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Artículo de Opinión 1

Resolución de Conflictos

NRC 7740

Actividad Evaluativa No 2

Artículo de Opinión

Raúl Rivero Flórez ID No 688289

Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO

Febrero 21 de 2021

Notas

Facultad de Educación, Profesor: Pablo Cesar Gaviria Bautista, Resolución de Conflictos,

Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO. La correspondencia relacionada con este

documento debe ser enviada a raul.rivero@uniminuto.edu.co


Artículo de Opinión 2

El Conflicto ¿Nace o se Hace?

Por: Raúl Rivero Flórez.

El conflicto es parte fundamental del ser humano y más claramente desde que al hombre le

dio por habitar el planeta tierra, en otras palabras hace parte de la vida cotidiana, se podría decir

entonces, que es inevitable y a la vez que es de suma importancia para darle una solución adecuada

y productiva a los problemas que se enfrentan a diario. Su impacto en la salud mental, física y

psicológica de las personas resulta decisivo, pero más significativo aún, es la forma en que se

enfrentan.

Se podría afirmar entonces; que el aprendizaje y la capacidad de desarrollar habilidades

sociales para afrontarlos y conducirlos derivan entonces, en un tema mucho más trascendental que

la presencia e intensidad del conflicto mismo. Se planteara un ejemplo claro para entender la

naturaleza de dichos conflictos: Deténgase en una calle de la ciudad y observe a ambos lados de

dicha calle, podrá ver infinidad de casas, edificios de apartamentos, oficinas, entre otros, se podrá

afirmar con certeza y sin lugar a dudas que tras cada una de las puerta y ventanas, en donde habitan

o trabajan muchas personas (familiares, amigos, vecinos), todos tienen algo en común y que a las

vez los diferencia, ¿Qué es eso?, pues nada más y nada menos que la presencia de conflictos.

Por lo anteriormente expuesto se podría decir, que el conflicto es algo ineludible en la vida

cotidiana de los seres humanos y dar color a todos los aspectos de la vida social y que en la gran

mayoría del diario vivir puede ser altamente competitiva, territorial y compleja. El conflicto; puede

tener varias derivaciones tales como: la incompetencia, la envidia, los celos, el poder, la política, la

religión, la familia, por nombrar algunos de los muchos subterfugios que se utilizan como simples

excusas, para poder mostrar la supremacía dentro de la comunidad o sociedad, que en muchas de
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las ocasiones obliga a los seres humanos a mantener ciertos estándares, si quieren ser parte de

dichas comunidades.

Los efectos generados por los conflictos pueden ser sumamente nocivos para la salud y

alterar el bienestar de las personas tanto en el plano psicológico, físico y las relaciones inter e

intrapersonales. Es de suma importancia entender que los conflictos generados, mantenidos y sin

resolución, generan en el ámbito de la salud física trastornos como: insomnio, problemas gástricos,

cardiovasculares (infartos, ACC), en el ámbito social, genera verdaderas barreras en las relaciones

interpersonales, que se evidencian en el daño permanente de los vínculos afectivos (familiares, de

pareja, laborales entre otros) y en el plano psicológico se pueden apreciar problemas de depresión,

ansiedad, crisis existenciales, incertidumbre, que muchas veces pueden terminar en conductas

completamente violentas (homicidios, feminicidios) y por otra parte pueden terminar en suicidios.

Lo dicho hasta aquí, podría hacer pensar que el conflicto es algo dañino, que conduce al

caos, que rompe la lógica de la naturaleza humana y para aquellos que son creyentes, rompe con lo

promulgado por las diferentes doctrinas religiosas, quienes afirman que Dios es todo misericordia y

así debe actuar y ser la raza humana (a su imagen y semejanza). ¿Entonces debe ser eliminado o

reducido a su mínima expresión para que el orden prevalezca? Pensar así, en muchos de los casos

puede resultar contraproducente, dados que las diferencias es lo que hace único es irrepetible al

ser humano y en dicha disparidad está el origen del conflicto, sobre todo cuando dichas disparidades

logran alcanzar como ya se mencionó anteriormente niveles no tolerables e impensables de

violencia, en la gran mayoría de los seres humanos, y peor aun cuando son ignoradas o rebajadas a

su mínima expresión, ya sea para evadir la situación o evitar que alguien salga lastimado.

Dichas diferencias resultan, sin embargo, necesarias para el desarrollo y crecimiento del ser

humano, aun cuando en algún momento generen enfrentamientos inevitables. Es por ello que el

conflicto sobreviene adecuadamente para el funcionamiento de las personas y su entorno. En otras


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palabras, el conflicto no tiene que ser necesariamente destructivo, puede ser constructivo,

formativo y a la vez servir como ente potenciador del crecimiento humano, la salud y el bienestar

de la sociedad o comunidad donde surja.

Según Melo (2009), “Conceptualmente el Conflicto no desaparece nunca. Entre el


conjunto algunos desaparecen, otros cambian y otros nuevos aparecen, pero constituye una
irracionalidad el suponer que la dinámica social vive exenta de Conflicto en un momento
dado. La propia naturaleza del ser humano lo prepara para enfrentar el Conflicto, la especie
humana ha demostrado ser la más evolucionada para vencer las contrariedades.” La
percepción del Conflicto puede ser muy diferente a partir de que se entienda que no es ajeno
absolutamente a nadie. En tanto una persona o una Organización se encuentra enfrentando
un Conflicto, todo el resto lo está haciendo simultáneamente, tan solo cambian las formas y
los grados de dificultad.

Por todo lo expuesto con anterioridad, es de suma importancia la solución pacifica de los

conflictos, dado que sus efectos, como se ya se mencionó, son acumulativos y en la gran mayoría

de los casos destructivos y la demora para afrontarlos puede generar en el efecto, conocido como:

“bola de nieve” (snow ball), en tanto: lo que inicia como una simple diferencia, puede terminar en

un grave enfrentamiento.

Pero lo más importante de todo esto, es mantener la posición constructiva, dialogante, el

poder contar con la habilidad para solucionar pacífica y adecuadamente dichos conflictos, es decir

ser capaces de conducir cualquier situación conflictiva en una dirección productiva, donde todos

aquellos inmersos, si no logran tener la razón o ganar, por lo menos no sientan que perdieron y no

se vean como quienes obtuvieron la derrota. Si no que por el contrario salgan fortalecidos, resilentes

de los mismos, esto conlleva a aprender de las adversidades y entender que “El conflicto no nace,

si no que se hace”.
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Referencias

Guedán, M & Ramírez, R. (2005). Resolución de conflictos en el siglo XXI. Madrid, Trama Editorial.

Melo, M. (2009). Manual de Manejos de Conflictos. 30 Abril de 2009, Apuntes Comerciales.

Disponible en: https://bit.ly/2ORcVY8

Rivero, R. (2021). El conflicto ¿Nace o se hace? Corporación Universitaria Minuto de Dios. Resolución

de Conflictos. Bucaramanga.

Zimbardo, P. (2008). El Efecto Lucifer. Barcelona, España: Paidos Ibérica.

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