El librecambismo a través de todo el mundo ha mejorado relaciones
comerciales, fomentando un mayor intercambio comercial y abriendo más
posibilidades económicas a países subdesarrollados que apenas se hacen un camino en el mercado global.
El librecambismo no ha sido del todo aceptado en algunos países debido a que
llega más producto extranjero a un país provocando que este a la baja el consumo local dando como consecuencia un rezago en la industria. Los federalistas y centralistas en el siglo XIX discutían acerca de cuál postura económica era la mejor opción para salvar al país de su crisis, teniendo como ganadora a la postura librecambista dando un cambio al modelo comercial del nuevo país. La eliminación de aranceles en el mercado mexicano con algunos países produjo una comercialización de mejor manera en el ámbito económico, provocando que se estrecharán lazos comerciales entre socios económicos formando una mejor cadena de bienestar.