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Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra

Santiago de los Caballeros

Presentado por:
Nathasha Celeste Rodríguez Gómez.

Matricula:
2021-4315

Asignatura:
Preguntas fundamentales de la existencia.

Título:
¿La muerte, el paraíso terrenal o celestial? 

Profesor:
Jesús María Polanco Martínez.

Fecha de entrega:
16-11-2021
Introducción
La muerte no es más que un fin de un ciclo y el inicio de uno nuevo.
El hombre constantemente ha tenido una actitud de fascinación y de negación,
sabemos que la vida es como un cristal, sencillo, débil, transparente, entre otras
cualidades, donde la muerte esta entrelazada a ella y puede venir en cualquier
momento, edad; pero apartemos esta ansiedad por un empeño encarnizado de
negar la muerte, nuestra y de las personas las cuales amamos. Esto ha causado
que las personas se aferren a la vida. Esto ha causado que las personas se
aferren a la vida y ha generado un drama hacia la muerte, un temor.
Esta investigación tiene como objetivo dar respuestas sobre ¿Qué
hay más allá de la muerte?, plasmado con diferentes puntos de vistas y
pensamientos.
Es que siempre se ha discutido que después de la muerte solo hay
descomposición de la materia que componía o compone al ser humano;
mediante que en otros puntos de vistas se piensa que existe la salvación o
condenación del alma de la persona que ha fallecido, en ambas suposiciones se
tiene en cuenta que pasa algo después de la muerte. Pero, ¿Qué hay en realidad?
Desarrollo
Desde que el ser humano entendió sobre la muerte ha tenido grandes
dudas sobre ¿Qué hay más allá?, ¿Dios me juzgará?, entre otras preguntas. La
humanidad está concentrada con la idea de dejar de existir en un mundo
terrenal, aunque esa constante ansiedad sobre el más allá proviene de labios de
personas que deberían tener mayor conocimiento sobre esto, sin embargo,
oímos frases como: ¨la implacable guadaña de la muerte¨, ¨Tronchada en la flor
de su edad¨, ¨desaparecido para siempre¨, ¨Todo acabó para él¨, ¨pérdida
irreparable¨, entre otras, al hablar sobre las personas ya fallecidas, como si
dieran a entender que ya no existen y no son nada.
Sobre todo, esto pasa en el mundo occidental donde predominan
estas pesimistas y escépticas ideas, a pesar de que la religión cristiana donde se
describe las positividades del cielo en tan vigorosos y atractivos términos que
todos sus fieles deberían desear el tránsito a tan feliz y dichosa vida.
Si los cristianos creyeran en verdad lo que su esotérica religión les
enseña y promete, en vez de lamentarse de forma amargada y vestirse de luto
con colores: blanco, negro y morado cuando alguno de sus deudos y allegados
muere con las debidas disposiciones, habrían de entonar cantos júbilo y
engalanarse floridamente por haber pasado el ser querido a la dichosa, feliz y
bienaventurada vida celeste.
La generalidad de las gentes, no obstante, la fe que profesan, temen
la muerte, les espanta su imagen y les conturba su recuerdo con invencible
terror. Sin embargo, quienes conocen la ilusión de la muerte no experimentan
tan siniestras emociones; y aunque naturalmente sientan la temporánea
separación del ser amado, saben que no lo han perdido para siempre, sino que
tan sólo pasó a otra fase de vida y que nada de él se ha aniquilado.
Una de las ideas elementales de la filosofía yogi que es resultado de
la más difícil comprensión para la ordinaria mentalidad occidental, es la de los
planos de la vida; y esta dificultad sube de punto cuando el estudiante
occidental trata de comprender las enseñanzas yogis referentes a la vida
ultraterrena.
La mentalidad occidental insiste en concebir ubicada en un lugar la
vida del alma después de la muerte física. De ello tiene gran parte de culpa la
teología occidental, aunque también se ha de considerar la propensión de la
mentalidad occidental a considerar en términos de objetiva existencia la vida ya
desligada del mundo objetivo. Las personas vulgarmente religiosas de
Occidente creen que el "cielo" es un lugar situado en algún punto del espacio,
con hermosas viviendas de piedras preciosas y calles pavimentadas de oro. Aun
quienes han trascendido esta pueril idea no alcanzan a concebir su cielo como
un estado y no como un lugar.
Para la mentalidad occidental es muy complicado formar una
definición abstracta del cielo y por ello trata de forzar que este está situado en el
espacio, por otro lado, esta mentalidad concibe de manera fácil la idea de los
diversos planos de existencia.
Existen pensadores occidentales que felizmente declararon que no
podían poner a un lado su concepto de ¨planos¨ del de una superficie plana de
sustancia material, sin embargo, este desarrollo esta errónea como el de lugar.
Es que por plano se entiende como un estado de conciencia y no un lugar en
cualquier sentido que se tome esta palabra.
También, un plano es la condición o estado de actividad de la
energía espiritual en que el Cosmos vive y se mueve y tiene su ser. En
determinado punto del espacio puede haber varios planos de actividad.
Según el libro la vida después de la muerte de Yogi Ramacharaka,
pone como ejemplo: tomado del mundo físico la ordinaria vibración del sonido.
Puede el aire estar lleno de muchas notas musicales. Cada nota corresponde a un
grado de vibración acústica. Las notas ocupan la misma posición en el espacio y
sin embargo no se entorpecen unas a otras en cuanto a la ocupación de lugar en
el espacio. Es un axioma de física que dos cuerpos materiales no pueden ocupar
el mismo lugar a un mismo tiempo; pero millares de vibrantes notas pueden
ocupar el mismo lugar al mismo tiempo, como sucede cuando una nutrida
orquesta interpreta una composición musical.
Aunque, algunos autores científicos han escrito fantásticos relatos de
índole jocosa sobre los diversos mundos, sin darse cuenta de que con ello
simbolizan una verdad metafísica.
Cabe destacar que la filosofía yogui enseña que cada plano
representa un grado distinto de energía vibratoria, pero no de materia. La
materia, en su más sutil modalidad, es una baja modalidad de energía vibratoria,
mas hay materia superiormente sutil respecto de la más sutil que hoy conocen
los fisicoquímicos, cómo ésta lo es respecto de la más compacta y dura roca.
Allende el plano de la materia se elevan plano sobre plano de
supernatural energía, que ni en sueños son capaces de sospechar los
fisicoquímicos. Sin embargo, para eficacia del ejemplo cabe decir que es
posible imaginar todos los planos a un tiempo en el mismo punto del espacio.
Así vemos que el concepto de plano nada tiene que ver con el de espacio. De lo
expuesto inferirá el lector que al hablar de los planos de existencia extraterrena
no indicamos en modo alguno lugares o regiones de espacio.
Hay que destacar que esta filosofía no tiene nada que ver con las
doctrinas que suponen determinados lugares para el cielo, el purgatorio, el
infierno, el limbo o sus análogos según las diversas religiones exotéricas. No
admite semejantes lugares, aunque reconoce el virtual fundamento de las
enseñanzas respecto a ellos. En este volumen no trataremos de los innumerables
planos de existencia manifestados en el universo, sino que nos contraeremos a
considerar los planos peculiares del mundo astral en que residen las almas
desencarnadas que vivieron en la tierra, y al que suele llamársele el "mundo
espiritual" de la humanidad.
Existen muchos planos y subplanos de existencia en el vastísimo
mundo astral, así denominado en distinción del mundo físico que le es
inmediatamente inferior en la escala vibratoria. Cada plano y subplano tiene sus
peculiares características y fenómenos, Sin embargo, las mismas leyes y
principios generales rigen en todos ellos.
Pero antes de pasar a la consideración del mundo astral insistamos
una vez más en el concepto de "plano" a fin de que no haya duda acerca de su
significación. Al hablar del "ascenso" de un plano inferior a otro superior, o del
"descenso" de uno superior a otro inferior, se da a entender que exista un "subir"
o "bajar" como por una escalera, ni tampoco que se haya de pasar de una
superficie a otra de diferente nivel, y aun resulta inexacto el conocido símbolo
de surgir del fondo a la superficie del océano.
Ahora bien, los estudiantes de ocultismo, que eran orientales como
occidentales, descubren que las obras de los autores antiguos autores que
demostraron muchas referencias a los planos constituyentes del mundo astral
que es superior al mundo físico dándose a notar una gran diferencia en el
empleo de los términos.
Diferentes autores denominan el plano astral a toda la serie de planos
que desde el mundo físico se suceden hasta el plano espiritual exclusivo, es
decir su naturaleza es un arcano (es algo muy difícil de conocer por ser
recóndito), para la mente del hombre vulgar.
Entre los modernos cronistas hay quienes denominan con el nombre
de plano astral los planos dependientes del mundo astral que están más cercanos
al mundo físico. Estas divergencias en punto a terminología confunden a los
inexpertos en el estudio del mundo inmediatamente superior, al físico.
En este volumen, como en los demás, hemos seguido el ejemplo de
los autores antiguos y damos el nombre de mundo astral al conjunto de planos
que desde el físico se suceden hasta el plano espiritual, ambos extremos
excluidos. Hemos preferido esta denominación colectiva por lo más sencillo y
porque no confunde al estudiante con diferentes denominaciones técnicas.
El mundo astral consta así de numerosos planos y subplanos que se
extienden en serie ascendente desde el más cercano al mundo físico hasta el más
cercano al mundo espiritual. Entre estos dos extremos se puede observar
innumerable variedad de fenómenos y fases de existencia. En los subplanos
inferiores del mundo astral se manifiestan las actividades psíquicas llamadas
clarividencia, clariaudiencia, telepatía, psicometría, etc.
También se manifiestan en estos subplanos inferiores ciertas formas
de ectoplasmas, espectros y otras apariciones de almas desencarnadas que a
veces perciben el hombre y algunos animales.
Es más, los colores astrales son los de las auras que circuyen el
cuerpo físico de todo ser humano, y se manifiestan en algunos subplanos del
astral.
En otros subplanos se manifiestan los fenómenos psiquismo, las
formas de pensamiento, las ondas y nubes mentales que influyen en la mente y
el ánimo de quienes tienen su misma tónica psíquica.
Muchos se perjudicaron gravemente por haber penetrado en estos
ínfimos subplanos sin exacto conocimiento de ellos, y no pocos se lisiaron de
cuerpo y mente por la imprudencia de haber establecido condiciones psíquicas
que los forzaron a actuar en dichos subplanos. A estos imprudentes se les puede
aplicar el antiguo adagio que dice: «los locos se meten donde temen entrar los
ángeles». Algunos subplanos inferiores del astral están llenos de las formas
astrales de los desencarnados que todavía sienten afición a las cosas terrenas.
Fácilmente se comprende la ingrata sensación experimentada por las
personas sinceras cuando asisten a las sesiones en que se comunican los
«espíritus», si se conoce la verdadera índole de las entidades que habitan en los
subplanos inferiores del astral. Algunas de ellas son tan truhanas que
frecuentemente se fingen parientes y amigos del que evoca a los difuntos. En los
subplanos superiores moran las almas desencarnadas de evolucionada
espiritualidad.
Es el "cielo" de las religiones que cada cual describe según su credo
tradicional. Y así como las religiones concretaron la idea del "infierno" en
oposición a la de "cielo", así también en el mundo astral hay subplanos
inferiores donde las almas desencarnadas que en la tierra tuvieron brutales
inclinaciones sufren las forzosas consecuencias de sus obras.
La diferencia está en que el infierno o lugar inferior del mundo astral
no es eterno, sino que el alma desencarnada puede purificarse y aprovechar la
ocasión que se le depara de mejorar de ambiente. La idea católica del
"purgatorio" también tiene su realidad en algunos subplanos inferiores del
astral, donde, como dice el espectro del padre de Hamlet: "las insensatas culpas
que cometí en el mundo se están quemando para purificarme".
Ahora bien, ya definidos los diferentes conceptos de los planos de la
tierra, el alma y las ideas de las regiones y de las personas de occidentes y
orientales, viene la forma en que la ciencia explica la muerte.
Si nos enfocamos en la parte científica, ciencia, que informa que
existe más de una definición sobre la muerte porque no es lo mismo estar
legalmente muerto para ser enterrado que ser certificado muerto para que tus
órganos sirvan para trasplante.
Cuando el cuerpo deja de respirar, cesa el funcionamiento de
nuestros órganos, la sangre no fluye y se detiene la actividad cerebral cuando
esto ocurre por razonamiento deductivo se puede dar a notar que estamos
muertos y en ese momento no hay vuelta atrás. Aunque cuando alguien muere
según investigaciones no está solo porque sigue habiendo millones de
microorganismos sin los cuales el ser no habría podido sobrevivir y estos no se
mueren siguen activos, dirigiéndose y reproduciéndose.
La ciencia tras estudios observó que el organismo no muere de
inmediato, sino que va por fase las cuales se describen de la siguiente forma:

1. El cuerpo se deforma por el gran amontonamiento de gases


producidos por las bacterias, se hincha y se vuelve
irreconocible.

2. El cuerpo cambia de olor, es decir deja de producir su olor


natural para dar a oler el olor de las bacterias, lo que se conoce
como olor a cadáver.

3. Se van acercando moscas que no son las que vemos


normalmente, sino que son carroñeras, que son brillantes, de
color azul o verde metálico y son más gordas de la que hemos
visto habitualmente.

4. Las moscas ponen sus huevos en ellos, generalmente en los


orificios y cavidades porque si los ponen en la superficie se
pueden secar y de ahí viene el término cadáver ¨datar la carne
con los gusanos¨.

5. Las larvas empiezan a comer el cadáver. Se comen los tejidos


blandos y lo hacen tan rápido que pueden dejar un cuerpo en
los huesos en pocos días.

6. Y ya aquí es donde el cadáver entra en descomposición activa.

Ahora bien, ¿Qué hay después de la muerte?, para diferentes


personas el alma muere, hay otra oportunidad para remediar los males, habrá un
purgatorio, nos convertiremos en una estrella o seremos almas que andan en el
subplano en busca del perdón.
Las grandes respuestas a esta pregunta dependen de la creencia que
tenga el ser humano, es por eso que si nos enfocamos en la parte religiosa
escuchamos que existe un mundo de los espíritus donde se espera el regalo de la
resurrección, donde nuestro espíritu se reunirá con el cuerpo, es decir,
renacemos nuevamente, con otro nombre, con otra familia y otro final. También
se dice que la resurrección es donde el humano no puede morir de nuevo y será
perfecto, libre de dolor, enfermedades e imperfecciones, debido a que, el
amor infinito de Jesucristo que todos podremos ser resucitado.
Durante este proceso cada uno será juzgado individualmente por
Jesús, el juicio final se basará en nuestros deseos, acciones y decisiones. El
juicio será de misericordia, sanación y amor. Donde la meta final de Dios es
ayudar a todos sus hijos a que regresen a vivir con Él en el reino celestial,
aunque, son nuestras decisiones aquí y ahora las que decidirán dónde pasaremos
la eternidad. Todo depende si hacemos a pie de la letra los mandatos de Dios.
Según la ciencia, nadie regresa después de la muerte y como no hay
evidencias de experiencias las cuales no se puede creer de personas que han
estado clínicamente muertas. En cuanto a la pregunta principal esto da como
respuesta que la ECM se debe a una actividad cerebral fallida y que el túnel de
luz, así como la sensación de tranquilidad, comunes en gente que no tiene
ninguna relación y esto ocurre a causa de la pérdida aguda indolora de visión en
la retina.
Con respecto a la percepción de levitación del cuerpo flotando, que
relatan las personas que aseguran haber vivido una ECM, la ciencia la compara
con ciertas experiencias que suceden durante la fase del sueño, caracterizadas
por los movimientos oculares rápidos, también conocidas como ciclos del sueño
REM.
Las indagaciones empíricas más novedosas sobre lo qué hay después
de la muerte, explican que el recuentro con familiares fallecidos u otros seres
paranormales de quienes aseguran haber regresado de la otra vida, el más allá,
es producto de las alucinaciones producto de alguna patología del cerebro.
Además, que muchas experiencias extra corporales surgen como deducción del
síndrome de delirio de negación, también llamado Cotard que es cuando la
persona cree haber fallecido, es una alteración de neuropsiquiatría.
Después de haber comentado sobre la filosofía yogui, la filosofía en
si menciona que existe vida después de la muerte, a excepción de la corriente
del hilomorfismo. A continuación, se exponen los principales planteamientos
ideológicos acerca de lo qué hay después de la muerte según la filosofía:
 Según la teoría de la liberación del alma:
Esta línea filosófica está respaldada por los axiomas de
Sócrates y Platón. Para Sócrates, lo siguiente después de la
muerte es la separación del alma del cuerpo y esto sucede para
una mejor y mejor evolución. Platón apoya la teoría de que el
alma es inmortal y se libera del cuerpo para volver a su origen
eterno.
 Según la teoría del solipsismo:

Lo que sucede después de la muerte según la filosofía de


Descartes conocida como inmersión es que cada persona solo
puede confirmar su existencia a través de su propia mente o
conciencia. La convivencia con un tercero es cuestionable. Por
tanto, al contemplar un mundo ilusorio o ilusorio, porque la
muerte no existe.

 Según la teoría de la reencarnación:

La iniciativa filosófica y metafísica de la reencarnación ha


sido elaborada por Platón, quien mencionó que el alma o
espíritu no fallece, lo cual realmente ocurre es que al
producirse el deceso biológica corporal físico, el alma o
esencia del hombre, inicia una totalmente nueva vida en otra
forma física.

 según la teoría del cambio y de la permanencia del


espíritu:

La corriente filosófica de Heráclito, se basa en el cambio


incesante, lo cual implica que todo se transforma debido al
constante origen y muerte del que nadie huye. Parménides,
dice que, si bien es cierto que el cambio es la exclusiva
constante en la vida, solo lo que permanece de manera
invariable es el espíritu.

 Según la teoría del hilomorfismo:

El hilomorfismo ha sido la especificación filosófica de


Aristóteles una vez que se le preguntaba sobre las
repercusiones del deceso. A su mencionar, el cuerpo está
compuesto de manera y materia que son un todo indiviso. Esta
tesis admite la vida del alma a medida que haya vida. Luego
del deceso, el alma no puede dividirse corporal.

Conclusión
En síntesis, la muerte es un proceso natural, donde el organismo de
un ser humano deja de funcionar, dejando el mundo terrenal para ir a un mundo
espiritual, cabe destacar que este proceso conlleva para el familiar una etapa de
duelo, donde dependiendo las creencias que tenga y las condiciones de salud del
fallecido, decidirán si darán los órganos para los diferentes trasplantes y después
se le daría sepultura o se cremara.
Las dudas de que pasará después que dejemos este mundo, es
complicada para sus respuestas porque cada persona tiene su creencia, por
ejemplo, de niños nos explican que después de la muerte existe un mundo donde
hay autos, edificios, negocios, entre otras cosas, pero la diferencia de este
mundo es que seriamos espíritus y seremos estrellas para el mundo real.
La verdad de esto es que después de la muerte seremos seres de paz,
en busca de un refugio a la que llamamos Reino de Dios, si seremos juzgados
no sabemos, si hay un infierno tampoco, pero esto trae algo claro, es que
debemos estar siempre reconciliados con la vida, amar, valorar y respetar a los
demás.
A la muerte no se le puede temer, es que esto es un proceso natural
de la vida, unos se van antes otros se van después, pero tengamos la fe que
algún día nos encontraremos todos y así debatiremos las respuestas a esta
pregunta desde el punto de vista que teníamos.
Bibliografía
 ▷ Qué Hay Más Allá de la Muerte » Religión, Filosofía &
Ciencia (cinconoticias.com)
 Filosofía: ¿Adiós al alma? | Opinión | EL PAÍS (elpais.com)
 La muerte como liberación del alma en Platón y Sócrates –
CISCUVE
 Libro ¨La vida después de la muerte¨ -Yogui Ramacharaka.

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