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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO

La Detencion Domiciliaria

Integrantes:

- Carcausto Napa Valeria Cristina


- Cristóbal Sarmiento, Henry
- Francisco Carbajal, Susi
- Gaspar Fernandez, María
- Mulatillo Abad, Josmer
- Olortegui Yomer Carlos
- Riojas Vidales, Cesar
- Rivas Luna, Gina Katherine
- Rojas Navarro, Hillary

Docente:

Dr. Perez Bardales, Anthony

Lima – Perú

2021
INDICE
INTRODUCCION......................................................................................................................1
LA DETENCIÓN DOMICILIARIA........................................................................................3
1. DEFINICIÓN:....................................................................................................................3
2. CUESTIONES PRELIMINARES....................................................................................4
3. PRESUPUESTOS PARA SU APLICACIÓN..................................................................5
4. AMBITO DE SU EJECUCION........................................................................................6
5. DERECHOS INHERENTES.............................................................................................7
6. REQUISITOS PARA LA EXPEDICION DEL MANDATO DE DETENCION
DOMICILIARIA........................................................................................................................8
7. PLAZO RAZONABLE DE LA DURACION DE LA DETENCION DOMICILIARIA
……………………………………………………………………………………………………………………………………….13
7.1 COMPETENCIA Y MANDATO DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO................14
7.2 DETENCION DOMICILIARIA (PLAZOS EN EL NCPP ARTÍCULO 290.............14
7.3 SEMEJANZAS ENTRE DETENCION DOMICILIARIA Y DETENCION
PREVENTICA.......................................................................................................................15
8. JURISPRUDENCIAS DE LA DETENCION DOMICILIARIA..................................16
9. LA DETENCION DOMICILIARIA EN LA LEGISLACION PERUANA.................20
9.1 MODELOS DE DETENCION DOMICILIARIA EN NUESTRA LEGISLACION. .20
9.2 EL TRATAMIENTO DE LA DETENCIÓN DOMICILIARIA EN EL CÓDIGO
PROCESAL PENAL DE 1991...............................................................................................22
CONCLUSIONES:..................................................................................................................24
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:..................................................................................25
INTRODUCCION

La detención domiciliaria actualmente ha desencadenado un sistema de


problemáticas, que no terminan, y esto produce el incremento de falta de la pena
efectiva, se identifica además, la necesidad social de regularla puesto a que la omisión
de dicho acto, vulnera los principios de equidad e igualdad de la persona humana;
siendo está considerada como el fin supremo de nuestra sociedad, reconocida en la
constitución política peruana, de modo tal, es motivo de ser considerada de operar
jurídico y principalmente por el legislador.

Actualmente nos encontramos en la implementación del Nuevo Código Procesal


Penal, en él, se expresa un corte garantista, es decir, manifiesta que se debe efectuar un
debido proceso en donde se pueda observar y motivar por el respeto de los derechos
fundamentales de las personas, podemos identificar la institución de detención
domiciliaria, es decir, la privación de la libertad ambulatoria de una persona en un
espacio concreto, como su recinto. La detención domiciliaria es un recurso restrictivo de
la libertad personal, para ello, debemos enfatizar en inferirla en el ámbito cautelar
existente en diversas magnitudes de la afectación.

Según Banacloche, es posible distinguir entre privación y restricción, como


modalidades de limitación de la libertad personal, en donde se alude y se asume que la
privación sería una afectación grave e intensa motivada por un segundo proceso penal
actual o futuro, aludiendo casos autorizados por la ley, motivo por el cual, la restricción
planteada es una limitación identificada por ser breve pero intensa, efectuada con el fin
de realizar averiguaciones concretas.

Por ello, decimos y determinamos que la detención domiciliaria, sobre las medidas
coercitivas personales es claramente la más grave, seguida de la detención preventiva;
puesto que fue reconocida por el Tribunal Constitucional desde el año 2000 en el caso
Bueno Aceña. (ESPINOZA GOYENA, 2005, pág. 6)

Entonces, decimos que los días efectuados con detención domiciliaria tienen un valor
concreto que podría ser interpretado al momento de la ejecución de la pena. Es así que

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como primer punto mencionamos al proceso penal, que permitirá enfocarnos claramente
de los principios que lo regulan, asimismo de las etapas contenidas en nuestro Código
Procesal Penal, en segundo enfoque identificamos las medidas coercitivas procesales
personales donde desarrollamos la detención preventiva y la detención domiciliaria
para manifestar y dar a conocer sus conceptos y presupuestos de aplicación y con ello
deducir sus semejanzas y diferencias en el Derecho Procesal Penal y finalmente como
último punto enfocaremos el tema principal a través de doctrina, jurisprudencia y
legislación comparada.

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LA DETENCIÓN DOMICILIARIA

1. DEFINICIÓN:

La detención domiciliaria llamado también como arresto domiciliario, Caro define de


esta manera, que esta primada es nuestra legislación procesal nacional la cual la cual
implementa formas de comparecencia, esta así siendo una manera flexible de aplicar la
medida en cuanto al sujeto que infringe las normas de nuestro ordenamiento jurídico,
esto porque se limitan algunos derecho de este por no encontrarse en un centro de
reclusión, es decir se encuentra en su domicilio donde será limitado de manera legal con
régimen disciplinario aplicadas en base a una acción antijurídica. Sin embargo, se
cuestiona ello porque en nuestro código procesal penal del 2004 se considera como
comparecencia, pero si analizamos en base al concepto de restringir algunos derechos lo
primero que se limita es el derecho a la libertad la cual limita totalmente a que el
infractor de la norma penal este fuera de su domicilio.

A pesar de que muchos han criticado este tipo de sanción penal, por ser una medida
poco rigurosa a diferencia de la sanción preventiva, muchos autores también se han
pronunciado acerca del concepto, función y ventaja de este tipo detención, siendo así, el
Art. 143° y 153° del código procesal penal, define a aquello como, una medida alterna
que el juzgador confiere al momento de aplicar una comparecencia restringida. En
muchos países llaman a esta medida como “arresto domiciliario”. Ahora bien, en
palabras de Herrera (2003) la detención domiciliaria es una medida cautelar que el juez
opta para resguardar un proceso. Es decir, se trata de una medida que le imponen al
sujeto está siendo procesado por algún hecho punible, cuando aún no existe una
sentencia.

En el Perú es muy carente ver este tipo de medida, ya que consideran que la
mencionada figura no es una sanción, sino una privación de la libertad limitado. Según
el blog entérese, la duración de esta detención es la misma que la medida de prisión
preventiva: nueve meses en casos ordinarios, dieciocho meses en casos complejos, y
treinta y seis meses en delitos graves como el crimen organizado. (2019). Por todo lo
mencionado la medida domiciliaria es una detención cautelar, es decir, una privación de
libertad en su domicilio del imputado, para que asegure la eficacia de la sentencia que
podría darse cuando se encuentre responsabilidad del hecho delictivo.

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2. CUESTIONES PRELIMINARES

En nuestro país se ha debatido mucho sobre la naturaleza de la detención familiar.


Así, por ejemplo, Estudio Linares Abogados, abogado penalista Eduardo Herrera
Velarde, cree que esta medida en realidad significa una variante menos estricta que la
llamada prisión preventiva, pero no es así. De acuerdo con el tratamiento legislativo del
artículo 143 de la Ley de Procedimiento Penal y el artículo 153 de la Ley, el arresto
domiciliario es una de las medidas alternativas que pueden tomar los jueces al restringir
su comparecencia ante los tribunales. Aunque creo que esta es una mala forma de
tecnología legislativa.

De hecho, si queremos resolver verdaderamente la naturaleza de la detención


domiciliaria, debemos tratarla de manera diferente en la legislación, como una medida
separada de la prisión preventiva y las dos formas de comparecencia. Para ello, basta
con mirar ejemplos como la nueva legislación procesal de Chile, que la ubica bajo el
epígrafe de “otras medidas preventivas personales” (artículo 155 del Código Procesal
Penal).

Pero aparte del manejo de este carácter procesal en nuestra legislación, entiendo que
la naturaleza jurídica de la detención familiar es ciertamente muy complicada, porque
presenta un rasgo mixto entre prisión preventiva y comparecencia, por lo que
ciertamente significa libertad de locomotoras. Restringir personas, pero esto no impone
seriedad cuando se encuentran recluidos en prisión durante el proceso. En resumen,
inicialmente creen que es razonable que la naturaleza de la detención domiciliaria
fluctúe entre las medidas de detención y las medidas de comparecencia.

No hay duda de que, como medida preventiva, el arresto domiciliario es una


característica obviamente asegurable, ya sea que se descarte la asistencia del acusado al
proceso o las actividades probatorias, obviamente esto puede constituir una forma de
ejecución de los delincuentes. Las sanciones impuestas, por ejemplo, en el caso de
Estados Unidos, la persona condenada puede cumplir la pena bajo una subcategoría de
sanciones intermedias en "prisión familiar" o incluso de manera mixta involucrando
tanto en prisión como en casa.

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Volviendo al tema de nuestro interés, es importante mostrar que la detención
Domiciliaria cumple con los principios que deben observarse en toda medida preventiva
personal. Entonces tenemos:

- El principio de legalidad, porque se basa en un dispositivo legal preconcebido.


- El principio de jurisdicción, porque solo los jueces penales (en sentido amplio)
tienen la potestad de imponerlo.
- El principio de excepción.
- El principio de instrumentalidad, como herramienta para el propósito del
proceso.
- -El principio de temporalidad y variabilidad.
- -El principio de proporcionalidad.

3. PRESUPUESTOS PARA SU APLICACIÓN

La detención domiciliaria es la sustitución a la prisión preventiva. Como lo indica el


CPP, Art 143.

Según lo que indica el código procesal penal. La detención domiciliaria tiene como
destinatarios a toda persona que se le pueda asiganar una detención preventiva. Para ello
se deben cumplir los siguiente presupuestos.

1. Debe existir pruebas feacientes del delito doloso que se imputa y sobre todo la
participación del sujeto activo en la comisión del delito. Primero, est detención se basa
en las pruebas que muestre el fiscal durtante su acusación. Las cuales deben estar
directa mente relacionadas a las cciones del imputado durante la realización de loe
hechos. Para excluir la detención en los delitos culposos se debe dar la alusión expresa
de los delitos dolosos.

2. La condena por el delito que se asigne a un imputado debe ser mayor a cuatro
años de pena privativa de la libertad. En lo que respecta a los delitos dolosos este
presupuesto está directamente relacionado con el presupuesto anterior, además de
complementarlo.ya que la pena que asigna el CP es mayor a cuatro años de pena;Por
consiguiente, los delitos que tengan una pena menor serán excluídos de la detención
domiciliaria.

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3. El imputado, basándose en su historial delictivo y /u otros antecedentes o
circustancias, intente evadir el accionar de la justicia. Por ejemplo “fuga” o peor aún
tratar de entorpecer el proceso realizando ocultamiento de pruebas (desapareciéndolas,
alterándolas, destruyéndolas o amanezando a algún testigo clave para su imputación) el
orígen de este último presupuesto, no necesariamente es la gravedad del delito.

Si no más bien en la seguridad del proceso. Esto quiere decir, que al acusar y probar
correctamente se estaría obligando al imputado a pasar por el proceso penal y el logro
del mismo. El magistrado, haciendo uso de todas sus facultades, observará lo siguiente:
fuga, pertubación de pruebas o riesgo de testigos, sin dejar de tomar en cuenta los
contextos personales, sociales, económicos y procesales del imputado.

Los tres requisitos mostrados líneas arriba, no están desarticulados, si no más bien se
complementqan el uno al otro. Por ello son considerados por el juez, para que de
manera coherente resuelva mandato de “DETENCIÓN”. Sin embargo para que el juez
resuelva DETENCIÓN DOMICILIARIA” el juez debe observar que el imputado esté
dentro del siguiente universo de situaciones:

- Debe ser mayor de 65 años.


- Estar desahusiado a causa de una enfermedad incurable.
- Su capacidad física esté completamente limitada y evitando su
desplazamiento

Sin embargo, A pesar de que el imputado se encuentre dentro de este universo de


situaciones, es labor del juez asegurarse de que esta medida no aumente el riesgo de
fuga y por consiguiente poner en peligro el proceso penal que se sigue contra el
imputado.

Pero de ser así, al juez no le quedará más remedio que resolver detención preventiva,
tomando en cuenta que se deberá cubrir todas las necesidades que requiere el imputado
en lo que respecte a problemas en su salud o inconvenientes propios de la edad. Para así
no incurrir en la vulneración de los derechos humanos.

4. AMBITO DE SU EJECUCION

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el artículo 143 del código procesal penal nos señala mediante comparecencia que el
juez podrá imponer algunas de las alternativas siguientes:

La detención domiciliaria del inculpado, en su propio domicilio o en custodia de otra


persona de la autoridad policial o sin ella, impartiéndose las órdenes necesarias. Por la
que el autor Eduardo Herrera Velarde abogado penalista hace precisar que el arresto
deberá ser ejecutado en su domicilio del procesado mediante el contexto y medida
coercitiva por lo que la discusión es larga y propone dos elementos de posición que son
fundamentales el cual viene a ser la concepción del término “domicilio” el sentido es
extenso, como señala el artículo 33 del código civil que el domicilio se constituye por la
resistencia habitual de la persona en un lugar.

Por lo general no se considera admisible que la medida coercitiva de detención


domiciliaria deba haber restricciones, únicamente el domicilio del imputado, puesto que
se debe entender o conocer que al dar autoridad a una medida de esa índole , el juez
Penal entiende que no exista un peligro procesal demasiado suficiente como para
cuestionar válidamente la sujeción del imputado el cual perturbaría la actividad
probatoria por lo que opta en imponerle una forma no tan rígida como la detención
preventiva.

Sobre esta base, coincido en que debemos abandonar la concepción restringiendo del
termino, Eduardo Herrera Velarde nos añade que la medida coercitiva , naciente por de
la evaluación del peligro procesal no es la detención preventiva, vinculando a la
investigación de esta manera soy de la posición que el órgano jurisdiccional podrá
conceder ciertas libertades dentro de la naturaleza de la medida como por ejemplo,
cierta libertad de locomoción en el ámbito de su localidad y únicamente para que el
procesado cumpla sus actividades normales.

En efecto se sostiene que la ley procesal para la detención domiciliaria podría


ejecutarse con o sin custodia de la autoridad policial

En línea con lo expuesto y aunque el texto legal

no es claro en este concepto, debemos indicar que la posición señalada líneas arriba
resulta consecuente con lo acordado en la última parte del inciso 1 o del artículo 143 del
Código Procesal Penal.

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5. DERECHOS INHERENTES

Según Herrera. E. (2003). Define los derechos inherentes que tiene una persona
sujeta a detención domiciliaria, son en principio, el derecho al trabajo a toda persona
humana, ósea nos da a entender que la personas no está impedida totalmente de sus
derechos fundamentales sino de algunos derechos como el libre tránsito a eso cabe
mencionar de manera general que la detención domiciliaria solo es una restricción
relativa de tránsito, mas no la restricción de los demás derechos que tiene la persona.

Seguido de ello, todo esto se debe a que toda persona sometida a este tipo de
detención domiciliaria o de cualquier tipo de detención, debe ser tratada humanamente
con un estricto respeto a su dignidad humana, tal como lo establece la constitución del
1993 en el artículo 1, asimismo no se debe restringir o menoscabar ningún derecho de
las personas, salvo el derecho restringido por la medida impuesta en su contrata por el
delito se le viene acusando.

Además, Herrera. E. (2003). Los derechos inherentes se tratan de la satisfacción de


las necesidades propias de la persona, en la que además del derecho al trabajo el
procesado tendrá acceso a los derechos de salud educación, el sano esparcimiento, el
culto religioso, etc. Tomando en cuenta siempre los presupuestos en la que se aplica la
detención domiciliaria del artículo 290 del CPP, ya sea si es mayor de edad, que
adolezca de una grave o incurable enfermedad, una incapacidad que afecta su capacidad
de desplazamiento y por último si es una madre gestante.

Tratándose de este supuesto D), El art. 7 de la Declaración Americana de los


Derechos y Deberes del Hombre consagra el derecho de protección a la maternidad y a
la infancia, en cuanto tal dispositivo textualmente expresa: “Toda mujer en estado de
gravidez o en época de lactancia, así como todo niño, tienen derecho a protección
cuidado y ayuda especiales, por esa razón se aplica la detención domiciliaria porque se
le reconoce a la mujer el derecho a recibir atención especial durante el embarazo, el
derecho a la lactancia.

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6. REQUISITOS PARA LA EXPEDICION DEL MANDATO DE DETENCION
DOMICILIARIA

Para poder decretar debidamente la detención preventiva de una persona mientras se


encuentre en un proceso penal, la autoridad judicial correspondiente debe tener en
cuenta que debe concurrir tres elementos:

- Que se trate de la comisión de un delito doloso y se vincule al procesado como


autor o partícipe
- Que la sanción a imponerse sea pena privativa de libertad mayor a cuatro años.
- El peligro procesal (artículo 135 CPP).

Pero este peligro procesal tiene doble significado según la doctrina primero se
entiende: que haya razones para pensar que el acusado va a tratar de eludir la acción de
la justicia, y que haya razones para pensar que el procesado va a perturbar la actividad
probatoria.

El principio de proporcionalidad exige distinguir el doble significado del peligro


procesal, y de esta manera poder adoptar una u otras medidas que sean necesarias según
sea el concreto peligro procesal que se busca evitar. Es por ello que es esencial la labor
de especial ayuda de la declaración del Tribunal Constitucional la cual ha afirmado que,
si lo que se trata es poder evitar que haya una sustracción de acción de la justicia por
parte de los recurrentes (primer significado del peligro procesal), por lo cual no se
expresa la resolución recurrida y amparada por razones objetivas y razonables que van a
permitir prever de forma asertiva que ello ocurrirá, es por ello que el Juez penal tiene
diversas medidas previstas en nuestro ordenamiento procesal penal menos aflictivas que
la detención preventiva, que es parte de la libertad individual de los recurrentes.

Es decir que en un caso en específico el peligro procesal, por la concurrencia de una


serie de circunstancias, se entiende que el procesado puede entorpecer o perturbar la
actividad probatoria, pero esto dependerá de las circunstancias que se examina, la
medida de afectación con proporcionalidad y será razonable, es la detención judicial
preventiva. Pero al contrario el peligro procesal tiene un significado en el cual el
procesado pueda sustraerse la acción de la justicia, habrá que insistir dependiendo de las
circunstancias, seria desproporcionado determinar prisión, es por ello que la medida de
afectación del derecho razonable sería la detención domiciliaria o en todo caso una

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menos restrictiva, pero de igual forma pueda cumplirse con la finalidad que se busca
que es evitar el peligro procesal dentro del caso.

Es por ello que es indispensable que el peligro procesal sea un presupuesto que se
debe tomar en cuenta para así poder disponer la detención domiciliaria de un procesado.
Esta medida tiene una naturaleza cautelar y es por ello que no debe perderse de vista.
No es suficiente que solo se sustente la gravedad del delito que se imputa si no también
y de forma consecuente la defensa que se dirija a atacarla no puede sostenerse en la no
responsabilidad punible del procesado.

El tribunal Constitucional establece que “pretender desvirtuar es decir darle otro


sentido a los argumentos que han justificado el dictado de una medida cautelar como es
la comparecencia restrictiva, con discernimientos en torno a la supuesta ausencia de
responsabilidad punible, supondría desnaturalizar su esencia al estarla evaluando como
si de una sentencia condenatoria se tratase. Por lo demás, como ha quedado dicho, en el
presente caso la limitación del derecho a la libertad locomotora no responde a juicios de
responsabilidad, sino a criterios de índole preventivo o cautelar, orientados,
fundamentalmente, a asegurar el éxito del proceso penal. Por tanto, será la
razonabilidad, la necesidad y la proporcionalidad de estos criterios los que deberán ser
evaluados por este Supremo Colegiado y no otros”

El peligro procesal es uno de los tantos elementos que debe concurrir como parte del
presupuesto para que la autoridad pueda determinar la comparecencia de la detención
domiciliaria del detenido. Es por ello que se pide que existan suficientes elementos
probatorios que estén relacionados al delito que se le imputa, obviamente junto al
peligro procesal. Según lo establece el Tribunal Constitucional, la imposición del
arresto domiciliario, como una medida cautelar, tendrá que estar supeditada bajo la
observancia de dos presupuestos básicos e importantes: el denominado fumus boni iuris
(apariencia del derecho) y periculum in mora (peligro procesal). El primero de estos se
refiere en el ámbito penal, a la suficiencia de los elementos probatorios de que se
relacionan o tienen un vínculo al imputado con el hecho delictivo, a diferencia del
segundo que está más relacionado con el peligro de que el procesado sustraiga a la
acción de la justicia o pueda perturbar la actividad probatoria dentro del proceso.

La detención domiciliaria se entiende que tiene una naturaleza esencialmente


cautelar, asimismo también como ocurría en los supuestos de mandato de detención, el

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juez el que deberá valorar los presupuestos que motivaron al denominado mandato de
detención domiciliaria persisten o quizás por el contrario, han desaparecido, esto
claramente se dará dentro del trascurso del proceso, para que también en este segundo
supuesto se pueda disponer o la comparecencia del procesado o también de su detención
judicial preventiva.

Es por ello que el Tribunal Constitucional tiene razón al decir que, con el transcurrir
del proceso, si el juzgador seguirá gozando de una mayor amplitud de elementos, ya sea
para poder determinar que ya se han desaparecido los motivos suficientes que
justificaron las restricciones en un comienzo, o quizás para concluir que estos mismos
tiene aún plena vigencia o que incluso puedan advertir los nuevos surgimientos.

Para poder decretar debidamente la detención preventiva de una persona mientras se


encuentre en un proceso penal, la autoridad judicial correspondiente debe tener en
cuenta que debe concurrir tres elementos:

- Que se trate de la comisión de un delito doloso y se vincule al procesado como


autor o partícipe
- Que la sanción a imponerse sea pena privativa de libertad mayor a cuatro años.
- El peligro procesal (artículo 135 CPP).

Pero este peligro procesal tiene doble significado según la doctrina primero se
entiende: que haya razones para pensar que el acusado va a tratar de eludir la acción de
la justicia, y que haya razones para pensar que el procesado va a perturbar la actividad
probatoria.

El principio de proporcionalidad exige distinguir el doble significado del peligro


procesal, y de esta manera poder adoptar una u otras medidas que sean necesarias según
sea el concreto peligro procesal que se busca evitar. Es por ello que es esencial la labor
de especial ayuda de la declaración del Tribunal Constitucional la cual ha afirmado que,
si lo que se trata es poder evitar que haya una sustracción de acción de la justicia por
parte de los recurrentes (primer significado del peligro procesal), por lo cual no se
expresa la resolución recurrida y amparada por razones objetivas y razonables que van a
permitir prever de forma asertiva que ello ocurrirá, es por ello que el Juez penal tiene
diversas medidas previstas en nuestro ordenamiento procesal penal menos aflictivas que
la detención preventiva, que es parte de la libertad individual de los recurrentes.

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Es decir que en un caso en específico el peligro procesal, por la concurrencia de una
serie de circunstancias, se entiende que el procesado puede entorpecer o perturbar la
actividad probatoria, pero esto dependerá de las circunstancias que se examina, la
medida de afectación con proporcionalidad y será razonable, es la detención judicial
preventiva. Pero al contrario el peligro procesal tiene un significado en el cual el
procesado pueda sustraerse la acción de la justicia, habrá que insistir dependiendo de las
circunstancias, seria desproporcionado determinar prisión, es por ello que la medida de
afectación del derecho razonable sería la detención domiciliaria o en todo caso una
menos restrictiva, pero de igual forma pueda cumplirse con la finalidad que se busca
que es evitar el peligro procesal dentro del caso.

Es por ello que es indispensable que el peligro procesal sea un presupuesto que se
debe tomar en cuenta para así poder disponer la detención domiciliaria de un procesado.
Esta medida tiene una naturaleza cautelar y es por ello que no debe perderse de vista.
No es suficiente que solo se sustente la gravedad del delito que se imputa si no también
y de forma consecuente la defensa que se dirija a atacarla no puede sostenerse en la no
responsabilidad punible del procesado.

El tribunal Constitucional establece que “pretender desvirtuar es decir darle otro


sentido a los argumentos que han justificado el dictado de una medida cautelar como es
la comparecencia restrictiva, con discernimientos en torno a la supuesta ausencia de
responsabilidad punible, supondría desnaturalizar su esencia al estarla evaluando como
si de una sentencia condenatoria se tratase. Por lo demás, como ha quedado dicho, en el
presente caso la limitación del derecho a la libertad locomotora no responde a juicios de
responsabilidad, sino a criterios de índole preventivo o cautelar, orientados,
fundamentalmente, a asegurar el éxito del proceso penal. Por tanto, será la
razonabilidad, la necesidad y la proporcionalidad de estos criterios los que deberán ser
evaluados por este Supremo Colegiado y no otros”

El peligro procesal es uno de los tantos elementos que debe concurrir como parte del
presupuesto para que la autoridad pueda determinar la comparecencia de la detención
domiciliaria del detenido. Es por ello que se pide que existan suficientes elementos
probatorios que estén relacionados al delito que se le imputa, obviamente junto al
peligro procesal. Según lo establece el Tribunal Constitucional, la imposición del
arresto domiciliario, como una medida cautelar, tendrá que estar supeditada bajo la

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observancia de dos presupuestos básicos e importantes: el denominado fumus boni iuris
(apariencia del derecho) y periculum in mora (peligro procesal). El primero de estos se
refiere en el ámbito penal, a la suficiencia de los elementos probatorios de que se
relacionan o tienen un vínculo al imputado con el hecho delictivo, a diferencia del
segundo que está más relacionado con el peligro de que el procesado sustraiga a la
acción de la justicia o pueda perturbar la actividad probatoria dentro del proceso.

La detención domiciliaria se entiende que tiene una naturaleza esencialmente


cautelar, asimismo también como ocurría en los supuestos de mandato de detención, el
juez el que deberá valorar los presupuestos que motivaron al denominado mandato de
detención domiciliaria persisten o quizás por el contrario, han desaparecido, esto
claramente se dará dentro del trascurso del proceso, para que también en este segundo
supuesto se pueda disponer o la comparecencia del procesado o también de su detención
judicial preventiva. Es por ello que el Tribunal Constitucional tiene razón al decir que,
con el transcurrir del proceso, si el juzgador seguirá gozando de una mayor amplitud de
elementos, ya sea para poder determinar que ya se han desaparecido los motivos
suficientes que justificaron las restricciones en un comienzo, o quizás para concluir que
estos mismos tiene aún plena vigencia o que incluso puedan advertir los nuevos
surgimientos.

7. PLAZO RAZONABLE DE LA DURACION DE LA DETENCION


DOMICILIARIA

El arresto domiciliario en el cumplimiento de la pena privativa de libertad genera las


siguientes afirmaciones. Propuestas legislativas y reformas legales que alcanzaron a
aplicarse por la Corte Suprema e impugnarse ante el Tribunal Constitucional. La
Comisión Especial Revisora del Código Penal creada mediante la Ley N.º 27837
asumió la misma regla en el Anteproyecto de abril de 2004, al establecer en el art. 45
que el “El tiempo de detención policial o judicial, incluido el arresto domiciliario, que
haya sufrido el procesado se abonará para el cómputo de la pena impuesta a razón
un día de pena privativa de libertad por cada día de detención. 

Una regla similar motivó el polémico Proyecto de Ley N.º 12952, aprobado por el
Congreso de la República el 8 de junio de 2005, que modificó el art. 47 del CP y

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establece que “El tiempo de detención preliminar, preventiva y domiciliaria, que haya
sufrido el imputado, se abonará para el cómputo de la pena impuesta a razón de un día
de pena privativa de libertad por cada día de detención. Si la pena correspondiente al
hecho punible es la de multa o limitativa de derechos, la detención preliminar,
preventiva y domiciliaria se computará a razón de dos días de dichas penas por cada día
de detención”.

Dado que el Poder Ejecutivo no observó ni promulgó dicha Ley, ésta fue


promulgada finalmente por el presidente del Congreso de la República y publicada
como Ley N.º 28568 el 3 de julio de 2005. Luego, la generalizada valoración de que
esta Ley favorecía a la corrupción, trajo consigo su inmediata derogación mediante la
Ley N.º 28577 publicada el 9 de julio de 2005, que “restituyó” el texto original del art.
47 del CP que permite el abono de la detención preventiva en la ejecución de la pena
privativa de libertad, sin referencia alguna a la posibilidad o imposibilidad de
descontar de igual modo el tiempo del arresto domiciliario.   Sin embargo,
paralelamente a la derogación, 31 Congresistas demandaron el 8 de julio de 2005 la
inconstitucionalidad de la Ley N.º 28568 porque violaría los principios de igualdad
ante la ley (art. 2.2 de la Constitución) y el de que el régimen penitenciario tiene
por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad (art.
139.22 de la Carta Magna). 

7.1 COMPETENCIA Y MANDATO DE LA DEFENSORÍA DEL


PUEBLO

Da por mencionado y se precisa en el artículo 162 de la Constitución Política del


Perú, el artículo 1 de la Ley 26520, Ley Orgánica de la Defensoría del Pueblo, faculta a
esta institución la protección de los derechos principales y constitucionales de la
persona y la comunidad.

El gobierno por medio de los recursos que este contempla, es decir, la Defensoría del
Pueblo, planifica y faculta el derecho y el respeto de las personas y fundamentalmente
hablando del privado de su libertad, el régimen interno y la seguridad, así como la
supervisión de la gestión penitenciaria. En este supuesto se atienden reclamos de
aquellos que fueron privados de manera restricta, así como se realizan visitas periódicas
a los centros penitenciarios y a cualquier lugar donde se encuentren estas personas. Es
así que la Defensoría del Pueblo, al haber tomado conocimiento de la situación de la

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detención domiciliaria en condiciones que vulnerarían sus derechos fundamentales,
diseños informes, siendo el último el “Tercer Informe de Supervisión a la Casa
Transitoria de Arresto Domiciliario (Santa Bárbara” (Callao), en el año 2010)

7.2 DETENCION DOMICILIARIA (PLAZOS EN EL NCPP


ARTÍCULO 290

- Se dictará mandato de comparecencia cuando este no faculte su detención. También


podrá imponerse comparecencia únicamente:
- A las madres gestantes, las personas mayores de 65 años que padezcan alguna
enfermedad sea grave o no, impedimento físico, claro está que no debe perturbar el
deseo de huir ni de interrumpir bajo ningún concepto la actividad probatoria, El juez
podrá imponer algunas de las alternativas siguientes:
- detención domiciliaria del inculpado, en su propio domicilio o en custodia de otra
persona, de la autoridad policial o sin ella. Para que esta se cumpla la policía cumplirá
las órdenes dadas por el administrador de justicia.
- La obligación de someterse al cuidado y vigilancia de una persona o institución
determinada, quien informará periódicamente en los plazos designados. El Juez podrá
imponer una de estas alternativas o combinar varias de ellas, según resulte adecuada al
caso y ordenará las medidas necesarias para garantizar su cumplimiento. Si el hecho
punible denunciado está penado con una sanción leve o las pruebas aportadas no la
justifiquen, podrá prescindir de tales alternativas
- Talvez puedan darse situaciones personales del procesado que hagan que su
privación de libertad pueda afectar seriamente alguno de sus derechos fundamentales.
Bajo este supuesto, la detención domiciliaria debería aplicarse únicamente a los
procesados que se encuentren en las situaciones previstas expresamente por la norma
procesal.
- En todos los motivos previstos en el numeral anterior, la medida de detención
domiciliaria está condicionada a que el peligro de fuga o de obstaculización pueda
evitarse razonablemente con su imposición.
- La detención domiciliaria debe cumplirse en el domicilio del imputado o en otro que
el Juez designe y sea adecuado a esos efectos, bajo custodia de la autoridad policial o de
una institución -pública o privada- o de tercera persona designada para tal efecto.
- El plazo de duración de la detención domiciliaria es el mismo que el fijado para la
prisión preventiva. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en los artículos 273 al 277. CPP
15
Si desaparecen los motivos de detención domiciliaria establecidos en los literales b) al
d) del numeral 1), el Juez -previo informe pericial- dispondrá la inmediata prisión
preventiva del imputado.

7.3 SEMEJANZAS ENTRE DETENCION DOMICILIARIA Y


DETENCION PREVENTICA

En los casos de procesados por delitos de especial gravedad tráfico de drogas, robo
agravado, secuestro, etc. en que habiéndose dictado inicialmente un mandato de
detención preventiva, se ha superado el plazo establecido en el 290 del NCPP sin
haberse sentenciado cuando menos en primera instancia.

Si bien la figura de la detención domiciliaria es válida, esta se asemeja mucho a la


detención preventiva. Al respecto, el Tribunal Constitucional ha señalado que:
No cabe duda, que la detención domiciliaria supone y juega un factor de equilibrar
las condiciones emocionales de las personas por que muchas de estas se ven envueltas
en crisis mentales y dañinas para su salud psicológica, nadie desea permaneces en una
cárcel, por el contrario desean reposar en su domicilio, nadie desea ser presa de la
forma más cruel que tiene los establecimientos penitenciarios, nadie desea vivir una
forma de vida tan criminal como es el hecho de convivir con gente de esa calaña y
perversidad . Sin embargo, no se puede desconocer que tanto la prisión provisional y la
detención domiciliaria se conocen muy bien, es decir, impiden a una persona tomar
decisiones por su propia voluntad, esta persona desea alcanzar que la justicia no sea tan
dura.
pero la pregunta seria, podrá la justicia ser tan sensible ante aquellos que trataron a
sus víctimas con crueldad? Ya la ciudadanía teme por su seguridad, no desea que estos
procesados por delitos graves o comunes sean liberados, ante ello el gobierno trabaja de
manera pausada este causal, objetivo primario conocido como detención domiciliaria,
esta se viene ampliando con regularidad, especialmente cuando se han excedido los
plazos de detención sin haberse emitido una sentencia, en condiciones que afectan otros
derechos, como se verá a continuación.

8. JURISPRUDENCIAS DE LA DETENCION DOMICILIARIA

16
En nuestra legislación nacional establece la figura de la detención domiciliaria en dos
normas procesales como el artículo 143º del Código Procesal Penal de 1991 (CPP), y
del otro, el artículo 290º del Código Procesal Penal de 2004 (NCPP). la medida
cautelar, puede ser entendida de dos formas:
Como una variante de la comparecencia, en este caso es entendida como una medida
distinta a la detención o prisión preventiva, posible de ser aplicada a la persona
procesada respecto de la cual no se configuren los supuestos de la detención preventiva.
Tal caso se sustenta en un modelo amplio, el Tribunal Constitucional peruano se
caracteriza por qué.
El arresto domiciliario es una medida alternativa a la prisión provisional, tiene
carácter facultativo para el Juez, la persona afecta a la medida puede ser cualquier
persona, la medida puede ser flexibilizada.

¿En qué consiste la detención domiciliaria?


- El Peruano, 30 de abril de 1998, el Instituto de Ciencia Procesal Penal Todo lo
hasta aquí fijado nos lleva a concluir que la detención domiciliaria nos limita la libertad
personal pero no en la forma de intensidad que la prisión provisional. Sin embargo,
como hemos visto entre todas las medidas alternativas a la prisión provisional, la
detención domiciliaria es la más lesiva a comparación de otras medidas.
Para que todos entendamos sobre la detención domiciliaria, es una prisión preventiva
pero para determinado supuestos en concreto es eso, y sumamos un requisito más, es
una prisión preventiva que se aplica en determinados supuestos cuando el peligro
procesal es controlable es decir tú tienes un caso donde cumples los requisitos con el
268 es decir corresponde aplicar prisión preventiva, pero resulta al que tienes al frente
es una mujer embarazada y tienes que a ponerte a pensar si lo mando presa o no por
ultimo tienes que verificas la condición de la
Persona graves y fundados de elementos de convicción mayor, persona mayor,
persona en estado de salud grave y por último verificar si el peligro procesal sea
controlable, no vaya ser que se trate de líder de los injertos puede ser una madre
gestante. Entonces la detención domiciliaria es prisión preventiva, pero en tu casa, una
detención domiciliaria controlada, ósea no es voluntaria si no te quedas, pero
supervisada tres requisitos que regula el 268 del CPP fundados graves elementos, pena
probable pena procesal, y las otras dos casaciones de Moquegua la 626

17
proporcionalidad y plazo se cumple eso cinco requisitos te vas a la cárcel, pero, en el
290 te dice que no te vas a la cárcel, a pesar que cumples con los requisitos.
- Primer supuesto que el imputado es mayor de 65 años y debe corresponder
detención domiciliaria, es más ni siquiera es la posibilidad, es una orden el código
dice se impondrá, como decir a esa edad 65 la pena tiene que ser más humana,
porque este principio de humanidad de penas.
- Segundo supuesto es que el imputado adolezca de una enfermedad grave o
incurable, entonces cuando vas a internar al imputado solo puedes quitarle la
libertad entonces y se es que tiene esta enfermedad que son dos características
grave o incurable estas afectando su salud en ese caso vas a tener que acreditar
que tu enfermedad es grave y que te corresponde la detención domiciliaria.
Y en la misma línea aquella persona que sufre una incapacidad física permanente que
afecta sensiblemente su capacidad de desplazamiento que es una persona con un
problema media
Terceros supuestos no tendría sentido internar a una mujer gestante, porque
solo debe privar de su libertad mas no de otro derecho, además entras a otro
conflicto con el concebido y la ley también se pone en esos supuestos, por
ejemplo:
Abimael guzmán, el líder de una organización criminal la más brava que hemos visto
debe tener 75 años imaginemos que no está condenado, nos fijamos el 290 de CPP
numeral.
¿Lo mandarías a su casa? ¿Por qué le corresponde detención domiciliaria?
No, quien se va animar a cuidar nadie ninguna autoridad quien se va atrever a
pararse en la puerta de su casa de Abimael Guzmán, es por eso que no se puede dar la
detención domiciliaria por que corre peligro procesal y peligro de fuja y obstaculización
en la investigación.
El carácter más flexible de la detención domiciliaria ha sido reconocido por la
jurisprudencia y la doctrina nacionales habiendo inclusive aceptado la posibilidad de
que la persona detenida en su domicilio pueda obtener permiso para trabajar, para
atender cuestiones familiares o de salud personal.
El Plazo de la detención domiciliaria Uno de los vacíos más evidentes en la
legislación vigente tiene relación con la limitación temporal de la detención
domiciliaria; en efecto, el C.P.P. de 1991. Como la jurisprudencia penal y constitucional
de nuestro país en diversos casos en los que invocando el principio general de no dejar
18
de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley (artículo 139° numeral 8 de la
Constitución
Es importante destacar esta última jurisprudencia pues la ausencia de un plazo
máximo legal en la detención domiciliaria no puede resultar afectando al procesado,
máxime si es que conforme al artículo 7.5 de la Convención Americana de Derechos
Humanos toda persona detenida o retenida tiene derecho a ser juzgada dentro de un
plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso.

El Caso Bueno Aceña fue el primer caso al que se aplicó la detención domiciliaría,
conforme a los términos del art. 143° del C.P.P. de 1991. En efecto mediante resolución
del 30 de marzo de 1998 la Sala de Apelaciones de Procesos Sumarios con Reos en
Cárcel revocó el mandato de detención impuesto contra dicho ciudadano español e
impuso en su lugar la detención domiciliaria (Exp. 435-98-A). Esta medida se prolongó
desde esa fecha hasta el 12 de abril de 2000 en que el Tribunal Constitucional declara
fundada la acción de habeas corpus que dispone la cesación de esa medida coercitiva y
en consecuencia su libertad.

Según el Décimo Primer Acuerdo del Pleno Jurisdiccional de 2004 las resoluciones
del Tribunal Constitucional son vinculantes si efectúan una interpretación del artículo
ciento treinta y siete del Código Procesal Penal, de conformidad con el derecho a la
libertad individual; y si se trata de fallos reiterados y uniformes debe tenerse en
consideración lo dispuesto por la cuarta disposición final y transitoria de la
Constitución; además que los intérpretes finales de los derechos son los organismos
supranacionales.

Por ejemplo, en razón de 2 días de domiciliaria por un día de pena efectiva, se deberá
extender esta misma regla para el cómputo del plazo máximo de la detención preventiva
y la consecuente excarcelación, con lo que si una persona sufrió veinte meses de
detención domiciliaria dicho tiempo equivaldría a diez meses de detención preventiva,
diferencias entre la detención preventiva y la domiciliaria, si la ley hubiera regulado un
plazo máximo para esta medida, el mismo hubiera sido siempre menor que el de la
detención preventiva; con lo que inclusive aplicar analógicamente “in bonam parten” el
plazo de la detención preventiva de treinta y seis meses resulta excesivo y
desproporcionado.

19
En derecho comparado casi todos los países que se han seguido la fórmula del
Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica (Bolivia, El Salvador, Honduras,
Costa Rica, Guatemala) permiten que la detención domiciliaria se imponga “en custodia
de otra persona o sin vigilancia alguna” Instituto de Ciencia Procesal Penal hay
alternativa a la detención domiciliaria pero el imputado no cuenta con domicilio, por
ejemplo, cuando se trata de extranjeros.
El CPP de 1991 recoge este modelo en su artículo 143° al señalar que. Se dictará
mandato de comparecencia cuando no corresponda la medida de detención. También
podrá imponerse comparecencia con la restricción prevista en el inciso 1), tratándose de
imputados mayores de 65 años que adolezcan de una enfermedad grave o de
incapacidad física, siempre que el peligro de fuga o de perturbación de la actividad
probatoria pueda evitarse razonablemente.

9. LA DETENCION DOMICILIARIA EN LA LEGISLACION PERUANA

9.1 MODELOS DE DETENCION DOMICILIARIA EN


NUESTRA LEGISLACION

Nuestra legislación nacional establece el número de detención domiciliaria en dos


normas procesales: por un lado, tenemos al artículo 143 de la Ley de Procedimiento
Penal (CPP) de 1991 y el artículo 290 de la Ley de Procedimiento Penal (NCPP) de
2004 por el otro. Las medidas preventivas se pueden entender desde dos aspectos:

a) Como una variante de la comparecencia: En este caso, se entiende


como una medida distinta de la detención o prisión preventiva, la cual puede
ser aplicada a la persona procesada que no haya fijado la presunción de prisión
preventiva.
Esta posición se sustenta en un modelo amplio, y según la Corte Constitucional
del Perú, sus características son:
- El arresto domiciliario es una alternativa a la detención temporal
- Juez opcional
- El sujeto afectado por la medida puede ser cualquiera
- Esta medida se puede relajar por motivos laborales, de salud, creencias
religiosas y otros motivos legítimos.
20
Tal postura se sustenta en un modelo amplio, que según el Tribunal
Constitucional peruano se caracteriza porque:

- El arresto domiciliario es una medida alternativa a la prisión provisional

- Tiene carácter facultativo para el Juez

- El sujeto afecto a dicha medida puede ser cualquier persona

- La medida puede ser flexibilizada por razones de trabajo, de salud,


creencia religiosa, entre otras circunstancias justificativas.

El CPP de 1991 recoge este modelo en su artículo 143°, al señalar que:


Cuando las medidas de detención no se cumplan, se emitirá una orden judicial. Los
acusados mayores de 65 años con enfermedades graves o discapacidad física también
pueden comparecer ante el tribunal con las restricciones establecidas en el párrafo 1,
tratándose de imputados mayores de 65 años que adolescan de una enfermedad grave o
de incapacidad física, siempre que el peligro de fuga o de perturbación de la actividad
probatoria pueda evitarse razonablemente.

El juez podrá imponer algunas de las alternativas siguientes:

- Detener al imputado en su domicilio o bajo la custodia de otra persona, con o


sin autoridad policial, en detención familiar, y emitir las órdenes necesarias.
- Obligación de aceptar el cuidado y la supervisión de una persona u
organización específica, y esa persona u organización informará
periódicamente dentro de un plazo determinado.
- El juez puede imponer una de estas alternativas o combinar varias de ellas
según la situación, y ordenar que se tomen las medidas necesarias para
asegurar su cumplimiento. Si el comportamiento punible condenado puede ser
castigado con una pena menor o la evidencia proporcionada no es razonable,
puede eximir tales alternativas

Como un sustituto de la detención preventiva, Independientemente de su


solicitud, cuando las circunstancias personales del imputado hicieron que fuera privado
de su libertad y afectaran gravemente alguno de sus derechos fundamentales. Bajo este
supuesto, la detención familiar solo debería aplicarse a los imputados en situaciones
claramente estipuladas en las normas procesales.

21
Este modelo se denomina modelo restringido y sus anotaciones únicas son:

- Esta medida es una alternativa al encarcelamiento temporal.


- En el caso de que no se solicite la detención temporal, es decir, cuando la
prisión no pueda ser ejecutada, se ejecutará de manera obligatoria.
- Supervisar a personas normales (mujeres embarazadas, mayores de 65 años,
pacientes con enfermedades graves, etc.) sobre una base impositiva.
- En circunstancias especiales, reconoce su flexibilidad mediante un permiso
en caso de emergencia.

Este es el modelo adoptado por NCPP, que establece en su artículo 290 se impondrá
detención domiciliaria cuando, pese a corresponder prisión preventiva, el imputado:

a) Es mayor de 65 años de edad;


b) Adolece de una enfermedad grave o incurable;
c) Sufre grave incapacidad física permanente que afecte sensiblemente su
capacidad de dezplazamiento.
d) Es una madre gestante.

- Entre todas las razones señaladas en el párrafo anterior, la condición de las


medidas de detención familiar es que se pueda evitar razonablemente el peligro de
fuga u obstrucción.
- La detención domiciliaria debe realizarse en el domicilio del imputado o en otro
lugar designado por el juez y adecuado al efecto, supervisado por la autoridad
policial o una agencia pública o privada o un tercero designado para tal efecto.
- La duración de la detención domiciliaria es la misma que la de la prisión
preventiva. Las disposiciones de los artículos 273 a 277 se aplicarán según
proceda.
- Si desaparecieran los motivos de la detención domiciliaria identificados en los
incisos b y d del número 1, el juez ordenará la prisión preventiva del imputado
inmediatamente después del dictamen pericial.

9.2 EL TRATAMIENTO DE LA DETENCIÓN


DOMICILIARIA EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 1991

22
El arresto domiciliario se introdujo en nuestra legislación a través de la Ley de
Procedimiento Penal de 1991, que estipula el arresto domiciliario como una forma
externa, pero también se aplica a personas en situaciones especiales de vulnerabilidad.
Sin embargo, en la práctica, este número se ha aplicado en las siguientes situaciones:

- Una forma de comparecencia restringida extrema: En ausencia de


prisión preventiva (artículo 135 CPP), pero teniendo en cuenta la relevancia del
caso, la gravedad del delito cometido u otras circunstancias especiales.
- Una forma para evitar la libertad por exceso de detención
procesal: En un caso imputado por un delito de especial gravedad
(narcotráfico, robo agravado, secuestro, etc.), se emitió inicialmente una orden
de prisión preventiva, y se ha excedido el plazo estipulado en el artículo 137 del
CPP, pero al menos se no fue sentenciado en primera instancia.

Si bien las cifras de la detención domiciliaria son válidas, no podemos desconocer


que su efecto es similar al de la prisión preventiva. Al respecto, el Tribunal
Constitucional señaló:

No hay duda de que el arresto domiciliario supone una menor injerencia en la


libertad, porque conlleva una menor carga psicológica, pues, a diferencia de las
normas judiciales en prisión, las normas judiciales en el hogar son menos
estigmatizantes y evitan “delitos” que en prisión. fue expuesto en la entrada del
centro penitenciario. Sin embargo, no se puede desconocer que los objetos del
encarcelamiento temporal y la detención domiciliaria son similares, es decir, para
asegurar la eficacia judicial, ambos impiden que una persona tome la
autodeterminación con base en su libre albedrío.

En el contexto de la inseguridad civil actual, considerando que es posible la


liberación de personas procesadas por delito grave o vinculadas a organizaciones
criminales, el alcance de aplicación de la detención familiar continúa ampliándose,
especialmente cuando el período de detención ha expirado sin sentencia, lo que afecta a
los demás Derechos, como se ve a continuación

23
CONCLUSIONES:

La detención domiciliaria es una manera o forma a la cual se dispone al acusado por


un tiempo determinado donde a la autoridad judicial mediante una medida cautelar
ordena permanecer en su domicilio con limitaciones de derechos hasta donde se
determine si es culpable o no en el proceso penal, podríamos llamarlo como presunto.

Los derechos inherentes en la detención domiciliaria, son los derechos fundamentales


que tiene una persona acusada de un delito, en un proceso que nuestro ordenamiento
jurídico brinda garantías (proceso acusatorio garantista) en la que una persona con
detención domiciliaria solo se le restringe ciertos derechos, mientras que puede disponer
de todos sus demás derechos con la finalidad de poder satisfacer sus necesidades
propias.

La detención domiciliaria puede convertirse en detención arbitraria, proceder la


demanda de habeas corpus, cuando se ha convertido en una medida desproporcionada
de acuerdo a las circunstancias del caso concreto.

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25
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