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PRINCIPIO NUMERO TRES: NO USAR VANAS REPITICIONES

Miércoles 19 enero

Texto: Mateo 6:7-8



Y al orar, no usen ustedes repeticiones sin sentido, como los gentiles,
porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería.  8  por tanto,
no se hagan semejantes a ellos; porque su Padre sabe lo que ustedes
necesitan antes que ustedes lo pidan.

¿Es posible que al decir esto Jesús también estaba pensando en los
escribas, que “por pretexto hacen largas oraciones” (Mr. 12:40; Lc.
20:47)?

Sea como sea, el Señor condena esta práctica por su carácter pagano.

No quiere decir que una oración extensa siempre sea incorrecta. Tal
posición condenaría inmediatamente las oraciones que también están en
la biblia.

Hay que recordar el motivo el Señor quiere corregir y enseñar la


verdadera motivación al orar. Los paganos repiten y repiten sus
oraciones porque piensan que mientras más larga y ruidosamente oran,
mayor será la posibilidad de éxito en la recepción de lo que desean.

La oración de los sacerdotes de Baal ofrece un ejemplo notable en el


libro de primero Reyes 18:28 Y ellos clamaban a grandes voces, y se
sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta
chorrear la sangre sobre ellos.  29  Pasó el mediodía, y ellos siguieron
gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero no
hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase.

“Invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía”. Otro


ejemplo es la ruleta de oración de los budistas tibetanos, un cilindro que
gira sobre un eje con oraciones escritas en él.

Otra ilustración el rosario, en el escapulario usado, por ejemplo, para


llevar la cuenta de diez decenas de Ave Marías, cada uno precedido de
un Padre nuestro y seguido de un Gloria? ¡Como si la aceptabilidad de
nuestras oraciones dependiera, al menos en parte, del número de
palabras que usamos o del número de oraciones que disparamos!
Hay que tener cuidado entonces con ciertas frases que, aunque sean
válidas y estén en la biblia pudiéramos caer en la repetición vanas tales
como: Padre Santo, Dios mío, en el nombre de Jesús, amado padre,
Padre celestial, si Señor, si Señor, Amen, hay poder en cristo, la sangre
de Cristo tiene pode, Dios, Dios. Entre otras...

Orar en el nombre de Jesús significa que estamos en armonía con la


voluntad de Jesús. No debe ser una frase repetitiva que usamos para
que selle e indique que, si la decimos en nuestras oraciones, entonces
Dios aprobará lo que le estamos pidiendo.

No es por la cantidad de veces que digamos una palabra o frese, si no


con la sinceridad y correcta actitud en la oración.

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