Betania; 2 de abril de 2021

Dinámica: Adoración e
intercesión

Sanidad y restauración para el corazón de la iglesia local

“He aquí, yo le traeré salud y sanidad; los sanaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.
Restauraré el bienestar de Judá y el bienestar de Israel y los reedificaré como eran al principio”.
Jeremías 33:6-7

Bloque 1: UNA IGLESIA CON UN CORAZÓN SANO

Clamamos por la completa sanidad y restauración en el corazón de la Iglesia de Cristo (Salmo 30:2;
Proverbios 4:23).

a. Clamamos como Iglesia por esa plena sanidad y restauración que solo Jesús puede darnos de toda
clase de traumas o heridas del pasado que hayan dañado nuestras mentes, corazones y cuerpos.
(Isaías 61:1; Salmo 147:3)
b. Oramos para ser una Iglesia que camina libre de todo odio, rencor, resentimiento y falta de
perdón para con las demás personas, que deja de lado toda ofensa y cultiva el verdadero amor.
(Efesios 4:31-32; Mateo 6:15; 1 Corintios 13:4-7)
c. Clamamos para que como Iglesia dejemos atrás los errores cometidos o los recuerdos del pasado
que nos impiden avanzar en pos de los planes que Dios tiene para estos tiempos. (Filipenses 3:13-
14; 2 Corintios 5:17; Jeremías 29:11)
d. Oramos para ser una Iglesia que aprende a cuidar su corazón de toda envidia, egoísmo,
comparación y competencia dentro del Cuerpo de Cristo y comienza a trabajar en unidad con los
demás hermanos en la fe. (Proverbios 14:30; 1 Corintios 1:10)

Bloque 2: UNA IGLESIA CON EL ESPÍRITU CORRECTO

Clamamos para ser una Iglesia que opera desde un espíritu sano, libre de toda contaminación (Gálatas
5:16,25).

a. Clamamos como Iglesia para que el Espíritu Santo traiga convicción de pecado a nuestras vidas y
podamos confesar todo lo que hay oculto en nuestros corazones, de modo que alcancemos
sanidad, perdón y restauración. (Santiago 5:16; Salmo 32:3-5)
b. Intercedemos por una completa revelación de la gracia y perdón que Dios nos dio por medio del
sacrificio de Jesús en la cruz, el cual trae libertad y sanidad a nuestros corazones. (1 Pedro 2:24;
Salmo 103:3)

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 c. Oramos como Iglesia, para que ninguna mentira del enemigo dañe nuestros corazones, sino que
caminemos posicionados desde la identidad que se nos dio como hijos de Dios. (Juan 8:31-32; 3
Juan 1:4; Proverbios 16:24)

d. Clamamos por un mayor entendimiento y revelación del perfecto amor de Dios sobre nuestras
vidas, para que quite todo temor que haya en nuestros corazones, el cual nos paraliza y nos impide
avanzar en los propósitos divinos. (1 Juan 4:18; Romanos 8:15)

Bloque 3: UNA IGLESIA SANA QUE RESTAURA A OTROS

Declaramos que nos levantamos como una Iglesia sana que trae sanidad a su alrededor.

a. Declaramos que nos levantamos como una Iglesia con un corazón sano y libre de toda clase de
sentimientos o emociones incorrectas (odio, rencor, resentimiento, falta de perdón, envidia, etc.).
(1 Juan 3:18; 1 Pedro 1:22; Filipenses 4:8)
b. Profetizamos restauración y libertad sobre la Iglesia. Declaramos que nos levantamos como
personas con corazones sanos, que fomentan unidad y reconciliación dentro del Cuerpo de Cristo.
(Efesios 4:3-4; 1 Corintios 1:10; Salmos 133:1)
c. Declaramos que se levantan pastores conforme al corazón de Dios que traerán sanidad y
restauración a todo el Cuerpo de Cristo. (Ezequiel 34:16; Jeremías 3:15)
d. Profetizamos que somos una Iglesia sana y restaurada que trae sanidad y libertad a esta tierra y
que transforma todo lo que está a su alrededor. (2 Crónicas 7:14; Mateo 5:16)

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