ACTES DE LA
SANTIAGO
IMPRENTA CERVANTES
CALLE DE LA HANDERA, 50
Dici
Diciem
embr
bre
e îl
île
e 1902
Les Actes pa
para
raiiss
ssen parr livraisons bimestrielles
entt pa
>0
LA RELIJION
EN LOS
PUEBLOS PRIMITIVOS;
EL CULTO DE LA PIEDRA EN CHILE I CÓMO SE HALLABA
DIFUNDIDO POR EL GLOBO
Conferencias dadas en l a Soci ed
edad Científica de Chile)
POR
discurso preliminar
Señores:
El presente trabajo tiene por objeto se
secu
cund
ndar
ario
io ar
arro
ro
jar un
una
a mi
mira
rada
da sobre el espíritu o pensamiento relijioso
de los pueb
pueblo
loss pr
prim
imit
itivos i por primordial, esbosar una
ivos
pajina de la historia de nuestros antepasados, que has
ta hoi ha permanecido velada por la oscura noche de los
siglos transcurridos.
En estos tiempos últimos, el hombre apenas habia
dejado su cuna i apenas habia dado unos cuantos pasos
en el camino que habia de conducirle a su desarrollo
futuro; i, como todos lo loss se ress racionales, buscando adap
sere
taciones que satisficiesen sus necesidades i objetos de
que servirse, halló a su paso la piedra, e hizo de ella sus
útiles domésticos, lo loss in inst
stru
rume
ment
ntos
os que semejasen las
voces aun inarmónicas de la Naturaleza, los que habian
de ayudarle en la ru ruda
da ta tare
reaa de procurarse lo
loss al
alim
imen
ento
toss
por medio de la caza i la pesca, sus armas para defen-
Tomo xii 13
i78
son intérpretes
intelijencia por los
la que han descollado
fuerza por el valor en
entr
o tre
e el
por ello
lalos
s por la
audacia;
sus ritos i sus símbolos son las ceremonias que en la
adivinacion en la hechicería i en las demas artes em
plean
No pues razon para
hai exijir como pruebas de la
posesion de un se
sent
ntim
imie
ient
nto
o relijioso i de practicar las
operaciones del culto a los pueblos que han subido ape
nas un paso en los peldaños de la civilizacion los múlti
ples resortes de que se valen los pueblos cultos para
hacer las manifestaciones de sus cre creenc
encias
ias ela
elabor
borada
adass en
el transcurso de muchos siglos i di dict
ctaada
dass co
com
mo reglas
por la parte docente e n las socied
sociedade
ades s avanza
ava nzadas
das
Los pueblos salvajes sienten i piensan con su sentir
i pe
pens
nsarar pr
prop ioss influidos por el medio que los rodea; sus
opio
actos los determina su manera de ser i las necesidades
que a ellos los impulsan i sus ma mani nife
fest
stac
acio
ione
ness es
este
tern
rnas
as
están en cocons
nson
onan
anci
cia
a coconn los dictados de su mente
Estas son la regla el móvil que determinan todas sus
acciones
Acaso influye en los juicios errados que sobre el sen
timiento relijioso de los salvajes se emiten la circuns
tancia de no concebir la idea de Dios como la concibe el
hombre civilizado que en contacto con ellos lo loss juzgan
»E1 hombre dice un grave i sesudo autor al salir de
las manos de la naturaleza ha si sido
do do
dota
tado
do de una inteli
jencia mui d é bil para llegar de un salto a un conoci
miento neto i preciso de la divinidad; mucho ménos
habria popodi
dido
do co comp
mpre
render los dogmas místicos de las
nde
relijiones su
supe
peri
rior
ores
es,, po
porque el dogma es la obra de la
rque
ciencia, de la razon, que esplica su resultado i).
El salvaje tiene sus divinidades propias en la medida
de su intelijencia; por eso ha imajinado un dios en la
piedra, en el árbol, en el mar, en el rio, en el monte, en
sus fetiques, en los cuales va envuelta acaso una idea
superior, una idea abstracta, del que el objeto, la piedra
i el fetique es solo la forma o representacion esterna.
Interesante es, pues, hacer una investigacion, escrutar
dentro de las opiniones emitidas el pensamiento relijioso
de los salvajes, i hacer ver la desemejanza de las opinio
nes que sobre esta materia aun existe.
Abramos a Joly, que nos ha dado su hermoso libro
V homme avant les metaux, i alli encontraremos las afir
maciones de Livingstone, Samuel Baker, Mo nnat, Dal-
Mon
ton, de Lichstenstein. Estos viajeros nos aseguran que
hai en el interior del Africa, de América i en otras par
tes, poblaciones enteras que carecen de toda idea de la
i) N. Joly, L hom
homme
me av
avan
antt les metaux, cap. VII.
i8«
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIMI
IMITIV
TIVOS
OS
cafres, lo
los
s be
bech
chua
uana
nas
s han debido ser eliminados del nú
mero de los pueblos ateos i ser reconocidos como reli-
jiosos (i). II
Esta luz va proyectándose tambie ien
n sobre el estado
mental relijioso de otras razas, a las cuales se juzgaba
sin id
ide
eas mora rale
les
s que fuesen consecuencia del senti-
timiento qu
quee in
insp
spir an las creencias en alg
iran lgun
una
a re
reli
liji
jion
on..
Hoi dia se conoce la teogomía de nuestros araucanos, que
han desmentido las afirmaciones de cuantos con lijereza
los habian juzgado bajo este respecto como incapaces de
concebir, por su ignorancia o barbarie, p de alimentar
ningun pensamiento concordante con el sentimiento re
lijioso; i aun todavia de los indios de la Tierra del Fue
go, colocados acaso sin mucha razon, en la escala mas
baja de cu cuan
anta
tas
s ra
raza s pueblan la tierra.
zas
Hace cerca de 25 años que el reverendo Mr. Bridges,
de la Mision ev evan
anjé
jéli
lic
ca que en el sur de esta isla, en
que
Ushuwaia, desde hace mas de 30 se halla establecida
propagando las creencias relijiosas i los dones de la ci
vili
vi liza
zaccio
ion
n enentr
tre
e aquellos sasalv
lvaj
ajes
es,, que decia en una con
que
ferencia, respecto de estos indios: No reconocen un
Creador, ni tienen idea del futuro, ni esperan nada des
pues de la muerte. 11 Agrega, sin embargo, como que
ello
el loss en
entrtrev
evieran un mas allá despues de la muerte i que
ieran
hai una mansion hasta adonde las almas vuelan, que
tienen en su lengua una palabra para espresarla muerte:
Cagalulo, cuyo significado es volar i subir, lo cual, agre
ga el misionero, pareceria encerrar la idea de un estado
espiritual posterior (2).
Un misionero italiano, de la Mision salesiana de la
isla de Dawson, acaba de publicar un Pequeño Diccionario
de la lengua ona, i en esta paciente recopilacion nos su
ALEJANDRO CAÑA
CAÑAS
S PI
PINO
NOCH
CHET
ET
guiente:
En los tiempos en que escribia De Brosses i ) la
cosa que parecia sorprendente era que el negro poseyera
algo que pudiera ll llam
amararse
se mo morarali
lida
dadd o relijion. Hemos
aprendido a juzgar de esto, grac
graciaias
s es
espepeci
cial
alme
mentnte e a los
trabajos de lo los
s mi
misi sion
oner
eros
os que han pasado su vida en
medio de los sa salv
lvaj
ajes
es,, qu
que e han aprendido su lengua, ga
nado su confianza i que, a pesar de gran número de
prejuicios, han hecho plen
plenaa jujust
stic ia a lo
icia los
s bu
buenenos
os aspec
tos de su cacará
ráct
cter
er.. Po
Podedemo
moss decir, sin riesgo de equivo
carnos, que, a despecho de todas las investigaciones, no
se ha encontrado en parte alguna sér humano que no
esté en posesion de algo que le sirva de relijion, o, va
liéndonos de la espresion mas jeneral, que no crea en
algo mas allá de lo que puede ver con sus ojos.
»No pudiendo entrar en el detalle de los diversos tes
timonios ququee prprue
uebaban n este hecho, se me permitirá citar
las conclusiones a que, en este punto, ha llegado otro
mitólogo, M. Tiele, tanto mas, cuanto que en varias
cuestiones sus opiniones difieren mucho de la las
s mias as.. El
acerto de que hai naciones o tribus sin relijion se apoya
en una observacion inexacta o en un unaa con onfu
fussio
ionn de
ideas. Todavia no se ha encontrado nacion o tr ib u des
provista de la creencia en seres superiores, i los viajeros
que han afirmado su ex exis
iste
tenc
ncia
ia ha han n sido mas ta tard
rde e re
refu
fu
tados. Así, pues, es lejltimo el acerto de que, en el sen
tido mas jeneral de la palabra, la relijion es un fenómeno
universal de la humanidad. n 2)
A lo que podemos añadir el si sigu
guieient
nte
e pepens
nsamamieient
ntoo de
V. de St
Stra
raus
us::
dero ateismo, Lasiempre
es
falta completa de relijion, el verda
resultado de una civilizacion
lta
jnecesidad reli
reliji
jios
osa
a qu
que
ie confusa
corr
corres
espo
pond
nde
e esta
a una facultad reli-
iosa, por incompleta que sea. n i)
Lo espuesto anteriormente son los factores con que
ha de resolverse el problema de si ha habido i si hai
pueblos que han carecido o carecen de relijion; i contra
balanceadas las opiniones emitidas, nos parece que la
verdad resalta del lado en donde están los que afirman
que todos los pueblos han tenido desde su orfjen una
relijion.
II
¿FUÉ EL FETIQUISMO LA RELIJION PRIMITIVA?
1) Citado por Ratzel, Las Razas humanas, tomo I, páj. 21.
i
2) M. Müller. Orijen desarrollo de la Relijion, leccion segunda,
páj. 61.
190
La piedra,
producto
ha sido despues del sol, el cielo i la luna, el
de la Naturaleza que acaso ha recibido mas
esplícitas manifestaciones por mas co
i cons
nsid
ider
erab
able
le nú
núme
mero
ro
de adeptos.
El culto de la piedra lo hemos en
enco
cont
ntra
rado
do eseste
tend
ndid
ido
o
LA RELIJICN EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIM
IMITI
ITIVO
VOS
S 191
192
una divinidad i lo
los
s be
beoc
ocio
ios
s ad
ador
oraban a Hércules bajo la
aban
misma forma.
En Irlanda en el siglo V el rei Laogario adoraba un
pilar de piedra que fué derribado por Sa
San
n Pa
Patr
tric
icio
io..
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIMI
IMITIV
TIVOS
OS 195
menteras
Esta
Esta cotengan
cost
stum
umbr ene
brenece
cesi
es sida
dad
clar
cl d de
ara
a maellas.
mani
nife
fest
stac
acio
ion
n de la supervi
vencia del culto que se ha rendido a la piedra, que no
ha desaparecido i que está aun adherido al sentimiento
de la masa de la po
pobla
blaci
cion
on ca
camp
mpes
estr
tre.
e.
1 Los señores don Rodolfo Lenz i don Tomas Guevara han hecho
mencion de la piedra de Re Retr
tric
icur
ura
a en sus importantes estudios sobre
la raza i la lengua araucanas.
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIM
IMITI
ITIVO
VOS
S I99
i mal que no
noso
sotr
tros
os he
hemo
mos
s tr
trad
aduc
ucid
ido
o impropiamente por
brujo.
Cuantos viajan por el boquete indios arri
arrier
ero
os ch
chil
ile
e
adoracionjente
nos o arjentinos i demas sencilla pagan tributo a
esta piedra de primero en especies en se
guida.
Consiste el primero rendido por solo los indios en
darr vu
da vuel
elta
tas
s al
alre
rede dorr de la piedra en uno i otro sentido
dedo
pron
pr onun
unccia
iand
ndoo papala
labr
braas suplicatorias o peticiones para
que la piedra les procure un viaje feliz.
Viene en seguida lo que los indios llaman el mari-
mari o el depósito en los hoyos de las ofrendas que con
sisten en carne pan harina dinero cigarros etc. i si el
viajero no tu tuvi
vies
esee de estas especies debe depositar en
las escavaciones un pedazo de cuero de su montura.
La falta de tributo hace el vi viaj
aje e dedesg
sgra
raci
ciad
adoo pues la
piedra se enoja i el caku que la custodia no proteje al
viajero mezquino.
Estas prácticas del culto de las piedras en Chile ofre
cen coincidencias mui especiales con la las
s del cu
culto
lto re
rend
ndid
ido
o
en otras partes i que he hemo
moss de
desc
scrit
rito
o mas arriba.
Así hemos visto que en las montañas del Jura en
Francia el pueblo da daba
ba vu
vuel
elta
tas
s alalre
rede
dedodorr de sus piedras
sagradas en ciertos dias del año; que los viajeros ofre
cian a las mismas piedras en la aldea de N pal un hilo
de la tela de sus vestidos; que los habitantes de Fiti-Lebu
depositaban en la piedra Lovekaveka morada de una
diosa to
toda
da cla
lase
se de alimentos i que l os indios dacotas
hacian iguales ofrendas a las piedras redondas o sus
dioses en tabaco i plumas.
t Esto nonoss ha
hace
ce recordar tambien de las piedras brontoütas que
como los dakotas, los peruanos las adorarab
ban ta
tam
mbie
ien
n como hijas del
dios del trueno: Ratzel. Las rasas humanas, tomo II, cap. VIII, pá-
jiña 93.
ALEJANDRO CAÑA
CAÑAS
S PIN
PINOC
OCHE
HET
T
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIM
IMITI
ITIVO
VOS
S 20J
en el cost
La co stad
masa adoodeSu
Sur.
lar.piedra es un basalto amarillo pálido en
la superficie i anaranjado oscuro en los lados.
La su supe
perf
rfici
icie
e susupe riorr de este monolito está dividida
perio
en dos partes una que abarca próximamente la tercera
parte i la inferior que ocupa el resto. Al lado de la supe
rior se halla otra piedra tableada independiente al pare
cer colocada allí en forma de asiento.
Las escavaciones están como en las anteriores des
critas diseminadas por casi toda la piedra: hai 8 en la
superficie superior i 6 en la inferior; en todo 14. Las
profundidades de estas son las siguientes: 5 8 16 18
20 21 22 25 26 28 i 29 centímetros.
Los di diám
ámet ross de las concavidades todas oblongas
etro
son de 20 x 25 20 x 22 12x11 16 x 13 23 x 24 18 x
17 29 x 25 2 1 x 20 22 x 18 20 x 22 14 x 15 27x17.
Entre estas hai dos esescacava
vaci
ciones mui juntas que tie
one
nen una boca superfi ficial que les es comun i otra con
cia
una canaleta como para echar por ella agua dentro del
tubo; acaso sea para propinársela de un arroyo próximo
al dios de la piedra como en las demas se le ofrecian
alimentos; acaso para poner en relaciones al dios de la
piedra con el dioso jenio de la vertiente.
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIM
IMITI
ITIVO
VOS
S 207
delasegunda
superficie1.20
en porcara que tiene las horadaciones;
0.60enmetros.
Aquella tiene 9concavidades de iguales profundidades
i diámetros l segunda escavacion de
o. 12 xo. 12
a
i 1
no sie
iend
ndoo av
aven
entu
turado suponer una altura doble orijina-
rado
ria, s se tiene en cuenta a alta
l antigüedad de estos
depósitos revelada por sus dimensiones por los útiles
i
sido ap
apri
risi
sion
ona ado poporr le conquistador Francisco Pizarro,
i los depósitos de conchas, los despojos hacinados de su
alimentacion diaria.
El Dios representado en esta piedra, acaso fué le
1 Estas piedras fue
fueron
ron obs
observ adass por don Leonidas Banderas Le
ervada
Prun, aquien debe
de bemo
moss estoss datos.
esto
TOMD XII 5
a 10 ALEJANDRO CAÑA
CAÑAS
S PIN
PINOC
OCHE
HET
T
Diámetros Profundidades
23 x 16 centímetros 6 centímetros
11 7 11
24X
25 x
15
16 11 47 11
26 x 16
x 17
11 8t
6
11
11
27 11
27 x 20 11 8 n
28 x 14 n 6 11
29 x 15 11 6 7
29 x 18 n 7 n
29x25 11 7 ti
30 x 14 11 6 7 11
30 x 19 11 7 11
30 x 20 11 11 n
30 X 22 11 8 11
31 x 17 11 7 11
3» X25 11 8 n
33 x 10 11 5 11
33x 17 11 6 11
37x24 11 10 11
20 11 10 11
31 x 18 11 8 11
Núm. 1 25 x 17 3 cent.
11 2 I4X 19 2 n
n 3 20 x 13 2 11
11 4 24 x 18 5 n
it 5 32 x 13 2-5 11
11 6 13x10 1.0 11
n 7 25X 15 3-5 11
11 8 22 X 14 11
9 I4X18 i-5 11
11 10 25X 14 3-5 11
n 11 14 X 12 1.0 11
11 12 20 X 12 3° 11
11 13 I2XII 1.0 n
11 14 I4XI9 2.0 11
ti 15 20 X 10 4.5 11
11 16 20 x 14 2.0 11
11 17 31 x 17 4-5 11
n 18 1;
n 19 4X
25X21
7 1.0
3-o 11
11 20 28 x 24 6.0 11
21 25 x 17 3-o n
11 22 16x17 2-5 11
23 20 x 17 4.0 11
11 24 25x 15 5-5 11
LA~RELI)ICN EN LOS PU
PUE6
E6L0
L08
8 PRlM
PRlMlt
ltlV
lVOS
OS 4l
n 3 16 n II 0. 1 1 n n
Las 2 segundas:
Las 9 ovales:
3 17x11
22 X 12
11
11
11
11
2-5 n 11
4 3-o 11 11
5 15 X IO n 1.0 11 11
6 20 X 12 11 11 3-o 11 11
.1 7 22 X 12 11 11 3-o 11 11
.1 8 I 2 X 80 11 11 0.5 11 11
11
.. 9 25 X [4 .1 11 5-0 11
Las ovales:
Núm 1 15 x 9 cent diám o 10 profund
n 2 17x11 11 n 0 30 II
n 3 20 x 12 11 11 o 12 11
II 4 22 X 14 11 11 O 3O 11
m 5 25 x 14 1 1 o 5 II
Las 4 restantes:
11 20 x 12 11 11 2.0 11 11
3
11 4 21 x 12 ti 11 4.0 11 ti
11 5 22 x 14 ti 1,
3.0 n ti
n 4 32 x 33 > i 22 II 16 o
11 5 30x40 11 30 x 20 II 3-5
11 6 70 x 60 II 24 II 12 11
N 7 26 x 31 II 20 x 18 N 14 N
en cuenta.
La primera de éstas tiene 4 cacavi
vida
dade
dess ov
ovales i 5 tu
ales
bulares, con un desgaste en la boca 3 de éstas que, como
en otras ya descritas, han de ha
habe
berr se
serv
rvid
ido
o para propi
nar por esa parte agua u otro líquido, acaso como ofren
da gratulatoria al Dios.
Los diámetros i profundidades de las ovales son los
siguientes:
Diámetros Profundidad
Diámetro Profundidad
La
La seg
segund
unda
a per
perten
tenecie
eciente
nte al grupo de nuestra perso
nal observacion, es una piedra volcada intencionalmente,
pues de otra manera no puede esplicarse ni las escava-
ciones que contiene ni que un accidente casual hubiese
invertido la forma en que oriji jin
nariamente yacicia
a este
pesá
pe sádo
do pe
peña
ñasc
sco.
o.
Observada por uno de sus estremos que ha quedado
algo levantado, se ven, inincl
clin
inán
ándo
dosse ha
hast
sta
a casi tocar el
suelo, do
doss ca
cavid
vidad
ades
es que no nos fué posible medir.
Otra piedra tambien volcada se halla cercana a esta,
en la cual se ve una cavidad de 35 centímetros de diá
metro i de 20 de hondo, que medimos con alguna difi
cultad.
cenLaa situacion
quie
qu ien
n pr
preo
en queelestos
eocu
cupa
pa dossdemo
do
estudio mono
noli
este lito
toss yacen indu
importante tema
de la teogonia primitiva de nuestros aboríjenes, a inqui
rir sobre las razones o cau aussas que han influido en la
inversion de su estado primitivo.
A quien observe co con
n detenimiento el sitio en que
estas piedras se hallan, no se le presenta la causa o cau
sas naturales que ha haya
yan
n pro
produ
ducid
cidoo el trastorno de estas
LA kELIJION EN LOS PU
PULU
LULO
LOS
S PR
PRIM
IMltl
ltlVO
VOS
S ll)
piedras hasta quedar con la faz en que soportase el tra
bajo de escavacion casi po porr co
comp
mple to oculta.
leto
No puede haber in inffluid
ido
o en ello un movi vim
miento de
tierra, ni auntin terremoto, porque el tamaño, la forma i
el sitio que ocupan, indican que esto ha sido imposible.
Ni necesidades de la industria agrícola, ni de ninguna
forma o ramo alg lgu
uno, porq ue el terreno cuajado de
rqu
piedras de todos tamaños, empotradas en el suelo, hace
inadecuado aq aqueuell
llo
o pa
parara toda especulacion vinculada al
producto d e las tierras.
¿Son esas volc
vo lcad
adur
uras
as re resu
sulta do de una resolucion hu
ltado
mana?
¿Fué esa accion irreverente con el Dios que esas pie
dras representaban?
¿Seria el castigo inflijido a dioses poco complacientes
o sordos a las peticiones de los que les re rend
ndia
ian
n cu
cult
lto?
o?
¿O seseri
ria
a rereso
solu
lucion de los que asistieron a los tiempos
cion
en que los dioses del Olimpo indíjena fueron derribados
como cayeron los del Olimpo clásico?
Núm. i 13
cent, diámetro 5
cent, profund.
11 2 12 11 n 4 11
11 3 17 10 11
11 4 20 11 14 < »
11 5 13 n 11 3 11 11
dosLaescavaciones
sesta tiene poco volumen en su cara superior ha
muii anc
mu ncha
has
s en forma ovoidea.
En eldediaCuricó
vincia el va
valle
llecomenc
me
moncio
como iona
estr
es nado
tremdoadam
emad es estimado
amen
ente a prolo
te ferazen i lpor
mismo la poblacion oriunda es bastante densa.
Aun se hallan algunos tipos de la raza aboríjen en
este valle sie ien
ndo éstos relativamente numerosos en la
costa de Vichuquen en donde el rio arroja al mar sus
aguas.
Las mamani
nife
fest
stac
acio
ione
ness dedell cu
cult
lto
o de la piedra existen en
esta rejion del valle i acaso se hallan mas numerosos
indicios en Vichuquen en cu cuyo
yoss ca
camp
mposos se han recojido
muchos objetos de pi pied
edra
ra pe pert
rten
enec
ecie
ient es a los tiempos
ntes
prehistóricos.
En el valle del Mataquito i como a 32 kilómetros de
la ciudad de Curicó está el campo llamado Palquibudi i
25 kilómetros mas al Oeste siguiendo la ribera derecha
del rio se en encucuen
entr
traa asasen
enta da la aldea de la Huerta
tada
cabecera de la comuna de igual nombre; i en ambos lu
gares se hallan piedras sagradas de las que la tradicion
oral
or al ofr
frec
ece
e cl
claaro
ross te
tessti
tim
mon
onioioss de esta condicion.
La de Palquibudi tiene la particularidad de su confor
macion regular pues su medida da 2 metros de largo
1.50 de ancho por 0.80 de alto.
1 Hasta hace tres años esta piedra estaba intacta i era por sus
particularidades visitada i admirada por cuantos llegaban por e so
sos lu
gares;; poste
gares posteriorme
riormente
nte ha sido quebrada en siete partes por la mano
ignorante de unos mineros, que pa part
rtía
ían
n pi
pied
edras para tapias de unas
ras
viñas, i que la han dejado fragmentada.
Ya hemos dicho que igual suerte ha corrido la piedra mas nota
ble del grupo de las de Quilpué, llamada Curacahuin, por el doctor
Fonck.
A este paso de la ignorancia, en breve estas i otras piedras que son
monumentos históricos, arc rch
hiv
ivo
o s d el
el pasado, habrán desaparecido, i
por esta razón creemos que ha llegado el tiempo de hacer práctico el
acue
ac uerd
rdo
o ce
cele
lebr
brad o por el 2° Congreso Científico Latino- Americano de
ado
Montevideo, de solicitar de los gobiernos americanos que d ict icte
e n u na
na
lei que declare de propiedad nacional todos los objetos que tengan
algun interes antropológico o etnográfico que se encuentran disemina
dos en los re
resp
spec
ecti
tivo
vos
s pa
países d e la
íses las
s na cio
cion es representadas en el Con
n es
greso.
tece
te cede
dent
ntes
es hi
hist
stór
óric
icos
os que la abonan.
Estas informaciones nos dicen que hasta no mui reti
rados tiempos, en cierto dia del mes de Junio de todos
los años, los indios de la costa de Vichuquen se venian
al valle de Mataquito, a cuyos naturales se unian para
celebrar sus fie iestas i rendir el culto a sus dioses.
stas
Consistian estas manifestaciones en cantos i danzas al
escudos en la las
s fi
fies
esta
tas
s an
anua
uales
les de
dedi
dica
cadadass a Marte; que el
baile de los seis era ejecutado aun en tiempos de Felipe
1 1 1 delante del altar mayor de la catedral de Sevilla; que
cuando los servidores de Vishnu en la India lavan i vis
ten la imájen de este dios i la colocan en el sitio prefe
rente de un templo celebran en su honor una lucida
fiesta con músicas i bail es de muchachas para divertir a
ile
la divinidad etc. etc.
La humanidad por todas partes como hemos dicho
así en el período inicial de su existencia i hasta en las
edades próximas a su total desarrollo ha espresado el
sentimiento de su culto entre otrarass formas por medio
del baile le.. Así al parecer rendian el suyo a sus divinida
des los aboríjenes de Chile durante la Edad de Piedra
las de los
c omo
om o hace
ha cen
n presumirlo prácticas periódicas
indios del valle del Mataquito; las vueltas i revueltas que
al rededor de la piedra Curalhue dan los indios que tra
fican por el lugar que dejamos descrito i que es super
vivencia de la costumbre de las danzas; las que en la
actualidad ejecutan los araucanos en sus fiestas relijio
sas de los guillatunes para pedir a sus divinidades los
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIMI
IMITIV
TIVOS
OS
El domingo 8 de Agosto
de 1897 estábamos en Angol
en do
dond
nde
e nu
nues
estr
tras
as investigaciones sobre todos los obje
tos de piedra que pudieran servir para dar luz a los le
janos i oscuros tiempos de la Edad de Piedra nos lle
varon al conocimiento de una de esas piedras sagradas
que vevení
nía
amo
moss obs
bser
erva
vand
ndo
o de
dessde ha
haci
cia
a algun tiempo
A tres quilómetros al poniente de esa ciudad se es
tiende un fundo rústico perteneciente a don Manuel A
Jarpa llamado El Retiro que cruza dejando planicies
fértiles por ambas riberas el rio Picoiquen
El fundo en jeneral es de lomajes como que se halla
emplazado en los contrafuertes de la próxima cordillera
de Nahuelbuta que se levanta por el Oeste muchos de
los cuales vienen a terminar en las orillas del espresado
rio formando puntas o morros mas o ménos escarpados
allí do
dond
ndee eststo
os concluyen
Uno de los morros mas elevados es el que lleva el
nombre de Morro del Retiro de formacion esquistosa
bajo la capa de terreno ve veje
jeta
tall que en gran parte lo cu
que
bre por lo que sus estratas con las lluvias i demas reac
cion
ciones
es na
natu
tura
rale
les
s se han formado en graderias de cuatro
o mas gru
grues
esos
os pepelda
ldaño
ños
s au
aunq
nqueue inaccesible la cúspide
por ellos
Casi en la eminencia del morro hállase la piedra sa
grada plana en la cara superior de poco relieve por sus
costados pero que se estiende como por dos metros
cuadrados de superficie
En la cara superficial se ven 9 cavidades siendo 7 de
ellas de escasa profundidad o mas bien superficiales
pues so
solo
lo ti
tien
enen
en 2 centímetros miéntras sus diámetros
son:
2 de 8 centímetros
2 de 7 m
3 de 6 11
ALEJANDRO CAÑ
AÑAS
AS P INO
INOC
C HTt
HTtT
T
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIMI
IMITIV
TIVOS
OS
VI
SEMEJANZAS
sil En
visitó e hizo practicar escavaciones en uno de losBra
sus viajes por las costas de Santa Cat
Catalina del
nu
merosos sambaquiso colinas de concha de que se encuen
tra
tra se
semb
mbra do ese territorio i en la pájina 25 del tomo
rado
primero de su obra nos ofrece un dibujo de una de las
piedras en que nos hemos ocupado que tiene 14 cavi
dades en la cara superior i una en el costado a la vista.
Se ve que as asíí como en Chile i en Europa tambien en
como
el Brasil era objeto del culto la piedra i que las ofrendas
aquí como en todas partes debieron consistir en alimen
tos i en líquidos que habria de consumir la divinidad.
líq
VII
DEDUCCIONES
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIM
IMITI
ITIVO
VOS
S 23 1
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIMI
IMITI
TIVO
VOS
S 233
No ha podid
ido
o pasar desapercib
ibiida la circunstancia
repetida en cada vez de la ubicacion de las piedras sa
gradas: como lo hemos manifestado todas estas piedras
yacen a in
inme
medi
diac
acio
ione
nes
s de co
corr
rrie
ient
ntes
es de agua todas in
clinadas en el sentido de la situacion de los arroyos o
rios La Piedra de los Sacrificios del Malleco se halla
en parte bañada por las aguas del rio así como total
mente cubierta por las mismas aguas la piedra del lado
que la acompaña
En medio del lecho de este rio se ven otras pie
dras con cavidades co cons
nsta
tant
ntem
emen
ente
te ba
baña
ñada
das
s por las
aguas así que éstas se han aumentados o por la lluvia o
por el deshielo en la cordillera
Estas circunstancias tan repetidas o producidas en
cada ocasion así co como
mo las ideas morales que dominan
en la in
inc
cul
ulta
ta me
ment
nte
e de los pueblos salvajes que rinden
culto a todos o casi todos los objetos que les impresio
nan como el sol la luna el mar los lagos i lagunas los
árboles los rios i arroyos etc nos inducen a pe pens
nsar
ar qu
que e
relacionaran al dios de la piedra con el de los rios i
arroyos cercanos
En la teogonia primitiva todo estaba estrechamente
relacionado: el dios de las colinas con el de los árbole less
que e n estas crecian; el de los lagos lagunas
i con el de
los rio
ioss o esteros que de estos nacian o en ellos desa
guaban; el sol i la luna con todos los dioses porque
todos recibian o la luz o el calor que los fecundaba
La ubicacion de las piedras dado este encadenamien
to de relaciones debia suponerlas ta tamb
mbie
ien
n en
entre el jenio
tre
que animaba o guardaba las aguas i el de la piedra
próxima
No ménos fundamento a la idea de esas relaciones
ofrecen las señales impresas a algunas cavidades en las
cuales es evidente se propinaba a la piedra por ellas
agua de la cer cercan
cana
a cor
corrien
riente
te
i))
i Pájina 105 de su °bra Orijen i desarrollo de la Reltjion.
¿Para qué referir los casos del viajero devoto del san
to, que son aun mas inverosímiles, si lo espuesto com
prueba nuestro aserto?
En las pájinas del paganismo helénico el ridículo so
brenada por encima de sus relaciones poéticas i mara
villosas. V
Háse visistto en otras relijiones una pasion concebida
como la de Pasiphae, que se enamora de un toro i busca
i se injenia por encontrar, hasta hallar, un medio como
VIII
EL OLIMPO DE LOS DIOSES DE PIEDRA
propia
Así laexistencia.
relijion cr
cris
isti
tian
ana
a creó a la Gloria o al Cielo como
creó
asiento de la Corte celestial.
La mahometana al Paraiso poblado de hurles.
Los cultos griegos al Olimpo.
El del pueblo aboríjen de Chile despues de crear su
teogonia espiritual o incorpórea la isla de la Mocha.
Los adoradores de la piedra en Chile tuvieron tambien
I
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
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LOS
S PR
PRIM
IMITI
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VOS
S 237
LA RELIJICN EN LOS PU
PUEB
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S PR
PRIMI
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TIVO
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S 239
IX
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PRIM
PRIMITI
ITIVO
VOS
S 241
Subi
Subirs
rse
e so
sobre las piedras notables
bre por algunas parti-
TOMO XII 17
llamaba la ascension.
Las pe
pers
rson
onas
as que deseaban casarse en breve tiempo
que
debian subirse a la cima de la piedra Colombiers, depo
sitar allí una moneda i saltar en seguida de alto abajo.
Aquel que puede subir a la cúspide del menhir de
Saint Samson, está seguro de casarse dentro del año.
Para obtener este resultado es menester que la jóven
suba a la piedra con cavidades de Saint-Etienne en Co-
glés, sobre la cual haya cu cummpli do tambien clandestina
lid
mente el rito de la friccion, que permanezca allí en
equilibrio i que no se avergüence de esto delante o en
presencia de los peregrinos de Saint-Eustache.
Algunas piedras es esta
taba
ban
n as
asococia
iada
dass a la antigua cos
tumbre del matrimonio, i habia una como la Piedra del
la los
matrimonio
dos debi
debian
an badeilar
bail ar el dia Cher
Gracay de sus sobre
bodas. cual desposa
En los Bajos-Alpes se llllam ama a Pi
Pied
edra
ra de los Esposos a
una roca de forma cónica, hácia la cual los mas próxi
mos parientes del ma marid
rido
o cocond
nduc
ucia
ian
n a la es
espo
posa
sa dedesp
spue
uess
de la ceremonia relijiosa. Allí se sentaba esta, poniendo
el pié en una escavacion practicada a este efecto, tenien
do o conservando el pié iz izqu
quie
ierd
rdo
o su susp
spen
endi do.. En esta
dido
posicion recibia las felicitaciones de las do doss fa
fami
mililias
as..
Las mujeres estériles iban a buscar la fecundidad a
ciertas piedras: en Decines Ródano muchas se agrupa
ban en otro tiempo sobre un monolito qu que
e ya
yaci a en me
cia
dio del campo en el lugar de Pierrefrite; en Locronan,
se aco
cost
sta
aba
bann sosobr e unas piedras e igual cosa hacian
bre
sobre el Jumento de Piedra, de San Roman, que es un
peñasco de colo
colosal
sales
es dim
dimens
ension
iones.
es.
LA RELIJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIMI
IMITIV
TIVOS
OS 243
fade
fade ,m
,mié
iént
ntra
rass que los invitados formaban un círculo
que
en torno de la roca.
Hácia 1880, no léjos de Carnac, lo
loss ca
casa
sado
doss que ha
bian tenido un matrimonio estéril, iban a un menhir
próximo, el dia de la luna llena, a rondar en torno del
menhir; se despojaban en seguida de sus ropas i la mu
jer se echaba a toda carrera, siempre en el mismo senti
do, como empeñada en escapar de la persecucion de su
marido, hasta que terminaba por rendirse. Los acompa
fiant
fiantes
es ha
hacia
cian
n la guardia por los alrededores pa
para
ra im
impe
pe
dir a los profanos que fuesen a perturbar esta singular
práctica, que subsiste aun.
A fines del siglo XVIII, cada año, el 15 de Agosto,
antes de la salida del sol, las mujeres de Croisic, aban
donaban sus casas; cojidas de la mano, formando cade
na i prorrumpiendo en grandes gritos se dirijian hácia
la Piedra larga, en torno de la cual bail ila
aban toda la
mañana.
En una época mas reciente, loloss di
dias
as de fiesta patronal,
los jóvenes de ambos sexos, venian a danzar cerca de la
Piedra agujereada, ya nombrada, i en la de San Juan,
en rededor de las cuales se encendia fuego artificial.
En.Locronan, los pepere
regr
grin
ino
os qu e allí van, hacen tres
que
veces la ronda al rededor de la roroca
ca so
sobr
bree la cual está el
cuerpo de San Roman.
X
CRITERIO CON QUE FUÉ APRECIADA LA PIEDRA
EN LA ANTIGÜEDAD
Nuestros hábi
hábito
toss an
anal
alít
ític
icos
os a que hemos llegado en
esta edad de reflexion mas avanzada que nos inducen a
LA REJION EN LOS PU
PUEB
EBLO
LOS
S PR
PRIMI
IMITIV
TIVOS
OS 247
distintas direcciones.
Porque es ne nece
cesa
sari
rio
o co
conve
nvenir nir en que por mas estraño
l
que nos parezca l adopcion
a
por e hombre de lapiedra
como objeto de su culto que nada sabemos del criterio
con que en las edades primitivas fuese estimada l piedra.
a
piedra
l
e criterio con que a
l apreciamos por s us co nd i
ciones físicas su culto nos parece no tener asidero ni en
l
e sentimiento ni m¿nos aun en arazon humanos.
l
a
l
como
piedras brotaban inocentes
en las mas
i crecian? edades de litolojía, que las
Se habia imajinado tambien un jugo lapidifico o ép
treo resucitado las ideas de Demócrito Aristóteles,
i i
CONCLUSION
proyectado en la co conc
ncien
ienci
cia
a hu
huma
mana
na por tan prolongados
tiempos nos im imaj
ajin
inam
amoos ququee habian desaparecido con las
cla
clari
rida
dade
dess con que ha
con habi
bia
a ve
veni
nido
do a alumbrar al mundo el
Siglo de las Luces
Los errores han cedido es cierto en las conquistas
que la verdad ha hecho pero aun fa falt
ltan
an mu
much
chos
os siglos
para que al ménos en materia de cultos se diga la últi
ma palabra