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A nivel mundial, los recursos hídricos están sometidos a un fuerte

estrés producto de la creciente variabilidad climática y las


presiones ejercidas por el ser humano. En los Andes tropicales,
las culturas preincaicas desarrollaron tecnologías de siembra y
cosecha de agua basadas en la naturaleza para manejar los riesgos
de sequías en climas naturales extremos. Si bien estas tecnologías
están ganando atención como una estrategia potencial para
incrementar la seguridad hídrica, existe limitada evidencia
científica acerca de sus posibles contribuciones hidrológicas a
escala de cuenca. En este documento evaluamos un sistema
ancestral de mejoramiento de infiltración de agua con 1400 años
de antigüedad, mediante el cual se desvía agua de los arroyos de
cabeceras de cuenca sobre laderas de montaña durante la estación
de lluvias para mejorar el rendimiento y la permanencia de
manantiales naturales pendiente abajo. El agua infiltrada es
retenida durante un promedio de 45 días antes de resurgir a la
superficie, lo cual confirma la capacidad del sistema para
contribuir a los caudales de la estación seca. Estimamos que el
escalamiento del sistema hacia las cabeceras de cuenca de la
ciudad de Lima puede retardar potencialmente 99 × 106 m3 año-1
de agua e incrementar los caudales de la estación seca en 7,5% en
promedio, lo cual puede constituir un complemento crítico para
las soluciones de ingeniería convencionales para la seguridad
hídrica.

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