La calidad de responsabilidad del Estado no surgió de manera espontanea, sino
que derivo de una dinámica, esto derivad de un camino construido por la
jurisprudencia donde apuntaba a interpretar una lógica de responsabilidad estatal como un pilar fundamental del estado de derecho y esta misma tenia que andar con la carta fundamental. La responsabilidad del Estado constituida un postulado esencial del ordenamiento jurídico y por ende, tenia que darsele una expresión constitucional, sin apelar en calidad de préstamo a código civil. Cuando se quiso introducir la responsabilidad del estado en la asamblea nacional costituyente, solamente se presento un proyecto que estaba concebiendo esa responsabilidad, de pronto se pensó de momento que no era un tema a tratar en profundidad en la carta magna, situación que al final, fue escogido para debatir. Solamente algunas personas se animaron a debatir el tema, con argumentos muy lacónicos como por ejemplo que el Estado y los funcionarios públicos son responsables de acuerdo a la ley, traducido en un proyecto de un único articulo (articulo 66) La idea era básica, consagrar constitucionalmente la responsabilidad de tipo penal y disciplinario que pesan sobre los funcionarios públicos, como la patrimonial, que debe incumbirles por igual tanto a las autoridades públicos como al estado
El artículo 90 constitucional, establece una claúsula general de responsabilidad del Estado cuando determina que este responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos que le sean imputados, causados por la acción o la omisión de las autoridades públicas, de lo cual se desprende que para declarar responsabilidad estatal se requiere la concurrencia de estos dos presupuestos: (i) la existencia de un daño antijurídico y (ii) que ese daño antijurídico le sea imputable a la entidad pública, bajo cualquiera de los títulos de atribución de responsabilidad.