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Comunitaria.
Algunos presupuestos teóricos
Matías Asún Hamel
Introducción
Resumen
Lecturas recomendadas
Referencias bibliográficas
Términos clave
• Conciencia crítica
• Identidad comunitaria
• Investigación acción participativa (IAP)
• Medicaid
• Medicare
• Psicología Comunitaria
• Psicología Social Comunitaria
11 Psicología de la Intervención Comunitaria
ltziar Fernández Seda no,/. Francisco Morales Domínguez y Fernando Molero Alonso (Coordinadores)
Objetivos
La corriente norteamericana
una o varias personas; por ejemplo, desde la muerte hasta ganar un premio. En
palabras de Bernstein y Niftzel (1988) "/a intervención en crisis es una técnica
para ayudar a las personas a que manejen de una manera efectiva los problemas
que en apariencia son abrumadores en el momento en que ocurren [y, de esta
forma] las intervenciones se destinan a personas que de otra manera carecerían
de los recursos suficientes para manejar la crisis de una manera adecuada".
e) El quinto principio establece que debe fomentarse "el sentido de comunidad",
y operar sobre ella apuntando al "fortalecimiento de la capacidad de una
comunidad o grupo para plantear y crear su propio cambio" (Bernstein y Niftzel,
1988). Esta cuestión se trata ampliamente en el Capítulo 3.
Autores Definición
1
Bennett, Anderson, El estudio de los procesos psicológicos generales que vincula los sistemas sociales con
Cooper, Hassol, la conducta individual en una interacción compleja. Las aclaraciones conceptuales y
Klein y Rosenblum experimentales de estos vínculos proporcionan la base de los programas de acción que
(1966) se dirigen hacia la mejora del funcionamiento individual, del grupo y del sistema social.
Una disciplina cuya meta es modificar la conducta humana mediante la intervención
Reiff (1968)
a nivel del sistema social.
El campo de la Psicología que intenta resolver los aspectos sociales en lugar de los
Bloom (1973)
problemas particulares de cada individuo.
El estudio del impacto psicológico de las comunidades próximas y distantes, la
Sarason (1973) evolución de las comunidades, y las maneras de cómo el conocimiento psicológico
puede aplicarse a la facilitación del cambio social adaptativo.
El campo de la Psicología que estudia las transacciones entre el sistema social, las
poblaciones y los individuos; que desarrolla y evalúa los métodos de intervención
Murrell (1973) que propicien "adaptaciones" entre las personas y sus ambientes; que plantea y
evalúa los sistemas sociales, y que a partir de dicho conocimiento y cambio busca
aumentar la cantidad de oportunidades psicológicas para la comunidad.
Una disciplina que acentúa la importancia de una perspectiva ecológica en la interacción,
dando a entender que se puede mejorar la adaptación entre las personas y su ambiente,
Rappaport (1977)
al crear nuevas opciones sociales y desarrollar los recursos personales en lugar de
realizarlo mediante la eliminación de las debilidades de los individuos o sus comunidades.
Una disciplina que se interesa en particular con el cambio social, la organización e
implementación de los cambios que se plantean, la elaboración y conducción de los
Mann (1978) programas de servicios que proporcionen el cambio social, y el desarrollo de los
recursos y procesos de la comunidad para el manejo de las repercusiones futuras de
los cambios sociales.
Fuente: adaptado de Bernstein y Niftzel (1988).
Introducción a la Psicología Comunitaria. Algunos presupuestos teóricos
M a tías Asún Hamel
11
En las definiciones que se terminan de exponer, hay claramente una diversidad
de posiciones respecto a la ambición o alcance de la misma, ya sea desde una
"práctica psicológica", o desde un "conocimiento acerca de", pero en ambos casos
destacando la formación disciplinar para producir y validar la intervención aplicada
sobre el individuo en su entorno físico, social y comunitario.
La corriente Latinoamericana
Uno de los textos que ha tenido mayor impacto en esta corriente se denomina
"Vidas Paralelas: Psicología Comunitaria en Latinoamérica y en Estados Unidos", de
la psicóloga venezolana Maritza Montero, publicado en 1994. En él se destacan
dos elementos relevantes; el primero, de carácter explícito, consiste en establecer
una distinción entre los desarrollos que ocurren "al norte del Río Bravo" (es decir en
Estados Unidos), de los que suceden al sur del mismo, esto es, de fijar una frontera
entre lo que acontece en cada sector continental. El segundo, de carácter implícito,
la comparación, como forma de establecer el "desarrollo", las aportaciones y los
avances de lo comunitario en este gran lado de la frontera. En torno a esta misma
idea Enrique Saforcada subraya que el desarrollo de la Psicología Comunitaria en
Latinoamérica "se apartó significativamente de las orientaciones norteamericanas
[ ... ].Sus fuentes iniciales fueron otras ... " (Saforcada, 1992). Y con esto se refiere
fundamentalmente a que el inicio y desarrollo de esta corriente tiene más que ver
con los eventos sociales que se sucedieron en las últimas décadas de nuestro pasa-
do reciente.
Respecto de la génesis de la Psicología Comunitaria en América Latina, la autora
nos dice que "resulta difícil cifrar su origen en una fecha específica", pues su auge y
desarrollo está ligado a diversos procesos políticos y sociales, que durante las déca-
das de los cincuenta a los ochenta del S. XX dinamizaron la actividad académica, la
vida social, y, en mayor o menor forma, a toda América Latina (Montero, 1994).
Es por ese motivo que no existe acuerdo absoluto respecto al significado y validez
real de "marco teórico", "modelo teórico" y "marco conceptual". No obstante, una
conceptualización ampliamente extendida es la que desarrollan lrma Serrano-García
y Sonia Álvarez (1992) quienes definen un marco conceptual como un conjunto de
premisas básicas y valorativas, conceptos fundamentales, y desarrollos metodológi-
cos -tanto de intervención como de investigación- que dan origen y orientan a una
forma de hacer Psicología Comunitaria. Es decir, bajo estos parámetros, pueden iden-
tificarse con relativa claridad modelos, enfoques u orientaciones diferenciadas dentro
de la Psicología Comunitaria, que pueden convivir en un período de tiempo dado.
Comenzaremos analizando el marco de Psicología Clínica Comunitaria.
En este marco es posible distinguir tres modelos diferentes (véase más adelante),
los cuales comparten un núcleo en común, a saber; el énfasis en la salud mental.
Esto, sin duda, implica más problemas que ventajas a la hora de identificar un mar-
co conceptual, pues la salud mental es un elemento compartido con otros profesio-
nes, enfoques y programas. Sin embargo, este ha sido el elemento determinante y
debe considerarse de acuerdo a su evolución. Es importante señalar, que aunque el
concepto haga relación a la salud mental y esta esté asociada a los servicios profe-
sionales de salud, lo cierto es que en Psicología Comunitaria nos referimos a la
práctica que lo aplica en diversos ámbitos a través de modelos operativos. Puede
tratarse de cuidado de enfermos, recuperación de adicciones, manejo de la ansie-
dad en contextos de crisis, propuestas de desarrollo cultural en barrios (tal y como
se expone en el Capítulo 3), etc.
De esta forma, los principales métodos utilizados en este modelo son la inter-
vención en crisis, la terapia breve y la consulta en salud mental, enfatizando una
mirada empírica y epidemiológica en torno a la evaluación de impacto de los pro-
gramas. Los principales elementos conceptuales que se rescatan de esta propuesta
son la salud mental positiva y el énfasis preventivo y promociona!, entendiendo
por el primero no sólo la definición de salud como "inexistencia" de enfermedad
si no como una orientación al desarrollo de la misma, y por el segundo, una orien-
tación en torno a la adopción de perspectivas integrales, que involucren nuevas
formas de accionar -por ejemplo, a través de educación, generación de hábitos de
auto-cuidado y diagnóstico precoz en la práctica de la salud (Sánchez Vidal,
1991).
Modelo conductual-comunitario
El supuesto de base es que una persona con limitados recursos materiales y eco-
nómicos, producto de una vida estresante, obtiene peores resultados que otra con
recursos adecuados, pudiendo incluirse además, el "apoyo social" (este término
puede consultare en el Capítulo 4) y las "estrategias de afrontamiento" que la perso-
na adopte frente a sus dificultades. De esta forma, y tal y como se recoge en la Figu-
ra 1.1, son tres los escenarios posibles para una persona frente a esas circunstan-
cias: 1) crecer psicológicamente como resultado de una evaluación positiva de su
experiencia, 2) ningún cambio psicológico sustancial, o, 3) desarrollar una psicopa-
tología, de carácter disfuncional, persistente y probablemente auto mantenida
(Chacón y García, 1998).
Crecimiento
,psicológico
El marco organizacional
Marco ecológico
Marco transaccional
Según Chacón y García (1988) este marco puede entenderse como una amplia-
ción del marco ecológico integrando principios de la Psicología Evolutiva, centrán-
dose en la dimensión temporal de los cambios que van ocurriendo a medida que se
desarrolla la intervención. De esta forma, el objeto de la Psicología Comunitaria
que sigue este marco es "la compresión de la disfunción y la salud emocional y
conductual de las personas que se desenvuelven en escenarios físicos, psicosocia-
les y políticos", permitiendo así comprender como se desarrollan determinados
estados emocionales y patrones conductuales, al mismo tiempo que sienta las bases
para su modificación o prevención. Según los autores los principios de este marco
pueden resumirse de la siguiente forma:
11 Psicología de la Intervención Comunitaria
ltziar Fernández Seda no,/. Francisco Morales Domínguez y Fernando Molero Alonso (Coordinadores)
b) Directividad, en tanto los sucesos que ocurren en una comunidad están deter-
minados por las características y experiencias presentes y pasadas de los
miembros de la misma y su entorno. Esto implica que lo que ocurre se con-
ceptualiza como un proceso, que debe ser adoptado en el análisis del campo
de trabajo.
Antes de empezar con este último marco vale la pena aclarar que este corres-
ponde a un conjunto de teorizaciones que, al igual que en el caso del marco sobre
la salud mental, no comparten supuestos teóricos que permitan afirmar una cierta
relación de unidad. Se trata más bien de un conjunto de orientaciones a las que la
categoría de marco es difícilmente aplicable de modo directo. El denominador
común, si antes fue el énfasis en la reconceptualización de la salud mental, ahora lo
es respeto de la necesidad de contar con enfoques en torno a problemas sociales
que incidan en la vida de las personas en comunidades, bajo el supuesto de que, en
diversos aspectos, dichos problemas guardan relaciones entre sí, apuntando la cau-
sa última a la estructura social dominante. Esto supone, en un primer momento, que
los servicios y respuestas actuales frente a dichas problemáticas, no dan abasto (son
ineficientes) frente a las necesidades que dichos problemas plantean. Una forma de
actuar, frente a esta situación es la de suponer que la organización de los residentes
y miembros de la comunidad implicados en el problema permite hacerle frente de
mejor forma.
Evidentemente, este marco -si podemos denominarlo así- critica las posibilida-
des que la Psicología clásica tiene para explicar problemáticas que rebasan el cam-
po de lo intrapsíquico, o de "lo psicológico", pues su enfoque no está orientado
hacia la comprensión de los problemas reales con los que se enfrenta la sociedad,
intentando producir un marco (o un conjunto de marcos) que permitan entender
cómo los sistemas sociales producen reacciones psicológicas, y que, al mismo
tiempo, posibilite establecer una forma de intervención sobre dicha relación (Cha-
cón y García, 1998). En este sentido este marco resalta la necesidad de "devolverle
11 Psicología de la Intervención Comunitaria
ltziar Fernández Seda no,/. Francisco Morales Domínguez y Fernando Molero Alonso !Coordinadores)
Kurt Lewin, psicólogo polaco. Fue profesor en Berlín y perseguido por los nazis huyó a Estados
Unidos. Se le considera el fundador de la Psicología Social y contribuyo al desarrollo de la ges-
talt, la teoría de campo, así como a la investigación-acción.
minados contextos histórico políticos, como los de América Latina durante su pasa-
do reciente, en donde -en palabras de Ignacio Martín-Baró (1990)- la militariza-
ción, la injusticia estructural y los regímenes opresivos acompañados de violaciones
del orden institucional reconceptualizan los parámetros de a quién se debe apoyar y
de qué forma es posible dicha ayuda.
Por lo mismo, y en la medida de que el clima político y social ha disminuido la
efervescencia de décadas pasadas, el apoyo directo de este marco ha ido en descen-
so, priorizándose al rescate algunos de sus presupuestos, fundamentalmente aque-
llos que permiten una lectura de cómo el proceso participativo se articula con la
estructura social, pero se han desechado otros, como el énfasis en la libertad de
acción de la propia comunidad.
1. Contexto y ecología.
2. Las relaciones recíprocas entre el individuo y el sistema social o ambiental.
3. La dimensión temporal.
4. La directividad de los sucesos.
5. El conocimiento como fenómeno construido.
5. Las interrelaciones entre el observador y el observado.
6. La subjetividad y la perspectiva de los grupos implicados.
7. La investigación-acción.
8. La fiabilidad de las observaciones.
Lecturas recomendadas
http://www.portalpsicologia.org/
Página web que vincula con recursos teóricos, metodológicos y técnicos de la
Psicología contemporánea.
http://www.comunitarios.cl
Red de trabajo comunitario libre y cooperativo. Sitio dedicado al intercambio de
información sobre trabajo comunitario y prácticas de organización comunitaria.
11 Psicología de la Intervención Comunitaria
ltziar Femández Seda no,/. Francisco Morales Domínguez y Fernando Molero Alonso (Coordinadores)
Referencias bibliográficas