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La restitución territorial es una de las principales demandas de los representantes de pueblos

originarios en la Convención Constitucional. Un reflejo de esto es la propuesta de norma


constitucional impulsada por los constituyentes Natividad Llanquileo, Francisca Linconao, Victorino
Antilef, Alexis Caiguan (todos mapuches), Isabel Godoy (colla), Eric Chinga (diaguita), Wilfredo
Bacián (quechua) y Margarita Vargas (kawésqar) sobre "el derecho de los pueblos y naciones
preexistentes a la tierra, territorio, recursos y bienes naturales". Convencionales de los pueblos
indígenas afirman que su demanda se ampara en tratados internacionales como el Convenio 169
de la OIT, en vigor en Chile desde septiembre de 2009, donde dice que "los Estados
proporcionarán reparación por medio de mecanismos eficaces, que podrán incluir la restitución,
establecidos, conjuntamente con los pueblos indígenas, respecto de los bienes culturales,
intelectuales, religiosos y espirituales de que hayan sido privados sin su consentimiento libre,
previo e informado o en violación de sus leyes, tradiciones y costumbres". NOTICIAS
RELACIONADAS Conflictos entre escaños reservados por la consulta indígena abren dudas sobre la
legitimidad del proceso 30 Las diferencias que tensionan la relación de representantes de los
pueblos originarios 54 Pero ¿cuáles son los territorios sobre los que piden restitución?
Representantes indígenas y académicos aseveran que no existe un catastro que pueda estar sobre
la mesa durante la discusión. Más allá de los títulos de merced El constituyente y ex alcalde de
Tirúa, Adolfo Millabur (mapuche), admite que no hay una identificación total de las tierras en
debate y afirma enfático que los llamados títulos de merced, documentos entregados a
comunidades indígenas reubicadas entre 1884 y 1929, "no es lo que están reclamando hoy los
mapuches". ¿Qué solicitan entonces? Llanquileo, en su discurso del 26 de octubre, expresó que la
nueva Constitución "debe restituir las tierras antiguas". Para entender esto, el académico de la
Facultad de Derecho de la U. de Chile Salvador Millaleo comenta que "las tierras ancestrales no
tituladas por el Estado, las llamadas tierras antiguas, no tienen una determinación aún".
Igualmente, el concepto de tierras antiguas es utilizado por pueblos como el quechua, diaguita y
kawésqar. Al respecto, Manuel Núñez, académico de Derecho de la U. Católica de Valparaíso,
afirma: "Salvo Rapa Nui y un catastro en los 2000 de la provincia de El Loa, llamado Datura, no hay
claridad que uno pueda trasladar a un mapa las demandas sobre restitución". Agrega que,
tomando como referencia el estudio que cita, hay trazados que poseen "décadas de desfase, pues
pueden cambiar las pretensiones, y han surgido además nuevas comunidades que pueden
disputar espacios territoriales". Ahora bien, la propuesta de norma constitucional antes
mencionada expresa: "En el marco de la política de restitución territorial y para el ejercicio del
derecho a reivindicación, bastarán la posesión, ocupación o tenencia tradicional de la tierra, para
que las comunidades indígenas que carezcan de un título legal sobre la propiedad de la tierra,
obtengan el reconocimiento oficial de dicha propiedad y el consiguiente registro ante la autoridad
competente". "Podría tomar años" Wilfredo Bacián afirma que existen demandas territoriales
vigentes y mapas referenciales hechos con ayuda de universidades, "pero sabemos que los
estudios y mapas generados en virtud de estas iniciativas aún no abarcan la demanda territorial
total del pueblo quechua, que tiene presencia incluso más allá de Antofagasta al sur". A su juicio,
"la única forma de contabilizar la deuda histórica que el Estado de Chile tiene con los pueblos
originarios es justamente contando y cuantificando nuestra propiedad ancestral usurpada. Ese
catastro completo aún no se ha hecho". Millabur coincide y añade que "esa es la tarea difícil que
tiene la Constitución: dejar una institucionalidad que permita eso. Lo único que hay por ahora es la
Ley Indígena, que lo que hace es aumentar la especulación de la tierra". Asesores de
convencionales de escaños reservados aseguran que la georreferenciación de territorios no es algo
que puedan hacer los pueblos, sino que requiere la participación del Estado con sus órganos y la
cooperación de las comunidades. Y hacer ese catastro podría tomar años, según convencionales y
académicos. "(Hacerlo) en menos de una década lo veo difícil", sostiene Núñez. NOTICIAS
RELACIONADAS Pueblos originarios aspiran a representación en los poderes del Estado y
restitución de territorios 156 Tener objetivos claros, empatía y saber ceder: Expertos en
negociación entregan claves a los constituyentes 30 A los plazos se suman otros aspectos, como el
uso actual de los territorios. Richard Caifal, presidente del centro de políticas indígenas Rakizuam,
afirma que hay propuestas en la Convención sobre restitución que "pretenden dejar nulas las
concesiones mineras y los proyectos de alto impacto. La institucionalidad que eventualmente
podría generarse nos evoca una especie de comisión de reforma agraria". Por su parte, Margarita
Vargas (kawésqar) dice que su pueblo tiene demandas "en Puerto Edén, la isla Dawson, Río
Verde", pero admite que muchos de estos territorios "están en reserva o en manos de otros
indígenas". En ese sentido, Núñez es crítico con las demandas territoriales de los pueblos nómadas
como changos, yaganes o kawésqar. "¿Qué tierra les vas a conceder a los kawésqar si eran
nómades, sin haberse establecido en un territorio especial?", pregunta. Para Vargas, es claro:
"Nosotros, al ser un pueblo nómade, nos desplazamos por todo el territorio marítimo, pero
teníamos lugares donde construíamos nuestras viviendas, que es la tierra también".

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