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La Influencia Mercantilista en la Colombia del Siglo XXI

Introducción

El periodo colonial que se vivió en lo que hoy conocemos como Colombia, fue sino el
periodo histórico más decisivo en el destino que tiene actualmente nuestro país. Es gracias a
crecer como un país saqueado, que se mantiene viva nuestra cultura y nuestra imagen a lo largo
del tiempo. A pesar de ser una época muy distante a la nuestra, se puede evidenciar que los
rezagos que ha dejado el período colonial no son solo culturales, sino que se han perpetrado en
nuestros organismos, métodos y entidades tanto económicas como políticas.

Después de seis largos siglos, la forma de hacer políticas y economía han ido
modificándose para las necesidades actuales y están ahora en brazos de fuerzas distintas, pero
existe un comportamiento que ha perdurado a lo largo del tiempo, y es aquel en donde las
personas, por motivos diferentes, buscan el beneficio propio mediante la lucha de poderes, y
que nos permiten hablar del presente, así como del periodo de la conquista. El poder productivo
y la potestad en el entorno socioeconómico, se ha ido concentrando por muchos años en un
patrón de factores que permiten el dominio frente a los otros. En este ensayo se propone hablar
de tres: la tierra, el capital y las entidades estatales. Para conocer más a profundidad la influencia
de estos factores del periodo colonial a nuestra época se debe entender primero: ¿Cómo pudo
influir el desarrollo del mercantilismo español en el papel de los terratenientes, capitalistas y
funcionarios del gobierno en el territorio de la Nueva Granada?

Guiados por prácticas económicas mercantilistas y un deseo de crecimiento desaforado.


La corona española expandió su colonización en el territorio de la Nueva Granada donde fue
fuertemente influenciado por los acontecimientos sucedidos en la Europa renacentista. Muchas
de las prácticas mercantilistas adoptadas por los españoles en sus colonias en América,
mantenían una relación monopolista mercantil, que atrasaba y explotaba los recursos de estas
con el fin de mantener sus propios intereses y de impedirle la oportunidad de competir contra
ellos. Y ¿Cómo trasciende está influencia en la vida económica de la Colombia actual?

Algunos acontecimientos como la adquisición de territorios privados por parte de los


colonizadores, la administración de la mano de obra y la idea del control sobre la economía del
país, han trascendido lo suficiente y hacen parte de nuestra “adaptación” al modelo económico
global. Aunque existen ciertas características que se entienden como “perdidas en el tiempo”,
en este ensayo se indagará sobre las que se mantuvieron presentes y fueron adaptándose al
trascurso de los años. Para eso primero se busca entender el desarrollo del pensamiento
económico mercantilista, su origen, sus métodos, su influencia en la corona española y en
Europa. Luego, se contrasta con el contexto de la Nueva Granada, así como sus objetivos
políticos y económicos. Posteriormente, se da un avance de las implementaciones y situaciones
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ocurridas en el territorio colonial que dan lugar al modelo económico actual de Colombia. Por
último, se examina la relación actual de la República de Colombia junto con su imagen de
modelo económico con el resto del mundo. Todo lo anterior mientras se desarrolla el papel de
la tierra, el capital y las entidades estatales, así como de los principales agentes que la controlan.

El Pensamiento Económico Mercantilista

La escuela mercantilista se conoce como la escuela del pensamiento económico que se


dio en Europa aproximadamente a finales del siglo XV (dependiendo del país), que sucedió a
la comunidad feudal hasta el éxito del laissez-faire en 1776 (Brue & Grant, 2009). Existió en
una época anterior a la revolución industrial, estuvo centrada en la manufactura, la explotación
minera y agraria. El mercantilismo ha sido conocido por su idea de mantener una balanza
comercial positiva, es decir, mantener el nivel de exportaciones por debajo de las importaciones,
dejando como consecuencia una acumulación de riqueza en términos de oro y plata. Otra de las
principales características del mercantilismo estaría el de buscar el beneficio de reyes y
funcionarios públicos, a medida que se le brindaba una mayor influencia y poder de los
comerciantes capitalistas, quienes poco a poco se iban convirtiendo en el eje central de las
economías europeas. Estos fueron reemplazando los papeles de la aristocracia terrateniente,
siendo absorbidos por los monopolios y el control estatal.

Esta idea de riqueza tuvo que ser apoyada por la promoción de las prácticas nacionalistas
ejercidas por parte de los países con el fin de acumular la mayor cantidad de minerales posible,
está riqueza al ser limitada no podía sino ser abstraída de los gobiernos vecinos, y para poder
hacerlo tenían que aumentar la capacidad de asegurar su territorio, colonias y patrimonio (Brue
& Grant, 2009). A medida que se desgastaba comercialmente a los demás países, se
promulgaban políticas monopolistas, esto permitía una nación bien militarizada y con mayor
cantidad de riqueza, sumado a la creación de una nación con un estado cada vez más fuerte.

El papel de las colonias es fundamental, ya que una nación fuerte podía asegurar la
dependencia del territorio colonial, donde son los comerciantes quienes se encargan de
mantener la relación de explotación del territorio. Apoyados desde el virreinato, la corona
española implantaba políticas monopolistas y nacionalistas en las colonias para así ejercer un
control político y económico, y garantizar la dependencia de las colonias a su potestad.

Aunque los aportes del pensamiento mercantilista como la importancia mantener un


control sobre el comercio exterior y la balanza comercial son consentidos por los pensadores
económicos actuales, aún en nuestras fechas se sigue debatiendo sobre el impacto que tiene la
búsqueda del beneficio propio y que métodos se están utilizando. Diversos escritos1 nos señalan

1
Véase Neo-Mercantilism: The Pursuit of Regionness. Cooperation and Conflict, 211-232.
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el mercantilismo como algo que sigue presente entre la relación de poder gubernamental y los
agentes económicos con ventajas en algunos de los factores anteriormente mencionados.

El Mercantilismo En Europa Y La Nueva Granada

En la Europa medieval, el modo de producción más popular fue sin duda el sistema
feudal, el cual era sostenible y donde el control territorial fue principalmente de la aristocracia,
también llamada nobleza, la producción económica se hacía con una relación sin salario entre
un siervo que explotara las tierras y el señor que le prestaba sus tierras para la labranza por
medio de la encomienda. Fue hasta la llegada del mercantilismo, donde las relaciones
comerciales y burocráticas, fueron cambiando radicalmente con el fin de tener el control de la
potestad comercial, los países europeos entraron en un periodo de constante competencia
económica, y veían en sus colonias un medio productivo de riqueza unilateral que les ayudaría
con esta empresa (De Vries, 1979).

Después del nacimiento de la corona española, se da el descubrimiento de América en


1492 -poco antes de la llegada del pensamiento mercantilista-, es en este periodo donde ocurre
el auge de la construcción del Imperio Colonial Español que pasaría a ser el reino europeo más
avanzado del siglo XV, y junto a sus proyectos de expansión territorial, se permitió financiar su
conquista en el nuevo continente (Kalmanovitz, 1943). El proceso de ocupación española
empezó a partir de 1510, empezando por excursiones para esclavizar indígenas y saquear los
minerales preciosos acumulados por los nativos, fue hasta 1526 y 1533 cuando se asentaron
permanentemente y se expandieron hacia el centro, consolidando el territorio de la Nueva
Granada y estableciendo modos de control sociopolítico y económico, primero con el despojo
de las tierras por parte de los exploradores y soldados, luego las encomiendas y posteriormente
los hacendados (Colmenares, 1973). Este despojo de las tierras no tuvo fines económicos sino
a mediados del siglo XVI, cuando se dio paso al encomendado, la limitación y la privatización
(no muy clara) del territorio.

El proceso de colonización española en América está ubicado históricamente entre la


caída del modo de producción feudal y la transición a finales del siglo anterior del
mercantilismo. La colonia de la Nueva Granada es entonces territorio controlado por políticas
mercantiles europeas, y no mantiene una relación feudal a pesar de que el mercantilismo todavía
no está bien implementado en el continente europeo, de hecho, ciertos autores han criticado el
hablar de feudalismo en las colonias americanas, este es el caso de Germán Colmenares en su
texto Historia Social y Económica de Colombia:

“Resulta inconcebible. […] que todo este complejo se haya trasplantado a América a la
altura del siglo XVI, cuando entraba en crisis en Europa” (Colmenares, 1973).
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Consecuentemente tampoco se habla de mercantilismo en la colonia sino como un factor


determinante pero no recíproco, donde la colonia no se beneficiaba directamente de las políticas
instauradas por la corona española que si era mercantilista. De hecho, gracias a la recolección
de capitulaciones, se puede determinar el carácter de los intereses que tenía frente a la conquista
de América, esto junto al reglamento del código legislativo mercantilista, nos permite evidenciar
el control monopolista que buscaba la corona española tener sobre el territorio de la Nueva
Granada (Colmenares, 1973). Por lo tanto, la influencia del mercantilismo europeo en las
colonias americanas como algo extractivo y con fines de explotación, donde los posibles
beneficios en las colonias se entienden como algo secundario, así lo dicen Brue y Grant:

“Cualquiera de los beneficios que se extendían hacia las colonias debido al


crecimiento y el poder militar de la madre patria era un subproducto accidental de la
explotación” (Brue & Grant, 2009).

El Económico En Colombia

Al mencionar conceptos históricos como las prácticas mercantilistas en nuestro entorno


socioeconómico, se puede hacer un análisis de que no existe una brecha agigantada entre la
situación de nuestros antepasados y nuestra realidad vigente. Para la situación en la que se
encaran los monopolios colombianos, la acumulación de la riqueza de los grandes capitales del
país viene acompañada de una complicidad estatal y de una marginalización de la clase más
pobre, la colonia española y la república de Colombia, comparten una centralización del poder
principalmente en los “mercaderes capitalistas modernos”, quienes destacan por su intervención
en los conflictos estatales, tal es el caso del monopolio de las constructoras, quienes en el caso
de la personas más adinerada del país Luis Carlos Sarmiento Angulo, es su empresa quien tiene
la propiedad de la mayor cantidad del consorcio de las vías, respecto a los demás licitantes. El
tardío y lento crecimiento económico del país no ha sido correspondido con los índices de
pobreza e igualdad, que según el PNUD2, 736 millones de personas en Colombia viven en
pobreza extrema. A su vez, el sistema financiero en Colombia se concentra en 3 principales
grandes grupos financieros, el Grupo Empresarial Antioqueño con Bancolombia, la
organización Luis Carlos Sarmiento Angulo y el grupo Bolívar. En donde cada uno de ellos,
cuenta con una empresa que ocupa el primer puesto en el mercado correspondiente, y posee al
menos un representante político que les otorga a cada uno una gran influencia en las decisiones
estatales.

Por otra parte, el campesinado común colombiano, se enfrenta al control territorial


mientras rebusca su subsistencia a costa del poco patrimonio que tienen. A los grandes
capitalistas poco les importa esta situación, puesto que su comportamiento es intervenir alianzas
con otras entidades monopólicas y reducen la capacidad competitiva de cualquier otra

2
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
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alternativa en el mercado, las condiciones laborales a las que se somete la mayoría de los
colombianos asalariados son miserables en relación con el salario que devengan, donde el índice
de pobreza monetaria para el año 2011 fue de 34,1, que indicaría la comparación entre el ingreso
per cápita de las familias con el costo monetario de conseguir la canasta de bienes, la pobreza
monetaria y las oportunidades de conseguir una estabilidad económica están fuertemente
dependidas al empresario capitalista.

La intervención estatal entra a dar fuerte aliento a las medidas “mercantilistas


modernas”, en primer lugar, el terrateniente que desempeña su papel como concentrado de
medios de producción, según análisis de Oxfam en el 2016, Colombia es el país con mayor
desigualdad en la tenencia de la tierra donde más del 67% de la tierra está distribuida en el 0.4%
de las fincas totales en el área rural, también es donde el 84% del total de las pequeñas fincas,
manejan solamente el 4% de la superficie (OXFAM, 2016). Es el terrateniente latifundista quien
más afecta directamente a la economía, ya que no busca producir, sino solo acumular, y a
medida que la economía avanza y la necesidad precaria del campesino en trabajar aumenta, los
latifundistas disfrutan de una rentabilidad de sus tierras sin necesidad de producirlas, estancando
así el progreso económico de la nación.

El concepto de militarismo es uno de los factores que más ha perdurado en el tiempo


desde las épocas del mercantilismo hasta nuestros días, Colombia ha tenido muchísimos
conflictos armados internos, desde el periodo de la patria boba 1810, hasta los recientes
acuerdos de paz entre el gobierno colombiano y las FARC3, contando hoy con ciertos grupos
guerrilleros disidentes que a lo largo de los años han presionado al país a tener la noción de
conflicto constante y buscando una salida mediante la “fortificación del estado” con métodos
de “seguridad estatal”, hoy en día la población colombiana vive aterrada de los procesos de
pacificación, y las propuestas de los partidos políticos de extrema derecha del país, promulgan
dicho miedo y rencor con el fin de ejercer un control mediático, económico y político con el
mejoramiento de las fuerzas armadas internas y el control territorial.

En la actualidad, los grandes empresarios se enfrentan a una situación de ventaja frente


a las pequeñas y medianas empresas, a pesar de ser estas las que representan el 90% del sector
productivo nacional y que generan el 80% del empleo en Colombia según el Ministerio del
Trabajo. Los datos obtenidos por la CEPAL4 en el año 2016, nos hablan sobre una mayoría
participativa de las grandes empresas en el sector de construcción, y una minoría en el sector
del comercio (CEPAL, 2020). Las entidades estatales colombianas, tan fáciles de corromper,
no solo han creado una cultura hacia la corrupción que ha vuelto a los colombianos mansos y
cómplices de su propio fracaso, sino que también han construido un sistema imbatible, donde
la constitucionalidad de un modelo económico tan libre (Uprinmy & Rodríguez, 2005), les

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Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
4
Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
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permite a los grandes poderes de nuestra economía, saquear todo lo que está por debajo de ellos.
No hay beneficio consecuente con los grandes terrenos privados y latifundios, ni con los grandes
capitales que persiguen el control absoluto de la economía, pero el principal problema es la
corrupción del control estatal, que al igual que la aristocracia del medievo europeo.

Bibliografía

Brue, S. L., & Grant, R. R. (2009). Historia del Pensamiento Económico. Cengage Learning
Editores.
CEPAL. (2020). MIPYMES en América Latina: Un frágil desempeño y nuevos desafíos para
las políticas de fomento. Santiago: Naciones Unidas.
Colmenares, G. (1973). Historia Social y Económica de Colombia I 1537-1719. Bogotá: Tercer
Mundo Editores.
De Vries, J. (1979). La Economía de Europa en un Período de Crisis, 1600-1750. Madrid:
Ediciones Cátedra.
Hettne, B. (1993). Neo-Mercantilism: The Pursuit of Regionness. Cooperation and Conflict,
211-232.
Kalmanovitz, S. (1943). Breve Historia Económica de Colombia. Bogotá: Biblioteca Básica de
Cultura Colombiana.
McFarlane, A. (1993). Colombia Before Independence. New York: Cambridge University
Press.
OXFAM. (2016). Desterrados: Tierra, Poder y Desigualdad en América Latina. Oxfam
Internacional.
Uprimny, R. R., & Rodríguez, C. A. (2005). Constitución y modelo económico en Colombia:
hacia una discusión productiva entre economía y derecho. Debates de Coyuntura
Económica.

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