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Pablo Merino Ávila

LA
EVALUACION AMBIENTAL
DE PLANES Y PROGRAMAS

Informe de sostenibilidad ambiental y memorias ambientales


Excursus: El futuro de la sostenibilidad y el “ladrillo verde”
Ejemplos conforme a la legislacion de Cantabria

Colaborador: Eduardo Chicharro Fernández


LA EVALUACION AMBIENTAL
DE PLANES Y PROGRAMAS
Informe de sostenibilidad ambiental y memorias ambientales
Excursus: El futuro de la sostenibilidad y el “ladrillo verde”
Ejemplos conforme a la legislacion de Cantabria
Pablo Merino Ávila

LA EVALUACION AMBIENTAL
DE PLANES Y PROGRAMAS
Informe de sostenibilidad ambiental y memorias ambientales
Excursus: El futuro de la sostenibilidad y el “ladrillo verde”
Ejemplos conforme a la legislacion de Cantabria

Colaborador:
Eduardo Chicharro Fernández
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Ne plus sapite quam oportet sed sapite ad sobrietatem
(No sepáis más de lo que conviene sino sabed con sobriedad)

San Pablo, Romanos 12,3


ÍNDICE

A Pablo Merino por su libro La evaluacion ambiental de


planes y programas (Nieves Terán).......................................... 13

PRESENTACIÓN (José María Mazón Ramos) ................................ 15

I. EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y


PROGRAMAS ......................................................................... 21
1. MARCO LEGAL ............................................................... 21
1.1. Legislación Estatal ............................................. 21
1.2. Legislación Autonómica .................................... 22
2. PLANES Y PROGRAMAS SOMETIDOS A
EVALUACIÓN AMBIENTAL........................................... 24
3. CRITERIOS PARA LA DETERMINACIÓN DE
EFECTOS MEDIOAMBIENTALES ................................. 26
4. INFORME DE SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL........... 28
4.1. Definición legislativa y conceptual .................... 28
4.2. Contenido........................................................... 29

II. MEMORIA AMBIENTAL....................................................... 33


1. DEFINICIÓN LEGISLATIVA Y CONCEPTUAL ............ 33
2. CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES ............................... 35

III. CONTENIDO DE LA MEMORIA AMBIENTAL


SEGÚN MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE,
RURAL Y MARINO ............................................................... 37
1. PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA OPERATIVO .......... 38
2. ANÁLISIS DEL PROCESO DE EVALUACIÓN
AMBIENTAL..................................................................... 38
10 ÍNDICE Ávila
Pablo Merino

2.1. Tramitación de la evaluación............................. 38


2.2. Análisis y calidad del Informe de
Sostenibilidad Ambiental................................... 39
2.3. Alternativas consideradas y justificación
de la alternativa elegida ..................................... 39
2.4. Impactos ambientales significativos del plan
o programa............................................................... 40
2.5. Resultado de las consultas y de la
participación ...................................................... 41
2.6. Forma en que, tanto el informe de
sostenibilidad ambiental como el resultado
de las consultas e información pública, se
han tenido en consideración en la redacción
del plan o programa ........................................... 41
3. DETERMINACIONES FINALES A INCORPORAR
EN EL PLAN ..................................................................... 42
4. MEDIDAS DE SEGUIMIENTO AMBIENTAL ................ 42
5. CONCLUSIÓN SOBRE LA INTEGRACIÓN
DE LOS ASPECTOS AMBIENTALES EN EL PLAN ........ 42
6. ÍNDICE DE MEMORIA AMBIENTAL EN LA
COMUNIDAD DE MURCIA ............................................ 43
7. ÍNDICE DE MEMORIA AMBIENTAL EN LA
COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÓN .......................... 44
7.1. Procedimiento de Evaluación Ambiental
de Planes y Programas ....................................... 45
8. EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL DE
PROYECTOS Y ACTIVIDADES ....................................... 50
8.1. Marco Legal ........................................................ 51
8.1.1. Legislación Estatal ..................................... 51
8.1.2. Legislación Autonómica ............................. 53
8.2. Proyectos y actividades de obligado
sometimiento ..................................................... 61
8.3. Proyectos y actividades sometidas según
decisión del órgano ambiental .......................... 62
8.4. Criterios de decisión para sometimiento a
Evaluación de Impacto Ambiental .................... 63
8.4. Estudio de Impacto Ambiental .......................... 63
8.4.1. Definición legislativa y conceptual .............. 63
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL
ÍNDICE
DE PLANES Y PROGRAMAS 11

8.4.2. Contenido.................................................. 64
8.4.3. Estudio de Impacto Ambiental en las
Comunidades Autónomas .............................. 68
8.5. Declaración de Impacto Ambiental .................. 71
8.6. Procedimiento de Evaluación de Impacto
Ambiental de Proyectos y Actividades .............. 73

IV. LEY DE CANTABRIA 17/2006, DE 11 DE DICIEMBRE,


DE CONTROL AMBIENTAL INTEGRADO ....................... 77
1. NORMATIVA .................................................................... 77
2. MODELO DE SOLICITUD DE UN DOCUMENTO
DE INICIO PARA ELABORACION DEL INFORME
DE SOSTENIBILIDAD..................................................... 83

V. RECURSOS ADMINISTRATIVOS CONTRA LOS


INSTRUMENTOS DE PLANEAMIENTO
URBANÍSTICO ...................................................................... 99
1. BREVE DESCRIPCIÓN DEL PLANEAMIENTO
URBANÍSTICO........................................................................... 101
2. CLASIFICACIÓN DEL SUELO ....................................... 104
3. INSTRUMENTOS DE PLANEAMIENTO
URBANÍSTICO: NATURALEZA JURÍDICA .................. 106
4. RECURSOS ADMINISTRATIVOS CONTRA LOS
INSTRUMENTOS DE PLANEAMIENTO:
SINGULARIDADES ......................................................... 113
5. EL URBANISMO MEDIO AMBIENTAL......................... 124
6. EL INFORME DE SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL ..... 128
6.1. Definición ........................................................... 128
6.2. Contenido........................................................... 128
7. IMPACTOS AMBIENTALES............................................ 130
7.1. Metodología ....................................................... 131
7.2. Caracterización y valoración de impactos ........ 131
7.3. Clasificación ....................................................... 133
8. MEDIDAS PREVENTIVAS, CORRECTORAS Y
COMPENSATORIAS EN URBANISMO ......................... 137
8.1. Clasificación y definición de los principales
tipos de medidas ................................................ 138
12 ÍNDICE Ávila
Pablo Merino

8.2. Medidas preventivas, correctoras y


compensatorias en el planeamiento.................. 138
9. PLAN DE SEGUIMIENTO .............................................. 142
9.1. Características del Plan de Seguimiento........... 143

VII. RÉGIMEN SANCIONADOR ................................................. 147

VIII. EL LADRILLO VERDE: UN CONCEPTO DE LOS


NUEVOS DESARROLLOS INMOBILIARIOS .................... 151
1. LAS ORDENANZAS AMBIENTALES EN LOS
PLANES Y PROGRAMAS ................................................. 153
2. UNA CONCLUSION PRAGMATICA DEL
PLANEAMIENTO Y LA SOSTENIBILIDAD .................. 160

IX. LEGISLACIÓN APLICABLE ................................................ 163


Directiva 2001/42/CE del Parlamento Europeo y del Consejo,
de 27 de junio de 2001, relativa a la evaluación de los
efectos de determinados planes y programas en el
medio ambiente................................................................. 163
Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre evaluación de los efectos
de determinados planes y programas en el medio
ambiente ............................................................................ 173
Decreto 19/2010 de 18 de marzo, por el que se aprueba el
reglamento de la Ley 17/2006 de 11 de diciembre de
Control Ambiental Integrado ................................................. 195
A Pablo Merino por su libro
La evaluacion ambiental de planes y programas

La evaluación ambiental de planes y programas se concibe


como un instrumento para la toma de decisiones, adoptando la
forma de un procedimiento dirigido a integrar las consideracio-
nes medioambientales en los niveles elevados de la planificación.
En general, hay un mayoritario consenso en torno a concebir
la evaluación ambiental de los planes y programas como algo mu-
cho más allá de la mera elaboración de un informe de sostenibili-
dad ambiental. El acento se pone en el término “procedimiento”
participativo y transparente, previo a la toma de decisiones, al ob-
jeto de facilitar la integración de las consideraciones ambientales
en el desarrollo del plan o programa.
La incorporación de profesionales de las ciencias ambientales
en la formulación de planes y programas de ordenación del territo-
rio o sectoriales, permite a los encargados de la toma de decisiones
conocer, y así poder prever, corregir y mejorar, la integración de su
plan o programa en el medio que está obligado a cuidar y respetar.
Se trata en definitiva de incorporar el “cuidado” de nuestros
recursos naturales, como ya proponía Heráclito, en la toma de de-
cisiones que puedan afectarles.
Se acaban de cumplir nueve años de la aprobación de la
Directiva relativa a la Evaluación de los efectos de determinados
Planes y Programas en el medio ambiente.
14 Pablo
Nieves
Merino
Terán
Ávila

No obstante el tiempo transcurrido, asistimos habitualmente


a momentos de gran confusión sobre cómo se deben analizar y
considerar los efectos actuales y futuros de los Programas y Planes
Urbanísticos, Sectoriales y de Ordenación del Territorio.
Surgen problemas de escalas, de definición, de documenta-
ción y cartografía a integrar..., de cómo evaluar alternativas que,
en muchos caso, no existen, porque la decisión de cómo orde-
nar el territorio o la localización de usos (residenciales, industria-
les...), o las actividades o infraestructuras (carreteras, redes de
transporte de energía...,etc) están ya tomadas, en muchos casos
habiendo tenido únicamente en cuenta razones de viabilidad eco-
nómica o técnica.
Este documento centra, con claridad y gran rigor jurídico, los
objetivos y los criterios medioambientales a considerar en la ela-
boración de Planes y Programas y en la evaluación de sus efectos,
con arreglo a los mejores estándares internacionales.
Es por tanto un documento enormemente útil, que todos es-
tábamos esperando, en el que la sencillez de la exposición, ayu-
da a clarificar el panorama actual de la elaboración y evaluación
medioambiental de los Planes y Programas.
Por su contribución a la consideración de los efectos ecoló-
gicos en la toma de decisiones y, en definitiva, por su aportación
al cuidado de nuestro medio ambiente, mi más sincero agradeci-
miento a su autor.

Nieves Terán
Viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno Vasco
PRESENTACIÓN

Tener la oportunidad de prologar un libro de carácter jurídi-


co sobre temas ambientales es, sin duda, asumir el reto de abordar
en unas pocas líneas aspectos de una de las materias más impor-
tantes de discusión de este comienzo de siglo: el medio ambiente
como eje central del desarrollo de la sociedad.
Por eso cuando Pablo Merino me pidio que realizase esta pre-
sentación de su estudio sobre la Evaluación Ambiental de Planes
y Programas, tema del que por cuestión competencial me ocupo
en el Gobierno de Cantabria, tuve mis dudas. Sin embargo éstas
se vieron rapidamente disipadas al comprobar el rigor y la calidad
del trabajo realizado, al amparo de la experiencia teórica y prácti-
ca del autor en la materia y su excelente formación académica.
Por lo que a la obra que tenemos en nuestras manos se refiere
hay que señalar que la Evaluación Ambiental Estratégica no es
una materia sustancialmente juridica sino que se refiere a una
gama de enfoques analíticos y participativos que buscan integrar
las consideraciones ambientales en los planes, políticas y progra-
mas, y evaluar sus interconexiones con las consideraciones econó-
micas y sociales.
Es, por tanto, como una familia de enfoques que utiliza una
variedad de herramientas, en lugar de un único enfoque, fijo. Una
buena Evaluación Ambiental Estratégica se adapta y configura de
acuerdo al contexto en que se aplica. como un continuum de cre-
ciente integración: en un extremo, el fin principal es integrar el
16 José
Pablo
María
Merino
MazónÁvila
Ramos

medioambiente junto con las preocupaciones económicas y socia-


les; en el otro extremo, el énfasis recae sobre la plena integración
de todos estos factores ambientales, sociales y económicos en una
evaluación de su sostenibilidad.
En el caso concreto que nos ocupa, es decir, la evaluación am-
biental aplicada a planes y programas, debe usarse un enfoque
estructurado para integrar las consideraciones ambientales, inclu-
yendo etapas clave como el análisis del contexto, el estudio con los
interesados implicados; la información sobre la toma de decisio-
nes, la influencia en su proceso y finalmente la implementación
y la evaluación. Si a esto añadimos que en el caso de los planes y
programas existe un evidente nivel de influencia de las decisiones
políticas, se requerirá además una particular concentración en el
contexto político, institucional y de gobernanza que subyace bajo
los procesos de toma de decisiones, por lo que nos encontramos
ante un instrumento de gran relevancia jurídico-político a la hora
de determinar las políticas de desarrollo.
Esta exigencia en relación con las actividades que pudieran
causar impacto negativo sobre el medio ambiente no es nueva.
Apareció en el marco internacional en la Conferencia de Naciones
Unidas sobre Medio Ambiente Humano, celebrada en Estocolmo
en 1972, y posteriormente en la Conferencia de Naciones Unidas
sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro
en 1992. De ellas nacen buena parte de los tratados internacio-
nales en materia de medio ambiente y desarrollo sostenible, in-
cluido también el derecho ambiental español y comunitario. Y
sustentan el dilema con el que nos hemos enfrentado desde el
punto de vista ambiental. La evalución ambiental ha mostrado sus
carencias cuando se trata de evitar o corregir los efectos ambien-
tales en el caso de las tomas de decisión de las fases anteriores a la
de proyectos.
Por ello, se ha hecho necesario establecer una herramienta
que permitiera actuar de una forma estratégica en tales fases para
alcanzar un elevado nivel de protección del medio ambiente y pro-
mover el desarrollo sostenible en su triple dimensión económica,
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL
PRESENTACIÓN
DE PLANES Y PROGRAMAS 17

social y ambiental, a través de un proceso continuo de evaluación


en el que se garantice la transparencia y la participación
Estamos por tanto ante una materia compleja, que abarca nu-
merosos campos del conocimiento y farragosa en su aplicación
práctica. Por todo ello el libro de Pablo Merino puede convertirse
en un instrumento fundamental para navegar por la procelosas
aguas de la evaluación del impacto ambiental, constituyendo una
guía básica de referencia para todos los operadores que trabaja-
mos en este campo.
Sólo nos queda aplicarlo.

José María Mazón Ramos


Consejero de Obras Públicas,
Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo
Gobierno de Cantabria
EVALUACIÓN AMBIENTAL

El Artículo 45 de nuestra Constitución dentro del Capitulo III, “De


los Principios Rectores de la Política Social y Económica”, define:
“1.- Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente
adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de
conservarlo.
2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos
los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la
vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indis-
pensable solidaridad colectiva.
3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en
los términos que la Ley fije se establecerán sanciones penales o, en
su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño
causado”.
El desarrollo acontecido en los países industrializados, espe-
cialmente en los últimos 40 años, ha dado lugar a una serie de
cambios o transformaciones políticas, culturales, científicas, tec-
nológicas, económicas, sociales y medioambientales. En este sen-
tido, surgió el concepto de desarrollo sostenible, con el que se
pretende compatibilizar el continuo crecimiento económico, con
la equidad social y con la protección y correcta administración del
medio ambiente.
La población, cada día más, reclama un medio ambiente sano,
pues se trata del lugar donde crece y de donde obtiene sus recur-
sos, por lo que ha entendido que debe proteger la naturaleza de
20 Pablo Merino Ávila

cualquier amenaza, para no poner en peligro las potenciales fuen-


tes de desarrollo. Por ello, lo ambiental se ha ido convirtiendo en
un problema global.
Con esta filosofía, la política ambiental europea creó un
instrumento de planificación, al que denominó Evaluación de
Impacto Ambiental1, con el que se trata de evitar, con anteriori-
dad a que se produzca, diversos efectos negativos que, sobre el
medio ambiente, puede tener un determinado proyecto. Se trata
de prevenir frente a corregir, de evitar frente a afrontar.
Esta técnica introdujo la variable ambiental en la toma de de-
cisiones sobre el desarrollo de determinadas actividades, evaluan-
do, desde un punto de vista ambiental (no sólo social y econó-
mico), los efectos de un proyecto sobre el medio ambiente, con
el fin de proteger la salud humana, mejorar la calidad de vida,
contribuir al mantenimiento de las especies, etc.
Con el paso de los años se vio que, aunque la evaluación de
impacto ambiental es un instrumento eficaz para la consecución
de un desarrollo sostenible, presentaba carencias en el caso de
evitar o corregir los efectos ambientales en fases anteriores a la
de los proyectos. Es decir, decisiones que afectaban a los planes y
programas de los que derivaban los proyectos no eran evaluadas
y, por tanto, la reducción de los efectos negativos sobre el medio
ambiente no alcanzaba su máximo. Por este motivo, se creó un
nuevo instrumento denominado Evaluación Ambiental de Planes
y Programas o Evaluación Ambiental Estratégica. Al igual que su-
cede con la Evaluación de Impacto Ambiental, el objetivo de este
instrumento es prevenir los efectos negativos y conseguir la inte-
gración de la protección del medio ambiente en las diferentes po-
líticas sectoriales, y garantizar así un desarrollo sostenible.

1
Directiva 85/337/CEE del Consejo, de 27 de Junio de 1985 relativa a
la evaluación de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio am-
biente. Diario Oficial NºL 175 de 05/07/1985 P.0040-0048
—I—
EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES
Y PROGRAMAS

Según la legislación vigente, se entiende por Evaluación Ambiental


de un plan o programa al proceso que permite la integración de los
aspectos ambientales en los planes y programas, mediante la prepa-
ración del informe de sostenibilidad ambiental, de la celebración de
consultas, de la consideración del informe de sostenibilidad ambien-
tal, de los resultados de las consultas y de la memoria ambiental, y del
suministro de información sobre la aprobación de los mismos.
La Evaluación Ambiental de planes y programas, también
conocida como Evaluación Ambiental Estratégica, es, por tanto,
un instrumento de prevención que permite integrar los aspectos
ambientales en la toma de decisiones de planes y programas, en-
tendiendo éstos como un conjunto de estrategias, directrices y
propuestas que prevé una Administración Pública para satisfacer
necesidades sociales y que no pueden ejecutarse directamente,
sino a través del desarrollo de un conjunto de proyectos.

1. MARCO LEGAL

1.1. Legislación Estatal


La normativa estatal de aplicación a la evaluación ambiental de
planes y programas, deriva de la transposición al ordenamiento ju-
22 Pablo Merino Ávila

rídico español de la Directiva 2001/42/CE del Parlamento Europeo


y del Consejo, de 27 de junio de 2001, relativa a la Evaluación de los
efectos de determinados Planes y Programas en el medio ambien-
te. Se trata de la Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre Evaluación de los
efectos de determinados Planes y Programas en el Medio Ambiente
y, en ella, se establece la regulación de la Evaluación Ambiental de
Planes y Programas, ya sean de carácter público o privado. Su obje-
tivo es promover un desarrollo sostenible, a la vez que se consigue
un elevado nivel de protección del medio ambiente, y se contribuye
a una mejor integración ambiental de los planes y programas que
se realicen en el territorio nacional, y que puedan tener efectos sig-
nificativos sobre el medio ambiente.
En esta ley se describen los planes y programas objeto de eva-
luación ambiental y se determina el procedimiento a seguir hasta
su aprobación final, persiguiendo la integración de todos los as-
pectos ambientales en el plan o programa en cuestión.
Organismos públicos implicados en la Evaluación Ambiental
de planes y programas
En base a la legislación vigente de Evaluación Ambiental es-
tratégica, se define como:
Órgano promotor: órgano de una Administración pública, es-
tatal, autonómica o local, que inicia el procedimiento para la ela-
boración y adopción de un plan o programa y, en consecuencia,
debe integrar los aspectos ambientales en su contenido a través de
un proceso de evaluación ambiental.
Órgano ambiental: órgano de la Administración pública que en
colaboración con el órgano promotor vela por la integración de los
aspectos ambientales en la elaboración de los planes o programas.

1.2. Legislación Autonómica


Desde la aprobación de la Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre
Evaluación de los efectos de determinados Planes y Programas en
el Medio Ambiente, varias Comunidades Autónomas han traba-
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 23

jado en la elaboración de una normativa que asumiera los princi-


pios y objetivos establecidos en la norma estatal.
En estos momentos las Comunidades Autónomas que cuentan
con una normativa que integra los principios de la ley estatal son:
— Andalucía- Ley 7/2007, de 9 de julio, de Gestión Integrada
de la Calidad Ambiental.
— Aragón- Ley 7/2006, de 22 de junio, de Protección
Ambiental.
— Cantabria- Ley 17/2006, de 11 de diciembre, de Control
Ambiental Integrado.
— Castilla-La Mancha- Ley 4/2007, de 1 de octubre, de
Evaluación Ambiental.
— Islas Baleares- Ley 11/2007, de 14 de septiembre,
de Evaluación de Impacto Ambiental y Evaluaciones
Ambientales Estratégicas.
— Galicia- Ley 6/2007, de 11 de mayo, de Medidas Urgentes
en materia de Ordenación del Territorio y del Litoral.
— Castilla y León- Informe de la Dirección General de Vivienda,
Urbanismo y Ordenación del Territorio para la aplicación de
la Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre Evaluación de los Efectos
de determinados Planes y Programas en el Medio Ambiente,
a los Instrumentos de Planeamiento Urbanístico.
Las normativas autonómicas, al partir de la base de lo esta-
blecido por la normativa estatal, permiten una mayor profundiza-
ción en el proceso de evaluación ambiental, definiendo de forma
más precisa plazos, momento en el que se debe evaluar el plan o
programa, así como los organismos implicados, entre otros aspec-
tos. De forma concreta, destacan las Comunidades de Andalucía,
Aragón, Islas Baleares, Galicia y Castilla y León, pues tienen un
articulado específico para la evaluación ambiental de los instru-
mentos de planeamiento urbanístico.
Si bien hay Comunidades Autónomas que no tienen legisla-
ción específica derivada de la normativa estatal, alguna de ellas
se anticiparon a ésta, y desarrollaron su propia normativa de
24 Pablo Merino Ávila

Evaluación Ambiental de Planes y Programas asumiendo los prin-


cipios y objetivos de la Directiva 2001/42/CE, de 27 de junio,
relativa a la Evaluación de los Efectos de determinados Planes y
Programas en el Medio Ambiente. Se trata de las siguientes:
— La Rioja- Ley 5/2002, de 8 de octubre, de Protección del
Medio Ambiente.
— Madrid- Ley 2/2002, de 19 de junio, de Evaluación
Ambiental.
— Navarra- Ley 4/2005, de 22 de marzo, de Intervención
para la Protección Ambiental.
— País Vasco- Decreto 183/2003, de 22 de julio, por el que
se Regula el Procedimiento de Evaluación Conjunta de
Impacto Ambiental.

2. PLANES Y PROGRAMAS SOMETIDOS A EVALUACIÓN


AMBIENTAL
En el artículo 3 de la Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre
Evaluación de los efectos de determinados Planes y Programas en
el Medio Ambiente, se establecen dos requisitos para que los pla-
nes y programas sean sometidos a evaluación ambiental: que se
elaboren o aprueben por una Administración pública; y que su
elaboración y aprobación venga exigida por una disposición legal
o por acuerdo del Consejo de Ministros o del Consejo de gobier-
no de una Comunidad Autónoma.
Asimismo, en el artículo 3.2 de la citada ley, se establece que
los planes y programas sometidos a evaluación ambiental son los que cons-
tituyan el marco para la futura autorización de proyectos sometidos a eva-
luación de impacto ambiental y que estén relacionados con la agricultura,
ganadería, silvicultura, acuicultura, pesca, energía, industria, minería,
transporte, gestión de residuos, gestión de recursos hídricos, ocupación
del dominio público marítimo-terrestre, telecomunicaciones, turismo, or-
denación del territorio urbano y rural, o el uso del suelo.
También incluye todos aquellos planes que requieran una
Evaluación, conforme a la normativa reguladora de la Red Natura
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 25

2000, que era la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación


de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, y que
recientemente ha sido derogada por la Ley 42/2007, de 13 de di-
ciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Se entiende que todos los planes o programas mencionados
con anterioridad tienen efectos significativos sobre el medio am-
biente y, por ello, están obligados a someterse al proceso de eva-
luación ambiental.
Asimismo, la citada ley también establece que las revisiones
o modificaciones de los planes y programas de las citadas áreas,
también serán objeto de evaluación ambiental.
Por el contrario, la ley deja fuera de la evaluación ambiental
aquellos planes y programas que tengan como único objetivo la
defensa nacional o la protección civil en casos de emergencia y los
planes de tipo financiero o presupuestario.
Por último, la Ley precisa que algunos planes o programas de-
ben ser estudiados caso por caso para determinar si deben o no so-
meterse a evaluación ambiental, en función de si puede tener efec-
tos significativos o no en el medio ambiente. Estos planes son:
a) Los planes y programas que establezcan el uso de zonas de
reducido ámbito territorial. Entendiendo por tales aque-
llas que por “sus escasas dimensiones el nivel de protección del
medio ambiente y la integración ambiental pueden conseguirse de
forma similar, bien mediante la aplicación de la evaluación am-
biental de un plan o programa, bien mediante la aplicación de la
evaluación de impacto ambiental de los proyectos que lo realizan”.
b) Las modificaciones menores de planes y programas.
Entendiéndose por tales, “cambios en las características de los
planes o programas ya aprobados o adoptados que no constituyen
variaciones fundamentales de las estrategias, directrices y propues-
tas o de su cronología pero que producen diferencias en las caracte-
rísticas de los efectos previstos o de la zona de influencia”.
c) Los planes y programas distintos de los mencionados
(agricultura, ganadería, etc).
26 Pablo Merino Ávila

En relación a las Comunidades Autónomas con legislación


propia destaca:
— Andalucía, por ampliar el listado de materias desglosan-
do las referentes a la ordenación del territorio (Planes
Generales de Ordenación Urbana, Planes de Ordenación
Intermunicipal, Planes Especiales en suelo no urbanizable,
Planes de Sectorización, Planes de desarrollo cuando no
hayan sido objeto de Evaluación de Impacto Ambiental,
Proyectos de Urbanización que deriven de planes no so-
metidos a Evaluación de Impacto Ambiental).
— Islas Baleares, ya que desglosa los planes referentes a la or-
denación del territorio, diferenciando entre la Planificación
Territorial (Directrices de Ordenación Territorial, Planes
Territoriales Insulares, Planes Directores Sectoriales) y la
Planificación Urbanística (Planes Generales de Ordenación
Urbana, Normas Subsidiarias, Planes Parciales y Planes
Especiales).
— Aragón, porque especifica que se someterán a evaluación
ambiental, previo a su análisis caso por caso, los planes ur-
banísticos de modificaciones menores del planeamiento
urbanístico general que afecten al suelo no urbanizable o
al suelo urbanizable no delimitado, y los Planes Parciales
cuyo ámbito de ocupación sea mayor a 50 hectáreas que
afecten al suelo urbanizable no delimitado.
— Galicia, porque su ley se centra exclusivamente en la evalua-
ción ambiental de instrumentos de ordenación del territo-
rio y de planeamiento urbanístico, sin entrar a mencionar el
resto de planes o programas contemplados en la ley estatal.

3. CRITERIOS PARA LA DETERMINACIÓN DE EFECTOS


MEDIOAMBIENTALES

La Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre Evaluación de los efectos


de determinados Planes y Programas en el Medio Ambiente, esta-
blece que serán objeto de evaluación ambiental aquellos planes y
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 27

programas que puedan tener efectos significativos sobre el medio


ambiente.
Para entender qué son efectos significativos sobre el medio
ambiente, la ley contempla una serie de criterios, recogidos en el
anexo II, en los que el órgano ambiental debe basarse para deter-
minar si un plan o programa debe ser objeto de evaluación am-
biental. La decisión a la que se llegue deberá hacerse pública y
contendrá los motivos de la decisión adoptada.
Los planes y programas, a los que son de aplicación estos
criterios, son aquellos que se establezcan en zonas de reducido
ámbito territorial, las modificaciones menores de planes y pro-
gramas y todos aquellos distintos de los explícitamente citados
en la ley.
Los criterios establecidos para determinar si un plan o pro-
grama debe someterse a evaluación ambiental, tienen que ver, por
un lado, con las características del propio plan o programa y, por
otro, con las características de los posibles efectos y del área afec-
tada. Los criterios relacionados con las características del plan o
programa son:
1) La medida en que el plan o programa establece un marco
para proyectos y otras actividades con respecto a la ubicación, la
naturaleza, las dimensiones, las condiciones de funcionamiento o
mediante la asignación de recursos.
2) La medida en que el plan o programa influye en otros pla-
nes o programas, incluidos los que estén jerarquizados.
3) La pertinencia del plan o programa para la integración de
consideraciones ambientales, con el objeto, de promover el desa-
rrollo sostenible.
4) Problemas ambientales significativos detectados relacio-
nados con el plan o programa.
5) La pertinencia del plan o programa para la implantación
de la legislación comunitaria o nacional en materia de medio
ambiente.
28 Pablo Merino Ávila

Respecto a los criterios relacionados con los posibles efectos o


el área afectada se tendrá en cuenta:
1) La probabilidad, duración, frecuencia y reversibilidad de
los efectos.
2) El carácter acumulativo de los efectos.
3) Los riesgos para la salud humana o el medio ambiente.
4) La magnitud y el alcance espacial de los efectos.
5) El valor y la vulnerabilidad del área probablemente afec-
tada a causa de:
a. Las características naturales especiales o el patrimo-
nio cultural.
b. La superación de estándares de calidad ambiental o
de valores límite.
c. La explotación intensiva del suelo.
d. Los efectos en áreas o paisajes con rango de protec-
ción reconocido en los ámbitos nacional, comunita-
rio o internacional.

4. INFORME DE SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL

4.1. Definición legislativa y conceptual


El Informe de Sostenibilidad Ambiental, se define según el
artículo 2 e) de la Ley 9/2006, de 27 de abril, sobre Evaluación
de los efectos de determinados Planes y Programas en el Medio
Ambiente, como el “informe elaborado por el órgano promotor que, sien-
do parte integrante del plan o programa, contiene la información requeri-
da en el artículo 8 y en el anexo I”.
Debido a que todo el proceso de tramitación de un Plan o
Programa, que incluye al Informe de Sostenibilidad Ambiental,
está sometido a información pública, éste debe estar redactado en
términos comprensibles o al menos incluir un resumen de todo
el contenido del mismo con un lenguaje no técnico y accesible a
todo el mundo.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 29

4.2. Contenido
Previo a la elaboración del Informe de Sostenibilidad
Ambiental (ISA), la ley establece que debe iniciarse el procedi-
miento de Evaluación ambiental de un plan o programa, median-
te una fase de consultas a las Administraciones implicadas.
El inicio de este procedimiento tiene como objeto solicitar al
órgano ambiental competente el Documento de Referencia, do-
cumento que servirá de base para la elaboración del Informe de
Sostenibilidad Ambiental, ya que recoge el alcance y contenido
que éste debe tener.
Para el Inicio de Procedimiento se debe elaborar un docu-
mento cuyo contenido mínimo será:
— Objetivos, alcance y contenido de la planificación.
— Desarrollo previsible del plan o programa.
— Efectos ambientales previsibles.
— Efectos ambientales previsibles sobre elementos estraté-
gicos, y sobre otros instrumentos de planificación terri-
torial en los que quede incluida la zona objeto del plan o
programa, etc.
Algunas Comunidades Autónomas, como Castilla-La Mancha,
incluyen en este documento de inicio también un apartado refe-
rente a las alternativas, que se han barajado en la elaboración del
plan o programa.
El contenido del Informe de Sostenibilidad Ambiental viene
determinado, en primer lugar por el artículo 8 y el anexo I de
la Ley 9/2006, de 27 de abril, sobre Evaluación de los efectos de
determinados Planes y Programas en el Medio Ambiente y en se-
gundo lugar, por el Documento de Referencia elaborado por el
órgano ambiental competente.
En el artículo 8, se recoge de forma muy general cuál debe ser
el contenido del Informe de Sostenibilidad Ambiental, todo ello
teniendo en cuenta:
30 Pablo Merino Ávila

a) Los conocimientos y métodos de evaluación existentes.


b) El contenido y nivel de detalle del plan o programa.
c) La fase del proceso de decisión en que se encuentra.
d) La medida en que la evaluación de determinados aspec-
tos necesita ser complementada en otras fases de dicho
proceso, para evitar su repetición.
El Anexo I de la ley especifica que el Informe de Sostenibilidad
Ambiental debe contener, al menos, la siguiente información:
1) Contenido, objetivos del plan o programa y relación con
otros planes o programas.
2) Situación actual del medio ambiente y evolución del mis-
mo en caso de no aplicación del plan.
3) Características ambientales de las zonas que puedan verse
afectadas de manera significativa por el plan o programa.
4) Problemas ambientales existentes relevantes para el plan
o programa, considerando especialmente aquellos que
puedan estar relacionados con la legislación aplicable a
espacios naturales y especies protegidas.
5) Objetivos de protección ambiental fijados por la legisla-
ción internacional, comunitaria o nacional, que guarden
relación con el plan o programa.
6) Probables efectos significativos sobre el medio ambiente de-
rivados de la aplicación del plan, en concreto para la biodi-
versidad, la población, la salud humana, la fauna, la flora, la
tierra, el agua, el aire, los factores climáticos, el paisaje, etc.
7) Medidas previstas para prevenir, reducir y eliminar, en
la medida de lo posible, los impactos negativos deriva-
dos de la aplicación del plan o programa sobre el medio
ambiente.
8) Resumen de las razones de selección de las alternativas
previstas.
9) Medidas previstas para el seguimiento de los efectos so-
bre el medio ambiente de la aplicación de los planes o
programas.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 31

10) Resumen no técnico, del Informe de Sostenibilidad


Ambiental.
11) Viabilidad económica de las alternativas y medidas de
prevención y reducción de los efectos negativos del plan
o programa.
Puesto que el Documento de Referencia se elabora en base al
contenido de un plan o programa concreto sobre un territorio y
sus particularidades, el Informe de Sostenibilidad Ambiental debe
incluir todos aquellos aspectos que en él se mencionen, ya que el
contenido que establece el anexo I de la ley, es muy genérico y
poco concreto.
El Informe de Sostenibilidad Ambiental debe seguir una es-
tructura lógica, que muestre el desarrollo que se ha seguido en la
toma de decisiones tanto de este documento como del plan o pro-
grama. Por ello, al inicio se expondrán los objetivos del plan, para
a continuación pasar a describir las características ambientales
(medio físico y biológico así como socioeconómico) del territorio
sobre el que se prevé se desarrolle el plan y conocer, a priori, qué
problemas ambientales pueden estar sucediendo ya. Una vez co-
nocido el contenido del plan y el estado de conservación del me-
dio ambiente, con sus consideraciones iniciales, se pueden identi-
ficar los efectos más importantes que él primero puede ocasionar
sobre el segundo. Conocidos los principales impactos, se deben
proponer una serie de medidas dirigidas a reducir o eliminar los
impactos negativos, y deben ser cuantificadas económicamente,
con el objeto de determinar su viabilidad y por tanto, su posibili-
dad de ser llevadas a cabo.
Aunque la propuesta de alternativas a un plan o programa no
siempre tiene sentido, dependiendo del tipo de plan o programa
de que se trate, se debe incluir un resumen de las alternativas que
se han barajado durante la elaboración del plan y su evaluación,
con el fin de seleccionar siempre aquella que resulte menos desfa-
vorable desde el punto de vista ambiental.
— II —
MEMORIA AMBIENTAL

1. DEFINICIÓN LEGISLATIVA Y CONCEPTUAL

El origen del concepto de “Memoria Ambiental”, desde el


punto de vista legislativo surge a raíz de la aprobación de la Ley
9/2006, de 28 abril, sobre Evaluación de los efectos de determi-
nados planes y programas en el medio ambiente, donde en su ar-
tículo 2 se define como el “documento que valora la integración de los
aspectos ambientales realizada durante el proceso de evaluación, así como
el informe de sostenibilidad ambiental y su calidad, el resultado de las con-
sultas y cómo éstas se han tomado en consideración, además de la previ-
sión sobre los impactos significativos de la aplicación del plan o programa,
y establece las determinaciones finales”. Por otro lado, su presencia en
los procedimientos de evaluación ambiental viene determinada
por el artículo 7, donde se enuncia que “la legislación reguladora
de los planes y programas introducirá en el procedimiento administrativo
aplicable para su elaboración y aprobación un proceso de evaluación am-
biental en el que el órgano promotor integrará los aspectos ambientales y
que constará de las siguientes actuaciones:
1) La elaboración de un informe de sostenibilidad ambien-
tal, cuya amplitud, nivel de detalle y grado de especifica-
ción será determinado por el órgano ambiental.
2) La celebración de consultas.
3) La elaboración de la memoria ambiental.
34 Pablo Merino Ávila

4) La consideración del informe de sostenibilidad ambien-


tal, del resultado de las consultas y de la memoria am-
biental en la toma de decisiones.
5) La publicidad de la información sobre la aprobación del
plan o programa”
Además, tal y como se expone en el artículo 12, “la memoria am-
biental es preceptiva y se tendrá en cuenta en el plan o programa antes de su
aprobación definitiva. Será realizada, en el ámbito de la Administración
General del Estado, de acuerdo con lo establecido en el artículo 22 y, en el
ámbito de las Comunidades Autónomas, por el órgano u órganos que éstas
determinen, y, en todo caso, con el acuerdo del órgano ambiental”.
Desde un punto de vista más práctico, la Memoria Ambiental
se puede entender como aquel documento informativo y justifica-
tivo de la solución adoptada en un determinado plan o programa,
donde se revisan, de manera resumida, los condicionantes ambien-
tales que se detallan en el Informe de Sostenibilidad Ambiental de
dicho plan, junto con los resultados obtenidos de la fase de con-
sultas y participación pública, determinando cómo este conjunto
influye en la propuesta de ejecución y exponiendo finalmente unas
conclusiones sobre la viabilidad ambiental del mismo.
Su objetivo es exponer, de manera concisa, las características
del plan o programa a una persona que no necesariamente tiene
que tener conocimientos técnicos en la materia, actuando como
un resumen completo del plan o programa en cuestión.
La memoria debe contener un extracto de todos los conteni-
dos desarrollados en el plan o programa, bien sean administrati-
vos o técnicos, principalmente desde un punto de vista ambien-
tal, explicados de tal forma que cualquier persona involucrada o
afectada por su ejecución sea capaz de tener una idea clara del
mismo.
Si es necesario explicar de una manera más detallada alguno
de los contenidos del plan o programa, se procederá a la introduc-
ción de unos anejos a la memoria, que de manera independiente
expongan cada tema de una forma más exhaustiva.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 35

2. CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES

Con el fin de que la Memoria Ambiental cumpla con los obje-


tivos para los que está destinada, debe poseer una serie de caracte-
rísticas que se describen a continuación:

Claridad de expresión
La Memoria está destinada a un público muy variado (inge-
nieros, arquitectos, asociaciones de vecinos, grupos ecologistas,
etc.), por lo que no se debe abusar de los tecnicismos, y, en el caso
de existir, se debe incluir una definición o descripción del proce-
so que lo explique, incorporando planos esquemáticos, ilustracio-
nes, fotografías, etc., si fuera preciso.

Extensión reducida y concisa


La extensión de la Memoria será acorde a la complejidad del
plan o programa, aunque se debe tender a la concreción, apare-
ciendo en la memoria las reseñas más significativas de cada aparta-
do. Si hay que incluir temas que conlleven un desarrollo complejo,
se procederá a divulgarlos en forma de anejos, con el fin de que la
memoria propiamente dicha tenga una extensión reducida.

Fidelidad
La Memoria debe ser fiel tanto en los conceptos descritos
como en la adaptación de estos al plan o programa en estudio,
cuidándose la exactitud en todos los términos de cada apartado y
manteniendo las premisas de claridad y concisión antes descritas.

Globalizadora
La Memoria debe ser un documento que englobe y coordi-
ne todos los documentos ambientales del plan o programa. Debe
36 Pablo Merino Ávila

mantener una estructura adecuada y similar a la aplicada al con-


junto del plan y seguir un orden lógico, que puede coincidir con
el desarrollo temporal de los trabajos.
Debe incluir, tanto un índice propio, como referencias de to-
dos los documentos que contenga el plan o programa, con el ob-
jetivo de poder localizar la información necesaria de una manera
rápida y efectiva.
— III —
CONTENIDO DE LA MEMORIA AMBIENTAL
SEGÚN MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE,
RURAL Y MARINO

La Memoria Ambiental es la culminación del proceso de diseño


del plan o programa donde se recoge, con estructura de documento
técnico, un resumen del procedimiento de evaluación ambiental.
La estructura de la memoria puede variar según el autor y el
plan o programa a evaluar, pero básicamente, y como expuso el
Subdirector General de Evaluación Ambiental del Ministerio de
Medio Ambiente, en el Congreso Nacional de Medio Ambiente
(CONAMA) del año 2006, un índice a seguir podría ser:
a) Presentación del programa operativo.
b) Análisis del proceso de evaluación ambiental.
— Tramitación de la evaluación.
— Análisis y calidad del Informe de Sostenibilidad
Ambiental.
— Alternativas consideradas y justificación de la alter-
nativa elegida.
— Impactos ambientales significativos del plan o
programa.
— Resultado de las consultas y de la participación.
— Forma en que, tanto el informe de sostenibilidad
ambiental como el resultado de las consultas e infor-
38 Pablo Merino Ávila

mación pública, se han tenido en consideración en


la redacción del plan o programa.
c) Determinaciones finales a incorporar en el plan.
d) Medidas de seguimiento ambiental.
e) Conclusión sobre la integración de los aspectos ambien-
tales en el plan.
A continuación se detallan cada uno de los apartados que for-
marían parte del documento de Memoria Ambiental.

1. PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA OPERATIVO

En este epígrafe se detalla de la forma más concreta posible


las características básicas del plan o programa motivo de evalua-
ción, describiéndose su objeto y finalidad, el tipo de plan o pro-
grama, datos relativos al ámbito y alcance, la normativa vigente a
la que acogerse y un esquema de los proyectos que se prevé ejecu-
tar para llevarlo a cabo.

2. ANÁLISIS DEL PROCESO DE EVALUACIÓN AMBIENTAL

En este apartado se recopilan los procedimientos seguidos en


el desarrollo de la evaluación ambiental. Al ser un epígrafe com-
plejo es recomendable subdividirlo en:

2.1. Tramitación de la evaluación


Se informa acerca de los antecedentes que ha seguido el plan
o programa desde su inicio, indicando la fecha de registro del or-
ganismo que recibe cada uno de los informes o documentos, y
la publicación realizada, por los organismos públicos, en los co-
rrespondientes boletines cada una de las fases que comprenden
la evaluación.
El proceso de Evaluación Ambiental se describe en un capítu-
lo más adelante, pero de manera general, la tramitación habitual
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 39

que sigue todo plan previamente a la redacción de la memoria


ambiental es:
1. Presentación del Avance del Plan o Programa.
2. Inicio del trámite de consultas previas para la redacción
del Documento de Referencia.
3. Aprobación previa del plan por el órgano promotor.
4. Envío de la aprobación previa del Plan junto con el Informe
de Sostenibilidad Ambiental al órgano ambiental.
5. Inicio del proceso de Información Pública.
6. Registro del Informe de Resultado de la Información
Pública y del Periodo de Consultas.

2.2. Análisis y calidad del Informe de Sostenibilidad


Ambiental
En este apartado se valora el Informe de Sostenibilidad Ambiental
presentado, tanto en su adecuación al contenido del anexo I de la
ley, como a la adecuación y alcance del plan, examinando los aparta-
dos más significativos de dicho informe e indicando, que apartados
deben ser completados como resultado del Informe de Resultado de
la Información Pública y del Periodo de Consultas.

2.3. Alternativas consideradas y justificación de la alternati-


va elegida
Todo plan o programa debe presentar más de una alternativa
de ejecución, con el fin de verificar que se han estudiado todos
los condicionantes que se pueden dar a la hora de llevar a cabo su
puesta en marcha, primordialmente los condicionantes que afec-
tan al medio ambiente, incluyendo a la población afectada, y qué,
de este concienzudo estudio se ha seleccionado la alternativa más
adecuada.
Por ello, en este apartado se presentan el conjunto de alter-
nativas estratégicas básicas consideradas (mantenimiento de la si-
40 Pablo Merino Ávila

tuación actual o alternativa cero, estrategia continuista, estrategia


de potenciación y desarrollo, etc.), para una vez escogida una de
estas, desarrollar un conjunto de alternativas de ejecución, valo-
rando sus pros y contras en cada caso.
Una vez catalogadas las alternativas, se escoge la más adecuada
justificando el porqué de esta elección (menor impacto ambien-
tal, mayor activación socioeconómica de la zona, necesidad de
modernización de las infraestructuras, etc.). Se puede presentar
una tabla resumen con la valoración obtenida por cada alternati-
va, en base a una catalogación numérica de los posibles impactos y
la posibilidad o no de ejecutar medidas preventivas o correctoras.

2.4. Impactos ambientales significativos del plan o programa


Mientras que en el Informe de Sostenibilidad Ambiental es
necesario describir todos los posibles impactos ambientales, que
puede provocar la ejecución de la alternativa seleccionada de un
determinado plan o programa. En este punto de la memoria solo
deben destacarse los impactos realmente significativos, bien sea
sobre el medio físico, el medio biológico o el medio socioeconó-
mico, teniendo en cuenta cada una de las fases de desarrollo del
plan (fase de construcción o ejecución, fase de funcionamiento y
fase de abandono).
Con el propósito de dar una idea más visual de los posibles
impactos y su importancia relativa frente al medio ambiente de la
zona objeto de estudio, se puede adjuntar una matriz de impacto
a modo de resumen, utilizando para su identificación el cruce de
acciones y elementos, caracterizándolos como positivos – negati-
vos, directos – indirectos, permanentes – temporales, reversibles
– irreversibles, a corto/medio/largo plazo, sinérgicos – acumula-
tivos, etc.
Con el fin de enfocar la memoria desde el punto de vista de
“problema-solución” se puede incorporar, en este apartado, el
conjunto de medidas preventivas, correctoras y compensatorias
desarrolladas en el Informe de Sosteniblidad Ambiental, si bien
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 41

se recomienda presentarlas en el capítulo de la memoria titulado


como “Determinaciones finales a incorporar en el plan” y que se
explicará más adelante.

2.5. Resultado de las consultas y de la participación


Durante este periodo, las entidades involucradas o afectadas
(organismos públicos, empresas privadas, asociaciones de vecinos,
ecologistas, etc.), pueden presentar informes, alegaciones o suge-
rencias al plan o programa, siendo reflejadas en el consiguiente
Informe de Resultado de Información Pública y del Periodo de
Consultas. En el informe mencionado, se refleja el análisis del re-
sultado de las consultas realizado, emitiendo un cúmulo de con-
clusiones, de las cuales las concernientes a temas medioambienta-
les deben exponerse en este apartado.

2.6. Forma en que, tanto el informe de sostenibilidad am-


biental como el resultado de las consultas e información
pública, se han tenido en consideración en la redacción
del plan o programa
El plan o programa en desarrollo y el Informe de Sostenibilidad
Ambiental que le acompaña, se deben elaborar de forma interac-
tiva, de modo que todas las recomendaciones y consideraciones
pertenecientes al ámbito del plan o programa, que se hayan efec-
tuado desde el Informe de Sostenibilidad, deben ser incorporadas
al contenido del plan.
De igual forma, se deben señalar las medidas adoptadas como
consecuencia del Informe de Resultado de la Información Pública
y del Periodo de Consultas de carácter ambiental que se hayan es-
timado, lo que puede dar lugar a la necesidad de una variación del
Informe de Sostenibilidad Ambiental previamente entregado o
adjuntar, en esta memoria, soluciones a las consideraciones men-
cionadas, bien en las respuestas a las consultas, bien al Informe de
Resultados de la Información Pública.
42 Pablo Merino Ávila

3. DETERMINACIONES FINALES A INCORPORAR EN EL


PLAN

Es en este apartado donde se recomienda que se detallen el


conjunto de medidas preventivas, correctoras y, en el caso de que
fueran necesarias, las medidas compensatorias que se haya previs-
to realizar, remarcando aquellas de carácter especifico del plan en
cuestión.
Se puede acompañar de un estudio del coste económico del
conjunto de las medidas adoptadas, junto con un esquema tem-
poral de su periodo de ejecución a lo largo del desarrollo del plan
o programa.

4. MEDIDAS DE SEGUIMIENTO AMBIENTAL


Se resumen aquí las principales medidas establecidas en
el Plan de Vigilancia Ambiental redactado en el Informe de
Sostenibilidad, destacando los principales puntos de inspección
que controlan el correcto cumplimiento de las medidas correc-
toras y compensatorias, previstas con el fin de paliar los impac-
tos ambientales más significativos del plan o programa, junto con
aquellos que determinen el periodo de presentación ambiental
de informes ambientales durante la fase de ejecución del plan o
programa. Se recomienda el uso de indicadores para llevar un
control más detallado de dichas medidas de seguimiento.

5. CONCLUSIÓN SOBRE LA INTEGRACIÓN DE LOS


ASPECTOS AMBIENTALES EN EL PLAN

Para cerrar el documento de Memoria Ambiental, se deben


exponer, en pocas palabras, las acciones más relevantes del plan
o programa, estimándose su viabilidad ambiental y señalando
las modificaciones que se deben hacer respecto al Informe de
Sosteniblidad Ambiental presentado, en el caso de que sea nece-
sario, para adecuarse a la Memoria Ambiental.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 43

6. ÍNDICE DE MEMORIA AMBIENTAL EN LA COMUNIDAD


DE MURCIA

1. ¿Qué es la memoria ambiental?


1.1 Función de la memoria ambiental en la documentación de la eva-
luación ambiental estratégica
2. Borrador de memoria ambiental
2.1 Introducción
2.2. Análisis del proceso de evaluación
2.3. Aplicación del alcance establecido por el documento de referencia
2.4. Valoración del informe de sostenibilidad y de su calidad
2.4.1. Valoración Del contenido del informe de sosteni-
bilidad ambiental
2.4.1.1. Aspectos ambientales y objetivos am-
bientales relevantes
2.4.1.2. Incorporación de las diferentes fases de
consultas
2.4.1.3. Valoración de la información utilizada
2.4.1.4. Conclusiones de la valoración: puntos
fuertes y débiles del informe de sosteni-
bilidad ambiental
2.4.2. Síntesis de la evaluación ambiental del informe de
sostenibilidad ambiental
2.4.2.1. Evaluación general de alternativas
2.4.2.2. Análisis de la alternativa adoptada
2.5. Evaluación del resultado de la fase de consultas
2.5.1. Origen de las consultas y grado de consideración.
2.6. Conclusiones del proceso de evaluación
2.6.1. Integración de los aspectos ambientales en la ver-
sión del plan que se propone someter a aproba-
ción provisional
2.6.2. Dificultades surgidas
2.6.3. Análisis de la previsión de los efectos significativos
del plan
44 Pablo Merino Ávila

2.6.3.1. Efectos derivados de la aplicación del plan


2.6.3.2. Medidas protectoras, correctoras y
compensatorias
2.6.4. Concreción del seguimiento del plan
2.6.4.1. Indicadores ambientales de seguimiento
2.6.4.2. Modalidades de seguimiento

7. ÍNDICE DE MEMORIA AMBIENTAL EN LA COMUNIDAD


DE CASTILLA Y LEÓN

1. Descripción del plan


1.1. Carácter del plan
1.2. Principios rectores y objetivos
1.3. Propuesta de ordenación
2. Informe de sostenibilidad ambiental
2.1. Descripción
2.2. Principales propuestas a incluir en el plan
3. Efectos significativos previsibles en la aplicación del plan
4. Evaluación del resultado de las consultas realizadas e informe
de alegaciones
4.1 Resultado de la fase de consultas según el art. 10 de Ley 9/2006
4.1.1. Informe del resultado de la información pública
del ISA
4.1.2. Informe del resultado de las consultas específicas
del ISA
4.2. Resultado de la fase de consultas según el art. 15 de Ley 8/2007
4.2.1. Informe de la administración hidrológica sobre
disponibilidad de recursos hídricos para las nuevas
demandas y sobre la protección del dominio públi-
co hidráulico.
4.2.2. Informe de la administración competente en ma-
teria de carreteras y demás infraestructuras sobre
la capacidad de las mismas.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 45

7.1. Procedimiento de Evaluación Ambiental de Planes y


Programas
En base a la Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre Evaluación
de los efectos de determinados Planes y Programas en el Medio
Ambiente y a modo de resumen de lo expuesto en capítulos ante-
riores, en la evaluación ambiental de un plan o programa se pue-
den diferenciar varias fases:
1ª) Como se ha comentado en capítulos anteriores, el inicio
de procedimiento de evaluación ambiental de un plan
o programa comienza con la presentación, por parte
del órgano promotor, ante el órgano ambiental de un
Documento de Inicio de procedimiento, para poner en
conocimiento del mismo la intención de llevar a cabo la
aprobación de dicho plan o programa.
2ª) La presentación del Documento de Inicio desemboca
en la elaboración del Documento de Referencia por par-
te del órgano ambiental. Para ello, previamente éste ha
efectuado un periodo de consultas a las Administraciones
públicas afectadas por el plan o programa. Se conside-
ra que estas Administraciones son aquellas que tienen
competencias específicas en el conjunto de factores am-
bientales (biodiversidad, fauna, flora, paisaje, etc.), el
patrimonio histórico y la ordenación del territorio y el
urbanismo. Si el órgano ambiental, lo considerase nece-
sario, la consulta se puede ampliar a personas físicas o
jurídicas, públicas o privadas, que tengan relación con la
protección del medio ambiente.
3ª) Elaboración del Informe de Sostenibilidad Ambiental
en base al contenido del Documento de Referencia,
pues éste, incluye los criterios ambientales de los objeti-
vos y principios de sostenibilidad aplicables a cada caso
concreto.
4ª) Información pública de la versión preliminar del plan
o programa y del Informe de Sostenibilidad Ambiental.
Este periodo de información pública hace posible que
46 Pablo Merino Ávila

cualquier persona, física o jurídica, en general público


interesado, pueda poner de manifiesto su acuerdo o des-
acuerdo con la información expuesta. El periodo que
establece la ley para examinar la información y formular
observaciones es de 45 días.
5ª) Elaboración de la Memoria Ambiental, tomando en con-
sideración el resultado de la fase de información pública
e integrando los aspectos ambientales en la propuesta
del plan o programa. La memoria ambiental es precepti-
va y se tendrá en cuenta en el plan o programa antes de
su aprobación definitiva.
6ª) Propuesta de Plan o Programa por parte del órgano pro-
motor, teniendo en cuenta el Informe de Sostenibilidad
Ambiental, las alegaciones formuladas durante el perio-
do de información pública y la Memoria Ambiental.
7ª) Publicidad del plan o programa aprobado. Una vez aprobado
definitivamente el plan o programa, el promotor debe poner
a disposición del órgano ambiental, de las Administraciones
públicas afectadas, del público y de los Estados miembros
consultados (en caso de planes o programas con repercusio-
nes sobre el medio ambiente de algún Estado miembro de la
Unión Europea) la siguiente información:
a) El plan o programa aprobado.
b) Una declaración que resuma de qué manera se han in-
tegrado en el plan o programa los aspectos ambienta-
les; cómo se ha tomado en consideración el informe de
sostenibilidad ambiental, los resultados de las consultas,
la Memoria Ambiental, así como, cuando proceda, las
discrepancias que hayan podido surgir en el proceso; y
las razones de la elección del plan o programa aproba-
do, en relación con las alternativas consideradas.
c) Las medidas adoptadas para el seguimiento de los
efectos en el medio ambiente de la aplicación del
plan o programa.
d) Un resumen no técnico sobre los puntos b) y c).
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 47

En la siguiente figura se muestra un esquema del proceso de


evaluación ambiental descrito.

Fuente: Arnaiz Consultores modificado de Junta de Castilla-La Mancha evaluación de


planes y programas.xls

Para el procedimiento descrito, la Ley 9/2006, de 28 de


abril, sobre Evaluación de los efectos de determinados Planes y
Programas en el Medio Ambiente, especifica para la Evaluación
48 Pablo Merino Ávila

ambiental de planes y programas estatales, que el órgano ambien-


tal será el Ministerio de Medio Ambiente y que el plazo que este
tiene para resolver las consultas caso por caso será de 1 mes. Con
anterioridad, las Administraciones públicas afectadas a las que se
les consulte para la elaboración del Documento de Referencia,
habrán tenido un plazo de 30 días para que remitan sus sugeren-
cias. Asimismo, el Ministerio de Medio Ambiente tendrá un plazo
de 3 meses para remitir al órgano promotor el citado Documento
de Referencia, a contar desde la recepción del Documento de
Inicio.

Particularidades de las Comunidades Autónomas


Andalucía
— Plazo de 3 meses para la emisión del Documento de Referencia.
— Conjuntamente, promotor y órgano ambiental, elaborarán la
Memoria Ambiental, que se realizará en 45 días a contar desde
la finalización del periodo de información pública.
— En concreto para el planeamiento urbanístico:
• El Informe de Sostenibilidad Ambiental se somete a infor-
mación pública tras la Aprobación Inicial del documento de
planeamiento.

Aragón
— Plazo de 10 días para realizar las consultas a las Administraciones
públicas afectadas.
— Plazo de 1 mes para que las Administraciones se pronuncien.
— Plazo de 3 meses para que el órgano ambiental elabore el
Documento de Referencia, a contar desde la presentación del
Documento de Inicio. Si no hay notificación, se entiende que
el plan o programa debe someterse a evaluación ambiental.
— Previo a la aprobación del plan, el órgano promotor debe reci-
bir del órgano ambiental la Memoria Ambiental.
— Plazo de 4 meses para remitir la Memoria Ambiental, a contar
desde la recepción de solicitud de la misma.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 49

— En concreto para el planeamiento urbanístico:


• El Informe de Sostenibilidad Ambiental se presenta en el
órgano ambiental, junto con el documento de Avance que
vaya a someterse a información pública.
• Plazo de 3 meses para la emisión de la Memoria Ambiental
provisional, que será previa a la Aprobación Inicial del plan,
y que será sometida a información pública.
• Remisión al órgano ambiental de la Aprobación Inicial del
plan y el resultado de la información pública.
• Plazo de 2 meses para que el órgano ambiental emita, con
carácter previo a la Aprobación Provisional, la Memoria
Ambiental.

Cantabria
— El órgano ambiental tiene 6 meses para la elaboración de la
Memoria Ambiental, a contar desde la finalización del periodo
de información pública. Transcurrido dicho plazo, si no ha sido
comunicado al órgano promotor, éste podrá requerir al órgano
ambiental que lo haga en un nuevo plazo de 2 meses.
— En el caso concreto de Planes Generales de Ordenación
Urbana:
• El Informe de Sostenibilidad Ambiental se elaborara con
anterioridad a la Aprobación Inicial del plan.
• Consideración del Informe de Sostenibilidad Ambiental
por parte del órgano ambiental para la emisión de sugeren-
cias durante 2 meses.
• A continuación se establece un plazo de 1 mes de infor-
mación pública, de acuerdo a la legislación urbanística de
Cantabria.
• El Informe de Sostenibilidad Ambiental definitivo se incor-
porará al plan antes de su Aprobación Inicial.

Castilla-La Mancha
— Plazo de 20 días para determinar si el plan o programa debe ser
sometido a evaluación ambiental.
50 Pablo Merino Ávila

— Si el plan se somete a evaluación ambiental, plazo de 2 meses


para la elaboración del Documento de Referencia.
— Pueden tramitarse de forma conjunta la evaluación ambiental
de un plan o programa y el proyecto que lo desarrolla.
— La Memoria Ambiental será realizada por el órgano promotor,
con el acuerdo del órgano ambiental.
— Plazo máximo de 3 años para la elaboración de la propuesta
del plan, a contar desde la recepción de las consultas de la in-
formación pública. Si se incumple dicho plazo, debe someterse
de nuevo a información pública la versión preliminar del plan
o programa.

Galicia
— Plazo de 3 meses para la emisión del Documento de Referencia,
a contar desde la recepción del Documento de Inicio.
— La información pública tendrá lugar con el plan o programa
Aprobado Inicialmente.
— Plazo mínimo de 2 meses de información pública.
— El órgano promotor enviará una propuesta de Memoria
Ambiental al órgano ambiental, con carácter previo a la apro-
bación provisional o definitiva del plan, cuando esta no sea
preceptiva.
— El órgano ambiental tiene 3 meses para la elaboración de la
Memoria Ambiental, a contar desde la recepción de la propuesta
por parte del órgano promotor. Transcurrido dicho plazo, si no
ha sido comunicado al órgano promotor, se entiende aceptada la
propuesta de Memoria Ambiental enviada al órgano ambiental.

8. EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL DE PROYECTOS


Y ACTIVIDADES
Según la legislación vigente, se entiende por Evaluación de
Impacto Ambiental de un determinado proyecto o actividad al
conjunto de estudios, informes administrativos y técnicos y con-
sultas que permiten estimar las consecuencias que la implantación
de dicha actuación tiene en el medio ambiente.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 51

Es por tanto, un instrumento de análisis mediante el cual se


obtiene un criterio objetivo que permita aprobar o rechazar di-
cha actuación, y que se ha manifestado como la forma más efi-
caz para limitar los impactos al medio ambiente, proporcionando
una mayor fiabilidad y confianza a la hora de elegir la alternativa
a adoptar, ya que se hace desde una perspectiva global e integra-
da, y tiene en cuenta todos los efectos derivados de la actividad
propuesta.

8.1. Marco Legal


8.1.1. Legislación Estatal
La Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) responde al prin-
cipio básico de toda política ambiental, que es la prevención. A
estos efectos, la Comunidad Europea aprobó en 1985, la Directiva
85/337/CEE, del Consejo, de 27 de junio de 1985, relativa a la
evaluación de las repercusiones de determinados proyectos pú-
blicos y privados sobre el medio ambiente, que establecía la obli-
gación de someter a Evaluación de Impacto Ambiental una serie
de proyectos y, describía someramente cómo llevar a cabo dicho
procedimiento.
La transposición al ordenamiento jurídico español fue el Real
Decreto Legislativo 1302/1986, de 28 de junio, de Evaluación de
Impacto Ambiental. Éste se desarrolló a través de un Reglamento
aprobado mediante el Real Decreto 1131/1988, de 30 de septiem-
bre, por el que se aprueba el Reglamento para la ejecución del Real
Decreto legislativo 1302/1986, de 28 de junio, de evaluación de im-
pacto ambiental, con aplicación para la Administración del Estado
y directa o supletoriamente, a las Comunidades Autónomas según
sus respectivas competencias en materia de medio ambiente. En este
texto, se especificaba más claramente cómo llevar a cabo el proce-
dimiento de Evaluación de Impacto, qué organismos intervienen,
plazos a seguir, vigilancia, responsabilidad, entre otros aspectos.
Con el tiempo, se observó que la Directiva vigente era insufi-
ciente, motivo por el cual se aprobó la Directiva 97/11/CE de 3 de
52 Pablo Merino Ávila

marzo de 1997, por la que se modifica la Directiva 85/337/CEE


relativa a la evaluación de las repercusiones de determinados pro-
yectos públicos y privados sobre el medio ambiente, que amplía
sustancialmente el listado de actividades que deben someterse a la
Evaluación de Impacto Ambiental. Tras esta Directiva, se produje-
ron diversas modificaciones en la normativa estatal de Evaluación
de Impacto. Fruto de las mismas, se aprobó la Ley 6/2001, de 8 de
mayo, de modificación del Real Decreto legislativo 1302/1986. Esta
ley tenía por objeto incorporar plenamente al derecho interno las
modificaciones introducidas por la Directiva vigente, incrementan-
do al igual que ésta, las exigencias, así como el número de activida-
des que debían ser sometidas a Evaluación de Impacto Ambiental.
Las numerosas y sucesivas modificaciones que han experi-
mentado las legislaciones relativas a la Evaluación de Impacto
Ambiental, ponían de manifiesto la necesidad de aprobar un tex-
to refundido que, en aras del principio de seguridad jurídica, re-
gularizase, aclarase y armonizase las disposiciones vigentes hasta
el momento, en materia de Evaluación de Impacto Ambiental de
proyectos. Como resultado de esta necesidad se redacta el Real
Decreto Legislativo 1/2008, de 11 de enero, por el que se aprueba
el texto refundido de la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental
de proyectos que deroga las normas anteriormente descritas
(a excepción del Real Decreto 1131/1988 por el que se aprue-
ba el Reglamento para la ejecución del Real Decreto Legislativo
1302/1986) y que es en la actualidad la legislación vigente.
Organismos implicados en la Evaluación Ambiental de
Proyectos y Actividades:
En base a la legislación vigente en materia de Evaluación de
Impacto, se define como:
Órgano Ambiental: aquel órgano de la Administración públi-
ca estatal o autonómica competente para evaluar el impacto am-
biental de los proyectos.
Órgano Sustantivo: aquel órgano de la Administración pública
estatal, autonómica o local competente para autorizar o para apro-
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 53

bar los proyectos que deban someterse a Evaluación de Impacto.


Es, por tanto, quien tiene competencia directa sobre la realización
o no de un proyecto, en función de la naturaleza de éste.
Titular o Promotor: cualquier persona física o jurídica, pú-
blica o privada, que se proponga realizar un proyecto de los com-
prendidos en el ámbito de aplicación del Real Decreto Legislativo
1/2008, del 11 de enero, por el que se aprueba el texto refundido
de la Ley de evaluación de Impacto Ambiental de proyectos.

8.1.2. Legislación Autonómica


Al igual que se han incorporado las distintas Directivas
Europeas al derecho interno estatal, en forma de reglamentos y
normas con rango de ley; las Comunidades Autónomas, por su
parte y de acuerdo con las competencias que les reconocen los
respectivos Estatutos de Autonomía, han desarrollado la normati-
va básica de Evaluación de Impacto Ambiental, bien mediante le-
yes formales o bien mediante disposiciones reglamentarias, inclu-
so ampliando, en ejercicio de las citadas competencias, el ámbito
material de aplicación de la citada normativa.
A continuación, se exponen los aspectos más importantes
para cada una de las Comunidades Autónomas, en relación a sus
normativas en materia de Evaluación de Impacto.
Andalucía
Legislación aplicable:
Ley 7/2007, de 9 de julio, de Gestión Integrada de la Calidad
Ambiental.
Formula como técnicas y medidas de defensa ambiental cua-
tro mecanismos de prevención y control ambiental (artículo 16),
entre las que se incluyen la evaluación de impacto ambiental de
proyectos y actividades sometidos a los mismos. De mayor a me-
nor grado de protección y exigencia son:
• Autorización ambiental integrada (Sección 2ª)
• Autorización ambiental unificada (Sección 3ª)
54 Pablo Merino Ávila

• Evaluación Ambiental de Planes y Programas (Sección 4ª)


• Calificación Ambiental (Sección 5ª)
• Autorizaciones de control de la contaminación ambiental
(Sección 6ª)
Se someterán a Evaluación de Impacto Ambiental los proyec-
tos de los planes y programas cuando así esté establecido en el
anexo I de la ley.
Aragón
Legislación aplicable:
Ley 7/2006, de 22 de junio, de Protección Ambiental.
En el Capítulo II, Título II de la citada Ley se regula la
Evaluación de Impacto Ambiental que será:
• De obligado cumplimiento para los proyectos del anexo II
de la ley.
• Sujeta a decisión del órgano ambiental para los proyectos
comprendidos en el anexo III, aplicando los criterios esta-
blecidos en el anexo IV.
• De obligado cumplimiento si, perteneciendo a los anexos
II y III, sufren un cambio o ampliación que pueda tener
repercusiones significativas sobre el medio ambiente.
Asturias
No existe una legislación específica para esta Comunidad
Autónoma; si bien la Ley 1/1987, de 30 de marzo, de Coordinación
y Ordenación Territorial, prevé como modo de articular las me-
diadas de prevención ambiental dos mecanismos: la Evaluación
de Impacto Ambiental y la Evaluación de Impacto Estructural
(costes y beneficios asociados).
Por su parte, el Decreto 11/1991, de 24 de enero, de Directrices
Regionales de Coordinación y Ordenación Territorial, crea un
nuevo mecanismo más simplificado denominado Evaluación
Preliminar de Impacto Ambiental, que resulta de aplicación para
las principales actividades con fuerte incidencia ambiental.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 55

Cantabria
Legislación aplicable:
Ley 17/2006, de 11 de diciembre, de Control Ambiental
Integrado.
Esta ley contempla tres técnicas de control ambiental: la
Autorización Ambiental Integrada, la Evaluación Ambiental y
la Comprobación Ambiental. Éstas, junto con el registro de ac-
tividades ambientales, forman el sistema de control ambiental
integrado.
La Evaluación Ambiental de proyectos, actividades o instala-
ciones queda regulada en el Capítulo II del Título III, y los pro-
yectos y actividades sometidos son los contemplados en el anexo
B de la ley.
Castilla-La Mancha
Legislación aplicable:
Ley 4/2007, de 8 de marzo, de Evaluación Ambiental.
La Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos, queda re-
cogida en el Título II, en el cual se especifica que será:
• De obligado cumplimiento para los proyectos del anexo I
de la ley.
• Sujeta a decisión del órgano ambiental de cada caso, para
los proyectos del anexo II. La decisión en todo caso, debe
ajustarse a los criterios establecidos en el anexo III.
Castilla y León
Legislación aplicable:
Ley 11/2003, de 8 de abril, de Prevención Ambiental.
En ésta, la Evaluación de Impacto Ambiental queda regulada
en el Título VI, que se completa con los anexos III y IV de la ley.
En ellos, se distinguen las actividades atendiendo sometidas al ór-
gano ambiental competente para resolverla.
56 Pablo Merino Ávila

Cataluña
Legislación aplicable:
Ley 3/1998, de 27 de febrero, de la Intervención Integral de
la Administración Ambiental. Con modificaciones parciales por la
Ley13/2001, de 13 de julio, de modificación de la Ley 3/1998, de 27 de
febrero, de la Intervención Integral de la Administración Ambiental.
Quedan sometidas a ésta Ley todas las actividades suscepti-
bles de afectar al medio ambiente, la seguridad y la salud de las
personas.
Por su potencial incidencia, serán objeto de Evaluación de Impacto
Ambiental las actividades sometidas al régimen de autorización y con-
trol ambiental; que son aquellas comprendidas en el anexo I.
Extremadura
Legislación aplicable:
Decreto 45/1991, de 16 de abril, de Medidas de Protección
del Ecosistema.
Esta ley prevé como técnicas y medidas de defensa ambiental
dos mecanismos:
• Estudio Detallado del Impacto Ambiental: para las activida-
des comprendidas en el Anexo I.
• Estudio Simplificado del Impacto Ambiental: para las acti-
vidades comprendidas en el Anexo II.
Galicia
Legislación aplicable:
Ley 1/1995, de 2 de enero, de Protección Ambiental.
Decreto 442/1990, de 13 de septiembre, de Evaluación de
Impacto Ambiental.
Esta ley prevé como técnicas y medidas de defensa ambiental
tres mecanismos, que de mayor a menor grado de protección y
exigencia son:
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 57

• Evaluación de Impacto Ambiental.


• Evaluación de los Efectos Ambientales.
• Evaluación de Incidencia Ambiental.
Según el artículo 7, quedarán sometidos a Evaluación de
Impacto Ambiental, los proyectos incluidos en la normativa co-
munitaria, la legislación estatal básica y la de ámbito autonómi-
ca, entendiéndose por está última, los proyectos incluidos en la
lista del Anexo 1 del Decreto 442/90, de 13 de septiembre, de
Evaluación de Impacto Ambiental.
Islas Baleares
Legislación aplicable:
Ley 11/2006, de 14 de septiembre, de Evaluaciones de
Impacto Ambiental y Evaluaciones Ambientales Estratégicas.
La Evaluación de Impacto Ambiental queda regulada en el
Título II de la misma, diferenciando entre:
• La Evaluación Ambiental de obligado cumplimiento para
los proyectos del anexo I.
• La Evaluación Ambiental sometida a decisión del órgano
ambiental para los proyectos del anexo II.
Islas Canarias
Legislación aplicable:
Ley 11/1990, de 13 de julio, de Prevención del Impacto
Ecológico (y su modificación parcial por parte del Decreto
164/1994, 29 julio, por el que se adaptan los procedimientos ad-
ministrativos de la Comunidad Autónoma a la Ley 30/1992, 26
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Publicas
y del Procedimiento Administrativo Común).
En lo que respecta a la Evaluación de Impacto Ambiental, la
normativa canaria se basa en el Real Decreto Legislativo 1/2008,
de 11 de enero, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley
de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos.
58 Pablo Merino Ávila

Sin embargo, dada la peculiar fragilidad ecológica del archi-


piélago canario, en que un pequeño proyecto puede tener un
enorme impacto, se ha convenido establecer (artículo 4.1 Ley
11/1990, de 13 de julio, de Prevención del Impacto Ecológico)
distintos niveles de evaluación y con ello tres técnicas y medidas
de defensa ambiental que, de menor a mayor grado de contenido,
protección y exigencia son:
• Evaluación Básica de Impacto Ecológico en artículo
11(Anexo I).
• Evaluación Detallada de Impacto Ecológico en artículo 12
(Anexo II).
• Evaluación de Impacto Ambiental en artículo 13 (Anexo III).
Además, se establece un régimen jurídico especial para aque-
llas zonas declaradas Áreas de Sensibilidad Ecológica (Capítulo
IV), donde los proyectos a implantar puedan suponer un mayor
riesgo ambiental.
La Rioja
Legislación aplicable:
Ley 5/2002, de 8 de Octubre, de Protección del Medio
Ambiente.
La Evaluación Ambiental queda regulada en el Capítulo
II de esta Ley. Así se obliga a someter a Evaluación de Impacto
Ambiental las actividades del anexo I de la Ley y las del anexo
II, cuando lo decida el órgano ambiental según los criterios del
anexo III.
Madrid
Legislación aplicable:
Ley 2/2002, de 19 de junio, de Evaluación Ambiental.
Según el artículo 4 los proyectos o actividades incluidos en
el ámbito de aplicación de esta ley, se someterán a alguno de los
siguientes procedimientos ambientales
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 59

• Análisis Ambiental de Planes y Programas.


• Evaluación de Impacto Ambiental.
• Evaluación Ambiental de Actividades.
La Evaluación Ambiental para los proyectos de obligado some-
timiento se regula en el Título III. En él se diferencian dos procedi-
mientos: el ordinario y el abreviado, para una mayor agilización, esta-
bleciéndose las previsiones necesarias para su inmediata aplicación.
Aquellos proyectos y actividades de obligado sometimiento se es-
pecifican en los anexos segundo (ordinario) y tercero (abreviado).
Mientras que, en el anexo cuarto se recogen los proyectos o activida-
des que han de estudiarse caso por caso por el órgano ambiental.
Murcia
Legislación aplicable:
Ley 1/1995, de 8 de marzo, de Protección del Medio
Ambiente.
Esta ley prevé como técnicas y medidas de defensa ambiental
dos mecanismos que, de mayor a menor grado de protección y
exigencia, son la:
• Evaluación de Impacto Ambiental.
• Calificación Ambiental.
Se hallan sometidos a Evaluación de Impacto Ambiental, los
proyectos o actividades definidas en el anexo I de esta ley.
Navarra
Legislación aplicable:
Ley Foral 4/2005, de 22 de marzo, de Intervención para la
Protección Ambiental.
La Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos queda re-
gulada en el Capítulo II del Título II. Los proyectos que única-
mente han de estar sometidos a Evaluación de Impacto se reco-
gen en los anejos 3B y 3C.
60 Pablo Merino Ávila

Las actividades que, además de estar sometidas a Evaluación


de Impacto Ambiental, están sujetas a la Autorización Ambiental
Integrada, quedan recogidas en el anejo 2B. En lo referente a las
incluidas en el anejo 2A, se valorará de forma previa la necesidad
de evaluar el impacto ambiental, en función de la decisión del
Departamento de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y
Vivienda.
País Vasco
Legislación aplicable:
Ley 3/1998, de 27 de febrero, General de Protección del
Medio Ambiente.
El capítulo II del Título III, está dedicado íntegramente a la
Evaluación de Impacto Ambiental.
Se estable en tres procedimientos de Evaluación de Impacto
Ambiental:
• Evaluación conjunta de impacto ambiental.
• Evaluación individualizada de impacto ambiental.
• Evaluación simplificada de impacto ambiental.
En el anexo I de la ley se listan tanto los planes y obras relati-
vas al primer y tercer procedimiento, como los proyectos y activi-
dades que han de ser sometidos a la Evaluación individualizada de
Impacto Ambiental.
Comunidad Valenciana
Legislación aplicable:
Ley 2/2006, de 5 de mayo, de Prevención de la Contaminación
y la Calidad Ambiental.
Decreto 162/1990, de 15 de octubre, de desarrollo de la Ley
2/1989, de 3 de marzo.
El capítulo II del Título III, del Decreto, está dedicado de for-
ma íntegra a la Evaluación de Impacto Ambiental. Son los proyec-
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 61

tos recogidos en el anexo I de éste Decreto los que están sujetos a


Evaluación de Impacto Ambiental.
En la Ley, la Evaluación de Impacto Ambiental se regula en el
capítulo IV del Título Preliminar.
Ceuta y Melilla
No existe normativa reguladora de la Evaluación de Impacto
Ambiental, quedando en estas Comunidades únicamente como
texto de referencia el Real Decreto 2494/1996, de 5 de diciem-
bre, de Traspaso de funciones y servicios de la Administración del
Estado en materia de medio ambiente y el Real Decreto 342/1996,
de 23 de febrero, de Traspaso de funciones y servicios de la
Administración del Estado en materia de medio ambiente, respec-
tivamente. En ellos, se señala que se traspasan a las Ciudades de
Ceuta y Melilla, dentro de su ámbito territorial, entre otras, las
funciones de tramitación y resolución de expedientes en materia
de Evaluación de Impacto Ambiental, sin perjuicio de las compe-
tencias que corresponden a la Administración General del Estado,
para formular las declaraciones de impacto ambiental cuando sea
esta Administración la que ostente la competencia sustantiva para
la realización o autorización de proyectos.
Por tanto, la Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos
realizados en estas Comunidades Autónomas, se basará en la legis-
lación estatal básica.

8.2. Proyectos y actividades de obligado sometimiento


El Real Decreto Legislativo 1/2008, de 11 de enero, por el
que se aprueba el texto refundido de la Ley de Evaluación de
Impacto Ambiental de proyectos, considera que han ser objeto de
Evaluación Ambiental los proyectos incluidos en el anexo I, es de-
cir, proyectos públicos o privados, consistentes en la realización de obras,
instalaciones o de cualquier otra actividad que han de someterse de
forma obligatoria. (Apartado 1 del artículo 3)
Se establecen los siguientes grupos de proyectos:
62 Pablo Merino Ávila

 Grupo 1: Agricultura, silvicultura, acuicultura y ganadería.


 Grupo 2: Industria extractiva.
 Grupo 3: Industria energética.
 Grupo 4: Industria siderúrgica y del mineral. Producción y
elaboración de metales.
 Grupo 5: Industria química, petroquímica, textil y
papelera.
 Grupo 6: Proyectos de infraestructuras.
 Grupo 7: Proyectos de ingeniería hidráulica y de gestión
del agua.
 Grupo 8: Proyectos de tratamiento y gestión de residuos.
 Grupo 9: Otros proyectos (transformación de los usos
del suelo, proyectos en zonas especialmente sensibles,
etc.).

8.3. Proyectos y actividades sometidas según decisión del


órgano ambiental
Son los proyectos públicos o privados, consistentes en la realización
de las obras, instalaciones o de cualquier otra actividad y que están com-
prendidos en el anexo II del Real Decreto Legislativo 1/2008, de
11 de enero, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de
Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos. (Apartado 2.a del
artículo 3)
Los grupos de proyectos de este segundo anexo son simila-
res al primero, si bien se incluyen proyectos relacionados con la
industria alimenticia y se excluyen los relacionados con el trata-
miento y gestión de residuos. En general, corresponden a proyec-
tos de menor envergadura que los del anexo I.
También serán sometidos a Evaluación de Impacto
Ambiental, si así lo considera el Órgano Ambiental: los proyectos
públicos o privados no incluidos en el anexo I que puedan afectar direc-
ta o indirectamente a los espacios de la Red Natura 2000. (Apartado
2.b del artículo 3)
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 63

8.4. Criterios de decisión para sometimiento a Evaluación


de Impacto Ambiental
Los criterios en los que se ha de basar el órgano ambiental a
la hora de decidir si un proyecto de los contemplados en el anexo
II, se somete a Evaluación de Impacto Ambiental, se recogen en
el anexo III del Real Decreto Legislativo 1/2008, de 11 de enero,
por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Evaluación
de Impacto Ambiental de proyectos, y tienen que ver con las ca-
racterísticas propias del proyecto y con los potenciales impactos:
1. Características de los proyectos (tamaño, utilización de
recursos, generación de residuos, contaminación, riesgo,
etc).
2. Ubicación de los proyectos (sensibilidad ambiental, uso
del suelo, capacidad regenerativa, etc).
3. Características del potencial impacto (extensión, magni-
tud y complejidad, duración, frecuencia y reversibilidad).

8.4. Estudio de Impacto Ambiental


8.4.1. Definición legislativa y conceptual
Se define como Estudio de Impacto Ambiental (EsIA), al do-
cumento o conjunto de ellos, realizados por técnicos responsables,
sobre el que se apoya todo el proceso de decisión de la Evaluación
de Impacto Ambiental de un proyecto. En él, se han de identificar
los impactos que genera una determinada actuación en el medio
ambiente, así como las decisiones concretas para corregirlos. Su
objetivo último, es el de proporcionar una herramienta útil y de
carácter preventivo, para la toma de decisiones técnicas, adminis-
trativas y políticas.
Se trata de un estudio objetivo y multidisciplinar, que reco-
ge datos sobre distintos aspectos del medio como la climatología,
edafología, hidrología, botánica, zoología, ecología, sociología,
etc., a fin de definir las afecciones que la actuación o proyecto va a
producir en el mismo.
64 Pablo Merino Ávila

8.4.2. Contenido
Según el artículo 7 del Real Decreto Legislativo 1/2008, de 11 de
enero, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Evaluación
de Impacto Ambiental de proyectos, el Estudio de Impacto Ambiental
debe al menos, estructurarse en los siguientes apartados:
1) Descripción general del proyecto y exigencias previsibles
en el tiempo, en relación con la utilización del suelo y de otros re-
cursos naturales. Estimación de los tipos y cantidades de residuos
vertidos y emisiones de materia o energía resultantes.
De forma más concreta, el artículo 8 del Real Decreto 1131/1988,
de 30 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento para la
ejecución del Real Decreto Legislativo 1302/1986, considera que
dentro de esta descripción se ha de incluir:
• Localización del proyecto.
• Examen detallado de la fase de realización y de funcionamien-
to, de todas las acciones inherentes a la actuación, que sean
susceptibles de crear un impacto sobre el medio ambiente.
• Descripción de los recursos a utilizar para la ejecución del
proyecto.
• Descripción de los residuos, vertidos, emisiones o cual-
quier elemento derivado de la actuación, ya sean tempora-
les o permanentes.
2) Exposición de las principales alternativas estudiadas y una
justificación de las principales razones de la solución adoptada,
teniendo en cuenta los efectos ambientales.
En virtud del artículo 8 del Real Decreto 1131/1988, de 30 de
septiembre, por el que se aprueba el Reglamento para la ejecu-
ción del Real Decreto Legislativo 1302/1986, se incluirá:
• Un examen de las distintas alternativas que resulten técnica-
mente viables y una justificación de la solución propuesta.
• Una descripción de las exigencias previsibles en el tiempo,
en función de la utilización de suelo y otros recursos natu-
rales, en cada una de las alternativas contempladas.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 65

Con los puntos 1 y 2 se pretende realizar una visión general


de la relevancia ambiental de algunos factores del proyecto, de
ahí que se puedan encontrar importantes diferencias según el
tipo de proyecto a evaluar.
3) Evaluación de los efectos previsibles directos e indirectos
del proyecto sobre la población, la fauna, la flora, el suelo, el aire,
el agua, los factores climáticos, el paisaje, y los bienes materiales,
incluido el patrimonio histórico artístico y arqueológico.
Se trata de una identificación y valoración de impactos, ya
contemplados en el artículo 6 del Real Decreto 1131/1988, de 30
de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento para la eje-
cución del Real Decreto legislativo 1302/1986, de 28 de junio, de
evaluación de impacto ambiental y que queda definida en el artí-
culo 10 de este mismo Real Decreto, en el cual se contempla:
• Un estudio de las interacciones entre las acciones deriva-
das del proyecto y los aspectos ambientales afectados.
• Una distinción entre efectos positivos y negativos, tempo-
rales y permanentes, simples y acumulativos (o sinérgicos),
directos e indirectos, reversibles e irreversibles, recupera-
bles e irrecuperables, periódicos e irregulares, continuos y
discontinuos, etc.
• Clasificación de impactos ambientales generados en: com-
patibles, moderados, severos y críticos.
• Valoración de los efectos cuantitativa o cualitativamente,
exponiendo los indicadores, parámetros y metodologías
utilizadas para ello y sus valores. Proponiendo medidas co-
rrectoras y compensatorias en los caso que se rebasen los
valores admisibles.
• Jerarquización de los impactos identificados y valorados,
para conocer su importancia relativa y global, y adquirir
una visión integrada y sintética de la incidencia ambiental
del proyecto.
La identificación de impactos es, por tanto, el resultado del
estudio de las interacciones entre el medio ambiente y las conse-
66 Pablo Merino Ávila

cuencias de un determinado proyecto, ya sea en su fase de ejecu-


ción como de funcionamiento o abandono.
4) Medidas previstas para reducir, eliminar o compensar los
efectos ambientales significativos.
Se trata de las medidas correctoras o compensatorias ya con-
sideradas en el artículo 11 del Real Decreto 1131/1988, de 30 de
septiembre, por el que se aprueba el Reglamento para la ejecución
del Real Decreto legislativo 1302/1986, de 28 de junio, de evalua-
ción de impacto ambiental. Entre las mismas, se deben incluir:
• La descripción de las medidas adecuadas para minimizar
o suprimir los efectos ambientales negativos (y significati-
vos), derivados de la actividad, tanto en lo referente a su
diseño y ubicación, como en cuanto a los procedimientos
de anticontaminación, depuración y dispositivos genéri-
cos para la protección del medio ambiente. Estas medidas
de corrección sólo se aplicarán a la alternativa escogida
como más adecuada, detallándose los resultados que con
el tiempo se pretenden conseguir con su implantación y
considerando también sus impactos asociados.
• La descripción de aquellas que, al contrario de las ante-
riores, están dirigidas a compensar dichos efectos, ya sea
mediante acciones de restauración o mediante acciones
de la misma naturaleza pero de efecto inverso a la acción
a contrarrestar.
5) Programa de vigilancia ambiental
El Programa de Vigilancia Ambiental (artículo 18), estable-
cerá un sistema que garantice el cumplimento de las indicaciones
y medidas, protectoras y correctoras, contenidas en el Estudio de
Impacto Ambiental.
Las pretensiones de este programa, detalladas en el artícu-
lo 26 del Real Decreto 1131/1988, de 30 de septiembre, por el
que se aprueba el Reglamento para la ejecución del Real Decreto
Legislativo 1302/1986 son:
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 67

• Asegurar que la actividad se realice según el proyecto y


condiciones en que es autorizado.
• Comprobar la correcta aplicación y eficacia de las medidas
de protección ambiental, así como las correctoras y com-
pensatorias, aprobadas para el proyecto.
• Verificar la exactitud y corrección del procedimiento de
Evaluación de Impacto Ambiental realizado, señalando en
caso de que los hubiera, impactos no previstos y medidas
adecuadas para minimizarlos, suprimirlos o compensarlos.
6) Resumen del estudio y conclusiones en términos fácilmen-
te comprensibles. Informe en su caso, de las dificultades informa-
tivas o técnicas encontradas en la elaboración del mismo.
Se trata de un Documento de Síntesis, que queda detallado en
el artículo 12 del Real Decreto 1131/1988, de 30 de septiembre, por
el que se aprueba el Reglamento para la ejecución del Real Decreto
Legislativo 1302/1986 y que recogerá de forma concisa (no más de
25 páginas) y con un carácter divulgativo el siguiente contenido:
• Las conclusiones relativas a la viabilidad de las actuaciones
propuestas.
• Las conclusiones relativas al examen y elección de las dife-
rentes alternativas.
• La propuesta de medidas correctoras y el programa de vi-
gilancia tanto en la fase de ejecución como en la de fun-
cionamiento y abandono de la actividad proyectada.
Se incorporarán, así mismo, las dificultades informativas o
técnicas que se hayan encontrado en la redacción del estudio, es-
pecificando el origen y causa de las mismas.
Las Comunidades Autónomas, al igual que ocurre en el pro-
ceso de Evaluación de Impacto Ambiental, están capacitadas para
ampliar en la medida que lo requieran, la estructura y desarrollo de
los puntos anteriores, pudiéndose producir ligeras variaciones en
el contenido de los Estudios de Impacto Ambiental, condicionadas,
muchas veces, por las características ambientales de las mismas.
68 Pablo Merino Ávila

8.4.3. Estudio de Impacto Ambiental en las Comunidades Autónomas


Andalucía
En la Ley 7/2007, de 9 de julio, de Gestión integrada de la
Calidad Ambiental, se define Estudio de Impacto Ambiental den-
tro del capítulo II del Título III “Instrumentos de prevención y
control ambiental”.
La documentación para este Estudio queda especificada en el
anexo II, diferenciándose el contendido del mismo según se realice
un procedimiento de autorización ordinario (A1) o abreviado (A2).
Aragón
En el capítulo II del Título II de la Ley 7/2006, de 22 de junio,
de Protección Ambiental, se establece el contenido del Estudio
de Impacto Ambiental, así como el procedimiento hasta lograr la
posterior Declaración de Impacto Ambiental (artículos 27 al 33).
Asturias
Al no poseer una legislación específica sobre esta materia, el
Estudio de Impacto Ambiental mantendrá la estructura y conteni-
do indicados en la legislación nacional (Real Decreto Legislativo
1/2008, de 11 de enero, por el que se aprueba el texto refundido
de la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos y de
forma más detallada en el Real Decreto 1131/1988, de 30 de sep-
tiembre, por el que se aprueba el Reglamento para la ejecución
del Real Decreto Legislativo 1302/1986).
Cantabria
Queda definido el Estudio de Impacto Ambiental en al
artículo 2 del Título I de la Ley 17/2006, de 11 de diciembre,
de Control Ambiental Integrado y su procedimiento (has-
ta la Declaración de Impacto Ambiental) y su contenido en el
Capítulo II (artículos 27 al 30).
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 69

Castilla-La Mancha
El Título II de la Ley 4/2007, de 8 de marzo, de Evaluación
Ambiental en Castilla-La Mancha; integra el contenido y procedi-
miento en el que es protagonista el Estudio de Impacto Ambiental
(artículos 6 al 15).
Castilla y León
La Ley 11/2003, de 8 de abril, de Prevención Ambiental, ex-
pone en su Título VI, los órganos competentes para el desarrollo
de un Estudio de Impacto Ambiental, su contenido, así como el
procedimiento para lograr la Declaración de Impacto Ambiental
(artículos 46 a 54).
Cataluña
En su Decreto 114/1988, de 7 de abril, de Evaluación de
Impacto Ambiental, se detalla el contenido y tramitación del
Estudio de Impacto Ambiental, hasta la obtención de la Declaración
de Impacto Ambiental por parte de los organismos competentes
(artículos 2 al 5).
Extremadura
El artículo 2 del Decreto 45/1991, de 16 de abril, de Medidas
de Protección del Ecosistema, alude a que proyectos han de ser
objeto de Estudio de Impacto Ambiental detallado (Anexo I) y
cuales de un Estudio de Impacto Ambiental simplificado (anexo
II). El contenido del mismo para ambos casos, queda reflejado en
los artículos 3 y 4, respectivamente.
Galicia
El Decreto 442/1990, de 13 de septiembre, de Evaluación de
Impacto Ambiental, establece el procedimiento a seguir para que
los proyectos que se recogen el en anexo del citado decreto, se
sometan preceptivamente a Estudio de Impacto Ambiental y a su
posterior tramitación hasta la consecución de la Declaración de
Impacto Ambiental. (Artículos 3 al 6).
En el artículo 2 del Decreto 327/1991, de 4 de octubre, de
Sometimiento a Declaración de Efectos Ambientales, se trata el conte-
70 Pablo Merino Ávila

nido mínimo que ha de tener el estudio de efectos ambientales (simi-


lar al Estudio de Impacto Ambiental) y procedimiento para la declara-
ción de efectos ambientales (Declaración de Impacto Ambiental).
Islas Baleares
En el artículo 3 de la Ley 11/2006, de 14 de septiembre, de
Evaluaciones de Impacto Ambiental y Evaluaciones Ambientales
Estratégicas, aparece la definición de Estudio de Impacto
Ambiental. Su contenido mínimo y tramitación hasta conseguir
la Declaración de Impacto Ambiental aparece regulada en el
Capítulo I del Título II (artículos 27 y 28).
Islas Canarias
En Capítulo III (Título único) de la Ley 11/1990, de 13 de
julio, de Prevención del Impacto Ecológico, se describe el conte-
nido para los distintos Estudios de Impacto Ecológico, entre los
que figura el Estudio de Impacto Ambiental (artículo 13).
La Rioja
Entre las definiciones del artículo 5 de la Ley 5/2002, de 8 de
Octubre, de Protección del Medio Ambiente de la Rioja, se inclu-
ye la relativa al Estudio de Impacto Ambiental. Y en su capítulo II
del Título I, se detalla la tramitación del mismo hasta la obtención
de la Declaración de Impacto Ambiental (artículos 12 a 16).
Madrid
La Ley 2/2002, de 19 de junio, de Evaluación Ambiental, de-
talla el contenido que como mínimo ha de contener el Estudio de
Impacto Ambiental, diferenciando si el procedimiento para llevar
a cabo el mismo es ordinario (artículo 28 Capítulo II del Título
III) o abreviado (artículo 32 Capítulo III del Título III).
Murcia
En el Capítulo II del Título II de la Ley 1/1995, de 8 de mar-
zo, de Protección del Medio Ambiente, queda reflejada la función
del Estudio de Impacto Ambiental dentro del procedimiento de
Evaluación de Impacto Ambiental.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 71

Navarra
En el Capítulo II del Título II de la Ley 4/2005, de 22 de marzo,
de intervención para la Protección Ambiental, queda descrita la fun-
ción del Estudio de Impacto Ambiental dentro del procedimiento de
Evaluación de Impacto Ambiental; quedando explícitamente descri-
to el contenido que habrá de tener en todo caso en artículo 39.
País Vasco
En el Capítulo II del Título III de la Ley 3/1998, de 27 de febre-
ro, General de Protección del Medio Ambiente, se describen los su-
puestos en los que se ha de realizar el Estudio de Impacto Ambiental,
en cuyo caso, su contenido será el especificado en el artículo 45.
Comunidad Valenciana
Queda definido el Estudio de Impacto Ambiental en el ar-
tículo 2 del Decreto 162/1990, de 15 de octubre, por el que se
aprueba el Reglamento para la ejecución de la Ley 2/1989, de 3
de marzo, de Impacto Ambiental.
También queda recogido en el Título único de este Decreto,
tanto el contenido (Capítulo II) como el procedimiento para su
tramitación (Capítulo III).
Ceuta y Melilla
Al no poseer una legislación específica sobre esta materia, el
Estudio de Impacto Ambiental mantendrán la estructura y conte-
nido indicados en la legislación estatal (Real Decreto Legislativo
1/2008, de 11 de enero, por el que se aprueba el texto refundido
de la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos, y de
forma más detallada en la Real Decreto 1131/1988, de 30 de sep-
tiembre, por el que se aprueba el Reglamento para la ejecución
del Real Decreto Legislativo 1302/1986).

8.5. Declaración de Impacto Ambiental


Se denomina Declaración de Impacto Ambiental (DIA) al in-
forme emitido por el órgano ambiental competente, una vez que
72 Pablo Merino Ávila

ha analizado el Estudio de Impacto Ambiental y las respuestas al


trámite de participación pública.
En virtud del artículo 18 del Real Decreto 1131/1988, de 30 de
septiembre, por el que se aprueba el Reglamento para la ejecución
del Real Decreto legislativo 1302/1986, de 28 de junio, de evalua-
ción de impacto ambiental, la Declaración de Impacto Ambiental
determina, a los solos efectos ambientales, la conveniencia o no de
realizar un proyecto y, en caso afirmativo, fijará las condiciones en
que habrá de realizarse (siempre coherentes con las exigidas para
la autorización del proyecto). También incluye las prescripciones
pertinentes, sobre la forma en que se han de realizar el seguimiento
de las actuaciones previstas en el programa de vigilancia ambiental.
A pesar de la heterogeneidad existente entre las Declaraciones
de Impacto Ambiental, debido, tanto al tipo de proyecto como al
órgano competente para dictarla, existen unos contenidos comu-
nes que se podrían resumir en:
• Resumen del Estudio de Impacto Ambiental.
• Conclusiones derivadas de las consultas a los distintos or-
ganismos y aquellas originadas durante la información y
participación pública.
• Resolución del órgano administrativo (Declaración de
Impacto Ambiental propiamente dicha) y prescripciones
necesarias para ello.
En caso de que exista discrepancia entre el órgano de compe-
tencia sustantiva y el órgano ambiental, respecto a la convenien-
cia de la ejecución del proyecto o al contenido del condicionado
de la Declaración de Impacto Ambiental, resolverá el Consejo de
Ministros o el Órgano competente de la Comunidad Autónoma, en
función de la Administración que haya tramitado el expediente.
Si para el otorgamiento de la autorización sustantiva, se pre-
vé necesaria la notificación previa de las condiciones a cumplir,
ésta quedará recogida en el propio contenido de la Declaración
de Impacto Ambiental, la cual, y en todo caso, será de alcance y
exposición pública.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 73

8.6. Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental de


Proyectos y Actividades
El procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental de
Proyectos y Actividades, queda detallado en la Sección 3ª del Capítulo
II del Real Decreto 1131/1988, de 30 de septiembre, por el que se
aprueba el Reglamento para la ejecución del Real Decreto Legislativo
1302/1986. Corresponde a la serie de pasos que se han de seguir desde
el inicio de la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental, hasta
la aprobación final del mismo (y por tanto del proyecto o actuación),
mediante la formulación de la Declaración de Impacto Ambiental.
Las fases de dicho procedimiento son:
1) Iniciación y consultas
Con el propósito de facilitar la elaboración del Estudio de
Impacto Ambiental, y siempre y cuando estime la Administración
que puede resultar de utilidad para la realización del mismo, pon-
drá a disposición del titular del proyecto o promotor, los informes
y cualquier otra documentación que esté en su poder.
A tal efecto, y en virtud del artículo 6, del Real Decreto
Legislativo 1/2008, de 11 de enero, por el que se aprueba el texto re-
fundido de la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos,
el promotor solicitará del órgano que determine cada Comunidad
Autónoma (Órgano Ambiental) que el proyecto (del anexo I) sea so-
metido a evaluación de impacto ambiental a Evaluación de Impacto
Ambiental. La solicitud se ha de acompañar de un documento inicial
del proyecto con, al menos el siguiente contenido:
a) La definición, características y ubicación del proyecto.
b) Las principales alternativas que se consideran y el análisis
de los potenciales impactos de cada una de ellas.
c) Un diagnóstico territorial y del medio ambiente afectado
por el proyecto.
En los proyectos que deban ser autorizados o aprobados por
la Administración General del Estado, la solicitud y la documenta-
ción a que se refiere este apartado se presentarán ante el órgano
74 Pablo Merino Ávila

sustantivo. Éste, una vez mostrada su conformidad con dichos do-


cumentos, los enviará al órgano ambiental al objeto de inicial el
trámite de Evaluación de Impacto Ambiental.
En virtud del artículo 8 del Real Decreto Legislativo 1/2008, de
11 de enero, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de
Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos; para la determina-
ción de la amplitud y el nivel de detalle que ha de tener el estudio de
impacto ambiental y en el plazo de diez días (según el Real Decreto
1131/1988), a contar desde la presentación del documento inicial
(la Memoria-Resumen), el órgano ambiental podrá realizar consultas
sobre el mismo a las personas, Instituciones y Administraciones que
previsiblemente van a quedar afectadas por la ejecución del proyecto,
en lo referente al impacto ambiental; así como ampliar dichas consul-
tas a otras personas físicas y jurídicas, públicas o privadas vinculadas a
la protección del medio ambiente. Éstas, pueden proporcionar cual-
quier alegación que a su entender pueda resultar beneficiosa para una
mayor protección del medio ambiente, así como cualquier propuesta
que crean conveniente respecto a los contenidos específicos que han
de incluirse en el Estudio de Impacto Ambiental. Todos ellos han de
contestar al órgano ambiental en un plazo máximo de treinta días.
En los proyectos que deban ser autorizados o aprobados por
la Administración General del Estado, el plazo para trasladar al
promotor la amplitud y nivel de detalle del estudio de impacto
ambiental, así como las contestaciones recibidas a las consultas
efectuadas, será de tres meses, computándose dicho plazo desde
la recepción por el órgano ambiental de la solicitud y de la docu-
mentación requerida (a la que se refiere en el artículo 6 del Real
Decreto Legislativo 1/2008.)

2) Información al titular del proyecto


Una vez recibidas las contestaciones a las consultas, el órga-
no ambiental tendrá un plazo de veinte días para facilitárselas al
promotor; así como su consideración en cuanto a los aspectos más
significativos a tener en cuenta en la realización del Estudio de
Impacto Ambiental
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 75

3) Información pública
El Estudio de Impacto Ambiental se somete, junto al procedi-
miento aplicable para la autorización o realización del proyecto al
que corresponde, a un trámite de información pública. También
se someterán a información pública, los informes que por dicho
procedimiento se establezcan.

4) Remisión del expediente


Con carácter previo a la resolución administrativa para la
realización o autorización del proyecto, el órgano competente
(sustantivo) remitirá el expediente al órgano ambiental, acompa-
ñado, en el caso, de las observaciones que crea necesarias, con
objeto de que éste formule la Declaración de Impacto Ambiental,
en la que se determinen las condiciones que hayan de establecer-
se para la adecuada protección del medio ambiente y los recursos
naturales.
Dicho expediente estará constituido al menos por: un docu-
mento técnico del proyecto, el Estudio de Impacto Ambiental y el
resultado de la información pública.

5) Información pública del estudio de impacto ambiental


Antes de efectuar la declaración de impacto, y a la vista de
las alegaciones y observaciones surgidas en el trámite de informa-
ción pública, el órgano ambiental comunicará al promotor en el
plazo de los treinta días siguientes a la misma, aquellos aspectos
del Estudio de Impacto Ambiental que hayan de ser completa-
dos. Para ello, el promotor cuenta con un plazo de veinte días.
Transcurridos los cuales el órgano ambiental procederá a formu-
lar la Declaración de Impacto en los plazos establecidos para ello.

6) Remisión de la Declaración de Impacto Ambiental


En el plazo de los treinta días siguientes a la recepción del
expediente anteriormente descrito (artículo 16), la Declaración
de Impacto Ambiental se remitirá al órgano de la Administración
76 Pablo Merino Ávila

que ha de dictar la resolución administrativa de autorización del


proyecto (órgano sustantivo).

7) Vigilancia y responsabilidad ambiental


Según el artículo 25, corresponde al órgano sustantivo, el se-
guimiento y vigilancia del cumplimiento de lo establecido en la
Declaración de Impacto Ambiental. Sin perjuicio de ello, el órga-
no ambiental, podrá recabar información de aquéllos al respecto,
así como efectuar las comprobaciones necesarias para verificar di-
cho cumplimiento.

Fuente: Junta de Castilla-La Mancha evaluación de proyectos y actividades.xls


— IV —
LEY DE CANTABRIA 17/2006,
DE 11 DE DICIEMBRE,
DE CONTROL AMBIENTAL INTEGRADO

1. NORMATIVA

Con motivo de aplicar la Directiva 2001/42, de 27 de junio


de 2001, relativa a la evaluación de los efectos de ciertos planes y
programas en el medio ambiente, que ha sido transpuesta recien-
temente por el Estado, dictando la Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre
evaluación de los efectos de determinados planes y programas sobre el medio
ambiente, aunque sin embargo algunas Comunidades Autónomas
habían dictado normas autonómicas, en uso de una conocida ju-
risprudencia constitucional, incorporando a su ámbito territorial
el contenido de dicha Directiva.
En Cantabria el desarrollo de la normativa estatal en la ma-
teria ha sido escaso. Sólo cabe mencionar una norma relaciona-
da con la evaluación de impacto ambiental. Una norma, además,
de carácter reglamentario: el Decreto 50/1991, de 29 de abril, de
evaluación de impacto ambiental para Cantabria; modificado lue-
go por los Decretos 77/1996, de 8 de agosto, y 38/1999, de 12 de
abril, para cambiar parcialmente el anexo de proyectos e instala-
ciones sujetos a evaluación ambiental. Pero el Decreto 50/1991
fue objeto de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia
78 Pablo Merino Ávila

de Cantabria que anuló algunas de sus previsiones. En efecto, la


sentencia de 4 de abril de 2002 anuló las previsiones del Decreto
50/1991 en cuanto por él se ampliaba el elenco de actividades
que, conforme a la normativa básica estatal, habían de someterse
a evaluación ambiental. En particular, los planes de urbanismo.
La anulación se produjo no tanto por haberse ampliado dicho
elenco cuanto por haberse llevado a cabo por una norma de ran-
go insuficiente, violando así el principio de reserva de ley que,
con cita de la jurisprudencia del Tribunal Supremo (sentencia de
24 de octubre de 1996), la mencionada sentencia considera que
cabe deducir con carácter general del artículo 9.3 de la Constitución
para las materias que, como ésta, afecten a la libertad o a la pro-
piedad. La inmediatamente posterior Ley de Cantabria 5/2002, de
24 de julio, de medidas cautelares urbanísticas en el ámbito del litoral,
de sometimiento de los instrumentos de planificación territorial
y urbanística a evaluación ambiental y de régimen urbanístico
de los cementerios, previó ya de forma expresa lo que de mane-
ra implícita se deducía también, desde un año antes, de la Ley de
Cantabria 2/2001, de 25 de junio, de ordenación territorial y régimen
urbanístico del suelo: que los planes territoriales y urbanísticos de-
bían someterse a evaluación ambiental, cubriendo así el posible
vacío normativo producido tras la citada sentencia de 4 de abril
de 2002. La mencionada Ley de Cantabria 5/2002 adelantó así el
parcial cumplimiento de la antes citada Directiva 2001/42, de 27
de junio, relativa a la evaluación ambiental de los efectos de deter-
minados planes y programas, en cuya virtud deben ser objeto de
análisis ambiental todos los planes que afecten al territorio y uso
del suelo.
Debido a su importancia reproducimos literalmente el:
Capítulo I
De la evaluación ambiental de planes y programas
Artículo 25. Procedimiento de evaluación.
1. Los planes y programas que determinen las estrategias, directrices
y propuestas que contempla una Administración Pública para satisfacer
necesidades sociales no ejecutables directamente, sino mediante el desa-
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 79

rrollo de un conjunto de proyectos, y cuyo efecto ambiental deba ser eva-


luado de conformidad con el anexo B1 de esta Ley y la legislación estatal y
comunitaria, se someterán al procedimiento previsto en este capítulo.
2. La evaluación ambiental de los planes y programas que la requie-
ran se llevará a cabo mediante pieza separada del procedimiento previsto
para su elaboración y aprobación y antes de que esta última tenga lugar.
3. Reglamentariamente se determinarán los trámites y actuaciones
de dicha pieza procedimental que, tramitada bajo la responsabilidad del
órgano ambiental y de acuerdo con lo previsto en la legislación estatal
básica, en todo caso incorporará:
a. Un informe de sostenibilidad ambiental presentado por el pro-
motor, con la amplitud, nivel de detalle y grado de especificación que
determine el órgano ambiental en función, a su vez, del contenido y ni-
vel de detalle del plan o programa a evaluar. A estos efectos, el promotor
solicitará del órgano ambiental un pronunciamiento sobre los aspectos
anteriores.
El informe será elaborado y firmado por profesionales con acredita-
da capacidad y solvencia técnica y visado por colegio oficial.
b. Un trámite de consultas e información pública sobre una versión
preliminar del plan o programa que incluya el informe de sostenibilidad
ambiental.
c. Una memoria ambiental, elaborada por el órgano ambiental den-
tro de los seis meses siguientes a la conclusión del trámite de consultas e
información pública, en la que se analizará el proceso de evaluación, el
informe de sostenibilidad ambiental y su calidad y se evaluará el resulta-
do de las consultas realizadas y cómo se han tomado en consideración, y
se analizará la previsión de los impactos significativos de la aplicación del
plan o programa.
Esta memoria establecerá las determinaciones finales que deban in-
corporarse a la propuesta de plan o programa, debiendo ser tenidas en
cuenta antes de su aprobación definitiva.
La memoria se publicará en el Boletín Oficial de Cantabria.
Si la memoria no se formula en el plazo anteriormente señalado,
tanto el promotor del plan como el órgano competente para su apro-
bación o autorización podrán requerir al órgano ambiental al efecto de
que lo haga en un nuevo plazo de dos meses.
80 Pablo Merino Ávila

d. La propuesta de plan o programa que elabore su promotor te-


niendo en cuenta el informe de sostenibilidad ambiental, las alegacio-
nes formuladas en las consultas y la memoria ambiental.
La recepción por el órgano ambiental de esta propuesta pondrá fin
a la pieza separada de evaluación del plan o programa, sin perjuicio de
lo dispuesto en el siguiente apartado.
1. Una vez aprobado el correspondiente plan o programa, el ór-
gano promotor pondrá a disposición del órgano ambiental, de las
Administraciones Públicas afectadas, de los Estados miembros de la
Unión Europea que hayan sido consultados y del público en general la
siguiente documentación:
1) El plan o programa aprobado.
2) Una declaración que resuma los siguientes aspectos:
a) De qué manera se han integrado en el plan o programa los
aspectos ambientales.
b) Cómo se han tomado en consideración el informe de sos-
tenibilidad ambiental, los resultados de las consultas, inclu-
yendo en su caso las consultas transfronterizas, la memoria
ambiental, así como, cuando proceda, las discrepancias
que hayan podido surgir en el proceso.
c) Las razones de la elección del plan o programa aprobados
en relación con las alternativas consideradas.
3) Las medidas adoptadas para el seguimiento de los efectos en el
medio ambiente de la aplicación del plan o programa.
4) Un resumen no técnico sobre la documentación contenida en
los párrafos b y c.

INFORME DE SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL EN CANTABRIA


1. Ley 17/2006, de 11 de diciembre, de Control Ambiental
Integrado.
2. En lo que respecta a la Evaluación Ambiental de Planes y
Programas, será de aplicación a los contemplados en el Anexo
B de la citada Ley.
3. Anexo B: B1: Planes y programas sometidos a Evaluación
Ambiental
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 81

4. Grupo 2: Instrumentos de planeamiento y ordenación


urbanística
5. a) Planes Generales de Ordenación Urbana y sus modificacio-
nes puntuales
6. b) Planes Parciales
7. c) Planes Especiales
8. Trámite
9. Inicio de procedimiento (en base a la ley estatal ya que la de
Cantabria no lo especifica).
10. Consiste en solicitar el Documento de Referencia a la adminis-
tración competente. Se presenta un documento con el siguien-
te contenido:
11. Título del Plan
12. Situación y emplazamiento del municipio
13. Necesidad de revisión del planeamiento
14. Objetivos generales y justificación de la planificación
15. Justificación y descripción del modelo adoptado (alternativas)
16. Anexos:
17. Publicación en el BOC del acuerdo de revisión del Plan
18. Cartografía (plano de situación)
Fase de consultas por parte de la administración al resto de adminis-
traciones afectadas:
19. Plazo (no estimado) para que envíen sugerencias.
20. Una vez recibidas el órgano ambiental determinará si el plan o
programa deber ser objeto de evaluación ambiental (2 meses).
21. En caso afirmativo, el órgano ambiental elaborará el Documento
de Referencia en el que determinará el contenido y amplitud
del Informe de Sostenibilidad Ambiental (3 meses según ley es-
tatal) y lo remitirá al promotor.
22. Elaboración del Informe de Sostenibilidad Ambiental
23. Se elaborará con anterioridad a la aprobación inicial del Plan
24. Su contenido se realizará en base al documento de referencia y
al establecido en el Anexo I de la ley estatal:
82 Pablo Merino Ávila

25. Objetivos del Plan


26. Situación actual del medio ambiente y evolución en caso de no
aplicación del plan
27. Problemas ambientales existentes
28. Objetivos de protección ambiental según la legislación
29. Efectos significativos por aplicación del plan
30. Medidas previstas para reducir o eliminar los impactos
31. Resumen de las alternativas estudiadas
32. Viabilidad económica de las medidas de protección
33. Fase de información pública (según Ley 9/2006)
34. Se realizará sobre la versión preliminar del Plan y el informe de
sostenibilidad
35. La duración será de 45 días
36. Se consultará a las administraciones públicas y público interesado
37. Elaboración de la Memoria ambiental
38. Contendrá las determinaciones finales que deberán incorpo-
rarse al Plan.
39. Elaborada por el órgano ambiental en el plazo de 6 meses a
contar desde la conclusión del trámite de información pública
40. La memoria ambiental es preceptiva y deberá tenerse en cuenta
en el Plan antes de su Aprobación Definitiva
41. Publicación en el BOC de la memoria ambiental
42. Presentación ante el órgano ambiental del Plan aprobado defi-
nitivamente incluyendo los Integración en el Plan de los aspec-
tos ambientales
43. Integración de la memoria ambiental y posibles discrepancias
44. Alternativa seleccionada
45. siguientes aspectos:
46. Medidas para cumplir el seguimiento del Plan
47. Resumen no técnico
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 83

2. MODELO DE SOLICITUD DE UN DOCUMENTO DE


INICIO PARA ELABORACION DEL INFORME DE
SOSTENIBILIDAD

ÍNDICE
1. Introduccion
2. Finalidad del documento
2.1. Contenido
3. Marco legal
3.1. Evaluación Ambiental de Planes y Proyectos
3.2. Ordenación del Territorio y Urbanismo
3.3. Espacios Protegidos
3.4. Contaminación Atmosférica y Calidad del aire
3.5. Aguas
3.6. Residuos
3.7. Patrimonio Cultural
4. Inventario ambiental
4.1. Situación geográfica y administrativa
4.2. Espacios protegidos
4.2.1. LIC (A especificar puede haber varios)
4.2.3. Montes de Utilidad Pública
4.2.4. Hábitats de la Directiva 92/43/CEE
4.2.5. Zonas de protección de cauces
4.2.6. Zonas de protección arqueológica
4.3. Climatología
4.3.1. Características pluviométricas y de humedad
4.3.2. Características térmicas
4.3.3. Régimen de vientos
4.4. Litología
4.4.1. Geología económica
4.4.2. Geotecnia
4.5. Geomorfología
4.5.1. Unidades geomorfológicas
84 Pablo Merino Ávila

4.5.2. Valoración
4.6. Edafología
4.6.1. Unidades edafológicas
4.6.2. Capacidad agrológica
4.7. Hidrología
4.7.1. Calidad del agua superficial
4.7.2. Valoración
4.8. Hidrogeología
4.8.1. Unidades Hidrogeológicas
4.8.2. Vulnerabilidad a la contaminación
4.9. Vegetación
4.9.1. Vegetación potencial
4.9.2. Vegetación actual
4.9.3. Unidades de vegetación
4.9.3.1 Descripción y caracterización
4.9.4. Valoración
4.9.5. Conclusiones
4.10. Fauna
4.10.1. Unidades faunísticas
4.10.2. Valoración
4.10.3. Conclusiones
4.11. Paisaje
4.11.1. Unidades de paisaje
4.11.1.1 Encinares (Topónimo)
4.11.1.2 Zonas abiertas de matorral y pastizal
4.11.1.3 Garganta del Río…. (por ejemplo)
4.11.1.4 Embalses….
4.11.1.5 Zonas urbanas
4.11.2. Valoración
4.11.3. Análisis de riesgos
4.11.3.1 Evaluación del riesgo
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 85

5. Situación actual
5.1. Descripción de los usos actuales del territorio y aprove-
chamiento de recursos naturales
5.2. Estado actual del medio ambiente
5.3. Evolución del medio ambiente sin aplicación del plan
5.3.1. Objetivos de protección ambiental internaciona-
les, comunitarios o nacionales
6. Análisis socioeconómico comarcal y municipal
6.1. Encuadre comarcal
6.1.1. Población y sistema de asentamientos
6.1.2. Estructura demográfica de la Comarca
6.1.2.1 Demografía de la comarca
6.1.2.2 Saldo demográfico
6.1.2.3 Estructura demográfica de la comarca
6.1.2.3.1 Estructura de los hogares
6.1.2.3.2 Dinámica de la vivienda en la
comarca
6.1.3. Estructura socioeconómica de la comarca
6.2. Diagnóstico Comarcal
6.3. Análisis demográfico del municipio
6.3.1. Evolución de la población
6.3.2. Estructura demográfica de la población
6.3.2.1 Movimiento migratorio
6.3.2.2 Nivel de estudios
6.3.2.3 Estructura de hogares en el municipio
6.3.2.4 Dinámica de vivienda en Guriezo
6.4. Actividades económicas del municipio
6.4.1. Actividad empresarial y población activa
6.4.2. Actividad Económica por sectores
6.4.2.1 Sector Primario
6.4.2.2 Sector secundario
6.4.2.3 Sector terciario
86 Pablo Merino Ávila

6.5. Diagnóstico Socioeconómico Municipal


6.6. Dotaciones existentes y dependencias funcionales
6.7. Necesidades dotacionales
7. Unidades ambientales
7.1. Fichas de unidades ambientales
7.2. Valoración de unidades ambientales
8. Planificación física
8.1. Usos vocacionales del territorio y propuestas de desarro-
llo urbanístico
8.1.1. Valor naturalístico
8.1.2. Valores estéticos
8.1.3. Valores relacionados con la productividad
primaria
8.1.4. Valores relacionados con la productividad secun-
daria y terciaria
8.1.5. Valoración final
8.2. Usos propuestos del territorio
8.2.1. Zona de protección forestal
8.2.2. Zona de protección ecológica y paisajística
8.2.3. Zona de protección paisajística
8.2.4. Zona a regenerar
8.2.5. Zona de posibles crecimientos
9. Descripción urbana actual
9.1. Características generales del Planeamiento vigente
9.2. Grado de desarrollo del planeamiento vigente
9.3. Estructura urbana actual y Áreas Funcionales
9.4. Infraestructuras existentes
9.4.1. Vías de comunicación
9.4.2. Abastecimiento
9.4.3. Saneamiento y depuración
9.4.4. Energía eléctrica
10. Descripción de alternativas
10.1. Alternativa seleccionada
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 87

11. Planeamiento propuesto


11.1. Objetivos
11.2. Justificación y descripción del Modelo adoptado
11.3. Determinaciones Estructurantes. Criterios y Propuesta
de Ordenación
11.4. Cuadros resumen del Plan General
11.5. Demanda de infraestructuras
11.5.1. Abastecimiento de agua
11.5.2. Saneamiento y depuración
11.5.3. Energía eléctrica
11.5.4. Infraestructura viaria
12. Efectos significativos previstos
12.1. Cambio de uso del suelo
12.2. Afección a espacios naturales protegidos
12.3. Alteración de la calidad del aire
12.4. Alteración de la calidad sonora
12.5. Alteración hidrológica
12.6. Alteración hidrogeológica
12.7. Alteración geomorfológica
12.8. Incremento de la erosión y riesgos geológicos
12.9. Afección de la pista de karts
12.10. Alteración edafológica
12.11. Afección sobre la vegetación
12.12. Alteración de los hábitats faunísticos
12.13. Alteración del paisaje
12.14. Incremento en el consumo de recursos
12.15. Generación de aguas residuales
12.16. Generación y gestión de residuos
12.17. Incremento de la contaminación lumínica
12.18. Contaminación electromagnética
12.19. Incremento en la accidentalidad laboral
88 Pablo Merino Ávila

12.20. Mejora y creación de infraestructuras


12.21. Creación de puestos de trabajo
12.22. Aportación de recursos económicos al Ayuntamiento
12.23. Mejora de la calidad de vida
13. Medidas preventivas, correctoras y compensatorias
13.2. Clausura y rehabilitación del vertedero de inertes
13.3. Limpieza e integración paisajística
13.4. Depuración de aguas residuales
13.5. Relacionadas con la ubicación y diseño de edificios y zo-
nas de actividades comerciales- industriales
13.6. Protección del paisaje natural y urbano
13.7. Relacionadas con la protección de Espacios Naturales
Protegidos
13.8. Control de la contaminación atmosférica y acústica
13.9. Control de la contaminación de suelos y aguas
subterráneas
13.11. Gestión de residuos y vertidos líquidos industriales
13.12. Relacionadas con el ahorro de agua
13.13. Medidas previstas para la reducción de la contamina-
ción electromagnética
13.14. Ahorro en el consumo de energía eléctrica/ criterios de
eficiencia energetica
13.15. Protección del medio nocturno
13.16. Medidas de carácter general
14. Plan de vigilancia ambiental
14.1. Protección de Espacios Naturales Protegidos
14.2. Relacionadas con la ubicación y diseño de edificios y de
zonas de actividades comerciales- industriales
14.3. Protección del paisaje natural y urbano
14.4. Depuración de aguas residuales
14.6. Clausura y rehabilitación del vertedero de inertes
14.7. Limpieza e integración paisajística de la vaguada Norte
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 89

14.8. Control de la contaminación atmosférica y acústica


14.9. Control de la contaminación de suelos y aguas subterráneas
14.10. Gestión de los residuos urbanos e industriales y vertidos
líquidos
14.11. Control en el ahorro de agua
14.12. Control de las medidas tendentes al ahorro energético
14.13. Protección del medio nocturno
14.14. Vigilancia de las medidas para la reducción de la conta-
minación electromagnética
14.15. Controles generales durante las obras
15. Resumen y conclusiones
16. Informe de viabilidad económica
17. Proyectos que deben ser sometidos a evaluación de impacto
ambiental
Anexos
Anexo I.- Especies faunísticas inventariadas
Anexo II.- Dossier fotográfico
Anexo III.- Cartografía. Documento aparte

LOS INFORMES SECTORIALES

Debemos diferenciar siempre después de las consultas previas


que solicita el órgano ambiental antes de la expedición del docu-
mento de referencia. Se solicitan los informes sectoriales y dada la
complejidad de su información y recepción incorporamos un cua-
dro en el cual dividimos los preceptivos, los de ámbito estatal y au-
tonómico, el periodo de resolución por el organismo a consultar:
90 Pablo Merino Ávila

TABLA I: INFORMES PRECEPTIVOS

Informes preceptivos Peticionario Informe Organo Receptor peticion Organismo emision informe
Plan de ordenacion Administración compe- Dirección General de Comisión Regional de
del litoral tente para aprobación Ordenación del Territorio y Ordenación del Territorio
inicial (Ayuntamiento) Urbanismo (Consejeria de y Urbanismo (Gobierno de
Presidencia, Ordenación del Cantabria)
territorio y urbanismo)
Aguas ( afeccion a regi- No especificado* C o n f e d e r a c i ó n Confederación Hidrográfica
men de aguas o usos en Hidrogrófica del Norte, del Norte, del Ebro o del
zona d. p. h., servidum- del Ebro o Del Duero Duero (Ministerio de Medio
bre y policia, y existencia Ambiente)
de recursos para satisfa-
cer nuevas demandas
Aguas ( cuencas inter- Administarción compe- C o n f e d e r a c i ó n Confederación Hidrografica
comunitarias, u obras tente para aprobación Hidrografica del Norte, del Norte, del Ebro o del
de interes general) inicial (Ayuntamiento) del Ebro o Del Duero Duero (Ministerio de Medio
Ambiente)

Costas Administarción compe- Demarcación de Costas del Dirección General de


tente para aprobación Estado en Cantabria Costas (Ministerio de
inicial (Ayuntamiento) Medio Ambiente)
Costas Administración compe- Demarcacion de Costas del Direccion General de
tente para aprobación de- Estado en Cantabria Costas (Ministerio de
finitiva (Comisión Regional Medio Ambiente)
de Ordenacion del territorio
y Urbanismo, Comunidad
Autonoma)
Puertos autonomicos Administración compe- Dirección General Consejeria de Obras
tente para probación ini- de Puertos y Costas Publicas y Vivienda
cial (Ayuntamiento) (Consejeria de Obras (Gobierno de Cantabria)
Publicas y Vivienda)
Puertos autonomicos Administración com- Dirección General Consejeria de Obras
petente para apro- de Puertos y Costas Publicas y Vivienda
bación provisional (Consejeria de Obras (Gobierno de Cantabria)
(Ayuntamiento) Publicas y Vivienda)
Carreteras autonomicas Administración compe- Dirección General Consejeria de Obras
tente para probación ini- de Puertos y Costas Publicas y Vivienda
cial (Ayuntamiento) (Consejeria de Obras (Gobierno de Cantabria)
Publicas y Vivienda)
Carreteras estatales Administración compe- Demarcación de Carreteras Demarcación de Carreteras
tente para probación ini- del Estado en Cantabria del Estado en Cantabria
cial (Ayuntamiento) (Ministerio de Fomento)
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 91

Referencia legal Naturaleza Fase de tramitacion Plazo de emision No emision en plazo


Articulo 13 de la Ley de No vinculante Antes de aproba- Dos meses Favorable
Ccantabria 2/2004 de 27 cion inicial
de septiembre del Plan de
Ordenación del Litoral

Articulo 25.4 del Real Vinculante, en- No especificado** No especificado*** Favorable


Decreto Legislativo 1/2001, marcado dentro
de 20 de julio, por el que se de la colaboracion
aprueba el texto refundido con las comunida-
de la Ley de Aguas des autonomas

Articulo 128.3 del Real Vinculante Antes de aproba- Dos meses Favorable
Decreto Legislativo cion inicial
1/2001,de 20 de julio , por
el que se aprueba el texto re-
fundido de la Ley de Aguas
Articulo General de Costas No vinculante, Antes de aproba- Un mes No especificado****
(Ministerio de Medio comprensivo cion inicial
Ambiente)
Articulo 117.2 de la Ley Vinculante Antes de aproba- Dos meses Se interrumpen
22/1988, de 28 de julio de cion definitiva plazos según ar-
Costas ticulo 117.3

Articulo 15.2 de la Ley No vinculante, Antes de aproba- Dos meses No especificado****


5/2004 de 16 de no- comprensivo cion inicial
viembre, de Puertos de
Cantabria)
Articulo 15.3 de la Ley Vinculante Antes de aproba- Un mes No especificado****
5/2004, de 16 de novimebre, cion definitiva
de Puertos de Cantabria

Articulo 9.2 de la Ley Vinculante Antes de aproba- Un mes Favorable si exce-


5/1996, de 17 de diciembre, cion inicial de el mes de plazo
de Carreteras de Cantabria y un mes mas

Articulo 10.2 de la Ley Vinculante Antes de aproba- Dos meses Favorable si exce-
25/1988, de 29 de julio, de cion inicial de el mes de plazo
Carreteras del Estado y un mes mas
92 Pablo Merino Ávila

Informes preceptivos Peticionario Informe Organo Receptor peticion Organismo emision informe
Ferrocarriles (Red Adminitración compe- Área de fomento de la Dirección General de
Ferroviaria de Interes tente para aprobación Delegación del Gobierno Ferrocarriles (Ministerio
General) inicial (Ayuntamiento) en Cantabria de Fomento)

Aeropuertos (aero- No especificado* Área de fomento de la Dirección Aviacion Civil


puertos de interes Delegación del Gobierno (Ministerio de Fomento)
general) en Cantabria

Montes (montes ca- No especificado* Dirección General de Consejeria de Ganaderia,


talogados o montes Montes y Consevacion de Agricultura y Pesca
protectores) la Naturaleza (Consejeria (Gobierno de Cantabria)
de Ganaderia , Agricultura
y Pesca)

Montes (resto de te- No especificado* Dirección General de Consejeria de Ganaderia,


rrenos forestales. Que Montes y Consevacion de Agricultura y Pesca
no sean ni montes ca- la Naturaleza (Consejeria (Gobierno de Cantabria)
talogados ni montes de Ganaderia, Agricultura
protectores) y Pesca)

Telecomunicaciones No especificado* Inspección de Secretaría de Estado de te-


Telecomunicaciones del lecomunicaciones y para la
Estado en Cantabria. Sociedad de la Informacion
(Ministerio de Ciencia y
Tecnologia)
Infraestructura de la No especificado Delegación de Defensa en Dirección Genreal de
Defensa Cantabria) Infraestructura (Ministerio
de Defensa)

P a t r i m o n i o No especificado Dirección General de Consejeria de Cultura,


(Instrumentos urbanis- Cultura (Consejeria Turismo y Deporte
ticos que afecten a BIC, de Cultura, Turismo y (Gobierno de Cantabria)
BIL o sus entornos). Deporte)
Accesibilidad y barre- ………………………. …………………………. Redacción propia por
ras arquitectonicas parte de la Comisión
Regional de Ordenación
del Territorio y Urbanismo
(Gobierno de Cantabria)
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 93

Referencia legal Naturaleza Fase de tramitacion Plazo de emision No emision en plazo


Articulo 7.2 de la ley C o m p r e n s i v o , Antes de aproba- Un mes Favorable
39/2003, de 17 de no- Vinculante en cion inicial
viembre , del Sector materias de su
Ferroviario) competencia
Disposición Adicional Vinculante Antes de aproba- Un mes Se podra conti-
Segunda del Real Decreto cion inicial nuar con la trami-
2591/1998, de 4 de di- tacion si excede el
ciembre , de ordenación mes de plazo y un
de los aeropuertos de inte- mes mas
res general y de su zona de
servicio
Articulo 39 de la Ley Vinculante No especificado** No No
43/2003, de 21 de no- especificado*** especificado****
viembre, de Montes, y
articulo 21 de la Ley de
Cantabria 4/2000, de
13 de Noviembre, de
Modernizacion y desarro-
llo Agrario
Articulo 39 de la Ley No vinculante No especificado** No No
43/2003, de 21 de no- especificado*** especificado****
viembre, de Montes, y
articulo 21 de la Ley de
Cantabria 4/2000, de
13 de Noviembre, de
Modernizacion y desarro-
llo Agrario
Articulo 26.2 de la Vinculante No especificado** No No
Ley 32/2003, de 3 de especificado*** especificado****
Noviembre, General de
Telecomunicaciones

Disposicion Adicional pri- Vinculante No especificado** No No


mera de la Ley 6/1998, de especificado*** especificado****
13 de abril, sobre Regimen
del Suelo y Valoraciones
Articulo 56.6 de la Ley de Vinculante No especificado** Tres meses Favorable
Cantabria 11/1998, de 13
de octubre, de Patrimonio
Cultural de Cantabria)
Articulo 4.1 de la Ley de Vinculante No especificado** No No
Cantabria 3/1996, de 24 de especificado*** especificado****
septiembre, de accesibili-
dad y supresión de barreras
arquitectónicas, urbanísti-
cas y de la comunicación
94 Pablo Merino Ávila

Informes preceptivos Peticionario Informe Organo Receptor peticion Organismo emision informe
Evaluacion Ambiental P r o m o t o r Direccion General Consejeria de Medio
(Memoria Ambiental) (Ayuntamiento) de Medio Ambiente Ambiente (Gobierno de
(Consejeria de Medio Cantabria)
Ambiente)

Competencias de No especificado* Delegacion del Gobierno Titular competencia


Administracion en Cantabria estatal
General del Estado

TABLA II
Informes no preceptivos en planteamiento, con posteriores autorizaciones obliga-
torias en construcción

Informes Peticionario Informe Organo receptor peticion Organismo emisor informe

Area de Fomento de la Direccion de Aviacion Civil


Delegacion del Gobierno (Ministerio de Fomento)
Aeropuertos No especificado* en Cantabria

Consejeria de Sanidad Consejeria de Sanidad y


y Servicios Sociales Servicios Sociales (Gobierno
(Gobierno de Cantabria) de Cantabria)
Cementerios No especificado*
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 95

Referencia legal Naturaleza Fase de tramitacion Plazo de emision No emision en plazo


Articulos 25 y 26 de la Ley Vinculante Antes de aproba- Seis meses Tanto el promotor
de Cantabria 17/2006, de cion provisional, (Ayuntamiento)
11 de diciembre, de Control concluidas fases como la
Ambiental Integrado, arti- de consultas e Administracioncom-
culo 12 de la Ley 9/2006, de informacion pu- petente para apro-
28 de abril, sobre evaluacion blica; se basara bacion (C.R.O.T.U.)
de los efectos de determina- en el informe de pueden requerir a
do planes y programas en el Sostenibilidad organo ambiental
medio ambiente y articulos Ambiental elabo- pronunciamiento
68 y 69 de Ley de Cantabria rado por el equi- en nuevo plazo de
2/2001, de 25 de junio , de po redactor en la dos meses
Ordenacion Territorrial y re- aprobacion inicial
gimen Urbanistico del suelo
de Cantabria)
Disposicion adicional segunda Vinculante No especificado** Dos meses Favorable, salvo que
de la Ley 13/2003 de 23 mayo, se afecte al dominioi
reguladora del contrato de o a servicios publicos
concesion de obras publicas de titularidad estatal

Fase de No emision en
Referencia legal Naturaleza Plazo de emision
tramitacion plazo
Artículo 63 de Ley 55/1999, de 29 de Regimen No No No
diciembre, de medidas fiscales, admi- General; especificado** especificado*** especificado****
nistrativas y del orden social , y Articulo faculta-
29 del Decreto 584/1972,de 24 de fe- tivo y no
brero , Servidumbres aeronáuticas vinculante
Articulo 3 de la Ley de Cantabria Regimen No No No
5/2002, de 24 de julio, de Medidas Genera especificado** especificado*** especificado****
Cautelares Urbanisticas en el ambito ; faculta-
del litoral, de sometimiento de los ins- tivo y no
trumentos de planificacion territorial vinculante
y urbanistica a evaluacion ambien-
tal y de regimen urbanistico de los
cementerios
96 Pablo Merino Ávila

TABLA III: Informes facultativos


Petición Organo receptor Organismo emi-
Informes Referencia legal
Informe peticion sor informe
Saneamientos No especificado* Direccion General Consejeria de Articulo 15.5 de la Ley de
de Obras Hidraulicas Medio Ambiente Cantabria 2/2002, de 19
y Ciclo Integral el ( Gobierno de de abril, de Saneamiento
Agua ( Consejeria de Cantabria) y Depuracion de las Aguas
Medio Ambiente) Residuales de Cantabria
Abastecimiento No especificado* Direccion General Consejeria de ……………………..
de agua (Planes de Obras Hidraulicas Medio Ambiente
hidraulicos) y Ciclo Integral el ( Gobierno de
Agua ( Consejeria de Cantabria)
Medio Ambiente)
P r o t e c c i o n No especificado* Comision de Comision de Articulo 21. 2 de Ley de
Civil(municipios Proteccion Civil de Proteccion Civil Cantabria 1/ 2007, de
en que exista Cantabria de Cantabria Proteccion Civil y Gestion
alguno de los de Emergencias de
riesgos incluidos Cantabria
en el Mapa de
riesgos del Plan
Territorrial de
Proteccion Civil
de Cantabria)
Industria No especificado* Estatal o de La Estatal o de La Articulo 5 de la Ley 54/
C o m u n i d a d Comunidad 1997, de 27 de noviem-
Autonoma, se- Autonoma, se- bre, del Sector Electrico,
gún naturaleza gún naturaleza Articulo 5 de la Ley
planificacion planificacion 34/ 1998, del Sector de
Hidrocarburos

*
Primeramente la Administración competente para la aprobación inicial
(Ayuntamiento) , o posteriormente la Administración competente para la aprobacion definiti-
va (Comisión Regional de Ordenación del territorio y Urbanismo, Comunidad Autónoma).
**
Se tendra en cuenta la Administracion que solicito el informe para asumirlo, por su
propio interes, en la aprobacion de la que es competente.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 97

Naturaleza Fase de tramitacion Plazo de emision No emision en plazo

Regimen General; facultativo No especificado** No especificado*** No especificado****


y no vinculante, hasta aproba-
cion de Plan de Saneamineto y
Depuracion de Cantabria

Regimen Genral, facultativo y no No especificado** No especificado*** No especificado****


vinculante

Regimen General, facultativo y Tras aprobacion ini- Dos meses Favorable


no vinculante hasta aprobacion cial durante trami-
del Plan Territorial de Proteccion te de informacion
Civil de Cantabria publica

Regimen general, facultativo y no No especificado** No especificado No especificado****


vinculante

***
En cuanto al plazo de emision, se entiende que resulta de aplicación el regimen
general. El articulo 83.3 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Regimen Juridico de las
Administraciones Publicas y del Procedimiento Administrativo Comun, dice que en el supuesto
de informes preceptivos que sean determinantes para la resolucion del procedimiento, se po-
dra interrumpir (no se obliga) el plazo de los tramites sucesivos. En este sentido hay una refe-
rencia en el texto del Memento , pagina 515, epigrafe 4016, en la que se pone como maximo 3
meses. Si por el contrario se considera que no son determinantes para la resolucion del proce-
dimiento, se podra (tampoco se obliga, pero se puede interpretar que lo aconseja con caracter
general) continuar con las actuaciones. El plazo para evacuar un informe por regimen general
es de diez dias, salvo que el cumplimiento del resto de los plazos del procedimiento exija otro
plazo mayor o menor, segun el articulo 83.2 de l Ley 30/1992.
—V—
RECURSOS ADMINISTRATIVOS
CONTRA LOS INSTRUMENTOS
DE PLANEAMIENTO URBANÍSTICO

La Constitución Española de 1978, como consecuencia lógica


de la solemne definición, en su artículo primero, de España como
un Estado Social y Democrático de Derecho, configura de manera
clara un sistema jurídico en el que las Administraciones Públicas,
al igual que los particulares, están sujetos a la Constitución y al
resto del ordenamiento jurídico (art. 9.1 CE). Este principio de
legalidad, consustancial a la propia idea del Estado de Derecho,
implica necesariamente la existencia de mecanismos de control
sobre la actividad administrativa.
Como bien es sabido, tradicionalmente existen dos vías de im-
pugnación contra la actividad de las Administraciones Públicas:
por un lado, la vía administrativa, conforme a la cual cabe la po-
sibilidad de que los interesados puedan impugnar ante la propia
Administración los actos que ésta haya dictado y que se conside-
ren disconformes a derecho; y la vía contencioso-administrativa,
en ella los Tribunales de dicho orden jurisdiccional ejercen el
control judicial de la actividad administrativa, en cumplimiento
del mandato del art. 106.1 CE. Ambas vías de impugnación se arti-
culan de manera separada, de modo que para acceder a la vía con-
tenciosa ante los Tribunales es necesario haber agotado previa-
100 Pablo Merino Ávila

mente la vía administrativa, mediante la interposición, en su caso,


de los recursos administrativos procedentes, toda vez que, como
señala el art. 25.1 de la Ley 29/1998, reguladora de la Jurisdicción
contencioso-administrativa, la misma tiene por objeto el conoci-
miento de las impugnaciones que se susciten frente a las disposi-
ciones administrativas de carácter general, y los actos administra-
tivos expresos y presuntos que pongan fin a la vía administrativa. No
obstante lo anterior, tras la reforma realizada por la Ley 4/1999,
de 13 de enero, se ha vuelto a recoger en la Ley 30/1992, de 26
de noviembre, de Procedimiento Administrativo Común (LPC) el
viejo esquema de los recursos administrativos ya configurado en la
Ley de Procedimiento de 1958, con la reintroducción del recurso
potestativo de reposición, el cual, como su propia denominación
indica, tiene un carácter alternativo a la vía contenciosa, de modo
que cabe frente a un acto que ponga fin a la vía administrativa
la interposición de dicho recurso, o acudir directamente a la vía
jurisdiccional, teniendo presente no obstante que, como señala
el art. 116.2 LPC, una vez interpuesto aquél no cabrá la interposi-
ción del recurso contencioso-administrativo hasta que no se pro-
duzca la resolución expresa o presunta del recurso de reposición.
A estos mecanismos de control de la actividad de las
Administraciones Públicas no puede escapar, como es obvio, una
parte tan importante de la misma, principalmente por sus reper-
cusiones a terceros, como es la materia urbanística. Siguiendo al
Tribunal Constitucional2, se puede definir el urbanismo como la
disciplina jurídica del hecho social o colectivo del asentamiento
de población en el espacio físico, lo cual se traduce en unas con-
cretas potestades públicas, como las referidas al planeamiento, la
gestión o ejecución de instrumentos de planeamiento y la inter-
vención administrativa en las facultades dominicales sobre el uso
del suelo y la edificación.
De entre esas potestades, destaca sin duda la potestad planifi-
cadora, dada su especial incidencia en los derechos y deberes de
los propietarios de suelo, y la relevancia que desde el principio
2
Sentencia del TC núm. 61/1997, de 20 de marzo, F.J. 6º.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 101

ha otorgado el Derecho Urbanístico español a la figura del plan


urbanístico como eje del sistema3. Por tanto, los instrumentos de
planeamiento urbanístico (planes urbanísticos, en sus distintas
modalidades), dada su relevancia frente a terceros, se convierten
frecuentemente en objeto de impugnación, debiendo tenerse
presente, asimismo, que en materia urbanística se recoge expresa-
mente en nuestra legislación la acción pública como un derecho
de los ciudadanos para hacer respetar la ordenación urbanística
(arts. 4.f) y 48 del TRLS2008), de modo que se abre la legitima-
ción activa para que cualquier ciudadano pueda acudir ante los
órganos correspondientes en demanda del cumplimiento de la
legislación y ordenación urbanística aplicable.
El objeto del presente trabajo es, por tanto, analizar las posibi-
lidades de impugnación, en vía administrativa, de los distintos ins-
trumentos de planeamiento urbanístico, debiendo partirse para
ello, en primer lugar, del análisis de la naturaleza jurídica de los
planes urbanísticos.

1. BREVE DESCRIPCIÓN DEL PLANEAMIENTO URBANÍSTICO

Se entiende por Planeamiento urbanístico al conjunto de ins-


trumentos establecidos por la legislación del suelo para la orde-
nación del uso del suelo y el establecimiento de las condiciones
para su transformación o conservación. Tiene diferente alcance y
definición en función del territorio que ordena y lo pormenoriza-
da que esta ordenación sea. En este sentido, los instrumentos para

3
Así, la Ley del Suelo y Ordenación Urbana de 1956 concebía al plan
en su Exposición de Motivos como “la base necesaria y fundamental de toda or-
denación urbana”. Esta idea, sin especiales diferencias, subsiste en la actualidad
en la legislación urbanística de las CC.AA., así como en la básica estatal (Texto
Refundido de la Ley de Suelo, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2008,
de 20 de junio), de modo que el régimen urbanístico de la propiedad del suelo,
y los derechos y deberes derivados del mismo, se sujetan a lo estipulado por la
legislación urbanística y, en desarrollo de ésta, por los instrumentos de planea-
miento urbanístico.
102 Pablo Merino Ávila

la ordenación territorial y urbanística que se diferencian según la


escala territorial son:
• Planeamiento Supramunicipal: Planes Territoriales y
Proyectos de Singular Interés.
• Planeamiento Municipal: Planes Generales (P.G.), Normas
Subsidiarias (NN.SS.) y Delimitaciones de Suelo Urbano
(D.S.U.).
• Planeamiento de Desarrollo: Planes Parciales (P.P.), Planes
Especiales (P.E.) y Estudios de Detalle (E.D.).
El Planeamiento Supramunicipal o, los denominados, Planes
de Ordenación del Territorio (POT), tienen, como objeto princi-
pal, la ordenación racional y equilibrada del territorio y, en gene-
ral, de los recursos naturales que procure la articulación, integra-
ción y cohesión del mismo, tanto internamente como con el resto
de territorios circundantes, así como la disposición de las activida-
des y usos que optimice las condiciones de vida en colectividad y
armonice el desarrollo económico-social con el medio ambiente
en general, la preservación de la naturaleza y la protección del
patrimonio arquitectónico, histórico y cultural.
Los Planes de Ordenación del Territorio deben cumplir algu-
na de las siguientes funciones:
a) Establecer los objetivos y criterios de coordinación gene-
ral para la formulación del planeamiento municipal.
b) Determinar los objetivos de carácter territorial y los crite-
rios de compatibilidad espacial que deban cumplir las ac-
tuaciones sectoriales de las diferentes Administraciones
públicas.
c) Establecer las previsiones espaciales precisas, incluso rea-
lizando reservas de suelo de cualquier clase, para actua-
ciones y proyectos de las Administraciones públicas o de
interés público.
El Planeamiento Municipal tiene por objeto establecer la or-
denación general para todo un término municipal, de conformi-
dad con el planeamiento territorial, y la ordenación detallada en
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 103

todo el suelo urbano consolidado, así como en los sectores de sue-


lo urbano no consolidado y suelo urbanizable en los que se con-
sidere oportuno habilitar su ejecución directa, sin necesidad de
planeamiento de desarrollo. El planeamiento municipal debe:
 Clasificar el suelo de todo el término municipal en todas
o algunas de las clases y categorías de suelo, estableciendo
las protecciones ambientales existentes y delimitándolas.
 Establecer las determinaciones de ordenación estructu-
rante sobre la totalidad del suelo del municipio.
 Establecer las determinaciones de ordenación pormenori-
zada, para los suelos urbanos consolidados y aquellos otros
que la legislación del suelo así determine.
Para cumplir su función y objeto, los Planes Municipales ha-
brán de:
— Fijar los objetivos y estrategias globales para el desarrollo
sostenible del territorio municipal, de conformidad con
el planeamiento de ordenación territorial y de forma
concertada con los municipios colindantes.
— Preservar los suelos no urbanizables de protección de su
posible transformación mediante la urbanización y de su
deterioro o degradación en cualquier otra forma.
— Articular la ordenación urbanística necesaria y previsible
en los espacios susceptibles de desarrollo urbanístico, in-
dicando el esquema global de usos del suelo y de sistemas
generales o servicio de dotaciones urbanísticas públicas
al servicio de toda la población.
— Precisar los ámbitos territoriales y las determinaciones
concretas de ordenación pormenorizada cuya definición
debe ser establecida por instrumentos de planeamiento
de desarrollo.
— Ordenar los espacios urbanos.
— Organizar y programar la gestión de su ejecución.
Por último, el Planeamiento de Desarrollo se divide en:
104 Pablo Merino Ávila

— Planes Parciales: establecen la ordenación detallada, o


modifican o completan la que hubiera establecido el pla-
neamiento municipal.
— Planes Especiales: desarrollan, completan e incluso sus-
tituyen determinaciones del planeamiento municipal, a
fin de proteger ámbitos singulares.
— Estudios de Detalle: definen volúmenes edificables de
acuerdo con las especificaciones del planeamiento y el
señalamiento de alineaciones y rasantes.

2. CLASIFICACIÓN DEL SUELO

Tal y como ya se ha señalado en el epígrafe 2, la Ley del Suelo,


en su artículo 12, establece que el suelo se encuentra en dos situa-
ciones básicas, suelo urbanizado o suelo rural.
Se encuentra en situación de suelo urbanizado, el integrado
de forma legal y efectiva en la red de dotaciones y servicios pro-
pios de los núcleos de población. Mientras que, en la situación
de suelo rural se encuentran, los preservados por la ordenación
territorial y urbanística de su transformación mediante la urba-
nización, y aquellos para los que la ordenación territorial y urba-
nística prevea o permita su paso a la situación de suelo urbaniza-
do. En definitiva, todo suelo que no reúna la condición de suelo
urbanizado.
El territorio se clasifica en las siguientes clases de suelo: urba-
no, no urbanizable o rústico y urbanizable. Sus principales carac-
terísticas son:
Suelo Urbano. Son aquellos terrenos que o bien están com-
pletamente urbanizados, o bien están parcialmente ocupados por
edificaciones o bien han sido definidos como tales conforme al
planeamiento urbanístico. El Planeamiento Municipal podrá dis-
tinguir entre dos categorías de suelo urbano: urbano consolidado
o urbano no consolidado, en función de si poseen condiciones
para su uso inmediato o no.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 105

Suelo no urbanizable o rústico. Son los terrenos que deban


ser preservados de su urbanización por:
— Estar sometidos a algún régimen especial de protección
incompatible con su urbanización, conforme a la le-
gislación de ordenación del territorio o a la normativa
sectorial.
— Presentar manifiestos valores naturales, culturales o pro-
ductivos, entendiendo incluidos los ecológicos, ambien-
tales, paisajísticos, históricos, arqueológicos, científicos,
educativos, recreativos u otros que justifiquen la necesi-
dad de protección o de limitaciones de aprovechamien-
to, o haber presentado dichos valores en el pasado, y por
tanto deben protegerse para facilitar su recuperación.
— Estar amenazados por riesgos naturales o tecnológicos
incompatibles con su urbanización, tales como inunda-
ción, erosión, hundimiento, incendio, contaminación o
cualquier otro tipo de perturbación del medio ambiente
o la seguridad y salud públicas.
Estas definiciones, con ligeras variaciones, sobre todo termi-
nológicas, son comunes para todas las legislaciones de suelo de
las diferentes Comunidades Autónomas; siendo en algunos casos
muy difusa la diferenciación entre el suelo no urbanizable común
ó residual, y el urbanizable no delimitado o no sectorizado. Esto
se basa en el principio establecido por la anterior legislación esta-
tal del suelo, que establecía que eran urbanizables todos los suelos
en los que no concurriesen razones para su preservación. La Ley
del Suelo, vigente en la actualidad, rompe con esta filosofía esta-
bleciendo que el suelo apto para ser urbanizado será aquel que se
justifique cómo estrictamente necesario.
Suelo urbanizable. Son los terrenos que no proceden perte-
necer a las clases de suelo urbano ni suelo no urbanizable o rústi-
co. El Planeamiento General podrá distinguir entre las categorías:
Delimitado y No Delimitado, en base a si se trata de terrenos en
los que el planeamiento municipal prevea expresamente su trans-
formación en suelo urbano o no.
106 Pablo Merino Ávila

3. INSTRUMENTOS DE PLANEAMIENTO URBANÍSTICO:


NATURALEZA JURÍDICA

En el ejercicio de la potestad de planeamiento urbanístico, y


de acuerdo con la legislación en la materia, las Administraciones
competentes (fundamentalmente la autonómica y la local)
aprueban los diferentes instrumentos de planeamiento urbanís-
tico. El reparto constitucional de competencias en materia urba-
nística residencia la titularidad de las mismas en las Comunidades
Autónomas (ex art. 148 CE), no debiendo perderse de vista el
importante papel que al efecto otorgan a los municipios tanto la
Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases del Régimen
Local4, como las propias legislaciones urbanísticas autonómicas.
En la actualidad, una vez culminado el proceso de aprobación
por las distintas Comunidades Autónomas de sus normativas es-
pecíficas en materia urbanística, iniciado tras la sentencia del
Tribunal Constitucional 61/1997, que declaró la inconstitucio-
nalidad de gran parte de la normativa estatal vigente en aquel
momento (el Texto Refundido de la Ley del Suelo de 1992), nos
encontramos ante 17 ordenamientos urbanísticos autonómicos,
cada uno con su propio sistema de planeamiento urbanístico,
configurado como un subordenamiento propio, con su propio
sistema jerárquico. Sin embargo, esta aparente fragmentación
no es tan acusada como en otros aspectos del urbanismo, toda
vez que, en cuanto al sistema de planeamiento urbanístico, las
Comunidades Autónomas no han sido precisamente muy ori-
ginales en su regulación, manteniéndose, a grandes rasgos, el
sistema de planes urbanísticos que recogía la legislación estatal
anterior.
Así, sucintamente se pueden clasificar los planes urbanísticos
del siguiente modo (ya comentados pormenorizadamente en el
expositivo primero punto segundo):

4
Así, el art. 25.2.d) LRBRL establece que los municipios ejercerán, de
acuerdo con la legislación estatal y autonómica, competencias en materia de “or-
denación, gestión, ejecución y disciplina urbanística”.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 107

— Planeamiento general: se trataría de aquellos instrumen-


tos que persiguen la ordenación urbanística global de
uno o varios términos municipales completos, y que con-
sisten fundamentalmente en la figura del Plan General
de Ordenación Urbana (PGOU), y que se recoge, con
la misma o distintas denominaciones, en todas las legis-
laciones autonómicas. Junto a este Plan, subsiste la posi-
bilidad de aprobar instrumentos de planeamiento gene-
ral de naturaleza subsidiaria o complementaria (Normas
Subsidiarias o Complementarias de Planeamiento), de
ámbito autonómico, provincial o municipal, así como, en
algunas CC.AA., la posibilidad de aprobar planeamientos
generales de naturaleza simplificada (PGOU´s de peque-
ños municipios, Normas Urbanísticas Municipales, etc).
— Planeamiento de desarrollo: dentro del subordenamien-
to que se ha citado, serían los instrumentos que vienen a
desarrollar al planeamiento general, con distinto alcance
y función según la figura de que se trate, pero cuya ti-
pología básicamente es la misma: Planes Parciales (que
desarrollan sectores de suelo urbano no consolidado o
urbanizable), Planes Especiales (con distinto objeto se-
gún su tipología) y Estudios de Detalle (cuya finalidad es
adaptar o completar la ordenación de los planes de los
que traen causa).
Entrando ya en el análisis de la naturaleza jurídica de los ins-
trumentos de planeamiento urbanístico, la cuestión no es ni mu-
cho menos baladí para el asunto que nos ocupa, toda vez que,
tal y como señala el artículo 107.3 LPC, recogiendo un principio
clásico en nuestro Derecho Administrativo, contra las disposicio-
nes administrativas de carácter general no cabe la interposición
de recurso administrativo, abriéndose por tanto directamente la
vía contenciosa para su impugnación. Esto es, si partimos de la
consideración de los planes urbanísticos como disposiciones de
carácter general (reglamentarias), y no como actos administrati-
vos, no cabrá frente a ellos la interposición de los recursos admi-
nistrativos que, con carácter general, regula la propia LPC, a salvo
108 Pablo Merino Ávila

de la posibilidad que el propio art. 107.3 in fine señala, cual es


el recurso indirecto contra los actos administrativos que aplican
el reglamento, basado el mismo exclusivamente en la nulidad de
éste.
Se trata esta de una cuestión que la doctrina ha tenido la
oportunidad de analizar con detalle, y que debe ser referenciada
siquiera brevemente. En síntesis, las posturas posibles en cuanto a
la naturaleza jurídica de los planes urbanísticos se reducen en las
siguientes:
a) La consideración del plan urbanístico como una disposi-
ción de carácter general.
Esta postura, que atribuye eficacia normativa a los instrumen-
tos de planeamiento, se puede considerar la mayoritaria en la
doctrina y, fundamentalmente, en la jurisprudencia. Su principal
fundamento radica en la atribución por la legislación urbanísti-
ca a los planes urbanísticos de efectos obligatorios tanto para los
particulares como las Administraciones Públicas. Así se expresaba
tanto el art. 57 del TRLS1976, como el art. 134.1 del TRLS1992,
y, en la actualidad, la normativa urbanística de las CC.AA.5. Otras
consideraciones que ayudan a considerar un plan urbanístico
como una disposición administrativa de carácter general serían:
que no tiene unos destinatarios concretos sino que se dirige a la
generalidad de los sujetos; que son objeto de publicación y no de
notificación individualizada; que pueden ser removidos del orde-
namiento mediante su derogación; o que la jurisprudencia ha ve-
nido reafirmando de manera clara la posibilidad de interponer
recursos indirectos contra los mismos.
Por lo que se refiere específicamente a la jurisprudencia del
Tribunal Supremo, la misma se ha pronunciado de un modo rei-
terado a favor del carácter normativo de los planes urbanísticos,
5
Así, el art. 85.1 de la Ley de Cantabria 2/2001, de 25 de junio, de
Ordenación Territorial y Régimen Urbanístico del Suelo de Cantabria, que seña-
la que: “Las Administraciones Públicas y los particulares quedarán obligados al cumpli-
miento de las disposiciones establecidas en los Planes y Normas urbanísticos de acuerdo con
su estructura jerárquica y de conformidad con lo previsto en los mismos”.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 109

pudiendo citarse, a título de ejemplo, las SSTS de 22/05/1974,


02/10/79, 29/09/80, 24/04/89 o 11/02/91, o más recientemen-
te, de 22/11/2006 y 20/09/2001. También el Consejo de Estado
ha tenido la oportunidad de pronunciarse sobre la cuestión, soste-
niendo de igual modo el carácter normativo de los instrumentos
de planeamiento (Dictamen de 11 de julio de 1974). Como con-
secuencia de esta postura, la jurisprudencia ha sostenido expresa-
mente la tesis de que no caben recursos administrativos contra los
instrumentos de planeamiento urbanístico. Así, la Sentencia del
TS de 05/10/2005 se expresa del siguiente modo:
“(…) la jurisprudencia de este Tribunal Supremo ha venido re-
conociendo sin vacilaciones, ya desde una antigua sentencia de su
entonces Sala Cuarta de fecha 8 de mayo de 1968, seguida por las
de 7 de febrero de 1987 (RJ 1987, 2750), 22 de enero de 1988 (RJ
1988, 330), 9 de mayo de 1989 (RJ 1989, 4114), 16 de octubre de
1990 (RJ 1990, 8129), 19 de febrero de 1991 (RJ 1991, 965), 16
de septiembre de 1992, 30 de marzo de 1993 (RJ 1993, 2525), etc.,
etc., el carácter normativo de los instrumentos de ordenación urba-
na. Estos, no obstante su contenido heterogéneo, son, o no dejan
de ser también y en todo caso, normas jurídicas con rango formal
reglamentario. Consecuencia de ello es, entre otras (como, por ejem-
plo, la posibilidad de su impugnación indirecta), que el régimen de
impugnación de dichos instrumentos de ordenación urbana quede
regido prioritariamente por lo dispuesto en aquel artículo 107.3 de
la Ley 30/1992 (RCL 1992, 2512, 2775 y RCL 1993, 246), a
cuyo tenor:
«Contra las disposiciones administrativas de carácter general no cabrá
recurso en vía administrativa».
Obsérvese, en todo caso, que siendo ese el tenor literal de la norma que
acaba de ser transcrita y siendo determinadas normas del Plan General de
Ordenación Urbana de Petrer lo que se impugnó en el recurso Contencioso-
Administrativo ahora en grado de casación, una interpretación restrictiva
de las causas de inadmisión, que es precisamente la que demanda el ar-
tículo 24.1 de la Constitución (RCL 1978, 2836) y, más en concreto, el
derecho de acceso a la jurisdicción, no autoriza una decisión como la que
tomó la Sala de Instancia, pues en nuestro ordenamiento jurídico hay ele-
mentos explícitos, como son el tenor de aquel artículo 107.3 y la jurispru-
110 Pablo Merino Ávila

dencia citada sobre la naturaleza normativa de los Planes, que permiten


una interpretación como la que aquí sostenemos; esto es: que un recurso
Contencioso-Administrativo como el que pende ahora en grado de casación
no exigía para su admisión la previa interposición de un recurso en vía
administrativa.6”
b) La consideración de los instrumentos de planeamiento ur-
banístico como actos administrativos.
Esta doctrina sostenida en un primer momento por algunos
autores (González-Berenguer, por ejemplo), se calificaba a los pla-
nes urbanísticos como actos administrativos de destinatario gene-
ral, y encontró acomodo en cierta jurisprudencia de la época (así,
la sentencia del TS de 08/05/1968, en cuyo considerando tercero
se afirmaba que “es cierto que desde un punto de vista jurídico adminis-
trativo un Plan Parcial de Ordenación urbana aprobado definitivamente
merece la calificación de acto administrativo general productor de normas
jurídicas objetivas7”). En la actualidad, y a la vista de la jurispruden-
cia más reciente, esta postura se puede considerar superada.
c) La consideración ecléctica.
La consideración de los planes urbanísticos como un cate-
goría intermedia entre la disposición reglamentaria y el acto ad-
ministrativo, un “tertium genus” que comparte caracteres de las
6
Debe advertirse aquí que en puridad el Tribunal Supremo, en esta sen-
tencia, implícitamente no excluye otras interpretaciones distintas, que defien-
dan la interposición de recursos en vía administrativa contra los instrumentos
de planeamiento urbanístico, pues simplemente viene a afirmar que, a la luz de
su doctrina y de la literalidad del art. 107.3 LPC, no cabe invocar como causa de
inadmisibilidad del proceso contencioso la necesidad de la previa interposición
de un recurso en vía administrativa.
7
Si bien tal calificación de acto administrativo general se acompaña del
adjetivo “productor de normas jurídicas objetivas”, como se ocupó de poner de
manifiesto la Sentencia del Tribunal Supremo de 25 de junio de 1986. Dicha
sentencia, en su fundamento jurídico tercero, viene a manifestar que “las pecu-
liaridades que tiene el plan de ordenación urbana hace que las legislaciones -salvo alguna
excepción (…)- rehúsan pronunciarse sobre la naturaleza del Plan de urbanismo. Y quizá
es bueno que esto sea así. Porque la realidad muestra, más que una contraposición tajante
entre acto y norma, una gradación cuyo escalón último es lo que la doctrina llama el ele-
mento normativo desgajado”.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 111

normas jurídicas y de los actos administrativos. No faltan autores


que han defendido (p.e. González Pérez) la consideración de los
instrumentos de planeamiento como actos mixtos en los que, jun-
to a los elementos característicos de las normas reglamentarias,
también subyacen elementos propios de los actos administrativos,
y que se derivan de su régimen jurídico especial.
Así, y sin negar el carácter normativo (al menos parcialmen-
te) de los planes urbanísticos, existen algunos caracteres que per-
miten hablar de la naturaleza mixta (norma-acto) de los mismos,
como el hecho de que los planes sean aprobados por órganos ad-
ministrativos (el Pleno Municipal8 o las Comisiones Provinciales
de Urbanismo), que éstos tengan, en esencia, unos destinatarios
concretos e individualizados (los propietarios de las parcelas afec-
tadas), cuyos intereses legítimos se verán afectados por sus deter-
minaciones, o que los mismos estén sujetos en su aprobación a la
aplicación del régimen del silencio administrativo.
Es precisamente esta postura doctrinal la que da pié a la po-
sibilidad de interponer recursos en vía administrativa contra los
instrumentos de planeamiento urbanístico, y la que, a mi juicio,
permite entender de una manera más clara la naturaleza jurídica
de los planes urbanísticos. Sin dudar por tanto del carácter nor-
mativo de éstos, no puede obviarse que los mismos tienen ele-
mentos que, en ocasiones, los acercan a la naturaleza jurídica del
acto administrativo, algo que no se le ha escapado a determinada
jurisprudencia9.
Es perfectamente defendible, por tanto, la consideración de
los planes como unos instrumentos de naturaleza singular, en los
8
No debe olvidarse, sin embargo, que a un órgano administrativo como
el Pleno Municipal también compete, de acuerdo con la normativa de régimen
local, el ejercicio de la potestad reglamentaria, materializada en la aprobación
de Ordenanzas y Reglamentos.
9
Así, por ejemplo, la Sentencia del TSJ de Andalucía, sede de Sevilla,
de 18 de diciembre de 2007, viene a afirmar que “no podemos obviar la naturaleza
singular de los planes de urbanismo, el mismo contiene determinaciones directamente ejecu-
tivas, tal y como si fueran actos administrativos directamente ejecutables, y determinaciones
de un claro contenido normativo, susceptible de desarrollo y ejecución posterior”.
112 Pablo Merino Ávila

que, junto a los indudables aspectos normativos, existen otros, de-


rivados de su propio contenido y efectos, que permiten hablar de
la singularidad de esta figura jurídica. Así, cabe recordar como
los instrumentos de planeamiento, sea general o especial, tienen
como se ha dicho unos destinatarios concretos (los propietarios
de suelo), a los que se les imponen limitaciones o afecciones con-
cretas y singulares, por obra de la propia ordenación que el plan
recoge, y frente a los cuales se van a poder suscitar impugnaciones
de naturaleza particular, sustanciadas por esos destinatarios singu-
lares de los mismos. Ello implica, en mi opinión, que no es extra-
ño que se recoja en las regulaciones urbanísticas autonómicas la
posibilidad de recurrir en vía administrativa los instrumentos de
planeamiento, como se verá con algún ejemplo concreto, y que a
su vez, en aras a una mayor seguridad jurídica y protección de los
derechos de los particulares, sea aconsejable desde el punto de
vista de la Administración urbanística otorgar la vía de la impug-
nación administrativa a los afectados por la aprobación del plan
urbanístico de que se trate.
No puede finalizarse este apartado sin hacer mención al art.
50.2 del TRLS2008, el cual, en una redacción similar al art. 306.2
del TRLS92, señala que:
“2. Los actos de aprobación definitiva de los instrumentos de
ordenación territorial y de los de ordenación y ejecución urbanís-
ticas, sin perjuicio de los recursos administrativos que puedan
proceder, podrán ser impugnados ante la jurisdicción contencio-
so-administrativa, en los términos prevenidos por su legislación
reguladora.”
Este precepto, si bien viene referido tanto a instrumentos que
como hemos visto la doctrina y la jurisprudencia califican de for-
ma casi unánime como normativos (instrumentos de ordenación
territorial y urbanística), como a instrumentos cuya naturaleza
como actos administrativos no es discutida (instrumentos de eje-
cución urbanística), viene a dejar desde el punto de vista legisla-
tivo la vía abierta a la interposición de recursos administrativos
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 113

contra los citados instrumentos de ordenación, sin prejuzgar el


fondo de la cuestión.

4. RECURSOS ADMINISTRATIVOS CONTRA LOS INSTRU-


MENTOS DE PLANEAMIENTO: SINGULARIDADES

Entrando ya en el análisis de la posibilidad de la impugna-


ción de los instrumentos de planeamiento urbanístico, deben
analizarse en particular las singularidades que se plantean, deriva-
das principalmente de las especificidades que ostenta el Derecho
Urbanístico dentro del ámbito administrativo.

a) El recurso administrativo posible


Como ya se ha tenido la oportunidad de apuntar, la modifi-
cación operada por la Ley 4/1999 en la Ley de Procedimiento
Administrativo Común sirvió para volver al clásico esquema de
los recursos administrativos ya instaurado por la vieja Ley de
Procedimiento Administrativo Común de 1958. Existen ahora,
por tanto, dos recursos administrativos de carácter ordinario: el
recurso potestativo de reposición y el recurso de alzada, y uno de
naturaleza extraordinaria, el denominado de revisión. Procede
ahora analizar cuando se puede utilizar uno u otro frente a un
plan urbanístico.
En lo que se refiere al recurso potestativo de reposición, pro-
cede el mismo frente a los actos que pongan fin a la vía adminis-
trativa (art. 116 LPC), en el plazo de un mes desde que se dictó el
acto, o de tres meses, si el acto es presunto. Como indica su propia
denominación, este recurso tiene naturaleza potestativa, pudien-
do acudirse de manera directa a la vía contencioso-administrativa.
Se trata, en síntesis, del recurso administrativo más factible frente
a los planes urbanísticos, y prácticamente el único posible si lo que
se impugna es un acto o acuerdo emanado de una Corporación
Local. Así, de acuerdo con el art. 52.2 de la Ley reguladora de
las Bases del Régimen Local, ponen fin a la vía administrativa los
114 Pablo Merino Ávila

actos o acuerdos emanados del Alcalde o del Pleno. Y, si se pone


en colación ese precepto con los arts. 21 y 22 de la misma ley, que
regulan las competencias de ambos órganos, y teniendo presente
que corresponde al Pleno la adopción de los acuerdos de apro-
bación definitiva de los planes urbanísticos10, no es difícil llegar
a la conclusión de que el recurso de reposición será, con carácter
general, el recurso administrativo ordinario frente a los mismos.
El recurso de alzada, por el contrario, tiene por objeto los
actos que no pongan fin a la vía administrativa (art. 114 LPC),
permitiendo su interposición, por tanto, agotar dicha vía (art.
109.a) LPC), de modo que, su no interposición en plazo provoca
la firmeza del acto correspondiente, con la consecuencia de su
inimpugnabilidad en vía contenciosa. Es éste, sin duda, el aspecto
de los recursos administrativos que más claramente manifiesta la
posición privilegiada de la Administración frente a los particula-
res. Como ya se ha podido apuntar, la aplicación del recurso de
alzada en el ámbito de la Administración Local es prácticamente
inexistente, con lo que sólo sería admisible cuando el acuerdo a
impugnar (ordinariamente la aprobación definitiva de un instru-
mento de planeamiento) provenga de la Administración autonó-
mica, lo cual ocurrirá casi exclusivamente en cuanto a los planes
generales. En este punto conviene recordar que, sin embargo, la
jurisprudencia ha rechazado de plano que se inadmita un recur-
so contencioso contra un plan urbanístico, por el hecho de no
haberse interpuesto previamente el recurso administrativo corres-
pondiente (así la STS de 05/10/2005, ya citada).

10
En concreto, le corresponde al Pleno la aprobación definitiva de los
instrumentos de planeamiento de desarrollo (la aprobación inicial en tales casos
sería competencia del Alcalde), así como la aprobación inicial del planeamiento
general, y la que ponga fin a la tramitación municipal de los planes urbanísticos
(esto es, la aprobación provisional, trámite éste que es propio, fundamentalmen-
te, del planeamiento general). Incluso en los casos en que la competencia para
la aprobación definitiva del planeamiento general ha sido delegada por la legis-
lación autonómica correspondiente en los Ayuntamientos, también correspon-
derá al Pleno la aprobación definitiva de tales instrumentos.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 115

En cuanto al órgano autonómico competente para la aproba-


ción del planeamiento urbanístico municipal, éste será, con carác-
ter general, bien el Consejero competente en materia urbanística
(o incluso el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma),
bien la correspondiente Comisión Regional o Provincial de
Urbanismo). En el primer caso, y de acuerdo con la correspon-
diente ley autonómica de gobierno o administración, los actos de
los Consejeros (o del Consejo de Gobierno) agotan la vía adminis-
trativa, con lo que no cabría la interposición frente a sus resolu-
ciones del recurso de alzada11.
En lo que se refiere a los acuerdos de las Comisiones de
Urbanismo, habrá que estar a lo que disponga la normativa au-
tonómica correspondiente, debiendo citarse, a título de ejemplo,
cómo en el caso de la Comunidad Autónoma de Cantabria, de
acuerdo con el Decreto 163/2003, de 18 de septiembre, por el
que se regula la composición y el funcionamiento de la Comisión
Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (art.13), los
acuerdos de la citada Comisión serán recurribles en alzada ante el
Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma. Ello implica
por tanto que, expresamente, la normativa autonómica cántabra
prevé que los acuerdos de la citada Comisión, como por ejemplo
la aprobación definitiva de los Planes Generales de Ordenación
Urbana (salvo que la competencia se haya delegado en los
Ayuntamientos) son susceptibles de recurso de alzada, siendo por
tanto imprescindible la interposición de tal recurso para agotar la
vía administrativa y, con ello, acudir a la vía jurisdiccional.

11
A este respecto, la normativa organizativa o de régimen jurídico de las
Comunidades de Asturias (Ley 2/1995, posteriormente modificada en este sen-
tido por la Ley 6/2003) y Cantabria (Ley 2/1997, ahora sustituida por la Ley
6/2002) preveía la existencia del denominado recurso de súplica (recurso ordi-
nario en la denominación cántabra), de modo que los actos de los Consejeros no
agotaban la vía administrativa y eran susceptibles de tal recurso ante el Consejo
de Gobierno. En este momento tal posibilidad sólo subsiste en Navarra, donde la
Ley Foral 15/2004 permite el recurso de alzada ante el Gobierno Foral frente a
los actos dictados por los Consejeros.
116 Pablo Merino Ávila

Mismo “iter” que siguen las mayorías de las Comisiones


Regionales como la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio
de Aragón.
En cambio en Asturias la denominada CUOTA (Comisión de
Urbanismo y Ordenación del Territorio), no cabe recurso de alzada, la
Secretaría otorga reposición según criterio propio.
Otro ejemplo lo encontramos en la Comunidad Autónoma
de Extremadura la Comisión de Urbanismo y Ordenación del
Territorio sus resoluciones tienen carácter normativo no cabe re-
curso en vía administrativa de conformidad con el articulo 107.3
de la Ley 30/92, de Régimen Jurídico de la Administraciones
Públicas y Procedimiento Administrativo Común, sólo podrá in-
terponerse recurso contencioso-administrativo ante la Sala de
igual nombre del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura
en el plazo de dos meses contados desde el día siguiente a su pu-
blicación según el artículo 46 de la Ley de 29/1998, de 13-7, regu-
ladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
Por último debe al menos citarse la existencia del recurso ex-
traordinario de revisión, el cual cabe exclusivamente frente a los
actos firmes en vía administrativa, y únicamente cuando concu-
rran los motivos tasados que para ello determina el art. 118 LPC.

b) El acuerdo aprobatorio impugnable en vía administrativa


De acuerdo con el art. 107.1 LPC los recursos administrativos
tienen como destinatario principal los actos que se puedan califi-
car como resolutorios, esto es, aquellos que ponen fin al procedi-
miento. De acuerdo con el esquema general aplicable a la trami-
tación de los instrumentos de planeamiento urbanístico, los actos
resolutorios serían los correspondientes a la aprobación definitiva
del plan de que se trate, sea planeamiento general o de desarro-
llo, teniendo presente el órgano competente correspondiente de
acuerdo con la legislación urbanística autonómica de aplicación,
así como la normativa de régimen local.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 117

Sin embargo, como bien es sabido, el procedimiento de apro-


bación de los instrumentos de planeamiento reviste una natura-
leza compleja, con distintas fases y la intervención de distintas
Administraciones, tanto en fase de informes (sean preceptivos o
potestativos, y vinculantes o no vinculantes), como incluso a la
hora de la aprobación. En síntesis, en la aprobación de un plan
urbanístico, y a parte de los informes que sea preciso recabar de
otras Administraciones, interviene la Administración Local y la
Autonómica. En el caso del planeamiento general, corresponde a
la Administración autonómica la aprobación definitiva del mismo,
o bien, si la misma se ha delegado ope legis en el Ayuntamiento,
se reserva la emisión de un informe vinculante sobre el mismo
con anterioridad a dicha aprobación definitiva. En el caso del
planeamiento de desarrollo, y singularmente de los planes par-
ciales de ordenación y los planes especiales, el esquema habitual
de la normativa autonómica es que la aprobación definitiva de los
mismos se reserva a los Ayuntamientos, previa emisión de un in-
forme vinculante (o en alguna normativa incluso no vinculante,
depende del caso) de la Administración autonómica. Ello implica
que, con anterioridad al acto de aprobación definitiva del instru-
mento de planeamiento (que es el acto que se debe considerar
como resolutorio), se suceden otros actos que se pueden calificar
de trámite, y que serían: la aprobación del avance o documento
de prioridades (trámite éste singular de los planes generales de
ordenación urbana), la aprobación inicial del plan12, y la aproba-
ción provisional como trámite que sirve para elevar el expediente
desde el Ayuntamiento hasta el órgano autonómico competente,
bien para la aprobación definitiva, bien para la emisión del infor-
me previo a ésta.
Todos estos actos que se han referido deben ser calificados
como actos de trámite, con lo cual no son en principio suscepti-
ble de impugnación diferenciada, quedando no obstante la posi-
12
También hay que incluir aquí, como similares a la aprobación inicial,
los actos posteriores en los que, por recaer modificaciones sustanciales a la vista
del trámite de información pública, se acuerde volver a someter el plan a una
nueva información pública.
118 Pablo Merino Ávila

bilidad, de acuerdo con el art. 107.1 LPC, de alegar la oposición


contra los mismos frente a la resolución que ponga fin al proce-
dimiento, y así lo ha puesto de manifiesto de modo reiterado la
jurisprudencia. Sirva a modo de ejemplo la sentencia del Tribunal
Supremo de 1 de febrero de 2005, que señala que:
“(…) es doctrina jurisprudencial consolidada, recogida también
en las Sentencias de esta Sala citadas al articularlo, que la aproba-
ción provisional de los instrumentos de planeamiento no es suscep-
tible de recurso contencioso-administrativo por tratarse de un acto
de mero trámite, al estar supeditada su eficacia a la aprobación de-
finitiva, momento este ulterior en que pueden ser impugnados todos
aquellos extremos y determinaciones contenidas en el planeamiento
aprobado, incluso aquéllas que dependiesen exclusivamente de la
autonomía municipal”.
Sin embargo, el art. 107.1 LPC realiza una matización, pues sí
habilita la impugnación de una serie de actos de trámite, que pode-
mos denominar cualificados, y que serían aquellos que determinan
la imposibilidad de continuar el procedimiento, los que decidan
directa o indirectamente el fondo del asunto, o los que provoquen
indefensión o perjuicio irreparable a derechos o intereses legíti-
mos. En particular, en cuanto al primer supuesto (actos que deter-
minan la imposibilidad de continuar el procedimiento), encajarían
perfectamente ahí los actos correspondientes a la aprobación ini-
cial o provisional, en cuanto supongan la denegación de la citada
aprobación, y por tanto impliquen esa imposibilidad de continuar
el procedimiento de que se trate. Así, por ejemplo, en el supuesto
de la tramitación de instrumentos de planeamiento urbanístico de
iniciativa particular, cuando de manera expresa la Administración
competente (generalmente la municipal) deniegue la aprobación
inicial13 o provisional de los mismos, en base a su inadecuación al
planeamiento superior o a la normativa aplicable (incluso si en el
trámite de evaluación ambiental del plan en cuestión recae una re-
solución desfavorable del órgano ambiental competente, que im-
13
Supuesto expresamente recogido en alguna normativa autonómica, así
el art. 75.2 de la Ley de Cantabria 2/2001, de 25 de junio, en relación con los
Planes Parciales de iniciativa particular.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 119

plica la denegación de la continuación de su tramitación). Así lo ha


venido a reconocer la jurisprudencia, sirva como ejemplo la senten-
cia del Tribunal Supremo de 14 de junio de 1988:
“En términos generales puede afirmarse que la aprobación definiti-
va de los planes es la verdadera resolución que culmina y pone térmi-
no al procedimiento de elaboración de aquéllos, de suerte que las pre-
cedentes aprobación inicial y provisional son meros actos de trámite y
por tanto inimpugnables, pero cuando se produce la denegación, en
lo que ahora importa, de la aprobación provisional, es clara su recu-
rribilidad en cuanto que impide la continuación del procedimiento”.
Especial referencia merece el acto de suspensión de efectos de
las licencias urbanísticas, el cual suele acompañar a los acuerdos de
trámite de los instrumentos de planeamiento, de acuerdo con la nor-
mativa aplicable y, singularmente, los acuerdos de aprobación del
avance (o documento equivalente14) y de aprobación inicial. La doc-
trina, en este punto, ha destacado el carácter sustantivo o específico
de estas suspensiones, aún cuando se integren dentro del acuerdo de
aprobación del planeamiento correspondiente, y habilitando a que,
si dicho acuerdo de suspensión de licencias excede de los límites fija-
dos por la normativa urbanística, incurriendo en algún supuesto de
nulidad o anulabilidad, pueda ser objeto de impugnación de manera
separada, toda vez que no se trata de un mero acto de trámite, sino
de un auténtico acto definitivo que prescribe la suspensión del otor-
gamiento de licencias dentro de un ámbito determinado, y que no es
objeto de decisión posterior sobre el mismo.

c) Instrumentos de planeamiento frente a instrumentos


de ejecución urbanística.
El objeto del presente trabajo es analizar la impugnación en
vía administrativa de los instrumentos de planeamiento urbanísti-
14
Así, a título de ejemplo, en el caso de la Ley de Cantabria 2/2001, se
regula la técnica de suspensión de licencias en su art. 61, de un modo semejante
al de la normativa urbanística estatal precedente, con una suspensión potestativa
(la correspondiente al momento en que se decida la formación o revisión del
plan) y otra preceptiva (la de la aprobación inicial).
120 Pablo Merino Ávila

co. Desde este punto de vista, deben diferenciarse los instrumen-


tos de planeamiento de los de gestión o ejecución urbanística
(proyectos de actuación, compensación, reparcelación, etc, en
la variada denominación e incluso tipología que realiza la legisla-
ción urbanística autonómica), cuya naturaleza jurídica como ac-
tos administrativos no ha sido puesta en duda por la jurispruden-
cia. Así, la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid
de 8 de junio de 2007, o la del Tribunal Superior de Justicia de la
Comunidad Valenciana de 13 de marzo de 2006, la cual afirma,
refiriéndose a un proyecto de reparcelación, que:
“Esta naturaleza de simple acto administrativo de la fijación
del sistema de actuación es la que explica que la ley exija para su
establecimiento la audiencia de todos los propietarios interesados
(artículo 38-1-b) del Reglamento de Gestión Urbanística, al que se
remite el artículo 155-1 del mismo), lo que resultaría insólito si se
tratara de una disposición de carácter general”; doctrina que se rei-
tera en S. de 23/Julio/1999; finalmente, en S. de 21/Junio/2000,
se remite a las anteriores para concluir que la delimitación de una
Unidad de Actuación no es una norma jurídica (…)”.
Por tanto, en el caso de los instrumentos de gestión urbanís-
tica, no es objeto de discusión su naturaleza de actos administra-
tivos, sujetos por tanto al régimen de impugnación en vía admi-
nistrativa. Merece la pena detenerse en un concreto instrumento
regulado por la normativa urbanística valenciana, los Proyectos de
Actuación Integrada, a través de los cuales se materializa la gestión
del planeamiento a través del denominado agente urbanizador,
innovación surgida en la normativa de la Comunidad Valenciana,
y cuya estela han seguido otras Comunidades Autónomas (princi-
palmente Castilla-La Mancha). En este sentido, su naturaleza de
instrumentos de gestión urbanística, impugnables por tanto sin
ninguna discusión doctrinal o jurisprudencial por la vía admi-
nistrativa, ha sido confirmada por la jurisprudencia del Tribunal
Supremo. Así, la Sentencia de 6 de junio de 2007:
“Esta Sala del Tribunal Supremo ha declarado en sus Sentencias
de fechas 24 de marzo de 2004 (recurso de casación 6461/01 [RJ
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 121

2004, 3283], fundamento jurídico segundo), 4 de octubre de


2006 (recurso de casación 2807/03 [RJ 2007, 1439], fundamen-
to jurídico quinto) y 29 de noviembre de 2006 (recurso de casación
1980/2003 [PROV 2007, 22820], fundamento jurídico decimo-
tercero) «que los referidos Programas de Actuaciones Integradas son
instrumentos de gestión y ejecución del planeamiento porque con ellos
se trata de ejecutar una concreta ordenación, que puede venir deter-
minada en el Plan General o establecerse mediante Planes Parciales
o de Reforma Interior que desarrollen o modifiquen aquél (artículo
29 de la mencionada Ley valenciana 6/1994, de 15 de noviembre
[LCV 1994, 364, 405), sin perjuicio de que al Programa se adjunte,
como en este caso, un Plan Parcial o de Reforma Interior de Mejora,
que habrá de ser aprobado por la Administración urbanística compe-
tente, y que el Programa de Actuación trata de desarrollar (…)”.

d) La cuestión de la legitimación. En particular, la impug-


nación por cualquier ciudadano (acción pública) y por
los miembros de las Corporaciones Locales
Debe reseñarse, a su vez, en cuanto a las peculiaridades de la
impugnación de los instrumentos de planeamiento urbanístico, el
aspecto de la legitimación. En particular, como es bien conocido,
en el ámbito del Derecho Urbanístico rige el reconocimiento de
la denominada acción pública, en la actualidad recogida en el art.
48 del TRLS2008, conforme al cual:
“1. Será pública la acción para exigir ante los órganos adminis-
trativos y los Tribunales Contencioso-Administrativos la observan-
cia de la legislación y demás instrumentos de ordenación territorial
y urbanística.
2. Si dicha acción está motivada por la ejecución de obras que
se consideren ilegales, podrá ejercitarse durante la ejecución de las
mismas y hasta el transcurso de los plazos establecidos para la adop-
ción de las medidas de protección de la legalidad urbanística.”.
En este sentido, la jurisprudencia se ha encargado de ir ma-
tizando la aplicación práctica de esta acción pública urbanística,
que en puridad habilita a cualquier ciudadano a exigir, en vía
122 Pablo Merino Ávila

administrativa o contenciosa, el cumplimiento de la legalidad ur-


banística, y en particular, le legitima para interponer los recursos
que estime procedentes con tal fin.
El requisito fundamental para la utilización de la acción pú-
blica es que se trate de una materia urbanística, o conexa, algo
que ha sido interpretado de manera amplia por la jurisprudencia.
En este sentido, lo que el TRLS2008 exige es que el fin de la ac-
ción sea el cumplimiento de la legislación y demás instrumentos
de ordenación territorial y urbanística. Debe destacarse aquí la
reciente Ley estatal 27/2006, de 18 de julio, por la que se regu-
lan los derechos de acceso a la información, participación pública
y acceso a la justicia en materia de medio ambiente, en cuanto
configura una acción popular similar en materia medioambiental
(art. 22) y, fundamentalmente, en cuanto reconoce expresamente
dicha acción a las personas jurídicas sin ánimo de lucro que cum-
plan con los requisitos de su art. 2315. Aún cuando el objeto de
esta Ley son los aspectos medioambientales, no puede descartarse
de modo alguno su influencia en la materia urbanística, por ser
ambas materias interrelacionadas y conexas.
Otros aspectos a reseñar en cuanto a la acción pública son:
a) No hace falta que la persona que la ejercita alegue su em-
pleo, Sentencias del TS de 10/11/2004 y 20/12/2001.
b) No acoge la denegación de un instrumento de planea-
miento urbanístico porque no se modifica la situación
urbanística (STSJCV de 18/07/200316).
c) No acoge defectos formales (salvo causantes de indefen-
sión), no se pueden defender intereses ajenos, y se debe
15
Sin duda este precepto, como reconoce la Exposición de Motivos de la
Ley, está pensando en las organizaciones sociales sin ánimo de lucro que tienen
por objeto la defensa del medio ambiente, tales como ONGs, etc. De entre los
requisitos del art. 23 de la Ley destaca la necesidad de que dichas asociaciones
lleven constituidas al menos dos años, y ejerzan de modo activo su actividad.
16
En palabras del citado Tribunal, “(…) carece de legitimación por cuanto la
acción pública de la ley del suelo exige que se combata un acto positivo de la administración
no estando prevista para la ausencia de actividad concreta”.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 123

concretar el objeto (STSJCV de 02/09/2003, 20/07/2003,


13/12/2002 y 20/12/2004).
d) No cabe en base a la misma solicitar el restablecimiento
de una situación jurídica individualizada o solicitar in-
demnizaciones (STSJCV de 27/12/2004)17.
En este punto, por último, debe hacerse una mención a la
legitimación de los miembros de las Corporaciones Locales para
impugnar sus acuerdos, de entre los que se incluyen lógicamen-
te los relativos a los instrumentos de planeamiento urbanístico.
Tradicionalmente se ha recogido la regla de que únicamente
pueden impugnar los acuerdos contra los que hubiesen votado
en contra en el órgano correspondiente, de acuerdo con lo dis-
puesto por el art. 63.1.b) LRBRL, en relación con el art. 20.a de
la Ley Jurisdiccional de 1998 (precepto éste que, si bien aplica-
ble a la impugnación contenciosa, puede entenderse analógica-
mente aplicable a la vía del recurso administrativo). Sin embar-
go, una sentencia del Tribunal Constitucional de 18 de octubre
de 2004 (nº 173/04) ha abierto una nueva línea jurisprudencial
(continuada por la STC 108/06), mediante la cual debe inter-
pretarse que un miembro de la Corporación puede impugnar
cualquier acto o acuerdo de ésta, incluidos los referidos a órga-
nos unipersonales o colegiados de los que no forme parte, en
base a su condición de miembro de la misma, lo cual le legitima
para ello, salvo que, siendo miembro del órgano colegiado del
que emanó el acuerdo a impugnar, no hubiese votado en contra
del mismo.
En definitiva, a lo largo del presente Capítulo se ha pretendido
analizar la posibilidad de la impugnación, a través de la vía de los
recursos administrativos, de los instrumentos de planeamiento ur-
17
Como ha señalado la jurisprudencia, el límite objetivo de la acción pú-
blica está en la defensa de la legalidad urbanística (SSTS de 21 febrero y 28 de
octubre de 1986 y de 21 de enero de 1991). La acción pública permite tan sólo el
ejercicio de pretensiones de anulación y de aplicación de la legalidad urbanística,
sin que quepa la petición de reconocimiento de situaciones jurídicas individualiza-
das, pues éstas tan sólo podrán ejercitarse por los titulares de derechos derivados
de la norma que el acto administrativo o disposición general ha infringido.
124 Pablo Merino Ávila

banístico. Si, en este sentido, se parte de la idea de que los citados


instrumentos, aún cuando se les reconozca su carácter normativo,
como de modo casi unánime ha realizado la doctrina y la jurispru-
dencia, revisten una naturaleza jurídica especial que les acerca en
ocasiones, por los motivos que se han expuesto, a los actos adminis-
trativos generales, la conclusión no puede ser otra que la de permi-
tir la impugnación en vía administrativa de los mismos.
Es modesta nuestra opinión, pero no sólo la ya singular na-
turaleza jurídica de los planes urbanísticos, sino también el prin-
cipio de seguridad jurídica y la protección de los derechos de los
particulares, habilitan el otorgamiento de la vía administrativa de
impugnación. No debe perderse de vista cómo uno de los objeti-
vos fundamentales de la institución de los recursos administrativos
es el de residenciar, en la propia sede administrativa, la resolución
de las pretensiones impugnatorias contra los propios actos de las
Administraciones Públicas, existiendo entonces la posibilidad de
que la propia Administración revise su acto impugnado, sin nece-
sidad de que la pretensión deba sustanciarse en sede jurisdiccio-
nal. Y ello se acentúa además cuando en la mayoría de los casos,
y exclusivamente en el supuesto de que el acto a impugnar ema-
ne de un órgano municipal, el recurso administrativo utilizable
sea el de reposición (por tanto, recayendo en el órgano que dictó
el acto la competencia para la resolución del recurso), y con ca-
rácter potestativo (sin que la no interposición del recurso sirva,
por tanto, para excluir la posibilidad de acudir a la jurisdicción
contencioso-administrativa).

5. EL URBANISMO MEDIO AMBIENTAL

La ordenación urbanística, como actividad que se sustenta so-


bre un territorio físico, tiene que tener en cuenta las condiciones
naturales y todas las afecciones que sobre éste existan, adaptando
la ordenación del territorio a ellas e integrándolas, de tal forma
que ambas puedan ser compatibles. No obstante, existen territo-
rios que por presentar elevados valores naturales deben ser pre-
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 125

servados de la actuación urbanizadora y, por tanto, tener la consi-


deración de suelos no urbanizables especialmente protegidos.
A la hora de ordenar un territorio son numerosos los condicio-
nantes ambientales que se deben tener en cuenta. Para alguno de
ellos, resulta necesaria la realización de estudios específicos que per-
mitan precisar con exactitud cuál es la influencia que sobre esa or-
denación tienen. Uno de los casos más evidentes de la importancia
del conocimiento de de estas variables, lo constituyen los estudios
de inundabilidad, cuando se pretendan desarrollar zonas próximas
a cauces, para determinar la idoneidad o no de la implantación de
determinados usos en zonas que pueden llegar a inundarse.
Las principales consideraciones ambientales que deben te-
nerse en cuenta siempre con carácter previo a la ordenación ur-
banística son:
1) Patrimonio natural. Es aquel que por sus valores natu-
rales, culturales, ecológicos, ambientales, paisajísticos,
científicos, educativos, recreativos u otros, justifiquen la
necesidad de protección o de limitaciones de aprovecha-
miento, así como los terrenos que, habiendo presentado
dichos valores en el pasado, deban protegerse para faci-
litar su recuperación. Se regulan por legislación de orde-
nación territorial o sectorial. Se trata por ejemplo de los
espacios naturales protegidos, de los espacios de la Red
Natura 2000, etc.
2) Dominios públicos. Son las franjas de terreno afectadas
por afecciones lineales como vías pecuarias, caminos tra-
dicionales, cauces y costas. En estos dos últimos, se habla
de dominio público hidráulico y dominio público maríti-
mo-terrestre, respectivamente. Sus dimensiones y regula-
ción concreta están definidas por la legislación sectorial y
de ordenación del territorio.
3) Patrimonio cultural. La preservación y protección del patri-
monio histórico, arqueológico y paleontológico, son premi-
sas a tener en cuenta en todo desarrollo urbanístico. Para
ello, especialmente en el caso del patrimonio arqueológico
126 Pablo Merino Ávila

y paleontológico, es necesaria la realización de estudios es-


pecíficos para la determinación de la importancia de los res-
tos y de la superficie real ocupada por los mismos.
4) Riesgos. El estudio de los riesgos que sobre el territorio se
pueden producir, ya sean debidos a fenómenos naturales
o tecnológicos y que, por tanto, los hace incompatibles
con su urbanización, es fundamental para clasificar estos
suelos cómo no adecuados para el desarrollo urbanístico.
Al hablar de riesgos se entiende como tales: inundación,
erosión, hundimiento, incendio, contaminación o cual-
quier otro tipo de perturbación del medio ambiente o la
seguridad y salud públicas.
5) Paisaje. La integración paisajística de las propuestas de
ocupación del suelo es uno de los factores más importan-
tes en la evaluación ambiental del planeamiento urbanís-
tico. Por tanto, deberá estudiarse la calidad y fragilidad
del paisaje y plantear las medidas preventivas necesarias,
para incrementar y mejorar el paisaje urbano y rural defi-
nido por el planeamiento.
6) Ocupación y usos del suelo. Se trata de buscar la optimi-
zación medioambiental en la definición de los usos del
suelo en el planeamiento. Se deberán tener en cuenta
factores como la integración de las zonas verdes en el en-
tramado urbano, el aprovechamiento de los recursos na-
turales, la movilidad sostenible del municipio, etc.
7) Calidad del suelo. El suelo como soporte de la actividad ur-
banística es de vital importancia para la ordenación urbanís-
tica, tanto desde el punto de vista de sus condiciones geotéc-
nicas y su estabilidad, de cara a soportar las cargas mecánicas
de los edificios que sobre el se construyan, como por las
posibles afecciones por elementos contaminantes, debidos
a usos anteriores de carácter industrial o agropecuario o por
haber acogido vertidos. En estos casos debe procederse a un
análisis previo de los suelos con el fin de detectar cualquier
indicio de contaminación, y en ese caso, proceder a su des-
contaminación con carácter previo a su urbanización.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 127

8) Calidad del aire. El planeamiento territorial debe locali-


zar los diferentes usos globales en el territorio, de forma
que se produzcan las mínimas incidencias negativas so-
bre la calidad del aire. Para ello, el planeamiento debe in-
corporar estudios de la calidad del aire, identificando las
fuentes de contaminación existentes y las nuevas que se
prevén por los nuevos usos previstos, evaluando las afec-
ciones que provocarán y proponiendo las medidas nece-
sarias para mitigar estos efectos negativos.
9) Condiciones acústicas. La calidad acústica de los espacios
urbanos es un factor determinante para su correcta funcio-
nalidad. Con carácter previo a cualquier planificación urba-
nística se debe realizar una zonificación acústica del ámbito
a ordenar, que delimitará los distintos tipos de áreas de sen-
sibilidad acústica en función del uso principal del suelo. Es
muy importante, en la ordenación urbanística, conocer de
antemano las afecciones acústicas del territorio a ordenar
mediante los mapas de ruido, con el objeto de establecer las
posibles medidas correctoras y la adecuación de los usos a
las condiciones acústicas de los diferentes ámbitos.
10) Residuos. Toda actividad urbanística genera una serie de
residuos que deben ser gestionados de forma adecuada,
para que tengan el menor impacto sobre el medio natu-
ral y la seguridad y salud de las personas. Por ello, se debe
hacer un estudio en el que se determine el volumen pre-
visto de residuos que generará el desarrollo urbano y cuál
va a ser su gestión.
11) Abastecimiento. La disponibilidad de agua para los usos
urbanos es fundamental para llevar a cabo la ejecución
de un planeamiento urbanístico proyectado. Por tanto,
es vital realizar los estudios necesarios sobre el Ciclo del
Agua, en los que se determinen las demandas de agua
que va a generar un desarrollo y si es posible cubrirlas con
el actual sistema de abastecimiento y almacenamiento.
12) Saneamiento y Depuración. Son también factores impor-
tantes a tener en cuenta en la planificación urbanística.
128 Pablo Merino Ávila

Por un lado, la implantación de redes separativas para las


aguas residuales y pluviales supone, además de un ahorro
y mayor eficiencia en la depuración y posterior devolu-
ción a los cauces naturales, el cierre del ciclo del agua
de manera sostenible. En este ámbito de la planificación
hidrológica, cada día esta adquiriendo más importancia
la reutilización. Para la determinación de las necesidades
de saneamiento y depuración, los planes urbanísticos de-
ben incorporar estudios específicos, que deben ser apro-
bados por los organismos competentes en la materia.
13) Energía. Referida, fundamentalmente, al consumo de
electricidad y combustibles fósiles para la actividad resi-
dencial e industrial. Se trata de que el planeamiento de-
termine la capacidad de incrementar los requerimientos
energéticos en los nuevos desarrollos y evalúe los impac-
tos ambientales que éstos provocarán.

6. EL INFORME DE SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL

6.1. Definición
De acuerdo al artículo 2 e) de la Ley 9/2006, de 27 de abril, so-
bre Evaluación de los efectos de determinados Planes y Programas
en el Medio Ambiente, el Informe de Sostenibilidad Ambiental se
define como “informe elaborado por el órgano promotor que, siendo parte
integrante del plan o programa, contiene la información requerida en el
artículo 8 y en el anexo I”. Se trata del documento ambiental que
forma parte del Plan urbanístico de que se trate (Plan General,
Normas Subsidiarias, Plan Parcial, etc.) en el que se evalúa desde
el punto de vista ambiental la viabilidad del mismo.

6.2. Contenido
En base a la anterior definición y a diversos documentos de
referencia elaborados por distintas Comunidades Autónomas, el
Informe de Sostenibilidad deberá incluir, como mínimo:
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 129

a) Contenido, objetivos principales del plan o programa y


de las relaciones con otros planes y programas conexos
(Planes de Ordenación de los Recursos Naturales, Planes
de Gestión de la Red Natura 2000, Planes de Ordenación
Territorial y Urbanística, etc.).
b) Situación actual del medio ambiente y de la “alternati-
va cero” (evolución del mismo) en caso de no aplicar el
plan o programa.
c) Descripción y justificación de la alternativa seleccionada
frente a las demás alternativas rechazadas.
d) Un Inventario Ambiental de las zonas que puedan verse
afectadas de manera significativa.
e) Tipología y localización de problemas ambientales exis-
tentes que sean relevantes para el plan o programa.
f) Los objetivos de protección ambiental fijados en los ám-
bitos internacional, comunitario o nacional que guar-
den relación con el plan o programa, y la manera en
que tales objetivos se han tenido en cuenta durante su
elaboración.
g) Los probables efectos significativos en el medio ambien-
te, incluyendo aspectos como la biodiversidad, la pobla-
ción, la salud humana, la fauna, la flora, el agua, el aire,
los factores climáticos, el patrimonio cultural, el paisaje y
su interrelación.
h) Las medidas previstas para prevenir, reducir y, en la me-
dida de lo posible, contrarrestar cualquier efecto signifi-
cativo negativo en el medio ambiente por la aplicación
del plan o programa.
i) Una descripción de las medidas previstas para el segui-
miento de los efectos sobre el medio ambiente de la apli-
cación de los planes o programas. Éstas se llevarán a cabo
a través de un conjunto de indicadores que permitan rea-
lizar un análisis del grado de cumplimiento y efectividad
de las medidas propuestas.
j) Una memoria ambiental de carácter no técnico.
130 Pablo Merino Ávila

k) Un informe sobre la viabilidad económica de las alterna-


tivas y de las medidas dirigidas a prevenir, reducir o paliar
los efectos negativos del plan o programa.
Como se indica en el apartado g), es preciso desarrollar un
análisis detallado de los posibles impactos significativos que pueda
provocar el desarrollo del plan o programa para posteriormente,
establecer las pertinentes medidas preventivas, correctoras y, en el
caso de que fueran precisas, compensatorias.

7. IMPACTOS AMBIENTALES
Una vez conocido el contenido y los objetivos del plan urba-
nístico, y habiendo llevado a cabo el estudio de las variables am-
bientales susceptibles de verse afectadas por el mismo, se debe
proceder a la identificación y valoración de los efectos sobre el
medio ambiente y de los impactos generados.
Se entiende por Impacto Ambiental, toda acción o actividad
que produce una alteración, favorable o desfavorable, en el me-
dio o en alguno de los componentes del medio.
Con carácter general, la incidencia sobre el medio ambien-
te derivada de cualquier plan urbanístico responde a una triple
vertiente:
— La ocupación de suelo.
— La utilización y transformación de los recursos naturales
que se incorporan al proceso.
— La devolución al medio, como receptor final, de los resi-
duos y/o productos transformados en el proceso.
Se trata, por tanto, de identificar la magnitud de las alteracio-
nes, que la implantación efectiva de un uso específico puede repre-
sentar sobre las variables ambientales, en función de los parámetros
de calidad del medio sobre el que se establece cada uso potencial.
La identificación y valoración de dichas afecciones viene condi-
cionada, de manera directa, por la calidad ambiental del medio.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 131

7.1. Metodología
La metodología a emplear en la identificación y valoración de
los impactos derivados de planes y programas es similar a la que se
emplea desde hace muchos años en las evaluaciones de impacto
ambiental de proyectos y actividades. Lo importante es que la me-
todología sea capaz de establecer de una forma clara el proceso de
valoración de los impactos que las distintas acciones derivadas del
plan causarán en cada uno de los aspectos del medio analizados.
Uno de los métodos más aceptados para la identificación, carac-
terización y valoración de impactos es la “Matriz de Leopold”. Se trata
de una matriz causa-efecto en la que las filas representan las actuacio-
nes derivadas del planeamiento, mientras que las columnas son las
distintas variables ambientales susceptibles de ser afectadas. Se trata
de una matriz de doble entrada en la que todos los factores ambien-
tales se cruzan con todas las actuaciones derivadas del planeamiento,
de manera que resulta fácil identificar dónde se produce la afección.

7.2. Caracterización y valoración de impactos


Previamente a la valoración de los impactos, y habiéndose reali-
zado ya la identificación de los mismos a través de la matriz, se debe
realizar la caracterización y descripción de los mismos. Para ello,
al igual que para los estudios de impacto ambiental, se puede apli-
car lo especificado en el reglamento sobre Evaluación del Impacto
Ambiental (Real Decreto 1131/1988, de 30 de septiembre).
Los impactos, por tanto, deben caracterizarse en base a su:
— Signo: es decir, positivos o negativos.
— Naturaleza: si son directos o indirectos.
— Persistencia: ligada al tiempo que permanecería el efecto.
Se consideran dos situaciones: temporal o permanente.
— Momento: es decir, si el efecto aparece a corto plazo (en
un año), a medio plazo (antes de 5 años) o a largo plazo
(superior a 5 años).
132 Pablo Merino Ávila

— Sinergia: simples o acumulativos.


— Intensidad: se refiere al grado de incidencia de la acción
sobre el factor. Cabe calificarse como baja, media, alta,
muy alta y total.
— Extensión: es el área de influencia del impacto. Es pun-
tual cuando el efecto está muy localizado, parcial si es lo-
calizado y extenso, extenso si no está perfectamente ubi-
cado y es extenso; y total cuando el efecto no tiene una
ubicación precisa dentro del entorno del proyecto.
— Reversibilidad: si el impacto es reversible o no, por me-
dio naturales. Si lo es, se tendrá en cuenta el tiempo ne-
cesario para recuperar el estado inicial. Se habla de re-
versible o irreversible.
— Recuperabilidad: se tiene en cuenta la posibilidad de retor-
nar, total o parcialmente, a las condiciones previas a la actua-
ción, mediante la aplicación de medidas correctoras. Según
el grado se habla de recuperable, mitigable o irrecuperable.
— Periodicidad: se considera si el efecto se produce con
una cierta periodicidad.
— Continuidad: se refiere a si la manifestación del efecto es
constante en el tiempo.
En conclusión, se trata de poner de manifiesto las afecciones
con una mayor relevancia, de modo que puedan ser valoradas
adecuadamente. También hay que considerar que, como conse-
cuencia de las variadas causas del impacto, no siempre se puede
caracterizar cada uno de ellos con todos y cada uno de los crite-
rios expuestos.
Globalizando los criterios anteriores, y conocidos los tipos de
impacto y sus características más significativas, se puede realizar la
valoración cuantitativa del impacto propiamente dicha. Esta valo-
ración da lugar a la caracterización de los impactos en base al Real
Decreto 1131/1988, de 30 de septiembre, por el que se aprueba el
Reglamento de desarrollo del Real Decreto Legislativo 1302/86,
de 28 de junio, de Evaluación del Impacto Ambiental. Las catego-
rías de impactos que establece esta normativa son:
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 133

— Impacto compatible: aquel cuya recuperación es inme-


diata tras el cese de la actividad y no precisa medidas pro-
tectoras o correctoras.
— Impacto moderado: aquel cuya recuperación no precisa
prácticas protectoras o correctoras intensivas y en el que
la consecuencia de las condiciones ambientales iniciales
requiere cierto tiempo.
— Impacto severo: aquel en el que la recuperación de las
condiciones del medio exige la adecuación de medi-
das protectoras o correctoras y en el que, aún con estas
medidas, la recuperación precisa un período de tiempo
dilatado.
— Impacto crítico: aquel cuya magnitud es superior al um-
bral aceptable.

7.3. Clasificación
Una manera posible para clasificar los impactos es en función
de su signo, o también se pueden agrupar en una serie de catego-
rías acordes a la variable o grupos de variables ambientales a que
se refieren, del siguiente modo:
— Impactos sobre el medio físico.
— Impactos sobre el medio biológico.
— Impactos sobre el medio socioeconómico.
Cada plan o programa en particular genera unos impactos
específicos debidos al entorno donde se desarrolla. No obstante,
dentro del planeamiento urbanístico, existen una serie de im-
pactos comunes que permiten elaborar una tabla básica de im-
pactos, según se trate de impactos sobre el medio físico, el medio
biológico o el medio socioeconómico. Los principales y más co-
munes impactos, derivados del planeamiento urbanístico son los
siguientes:
134
TABLA IMPACTOS
MEDIO FÍSICO IMPACTOS SOBRE EL MEDIO
Modificación del microclima de la zona y aumento del efecto invernadero
Clima
Creación del efecto “isla de calor” en grandes urbes
Incremento de la emisión de partículas y gases por incremento del tráfico rodado y
las calefacciones
Disminución de la calidad del aire por emisiones de polvo
Atmósfera Incremento de la contaminación lumínica y electromagnética

Pablo Merino Ávila


Alteraciones fisiológicas, psicológicas y sociológicas en la población por incremento
de ruidos y vibraciones
Disminución de la calidad sonora en zonas consolidadas y en nuevos desarrollos
Pérdida de superficie o afecciones a espacios protegidos
Espacios Protegidos Afección a vías pecuarias y dominios públicos
Destrucción del patrimonio arqueológico y/o paleontológico
Disminución de la calidad de las aguas
Modificación de la red de drenaje natural
Hidrología superficial Cambio en los procesos de erosión-sedimentación
Variaciones en el régimen hídrico
Incremento del riesgo de inundación
MEDIO FÍSICO IMPACTOS SOBRE EL MEDIO
Contaminación de acuíferos
Hidrología subterránea Variación del nivel freático

LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS


Generación de procesos de intrusión salina
Modificación de las formas del relieve (topografía)
Geología/geomorfología Destrucción del patrimonio geológico
Incremento de los riesgos geológicos
Pérdida del uso agrícola, forestal y/o ganadero
Edafología Aumento de la escorrentía superficial
Contaminación del suelo
Disminución de la calidad visual del paisaje
Paisaje
Pérdida de puntos escénicos

135
136
MEDIO BIOLÓGICO IMPACTOS SOBRE EL MEDIO

Deterioro y eliminación de vegetación

Alteración de los procesos ecológicos y destrucción de especies autóctonas


Vegetación
Cambios en las comunidades vegetales y aumento del riesgo de incendios

Pablo Merino Ávila


Pérdida de elementos arbóreos singulares

Pérdida de hábitats faunísticos

Disminución de la movilidad de la fauna debido al efecto barrera

Aumento del riesgo por atropello por el incremento de infraestructuras lineales de


Fauna
trasporte
Aumento del riesgo de choque y electrocución por el incremento de tendidos
eléctricos
Alteración de los procesos ecológicos y desplazamiento de especies autóctonas y
protegidas
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 137

8. MEDIDAS PREVENTIVAS, CORRECTORAS Y COMPENSA-


TORIAS EN URBANISMO
El artículo 15 de la Ley 9/2006, de 28 abril, sobre Evaluación de
los efectos de determinados planes y programas en el medio ambien-
te establece que, “Los órganos promotores deberán realizar un seguimiento
de los efectos en el medio ambiente de la aplicación o ejecución de los planes y
programas, para identificar con prontitud los efectos adversos no previstos y per-
mitir llevar a cabo las medidas adecuadas para evitarlos. El órgano ambiental
correspondiente participará en el seguimiento de dichos planes o programas”.
Asimismo, en el apartado g) del Anexo I de la citada ley, se especifica
que se deben incluir “Las medidas previstas para prevenir, reducir y, en la
medida de lo posible contrarrestar cualquier efecto significativo negativo en el
medio ambiente por la aplicación del plan o programa”.
Es por ello que en todo plan o programa se deben estudiar en
profundidad:
a) Medidas dirigidas a una mejor planificación urbanística.
b) Medidas dirigidas a mejorar la capacidad de acogida del
territorio.
c) Medidas dirigidas a la recuperación del medio debido a
impactos inevitables.
d) Medidas compensatorias para los factores afectados por
efectos inevitables o incorregibles.
A la hora de redactar el apartado concerniente a las medi-
das preventivas, correctoras y compensatorias del Informe de
Sostenibilidad Ambiental, se debe reflejar:
— El impacto que pretende prevenir, atenuar, reparar o
compensar con la medida.
— Descripción técnica de la medida.
— Definición del modo y momento óptimo para su
aplicación.
— Perspectiva de viabilidad técnico−económica y eficacia
esperada de la medida.
— Impactos posibles relacionados con la aplicación de la
medida y posible impacto residual no corregido.
138 Pablo Merino Ávila

— Entidad responsable de su aplicación, gestión, conserva-


ción y mantenimiento de la medida.

8.1. Clasificación y definición de los principales tipos de


medidas
Las medidas se pueden clasificar en base a su modo de actua-
ción como:
— Preventivas. Son aquellas que evitan la aparición de la
afección, por lo que el impacto no se produce o su inten-
sidad y magnitud son bajas.
— Correctoras. Se aplican sobre las afecciones que son recu-
perables. Su objetivo es anular, corregir o atenuar la afec-
ción producida sobre el medio.
— Compensatorias. Se aplican sobre los impactos irrecupera-
bles e inevitables, no evitan la aparición del efecto, ni lo
anulan ni atenúan, pero contrarrestan de alguna manera
la afección sobre el factor.

8.2. Medidas preventivas, correctoras y compensatorias en


el planeamiento
Aparte de ser uno de los principales motores de la actividad
socioeconómica española, se estima que el sector de la construc-
ción, tanto civil como urbanística, es el primer responsable del
consumo energético y de las materias primas, además de ser el
principal causante del cambio de usos del suelo en España.
Es por ello que se debe acentuar la aplicación de medidas
preventivas, correctoras y compensatorias en planes y programas
urbanísticos, con el fin de minimizar los impactos provocados y
tender a un desarrollo sostenible.
Cada plan y programa en particular genera unos impactos espe-
cíficos debidos a las características del entorno donde se desarrolla.
No obstante, dentro del planeamiento, existen una serie de medidas
preventivas y correctoras comunes, según se hable de impactos sobre
el medio físico, el medio biológico o el medio socioeconómico.
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 139

AMBIENTAL MEDIDAS PREVENTIVAS Y CORRECTORAS


Planificación de los usos del suelo acorde a los vientos
Clima predominantes
Ordenación orientada a disminuir el efecto “isla de calor”
Diseño de programas de control y vigilancia de la calidad del
aire
Uso de tecnologías que minimicen la emisión de contaminantes
Implantación de sistemas de calefacción que se basen en
energías alternativas o poco contaminantes (placas solares,
gas natural)
Atmósfera Creación de áreas verdes en zonas urbanas
Riego periódico de pistas y caminos auxiliares en la fase de
obras
Realización de mapas de ruido y sensibilidad acústica
Instalación de sistemas de aislamiento acústico en edificacio-
nes y zonas sensibles al ruido (caballones, barreras verdes,
pantallas sónicas, etc.)
Protección efectiva de los espacios protegidos
Creación de zonas de amortiguación entre zonas urbanas y
zonas protegidas
Respeto del trazado y anchura legal de las vías pecuarias
Espacios
Protegidos Respeto de la zona de dominio público hidráulico y maríti-
mo-terrestre y limitación de usos en las zonas inundables
Definición de parques lineales en los márgenes de los cauces
Delimitación exacta de los yacimientos existentes y, en su
caso, protección in situ o traslado del mismo
Mantener o mejorar la calidad del agua superficial
Implantación y mantenimiento de las Estaciones Depuradoras
Hidrología Uso de las nuevas tecnologías para optimizar el uso del agua
superficial superficial
Delimitación de las zonas inundables para eliminar el riesgo
de inundaciones
140 Pablo Merino Ávila

FACTOR
MEDIDAS PREVENTIVAS Y CORRECTORAS
AMBIENTAL
Mantener o mejorar la calidad del agua subterránea
Uso de las nuevas tecnologías para optimizar el uso del agua
subterránea
Hidrología
Delimitación de zonas de recarga de acuíferos para evitar su
subterránea
impermeabilización
Ejecución de sondeos piezométricos de control
Control de los procesos de intrusión salina
Recuperación o mantenimiento de la topografía en zonas
Geología/ urbanizadas
geomorfología Estabilización de taludes para evitar desprendimientos
Protección efectiva del patrimonio geológico
Retirada controlada de la capa edáfica durante el movimien-
to de tierras en las obras de urbanización y edificación
Reutilización de la capa de tierra vegetal retirada en las labo-
res de revegetación
Edafología
Control de la erosión del suelo provocado por la actividad hí-
drica y eólica
Protección efectiva de suelos singulares o con elevado riesgo
de erosión
Localizar los elementos discordantes del paisaje (antenas,
carteles, parabólicas) fuera de visualizaciones protegidas
Las actuaciones en el medio natural deberán garantizar las
vistas panorámicas
Evitar colores que destaquen respecto de los predominantes
Paisaje
en el paisaje o que provoquen reflejos en edificaciones, obras
y cerramientos en el medio natural
Respeto de la tipología constructiva de la zona
Proteger las visualizaciones del núcleo urbano tanto desde el
exterior como desde el interior
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 141

FACTOR
MEDIDAS PREVENTIVAS Y CORRECTORAS
AMBIENTAL
Protección efectiva de las zonas de interés arbóreo, arbustivo
o herbáceo
Revegetación de zonas afectadas por el proceso urbanizador
Medidas de protección contra incendios
Vegetación
Integración de las zonas verdes con las urbanizaciones
Evitar el uso de céspedes con elevados requerimientos hídri-
cos tanto en jardines públicos como privados
Reutilización del agua para el riego
Protección de las áreas de mayor valor faunístico
Medidas de protección contra incendios
Establecer pasos elevados o inferiores para permitir el
paso de fauna, instalación de vallados y cercas para evitar
Fauna atropellamientos
Instalación de medidas para prevenir la electrocución de las
aves en sus áreas de campeo y rutas migratorias
Realización de obras fuera del periodo de cría de las especies
sensibles
Viabilidad de abastecimiento a los nuevos desarrollos y los
existentes
Mejora de la red de saneamiento y sistemas de depuración,
tendiendo a una red de saneamiento de tipo separativo.
Reutilización del agua para el riego de las zonas verdes
Aplicación de medidas para el ahorro de agua
Estudio de la orientación y de los materiales aislantes a emplear de
Medio las nuevas edificaciones para minimizar el consumo energético
socioeconómico Aplicación de medidas de ahorro energético y disminución
de la contaminación lumínica
Instalación de sistemas de calefacción de bajo consumo o ba-
sados en energías renovables
Aplicación de medidas para disminuir la generación de resi-
duos y potenciar el reciclaje
Creación de espacios urbanos que faciliten el uso del trans-
porte público
142 Pablo Merino Ávila

9. PLAN DE SEGUIMIENTO

El Plan de Seguimiento es el sistema que garantiza el cumpli-


miento de las medidas preventivas y correctoras establecidas en el
Informe de Sostenibilidad Ambiental.
En lo que respecta a los planes y programas urbanísticos, el ar-
tículo 15 de la Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre Evaluación de los
efectos de determinados Planes y Programas en el Medio Ambiente,
establece que “1.Los órganos promotores deberán realizar un seguimiento
de los efectos en el medio ambiente de la aplicación de los planes y programas,
para identificar con prontitud los efectos adversos no previstos y permitir lle-
var a cabo las medidas adecuadas para evitarlos. El órgano ambiental co-
rrespondiente participará en el seguimiento de dichos planes o programas”.
Este concepto es similar a lo que en Evaluación de Impacto
Ambiental se conoce como Programa de Vigilancia Ambiental, y
que se define como el sistema que garantiza el cumplimiento de
las medidas preventivas y correctoras establecidas en el Estudio de
Impacto Ambiental.
Por tanto, el Informe de Sostenibilidad debe incluir un Plan
de Seguimiento, que permita conocer la efectividad de las me-
didas ambientales propuestas, así como los controles necesarios
para asegurar que en las diferentes fases de desarrollo posterior,
derivados del plan o programa en cuestión, sean consideradas.
En concreto, los objetivos del Plan de Seguimiento son:
• Confirmar que la valoración de impactos del Plan o pro-
grama sobre el medio receptor se ajusta a la realidad, tanto
con relación a la importancia prevista de las alteraciones,
como a que no se generan otros efectos negativos signifi-
cativos, no previstos de antemano.
• Confirmar que las medidas preventivas y correctoras propues-
tas se llevan a cabo, y que se realizan de acuerdo con las pau-
tas establecidas en el Informe de Sostenibilidad Ambiental.
• Determinar la eficacia de las medidas preventivas y que las
medidas correctoras minimizan, efectivamente, los impac-
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 143

tos hacia los que van dirigidas, especialmente en lo referi-


do a los efectos considerados más significativos.

9.1. Características del Plan de Seguimiento


El Plan de Seguimiento es un proceso de control y seguimien-
to de la componente medioambiental. Es necesario establecer
una metodología de trabajo sistemática y adaptada específicamen-
te a los condicionantes propios de cada actuación, que permita el
control exhaustivo de calidad de todos los parámetros ambienta-
les que intervienen y se ven afectados por el plan o programa. Si
bien se parte de la base de que cada plan precisará de un segui-
miento específico tanto por sus características, como por el medio
ambiente donde se desarrollará, sí se puede dar una base con la
estructura y los pasos a seguir en su realización.
En primer lugar se deben definir los sistemas de control pre-
vistos, identificando tanto los impactos que deben controlarse,
como los datos que son necesarios para su control. La realización
del seguimiento ambiental se basa en el uso de indicadores, los
cuales permiten comprobar el cumplimiento de los objetivos am-
bientales, después de la ejecución del plan o programa, permi-
tiendo la corrección de las medidas ambientales en caso de resul-
tar poco efectivas o adecuadas.
Los indicadores de seguimiento tienen que cumplir una serie
de requisitos:
1) Que sean relevantes para el conocimiento del medio
ambiente.
2) Que los datos para elaborarlos estén disponibles (fuen-
tes oficiales, instituciones, organismos con prestigio
reconocido).
3) Que puedan ser actualizados regularmente conforme a
sus características de periodicidad.
4) Que sean fácilmente interpretables y susceptibles de ser
comprendidos por la gran mayoría de la población.
144 Pablo Merino Ávila

Los valores que tomen los indicadores darán la pauta de la


necesidad, o no, de aplicar medidas preventivas o correctoras de
carácter complementario. Para ello, los indicadores van acompa-
ñados de umbrales de alerta que señalan el valor, a partir del cual,
deben entrar en juego el establecimiento de nuevas medidas.
A la hora de obtener los datos de los indicadores es muy im-
portante tener en cuenta las estrategias de muestreo empleadas
para cada afección, controlándose la frecuencia de la recogi-
da de datos, los sitios de muestreo y los métodos de recogida y
análisis empleado, con el fin de dar una consistencia a los datos
registrados.
A continuación, se muestran una serie de indicadores tipo
de aplicación al planeamiento urbanístico: tabla indicadores am-
bientales.xls
LA EVALUACIÓN AMBIENTAL DE PLANES Y PROGRAMAS 145

FACTOR
INDICADORES AMBIENTALES
AMBIENTAL
Clima Incremento/reducción de los niveles de CO2
Evolución de las emisiones de NO2, SO2, PM10, CO2 y Ozono
Cálculo de los niveles de contaminación lumínica.
Verificación de que los niveles de ruidos cumplen la normati-
va vigente y de la implantación de las medidas adoptadas (ca-
Atmósfera ballones, pantallas sónicas, etc.).
Población residente sometida a un nivel de ruido superior a los
umbrales establecidos para zonas residenciales (nº habitantes)
Cumplimiento de la delimitación zonal por áreas de sensibi-
lidad acústica
Afección negativa sobre áreas protegidas totales (Red Natura
2000+ espacios naturales protegidos, nº de actuaciones, su-
perficie afectada respecto al total)
Actuación en Montes de utilidad pública, vías pecuarias, do-
Espacios minios públicos (superficie afectada).
Protegidos Afección negativa a hábitats de interés comunitario y hume-
dales (superficie afectada)
Número de actuaciones de conservación y de protección so-
bre el patrimonio cultural, arqueológico y arquitectónico (in-
versión, superficie afectada).
Análisis de sustancias peligrosas totales en vertidos líquidos y
cauces superficiales.
Hidrología DBO5 en el vertido de aguas residuales (t O2 /año)
superficial DQO o COT en el vertido de aguas residuales
Cumplimiento de la colocación de barreras de sedimentos y
balsas de decantación para evitar vertidos en los cauces
Evolución de las unidades hidrogeológicas consideradas sobre-
Hidrología explotadas, con problemas de intrusión salina o contaminación
subterránea por nitratos o plaguicidas (Superficie total y relativa, reserva hí-
drica en Hm3, niveles de nitratos, salinidad, plaguicidas, etc.)
Suelos contaminados (superficie de emplazamientos con
suelos potencialmente contaminados/ superficie de suelos
Edafología caracterizados o recuperados).
Verificación de las licencias de canteras y vertederos utilizados.
146 Pablo Merino Ávila

FACTOR
INDICADORES AMBIENTALES
AMBIENTAL
Afecciones negativas sobre flora amenazada (nº de actuacio-
nes, superficie afectada respecto a la total)
Vegetación Comprobación del estado de las revegetaciones previstas
(densidad de plantación, eficacia de las plantaciones, espe-
cies de plantas utilizadas)
Afecciones negativas sobre la fauna amenazada (nº de actua-
ciones, superficie afectada respecto la total)
Afecciones sobre la conectividad de los ecosistemas (nº de ac-
Fauna
tuaciones, superficie afectada, etc.)
Comprobación de la instalación de medidas para prevenir la elec-
trocución de las aves en sus áreas de campeo y rutas migratorias.
Comprobación de la localización de los elementos discordan-
tes del paisaje, tales como antenas de telefonía móvil, carteles,
Paisaje
antenas parabólicas fuera de las zonas definidas como visuali-
zaciones protegidas
Evolución del suelo urbano, urbanizable y no urbanizable
(superficie diferenciada en distintos usos o por suelos de es-
pecial protección)
Recursos hídricos naturales en Hm3/año que se van a detraer
de los ecosistemas naturales.
Evolución del consumo sectorial de agua (residual, industrial
y zonas verdes).
Evolución de los vertidos de aguas residuales (nº de habitan-
tes equivalentes).
Medio Consumo de energía (Tonelada equivalente de petróleo/ha-
socioeconómico bitante y año).

Evolución de la generación de residuos peligrosos y no peli-


grosos (Kg/hab/día, %)
Gestión de residuos peligrosos (% de valorización)
Evolución de las infraestructuras de transporte (% de super-
ficie total)
Evolución de la distribución de la superficie dedicada al transporte
Evolución de la superficie afectada por riesgos naturales o
tecnológicos
VII.
RÉGIMEN SANCIONADOR

El artículo 45 de la Constitución Española reconoce el dere-


cho de los ciudadanos a disfrutar de un medio ambiente adecua-
do, al tiempo que establece que quienes incumplan la obligación
de utilizar racionalmente los recursos naturales y la de conservar
la naturaleza, estarán obligados a reparar el daño causado, con
independencia de las sanciones administrativas o penales que
también correspondan. Con el fin de cumplir con dicho artículo,
la legislación española recoge en diferentes normas jurídicas un
conjunto de sistemas de responsabilidad para prevenir eficazmen-
te los daños medioambientales y, para los casos en los que estos
lleguen a producirse, asegurar una rápida y adecuada reparación.
La normativa española recoge la posibilidad de aplicar un ré-
gimen sancionador en el caso de incumplimiento de lo aprobado
por el órgano ambiental, y la responsabilidad ambiental respecto
a un plan o programa.
Con el fin de mejorar y actualizar la normativa vigente, el
Parlamento y el Consejo Europeo aprobó la Directiva 2004/35/CE,
de 21 de abril de 2004, sobre Responsabilidad Medioambiental, en
relaci