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¿Qué es lo que está fallando con la predicación hoy en día? A. N.

Martin diserta sobre la


problemática actual en nuestras iglesias. Conocer en que estamos fallando y encontrar soluciones
a esos problemas e interrogantes es de sabios para evitar continuar en este siclo.

De manera implícita en su contenido inicial refleja la importancia de vivir una vida de integridad,
rectitud y santidad ante el Señor principalmente, y ante las personas que nos rodean, quienes ven
como un ejemplo que puede ser para bien o mal en su edificación. La inherencia entre lo que
predicamos y lo que somos, la importancia de impedir que el ruido de nuestras acciones no dejen
escuchar a las personas nuestros sermones. A veces fallamos en la actitud y vida del ministro,
quien en algunos casos actúa como piedra de tropiezo para la expansión del evangelio. No
podemos vivir algo que no creemos y no podemos creer algo que no vivimos, de ahí la importancia
de predicar un mensaje respaldado por una vida de santidad y con pureza de corazón.

El Señor Jesús dijo que separados de el nada podemos hacer, por lo tanto así como el siervo brama
por las corrientes de agua así debemos de buscar y anhelar la presencia de Dios en nuestras vidas,
nuestra intimidad con Dios, como decía un escritor “para estar en pie delante de los hombres
antes es necesario estar de rodillas ante el Dios Todopoderoso”. Nuestra vida devocional carga
nuestras pilas espirituales y no podremos dar algo que no tenemos. A menos que nuestra
búsqueda sea de carácter personal, es decir que la palabra en la que meditemos sea primero para
nosotros, el escuchar que tiene Dios preparado para nuestras vidas, que esa palabra penetre
nuestros corazones que sus efectos y sus transformaciones obren en nosotros y luego en la
congregación. Definitivamente la palabra es, ha sido y será nuestra fortaleza, nuestro alimento y
nuestra guía, por lo tanto no debemos descuidar la meditación de ella.

“Nadie esta tan preparado para hablar a los hombres, como quien ha estado luchando con Dios a
favor de ellos”. La importancia de orar sin cesar es crucial, solo cuando estamos ante su majestad
es que podemos ser transformados, estado ante El es cuando nuestros rostros pueden reflejar la
gloria del Rey, es cuando nuestro corazón se acerca al suyo y nuestro oído se hace más sensible a
su voz. Necesitamos hoy más que ayer estar claros de que es lo que el Señor tiene para nosotros y
su pueblo “la oración no podrá hacernos más elocuentes, pero nos hará verdaderamente
elocuentes porque hablaremos desde el corazón” Llevaremos al pueblo el mensaje que sale del
corazón de Dios directamente a sus corazones por la intervención del gloriosos Espíritu Santo.

Lo que un líder y un padre haga con moderación, sus seguidores y sus hijos lo harán con
exageración. Vivir una vida piadosa es como la muestra medica otorgada para mostrar la
efectividad del producto, nosotros como las cartas abiertas de Cristo somos los designados por
Dios a mostrar al mundo que si existe la moral cristiana, que los valores pueden practicarse en
medio de la depravación y corrupción de este mundo caído, que aun cuando la maldad de los
hombres se aumente, aun hay muchos Noé quienes junto con sus familias se convierten en un
modelo de esperanza para el resto de familias que necesitan ser restauradas. Un líder pésimo es
aquel que dirige y espera excelentes resultados sin mostrar a las personas como debe hacerse el
trabajo, sin dar entendimiento a la práctica.

Ensayo realizado por: Byron Arana – Para más estudios visita: www.scribd.com/roberto_arana_1
Todos somos tentados a caer en la trampa de intentar ser agradables con las personas antes que
a Dios. Es necesario reconocer que sin el favor y la aprobación de Dios nada somos. Tres motivos
para evitar esto es nuestro temor a Dios, nuestro amor a la verdad y el amor al prójimo, al que
muy poco ayudaríamos y más bien dañaríamos por retenerle la verdad con el fin de no herirle o
hacerle enojar, sabiendo que posiblemente no cambiara por desconocer su error, y en parte
nosotros somos responsables de eso.

Debemos también de cuidar el mensaje que estamos predicando, solo cuando la naturaleza de
nuestro sermón este basado en las escrituras y permitimos que sea Dios hablando a través de
nuestros labios y no nosotros hablando a través de la palabra es cuando los efectos auténticos y
penetrantes de las escrituras se harán visibles. Es cuando las almas serán realmente alimentadas y
nutridas para llevar una vida solida en la fe. No hay que poner límites en cuanto al conocimiento
doctrinal, romper con algunos tabúes que nos llevan a privar al pueblo de este conocimiento por
temor a que no lo entiendan. El pueblo necesita alimento sólido, pero también hay que evitar caer
en el extremo de solo compartir doctrina fundamental y olvidar las temáticas de aplicación a sus
vidas diarias, la enseñanza debe ser balanceada y bien nutrida.

Esta aplicación práctica debe ser integral, tocando no solo lo espiritual, sino también lo emocional
e incluso lo físico. No debemos olvidar que Jesucristo es nuestro Señor y salvador, eso significa que
al ser salvos también tenemos un compromiso de llevar una vida se sumisión y obediencia a Él, no
hay un evangelio light por lo tanto cada creyente tiene la responsabilidad de llevar una vida de
compromisos mostrando frutos como resultados de esa decisión siendo fiel a Dios en todo.

A veces fallamos en la manera en como trasmitimos el mensaje, tal pareciera que estamos más
interesados o le damos mayor relevancia a las estrategias que a las metas, a los protocolos que al
contenido del mensaje. Al estudiar la manera de presentar el mensaje no debemos olvidar la
urgencia de comunicar este mensaje a un mundo que ha colapsado por el pecado y que segundo a
segundo cientos pasan a una eternidad sin Cristo y que el objetivo principal es que sean salvos.

“Hemos subido al pulpito no simplemente para entregar un discurso sino para comunicar la
verdad urgente a los hombres y mujeres necesitados”. Nuestro trabajo consiste en lograr que esta
verdad llegue a sus oídos. Y recitando otra frase “No es difícil que las cosas fáciles parezcan
difíciles. Pero hacer que las cosas difíciles sean fáciles de entender es la parte más difícil para un
buen orador. Es aquí cuando mas urge que roguemos al Espíritu Santo que nos lleve a modificar
nuestro vocabulario al nivel de nuestros oyentes”

Recordemos que nuestro deber es predicar no lo que la gente quiera escuchar, sino lo que Dios
sabe que necesitan oír. Por lo tanto, es aquí donde se vuelve urgente el hecho de que cada
partícula de nuestro ser anhele compartir el mensaje, con nuestras vidas y testimonios,
proveyendo un mensaje sencillo y autentico, sin censuras ni legalismos, una leche espiritual no
adulterada. Recordemos que el poder hacer esto es un grato privilegio que tiene el poder de

Ensayo realizado por: Byron Arana – Para más estudios visita: www.scribd.com/roberto_arana_1
cambiar vidas y hacer que corazones de piedra sean cambiados en corazones de carne,
necesitamos hoy más que nunca ser sensibles a la voz de Dios y fieles al compartir su palabra.

Ensayo sobre ¿Qué Es Lo Que Está Fallando


Con La Predicación Hoy En Día?
De: A. N. Martin

PROYECTO PRESENTADO A

Instituto de Formación Teológica

Dr. Thomas Montgomery


Instructor

POR

BAYRON ROBERTO ARANA VARGAS

Masaya, NICARAGUA

26/06/09
Ensayo realizado por: Byron Arana – Para más estudios visita: www.scribd.com/roberto_arana_1

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