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CAPITULO 1: MERCADO Y POLITICAS DEL TRABAJO

1.1.SINTESIS..................................................................................................................1

1.2.FORMAS DE MEDICION DE EMPLEO................................................................2

1.3.EVOLUCION DEL MERCADO DEL TRABAJO EN LOS AÑOS 80 y A


INICIOS DE LOS 90.......................................................................................................11

1.3.1.EVOLUCION DEL CUADRO ECONOMICO MUNDIAL..................................11


1.3.1.1.La década de los setenta 12
1.3.1.2.La década de los ochenta 15
Tendencias del empleo a nivel mundial 16
Tendencias del mercado laboral en América Latina 17
Políticas de restructuración en América Latina 17
1.3.1.3.La década de los noventa 20

1.4.DESEMPLEO............................................................................................................21

1.4.1.Enfoques.................................................................................................................21
1.4.2.Instrumentos de política de empleo........................................................................23
1.4.2.1.Las políticas a corto plazo 23
1.4.2.2.Políticas a medio y largo plazo 25

1.5.FLEXIBILIZACION Y DESREGULACION DEL


MERCADO DEL TRABAJO..........................................................................................28

1.5.1.Definiciones............................................................................................................28
1.5.2.Tendencias y problemas - La experiencia
de los paises industrializados...........................................................................................33
1.5.2.1.Los trabajadores frente a la flexibilidad 33
1.5.2.2.El marco jurídico 34
1.5.2.3.El papel del Estado 34
1.5.2.4.El impacto sobre el empleo 34
1.5.3.La flexibilización en América Latina......................................................................35
1.5.3.1.Dos enfoques 35
1.5.3.2.El empleo atípico o precario 37
Tendencias 37
1.5.3.3.Los actores 38
1.6.PRINCIPALES DESAFIOS PARA
EL MOVIMIENTO SINDICAL LATINOAMERICANO..............................................40

1.7.NORMAS INTERNACIONALES DEL TRABAJO.................................................42

1.8.BIBLIOGRAFIA.......................................................................................................43
1. CAPITULO 1: MERCADO Y POLITICAS DEL TRABAJO

1.1. SINTESIS

Los primeros años de la década de los noventa hacen prever un escenario económico incierto
tanto para los países desarrollados como para los países no desarrollados. El clima de
recesión se ha acentuado y a esta situación se han ido sumando una serie de factores
negativos:

- la fragilidad de las instituciones financieras en muchos países


- la escasez de capitales en presencia de una demanda creciente a nivel mundial de recursos
financieros
- los desequilibrios en las inversiones en tecnologías (elevada concentración)

La región latinoamericana enfrenta además una serie de condiciones proprias que tienden a
agravar las características de este escenario:

- fuertes presiones hacia la exclusión de importantes sectores sociales como consecuencia


del debilitamiento de los segmentos modernos que causó la crisis financiera y comercial
de los 80;

- la escasez de recursos para sostener el esfuerzo de inversión y cambio tecnológico


requerido, a raíz de la magnitud de las transferencias netas al exterior;

- la persistencia en algunos países de fuertes tendencias inflacionarias vinculadas al punto


anterior;

- el gran deterioro del mercado laboral provocado por la crisis de los 80: incremento del
subempleo, duplicación del empleo informal, y fuerte incremento de la tasa de
desocupación abierta urbana;

- el aumento continuo de la pobreza aún en condiciones de crecimiento económico


producido por algunos procesos de ajuste.

En este contexto coyuntural ya de por sí difícil, el movimiento sindical debe enfrentar una
serie de desafíos de carácter estructural con el objetivo fundamental de adecuar sus
estrategias y sus estructuras a las transformaciones en las estructuras productivas, en el
mercado del trabajo y en las relaciones laborales, a saber:

1. la introducción progresiva de una lógica de competitividad centrada en la moderación de


los costos salariales y una respuesta rápida a los cambios del mercado;

2. cambios significativos en la estructura de la fuerza de trabajo:

- la precariedad laboral
- la duplicación del número de trabajadores informales
- la creciente participación de las mujeres
- el aumento de la calidad de la fuerza de trabajo y su subutilización

1
3. las presiones para la desregulación del mercado del trabajo (flexibilización) sin ninguna
contrapartida económica, laboral o institucional para los trabajadores;

4. las presiones hacia la descentralización de la negociación colectiva como efecto de la


flexibilidad;

5. la terciarización o bien el aumento del peso económico del sector terciario responsable de
los servicios en general (bancos, comercio, comunicaciones, etc).

Los principales desafíos para el movimiento sindical latinoamericano en relación a la


evolución del mercado del trabajo, pueden ser resumidos en los siguientes cinco puntos:

· defensa de la reglamentación estatal protectora en las relaciones individuales


· promoción de la autonomía colectiva
· crecimiento y extensión a los sectores terciario e informal
· formación de trabajadores y dirigentes, a todos los niveles (nacional, sectorial, de
empresa) en materias laborales y específicas (mujer, nuevas tecnologías, formas de
empleo atípico, etc)

Después de dar algunas definiciones de los conceptos básicos de medición del empleo, este
capítulo empieza describiendo la evolución del mercado del trabajo en las últimas tres
décadas, en los países industrializados y en América Latina, para enfrentar luego en forma
más detallada dos problemas centrales: el desempleo y los instrumentos de política de
empleo; la flexibilización y la desregulación del mercado del trabajo.

El capítulo se concluye con un breve análisis de los principales desafíos para el movimiento
sindical en relación a la evolución del mercado del trabajo.

1.2. FORMAS DE MEDICION DE EMPLEOi

En las últimas décadas, los análisis especializados y las experiencias concretas de política
económica han recurrido a un cierto número de conceptos básicos que es necesario conocer
para comprender e interpretar los textos económicos, la información estadística y los debates
que interesan a la Región con respecto a las evoluciones del mercado del trabajo.

En los paises en vías de desarrollo, muchos conceptos y metodologías de medición del


empleo se revelan inadecuados para medir el fenómeno de la subutilización de la mano de
obra en toda su magnitud . Se ha recurrido entonces a medidas y conceptos que reflejen las
situaciones ocupacionales que se registran en economías como las de América Latina y el
Caribe.

En este capítulo se dan las definiciones de algunos de estos conceptos básicos.

Población económicamente activa El conjunto de personas en edad de trabajar que trabajan o


(PEA): activamente

No existe uniformidad internacional en la determinación de la edad activa.

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El límite de la edad activa se define en relación a las características peculiares del mercado
laboral de cada país o región y oscila entre los 7-8 años en las áreas rurales y los 14-15 años
en zonas urbanas.

La delimitación precisa de la PEA es de importancia fundamental por cuanto constituye la


base sobre la que se calculan posteriormente las tasa de ocupación, desempleo y subempleo.

Los estándares internacionales distinguen dos tipos de medidas de la PEA:

- Población usualmente activa: comprende todas las personas en edad de trabajar cuya status
de principal actividad está determinada sobre la base del número de semanas o días en que
estuvieron "ocupadas" o "desocupadas" durante un específico largo periodo (por ejemplo
los 12 meses del calendario anual precedente). Una persona podrá ser clasificada como
usualmente activa si hizo parte de la PEA (estuvo ocupada o desocupada) por más de un
cierto número de semanas (o días) durante el periodo de referencia de la encuesta.

- Fuerza de trabajo: comprende todas las personas en edad de trabajar que llenan los
requisitos para hacer parte de la categoría de ocupados o desocupados. Es una medida del
número de personas que en un determinado periodo de tiempo ofrece trabajo :

Población= Fuerza de Trabajo+No haciendo parte de la fuerza de trabajo


Fuerza de Trabajo= Ocupados + Desocupados

3
Desempleo Personas en edad activa que no están ocupadas pero intentan estarlo en form
menos activa

El conjunto de personas que no tienen trabajo y lo buscan en forma activa


Desempleo abierto
La noción de desempleo abierto es inadecuada para medir la subutilización de la fuerza de
trabajo porque se presenta como el extremo opuesto a la ocupación plena. Por el contrario en
economías como las de América Latina y el Caribe es más frecuente encontrar situaciones
ocupacionales que se ubican entre ambos extremos. Por ello han sido introducidos dos
ulteriores nociones de desempleo:

Desempleo estacional: Intenta medir dentro del conjunto de los que están desocupados
en un cierto momento, aquellos que no están trabajando debido
a la variación estacionaria de la actividad productiva, pero que
normalmente lo estarían si el relevamiento de la información
hubiera sido hecho en ese periodo.

Desempleo oculto: Aquellas personas que no buscan trabajo porque no creen


posible encontrarlo pero que si lo harían de tener una
percepción más positiva de sus perspectivas de inserción en la
actividad productiva.

Si bien la noción de desempleo estacional o desempleo oculto complementan y mejoran la


noción de desempleo abierto no son suficientes para resolver los problemas asociados con
una medición adecuada de la subutilización. Es necesario introducir la noción de subempleo.

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Subempleo La condición de subempleo obedece fundamentalmente a características de
productiva. Se trata de actividades que generan productividad e ingresos insu
dada su carencia de recursos complementarios a la mano de obra, lo que se orig
por insuficiencia global, típica de las economías en desarrollo, como tam
problemas de distribución de los mismos (PREALC).

Se distinguen dos tipos de subempleo (visible e invisible) aunque desde 1982, a causa de las
dificultades de medición que plantea el concepto de subempleo invisible, los estándares
internacionales reconocen exclusivamente el subempleo visible como medida del subempleo.

Subempleo visible: Es una sub categoría del empleo y hay tres categorías de
criterios para identificar entre las personas que están trabajando
aquellas que están visiblemente subempleadas: (1) trabajan
menos tiempo de lo normal; (2) trabajan menos tiempo
involuntariamente; (3) están buscando y están disponibles a
trabajar más tiempo durante el período de referencia (OIT,
1993)

Subempleo invisible: Los síntomas característicos del subempleo invisible segun los
estándares internacionales (OIT,1993) son "bajos ingresos, baja
productividad e inadecuación de calificaciones".

La inadecuación del empleo puede ser el resultado de numerosos factores, dos de ellos, los
más importantes, son un volumen insuficiente de empleo (en términos de horas trabajadas) y
un bajo nivel de ingresos. Los conceptos considerados hasta el momento no dan ningún tipo
de información sobre el grado de adecuación entre ingresos y empleo.

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Relación La medición de esta relación persigue dos objetivos (ICLS, 1992 ( OIT 1993))ii
empleo ingresos:
(1) analizar la capacidad de generación de ingresos de diferentes ac
económicas

(2) identificar el número y las características de las personas que no son capac
empleo actual o actuales posibilidades de empleo, de mantener una cond
bienestar.

La información proveniente del primer objetivo es útil para la formulación y evaluación de


políticas de promoción de empleo.

La información proveniente del segundo objetivo es útil para la formulación y para la


evaluación de políticas de bienestar social.

Por el momento hay poca experiencia a nivel internacional para la medición de esta relación
que de hecho requiere la medición de un número complejo de relaciones.

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Principales La clasificación de la información relativa a la población económicamente a
clasificaciones basa sobre tres principales características del empleo:
económicas
- rama de actividad (industria);
- ocupación;
- status.

Rama de actividad: actividad del establecimiento donde ha trabajado la persona


durante el período de referencia de la encuesta, o donde trabajó
la ultima vez, si está desocupado. La actividad se define sobre la
base del tipo de bienes o servicios producidos por la unidad
productiva que emplea al trabajador.

Ocupación: tipo de trabajo efectuado por el trabajador durante el período de


referencia de la encuesta independientemente de la rama de
actividad o del status del trabajador. Como el número de
ocupaciones existentes en los países pueden ser muy numerosos
se recurre a una clasificación nacional de ocupaciones. El más
reciente stándar internacional de clasificación de ocupaciones
(ISCO -88 (OIT,1990))es el siguiente:

1. Legisladores, funcionarios de nivel superior y administradores


2. Profesionales
3. Técnicos y profesionales asociados
4. Clero
5. Trabajadores en el sector de servicios y vendedores en negocios o mercados
6. Trabajadores de la agricultura y de la pesca
7. Artesanos o trabajadores manuales
8. Obreros
9. Empleos elementares
0. Fuerzas Armadas

Status: status de un persona económicamente activa respecto a su empleo actual o pasado (si
está, desocupado): empleador, trabajador por cuenta propia,
empleado, trabajador familiar no remunerado, miembro de una
cooperativa de producción, etc.

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Disponibilidad global Dos principales determinantes:
de
mano de obra (1) volumen de población en edad de trabajar
(oferta de trabajo)
(2)grado de participación en la actividad productiva de distintos grupos de eda
localización geográfica.

El segundo determinante de la oferta de mano de obra refleja la disposición de la población


en edad de trabajar para dedicar parte de su tiempo a la actividad productiva. Este concepto, a
diferencia del concepto de PEA involucra diversos aspectos del comportamiento en el trabajo
que incluyen no sólo el número de trabajadores pero también el número de horas trabajadas,
la intensidad del esfuerzo en el trabajo, la distinción entre horas totales y horas efectivas y la
dedicación tanto a la fuerza de trabajo como a formas particulares de empleo (PREALC,
1982).

Es fácil confundir los conceptos de PEA y oferta de trabajo. No existe un criterio uniforme de
distinción lo que dificulta la comparación de información proveniente de distintas fuentes
dentro de un mismo país o bien la comparación entre paises;

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Movilidad Desplazamientos de los individuos ocupados dentro de diversas dimensiones
de la categoría ocupacional, el grado de calificación requerido, el nivel de remune
mano de obra localización geográfica, etc.

Los análisis económicos distinguen habitualmente dos tipos grandes tipos de movilidad:

La movilidad entre distintas situaciones de empleo que incluye:

- la entrada a la fuerza de trabajo de los jóvenes y el regreso de la misma por


edad, enfermedad o muerte;
- la entrada y salida de la actividad económica de aquella parte de la PEA de la fuerza
de trabajo secundaria, es decir con experiencia laboral transitoria o intermitente;
- los desplazamientos de la mano de obra desde situaciones de desocupación a
ocupación o vicecersa.

La movilidad entre distintos tipos de ocupación que incluye dos clases principales de
desplazamientos, en muchas ocasiones estrechamente relacionados entre si:

- la movilidad entre ocupaciones


- la movilidad espacial o migración laboral.

Los análisis sociológicos distinguen por lo general dos tipos de movilidad según su
dimensión temporal: la movilidad intergeneracional (movimientos entre estratos de una
generación a otra) y la movilidad intrageneracional (desplazamientos experimentados entre
estratos por una dada población durante su ciclo de vida).

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La segmentación del Según los teóricos de la "segmentación" el mercado del trabajo tiene ten
mercado del trabajo dividirse en bloques (dos o más) muy diferentes y caracterizados por la dific
encuentran los trabajadores pertenecientes a uno de los bloques para pas
bloque.

Un ejemplo de segmentación del mercado del trabajo es el que divide al sector urbano en
formal e informal y al rural en moderno y tradicional.

Este tipo de enfoque se ha revelado muy útil en la planificación del desarrollo puesto que: si
uno de sus objetivos prioritarios es la eliminación de la pobreza, la identificación de las áreas
en que se concentra la subutilización de la mano de obra es de importancia fundamental. Ello
es así porque las investigaciones que se han realizado sobre la materia sugieren que existe
una alta correlación entre los pobres y su ubicación en el mercado (PREALC, 1982).

Los debates actuales sobre la flexibilidad han introducido con una cierta fuerza el concepto
de segmentación del mercado como resultado del amplio desarrollo del empleo "atípico" y la
difusión de toda una serie de medidas flexibilizadoras que contribuirían a distinguir siempre
más netamente un bloque de mano de obra "regular" y un mercado de mano de obra
"periférica" caracterizado por la precariedad de la seguridad del trabajo, la precariedad de los
ingresos y de las condiciones de trabajo.

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1.3. EVOLUCION DEL MERCADO DEL TRABAJO EN LOS AÑOS 80 Y A
INICIOS DE LOS 90

1.3.1. EVOLUCION DEL CUADRO ECONOMICO MUNDIAL

El escenario económico se caracteriza desde hace ya casi dos décadas por un clima de
recesión, de agravación del desempleo y, por una neta tendencia a la desindustrialización
especialmente en aquellos sectores tradicionalmente con mayor presencia de trabajadores
sindicalizados (minería, siderurgia, textil, automóvil, construcción naval, etc).

Este escenario se desarrolla en el cuadro de transformaciones de gran magnitud y


particularmente rápidas. Algunas de ellas son:

- regresión de la ideología industrial


- profundos cambios tecnológicos y desarrollo de nuevas formas de organización del
trabajo
- flexibilización ( o desregulación) del mercado del trabajo
- acentuación de la interdependencia de las economías nacionales
- rápido desarrollo de grupos comerciales transnacionales y proceso de descentralización
productiva
- profundos cambios en el escenario competitivo internacional: emergencia del Japón y de
los llamados NPI (Nuevos Países Industrializadosiii); fragmentación de la demanda en
mercados saturados
- crisis de representación del movimiento sindical
- etc.

A su vez, estas transformaciones están generando nuevas formas de organización de las


relaciones laborales, caracterizadas por una mayor complejidad, una mayor descentralización
y por una mayor dispersión de intereses.

11
1.3.1.1. La década de los setenta

Gran parte de estas transfomaciones se generaron en la década de los setenta como


consecuencia de tres eventos fundamentales:

· la crisis del Estado de Bienestar (de la relación salarial fordista) o bien la ruptura del
consenso social basado sobre el pleno empleo y la repartición de los ingresos. Los factores
que contribuyen a romper el consenso son: el aumento del déficit público, la crisis fiscal y
la escalada inflacionista que afecta a gran parte de los países industrializados. En este
nuevo contexto, el Estado ya no está en condiciones de sostener políticas monetarias
expansivas y de compensar asi los débiles resultados de las negociaciones colectivas.
Además, como consecuencia de la mayor interdependencia entre las economías nacionales
favorecida por la liberalización de los cambios (post Bretton Woods), es siempre más
limitada la capacidad de los gobiernos nacionales de actuar individualmente;

· el inicio del proceso de transformación de la fuerza de trabajo favorecido por tres nuevos
fenómenos: la transformación de la estructura familiar que conlleva a una mayor
participación femenina en el mercado del trabajo; el proceso de desindustrialización y el
fuerte desarrollo del sector terciario; la expansión de nuevas formas de empleo "no
típico"iv;

· la crisis del proceso de trabajo fordista . La fragmentación de la demanda en mercados


saturados, la caída de la productividad, el asenteísmo, etc, junto con la emergencia del
Japón y de los NPIv en el escenario competitivo mundial ponen en crisis la empresa
fordista, es decir las formas de organización de la producción basadas en la producción de
masa. Por otro lado la introducción de nuevas tecnologías (por ejemplo la
microelectrónica) y nuevas formas de organización del trabajo introducen una creciente
heterogeneidad en las condiciones tecnológicas y organizativas del puesto de trabajo con
fuertes implicaciones sobre las clasificaciones, las condiciones de trabajo, los salarios,
etcvi

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Relación Salarial Fordista

Modalidad que caracteriza las relaciones entre los trabajadores y los propietarios de
los medios de producción en un cierto periodo histórico.

Es posible distinguir al menos tres formas de relación salarial: una competitiva,


caracterizada por una débil participación del consumo de los trabajadores en la
producción capitalista; una tayloristica, caracterizada por una imponente organizacion
del trabajo sin que se produzca una transformación equivalente en los modos de vida
de los salariados; una fordista, resultante de un pacto social entre los empleadores y los
trabajadores .

La relación salarial fordista que fue la base del crecimiento sin precedentes de los
paises industrializados hasta los años setenta,tiene dos significados: una modalidad de
acumulación intensiva (utilización de importantes contingentes de mano de obra)
caracterizada por un aumento paralelo de la productividad del trabajo y del volúmen
del capital fijo por persona; una modalidad de adaptación (regulación) del consumo de
masas a las ganancias de productividad producidos por la acumulación intensiva.

Desde el periodo post guerra hasta la crisis de los años setenta impera en los países
industrializados la voluntad común de los gobiernos y de las partes sociales de asegurar el
pleno empleo así como un cierto número de garantías sociales: salario mínimo, protección
contra el despido, protección social alargada, vacaciones pagadas, duración del trabajo
limitada, etc. Esto se explica fundamentalmente porque hasta ese entonces estaban reunidas
una serie de condiciones que contribuían al desarrollo de la legislación social, a saber: el
crecimiento continuo, tasas elevadas de inversión, sistemas de protección similares entre los
países en competición en el mercado mundial, etc.

DERECHOS ADQUIRIDOS POR LOS TRABAJADORES


- el derecho a la seguridad del empleo a través del pleno empleo garantizado por el Estado;
- el derecho a la seguridad del ingreso a través de la participación de los sindicatos a los
procesos de decisión en materia de políticas de salario; a través de la legislación sobre el
salario mínimo; a través de una política fiscal progresiva, etc;
- el derecho a la protección del empleo a través de una reglamentación del despido (despido
por causa justificada, obligación de preaviso, derecho a indemnización, etc;
- el derecho a la seguridad en el puesto de trabajo a través de una reglamentación relativa a
las condiciones de trabajo;
- el derecho a la seguridad de la calificación a traves de la aceptación de reglas de
limitación de competencias y diferentes barreras para proteger la clasificación de los
puestos de trabajo.

Hacia el final de la década, como consecuencia de la crisis de la relación salarial fordista y de


la reemergencia de las tesis liberales la ruptura con el viejo consenso es total.

La teoría económica de la oferta se transforma en una nueva ortodoxia.

La doctrina de Keynes que había prevalecido hasta entonces se basaba sobre los siguientes
principios:

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- el pleno empleo debe ser asegurado a través de la política macroeconómica ( es decir
monetaria y fiscal);

- la inflación y la repartición de ingresos son controladas por la política micro económica


(relativas especialmente al mercado del trabajo);

La nueva ortodoxia sostiene al contrario que son las políticas macroeconómicas que deben
controlar la inflación y las políticas microeconómicas deben limitarse a influenciar (sin
determinar) el empleo y la desocupación.

SEIS AFIRMACIONES FUNDAMENTALES DE LA NUEVA ORTODOXIA


· los salarios elevados y rígidos impiden al mercado del trabajo de jugar su rol regulador y
favorecen el desempleo;
· las diferencias de salarios son reducidas y frenan la movilidad de la mano de obra ;
· la movilidad de la mano de obra disminuye creando problemas a las políticas de ajuste;
· los derechos de los trabajadores ,que son de hecho costos que se suman al salario, se han
vuelto excesivos provocando desempleo;
· la protección del empleo es un factor de rigidez que quita estímulos al reclutamiento;
· el sistema de protección social conduce al desempleo voluntario e impide la reducción del
limite mínimo de ingresos que incitaría a los desocupados a trabajar de nuevo.

Las principales implicaciones de la difusión de las tésis liberales son la afirmación del
concepto de flexibilidad (de los salarios, de la duracion de trabajo, de la contratacion y
funcional) que cuestiona los derechos adquiridos por los trabajadores en las décadas
precedentes y de la lógica de competitividad basada en la moderación de salarios.

Si bien es cierto que durante la década de los setenta los sindicatos despliegan toda su fuerza
negociadora, en ese momento empieza el debilitamiento del movimiento sindical. La crisis
económica y las profundas transformaciones del mercado del trabajo plantean a los
trabajadores enormes desafíos:

- la fragmentación de la demanda y la introducción de nuevas tecnologías que reducen el


poder de los sindicatos y de los trabajadores desestabilizando los sectores donde estaban
más organizados;
- la introducción progresiva de una lógica de competitividad centrada en la moderación de
los costos salariales y una respuesta rápida a los cambios del mercado;
- acentuación de la crisis y clima de incertidumbre (la certidumbre era la base del sistema
de crecimiento anterior)

1.3.1.2. La década de los ochenta

A partir del inicio de la década de los ochenta se empieza a reconocer el carácter estructural y
durable de las dificultades enfrentadas en la década precedente.

Se hacen siempre más fuertes por parte del empresariado las presiones para desregular el
mercado del trabajo: presiones para la desindización de los salarios en relación a los precios,
para la reducción de la protección jurídica del empleo , para la racionalización de la
protección social, etc. Las respuestas nacionales en los paises industrializados van a ser muy
diferentes entre ellas, pero va a prevalecer en todo caso la tendencia a la flexibilización.

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Por otro lado, la agravación del desempleo y el proceso de desindustrialización en acto en los
sectores donde el movimiento sindical era tradicionalmente fuerte, obligan a los sindicatos a
reconsiderar algunas de sus posiciones respecto a las presiones para la flexibilización del
mercado del trabajo.

En América Latina también, dentro de un cuadro general de escasez de recursos externos y


públicos, a pesar de las diferencias entre las estrategias de crecimiento predominantes, se
observa un desplazamiento hacia un mayor rol otorgado al mercado y a la inserción externa a
un nivel competitivo.

En la región latinoamericana se pueden distinguir dos fases de restructuración (Norberto


García, 1993). La primera inicia en la década de los 80 con el proceso de ajuste a la crisis
finaciera y comercial externa, a través de una sucesión de ajustes de corto plazo pero sin ser
necesario aplicar programas de reestructuración. La segunda inicia hacia mediados de los
ochenta e interesa una decena de países que han o están aplicando programas de mediano y
largo plazo deliberadamente orientados a alcanzar una restructuración económica y un
cambio en el modelo económico.

Las condiciones que deben enfrentar los países de la región son claramente mucho más
severas que en los países industrializados (N.Garcia, 1993):

- la crisis financiera y comercial debilita los segmentos modernos e intensifica las presiones
hacia la exclusión de importantes sectores sociales;
- la magnitud de las tranferencias netas de recursos al exterior, vinculadas al peso del
endeudamiento externo, al nivel de la tasa de interés externa y al débil acceso al
financiamiento externo fresco, restan recursos al esfuerzo de inversión y cambio
tecnológico requerido;
- la persistencia en algunos países de fuertes tendencias inflacionarias vinculadas al punto
anterior;
- el gran deterioro del mercado laboral provocado por la crisis de los 80;
- la reestructuración de actividades y sectores basados en un modelo de apertura al exterior
genera cambios significativos en la composición del empleo y del desempleo.

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Tendencias del empleo a nivel mundial

La recesión de los 80 afectó mucho más duramente a los países en vías de desarrollo que a
los países desarrollados.

Si para los países industrializados el segundo quinquenio de la década pasada fue de


crecimiento, en la mayoría de los países latinoaméricanos y africanos el ingreso per cápita
siguió disminuyendo en un contexto de aumento de la pobreza y del desempleo, de crisis de
la balanza de pagos y de sofocante deuda externa. Paralelamente se ha verificado una caída
de las tasas de crecimiento de la productividad del trabajo alcanzando una media en América
Latina del 2.7 por ciento en el periodo 1980-1985(El Trabajo en el Mundo, ILO, 1993)

El contexto internacional se ha seguido desarrollando en un clima de fuerte incertidumbre y


de recesión que afecta esta vez no sólo a los países en vias desarrollo pero también a un gran
número de países industrializados del OCSE y a los países del este europeo, desmintiendo las
proyecciones relativamente más optimistas del Banco Mundial a fines de la década pasada.

Los datos relativos a los primeros años de la década de los noventa hablan también de un
aumento del desempleo en el mundo industrializado y en desarrollo (El Trabajo en el
Mundo, 1993).

Es interesante notar que en los países industrializados la proporción de la fuerza de trabajo


empleada part-time no ha dejado de aumentar (28 por ciento de aumento contra 2.4 por
ciento de aumento del empleo).

En América Latina el cuadro parece, a primera vista, menos negativo porque algunos
procesos de ajuste han producido crecimiento (3.1 por ciento en 1991), aunque cabe subrayar
que aún en este contexto la pobreza no ha dejado de aumentar (en 1990, 46 por ciento de la
población vivía bajo la línea de pobreza, es decir un 5 por ciento más elevado que en 1980).

Se ha observado una disminución del desempleo que pasa de un 10.1 por ciento en 1985 para
estabilizarse en torno a un 8 por ciento en los últimos años . Los más afectados son los
jóvenes y las mujeres. Pero por otro lado la proporción de los trabajadores del sector informal
se duplicó, en la última década llegó a representar el 53 por ciento del empleo no agrícola (40
por ciento en 1980).

En el Caribe en cambio, las tasas de desempleo se han mantenido altas.

Solamente Asia (especialmente en los NPI - Nuevos Países Industrializados) parece lograr
mantener un crecimiento económico sostenido pudiendo ofrecer un escenario de aumento del
empleo.

16
Tendencias del mercado laboral en América Latina

Recapitulando lo dicho anteriormente, América Latina ha hecho progresos desde la última


recesión. La inflación se ha mantenido bajo 100 en muchos países. El crecimiento ha sido
positivo y los inversionistas están regresando (El Trabajo en el Mundo, 1993). También en
términos de empleo se han logrado resultados, especialmente en aquellos países que iniciaron
los procesos de ajuste con anterioridad como Chile, Costa Rica y México.

El problema es que estos beneficios han sido muy mal repartidos, lo que explica el aumento
de la pobreza en el mismo período. Los más afectados son los ocupados de las áreas urbanas,
en particular los informales, los asalariados con escasa calificación, los funcionarios del
sector público, los jóvenes y las mujeres.

Los salarios siguen disminuyendo. En algunos países la caída fue dramática: en Bolivia,
Ecuador y Paraguay disminuyeron, de alrededor un 33 por ciento respecto a su valor en 1980;
en Mexico, el salario mínimo disminuyó de un 40 por ciento respecto a su valor del 1980.
Globalmente los más afectados han sido los trabajadores del sector informal que han visto
disminuir sus ingresos de más del 40 por ciento.

Ha habido también cambios significativos en la estructura de la fuerza de trabajo. Algunos de


ellos son:

- la creciente participación de las mujeres (en 1980 representaban 22 por ciento de la fuerza
de trabajo, en 1990 el 38 por ciento);
- el aumento de la calidad de la fuerza de trabajo y su subutilización porque los sectores
más propensos a utilizar personal o mano de obra calificada no están creando empleo;
- el aumento del trabajo informal: el número de trabajadores informales se ha duplicado en
la última década;
- el aumento del trabajo precario. La precariedad ha afectado también a los trabajadores
empleados en grandes empresas.

En un contexto de gran disparidad en la distribución de ingresos, de deterioro de los ingresos


reales, de mantenimiento de una fuerte tasa de desocupación abierta urbana y de incremento
del subempleo, no es sorprendente que la pobreza siga aumentando aún en condiciones de
crecimiento económico.

Políticas de reestructuración en América Latina

En América Latina existen hoy una decena de paises con procesos de reestructuración
iniciados o en marcha: Chile (1975); México, Costa Rica y Bolivia (1990); Argentina y
Venezuela (1989); Colombia y Perú (1990).

Algunos aspectos son comunes a todas las estrategias: tendencia hacia un mayor rol otorgado
al mercado y a la inserción externa a un nivel competitivo; prioridad a la estabilidad de
precios y lucha contra la inflación.

Otro elemento común a todas las experiencias es su elevado costo social: las características
del ajuste en el mercado laboral, implicaron, una distribución regresiva de los costos de dicho
ajuste, un aumento de la pobreza y el deterioro de importantes porciones de los sectores
medios, particularmente en áreas urbanas (PREALC 1990).

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El crecimiento del empleo informal constituyó, la principal variable de ajuste del mercado
laboral latinoamericano en el primer quinquenio de los 80. El aumento del desempleo y de la
informalidad fue acompañado con fuertes disminuciones de los ingresos laborales y un
rápido aumento de la precariedad del empleo, con creciente gravitación del empleo
temporario y de tiempo parcial (PREALC, 1993).

En el segundo quinquenio de los ochenta, se constata una recuperación bastante parcial:

- el desempleo abierto desciende en 1984-1989, hasta alcanzar una tasa inferior a la de


1980, pero el empleo informal sigue creciendo a un ritmo muy elevado;
- los ingresos laborales aún cuando en muchas experiencias se recuperan, permanecen a
fines de la década por debajo del nivel de 1980.

Un elemento que diferencia las estrategias adoptadas es la mayor o menor gradualidad para
inducir los cambios. La estrategia de shock tiende a provocar ajustes más drásticos en el
mercado laboral (Chile, Bolivia). El principal argumento en pro de esta estrategia es que no
da tiempo de que se organize la oposición de grupos de poder afectados. En la estrategia
gradual en cambio, el impacto sobre el mecado laboral es menos negativo y da tiempo para ir
corrigiendo decisiones de política y superando errores (Colombia, Costa Rica, México) (N.
García, 1993).

El costo social ha sido menor en los países en que se ha preferido la gradualidad (Colombia,
Costa Rica). Chile es el país que ha debido soportar los mayores costos sociales.

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CUADRO 1: PRINCIPALES COMPONENTES DE LAS ESTRATEGIAS DE
REESTRUCTURACION EN ALGUNOS PAISES LATINOAMERICANOS

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i
PREALC "Planificaciòn del Empleo"OIT, 1982 ; Farooq G.M. and Ofosu .Y "Population, Labour Force and
Employment: Concept, Trends and Policy Issues"Training in Population, Human Resources and Development Planning
n.9, Geneva, 1992.
ii
Conferencia Internacional en Estadisticas del trabajo
iii
NPI: Taiwan, China, Republica de Corea, Hon Kong, Singapour, Malasia
iv
para más detalle Capítulo xxxx
v
Es decir, países donde el costo de la mano de obra es bajo
vi
para más detalle Capítulo xxx
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