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A la Noche

En la estela oscura de tu misterio, te nombro, Noche,


Y en el misterio entero de tu sombra, a veces yo mismo me siento nombrado.
La luna es constante espejo que alumbra tu eterno desvelo,
Y las estrellas, tus velas eternas alumbran tu insomnio, con su brillo extasiado.

La magia de tu constante danza eclipsa,


Los ojos del poeta moribundo,
Y de tus versos se sirven los cantores,
Escuchando la serenata que le cantas, tu, Noche, al mundo.

Guardas en tu callada vigilia,


los secretos que aun no se han perdido,
y acunas en tu silencio vasto,
los sueños del hombre herido.

A veces calmo, a veces torrentoso,


Mas que a un rio, te pareces, noche, a un gran mar,
Y aunque a veces naufrague en tus aguas,
En mi barca de ilusiones siempre salgo a navegar.

Madre fértil de proporciones gigantes,


Tu compañía inspira la poesia mas bella,
Y en la quietud de tu estigma,
Vas pariendo miles de estrellas.

Testigo fiel eres de la gran punteria,


Que tiene el gran Cupido alado,
Con sus flechas, gracias a tu misterio atraviesa,
Los corazones de los enamorados.

Sabia amiga mia, que me enseñaste a pernoctar,


En los momentos de soledad eres mi guia,
Y guiñas presurosa tu ojo de luna,
Cuando me ves en compañía.

Muestrame el hechizo que celosamente


Guardas en tu luna de plata,
Hazme conocer tu secreto noche, antes,
Que mi alma cumpla su ciclo y curiosa de ensueños, parta.

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