OTOÑO

Otoño bella época color melancolía,

Postal sublime de recogimiento y ternura mansa,
La naturaleza parece tomarse un descanso,
Y el tiempo mismo se da una pausa.

Dibujas en tu estadía, un puente roto

Un reloj por donde no pasan las horas,
Y un paisaje de vía férrea abandonada,
Sin tren ni locomotora.

En el aislamiento de las calles

Un mínimo susurro se hace triste eco
Nidos amarillos de soledad,
Y debajo estanques totalmente secos.

La temperatura cambia en la ciudad

Y el aire tiene gusto a olvido,
Con fragancias de recuerdos,
Y sueños que aún no han venido.

Esencia misma de la nostalgia,

Parece el gran otoño pasivo,
Un cuadro pintado a mano
De una Multitud de rostros pensativos.

Ya no se oyen gritos en el pueblo,

Y son menos estentóreas las risas
Impronta urgente del hombre,
Queriendo tomar agua y bebiendo cenizas.
 Como suplicando gestos de amor,
Siluetas de soledad se recortan sobre el sol opaco,
Esperando que se decida a salir
O los abandone dejando el cielo nublado.

Los pájaros difónicos abandonan sus nidos

Anunciando con su batir de alas callado
Que sin saber por qué,
La melena verde de los arboles se ha evaporado.

Sólo algunos privilegiados gozan

En el entorno aburrido y lento,
Soplando impertérrito las hojas,
El único que parece divertirse es el viento.

Aparecen junto con el sol

Huérfanas hojas marrones, ocres y membrillo,
Pero en las noches solo acompaña a la luna de otoño,
La suave serenata del grillo.

Gran estación que me despiertas

Palabras que adentro, tenía dormidas.
Susurro dorado del tiempo,
Con tanto sabor a despedida.