Está en la página 1de 22

Escuela nacional de Enfermería y

Obstetricia
Licenciatura en Enfermería y
Obstetricia
Tarea: Factores Intrínsecos
García Yescas Irma
Cuidado Integral de la Mujer durante
la Gestación II (B)
Rojas Estrada Rachel Monserrat
Grupo: 0506
El entorno intrínseco y extrínseco
y su relación con los procesos
patológicos Maternos
La lista de patologías crónicas maternas que pueden afectar el embarazo es muy
extensa, pero algunas de ellas tienden a complicarse más en este estado. Ellas
son las cardiopatías, la hipertensión establecida y la diabetes no bien manejada,
por el riesgo de descompensaciones y malformaciones. La protección de la mujer
embarazada debe entenderse como una aplicación concreta del contenido de la
vigilancia específica de la salud de los trabajadores. Se trata, en este caso, de
asegurar que los riesgos asociados a una determinada actividad laboral no van a
afectar negativamente a la salud de la embarazada, del feto o del recién nacido,
y que no van a interferir en el período de lactancia.

Factores extrínsecos: Son aquellos ajenos a la persona, como obstáculos en el


camino, escalones, suelos resbaladizos, desniveles inesperados, baños no
adaptados, iluminación escasa o excesiva (deslumbramiento), la interacción con
animales domésticos, etc.
Factores intrínsecos: Los intrínsecos se relacionan con el estado funcional y de
salud del individuo

Objetivo: Mediante la evaluación de riesgos, podremos identificar y cuantificar


los riesgos para, de manera paralela, conocer a partir de la historia médica, cuál
es la verdadera exposición a los mismos
Las complicaciones médicas en el embarazo son únicas por dos razones: primero,
los cambios fisiológicos asociados al embarazo pueden afectar al curso y
manifestaciones de las enfermedades, y segundo, la presencia del feto tiene un
riesgo adicional así como una relación significativa con el tipo de fármacos que
pueden ser prescritos.
Aparato gastrointestinal. Vómitos. Hiperémesis gravídica
 Diarrea aguda
 Dolor abdominal agudo en el embarazo
 Patología ginecológica
 Patología no ginecológica
 Colestasis intrahepática del embarazo
Aparato cardiovascular
 Varices
 Trombosis venosa profunda
 Cardiopatías y embarazo en la consulta de urgencias
 Fallo cardiaco
 Miocardiopatía periparto
Neurología
 CEFALEA
 Epilepsia
 Accidentes cerebrovasculares
 Trombosis venosa cerebral
 Trombosis arterial cerebral
ACV hemorrágicas
 Hemorragia intracraneal
 Hemorragia subaracnoidea
 Parálisis de Bell
 Síndrome del túnel carpiano
 Dermatopatías
Las complicaciones que surgen durante el embarazo pueden poner en riesgo el
crecimiento fetal, lo cual contribuye al nacimiento antes de tiempo y por lo tanto
a la hospitalización de los recién nacidos en la unidad de cuidados intensivos
Recién nacidos cuando son ingresados en la UCIN, sobre todo los riesgos
relativos a su maduración, lo que podría aumentar la posibilidad de
complicaciones que a veces pueden ser fatales en este grupo de edad.
 Detección de patología materna
 Detección de patologías de anexos ovulares
 Detección de patología fetal
 Detección de patología crónica materna

Factores intrínsecos
Por lo tanto, los factores de riesgo intrínsecos se refieren a la inmadurez en el
desarrollo del sistema inmune, incluyendo características relacionadas
específicamente con el paciente / huésped, es decir, tipo de gravedad de la
enfermedad subyacente, el estado nutricional, la edad, el uso de fármacos
inmunosupresores, entre otros
DATO INTERESANTE: UCIN ES UNA UNIDAD ESPECIAL EN
EL HOSPITAL PARA LOS BEBÉS NACIDOS ANTES DE
TÉRMINO, MUY PREMATUROS O TIENEN ALGUNA
AFECCIÓN MÉDICA GRAVE. LA MAYORÍA DE LOS BEBÉS
QUE NACEN MUY PREMATUROS NECESITARÁN CUIDADOS
ESPECIALES DESPUÉS DEL NACIMIENTO.

La asistencia ofrecida a los recién nacidos ingresados en la UCIN de riesgo se


asocia con una alta morbilidad y mortalidad, lo que requiere una atención mayor
del equipo interdisciplinario y actualizar sus habilidades y conocimientos
científicos. Los bebés prematuros son los principales usuarios de la UCIN,
reciben los procedimientos más invasivos, pasan un largo período en el hospital,
por lo tanto, parecen predispuestos a complicaciones infecciosas graves que
pueden conducir a la muerte neonatal, lo que refleja el aumento del número de
muertes por causas prevenibles.
Una parte de las muertes infantiles se pueden prevenir, por lo que conocer los
factores de riesgo es importante para que podamos actuar con anticipación para
evitar que el recién nacido muera. Infecciones hospitalarias son consideradas
evitables, y un desafío para los profesionales de la salud, especialmente los que
trabajan en el cuidado de UCIN para recién nacidos extremadamente frágiles,
donde se considera cualquier tipo de agresión un riesgo potencial para el sistema
inmunológico. La prematuridad y el bajo peso al nacer son factores intrínsecos
que predisponen a la infección nosocomial. Cuanto mayor sea el peso, menor es el
grado de prematuridad, más eficaz es la capacidad para proteger el cuerpo del
recién nacido.
Se observa en las UCIN’s que los recién nacidos con mayor peso y edad
gestacional tienen menos complicaciones durante la hospitalización, sin embargo,
aquellos con menor peso tiene una mayor fragilidad y el riesgo consiguiente de
aumento de la mortalidad. En la medida en que aumenta la supervivencia de los
niños prematuros de bajo peso al nacimiento y la edad gestacional, aumenta el
riesgo de contraer enfermedades relacionadas con el tiempo de exposición en la
unidad y las infecciones hospitalarias.
DATO INTERESANTE: EL GRADO DE INMUNODEFICIENCIA
ESTÁ DIRECTAMENTE ASOCIADO CON LA EDAD
GESTACIONAL. TODO RECIÉN NACIDO ES
INMUNOLÓGICAMENTE DEFICIENTE DEBIDO A QUE SU
ORGANISMO PRESENTA UNA DEBILIDAD EN EL SISTEMA
DE DEFENSA. ADEMÁS, LAS COMPLICACIONES DE LA
PREMATURIDAD AUMENTAN EL RIESGO DE INFECCIÓN
NOSOCOMIAL.

EJEMPLO
Las infecciones asociadas con la asistencia sanitaria conocidas también como
infecciones nosocomiales (IN), son un problema relevante de salud pública de
gran trascendencia económica, social y constituyen un desafío para las
instituciones de salud y el personal médico responsable de su atención. Las IN
se asocian con altas tasas de morbilidad y mortalidad, lo que se traduce no sólo
en un incremento en los días de hospitalización y los costos de atención, sino
también en un incremento de los años de vida ajustados de discapacidad en la
población. Debido a que las IN son complicaciones en las que se conjugan diversos
factores de riesgo que en su mayoría pueden ser susceptibles de prevención y
control, resulta fundamental la evaluación continúa sobre los programas y
políticas establecidas para su control a nivel nacional.

Las IN se definen como una infección contraída en el hospital por un paciente


internado. Operacionalmente, las infecciones que ocurren después de 48 horas
del internamiento o noventa días posteriores al egreso se consideran como
nosocomiales, así como las que se desarrollan en los 30 días subsecuentes a una
intervención quirúrgica o que ocurren en el año después a la realización de una
cirugía en la que se colocó un implante.

Las IN más frecuentes son las de heridas quirúrgicas, las del tracto urinario
(relacionadas con el empleo de sondas vesicales), las relacionadas a las vías
respiratorias inferiores (asociadas a asistencia respiratoria mecánica) y las
infecciones primarias de la sangre asociadas al uso de catéteres.

Determinados factores inciden en la posibilidad real de que un individuo


contraiga una infección: la edad, el estado de inmunidad, cualquier enfermedad
subyacente y las intervenciones diagnósticas y terapéuticas. En las épocas
extremas de la vida la infancia y la vejez suele disminuir la resistencia a la
infección. Los pacientes que más comúnmente requieren ingreso en unidades de
cuidados intensivos, tales como aquellos que padecen alguna enfermedad crónica,
como tumores malignos, leucemia, diabetes mellitus, insuficiencia renal o
síndrome de inmunodeficiencia adquirida, tienen una mayor vulnerabilidad a las
infecciones por agentes patógenos oportunistas.

La incidencia de infección nosocomial se incrementó a medida que lo hizo la edad,


lo cual coincide con otros estudios realizados. Se considera que este fenómeno
de incrementarse las infecciones en proporción directa al aumento cronológico
de la edad está en correspondencia con la propia fisiología del envejecimiento
así como la presencia de factores de riesgo predisponentes. Con respecto al
sexo, existe una tendencia mundial a admitir con mayor frecuencia a pacientes
varones, lo que está determinado, entre otras, por causas sociales y de género,
lo cual se demuestra en otros estudios.

La media de hospitalización fue mayor en los pacientes con infecciones


nosocomiales que en los casos controles, lo cual contribuye a la repercusión sobre
las instituciones médicas en cuanto a días de ocupación de una cama y los costos
que de ello derivan.

Respecto a las localizaciones más frecuentes de las infecciones nosocomiales,


muchas investigaciones refieren que la neumonía, la infección de herida
quirúrgica y la infección de vías urinarias constituyen más del 80% de las
infecciones nosocomiales que se presentaron en los servicios de adultos
Factores de riesgo intrínseco
 Coma
 Insuficiencia Renal Crónica
 Cardiomiopatía isquémica
 Sonda Nasogástrica
 Intubación

Factores de riesgo materno


¿Cuáles son los factores que generan riesgo para el embarazo?
Los factores que generan riesgo para el embarazo se pueden dividir en cuatro
categorías:

 Problemas de salud existentes


 Edad
 Factores del estilo de vida
 Condiciones del embarazo
Problemas de salud existentes
 Presión arterial alta. Si bien la presión arterial alta puede ser riesgosa para
la madre y el feto, muchas mujeres con presión arterial alta tienen embarazos
e hijos saludables. La presión arterial alta no controlada, sin embargo, puede
provocar daño en los riñones de la madre y aumentar el riesgo de
tener preeclampsia o un bebé con peso bajo.1
 Síndrome del ovario poliquístico. El síndrome del ovario poliquístico (PCOS
por sus siglas en inglés) es un trastorno que puede interferir en la capacidad
de una mujer de quedar embarazada y mantener el embarazo. El PCOS puede
provocar tasas más altas de aborto natural (pérdida espontánea del feto
antes de las 20 semanas de gestación), diabetes gestacional, preeclampsia y
parto prematuro.2
 Diabetes. Es importante que las mujeres con diabetes controlen sus niveles
de azúcar en la sangre antes de quedar embarazadas. Los niveles altos de
azúcar en la sangre pueden provocar defectos de nacimiento durante las
primeras semanas de embarazo, con frecuencia incluso antes de que la mujer
sepa que está embarazada. Controlar los niveles de azúcar en la sangre y
tomar un complejo vitamínico con 40 microgramos de ácido fólico todos los
días puede ayudar a reducir este riesgo.3
 Enfermedad renal. Las mujeres con enfermedad renal con frecuencia tienen
dificultad para quedar embarazadas y cualquier embarazo corre un riesgo
significativo de aborto espontáneo. Las mujeres con enfermedades renales
requieren tratamientos adicionales, cambios en la dieta y los medicamentos,
y visitas frecuentes al médico.4
 Enfermedad autoinmune. Las enfermedades autoinmunes incluyen
enfermedades como el lupus y la esclerosis múltiple. Algunas enfermedades
autoinmunes pueden aumentar el riesgo de una mujer de tener problemas
durante el embarazo. Por ejemplo, el lupus puede aumentar el riesgo de parto
prematuro y nacimiento de un niño muerto. Algunas mujeres podrían observar
que sus síntomas mejoran durante el embarazo, en tanto que otras sufren
empujes y enfrentan otros desafíos. Determinados medicamentos para
tratar las enfermedades autoinmunes también podrían ser dañinos para el
feto.5
 Enfermedad de la tiroides. No tener bajo control los problemas de tiroides
(glándula pequeña en el cuello que produce hormonas que regulan el ritmo
cardíaco y la presión arterial), como una tiroides hiperactiva o hipoactiva,
puede causar problemas en el feto como insuficiencia cardíaca, poco aumento
de peso y defectos de nacimiento.6
 Infertilidad. Varios estudios descubrieron que las mujeres que toman
medicamentos que aumentan las probabilidades de un embarazo son
significativamente más propensas a tener complicaciones en el embarazo que
las mujeres que quedan embarazadas sin ayuda. Estas complicaciones con
frecuencia involucran a la placenta (el órgano que conecta al feto con la
madre) y sangrado vaginal.7
 Obesidad. La obesidad puede tornar más difícil un embarazo, al aumentar la
probabilidad de que una mujer desarrolle diabetes durante el embarazo, lo
que contribuye a los partos difíciles.8Por otro lado, algunas mujeres pesan
demasiado poco para su propia salud y la salud del feto en desarrollo. En 2009,
el Instituto de Medicina actualizó sus recomendaciones sobre el aumento de
peso durante el embarazo. Las nuevas recomendaciones del Colegio
Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG por sus siglas en inglés)
sugieren que las mujeres con sobrepeso y obesidad podrían aumentar incluso
menos peso del que se recomienda e incluso así tener un bebé saludable.
 VIH/SIDA. El VIH/SIDA daña las células del sistema inmunitario, lo que les
dificulta combatir las infecciones y determinados cánceres. Las mujeres
pueden transmitir el virus al feto durante el embarazo; la transmisión
también puede darse durante el trabajo de parto y el parto, o a través de la
leche materna. Afortunadamente, hay tratamientos efectivos para reducir la
transmisión del VIH de la madre al feto, al recién nacido o al bebé. Las
mujeres con cargas virales muy bajas podrían tener un parto vaginal con un
bajo riesgo de transmisión. Una opción para las mujeres embarazadas con
cargas virales (cantidad de VIH activo en la sangre) más altas es un parto por
cesárea, el cual reduce el riesgo de transmitir el VIH al bebé durante el
trabajo de parto y el parto. Es importante recibir cuidados prenatales
tempranos y regulares. Las mujeres que toman medicamentos para tratar el
VIH y tienen un parto por cesárea pueden reducir el riesgo de transmisión a
un 2%.
Edad
 Embarazo adolescente. Las adolescentes embarazadas son más propensas a
desarrollar presión arterial alta y anemia (falta de glóbulos rojos saludables)
y comenzar el trabajo de parto antes que las mujeres de más edad. Las
adolescentes también podrían estar expuestas a enfermedades de
transmisión sexual o infecciones que podrían afectar el embarazo.12 Las
adolescentes podrían ser menos propensas a recibir cuidados prenatales o a
visitar a un profesional de la salud de manera regular durante el embarazo
para evaluar los riesgos, garantizar una buena salud y entender qué
medicamentos y fármacos pueden usar.13
 Primer embarazo después de los 35 años. Las madres primerizas de más
edad pueden tener embarazos normales, pero las investigaciones indican que
estas mujeres corren más riesgo de tener14:
o Un parto por cesárea (cuando el recién nacido nace a través de una
incisión quirúrgica en el abdomen de la madre)
o Complicaciones en el parto, incluido sangrado excesivo durante el
trabajo de parto
o Trabajo de parto prolongado (que dura más de 20 horas)
o Un trabajo de parto que no avanza
o Un bebé con un trastorno genético, como el síndrome de Down

Factores del estilo de vida


 Consumo de alcohol. El alcohol que se consume durante el embarazo pasa
directamente al feto a través del cordón umbilical. Los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés)
recomiendan que las mujeres eviten las bebidas alcohólicas durante el
embarazo o cuando están tratando de quedar embarazadas.15 Durante el
embarazo, las mujeres que beben son más propensas a tener un aborto
natural o el nacimiento de un niño muerto. Otros riesgos para el feto incluyen
más probabilidad de tener defectos de nacimiento y el síndrome alcohólico
fetal (FASD por sus siglas en inglés). El FASD es el nombre técnico para el
grupo de trastornos fetales asociados con beber alcohol en exceso durante
el embarazo. Causa rasgos faciales anormales, baja estatura y bajo peso
corporal, trastorno de hiperactividad, discapacidades intelectuales y
problemas de visión o audición.7
 Consumo de cigarrillos. Fumar durante el embarazo aumenta el riesgo del
feto de tener un parto prematuro, determinados defectos de nacimiento y
el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS por sus sigls en inglés). El
humo de segunda mano también hace que la mujer y el feto en desarrollo
corran más riesgo de tener problemas de salud.15
Condiciones del embarazo
 Embarazo múltiple. Los embarazos de mellizos, trillizos o más fetos,
conocidos como embarazos múltiples, aumentan el riesgo de los bebés de
nacer prematuros (antes de las 37 semanas de gestación). Tener un bebé
después de los 30 años y tomar medicamentos para la fertilidad son factores
que se han asociado con los embarazos múltiples. Tener tres o más bebés
aumenta la probabilidad de que la mujer necesite un parto por cesárea. Es
más probable que los mellizos o trillizos tengan un menor tamaño que los fetos
únicos. Si los bebés de un embarazo múltiple nacen de forma prematura, son
más propensos a tener dificultades respiratorias.16
 Diabetes gestacional. La diabetes gestacional, también conocida como
diabetes mellitus gestacional (GDM por sus siglas en inglés) o diabetes
durante el embarazo, es la diabetes que se desarrolla por primera vez cuando
la mujer está embarazada. Muchas mujeres pueden tener embarazos
saludables si siguen el plan de dieta y tratamiento indicado por un profesional
de la salud para controlar su diabetes. La diabetes gestacional no controlada
aumenta el riesgo de tener un trabajo de parto y un parto prematuros,
preeclampsia y presión arterial alta.
 Preeclampsia y eclampsia. La preeclampsia es un síndrome marcado por un
aumento súbito de la presión arterial en una mujer embarazada después de
las 20 semanas de embarazo. Puede afectar los riñones, el hígado y el cerebro
de la madre. Si no se trata, la enfermedad puede ser mortal para la madre
y/o el feto y causar problemas de salud a largo plazo. La eclampsia es una
forma más grave de preeclampsia, marcada por convulsiones y coma en la
madre.
Factores más relevantes
Hipertensión
Los trastornos hipertensivos se clasifican como
 Hipertensión crónica: presente antes del embarazo o que se desarrolla
antes de las 20 semanas de edad gestacional
 Hipertensión gestacional: inicio de hipertensión arterial sistólica y/o
diastólica > 140 y > 90 mmHg sin proteinuria ni signos de preeclampsia
 Preeclampsia: hipertensión de reciente comienzo (tensión arterial >
140/90 mmHg) más proteinuria de reciente comienzo y de causa
desconocida (> 300 mg/en orina de 24 horas o relación
proteína/creatinina en orina ≥ 0,3) después de las 20 semanas de edad
gestacional u otros signos de daño de órganos terminales (p. ej.,
trombocitopenia [plaquetas <100.000/mcL], deterioro de la función
hepática, insuficiencia renal, edema pulmonar o síntomas cerebrales o
visuales).
 Hipertensión crónica más preeclampsia sobreimpuesta: proteinuria nueva
o que empeora u otros signos de daño de órganos terminales después de
20 semanas en una mujer con hipertensión preexistente
 Preeclampsia grave o síndrome HELLP (hemólisis, aumento de las enzimas
hepáticas y plaquetopenia)
La hipertensión crónica se diferencia de la hipertensión gestacional, que
aparece después de las 20 semanas de embarazo. En cualquier caso,
hipertensión se define como una presión arterial sistólica > 140 mmHg o
diastólica > 90 mmHg en 2 ocasiones separadas > 24 horas.
La hipertensión aumenta el riesgo de los siguientes:
 Restricción del crecimiento fetal (por la disminución del flujo sanguíneo
úteroplacentario)
 Preeclampsia y eclampsia
 Efectos advesos fetales y maternos
Antes de intentar concebir, la mujer con hipertensión debe ser asesorada
sobre los riesgos del embarazo. Si quedan embarazadas, la atención prenatal
comienza lo antes posible. El manejo de la hipertensión durante el
embarazo incluye medición de la función renal de base (p. ej., creatinina sérica,
nitrógeno ureico en sangre), fundoscopia y evaluación cardiovascular dirigida
(auscultación y, a veces, ECG o ecocardiograma). Cada trimestre se miden
proteínas urinarias en 24 horas, ácido úrico en plasma, creatinina sérica y el
hematocrito. La ecografía para controlar el crecimiento fetal se realiza a las
28 semanas y cada 4 semanas de ahí en adelante. El retraso del crecimiento es
evaluado con pruebas Doppler multivaso por un especialista en medicina
maternofetal. Si las mujeres tienen un alto riesgo de preeclampsia, los médicos
deben recetar una dosis baja de aspirina (81 mg por vía oral 1 vez al día) a
diario a partir de las 12 a 28 semanas de gestación y hasta el parto (1).
Las mujeres con antecedentes de preeclampsia o hipertensión gestacional
tienen un mayor riesgo de eventos cardiovasculares durante la vida y, después
del parto, deben ser derivadas para una evaluación y seguimiento adecuados
del riesgo cardiovascular.

Diabetes
La diabetes mellitus manifiesta ocurre en ≥ 6% de los embarazos, y la diabetes
gestacional se produce en aproximadamente el 8,5% de los embarazos. La
incidencia está aumentando a medida que crecen las cifras de obesidad.
La diabetes mellitus insulinopendientepreexistente aumenta el riesgo de los
siguientes:
 Pielonefritis
 Cetoacidosis
 Preeclampsia
 Muerte fetal
 Malformaciones fetales principales
 Macrosomía fetal (peso fetal > 4,5 kg)
 En presencia de vasculopatía, restricción del crecimiento fetal
 La necesidad de una cesárea, o un parto instrumental pretérmino,
La incidencia de macrosomía fetal es aproximadamente un 50% más alta en
mujeres embarazadas con diabetes preexistente que en las mujeres
embarazadas de la población general. La incidencia de mortalidad perinatal
también es mayor.
Las mujeres con diabetes preexistente tienen más probabilidades de requerir
un parto prematuro por indicaciones obstétricas o médicas. El ejercicio
durante el embarazo (con cambios juiciosos en la dieta) reduce la necesidad de
cesárea y partos instrumental en estas mujeres (1, 2).
El control estricto de la glucosa antes de la concepción es esencial para
prevenir malformaciones fetales.
En general, los requerimientos de insulina aumentan durante el embarazo.
La diabetes gestacional aumenta el riesgo de los siguientes:
 Trastornos hipertensivos
 Macrosomía fetal
 Necesidad de cesárea
La diabetes gestacional se evalúa sistemáticamente entre las 24 y 28 semanas
y, si la mujer tiene factores de riesgo, durante el primer trimestre. Los
factores de riesgo incluyen los siguientes:
 Diabetes gestacional previa
 Recién nacido macrosómico en embarazo anterior
 Antecedentes familiares de diabetes no insulinodependiente
 Pérdidas fetales inexplicables
 Índice de masa corporal (IMC) > 30 kg/m2
 Ciertos grupos étnicos (p. ej., mexicanos estadounidenses, indios
americanos, asiáticos, isleños del Pacífico) en los que prevalece la
diabetes
Algunos médicos primero solicitan una glucemia al azar para comprobar si la
diabetes gestacional es posible. Sin embargo, la detección y la confirmación del
diagnóstico de diabetes gestacional se basa mejor en los resultados de la
prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG-—véase tabla Umbrales de glucosa
para la diabetes gestacional usando una prueba de tolerancia oral a la glucosa
de 3 horas). Sobre la base de una recomendación de 2013 de la conferencia de
consenso de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la selección comienza
con una prueba de carga de glucosa (PCG) de 1 hora 50 g en 1 hora; si los
resultados son positivos (glucosa plasmática > 130 a 140 mg/dL [7,2 a 7,8
mmol/L]), se indica una PTOG con 100 g en 3 horas.
El tratamiento óptimo de la diabetes gestacional (con modificación de la dieta,
el ejercicio y una estrecha vigilancia de los niveles de glucosa en sangre
e insulina cuando sea necesario) reduce el riesgo de resultados adversos
maternos, fetales y neonatales. Las mujeres con diabetes gestacional tienen un
mayor riesgo de eventos cardiovasculares durante la vida y, después del parto,
deben ser derivadas para una evaluación y un seguimiento adecuados del riesgo
cardiovascular.
Las mujeres con diabetes mellitus gestacional pueden haber tenido diabetes
mellitus no diagnosticada antes del embarazo. Por lo tanto, se deben someter
a pruebas de cribado para diabetes mellitus 6 a 12 semanas después del parto,
utilizando las mismas pruebas y los criterios usados para las pacientes que no
están embarazadas.

Enfermedades de transmisión sexual


La sífilis fetal in utero puede causar la muerte, malformaciones congénitas e
incapacidad grave.
Sin tratamiento, el riesgo de transmisión del HIV de una mujer a la
descendencia es de alrededor del 30% antes del parto y del 25% durante el
parto. Los recién nacidos reciben tratamiento antirretroviral dentro de las
primeras 6 horas del nacimiento para minimizar el riesgo de transmisión
intraparto.
Durante el embarazo, la vaginosis bacteriana, la gonorrea y la infección genital
por clamidia aumentan el riesgo de trabajo de parto prematuro o rotura
prematura de membranas.
La atención prenatal habitual incluye pruebas de cribado para la infección por
HIV, hepatitis B y sífilis y, si es < 25 años, para la infección por Chlamydia y
gonorrea en la primera consulta prenatal. Las pruebas para sífilis se repiten
durante el embarazo si el riesgo continúa y en el parto para todas las mujeres.
Las mujeres embarazadas que tienen cualquiera de estas infecciones deben ser
tratadas con antibióticos.
El tratamiento de la vaginosis bacteriana, la gonorrea o la infección por clamidia
pueden prolongar el intervalo desde la rotura prematura de membranas hasta
el parto y mejorar la evolución fetal al disminuir la inflamación fetal.
Las mujeres embarazadas con infección por HIV deben recibir zidovudina o
nevirapina. Este tratamiento reduce el riesgo de transmisión del HIV al feto en
dos tercios; el riesgo probablemente es más bajo (< 2%) con una combinación
de 2 o 3 antivirales. Estos agentes se recomiendan a pesar de sus efectos
tóxicos en el feto y la mujer.

Pielonefritis
Durante el embarazo, la bacteriuria recurrente es más frecuente y la
incidencia de pielonefritis es mayor. Veinte a 35% de las mujeres embarazadas
con bacteriuria desarrollan una infección urinaria (IU), y pueden experimentar
pielonefritis.
La pielonefritis aumenta el riesgo de los siguientes:
 Rotura prematura de membranas
 Trabajo de parto pretérmino
 Síndrome de dificultad respiratoria del lactante
La pielonefritis es la causa no obstétrica más común de internación durante el
embarazo.
La mujer embarazada con pielonefritis debe ser internada para evaluación y
tratamiento, principalmente con cultivo de orina más antibiograma, antibióticos
IV (p. ej., una cefalosporina de tercera generación con o sin aminoglucósidos),
antipiréticos e hidratación. Los antibióticos orales específicos para el
microorganismo causal se comienzan 24 a 48 horas después de que la fiebre
resuelve y continúan hasta que se completa todo el curso de antibioticoterapia,
en general 7 a 10 días.
Los antibióticos profilácticos (p. ej., nitrofurantoína,
trimetoprima/sulfametoxazol [TMP/SMX]) con cultivos de orina periódicos
continúan el resto del embarazo.

Anomalías del Tracto Genital


Las anomalías estructurales del útero y el cuello (p. ej., tabique uterino, útero
bicorne) hacen que las siguientes situaciones sean más probables:
 Aborto espontáneo durante el segundo trimestre
 Presentación fetal anómala
 Trabajo de parto o parto prematuro
 Trabajo de parto disfuncional
 Necesidad de cesárea
Los miomas uterinos con escasa frecuencia causan anomalías placentarias (p.
ej., placenta previa), trabajo de parto prematuro y abortos espontáneos
recurrentes. Los miomas pueden crecer rápidamente o degenerar durante el
embarazo; la degeneración a menudo causa dolor intenso y signos peritoneales.
La incompetencia cervical hace más probable el parto pretérmino. El riesgo de
insuficiencia cervical es mayor en las mujeres que han tenido laceraciones o
lesiones del cuello durante un procedimiento previo (p. ej., aborto terapéutico,
partos vaginales instrumentales). La insuficiencia cervical se puede tratar con
intervención quirúrgica (cerclaje), progesterona vaginal o, a veces, un pesario
vaginal.
Si, antes del embarazo, la mujer ha tenido una miomectomía en la que se ha
ingresado en la cavidad uterina, debe realizarse una cesárea porque puede
producirse una rotura uterina durante un parto vaginal.
Las anomalías uterinas que pueden producir malos resultados obstétricos a
menudo requieren corrección quirúrgica, que se realiza después del parto.

Poli hidramnios
El polihidramnios (exceso de líquido amniótico) puede producir varios
problemas maternos y trabajo de parto prematuro. Los factores de riesgo
incluyen
 Diabetes materna no controlada
 Embarazo multifetal
 Isoinmunización
 Malformaciones fetales (p. ej., atresia esofágica, anencefalia, espina
bífida).
El oligohidramnios (escasa cantidad de líquido amniótico) a menudo acompaña a
las malformaciones congénitas del tracto urinario fetal y la restricción grave
del crecimiento fetal (< percentil 3). Además, puede producir el síndrome de
Potter con hipoplasia pulmonar o anomalías por compresión de las superficies
fetales, en general en el segundo trimestre, y causar la muerte fetal.
El polihidramnios o el oligohidramnios se sospechan si el tamaño uterino no
corresponde con la edad gestacional o puede descubrirse incidentalmente con
ecografía, la cual es diagnóstica.

Embarazo Multifetal
El embarazo multifetal aumenta el riesgo de los siguientes:
 Restricción del crecimiento fetal
 Trabajo de parto pretérmino
 Desprendimiento prematuro de placenta
 Malformaciones congénitas
 Morbimortalidad perinatal
 Después del parto, atonía uterina y hemorragia
El embarazo multifetal se detecta durante una ecografía de rutina entre las
semanas 16 y 20.

Lesion Previa durante el Nacimiento


La mayor parte de las parálisis cerebrales y los trastornos del desarrollo
neurológico se deben a factores no relacionados con una lesión durante el parto.
Lesiones como las del plexo braquial pueden ser el resultado de procedimientos
tales como forceps o vacuum extractor pero con frecuencia se originan en las
fuerzas intrauterinas durante el trabajo de parto o una mala posición durante
las últimas semanas del embarazo.
La distocia de hombro previa es un factor de riesgo para una futura distocia,
y los registros obstétricos deben revisarse en busca de factores de riesgo
potencialmente modificables (p. ej., macrosomía fetal, parto vaginal operatorio
[instrumental]) que pueden haber predispuesto a las lesiones.

Exposicion a Teratogenos
Los teratógenos comunes (agentes que causas malformaciones fetales) incluyen
infecciones, fármacos y agentes físicos. Las malformaciones son más probables
si la exposición ocurre entre las semanas 2 y 8 después de la concepción (las
semanas 4 a 10 después de la última menstruación), cuando los órganos están
formándose. También son probables otras malas evoluciones del embarazo. Las
mujeres embarazadas expuestas a teratógenos deben ser aconsejadas sobre
el aumento del riesgo y derivadas para una evaluación ecográfica completa para
detectar malformaciones.
Las infecciones comunes que pueden ser teratogénicas incluyen
 Herpes simple
 Hepatitis viral
 Rubéola
 Varicela
 Sífilis
 Toxoplasmosis
 Infección por citomegalovirus
 Infección por virus Coxsackie
 infección por el virus Zika
Los fármacos comúnmente usados que pueden ser teratógenos incluyen
 Alcohol
 Tabaco
 Cocaína
 Algunos fármacos medicamentos que se venden con receta (véase Algunos
fármacos con efectos adversos durante el embarazo)
La hipertermia o la exposición a temperaturas > 39° C (p. ej., en un sauna)
durante el primer trimestre se ha asociado con espina bífida.

Parto Pretermino
El parto pretérmino es el parto antes de las 37 semanas. Los partos
pretérminos previos por trabajo de parto prematuro aumentan el riesgo de
partos pretérminos futuros; si un neonato pretérmino previo peso < 1,5 kg, el
riesgo de parto pretérmino en el siguiente embarazo es del 50%.
Las mujeres con partos pretérmino previos por trabajo de parto prematuro
deben ser controladas cada 2 semanas después de la semana 20. El control
incluye
 Ecografía, incluida la medición de la longitud del cuello uterino y su forma,
a las semanas16 a 18
 Monitorización de las contracciones uterinas
 Estudio de las vaginosis bacterianas
 Medición de la fibronectina fetal
Las mujeres con partos pretérmino debido a trabajo de parto pretérmino o con
acortamiento (< 25 mm) o infundibulización del cuello uterino deben recibir 250
mg IM de 17 alfa-OH-progesterona 1 vez/semana.

Transtorno Genetico
El riesgo de tener un feto con un trastorno cromosómico aumenta en las parejas
que ya han tenido un feto o un neonato con un trastorno cromosómico
(reconocido o no). La tasa de riesgo de recidivas es desconocida para la mayoría
de los trastornos genéticos. Muchas malformaciones congénitas son
multifactoriales; el riesgo de tener un feto posterior con malformaciones es
de ≤ 1%.
Si la pareja ha tenido un recién nacido con un trastorno congénito o
cromosómico, se recomienda realizar un estudio genético sistemático. Si la
pareja ha tenido un neonato con una malformación congénita, se recomienda
realizar un estudio genético, una ecografía de alta resolución y una evolución
por un especialista en medicina maternofetal.

DATO INTERESANTE: EL MERCURIO EN PESCADOS Y


MARISCOS PUEDE SER TÓXICO PARA EL FETO.

EJEMPLO
El crecimiento humano resulta de un proceso complejo e interactivo de factores
fisiológicos que tienen lugar en un amplio espacio de rasgos genéticos e
influencias ambientales. El vocablo «macrosomía» es sinónimo de gigantismo, y
proviene de los términos griegos «makrós» y «soma», que significan grande y
cuerpo, respectivamente, lo que desde el punto de vista etimológico se
interpreta como «el desarrollo del cuerpo de tamaño exagerado»

Entre los factores de riesgo para la macrosomía fetal, se encuentran la diabetes


materna, el peso materno, la ganancia ponderal excesiva durante el embarazo, la
edad, la multiparidad, el antecedente de feto macrosómico, el sexo fetal
masculino, y otros, como padres de gran tamaño, color de la piel y etnia.

Entre los factores de riesgo maternos, el mayor número de pacientes obesas


sobrepasó los 20 años de edad; entre 20-34 años se encontraban 34 (27,6 %);
con 35 años y más, 35 para un 28,5 %. En el grupo de 20-34 años predominaron:
la diabetes en 28 pacientes, que representó un 22,8 %; la ganancia exagerada
de peso en 33, para un 26,9 %; la multiparidad en 39 (31,7 %) y los antecedentes
de macrosomía en 32 (26,0 %).

Prevaleció el sexo masculino en todos los grupos de edad materna, y el cálculo


de peso mayor de 4 500 g se presentó en 38 pacientes (30,9 %) mayores de 35
años.

Según otros resultados de los anteriores autores, una de las variables que
analizan son los antecedentes personales maternos más relevantes. En el grupo
de macrosómicos, los más destacados son: la diabetes gestacional (7,5 %), la
obesidad (4,5 %), la diabetes pregestacional (3,0 %), el antecedente de
nacimiento macrosómico (3,0 %), el hipotiroidismo (3,0 %) y la hipertensión (2,0
%).4 Al realizar la prueba de comparación de dos medias para muestras
independientes, se evidenció que el error medio en la estimación de peso fetal
en el tercer trimestre, en el grupo de macrosómicos, fue de 577 ± 3 248 gramos.

Factores de Riesgo Sociales y culturales


 Desinformación: No solo la falta de conciencia sobre sexualidad y
anticonceptivos es determinante, sino el hecho de que quienes tienen
mayor conocimiento sobre estos temas no siempre lo aplican. Además de
que todavía hay muchos tabúes y deficiencias en la educación escolar, hay
investigaciones que muestran que los adolescentes conocen los métodos
para prevenir el embarazo, incluso saben cómo funcionan, pero no los usan.
 Psicología del adolescente: Por naturaleza son rebeldes y le llevan la
contraria a sus padres, por lo que “si les dicen que no tengan novio, lo van
a tener”.
 Búsqueda de identidad: Es un factor clave en esta etapa de la vida, y
tener pareja o generar un embarazo puede representar una forma de
afirmarse como hombre o mujer.
 Soledad: El adolescente se siente incomprendido, por lo que piensa que
tener una pareja o un niño le hará sentirse más querido. Por otro lado,
“hay especialistas que hablan de la ‘teoría del rescate, en que la mujer
piensa que va a llegar su ‘príncipe azul' y la llevará a otro lugar, donde
vivirán felices por siempre”.
 Necesidad de autoridad: Los jóvenes sienten que todos quieren darles
órdenes, y creen que al tener un hijo van a desempeñar un nuevo rol social
de mayor jerarquía e independencia.
 Pertenencia: Así como hay grupos en los que existe el “requisito” de fumar
o beber alcohol para ser aceptado, en otros se incita a tener una vida
sexual activa.
 Familia disfuncional: Más del 80 % de los embarazos en adolescentes se
presentan en quienes provienen de células sociales en las que prevalecen
incomunicación, falta de afecto y relaciones problemáticas.
 Antecedentes: Varios estudios muestran que, si los progenitores fueron
padres adolescentes, es más probable que sus hijos lo sean. “Se dice que
es por imitación o porque la joven piensa: si tú te embarazaste a mi edad,
¿por qué no lo voy a hacer yo?”.
 Hábitos culturales: Sobre todo en áreas rurales hay poblaciones en donde
no hay más expectativa de vida que casarse y tener hijos.
 Religión: El rechazo de la Iglesia a los anticonceptivos también influye.
 Economía: Cada vez es más común que tanto la madre como el padre
trabajen fuera del hogar, y esto impide que haya adecuada comunicación
y educación sexual.
 Nivel educativo y socioeconómico: Algunos estudios muestran que a
mayor grado de escolaridad y solvencia económica hay menos embarazos
en jóvenes, aunque ninguno de estos factores garantiza, por ejemplo, que
una familia no sea disfuncional.

Factores de manera General


Factores de riesgo individuales:
 Menarquia precoz.
 Inicio de las relaciones sexuales a edades tempranas.
 Bajo nivel de aspiraciones académicas.
 Impulsividad.
 Ideas de omnipotencia y adhesión a creencias.
 Tabúes que condenan la regulación de la fecundidad y la poca habilidad de
planificación familiar.

Factores de riesgo familiares:


 Disfunción familiar.
 Antecedentes de madre o hermana embarazada en la adolescencia.
 Pérdida de figuras significativas y baja escolaridad de los padres.

Factores de riesgo sociales:


 Bajo nivel socioeconómico.
 Hacinamiento.
 Estrés.
 Delincuencia.
 Alcoholismo.
 Trabajo no calificado.
 Vivir en un área rural.
 Ingreso precoz a la fuerza de trabajo.
 Mitos y tabúes sobre sexualidad.
 Marginación social y predominio del “amor romántico” en las relaciones
sentimentales de los adolescentes

BIBLIOGRAFIA
 Castañeda, R. L. (1998, 12 enero). Factores que predisponen a las caídas
en personas mayores. Sanitas. Recuperado 31 de enero de 2022, de
https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-
salud/tercera-edad/habitos-vida-saludable/factores-caidas-
mayores.html
 Ríos-Fraustro, C. (2014, 12 junio). Factores intrínsecos y extrínsecos
asociados con caídas en adultos mayores: estudio de casos y controles en
México. SCIELO. Recuperado 31 de enero de 2022, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0016-
38132021000200133
 Chavez, R. (2003, 15 agosto). Factores intrínsecos predisponentes a
infección hospitalaria y a óbito neonatal. ENFERMERIA GLOBAL.
Recuperado 31 de enero de 2022, de
https://scielo.isciii.es/pdf/eg/v12n30/clinica1.pdf
 Biblioteca Nacional de Medicina. (2016, 12 febrero). Visitar a su bebé en
la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN). Medline plus.
Recuperado 31 de enero de 2022, de
https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000590.htm
#:%7E:text=%C2%BFQu%C3%A9%20es%20una%20UCIN%3F&text=UC
IN%20es%20una%20unidad%20especial,cuidados%20especiales%20des
pu%C3%A9s%20del%20nacimiento.
 Rodríguez, A. P. F. (2014, 14 julio). Patología médica y embarazo:
Trastornos gastrointestinales, neurológicos, cardiovasculares y
dermatológicos. SCIELO. Recuperado 31 de enero de 2022, de
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-
66272009000200013
 Tabulados básicos. (2003, 20 diciembre). factor. Recuperado 31 de enero
de 2022, de
https://www.inegi.org.mx/sistemas/olap/registros/vitales/mortalidad/t
abulados/pc.asp?t=14&c=11817
 Puñales, J. S. (2018, 26 julio). Factores de riesgo maternos y fetales en
recién nacidos con macrosomía. SCIELO. Recuperado 31 de enero de
2022, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-
30432015000300002
 Request Rejected. (2011, 23 agosto). Transformación de Descubrimientos
en Salud. Recuperado 31 de enero de 2022, de
https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/high-
risk/informacion/factores
 Artal-Mittelmark, R. (2021, 10 diciembre). Factores de riesgo para
complicaciones durante el embarazo. Manual MSD versión para
profesionales. Recuperado 31 de enero de 2022, de
https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/ginecolog%C3%ADa-
y-obstetricia/embarazo-de-alto-riesgo/factores-de-riesgo-para-
complicaciones-durante-el-embarazo
 Gómez, M. A. M. (2019, 4 diciembre). Condicionantes y consecuencias
sociales del embarazo en la adolescencia. SCIELO. Recuperado 31 de
enero de 2022, de
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0138-
600X2019000200017

También podría gustarte