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Biografía de Josué

Josué es el nombre del sucesor de Moisés, cuyo significado es Jehová salva o


Jehová es salvación. Josué es un destacado personaje bíblico, cuya vida es
narrada en el Libro de Josué. Fue escogido por Moisés para substituirlo como
líder de los israelitas durante la conquista de Canaán y distribuyó la tierra
prometida entre las doce Tribus de Israel.

Según los textos bíblicos, fue el sucesor de Moisés en las campañas militares
llevadas a cabo por los hebreos en la conquista de Canaán. Era hijo de Nun, de la
tribu de Efraín. Nació en Egipto, y tenía probablemente la misma edad que Caleb,
con quien suele relacionársele. Participó en los acontecimientos narrados en el
Éxodo como ayudante de Moisés. Fue el comandante de los israelitas en la
batalla contra los amalecitas en Refidín.

Fue también uno de los doce exploradores enviados por Moisés a la tierra de
Canaán, y el único, junto con Caleb, en traer un informe alentador.

Conquistas.
Conquistó Jericó, cuyas murallas se derrumbaron cuando los sacerdotes que
custodiaban el Arca de la Alianza tocaron los shofar (trompetas de cuerno de
cordero), siguiendo las órdenes de Dios. Todos los habitantes de la ciudad,
incluyendo mujeres y niños, fueron muertos, a excepción de la ramera Rahab, que
había colaborado con los espías enviados por Josué, y su familia. La ciudad fue
destruida por completo, y Josué maldijo a quien intentara reconstruirla.

Causa de sus éxitos


A causa de los éxitos de Josué, los hititas, amorreos, cananeos, hebeos y
jebuseos establecieron una alianza contra los israelitas. Los gabaonitas
consiguieron evitar ser exterminados por los israelitas gracias a una estrategia
Josué venció a continuación a una alianza de cinco reyes amorreos que
pretendían atacar a los gabaonitas; durante la batalla, para ayudar a los israelitas,
Dios hizo que el sol se "detuviera" en el cielo. Tras la victoria, Josué ejecutó
personalmente a los cinco reyes
Continuación de conquistas
Repartió el territorio conquistado entre las tribus de Israel (Jos. 13-21). En su
ancianidad convocó una asamblea en Siquem y recomendó a los israelitas que
mantuvieran su fidelidad a Dios. Según el Libro de Josué, falleció a los 110 años
de edad, y fue sepultado en "su heredad en Timnat-sera, que está en los montes
de Efraín.

Aplicación a mi vida personal


Puedo ver a Josué como un fiel servidor de Dios, y de su siervo Moisés, un
valiente guerrero con una fe inquebrantable. Mantuvo la confianza pese a ver
muchas dificultades y en el ocaso de su vida aconsejo un verdadero servicio a
Dios. Al igual que Josué debo confiar que Dios pelea mis batallas y tener fe
que Dios cumple sus promesas.

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