Está en la página 1de 13

Ciencias Penales: La recepción

del concepto “delincuencia


juvenil” a la luz de la
Convención sobre Derechos del
Niño
Javier Arguedas Ruano
Abogado.
)XQFLRQDULRGHO3RGHU-XGLFLDOGH&RVWD5LFD

Resumen
(O SUHVHQWH HQVD\R DQDOL]D OD UHFHSFLyQ204 que tuvo la Convención sobre Derechos del
1LxR205 en el pensamiento criminológico costarricense, en relación con las personas me-
QRUHVGHHGDGHQFRQÁLFWRFRQODOH\SHQDO GHOLQFXHQFLDMXYHQLO H[SUHVDGRHQORVDU-
tículos publicados en Ciencias Penales, que es la revista de la Asociación de Ciencias
Penales de Costa Rica. El artículo plantea como tesis central que Ciencias Penales, en el
período en estudio, asumió un rol de promoción de los derechos humanos de las personas
PHQRUHVGHHGDGHQFRQÁLFWRFRQODOH\SHQDOIUHQWHDXQDVRFLHGDGTXHSUHWHQGtDIRUPDV
autoritarias para enfrentar y resolver las cuestiones asociadas a dicha problemática. Para
ORVHIHFWRVGHOHVWXGLRVHKDGHFLGLGRUHYLVDU\DQDOL]DUORVSULPHURVQ~PHURVGHODSXEOL-
FDFLyQSXHVVHFRQVLGHUDTXHHVXQSHUtRGRVXÀFLHQWHSDUDPRVWUDUODUHFHSFLyQGHODVLGHDV
sobre delincuencia juvenil en la Revista originada como consecuencia de la Convención
VREUH'HUHFKRVGHO1LxR

Palabras claves: GHOLQFXHQFLDMXYHQLOSROtWLFDVS~EOLFDVFULPLQDOL]DFLyQGHUHFKRVGHO


QLxR

204 (QWpUPLQRVGH5RJHU&KDUWLHUORVWH[WRVDGTXLHUHQQXHYDYLGDFXDQGRVRQUHFXSHUDGRVQRVRORHQVXVLJQLÀFDFLyQ
VLQRHQVXSUiFWLFDVRFLDO$GLIHUHQFLDGHOD(VWpWLFDGHODUHFHSFLyQTXHGHYXHOYHDORVWH[WRVVXKLVWRULFLGDGFRPSUHQ-
siva, Chartier parte de la materialidad de los objetos culturales y de su participación en los procesos sociales. No solo
KD\TXHHVWXGLDUHOVLJQLÀFDGRGHORVWH[WRVVLQRORVIHQyPHQRVGHDSURSLDFLyQ/DDSURSLDFLyQLPSOLFDXQXVR\XQDV
SUiFWLFDVDOUHGHGRUGHORVREMHWRVFXOWXUDOHVGHQWURGHXQGHWHUPLQDGRFRQWH[WRKLVWyULFR(QVXGLPHQVLyQPDWHULDO
ORVREMHWRVFXOWXUDOHV³QRVRODPHQWHORVOLEURV³VRQSURGXFLGRVWUDQVPLWLGRV\DSURSLDGRV(QHVWHVHQWLGRYpDVH
Roger Chartier (2005). El mundo como representación en El mundo como representación. Estudios sobre historia
cultural(VSDxD*HGLVD
205 En adelante la Convención.

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 313
-DYLHU$UJXHGDV5XDQR

1. Ciencias Penales como espacio para La Asociación de Ciencias Penales de


ODUHÁH[LyQMXUtGLFRSHQDO Costa Rica surge alrededor de la idea de
FUHDU OD PHQFLRQDGD UHYLVWD FRQ OD ÀQD-
Ciencias Penales es la revista de la Aso- lidad de mantener un permanente debate
ciación de Ciencias Penales de Costa Rica, sobre temas propios y actuales de este
ODFXDOHGLWDVXSULPHUQ~PHURHQHOPHV campo del saber.
de diciembre de 1989, coincidentemente
HOPLVPRDxRHQTXHOD$VDPEOHD*HQHUDO Tanto la Asociación como la Revista son
de las Naciones Unidas aprueba la Con- creadas por un grupo de profesionales y
YHQFLyQVREUH'HUHFKRVGHO1LxR206. DFDGpPLFRV FX\R TXHKDFHU SURIHVLRQDO
estaba muy vinculado con la Sala Tercera
Ciencias PenalesHVXQDUHYLVWDFLHQWtÀFD de Casación Penal de la Corte Suprema de
TXH D OD IHFKD KD SXEOLFDGR  Q~PHURV -XVWLFLD GH &RVWD 5LFD \ FRQ OD )DFXOWDG
\FX\RÀQKDVLGRIRPHQWDUHOHVWXGLRGH de Derecho de la Universidad de Costa
los más diversos temas de las ciencias pe- Rica207. En la sección de Doctrina Nacio-
nales. Es una revista analítica de temas nal se ha destacado un selecto grupo de ju-
propios del Derecho Penal sustantivo o risconsultos, que de manera reiterada han
material, del Derecho Procesal Penal y de ofrecido sus puntos de vista sobre diversos
OD&ULPLQRORJtDVLQHPEDUJRQRHVQHFH- problemas del quehacer jurídico penal.
sariamente una revista para especialistas
HQ'HUHFKRSRUFXDQWRWDPELpQKDQWHQL- Ciencias Penales inicia como una publi-
do cabida profesionales de otras ramas del cación semestral pero con el devenir de
saber vinculados con las ciencias penales, ORVDxRVQRORJUDFXPSOLUFRQGLFKRREMH-
FRPRSRUHMHPSORPpGLFRVSHULRGLVWDV\ tivo y llega a publicarse una edición o dos
psicólogos. SRU DxR VLQ PDQWHQHU XQD IHFKD SUHFLVD
para la emisión.
/D5HYLVWDHVWiGLULJLGDDXQS~EOLFRPHWD
muy concreto: operadores del sistema de En el período de estudio, la Revista logra
administración de justicia penal, especial- consolidar tres secciones: Doctrina Na-
PHQWH DXQTXH QR H[FOXVLYDPHQWH MXHFHV cional, que es el espacio para la discusión
SHQDOHVGHIHQVRUHVÀVFDOHV\DERJDGRV\ de los temas jurídico-penales relevantes
DERJDGDVOLWLJDQWHVDXQTXHWDPELpQVHKD del momento por parte de los operados
constituido en una referencia importante, MXUtGLFRVYLQFXODGRVDOiUHD'RFWULQD([-
casi obligatoria, para profesores y estu- WUDQMHUD TXH RIUHFH DUWtFXORV FLHQWtÀFRV
diantes de Derecho.
207 (QORVGRVSULPHURVQ~PHURVHO&RQVHMR(GLWRULDOIXH
SUHVLGLGR SRU HO 'U -DYLHU /OREHW 5RGUtJXH] TXLHQ
para la fecha era Secretario de la Sala Tercera de la
Corte y profesor de Derecho Penal en la Facultad
206 /D$VDPEOHD*HQHUDOGHODV1DFLRQHV8QLGDVDSUR-
GH'HUHFKRGHOD8QLYHUVLGDGGH&RVWD5LFDHQODV
EyOD&RQYHQFLyQVREUH'HUHFKRVGHO1LxRHOGH
restantes dieciocho ediciones estudiadas el Consejo
(GLWRULDO IXH SUHVLGLGR SRU HO 'U 'DQLHO *RQ]iOH]
noviembre de 1989, y en el caso costarricense fue ra-
WLÀFDGDSRUOH\Q~PHURHOGHMXOLRGH
ÉOYDUH]TXLHQHUDHO0DJLVWUDGR3UHVLGHQWHGHGLFKD
siendo publicada en el'LDULR2ÀFLDO/D*DFHWD el 9
Sala y profesor del Posgrado de Ciencias Penales de
de agosto de 1990.
la Universidad de Costa Rica.

314 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH
Ciencias Penales/DUHFHSFLyQGHOFRQFHSWR´GHOLQFXHQFLDMXYHQLOµDODOX]GHOD&RQYHQFLyQVREUH
'HUHFKRVGHO1LxR

de actualidad de parte de connotadísimos 2. La Convención sobre Derechos del


SURIHVRUHV\HVWXGLRVRVWDQWRGH$PpULFD Niño y el reconocimiento de las per-
como de Europa, en relación con los de- sonas menores de edad como sujetos
bates más actuales sobre la problemática de derechos y dignidad humana
SHQDO\ÀQDOPHQWHXQDVHFFLyQGH-XULV-
prudencia, que recoge los pronunciamien- La Convención es el primer instrumento
tos más relevantes dictados especialmen- internacional jurídicamente vinculante
te por la Sala Tercera de Casación Penal que incorpora toda la gama de derechos
sobre diversos temas del Derecho Penal, humanos: civiles, culturales, económicos,
tanto material como procesal. Esta misma políticos y sociales, para un grupo social,
VHFFLyQ VH KD XWLOL]DGR SDUD UHFRJHU ORV TXHVRQORVQLxRVODVQLxDV\ORVDGROHV-
pronunciamientos de la Sala Constitucio- FHQWHVHQWHQGLpQGRVHSRUWDOHVDODVSHU-
nal que han afectado la material penal. VRQDVPHQRUHVGHDxRVGHHGDG

Un aspecto que llama poderosamente la Su importancia es precisamente asegurar


atención es que Ciencias Penales se con- que todas las sociedades reconocieran que
vierte en un espacio de diálogo, pero sobre ORVQLxRVODVQLxDV\ODV\ORVDGROHVFHQWHV
todo de crítica y denuncia en relación con
las decisiones de política criminal que se un proyecto de ley que reforma el sistema de penas
toman en el país. Así, la Revista se constitu- HQHO&yGLJR3HQDOHVWDEOHFLpQGRVHODQHFHVLGDGGH
ye en fuente no solo de información sino de que la prisión tenga alternativas viables, así como
IRUPDFLyQGHRSLQLyQS~EOLFDVREUHORVDV-
la necesidad de regular el sistema penitenciario. En
OD5HYLVWD1žPDU]RGHVHKDFHXQDQiOLVLV
pectos referidos a la formulación de la po- de las reformas a los procesos penales en Centro-
OtWLFDS~EOLFDDVtFRPRVREUHHOGHVDUUROOR DPpULFDGHVWDFDQGRVXDEVROXWDQHFHVLGDGHQUD]yQ
de que la respuesta del sistema a la solución de los
de la actividad judicial, que afectan los de- FRQÁLFWRVSHQDOHVQRUHVXOWDEDFRQYHQLHQWHQLDGH-
rechos y garantías ciudadanas, por la apli- cuada. En la Revista Nº 9, de noviembre de 1994, se
KDFHXQDIXHUWHFUtWLFDDODXPHQWRGHOPi[LPRGHODV
cación de políticas o decisiones en materia SHQDVGHSULVLyQGHDDxRVDÀUPiQGRVHTXH
de Derecho Penal. En este sentido, plantea ese endurecimiento del sistema penal basado en una
fuertes críticas a las decisiones políticas política de “seguridad ciudadana” resulta violatorio
TXHVHYHQUHÁHMDGDVHQOH\HVSHQDOHVGHV-
de derechos y garantías constitucionales, además de
que no es ninguna garantía de que los hechos de-
proporcionadas y que de diversas formas lictivos puedan disminuir. En la Revista Nº 16, de
resultan lesivas de los derechos de los ciu- mayo de 1999, se hace un análisis de la forma nega-

GDGDQRVSHURWDPELpQSURSRQHDOWHUQDWLYDV
tiva en que impactó la reforma procesal que entró en
YLJHQFLDHQDO0LQLVWHULR3~EOLFRHQFDUJDGR
más humanas a dicho tipo de medidas208. de la persecución penal y se advierte sobre la ne-
cesidad de aplicar cambios para evitar los retardos
208 $PDQHUDGHHMHPSORHQOD5HYLVWD1žGHPDU]R en la administración de justicia. En la Revista Nº
junio de 1992, en la presentación de la revista que con  GH PDU]R GH  VH KDFH XQD IXHUWH FUtWLFD D
el transcurrir de las ediciones se convirtió en la sec- la política represiva del Estado, la cual se considera
ción editorial, se hace una fuerte crítica a la Asamblea que no ha sido uniforme, sistemática ni orgánica, lo
Legislativa por la aprobación de una ley que reforma que ha generado lesiones a los derechos y los bienes
el Código Penal en cuanto a la determinación de la GHORVFLXGDGDQRVDVXYH]VHUHFODPDTXHODSROt-
FRPSHWHQFLDGHORVWULEXQDOHVGHMXVWLFLDHQUD]yQGH WLFDFULPLQDOGHXQ(VWDGRGHEHVHUGHÀQLGDFRQOD
las cuantías, y que se considera una reforma comple- participación de diversos sectores, buscando hacerla
WDPHQWH GHVDFWXDOL]DGD (Q OD 5HYLVWD 1ž  GH GL- UDFLRQDOH[FHSFLRQDO\PX\HTXLOLEUDGD
FLHPEUHGHVHDÀUPDODSHUWLQHQFLDGHDSUREDU

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 315
-DYLHU$UJXHGDV5XDQR

WLHQHQ WDPELpQ GHUHFKRV KXPDQRV \ TXH En relación con el primer problema, a


estos son inherentes a la dignidad humana. WUDYpVGHODKLVWRULDVHKDQSODQWHDGRWUHV
posiciones que han determinado lo que
/D&RQYHQFLyQGHÀQHORVGHUHFKRVKXPD- constituye una conducta o comportamien-
nos básicos que disfruta esta población en to delictuoso en relación con los menores
todas partes del mundo: el derecho a la su- de edad.
SHUYLYHQFLDDOGHVDUUROORSOHQRDODSUR-
WHFFLyQ FRQWUD LQÁXHQFLDV SHOLJURVDV ORV Una primera concepción, de carácter am-
PDORVWUDWRV\ODH[SORWDFLyQ\DODSOHQD plio, indicaba que la delincuencia juvenil
participación en la vida familiar, cultural QR SRGtD VHU GHÀQLGD HQ WpUPLQRV H[FOX-
\ VRFLDO$ VX YH] HVWDEOHFH FXDWUR SULQ- sivamente jurídicos, sino que por ser la
cipios fundamentales que son la no discri- FXOPLQDFLyQ GH XQD VHULH GH LQÁXHQFLDV
PLQDFLyQODGHGLFDFLyQDOLQWHUpVVXSHULRU físicas, mentales, psicológicas, sociales,
GHOQLxRHOGHUHFKRDODYLGDODVXSHUYL- económicas e incluso políticas, debía re-
YHQFLD \ GHVDUUROOR \ HO UHVSHWR SRU ORV IHULUVHWDQWRDODVFRQGXFWDVWLSLÀFDGDVSRU
SXQWRVGHYLVWDGHOQLxR las leyes penales como a los comporta-
mientos “anormales”, “irregulares” o “in-
3. La Convención sobre Derechos del deseables”.
1LxR \ OD GHÀQLFLyQ GHO FRQFHSWR
Delincuencia Juvenil Una segunda posición, de carácter amplí-
simo, refería que la delincuencia juvenil
(OWpUPLQRGHOLQFXHQFLDMXYHQLOKDVLGRXQ debía ser concebida o interpretada en el
concepto confuso, propicio a toda suerte sentido de abarcar no solo los aspectos a
de lugares comunes, pero a limitadas con- TXH VH UHÀHUH OD FRQFHSFLyQ SUHFHGHQWH
FUHFLRQHVSUiFWLFDV3DUDFRPHQ]DUGHEH- sino a todos los menores cuyas circuns-
ría decirse que la historia entre el Derecho tancias o conducta requieren “medidas de
y la infancia-adolescencia ha sido, en gran cuidado, protección o reeducación”, por
PHGLGDODKLVWRULDGHODH[FOXVLyQGHORV negligencia o abandono de los padres o tu-
QLxRV \ QLxDV UHVSHFWR GHO XQLYHUVR GHO tores o por otras circunstancias no creadas
Derecho en general y del Derecho Penal por los mismos menores de edad o ajenas
en particular. a estos.

(OFULWHULRPiVJHQHUDOL]DGRSDUDGDUFRQ- Estas dos concepciones encuentran su sus-


tenido al concepto, se ha basado en dos tento en la denominada Doctrina de la Si-
elementos básicos, a saber: comisión por tuación Irregular, la cual era aplicada con
parte de un menor de un acto considerado anterioridad a la aprobación de la Conven-
delictivo y minoridad de edad de quien co- ción e intentaba dar una respuesta judicial
mete el delito. Sin embargo, el problema a la especial situación en la que se encon-
ha radicado en las diversas interpretacio- traban aquellas personas menores de edad
nes acerca de lo que constituye acto de- en estado de vulnerabilidad social.
OLFWLYR\GHTXLpQHVVRQPHQRUHVGHHGDG

316 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH
Ciencias Penales/DUHFHSFLyQGHOFRQFHSWR´GHOLQFXHQFLDMXYHQLOµDODOX]GHOD&RQYHQFLyQVREUH
'HUHFKRVGHO1LxR

Con la aprobación de la Convención surge FKRGHOLFWLYRHVWpQFRPSUHQGLGDVHQWUHORV


una tercera concepción, esta de carácter \PHQRVGHDxRVGHHGDG
restringido, que indica que es delito toda
conducta o manifestación de las personas Por tanto, en virtud de lo anteriormente
menores de edad que corresponda a la des- apuntado, el delincuente juvenil puede ser
cripción objetiva de las leyes penales. Esta GHÀQLGRFRPRDTXHOODSHUVRQDPHQRUGH
posición encuentra su apoyo en la Doc- edad penal, que ha cometido una acción
trina de la Protección Integral, que tiene TXHGHKDEHUVLGRUHDOL]DGDSRUXQDGXOWR
su premisa en el hecho de que la perso- se consideraría delito o contravención.
na menor de edad, más allá de su realidad
económico-social, es sujeto de Derecho, Antes de la Convención prevalecía en los
siendo entonces que el respeto a sus dere- países latinoamericanos, y por supuesto en
FKRVGHEHHVWDUJDUDQWL]DGRSRUHO(VWDGR Costa Rica, el tratamiento de la delincuen-
cia juvenil bajo la óptica de la Doctrina de
El cuanto al segundo de los problemas, es la Situación Irregular.
GHFLUODGHÀQLFLyQGHPLQRULGDGGHHGDGHO
FRQFHSWR WDPELpQ KD VXIULGR PRGLÀFDFLR- Esta concepción partía de una idea esen-
nes importantes con respecto a sus límites. cialmente tutelar del derecho de menores,
GH PDQHUD TXH QR H[LVWtD XQD SUHRFX-
Así, las posiciones que tienen el sustento SDFLyQ SRU OD GHÀQLFLyQ GHO OXJDU GH ODV
en la Doctrina de la Situación Irregular personas menores de edad en la sociedad,
parten de que el delincuente juvenil no re- sino que lo que se pretendía era “la protec-
conoce más límite de edad que la mayoría ción de los menores”. Bajo tal argumento
de edad, y de ahí que históricamente se \XWLOL]DQGRXQDVHULHGHHXIHPLVPRVODV
KD\DQFRQRFLGRFDVRVGHQLxRVGHDxRV legislaciones tendían a convertirse más
condenados incluso a la pena de muerte. bien en sistemas de control de la infancia,
\HQ~OWLPDLQVWDQFLDHQVLVWHPDVSXQLWL-
Por su parte, las posiciones basadas en la vos encubiertos.
Doctrina de la Protección Integral recono-
FHQTXH~QLFDPHQWHSXHGHQVHUVXMHWRVGH A partir de la Convención se desarrolla
persecución penal las personas que se en- la Doctrina de la Protección Integral, que
cuentren en aquellos grupos etarios capa- pretende erradicar las propuestas de la an-
ces de comprender, por su desarrollo psi- terior posición, por considerarlas lesivas
co-social y volitivo, el carácter ilícito de de los derechos humanos de los grupos
VXVDFWRV\SRUHOORÀMDXQOtPLWHPtQLPR etarios afectados.
GHHGDGTXHYDUtDVHJ~QODVOHJLVODFLRQHV
SHURTXHQRUPDOPHQWHVHGHÀQHDSDUWLUGH Como consecuencia de ello, y por primera
ORVDxRV YH]HQODKLVWRULDGHODKXPDQLGDGVHFRQ-
VLGHUDTXHHOQLxR D PiVDOOiGHVXUHDOL-
En nuestro país, se entiende que son delin- dad socioeconómica, es sujeto de derechos,
cuentes juveniles todas aquellas personas \HOUHVSHWRDHVWRVGHEHHVWDUJDUDQWL]DGR
que en el momento de la comisión del he- por el Estado.

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 317
-DYLHU$UJXHGDV5XDQR

4. Delincuencia juvenil en la Revista El mencionado artículo es un análisis de


Ciencias Penales antecedentes históricos de la categoría
delincuencia juvenil. El autor estudia las
A pesar de que el objetivo de la Revista era características principales de la legisla-
el estudio de los más diversos temas de las FLyQSHQDOGHPHQRUHVHQ$PpULFD/DWLQD
ciencias penales, debieron publicarse 10 DQWHV \ GHVSXpV GH OD &RQYHQFLyQ VREUH
Q~PHURVSDUDTXHHOWHPDGHGHOLQFXHQFLD 'HUHFKRV GHO 1LxR D VX YH] RIUHFH XQD
MXYHQLO WXYLHUD XQ HVSDFLR (VWR VLJQLÀFD perspectiva de la realidad social latinoa-
TXHHQORVSULPHURVQ~PHURV DxRVGH mericana en la que se envuelven las per-
publicaciones), el tema de Delincuencia VRQDV PHQRUHV GH HGDG HQ FRQÁLFWR FRQ
-XYHQLO IXH XQ WHPD DXVHQWH HQ OD GLVFX- OD OH\ SHQDO 7DPELpQ LQVWUX\H VREUH ORV
sión de los problemas jurídico penales preceptos internacionales que abordan el
dentro de la Revista. WHPDGHGHOLQFXHQFLDMXYHQLO\ÀQDOPHQWH
ofrece el panorama actual de la aplicación
Esta ausencia tiene que ver con el hecho de la Doctrina de la Protección Integral en
que de que el tema de la delincuencia la legislación nacional.
MXYHQLO HQ ORV WpUPLQRV TXH SURSRQtD OD
Doctrina de la Situación Irregular, no era Este artículo posee una gran importancia,
un tema relevante pues las personas meno- pues es el primero que permite a los ope-
res de edad no eran objeto de atención por radores jurídicos confrontar las ideas y
parte de las disciplinas jurídico penales o prácticas que se tenían en relación con las
eran atendidas de forma muy accesoria, personas menores de edad, a partir de las
sin que se produjeran discusiones relevan- QXHYDV WHQGHQFLDV LGHROyJLFDV H[SXHVWDV
tes sobre la misma doctrina. por la Convención sobre Derechos del
1LxR
Asimismo, el proceso de recepción de las
ideas sobre la Doctrina de la Protección La Revista Nº 11, de julio de 1996, no con-
Integral toma un tiempo prolongado, que WLHQHQLQJ~QUHQJOyQTXHVHUHÀHUDDOWHPD
HQQXHVWURFDVRVHYHUHÁHMDGRFRQODSX- pero el editorial comenta el cambio profun-
blicación del artículo “Derecho Penal de do que se vivía en el sistema penal costarri-
0HQRUHV\'HUHFKRV+XPDQRVHQ$PpUL- cense, al haberse aprobado recientemente
ca Latina”, por el Dr. Carlos Tiffer Soto- XQDQXHYD/H\GH-XVWLFLD3HQDO-XYHQLO209 y
mayor, en la Revista Nº 10 de setiembre un Código Procesal Penal. Sobre la Ley de
de 1995. -XVWLFLD3HQDO-XYHQLOVHGLFHTXH

Con este artículo, el tema de delincuencia «YLHQHDPRGHUQL]DUHOMX]JDPLHQ-


juvenil va a adquirir presencia casi per- to de los menores de edad, al aban-
manente en las siguientes ediciones, pues donarse la idea “tutelar” y protec-
solo en las Revistas Nº 12, 14, 18 y 20 no cionista de la ley anterior, en cuyo
aparecerán artículos vinculados con esta
temática. 209 /D/H\GH-XVWLFLD3HQDO-XYHQLOHQWUyDUHJLUHOGtD
de mayo de 1996.

318 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH
Ciencias Penales/DUHFHSFLyQGHOFRQFHSWR´GHOLQFXHQFLDMXYHQLOµDODOX]GHOD&RQYHQFLyQVREUH
'HUHFKRVGHO1LxR

nombre se cometieron grandes arbi- sobre todo en aquellos supuestos en


trariedades. Pero al mismo tiempo los cuales requiera ayuda y orien-
pone sobre la mesa el tema de la re- WDFLyQ>«@9DULRVGHORVPLHPEURV
presión penal, en momentos en que de la Asociación intervinieron en
este sector de la población intervie- OD UHGDFFLyQ GH HVRV WH[WRV$KRUD
QH HQ PD\RU PHGLGD HQ RUJDQL]D- VHFRPLHQ]DDWUDEDMDUHQXQDWDUHD
ciones delincuenciales y en ciertos TXL]iVPiVGLItFLOODGHGLYXOJDUODV
actos de violencia, como los asaltos bases del sistema proyectado en la
callejeros, el robo de vehículos, el OH\SDUDSDVDUÀQDOPHQWHDODGXUD
WUiÀFRGHGURJDV\KDVWDHOKRPLFL- labor de la aplicación real en todos
dio. Los legisladores acogieron el y cada uno de los despachos judi-
FULWHULRGHORVWpFQLFRVDODGRSWDUOD ciales. Esperamos asumir con mís-
nueva legislación, en la medida en tica los nuevos retos y cumplir con
TXH pVWD SUHYp ÀQDOPHQWH XQ GHEL- los objetivos básicos de la reforma:
do proceso, con todos los derechos KXPDQL]DUODDGPLQLVWUDFLyQGHMXV-
propios de la defensa, y separa las WLFLD SHQDO \ JDUDQWL]DU HO FXPSOL-
funciones del acusador-investigador miento de los derechos fundamenta-
GHODVWDUHDVGHOMXH]6LQHPEDUJR les de los ciudadanos involucrados
se apartaron totalmente de esas re- HQHOFRQÁLFWR
FRPHQGDFLRQHV WpFQLFDV UHVSHFWR
de las consecuencias. En efecto, Como puede apreciarse, el editorial resul-
se dejaron llevar por una corriente ta sumamente crítico en cuanto al punto de
GH RSLQLyQ S~EOLFD IDYRUDEOH D XQ las sanciones penales, al considerar que son
crecimiento de las sanciones pena- H[FHVLYDV\TXHORVOHJLVODGRUHVUHVSRQGLH-
les, y elevaron los montos de las URQPiVDODWHQGHQFLDFRP~QHQODRSLQLyQ
SHQDV GH PDQHUD TXH pVWDV SXHGHQ S~EOLFD GH UHVROYHU ORV FRQÁLFWRV SHQDOHV
OOHJDUDDxRVGHSULVLyQSDUDORV de la forma más violenta posible, a partir
infractores o las infractoras de 12 a de la imposición de altas sanciones penales,
DxRVGHHGDG\KDVWDDxRVGH TXHDODUHFRPHQGDFLyQWpFQLFDGHÀMDUSH-
prisión para los infractores o las in- nas más proporcionales210.
IUDFWRUDV GH  D  DxRV GH HGDG
Esperamos que estas sanciones no Esta cuestión adquiría especial sensibili-
lleguen a ser aplicadas de manera dad si se toma en cuenta que Costa Rica
LQGLVFULPLQDGD\TXHVXVH[WUHPRV VHFRQYLUWLyHQHOSDtVHQ$PpULFD/DWLQD
mayores se impongan sólo en casos con las sanciones penales más elevadas
PX\ H[FHSFLRQDOHV HQ ORV TXH VH SDUD HVWH WLSR GH SREODFLyQ VLHQGR pVWD
evidencie que el o la menor tiene una decisión que surgió como reacción
un buen nivel de desarrollo y ma-
GXUH]SDUDVXHGDGTXHKDDFWXDGR 210 /DUHFRPHQGDFLyQWpFQLFDIXHTXHODVSHQDVSDUDSHU-
con evidente menosprecio para los VRQDVPD\RUHVGHDxRV\PHQRUHVGHDxRVIXHVH
FRPR Pi[LPR GH  DxRV GH LQWHUQDPLHQWR HQ WDQWR
derechos de los demás y con pro- TXHODVDQFLyQSDUDPD\RUHVGHDxRV\PHQRUHVGH
funda lesividad y violencia, pero IXHVHFRPRPi[LPRGHDxRV

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 319
-DYLHU$UJXHGDV5XDQR

SDUD DSODFDU ODV YRFHV TXH H[LJtDQ UHV- La publicación estudia y critica fuerte-
puestas lejanas a las que debería propen- mente las respuestas tradicionales frente
GHUXQ(VWDGRGH'HUHFKRHQHOGHEDWHS~- D OD FULPLQDOLGDG MXYHQLO \ UHDOL]D XQD
blico sobre el tema de delincuencia juvenil VHULHGHUHFRPHQGDFLRQHVWpFQLFDVFX\R
e inseguridad ciudadana. sustento se encuentra en la Convención
VREUH 'HUHFKRV GHO 1LxR \ HQ GRQGH VH
La Revista Nº 13 de agosto de 1997, con- propone que para este grupo etario las
tiene dos artículos referidos al tema en soluciones deberían dirigirse más hacia
estudio. estrategias de prevención antes que a la
UHSUHVLyQGHFRQGXFWDVFRQHOÀQGHPL-
El primero de ellos se titula “De un Dere- QLPL]DU HO XVR GHO VLVWHPD GH MXVWLFLD \
cho Tutelar a un Derecho Penal Mínimo/ la intervención estatal. Se promueve mi-
*DUDQWLVWD/DQXHYD/H\GH-XVWLFLD3HQDO QLPL]DU H LQFOXVR HOLPLQDU HO XVR GH OD
-XYHQLOµGHO'U&DUORV7LIIHU6RWRPD\RU prisión preventiva y el encarcelamiento
\HQVXOXJDUÁH[LELOL]DU\GLYHUVLÀFDUOD
(VWHDUWtFXORKDFHXQH[DPHQGHODIRUPD UHDFFLyQSHQDODVtFRPRSURIHVLRQDOL]DU
en que los principios consagrados en la \ HVSHFLDOL]DU D OD SROLFtD HQFDUJDGD GH
&RQYHQFLyQVREUH'HUHFKRVGHO1LxRIXH- la delincuencia juvenil. Finalmente, el
URQ UHFHSWDGRV HQ OD /H\ GH -XVWLFLD 3H- artículo aboga por que los procesos judi-
QDO-XYHQLO7DPELpQDQDOL]DORVGHUHFKRV ciales se conviertan en una verdadera al-
fundamentales para las personas menores WHUQDWLYDGHVROXFLyQ\QR~QLFDPHQWHHQ
de edad contenidos en dicha legislación, instrumento de represión social, y en tal
SDUD FRQFOXLU H[SOLFDQGR OD HVSHFLDOLGDG VHQWLGRUHDOL]DXQDIXHUWHFUtWLFDDOD/H\
GHOD-XVWLFLD3HQDO-XYHQLO\ORVGLIHUHQWHV GH-XVWLFLD3HQDO-XYHQLOFRVWDUULFHQVHDO
aspectos que engloba dicha especialidad: considerar las sanciones penales como
la forma de intervención de las partes en H[FHVLYDV\GHVSURSRUFLRQDGDV
el proceso, las diversas etapas procesales,
la posibilidad de mecanismos de concilia- La Revista Nº 15, de diciembre de 1998,
ción entre víctima y victimario, el cuadro LQFOX\HXQDUWtFXORGH(PLOLR*DUFtD0pQ-
o catálogo de sanciones penales y la ejecu- GH]211, denominado “Infancia, Ley y De-
FLyQGHpVWDV PRFUDFLD 8QD &XHVWLyQ GH -XVWLFLDµ212,
en el que se retoma el aporte de la Con-
El segundo de los artículos “Delincuencia vención en la transformación del pensa-
-XYHQLO \ 6HJXULGDG &LXGDGDQDµ IXH HV- miento en torno a la delincuencia juvenil,
FULWR SRU HO 'U 'DQLHO *RQ]iOH]$OYDUH] destacando que a partir de la Convención
y tuvo su origen en la conferencia pro-
nunciada por este especialista en el “Ta- 211 (V DVHVRU 5HJLRQDO HQ 'HUHFKRV GH OD 1LxH] GH OD
2ÀFLQD 5HJLRQDO GH$PpULFD /DWLQD \ HO &DULEH GH
ller para Directores e Instructores de las
$FDGHPLDV 3ROLFLDOHV GH &HQWURDPpULFDµ
UNICEF.
212 El artículo apareció publicado en el libro Infancia,
celebrado en la ciudad de Panamá (no se Ley y Democracia en América Latina, Análisis Crí-
tico del Panorama Legislativo en el Contexto de la
indica fecha). Convención Internacional sobre Derechos del Niño
(1990-1998), Depalma, 1998.

320 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH
Ciencias Penales/DUHFHSFLyQGHOFRQFHSWR´GHOLQFXHQFLDMXYHQLOµDODOX]GHOD&RQYHQFLyQVREUH
'HUHFKRVGHO1LxR

el concepto de ciudadanía se amplía al in- la de las llamadas instituciones de


YROXFUDUWDPELpQDWRGRVORVQLxRVQLxDV\ ´SURWHFFLyQµRGH´ELHQHVWDUµ«(V
adolescentes y, en tal sentido, solo a partir de 1990, que la ley y
el asistencialismo tomaron caminos
« 6 LHOGHUHFKRGHPHQRUHVFXP- RSXHVWRV« VL SRU XQ ODGR DVLVWL-
plió un papel (regresivo) fundamen- mos a (esta) tendencia preocupante
tal, entre otras cosas por legitimar y negativa desde el punto de vista
ODVH[FHSFLRQHVDODVJDUDQWtDVTXH de construcción de la ciudadanía,
el derecho constitucional ofrece a por el otro, el nuevo derecho para
todos los seres humanos, un nuevo la infancia ha tendido invariable-
tipo de derecho constitucional ins- PHQWH« D OD VHSDUDFLyQ QHWD HQWUH
pirado en la Convención abre las problemas sociales y problemas es-
puertas para una nueva reformula- SHFtÀFDPHQWH YLQFXODGRV D OD YLR-
ción del pacto social, con todos los lación de la ley penal. De un (no)
QLxRV \ DGROHVFHQWHV FRPR VXMHWRV derecho de la compasión-represión,
activos del nuevo pacto. VHKDDYDQ]DGRKDFLDXQGHUHFKRGH
las garantías.
El autor, de manera concisa pero muy cla-
ra logra interpretar las dimensiones del Hasta este punto los artículos publicados
LPSDFWR GH OD &RQYHQFLyQ HQ OD -XVWLFLD HQIDWL]DURQHQODIRUPDHQTXHOD&RQYHQ-
Penal, al indicar que ción transformó el concepto de infancia,
considerando a esta categoría de sujetos
«'XUDQWH VLHWH GpFDGDV  como verdaderos ciudadanos.
1990), las leyes de menores fueron
mucho más que una epidermis ideo- (VWDFRQFHSFLyQDVXYH]JHQHUyXQDLP-
lógica y mero símbolo de un proce- portante transformación del concepto de-
VRGHFULPLQDOL]DFLyQGHODSREUH]D lincuencia juvenil y produjo un cambio
Las leyes de menores fueron un ins- paradigmático en la comprensión del fe-
WUXPHQWRGHWHUPLQDQWHHQHOGLVHxR nómeno, haciendo conciencia en la nece-
y ejecución de la política social para sidad de otorgar todos los derechos y ga-
la infancia pobre. Las leyes de me- rantías propios de un Estado Democrático
nores fueron un instrumento (legal) de Derecho en los procesos judiciales para
determinante para legitimar la ali- esta población.
mentación coactiva de las políticas
asistenciales. La policía -en cum- Como se puede apreciar, los artículos lo-
plimiento de las leyes de menores graron receptar la tendencia mundial que la
\VLPXOWiQHDPHQWHHQÁDJUDQWHYLR- Convención promovió en el problema de la
lación de los derechos y garantías LQIDQFLD VXVFLWDQGR XQD KXPDQL]DFLyQ GH
individuales consagradas en todas la justicia penal juvenil y destacando la ne-
las Constituciones de la región- se cesidad de cumplir dentro de los procesos
convirtió de hecho en el proveedor penales con la protección de los derechos
mayoritario y habitual de la cliente- fundamentales de estos ciudadanos.

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 321
-DYLHU$UJXHGDV5XDQR

Los siguientes artículos publicados en 3HQDO-XYHQLO\HQpOVHDQDOL]DQORVSUR-


Ciencias Penales van a tener un acento blemas de interpretación de algunas nor-
distinto, pues se van a mover en otra di- PDVGHOD/H\GH-XVWLFLD3HQDO-XYHQLOHQ
UHFFLyQ\DQRHQIDWL]DQGRHQODWUDQVIRU- relación con la posibilidad de concluir el
mación paradigmática en el pensamiento proceso penal juvenil con la aplicación de
respecto de la categoría delincuencia ju- una suspensión del proceso a prueba. Este
venil, sino más bien abordando problemas mismo tema es complementado por la au-
HVSHFtÀFRVTXHSODQWHyODDSOLFDFLyQGHOD tora en la siguiente revista, con el artículo
/H\GH-XVWLFLD3HQDO-XYHQLO “Requisitos de la Suspensión del Proceso
D3UXHEDDQWHOD,QIUDFFLyQ3HQDO-XYHQLOµ
En tal sentido, la Revista Nº 16 de mayo
GH  \ OD 5HYLVWD 1ž  GH PDU]R GH Finalmente, la Revista Nº 19 de agosto de
2000, abordaron algunos problemas de  UHFRJH HO WUDEDMR GHO /LF *XVWDYR
tQGROH SURFHVDO SHQDO HVSHFtÀFDPHQWH Chan Mora, titulado “¿Desdibujar sujetos o
en relación con la aplicación del institu- derribar los dogmas? El desafío de construir
to procesal de la suspensión del proceso XQ'HUHFKR3HQDO-XYHQLO6XVWDQWLYRµTXH
a prueba. es un brillante trabajo en el que, desde una
LQWHUHVDQWtVLPD SHUVSHFWLYD GH JpQHUR VH
El artículo publicado en la Revista Nº 16 plantea que el Derecho Penal sustantivo o
“Aceptación de los cargos y decisión ju- de fondo que se aplica a las personas meno-
risdiccional en la suspensión del res de edad, es un Derecho que toma al va-
proceso a prueba en materia rón adulto como modelo de lo humano, por
penal juvenil”, ORFXDOHVXQPRGHORDGXOWRFpQWULFRFRQOR
fue escrito por cual las categorías jurídicas de análisis del
la Licda. Ro- GLVFXUVR SHQDO \ HVSHFtÀFDPHQWH
VDXUD *DU- los elementos estructurales
cía Aguilar, GHO FRQFHSWR WpF-
MXH]D GHO nico jurí-
Tribunal

322 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH
Ciencias Penales/DUHFHSFLyQGHOFRQFHSWR´GHOLQFXHQFLDMXYHQLOµDODOX]GHOD&RQYHQFLyQVREUH
'HUHFKRVGHO1LxR

dico de delito están permeados por lo que HOUHFKD]RGHOPRGHORWXWHODUGHOD


el autor denomina “la indiferencia del doctrina de la situación irregular y
DGXOWRµUHVSHFWRDODFRQGLFLyQGHQLxRR de toda su arbitrariedad, no hemos
adolescente. Aboga en este artículo por la VDELGR D~Q VXSHUDU XQ SUREOHPD
necesidad de construir categorías de análi- mayor: el de captar y diferenciar
sis jurídico penales propias para la infan- la particular sensibilidad de la in-
cia-adolescencia, sin que entonces se deba fancia-adolescencia, el de seguir
recurrir a los criterios dogmáticos propios GLEXMDQGR QLxRV \ MyYHQHV GHVGH
de los adultos. “cánones” de adultos. El Derecho
\ODGRFWULQDSHQDOQRKDQVLGRD~Q
El articulista considera que la relación capaces de leer, captar y “dibujar” a
entre el Derecho Penal y la categoría in- la infancia y a la adolescencia desde
fancia-adolescencia ha sido una relación sus particulares condiciones y ca-
GHH[FOXVLyQ racterísticas. Quiero decir con ello,
que no han sido capaces de construir
Primero, ignorando a estos grupos, categorías de análisis adecuadas a
H[FOX\pQGRORV FRPR VXMHWRV WLWX- esas particularidades. La empresa
lares de garantías y, fundamental- VLJXHVLQUHDOL]DUVHRORTXHHVSHRU
mente, como sujetos de enunciados, D~QVLQVLTXLHUDDVXPLUVH
como sujetos del discurso penal
GH IRQGR« /XHJR FXDQGR VH KD Como puede apreciarse, el autor no que-
cobrado conciencia de su presen- da simplemente en la crítica de las normas
cia y de todas las arbitrariedades a penales vigentes, sino que va más allá al
que se veían sometidos en el siste- SUHWHQGHUFRQVWUXLUXQDUDPDHVSHFLDOL]D-
ma tutelar, desde nuestro mundo de da del Derecho Penal, que sea la rama del
adultos, en el que -como diría Saint Derecho Penal sustantivo para las perso-
([XSpU\KHPRVSHUGLGRHOUHFXHU- nas menores de edad, tarea que desafía las
GR GH OR TXH VLJQLÀFD VHU QLxR R perspectivas tradicionales sobre la cons-
adolescente, nos los representamos trucción del Derecho Penal.
a partir de ignorarlos. Incapaces de
GLIHUHQFLDUORV \ GH SDUWLFXODUL]DU- 5. A manera de conclusión: Ciencias
los, los captamos como “adultos Penales un espacio para el huma-
reducidos” y sin ninguna objeción nismo en torno a la Delincuencia
los “metemos” en el mismo mundo Juvenil
de representación categorial de los
DGXOWRV«$~QVHDQDOL]DQ\MX]JDQ /D &RQYHQFLyQ VREUH 'HUHFKRV GHO 1LxR
ODV VLWXDFLRQHV FRQÁLFWLYDV HQ TXH transformó la comprensión sobre la infan-
VH YHQ HQYXHOWRV ORV QLxRV \ DGR- cia, y gracias a dicha comprensión esta ca-
lescentes, desde las mismas catego- tegoría de sujetos logró adquirir derechos
UtDV FRQ ODV TXH VH DQDOL]D \ MX]JD humanos propios de un ciudadano.
a los adultos. Paradójicamente, en

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 323
-DYLHU$UJXHGDV5XDQR

(O LPSDFWR HQ HO VLVWHPD SHQDO WDPELpQ En este sentido, la Revista abogó por asig-
fue gigantesco, pues se logró transformar QDU YHUGDGHUDV ÀQDOLGDGHV SROtWLFDV D OD
de un sistema “tutelar” lesivo de los dere- justicia penal juvenil dentro de los princi-
chos de las personas involucradas en los pios que rigen a un Estado Democrático de
procesos, al considerarlos objetos y no su- Derecho, abandonando con ello las formu-
jetos de derecho, a un sistema de garantías ODFLRQHVJHQpULFDVRORVLGHDOHVSXUDPHQWH
fundamentado en los principios constitu- moralistas, que hacían eco en las discusio-
cionales sobre el debido proceso y en el QHVS~EOLFDVVREUHODFXHVWLyQ
reconocimiento de la persona menor de
edad como ser humano. De esta forma, los aportes de la Revista
fueron trascendentales para que los opera-
Mientras los medios de comunicación dra- dores jurídicos pudieran adquirir una ma-
PDWL]DEDQHOIHQyPHQRGHODGHOLQFXHQFLD yor conciencia sobre el debate teórico y las
juvenil en relación con el tema de la inse- consecuencias prácticas que conllevaba.
guridad ciudadana, lo cual incidía fuerte-
mente en la aceptación de los ciudadanos Las características de los artículos referi-
de la violencia como mecanismo para la dos al tema en estudio estuvieron marca-
UHVROXFLyQ GH ORV FRQÁLFWRV VRFLDOHV \ das por su profunda preocupación por el
HO (VWDGR RSWDED SRU SROtWLFDV S~EOLFDV reconocimiento de las personas menores
lesivas de los derechos de los ciudada- GHHGDGHQFRQÁLFWRFRQODOH\SHQDOFRPR
nos, como una forma poco efectiva para sujetos de derechos, que deben ser respe-
resolver el problema, aunque sí bastante tados dentro de los procesos judiciales.
DGHFXDGD SDUD WUDQTXLOL]DU D OD RSLQLyQ
S~EOLFD Ciencias Penales, como espacio 7DPELpQORVDUWtFXORVHVWDEOHFLHURQIXHU-
SDUDODUHÁH[LyQGHORVGLYHUVRVSUREOHPDV tes críticas a las sanciones penales conte-
jurídico-penales, logró receptar la temá- QLGDVHQOD/H\GH-XVWLFLD3HQDO-XYHQLO
tica planteada por la Convención, y como las cuales fueron consideradas desme-
consecuencia de ello, permitió el abordaje didas o desproporcionales y totalmente
y discusión de diversos tópicos vinculados contrarias al espíritu que promovió tal
con el fenómeno de la delincuencia juvenil. reforma legal.

(QWRGDODGLVFXVLyQOD5HYLVWDUHÁHMDXQD Finalmente desde la Revista se planteó el


gran preocupación por hacer conciencia GHVDItRGHFRQVWUXLUXQ'HUHFKR3HQDO-X-
sobre la necesidad de implementar un mo- YHQLOHVSHFLDOL]DGRFX\DVFDWHJRUtDVGRJ-
delo de justicia penal racional, garantista máticas de análisis no estuvieran basadas
y donde las sanciones penales pudieran HQXQDSHUVSHFWLYDDGXOWRFpQWULFD(VWDHV
constituirse en la ultima ratio dentro del una tarea pendiente dentro del proceso de
sistema de administración de justicia pe- construir un concepto de delincuencia ju-
nal juvenil. venil más respetuoso de los derechos de
los infantes y adolescentes.

324 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH
Ciencias Penales/DUHFHSFLyQGHOFRQFHSWR´GHOLQFXHQFLDMXYHQLOµDODOX]GHOD&RQYHQFLyQVREUH
'HUHFKRVGHO1LxR

Así las cosas, la Doctrina de la Protección Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
Integral –sustentada por la Convención Ciencias Penales. Nº 13. $xR  $JRVWR
VREUH 'HUHFKRV GHO 1LxR² IXH UHFHSWDGD
1997.
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
de manera amplia por Ciencias Penales, Ciencias Penales. Nº 14.$xR'LFLHPEUH
que se constituyó en una caja de resonan- 1997.
cia para la defensa de los derechos huma- Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
Ciencias Penales. Nº 15.$xR  'LFLHP-
nos de las personas menores de edad en
FRQÁLFWRFRQODOH\SHQDOIUHQWHDXQFRQ-
bre 1998.
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
JORPHUDGRVRFLDOFDGDYH]PiV SURSHQVR Ciencias Penales. Nº 16. $xR  0D\R
a la aceptación de formas autoritarias y 1999.
violentas de control social, cuestión com- Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
Ciencias Penales. Nº 17. $xR  0DU]R
pletamente paradójica en un Estado De- 2000.
mocrático de Derecho. Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
Ciencias Penales. Nº 18.$xR1RYLHP-
Bibliografía bre 2000.
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
Ciencias Penales. Nº 19. $xR  $JRVWR
$UJXHGDV 5XDQR -DYLHU   Delincuencia Ju-
2001.
venil: Sobre Mitos y Realidades. Tesis para
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
optar por el grado de Magister Scientiae de
Ciencias Penales. Nº 20.$xR  2FWXEUH
la Maestría de Ciencias Políticas de la Uni-
2002.
versidad de Costa Rica.
Chartier Roger. (2005) El mundo como representa-
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
ción. Estudios sobre historia cultural. Ma-
Ciencias Penales. Edición Especial. Revis-
GULG*HGLVD
tas 1, 2 y 3.$xR
*DUFtD 0pQGH] (PLOLR   Derecho de la in-
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
fancia-adolescencia en América Latina: De
Ciencias Penales. Nº 4.$xR-XQLR
la Situación Irregular a la Protección Inte-
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
gral. Colombia: Ediciones Forum Pacis.
Ciencias Penales. Nº 5.$xR0DU]R-XQLR
La NaciónGHVHWLHPEUHGH-RUQDGD6DQ-
1992.
grienta. Familiares piden justicia. Pág. 6-A
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
Ciencias Penales. Nº 6.$xR  'LFLHPEUH
La NaciónGHVHWLHPEUHGH'HVSXpVGHO
FULPHQ&KDSXOLQHVDVXHODQ6DQ-RVp. Pág.
1992.
6-A
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
2UJDQL]DFLyQGH1DFLRQHV8QLGDVConvención so-
Ciencias Penales. Nº 7.$xR-XOLR
bre Derechos del Niño./H\Q~PHURGH
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
18 de julio de 1990.
Ciencias Penales. Nº 8.$xR0DU]R
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
Ciencias Penales. Nº 9.$xR1RYLHPEUH
1994.
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
Ciencias Penales. Nº 10.$xR6HWLHPEUH
1995.
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
Ciencias Penales. Nº 11.$xR-XOLR
Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica.
Ciencias Penales. Nº 12.$xR'LFLHPEUH
1996.

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 325

También podría gustarte