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Alquimia y Aromaterapia.

Todos conocemos, o al menos hemos escuchado, historias sobre alquimistas en diferentes momentos
de la historia de la humanidad, se han producido cacerías de brujas sobre ellos, se los internó en castillos
solicitando se cumpla la orden del rey, solo con el fin de la riqueza a través de la transmutación de
metales.
La alquimia evolucionó, transmutó el conocimiento de los metales hacia el Ser humano. La
trasmutación del físico, energía, mente, espiritualidad, acompañándonos en este camino de
transformación de nuestro Ser de Plomo en un brillante Ser de Oro.
La alquimia aplicada a las personas sirve para armonizar las energías internas con las universales,
trabajando a niveles de inconsciencia y en lo físico.
Los tratamientos que podemos recibir en una sesión de alquimia son:
• Meditaciones
• Visualizaciones
• Corte de lazos enfermos, reconstrucción sana de los mismos.
• Armonizaciones de chakras y otros centros energéticos en el cuerpo.
• Trabajo sobre arquetipos disfuncionales de la personalidad.
• Trabajo sobre sanación de situaciones del pasado que nos generan dolor o malestar en la
actualidad.
Se logra de esta forma la apertura de chakras, la armonización de todos los centros de energía que
contiene el cuerpo, los arquetipos mentales que nos acompañan y nos hacen propensos a repetir
determinadas situaciones que nos generan malestar, o nos dejan encubiertamente desarrollando
actividades nocivas.
La alquimia permite trabajar la profundidad del inconsciente, la armonización de las energías vitales
y la conexión con su “Yo” superior.
La alquimia produce un trabajo a fondo sobre la energía, la psiquis y la vibración del paciente, a
quien se le abre un nuevo camino de bienestar y sanación a niveles desconocidos.
Todo el bienestar físico tiene que ir acompañado de una “evolución” mental, para que no se vuelvan
a repetir las situaciones que nos generaron malestar. Es un trabajo de realizar todos los días.
La amplitud de conciencia, el desapego del ego, de la materialidad, el conocimiento de nuestras
zonas oscuras, de cómo maltratamos o abusamos mentalmente de las personas que nos rodean, todo esto
por supuesto casi siempre de forma inconsciente, se transforman en el oro de vivir en el aquí y ahora, de
hacernos cargo de nuestro destino, siendo artífices de nuestra providencia.
Si tenemos, contamos a nuestro alcance, con herramientas tan diversas y profundas, abarcativas y
liberadoras del espíritu, energía, psicología y sobretodo “plenitud” de la vida. ¿Por qué no las utilizamos?
La mayoría de las personas que comienzan con las sesiones de alquimia, no las continúan enseguida, hay
un bache de tiempo entre la primera y las posteriores, este ¿Por qué? se debe a que no todas las personas
se encuentran preparadas para afrontar los miedos, el autoconocimiento, las zonas grises y oscuras de lo
profundo de nuestro ser. El comienzo es el punta pie inicial, hasta que la persona no lo trabaje
internamente y lo pueda asumir, no continuara con las sesiones, una vez que se “mastique” estos procesos.
Una vez que el “posible paciente” acepta este trabajo interno, este desafío, comienza el verdadero
camino, la posibilidad de la apertura a un estado de bienestar general.
Mientras nos encontramos en el camino, se vendrán los peores nubarrones que podamos afrontar,
los más terribles rayos, los momentos más intensos del diluvio, y no se verá en el horizonte ni la más
mínima señal del sol, de esta etapa nadie se salva, aunque gracias a esta etapa definitivamente nos
salvamos.
Una vez que atravesamos las diferentes etapas de este autoconocimineto, de expiarnos, de
promovernos, llega la tan ansiada calma, las expectativas con las que empezamos el camino y que a mitad
del mismo parecían desaparecer, finalmente se nos muestran. Nos encontramos tal cual la mariposa,
emergiendo del capullo, para volar libremente sobre este hermoso pedacito de tiempo y espacio que, hoy,
nos toca vivir.
Las flores de Bach, tinturas madre, la colorterapia como así también la Aromaterapia, son
herramientas fundamentales para la librar el camino al alquimista para realizar la sanación.
La aromaterapia puede brindar relax y estimulación por un lado, o calmar dolores, pero también, y a
mi entender de los mas importante, proteger , purificar y canalizar el sistema energético, todas nuestras
energias sutiles son recanalizadas y armonizadas.
Como podríamos incorporar el “alma” de las plantas a nuestro cuerpo energético, sino a travez de la
aromaterapia. La incorporación de esta energía virgen, poderosa de la madre Gaia, irrumpe en nuestro
sistema energético de una forma integral , modificándonos a nivel físico, emocional, espiritual, mental y
energético, siendo un a complemento ideal para las terapias alternativas.
Por intermedio de la armonización de todos los centros energéticos en el hoy, se puede trabajar, a
través de regresiones, los momentos que nos produjeron en los septenios anteriores, o hasta en vidas
anteriores, quiebres en nuestra conciencia, modificando nuestra vida y la percepción de nuestro ser.
Realizando un trabajo constante se mejora el aquí y ahora la vida del paciente, destrabando los bloqueos
energéticos que no nos dejan fluir en la vida.
El conocer en el aquí y ahora nuestros problemas, haciéndonos cargo de ellos, ya es la mitad del
camino de la sanación. Una vez que ahondamos en el autoconocimiento, profundizamos él, incorporamos
la angeleología, la meditación, la guía de maestros ascendidos la libertad de nuestra alma comienza a
expresarse.
La Aromaterapia se utiliza en la sesión de alquimia, antes, mientras y después de la misma. La fase
anterior a la consulta, sirve para la apertura del cuerpo energético, estabilidad emocional y predisposición
psicológica. Durante en la facilitación de estados profundos de meditación, relajación y visualización,
posteriormente se utiliza como cierre estabilizador de las energías, el humor y los estados psicológicos del
paciente. También se podrá utilizar a fin de tratar específicamente determinados malestares, físicos,
psicológicos, hasta en algunos casos los espirituales.
Esta ciencia holística de vanguardia, se complementa perfectamente con la alquimia, ya que se
transforma en una herramienta importantísima para un completo tratamiento de las aflicciones del
paciente. La Aromaterapia, valiéndose de una de las tantas propiedades de las plantas, usa sus más nobles
propiedades, yendo al alma de las plantas y poniéndola al servicio de las terapias y de las personas.
Las plantas hunden sus raíces en la tierra y dirigen sus hojas y flores hacia la luz, reciben el alimento de
las energías del cielo y de la tierra, haciendo surgir de ellas belleza, color y aroma, y transmitiendo todo
ello a los hombres. En sus esencias aromáticas, las plantas conservan su sustancia más íntima en estado de
pureza intacta, para dejarla fluir generosamente en un momento dado. Su fragante alma se une con
nuestras fuerzas espirituales y desencadena en nosotros procesos de transformación absolutamente
Alquímicos siendo la una soporte de la otra, ambas al servicio de la Búsqueda personal de la preciada
Piedra Filosofal y el entendimiento profundo de la naturaleza de la que somos parte.

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