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Narrativa de posguerra

En España se mantuvo la dictadura franquista y al inicio hubo miedo, censura y


un retroceso económico con desarrollo industrial que se fue relajando más
adelante. Los escritores optan por el exilio para evitar la censura.
La novela existencial de los años cuarenta. En España hubo un
empobrecimiento cultural y la literatura servía para evadir la realidad. Destacó
Camilo José Cela, que escribió de todo usando su ingenio, el costumbrismo y la
atracción por lo morboso en La familia de Pascual Duarte o La colmena.
También destacaron Miguel Delibes plasmando su amor a la tierra y paisaje en
El camino y Carmen Laforet con Nada en 1945.
Novela social en los cincuenta, había literatura comprometida como medio
para cambiar la realidad del país. el realismo social triunfó para denunciar la
dictadura. Algunos rasgos característicos son la desaparición del narrador, el
predominio del diálogo o el orden lineal. Además, el realismo crítico quería
criticar la sociedad y encontramos novelas sobre el mundo rural o los barrios
marginales.
Escritores destacados son Sánchez Ferlosio con El Jarama, Aldecoa con El fulgor
y la sangre, Caballero Bonald con Dos días de septiembre y Ana María Matute
con Primera memoria.
Al inicio de los setenta aparecen Guelbenzu o Mendoza con La verdad sobre el
caso Savolta. Y con la Ley de Prensa del 66 la censura fue remitiendo, pero los
exiliados mayormente no volvieron.
Hubo renovación de las técnicas narrativas y en poesía un cambio temático
para volver a la expresión de sus sentimientos, quitando el argumento por
distintos sucesos, usando un narrador espectador, vuelve el desorden
cronológico, personajes poco definidos y aparece el monólogo interior.
Destacan Goytisolo con Señas de identidad, Benet con Volverás a región o
Marsé con Últimas tardes con Teresa.

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