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La fe de Jesús

Texto Clave: Apoc. 14:12


Nos acercamos en el umbral de la intensa lucha contra la bestia y su imagen. Se hará todo
esfuerzo posible para obligar a que el remanente se una con el movimiento promovido por
la segunda bestia; incluso será amenazado con aislamiento y muerte (Apoc. 13: 11-17);
Satanás obrará al mismo tiempo con todo "engaño de iniquidad" (2 Tes. 2: 10; cf. Mat. 24:
24) para hacer que parezca que el poder de Dios se manifiesta en ese movimiento. Pero en
medio de todo perseverará hasta el fin el fiel remanente y mantendrá su integridad. Su
firmeza a toda prueba merece una alabanza especial.
En medio de la contaminación moral y de la apostasía casi universal, ellos brillan como
luces, y su testimonio a favor de la verdad es invariable.
 Una fe que depende de Dios por medio de la oración
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y
allí oraba" (Marcos 1:35)
“Durante todo el día, trabajaba enseñando a los ignorantes, sanando a los enfermos, dando
vista a los ciegos, alimentando a la muchedumbre; y al anochecer o por la mañana
temprano, se dirigía al santuario de las montañas, para estar en comunión con su Padre.
Muchas veces pasaba toda la noche en oración y meditación, y volvía al amanecer para
reanudar su trabajo entre la gente. (DTG 225).
 Una fe que vive por la Palabra de Dios
"El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra
que sale de la boca de Dios." (Mat 4:4).
Aun en esta vida, no puede beneficiarnos el apartarnos de la voluntad de nuestro Padre
celestial. Cuando aprendamos a conocer el poder de su palabra no seguiremos las
sugestiones de Satanás para obtener alimento o salvarnos la vida. Lo único que
preguntaremos será: ¿Cuál es la orden de Dios, y cuál es su promesa? Conociéndolas,
obedeceremos la primera y confiaremos en la segunda. (DTG 96)
 Una fe sumisa a la voluntad de Dios
“Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no
lo que yo quiero, sino lo que tú.” (Marcos 14:36)
Solo por la fe
“Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá;
aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. He aquí que aquel cuya alma
no es recta, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá.” (Habacuc 2:4)
“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido
al mundo, nuestra fe.” (1 Juan 5:4)

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