Tomar fotos del interior de las

faldas no es ilegal en Oregon

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Juez del Condado de Washington desestimó procesar a sujeto que fotografió la zona
interior de la falda de una menor. Según se concluyó en el juicio, el hombre de 61 años
no había cometido delito, pues la privacidad en espacios públicos no se encuentra
legislada.

 
Protegido por la Constitución. Patrick Buono, un hombre de 61 años fue absuelto de cargos en
la ciudad de Oregon luego de que un juez determinara que no había quebrado ninguna ley al
tomarle fotos al interior de la falda de una menor.
 
Buono había seguido a la niña de 13 años a un centro comercial donde, según él mismo
confesó a la policía, aprovechó la distracción de la menor para capturar las imágenes. Así, el
sujeto fue detenido bajo los cargos de invasión a la privacidad e incitación al abuso sexual de
menores en segundo grado.
 
Pese a que el juez Eric Butterfield del Condado de Washington afirmó que la conducta del
sujeto fue reprobable, concluyó que no había suficiente justificación para procesarlo por los
delitos anteriormente citados. Esto, porque el acusado no había fotografiado a la menor en
un espacio privado, donde normalmente se podría alegar que hubo afectación a la
privacidad. Asimismo, descartó que el sujeto hubiera cometido delito de incitación a la
pornografía infantil, pues las partes íntimas de la niña no se encontraban expuestas.
 
¿Alguien recuerda la famosa escena cinematográfica en la que el vestido de Marilyn Monroe
revolotea sobre un ducto de aire en plena calle? Pues esta simpática referencia fue utilizada
en el juicio y nos aterriza a un principio que la Primera Enmienda de la Constitución
norteamericana contempla: no existe expectativa razonable de privacidad cuando uno
se encuentra en espacios públicos.
 
Así, cabe recordar que los derechos y leyes en los Estados Unidos tienen un carácter
absoluto, de tal modo que la sola sentencia contra un acto de esta naturaleza podría exigir
que se denuncie también - y siguiendo el ejemplo - a los fotógrafos de Marilyn Monroe.
Diferente sería el cuestionamiento si se tratara de lugares donde sí se espera intimidad, tales
como baños o vestidores.