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Crianza positiva: qué es, pautas y

prácticas con ejemplos


Por Eva Martínez Fierro. 31 agosto 2020

Crianza positiva: qué es, pautas y prácticas con ejemplos


Los estilos de crianza han ido cambiando a lo largo de los años y la forma de
educar que tienen hoy en día muchos padres y madres difiere bastante de la
forma en la que fueron criados ellos de pequeños.

Las estrategias que usan los progenitores para educar a sus bebés tienen
consecuencias cruciales en su desarrollo, tanto positivas como negativas. Muchos
estudios recientes han demostrado cómo una crianza positiva, respetuosa y con
apego beneficiará el desarrollo integral de los niños y niñas a corto y a largo plazo,
dejando atrás carencias afectivas y emocionales que determinan su personalidad.

En este artículo de paraBebés sobre la crianza positiva: qué es, pautas y prácticas
con ejemplos, vamos a adentrarnos en todo lo relacionado con este estilo de
crianza y educación.

También te puede interesar: Crianza respetuosa: qué es y cómo se practica


Índice
¿Qué es la crianza positiva?
Cómo poner en práctica la crianza positiva - pautas
Ejemplos prácticos de crianza positiva
¿Qué es la crianza positiva?
Cuando una pareja decide aumentar la familia con un bebé, comienzan a poner en
marcha una serie de estrategias mediante las cuales le educarán y le criarán.
Estas estrategias son diferentes en cada familia e incluso pueden variar a lo largo
de la vida de los niños y niñas.
La crianza positiva está encuadrada dentro de un estilo de crianza democrático.
Sus bases principales son el respeto, la empatía y la comprensión, donde se
enseña a los niños y niñas las consecuencias que pueden tener sus acciones en
el entorno dejando de lado los castigos, el miedo y los gritos. Consiste, sobre todo,
en criar a hijos e hijas felices que se sientan queridos, respetados y valiosos.

Los estilos de crianza determinarán la personalidad y el desarrollo integral del niño


o niña. En cada uno, el bebé y los progenitores tienen papeles muy diferentes,
desde no tener en cuenta al niño o niña y considerarle un ser inferior hasta aquel
estilo que considera que los hijos e hijas son miembros de la familia igual que
cualquier otro y se les trata desde el máximo respeto en todos los ámbitos. Son los
siguientes:

Autoritario
Permisivo
Negligente
Democrático
Como hemos visto, el estilo democrático es el que tiene mayores beneficios a
corto y largo plazo y son varios tipos de crianza las que le contemplan. Por
ejemplo, la crianza positiva está muy relacionada con la crianza con apego,
basada en la construcción de vínculos afectivos positivos y bien afianzados desde
el primer momento y donde el contacto entre padres, madres y bebés es
fundamental: lactancia, colecho, cariño, besos, abrazos, porteo, respeto... Ambas
crianzas están ligadas y, a continuación, vamos a ver qué podemos hacer en casa
para aplicar la crianza positiva.

Crianza positiva: qué es, pautas y prácticas con ejemplos - ¿Qué es la crianza
positiva?
Cómo poner en práctica la crianza positiva - pautas
Para poner en práctica la crianza positiva, es imprescindible que en casa exista
una parentalidad positiva. Esto quiere decir que ambos progenitores tienen que
tener claras las pautas a seguir en la educación y en la crianza de sus hijos e hijas
y remar en una misma dirección. De nada sirve que cada uno actúe de una forma
o que se desautoricen uno delante del otro.

Las pautas de crianza positiva son las siguientes:


o Conocer y aceptar las capacidades, habilidades y limitaciones de los niños
y niñas en cada momento de su desarrollo.
o Respetar sus decisiones.
o No levantar la voz, hablar siempre sin gritar, aunque estemos enfadados.
o Dar opciones en vez de órdenes cerradas.
o Escucharlos y prestar atención a sus señales que indican necesidades o
deseos, la comunicación bidireccional es clave.
o Educar dando ejemplo, ya que los adultos somos su mayor espejo.
o Ponerse a su altura siempre que vayamos a hablar con ellos.
o No hay castigos, pero sí límites claros y realistas. Son un aspecto
fundamental.
o Dar mucho amor y cariño, aunque estemos enfadados o hayan realizado
algo que no deberían de haber hecho.
o Dejar que desarrolle su autonomía.

Existen en el mercado multitud de libros que detallan todas estas pautas de


crianza positiva de forma más extensa. Disciplina sin lágrimas de Daniel J. Sigel y
Tina Payne Brison es uno de los libros que mejor explica la disciplina positiva,
ayudando a entender la mente del niño, sus inquietudes, sus necesidades y
expone pautas sencillas y claras para aplicarla tanto en el ámbito del hogar como
en el ámbito docente.

Este último aspecto es muy importante, ya que la crianza no se debe limitar solo al
hogar, sino que debe extrapolarse a todos los ambientes donde el niño se mueva
como, por ejemplo, el ámbito escolar. Hoy en día, son muchas las escuelas que
apuestan por una educación respetuosa y positiva, alejándose de la educación
tradicional y partiendo de las necesidades reales de los niños y niñas para adquirir
nuevos conocimientos.

Crianza positiva: qué es, pautas y prácticas con ejemplos - Cómo poner en
práctica la crianza positiva - pautas
Ejemplos prácticos de crianza positiva
Toda la teoría se entiende mejor con la práctica, por lo que vamos a explicar una
serie de ejemplos con los que entenderás a la perfección cómo aplicar la crianza
positiva en casa con tus hijos e hijas:

o Cuéntales a tus hijos e hijas lo que va a pasar en cada momento: “voy a


cambiarte el pañal”, “vamos a comer”, “nos vamos a montar en el coche
para ir a comprar” ... Muchas veces, llevamos a los niños de aquí para allá
sin explicarles lo que va a pasar y acaban llorando porque no quieren dejar
de jugar o no quieren moverse del lugar en el que se encuentran. En
cambio, si se les explican las cosas, seguramente, las acepten porque
además se sienten valorados.

o En vez de imponerles algo, hazles partícipes. Si llega la hora de sentarse a


hacer los deberes y no quieren porque están jugando, puedes decir:
¿quieres recoger ya los juguetes o esperamos a que la aguja del reloj
llegue a X número? Así sabrá que, llegado ese momento, deberá recoger y
ponerse a hacer sus tareas.

o Evita la palabra “no”. Es muy aburrido que todo el rato te niegue algo. Solo
hay que cambiar la forma de decirlo o decirle lo que sí puede hacer: “no
toques eso” por “si tocas eso, puedes hacerte daño”, por ejemplo.

o Preocúpate por sus emociones. Si no quiere hacer algo, primero, pregunta


por qué no quiere hacerlo en vez de ser tajante. Si, por ejemplo, no quiere
dormir la siesta, pregúntale por qué y cómo se siente. A partir de ahí,
puedes darle opciones.

o Enséñales a hacer las cosas, no pretendas que hagan algo si no lo han


visto previamente. Enséñale, por ejemplo, cómo debe ordenar sus juguetes
o hacer su cama.
En muchas ocasiones, puede que te resulte complicado aplicar la disciplina
positiva, sobre todo, si tienes poca paciencia. Es importante que trabajes este
aspecto para no caer en el error de gritar o castigar a los niños o niñas ya que,
como ves, no son nada beneficiosos para su desarrollo y existen muchas
alternativas a ellos. Tómate tu tiempo, respira y continúa.

Si deseas leer más artículos parecidos a Crianza positiva: qué es, pautas y
prácticas con ejemplos, te recomendamos que entres en nuestra categoría de
Educación infantil.

Bibliografía
J. Sigel, D.; PayneBrison, T. (2015). Disciplina sin lágrimas. S. A. Ediciones B:
España
Crianza respetuosa: qué es y cómo se practica

Por Júlia Ortiz, Educadora infantil y editora. Actualizado: 15 octubre 2019


Crianza respetuosa: qué es y cómo se practica
Antiguamente, los niños eran educados de una forma muy distinta a la que se
educa actualmente, ya que un infante se solía percibir como inferior al adulto y con
poca credibilidad en sus palabras. Sin ir más allá, el modelo educativo de las
escuelas permitían emplear múltiples castigos impensables en la actualidad.

Estudios recientes han demostrado que una crianza y educación respetuosa


favorecen un mayor bienestar integral del niño tanto a corto como a largo plazo,
evitando así posibles carencias emocionales y afectivas.

Si quieres conocer la crianza respetuosa: qué es y cómo se practica, en este


artículo de paraBebés, te lo explicamos todo.
También te puede interesar: Crianza positiva: qué es, pautas y prácticas con
ejemplos
Índice
Qué es la crianza respetuosa y consciente
Principios de la crianza respetuosa
Cómo practicar una crianza respetuosa
Libros de crianza respetuosa
Qué es la crianza respetuosa y consciente
La crianza respetuosa y consciente, también llamada crianza con apego, es un
modelo educativo que tiene como objetivo educar al infante de una forma
consciente, asertiva y con los límites como forma de cuidado, no como forma de
represión. Además, este modelo percibe al infante como un ser activo en el
mundo, confiando en sus posibilidades para aprender y descubrir el mundo por sí
mismo sin necesidad de anticipar.

En la actualidad, cada vez es más popular acompañar respetuosamente el


desarrollo de un infante y formar comunidades en familia para sobrellevar las
dudas que pueden surgir, ya que no es un método crianza fácil.

Principios de la crianza respetuosa


La crianza respetuosa o crianza con apego tiene una serie principios básicos,
aunque cada familia lo modifica para que se adapte a las necesidades e intereses
individuales. A continuación, te explicamos los principios de la crianza respetuosa:

Límites como forma de cuidado


Este método pretende establecer, en el niño, unos límites como forma de cuidado
y no como forma de represión. Veamos dos ejemplos claros para diferenciarlos:

Límite como forma de represión: es frecuente establecer ciertos límites que se


creen necesarios, aunque en realidad no lo sean. Estos límites vienen impuestos
por los prejuicios que tiene cada persona. Si, por ejemplo, el niño se está
ensuciando con la arena en el parque, decirle que juegue de otra manera porqué
no queremos que se ensucie es un límite como forma de represión. Es un límite
que imponemos por el hecho de que existe el prejuicio de que ensuciarse está
mal.
Límite como forma de cuidado: son límites que forman una barrera entre el niño y
los posibles peligros, límites que son lógicos. Un ejemplo claro de un límite como
forma de cuidado es: "no puedes correr hacia la carretera, ya que te puede
atropellar un coche".
Lo que pretende la crianza respetuosa es intentar entender la infancia de una
forma más vivencial para, así, eliminar los prejuicios que nos obligan a poner
límites como forma de represión. De esta forma, podremos entender que el niño
explore, se ensucie, salte, corra y descubra el mundo, en definitiva, como un niño.

Relaciones basadas en la horizontalidad y el respeto


Es muy común que se normalice que el niño, por el hecho de serlo, tenga menos
credibilidad, sobre todo, en cuanto a expresión y comunicación. Lo que intenta la
crianza respetuosa es crear relaciones basadas en la horizontalidad, es decir,
todos somos iguales, nadie tendrá más poder que otro.

Como poder, no entendemos en que un niño vaya a tomar decisiones de un


adulto, si no permitir que pueda colaborar, por ejemplo, preparando la cena,
pudiendo elegir su ropa, escuchando su opinión o reflexión sobre un tema, etc. Se
trata de hacer partícipe al infante de su educación, su día a día y, en definitiva, su
vida.

Respuesta activa a las necesidades


La crianza respetuosa da respuesta a las necesidades de forma global, es decir,
fisiológicas, emocionales, afectivas y comunicativas. Si un infante llora es que
tiene una necesidad que no está siendo cubierta, sea del tipo que sea. Mediante
este método de crianza se pretende conseguir que esa necesidad quede resuelta
y no que deje de llorar o de quejarse, en sí. Muchas veces, se intenta que el
infante deje de llorar antes de solucionar el problema. Evitaremos el "no llores, no
pasa nada", ya que de esta forma no se está permitiendo que el niño exprese sus
emociones y sentimientos.

No se trata de desviar el problema mediante una distracción, sino enfocar


activamente la necesidad como, por ejemplo diciendo: "te has caído y te has
hecho daño, es normal que llores", "estás triste, ¿qué te pasa?", "¿qué quieres
explicarme?, te escucho", "llora todo lo que necesites, estoy aquí".
Apego como forma de vida
Uno de los aspectos a destacar de la crianza respetuosa es el apego, es decir, se
trata de un método en el que el cariño, el amor y los mimos se brindan.
Normalmente, las familias que practican una crianza respetuosa suelen coincidir
en estas 4 características:

Realizan colecho: duermen con el bebé en la misma cama o en una cuna de


colecho.
Portean: además de usar el carrito, si usan, también realizan porteo ergonómico.
Amamantan: si se puede, suelen ser familias que realizan una lactancia materna y,
además, acostumbra a ser una lactancia prolongada, ya que son conscientes de
los beneficios que aportan para todos.
Ofrecen los brazos indefinidamente: ante cualquier situación, los brazos son la
mejor opción para transmitir amor y cariño. Además, si hay algún problema lo
solucionan mediante mimos y abrazos.
Crianza respetuosa: qué es y cómo se practica - Principios de la crianza
respetuosa
Cómo practicar una crianza respetuosa
Las familias que practican o que deciden practicar una crianza respetuosa suelen
tener una manera de pensar acorde con el método y lo practican de una forma
natural. Además, suelen empezar durante el embarazo. Aunque es un método el
cual necesita concienciación, mucha paciencia y respeto hacia la infancia, siempre
se está a tiempo de empezar. A continuación, te explicamos 10 consejos sobre
cómo practicar una crianza respetuosa:

Prepararse antes del nacimiento: la crianza respetuosa inicia antes de dar a luz.
Prepararse antes del nacimiento será beneficioso para que la pareja establezca el
camino de la educación del bebé. Conocer los principios del modelo y acordar un
itinerario conjunto será fundamental para saber qué es lo que quiere y lo que no
quiere cada uno.
Límites como forma de cuidado: como hemos explicado anteriormente, los niños
necesitan unos límites, ya que hay, por ejemplo, ciertos peligros que no perciben.
Igual que si actúa de forma violenta hacia el adulto o hacia otro niño, le
explicaremos que no puede hacer eso porque hace daño. Actuar con lógica y
sentido común.
Armarse paciencia: la paciencia será fundamental para practicar la crianza
respetuosa. Intentar entender, comprender y dialogar con el niño son tareas que
necesitan una mirada consciente hacia la infancia y mucha paciencia. Tendremos
en cuenta que frases como: "porqué lo digo yo y punto", ¡no valen!
Brindar amor: cuando entendemos la crianza desde el amor y el apego hay
aspectos que pasan en segundo plano. Si en vez de discutir o gritar, abrazamos y
besamos los problemas se solucionan antes.
Decir adiós a las expectativas: los niños gritan, se mueven, lloran, se ensucian,
etc. Muchas de las prisas, castigos y límites innecesarios que se imponen vienen
de las altas y falsas expectativas. Para una crianza respetuosa será esencial
olvidarse de las expectativas y recordar que un niño es un niño.
Evitar los castigos y los premios: es muy común que los niños aprendan a base de
castigos y recompensas. En la crianza respetuosa se evitarán los castigos,
aunque también los premios. El objetivo es aprender mediante los actos y las
consecuencias. Por ejemplo, si el niño está pintando con rotuladores y no los
quiere recoger, le explicaremos que si no los tapa, se secarán y no podrá volver a
pintar.
Dejar experimentar: los niños no aprenden los colores haciendo fichas, aprenden
jugando con materiales de distintos colores y mediante el juego vivencial. Igual
que para experimentar y descubrir las texturas se van a ensuciar de barro, de
agua y de pintura. Este punto será fundamental para que la crianza respetuosa
fluya.
Ver más allá del problema: por ejemplo, si un niño llora y quiere brazos, no lo hace
por molestar, lo hace por necesidad, necesita los brazos. Durante toda la crianza
respetuosa será esencial entender y empatizar, ver más allá de una simple
rabieta, lloro o enfado, ya que siempre hay una razón detrás.
Relajarse: los niños necesitan cierta rutina, aunque, por ejemplo, hay pocas tareas
que vengan de 5 o 10 minutos. Si el infante está concentrado jugando y pide si
puede jugar 5 minutos más, ser flexibles es la mejor opción. Relajarse será
fundamental para que la situación fluya.
Rodearse de más familias: la crianza respetuosa puede generar muchas dudas o
no saber cómo actuar en una determinada situación. Rodearse de familias que
realicen este tipo de crianza será esencial para compartir vivencias, dudas y
experiencias.
Libros de crianza respetuosa
Si queremos practicar este tipo de crianza, leer mucho e informarse será
fundamental para poder entender y ver la infancia desde el respeto, la
comprensión y la calma. A continuación, te ofrecemos 5 libros de crianza
respetuosa:

Criar a nuestros hijos creciendo nosotros (Naomi Aldort, 2015).


La crianza feliz. Cómo cuidar y entender a tu hijo de 0 a 6 años (Rosa Jové, 2009).
Bésame mucho (Carlos González, 2003).
Infancia, la edad sagrada: años sensibles en que nacen las virtudes y los vicios
humanos (Evania Reichert).
El concepto del continuum: en busca del bienestar perdido (Jean Liedloff, 2006).
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Bibliografía
Jové, R. (2009). La crianza feliz: cómo cuidar y entender a tu hijo de 0 a 6 años.
La esfera de los libros.
Montesi, M. (2015). Información y crianza con apego en España. In XII Congreso
ISKO España y II Congreso ISKO España-Portugal, Murcia: Universidad de
Murcia.
Reyes Amador, M. (2015). Dormir a un bebé elefante... El acompañamiento
socioeducativo en los grupos de crianza respetuosa del barrio de Poble Sec.

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