SENTENCIA
Síntesis de la demanda
Que, el día 25 del mes de mayo del 1995, falleció en el distrito de San Juan de
Miraflores su señor padre, don JORGE LUIS VELEZ SALAZAR, sin que
hubiese otorgado testamento alguno y el 20 de febrero de 2004, falleció su
madre TOMASA BURGA BOBADILLA, sin que hubiere dejado testamento
alguno.
Refiere que debido a ello solicita el inicio del presente proceso de sucesión
intestada con la finalidad de que se le declare heredero legal de dichas
personal al demandante, en su calidad de hijo de los causantes.
Alega que, el último domicilio de sus padres fue en el distrito de San Juan de
Miraflores de la Provincia. Ampara, su solicitud, en lo dispuesto en los
artículos 660°, 815°, 816° del Código Civil y 479 del código Procesal Civil.
Trámite
Mediante Resolución Nro. 02 de fecha 12 de marzo de 2019, se admitió a
trámite la demanda en la vía del proceso no contencioso, y con fecha 13 de
junio de 2019, se notificó a la Sociedad de Beneficencia de Lima
Metropolitana, conforme al cargo de notificación, y con las publicaciones y las
anotaciones preventivas obrantes en autos, por lo que ha llegado el momento
de emitir la sentencia en los siguientes términos.
Tutela Jurisdiccional
1. Que, conforme lo prescriben los artículos I y II del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con
sujeción a un debido proceso; toda vez que el Juez deberá atender a que la
finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses o
eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica.
Derecho Sucesorio
2. Que, en primer término, debemos señalar que el Derecho Sucesorio está
referido al ingreso de una persona en el lugar de otra que acaba de
fallecer, tomando la posición jurídica que a ésta correspondía. En términos
generales ese será el significado del término “suceder” en el ámbito
jurídico. Sin embargo, importa esclarecer en sentido amplio el término
sucesión, el cual proviene del verbo latino succedere y del correspondiente
sustantivo succesio, que en su sentido gramatical significa entrar una
persona en lugar de otra, o una cosa en lugar de otra;
4. Que, asimismo, también se debe mencionar que son tres los elementos de
la sucesión: El de cujus o causante, los sucesores o causahabientes, y la
herencia.
El primero, es la persona que al fallecer origina la sucesión, pues
precisamente con su muerte causa la sucesión, siendo la muerte el
hecho determinante para que se abra esta institución.
Los segundos, son considerados por nuestro Código Sustantivo como
herederos o legatarios, señalando a los primeros como sucesores a
título universal, y al segundo, como sucesores a título particular;
agregándose que los herederos (forzosos, voluntarios o legales) reciben
los bienes, derechos y obligaciones del causante, son los que se
convierten por la sucesión, en nuevos titulares del patrimonio que deja
el causante.
Finalmente, la herencia, también llamada masa hereditaria, patrimonio
hereditario, acervo sucesorio, caudal relicto, es decir una serie de
denominaciones, pero con una sola sustantividad, esto es, el conjunto
de bienes, derechos y obligaciones que forman el patrimonio del
causante y que por causa de muerte ahora va a corresponder a sus
sucesores.
5. Igualmente, también mencionaremos que la trasmisión sucesoria opera,
ipso jure, desde el momento de la muerte del causante. Así lo señala el
artículo 660 del Código Civil al referir “Desde el momento de la muerte de
una persona, los bienes, derechos y obligaciones que constituyen la
herencia se trasmiten a sus sucesores”. En consecuencia, la apertura de la
sucesión implica el momento preciso de la trasmisión de un patrimonio
hereditario de una persona que ha fallecido, siendo la muerte lo
determinante para que se produzca esta apertura de sucesión y,
consecuentemente, desde ese mismo momento los sucesores se convierten
en los nuevos titulares de ese patrimonio.
11. El artículo 816° del Código Civil, prescribe que: "Son herederos del
primer orden, los hijos y demás descendientes; del segundo orden, los
padres y demás ascendientes; del tercer orden, el cónyuge o, en su caso, el
integrante sobreviviente de la unión de hecho; del cuarto, quinto y sexto
órdenes, respectivamente, los parientes colaterales del segundo, tercer y
cuarto grado de consanguinidad”.
12. En tal sentido, y encontrándose acreditado el parentesco por
consanguineidad de primer grado entre la demandante y los causantes,
corresponde declararla heredero de los mismos al ocupar el primer orden
sucesorio respecto de los causantes. Correspondiendo amparar la
demanda en este extremo.
3.4. Notifíquese.