EN DISCO LÁSER - (C) 1998 ALBREMÁTICA S.A.
haciendo lugar al Hábeas Corpus Preventivo promovido, y por lo tanto previa declaración
de ilegitimidad de la orden de detención impartida en mi perjuicio, la deje sin efecto,
haciendo saber de lo resuelto a la Comandancia de la Policía Nacional, y a los Agentes
Fiscales antes individualizados,.-
 
Provea VV.EE. de conformidad a lo solicitado y SERA JUSTICIA.-
 
JORGE RUBEN VASCONSELLOS
ABOGADO

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