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4. ¿Cómo seleccionamos y estructuramos la información?

ÍNDICE
1. Selección 
1.1. Objetivo
1.2. Análisis del lector
2. Organización 
2.1. Estructura general
2.2. Tipos de organizaciones
3. Bibliografia

1. Selección 

En este apartado se explicará cómo se selecciona la información de un texto especializado. A grandes rasgos hablaremos del objetivo de un
texto, del análisis del lector y de los distintos grados de especialidad de un texto.

1.1. Objetivo

Para crear un buen texto especializado es necesario tener claro su objetivo: queremos describir, explicar, dar instrucciones, ampliar una
información? Además, también es necesario saber qué se va a contar concretamente sobre cada tema, ya que la información de un ámbito
específico puede ser muy amplia y es recomendable acotarla.

Normalmente, el objetivo de un autor va más allá del simple hecho de explicar algo (Brusaw, 1987). Por lo tanto, como exponen Christropher Turk
y John Kirkman (1989), hay otros verbos que nos ayudan a definir nuestro objetivo como "describir","instruir", "especificar", "evaluar y
recomendar", "provocar un debate sin dirigirlo", "convencer", "ceder y disculparse", "protestar" o "rechazar".

Hay dos preguntas clave para establecer un objetivo claro (Brusaw, 1987). La primera es qué queremos explicar y la segunda porqué queremos
hacerlo. Pongamos por caso que a un trabajador se le manda analizar varias impresoras porque su empresa quiere renovar su equipamiento
informático. En este caso, el qué seria algo similar a "Un informe crítico comparativo sobre varios modelos de impresora". Por otro lado,
el porqué sería "para aconsejar a la empresa sobre cual es el mejor modelo y persuadirla para que lo compre". Con estas dos respuestas, la
tarea de redacción se vuelve más fácil. Como consejo, haz una prueba: intenta hacerlo antes de empezar a redactar, el trabajo será más ligero.

1.2. Análisis del lector

Otro punto que hay que tener en cuenta cuando se selecciona la información es quién leerá el texto, es decir, el lector. A parte de determinar qué
perfil de especialidad tiene, también es necesario saber en qué está interesado y qué espera del texto.

Según Cassany (1995), primero es necesario saber su objetivo, qué busca en un texto, para seleccionar la información. Además, se tienen que
tener en cuenta los conocimientos previos que tiene, hecho que ayuda a decidir qué conceptos tienen que ser explicados y cuáles no. También
son importantes las habilidades de procesamiento que el lector tiene, si entiende el lenguaje matemático, gráficos o otras lenguas. Por ejemplo,
en el proceso de redacción de unas instruccions de un aparato electrónico, el redactor técnico debe tener en cuenta que los destinatarios no
tienen sus conociementos sobre tecnología. Finalmente, se tienen que tener en cuenta la condiciones de lectura para poder hacerla más
agradable a través del diseño. No siempre es posible conocer al lector y el trabajo de analizarle para producir un texto que cubra sus necesidades
es complejo.

Una buena recomendación es intentar identificar a una persona prototípica que inculya los rasgos más generales de los lectores que un texto
tendrá. Brusaw (1987) recomienda hacer un listado de estas características. No obstante, el caso de que el grupo de destinatarios sea muy
variado, se acostumbra a tener en cuenta el punto de vista de los lectores que conozcan menos a fondo el tema en cuestión. Para los más
especializados no supondrá ningún problema el hecho de que el texto incluya información que ya conocen.

Antes de entrar a desglosar los tipos de lector, te presentamos un listado de pregunta que te pueden ayudar a identificar al destinatario
prototípico:
- Por qué se lee mi texto?
- Se lo lee por voluntad propia o porque se le ha encomendado?
- Quiere aprendre o simplemente informarse?
- Qué conocimientos previos tiene sobre el tema?
- De cuánto tiempo dispone?
- En qué condiciones leerá el texto?
- Qué postura toma ante el tema del que hablaré? Tiene prejuicios?
- Me conoce? Qué espera de mí?

Dentro de los tipos de receptores de un texto, podemos encontrar los especializados. Pearsall (1969) creó una clasificación de estos lectores:
1. Texto dirigido a un lector profano.

 Profano. No tiene conocimientos especializados del ámbito del que trata el texto, pero busca entenderlo y extraer una idea general. La
imagen 1  muestra un ejemplo de un texto en el que se ha hecho correctamente el análisis del lector. Es un texto especializado que
podría contener terminología muy específica. Por el contrario, su redactor entendió que iba dirigido a un tipo de lector profano que
necesitaba que el nivel de complejidad del texto fuera menor.

 Ejecutivo. Es un lector similar al profano aunque pide más detalles, pero dispone de poco tiempo para la lectura del texto.

 Experto. Tiene conocimientos especializados del ámbito que se trata y se fija en ellos. Exige más precisión.

 Técnico. Se sitúa entre el ejecutivo y el experto, pero intenta entender la aplicación práctica para llevar el texto a la realidad.

 Operario. No tiene un gran nivel de conocimientos pero busca entender la información que tiene y aplicarla en su trabajo

Por otro lado, Cassany (1995), crea otra categorización que distingue distintos lectores en el proceso de creación y lectura de un texto y que se basa en los
ámbitos de la emisión y la recepción. Desde el punto de vista de la emisión, encontramos dos tipos de lector:

 Coautor. Tiene el mismo poder de editar el texto que el mismo autor.


 Supervisor: También tiene capacidad de decisión sobre el texto, pero no durante el proceso de redacción, sinó que al final.

Desde el punto de vista de la recepción, además, encontramos los lectores:

 FIltro. Es quien decide si un texto se distribuye o no.


 Principal. Es el más importante, el destinatario real de un texto.
 Secundario. No es tan relevante como el anterior, pero también tiene acceso directo al documento.
 Indirecto. Recibe la información a través de un lector principal o secundario, pero no se lee el documento.
 Periférico. Llega al texto por casualidad.

2. Organización 

Antes de empezar a redactar un texto, incluso antes de plantear su esquema, es importante tener en cuenta cómo se organizará la informació. En redacción
a menudo se habla de la estructura prototípica de introducción, cuerpo y cierre, pero es recomendable ir más allá y centrarse en otros aspectos más
específicos. Hay muchas clases de textos especializados y, por lo tanto, también hay muchos métodos de organización. Nos centraremos, en primer lugar,
en las pirámides, una teoría introducida por Turk i Kirkman en el 1989 y reescrita por Cassany (2007), y, seguidamente, hablaremos de tipos más concretos
de organización.
2.1. Estructura general

2. Pirámides

Una organización muy típica en los textos de especialidad es la de pirámide. Para entenderlo bien es necessario que nos imaginemos dos pirámides como
las de la imagen 2, una con la base debajo y la otra al revés. La primera se refiere a la información del texto, mientras que la segunda, al número de lectores.
De este modo, la pirámide del texto se explica desde la punta, dónde encontramos el título y el resumen, y se va agrandando a medida que la información se
va detallando. Para acabar, la base contiene los anexos, que son los datos completos con los que se ha elaborado el texto. En cuanto a la pirámide invertida,
en la base, que coincide con la punta de la otra pirámide, es dónde se concentran más lectores, mientras que en la punta, menos. Así se expresa que los
lectores disminuyen a medida que el texto avanza y solo prosiguen con la lectura los que quieren llegan al máximo número de detalles e información.

2.2. Tipos de organitzaciones

Debemos tener en cuenta que, por ejemplo, no es lo mismo redactar unas instrucciones que describir cómo es un aparato electrónico. En las instrucciones
es importante que el lector pueda seguir secuencialmente o de forma cronológica las indicaciones que se dan. Por el contrario, en la descripción de un
aparato electrónico es imoprtante ordenar la información siguiendo unos criterios más bien espaciales. Charles T Brusaw (1987) expone las características
más importantes de cada tipo de organizació en la obra Handbook of Technical Writing:

Causa-efecto

Éste es un método muy útil cuando el objetivo del redactor es explicar la causa o las consecuencias de algún hecho. El texto tiene que facilitar la
comprensión de cuál es la causa o el efecto de un evento y, por lo tanto, las dos partes tienen que estar claramente divididas. Es un ejemplo prototípico el
informe sobre un accidente de tráfico que se redacta para las aseguradoras en el que se explica cómo ha sido un accidente y las consecuencias que ha
tenido en el vehículo.

Comparación

Plantear un texto en forma de comparación ayuda a facilitar la comprensión del lector. El objetivo principal de este método de desarrollo es
destacar la similitudes y las diferencias entre dos o más elementos. Una comparación puede ser presentada de dos formas:
- La primera es presentar cada elemento como un conjunto. De este modo se exponen primero las características de uno y, después, del otro.
- Por otro lado, se pueden comparar una a una las caracterísitcas de cada elemento. Un ejemplo de texto organizado que sigue este método sería un informe
que comparase varios tipos de productos con la finalidad de que una empresa escogiera un modelo.
3. Información ordenada de general a más
específica.

Cronológico

La organización cronológica de un texto consiste en describir hechos de forma secuencial. Los documentos que suelen seguir este orden son los relatos o
las explicaciones de situaciones. Un artículo sobre el proceso que se ha seguido en un laboratorio para realizar un experimento es un claro ejemplo de esta
organización.

De general a específico

Un texto organizado con este método parte de una afirmación general en la cual se irá profundizando durante el documento. En general, se utiliza en
artículos en los que solo se trata un aspecto que tiene diversos matices que deben ser explicados. El texto de la imagen 3 está organizado siguiendo este
método. Es un prospecto de un medicamento que empieza explicando qué es el producto para ir evolucionando hacia información más específica como los
efectos adversos. El último punto es el más concreto, ya que en él se expone información adicional sobre el medicamento.

Definición

Una definición consiste en identificar las cualidades principales de un concepto y exponerlas de la forma más clara posible. Para determinar la extensión y la
profundidad de una definición se debe tener en cuenta el grado de conocimiento del destinatario. Acostumbran a ser textos muy breves. De hecho, si ocupan
más de una frase se llaman definiciones extendidas.

División i classificación

La división i clasificación es una de las formas más efectivas para desarrollar un tema complejo. Consiste, básicamente, en fragmentar un tema de manera
lógica teniendo en cuenta las partes más importantes y desarrollarlas en distintos apartados. Además, ayuda al lector a hacerse una idea del contenido solo
con un vistazo.

Espacial

El método espacial consiste en describir un objeto, un proceso o un lugar teniendo en cuenta la organización física de los elementos que lo forman. El trabajo
del autor es muy sencillo en este método, ya que sigue la idea que tiene en la cabeza sobre lo que está describiendo. Por el contrario, para el destinatario es
más difícil acabar con una idea global del elemento descrito. Se utiliza, por ejemplo, en descripciones la distribución del equipamiento de una sala de
máquinas o en propuestas de diseño de algún espacio.

Específico a general

En este método el texto parte de una afirmació específica. A partri de ésta, se va construiendo el tema hasta llegar a una conclusión general. Es util, por
ejemplo, para hablar de un tema a partir de un hecho o una situación concreta. En un texto sobre seguridad vial, pongamos por caso, se podría utilizar un
caso concreto de un accidente como introducción.

Orden de importancia creciente

Este método es similar al anterior y recomendable cuando el objectivo del redactor es que el lector tenga presentes las ideas más relevantes al acabar de
leer un texto. De este modo, se empieza con los aspectos menos importatnes, que sirven de introducción, y cuando el destinatario termina la lectura tiene las
ideas principales más frescas. Es una buena opción cuando las ideas de un texto van evolucionando hasta la conclusión de este. Es un método muy
utilitzado en presentaciones orales en las que se expone la idea más importante al final para que el público la retenga.

Orden de importancia decreciente

Al contrario que el anterior, este método consiste en exponer en primer lugar los puntos más relevantes de un aspecto (según el criterio del autor) e ir avan
avanzando hacia los que se consideran menos importantes. Es útil para redactar artículos que no tengan un destinatario contreto, ya que puede ser que a
algunos lectores les interese leer todo el documento o a otros a quien solo los puntos más importantes. Es muy recomendable cuando se quiere captar
rápidamente la atención del lector.

Secuencial

Es la forma más efectiva de explicar un proceso. Es un método fácil de seguir, ya que los diferentes pasos de un procedimiento están divididos en puntos
separados. Para el lector es muy sencillo identificar cuando acaba una parte del proceso y empieza la siguiente, aunque la lectura puede acabar resultando
monótona. Cualquier tipo de instrucciones son el texto más usual con esta organización.

3. Bibliografia

Brusaw, Charles; Alred, Gerald; Oliu, Walter. Handbook of Technical Writing. Nueva York: St. Martin's Press, 1987. 3ª ed.

Cassany, Daniel. Intervenció en la comunicació escrita de les organitzacions. Tesis doctoral. Barcelona: Universitat de Barcelona, 1995. Microficha.
Cassany, Daniel. Afilar el lapicero. Guía de redacción para profesionales. Barcelona: Editorial Empúries, 2007.

Pearsall, Thomas. Audience Analysis for Technical Writing. Glencoe: 1969.

Rubens, Philip. Science and Technical Writing. A Manual of Style. Nueva York: Henry Holt and Company: 1992. 2ª ed.: 2007.

Turk, Christopher; Kirkman, John. Effective Writing. Improving scientific, technical and business communication . Londres: E.& F.N. SPON: 1989. 2ª ed.

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