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DISCURSO SOBRE LA RENOVACIÓN DEL MUNDO

El principio esencial de la energía cósmica del universo reposa en el amor. Es una


conquista imponderable, el sentimiento hacia una vida feliz y dichosa, que impregne de luz
los corazones de los seres humanos. La verdadera razón para alzarse contra los dolores y
sufrimientos internos, radica especialmente en mantener una actitud mental positiva ante la
existencia. Desde todos los tiempos, la crisis espiritual ha alejado al individuo de una aguda
y optima conciencia. Inspirado por un amor a la naturaleza, las sociedades contemporáneas
deben conservar un planeta que se ha deteriorado, producto de rivalidades y divisiones cada
vez más acentuadas entre las civilizaciones. El odio exteriorizado hacia las cosas
inmediatas, agrava aún más los problemas sin resolver, dejando inevitablemente,
incertidumbre, tensiones y desesperanzas intactas.

Los lazos de unión y hermandad, fracasados potencialmente, deben propagarse,


contagiando incluso a aquellos que se rehúsan a iluminar el templo de su vida. Las buenas
relaciones entre los pueblos, al desarrollarse sinceramente, son un tesoro preciado tan
hermoso como el cielo despejado. El amor incondicional por las plantas, los animales, los
minerales y todo aquello creado milagrosamente de manera perfecta, representa algo
venerable que no tiene ningún tipo de precio. Las fuentes de la prosperidad, están en el
crecimiento personal, la tristeza o abatimiento solo es el primer paso, para un profundo
renacer. La solidez de una roca no es fruto del error, la aparición del sol y la luna no es una
equivocación, porque Dios clasifico o distinguió bajo su sapiencia lo eterno y su opuesto lo
perecedero. La faz de la tierra siempre será igual en sus mediciones y cuadraturas, solo
cambian sus condiciones, igual los sistemas políticos e instituciones de forma regular e
incesante. En resumidas cuentas, nada permanece estático, las leyes del universo
mecánicamente conspiran y alteran la totalidad material e inmaterial, lo consciente e
inconsciente, claro con una dinámica cosmológica de gran explosividad.

El amor no puede ser sacrificado por la mundanidad, el lujo e intereses vanos, solo
tiene como función descansar en los corazones de la gente. La acumulación de rencores,
solo traen amarguras, rabias, frustraciones y cargas negativas, desmejorando a la larga la
salud física y mental de la persona infeliz. El cuidado de los pensamientos, las palabras y
las emociones es indispensable canalizarlas, para conseguir estabilidad integral. Hay que
abrirse e inclinarse por una meditación que purifique el alma, de las sustancialidades
nocivas que contrarrestan energía positiva, disciplinar el comportamiento con coraje, es
determinantemente una tarea de gran complicación, se justifica esta idea si hay seres que
provocan sentimientos contrarios como envidia, resentimientos u otros dignos de mención.
Una vida sentida y reconciliada con la paz, la amenidad e ilustración, trae unas vibraciones
que en la realidad favorece las interrelaciones interpersonales. Por cada mal acto que se
haga intencionada e indiscretamente bajo cualquier aspecto, es una estrella que se apaga en
el universo inmanente del ser.

Despertar el guerrero interno y mantenerlo en el único trayecto que se debe


atravesar y orientado por el destino, requiere de una perseverancia indoblegable. Los
distintos estados de conciencia, evolucionados no esclavizan, sirven para el fortalecimiento
en cualquier punto cardinal que se encuentre la persona. La búsqueda de la felicidad,
obedece a aceptar y reconocer indiscriminadamente, las transformaciones como una
bendición dada por Dios. Los secretos de la abundancia y de la riqueza espiritual, solo
vienen deparados por el esfuerzo cotidiano, obteniendo experiencia en los momentos
armoniosos y especialmente en los más tempestuosos e inciertos.

La revolución más motivada que se debe hacer, es con uno mismo, cada persona es
una morada con numerosos valores fusionados, que tiene para ofrecerlos a su semejante, los
cuales, reviven ostensiblemente comunidades y naciones. El amor no tiene ninguna forma
geométrica, tampoco es tangible, por tanto se desarrolla a través de los sentidos y el tiempo
lo hace más fuerte hacia alguien muy apreciado. La victoria del amor sobre el odio, es
parecido al de la libertad sobre la esclavitud, o al de David sobre Goliat. En las buenas
intenciones son ausentes las máscaras y disfraces, ni brotan las flores de la discordia. Hay
que ser leones fieros, si, es verdad, pero con la soberana voluntad, para impedir ser presas
de la ferocidad o el arbitraje de los primeros impulsos.

El amor debe ser más potente que la opresión, así como un sujeto se respeta a si
mismo, debe facultarse y capacitarse para no dañar a los demás. El amor es la cualidad más
importante del hombre, si no se dirige afectuosamente en lo más mínimo al semejante, su
personalidad estaría plagada de insignificancia e insustancialidad. No se puede andar por el
mundo descargando desprecios, maleficios, menos arrojando calamidades al ser más
cercano, pues la persona con ira baja sus concentraciones áuricas. Es cierto, que cada quien
como individualidad, tiene un campo vibratorio diferente, pues así pasa con los países
como unidades esenciales. Tampoco, se trata de cual modo de producción tiene que
preponderar en el planeta, el amor vence cualquier dificultad que se presente. La pluralidad
de creencias y el amor por lo multicultural, hoy día aportan un gran caudal de
conocimientos y saberes, producto de la gama ofrecida por el mundo entero.

Siempre serán bienvenidas y reconfortantes las bendiciones de las personas, pues es


la mejor recaudación que se puede obtener del prójimo. Si ves que estás atrapado en un mal
momento, no eches la culpa ni ataques endurecidamente a otros seres, menos aún la
divinidad omnipotente de Dios, porque es la única forma de reencontrarte con la
transmutación, el aprendizaje y el proceso de superación. En toda muerte está el
advenimiento de un nacimiento más esplendoroso, es una regla de oro indestructible.

En medio de una encrucijada, se encuentran dos caminos: uno plano y otro


pedregoso. El primero de ellos, es una vía que el individuo cruza de forma fácil, sin dejarle
alguna enseñanza plena. Por otro lado, pasan aquellos hombres con poca fe, que no ven más
allá del horizonte. Desde luego, los sabios resbalarían, por descubrir que es inestable. Lo
más seguro es que no brinde ese apasionamiento vivencial. Sin la menor duda, es poco
fiable porque no tiene claridad y consistencia. Y en consecuencia los árboles no dan frutos
porque su ambiente es estéril. Ahora, el camino pedregoso es un sendero difícil y llena de
plenitud al que lo rebasa. También, los no creyentes se rinden ante una pared, valla o
muralla instalada. Las circunstancias y realidades son adversas, pero colman de virtudes al
valiente esforzado.

El que practica la compasión, puede algunas veces llegar a enseñar y mostrar al


sujeto disculpado, el sentido de humildad. El perdón es el jardín podado que debe adornar y
brotar en el alma. Todo individuo que sigue la calle del bien refleja como un espejo el
amor, la justicia, la moralidad, la libertad, la paz, la virtud, el orden, la humildad y la vida.
El sujeto que sigue la calle del mal refleja como un espejo el odio, la injusticia, la
inmoralidad, la esclavitud, la guerra, el vicio, el caos, el orgullo y la muerte. El que recurre
constantemente a hacer maldad con ilimitada libertad, deja al desnudo una pobreza
espiritual en su humanidad honda y marcada. El único vicio de la virtud es hacer el bien, la
única virtud del vicio es hacer el mal. La fuerza del alma de un individuo está en su
espíritu. No es fuerte quien tiene un arma y arremete contra su víctima, sino aquel que no
teme el peligro y muestra temple ante el subyugador.

Un orbe sacudido e imbuido por la desertización, la sobrepoblación, la hambruna, el


sida, las plagas, la sobreexplotación de recursos naturales, la esclavitud infantil, se combate
apocalípticamente sin armas, sino con el ideal de responsabilidad y la vertiente del amor
universal profesado por todas las culturas. Dios omnibenevolente, es el amor universal por
ser quien planifico el infinito de manera perfecta. Dios es inmortal y el hombre mortal.
Dios es eterno, mientras el hombre es consciente de su finitud. El hombre angustiado vive
cada minuto como si fuera su último día de existencia. Dios vive una permanencia
inmodificable todo su ser es uniforme e invariable. Dios es perfección el hombre
imperfección, Dios es realidad en la irrealidad.

Si la corriente del viento es desfavorable en medio del océano y el barco se


tambalea por la tormenta, no te apures en navegarlo, porque solo puedes estrellarte o
accidentarte, fluye confiando la suerte y la fe a Dios, apuesto que te socorrerá y más rápido
acudirá en tu bienestar. Vivir y morir es algo humano, morir por algo humano es vivir, no
vivir es morir inhumanamente. El amor no se debe golpear, quien incorregible actúa con
vacilaciones bajo malas intenciones, pierde la consideración y la confianza del individuo
que ha sido engañado y burlado. El buen discípulo siempre debe seguir los pasos de su
maestro, si no lo hiciera violaría los principios cardinales de la disciplina.

Para que el árbol mantenga su elevación y no descuide su postura, las ramas, las
raíces, el tronco y otros elementos, deben trabajar conformes para que la contemplación
salga a la luz he ahí como se ejercita la naturaleza en su desarrollo. Estimular la conciencia
puede hacer que la persona viaje hacia una dimensión o confín, donde la imaginación,
creatividad y los sueños, aproximen el bienestar que tanto se anhela. Si crees que eres sabio
actuando indiferentemente, es manifiesto, no estas apto para influenciar, si das amor con
sabiduría tu incidencia se multiplicará, tus actos bondadosos y la luz incandescente
penetrando en las mentes de las personas, puede desviar cualquier signo de negatividad.
Ahí donde se siembre dolor, aflicción, desconsuelo y desolación están las fuerzas del mal
quebrantando la paz de las sociedades, la perdición será la cosecha recogida. Ahora donde
se cultive alegría, esperanza, amor, unión están las fuerzas del bien embelleciendo una
patria vigorosa.

Edificar un sistema en base al odio o la prepotencia, es como construir un castillo de


arena en la orilla de la playa en cualquier periodo de la historia se derrumbará y
desplomará. Nada permanece inmutable, es un principio, ley o regla inquebrantable, no solo
categórico e invariable, sino clásicamente universal. Solo el tiempo se encargará de dar los
testimonios en su momento preciso. El arco iris de la rectitud se plasma en obrar con virtud,
principios y valores dentro del entorno social.

Las acciones hechas con amor, amabilidad y atención dicen más que una oratoria
hipócrita, discordante, un discurso enrevesado o algo parecido. Una persona sea saludable o
enferma, rica o pobre, buena o mala, culta e inculta, su destino está grabado secretamente
en el manual del firmamento. A quienes se considera extraños o raros, al ser repudiadas y
discriminadas, por no comulgar con el parecer que se preserva, se les condena, sin
preguntarse si realmente es correcto dicha acción xenofóbica. La maleabilidad de la
conducta, debe catapultar la búsqueda del paraíso moral, un área inexplorada que es
necesario abordar. Es importante que un individuo se parezca a los mineros se sabe que
ellos excavan y así hallan el mineral deseado, pero en este caso hay que desenterrar la
abundancia contenida no en lo material sino en el terreno espiritual, sin crear ningún mal
ajeno.

Depurar las sociedades y desenredarlas de sus problemas, es muy dificultoso, si el


interés individual llega a despuntar sobre el colectivo, habrá una falla en la coordinación de
las interrelaciones socio-espaciales. La mayor parte del tiempo la persona lo gasta en reunir
dinero, sin lograr envolver el alma con la conexión sagrada del mundo. Al desasistir la
salud por percibir solo fortuna, el individuo vive inversamente, porque no hay nutrición
referente al espíritu. La amistad como vínculo entrañable que debe unir pacíficamente a los
seres humanos, es un alimento, el cual no debe descuidarse y desatenderse. Es indecorosa,
abominable y vergonzosa la forma en que ha sido arrastrado el planeta por medio de
sistemas esclavizadores, dejando como herencia a las generaciones futuras un ambiente
repleto de desechos y cosas superfluas. El desamor humano hacia la naturaleza, no da
derecho a condenar ecosistemas constituidos desde los orígenes de la Tierra.
El pecado ha minado la Tierra, hasta el punto que está oprimida por las pasiones
desenfrenadas e irresistibles de los hombres, las fuerzas han sido reconducidas a malograr
indefectiblemente unas leyes divinas instituidas por Dios. La tenacidad de los pueblos en la
marcha por procurarse un buen porvenir es legítima e inexcusable. La extenuación del
mundo por las guerras ha desparramado la penuria en las masas, cercando la propagación
del amor y la caridad. Las relaciones interastrales, sabiendo sacar provecho de lo
productivo en cada individuo, facilita la conectividad laboral e interpersonal,
promocionando el desarrollo en las localidades y creando encadenamientos socio-
espaciales de alto rendimiento.

Encender la fogata interna, para actuar con coherencia equivale a renunciar a lo


innecesario. Cada persona que prende la hoguera de su espíritu, tiene que aprender a
vigilarla para no verla extinguida. A veces se culpa al altísimo por nacer en un país
desagradable o cuando se convive con una familia nada elogiable, sin aceptar lo deparado
por el destino. La ruta de la suprema felicidad está en servir a los demás amorosa y
devotamente, para que cuando se resucite haya liberación de cualquier tipo de posesividad.
El gozo por los grandes sacrificios, es una cualidad innata que debe poseer todo maestro
que quiera entrar en el plano de la autocompasión y autorrealización.

Es preeminente estar a solas con uno mismo para incitar la meditación y


autorreflexión por situaciones o conducta a corregir. Es evidente que lograr autodominio en
las cosas resulta admirable y un reto loable, pero nadie está eximido de haber ofendido a su
prójimo sin pensar que está rebajando e indignando la estima y el respeto a sí mismo. En el
presente las soberanías dependen para mantener su macroeconomía de acuerdos y
negociaciones en mercados que les proporcionen seguridad. La economía debe ser
equilibrada y justa, dando a cada quien por su labor una remuneración digna y aplaudible.
Si la riqueza es el nicho o la fuente de las desgracias y vejaciones entre los seres humanos,
debe disolverse el valor que deforma la compatibilidad de los pueblos. Ahí donde se
vulnere la amistad entre los países se pulveriza la comprensión, la comunicación, el
acercamiento y la fraternidad.

El universo convoca e invita al género humano a saborear de las mieles


empalagadas contenidas en el panal de la espiritualidad. Es un espectáculo cantar las
victorias de las batallas libradas por cada raza replegada en los continentes, para salvar un
mundo sacrificado e irreconocible. La sucesión de milenios ante la preservación de tal fin,
es una plegaria hecha desde las alturas más inalcanzables. Todas las regiones de ambos
hemisferios, han sido acosadas por el exterminio a la naturaleza, cuya imagen agotada por
los abusos y ultrajes de los hombres es francamente perturbable.

El amor y su entrega incondicional a lo viviente en un dar con humildad, impregna


el espíritu inmensamente, atrayendo de modo destinado lo que pedimos para bien, causa y
efecto se potencian ante un torrencial puro, sagrado, bondadoso e inexpresable. Hay que
admitir, el sentimiento para embellecer con un corazón piadoso, iluminado, haciendo
temblar todo el ser ante lo conmovedor, aquello que eriza por su hermosa conmiseración.
Existencia e inexistencia como un todo que unifica pero además sustrae. El conocimiento
que debe hacerse el individuo así mismo como entidad del universo o fragmento del
mismo, necesita de un crecimiento expansivo, detonante irrenunciable en el alejamiento de
miedos, descubrimiento de confianza, aperturas de seguridades. En los caminos de mayores
riesgos y peligros la solvencia aplomada más no peregrina tiene que preponderar. Tan
cierto e insufrible como los monzones que ocurren en la India y otros lugares del cinturón
ecuatorial.

Así que, antes de buscar, antes de ir de maestro en maestro, de organización en


organización, de creencia en creencia, es fundamental descubrir quién es la persona que
está buscando y qué es lo que busca; no limitarse a ir de tienda en tienda, esperando
encontrar la camisa apropiada. Lo que tiene importancia primordial, pues, es conocernos a
nosotros mismos, no salir y ponernos a buscar; eso no quiere decir que usted deba volverse
un introvertido y eludir toda acción, lo cual es imposible. Podrá conocerse a sí mismo
únicamente en la relación, no en el aislamiento. ¿Cuál es, entonces, la diferencia entre la
intención que uno tiene al venir aquí y escuchar, y la de acudir a otro instructor? No hay
ninguna diferencia si uno viene aquí tan sólo para obtener algo: pacificación, consuelo,
ideas nuevas, o que lo persuadan para que ingrese en una organización o para que la
abandone... y Dios sabe qué otras cosas.

Evidentemente, aquí no hay refugio, no hay ninguna organización. Aquí, ustedes y


yo tratamos, si es posible, de ver exactamente lo que es, de vernos a nosotros mismos tal
como somos. Aquí tratamos de desnudarnos internamente y de vernos, porque en esa
desnudez del ser adviene la sabiduría y esa sabiduría es la que trae consigo felicidad. Pero
si nuestra intención es encontrar consuelo, algo que nos oculte de nosotros mismos, que nos
ofrezca un escape, entonces, obviamente, hay numerosas maneras de hacerlo: mediante la
religión, la política, las diversiones, los conocimientos... ya conocen ustedes toda la gama.
Y yo no creo cómo forma alguna de afición, de distracción, de escape por placentera que
sea y a la cual uno se acomoda tan ávidamente porque promete una recompensa al final,
puede originar ese conocimiento propio tan esencial, ya que es lo único capaz de darnos
una paz creativa (Krishnamurti, 2006: 46-47).

Desmundanizar a la tierra y catequizarla se hace un objetivo a priorizar, pero que es


soberbiamente quimérico. Si te agravian o escupen, si vengativamente te quitan el habla, si
son inconmovibles contigo, si te saquean bienes y propiedades, si son indoloros hacia ti,
esos mismos seres que te rebajan y descartan ponen a prueba tu aguante. Del dolor y el
padecimiento se sacan experiencias muy ricas que son por si mismas de un valor
inmejorable para transformarse. Desapasionarse por lo material, aquello que es superficial o
cosmético, es dar un salto a la libertad donde se flota suave y desembarazadamente. Hay
que aferrarse a la religión del amor y redoblar las fuerzas internas, que a la postre librará al
hombre del peso de la confusión e ignorancia. Es ilusorio pensar que a medida que se
avanza en edad hay debilitamiento, pues pasa lo contrario el alma se fortalece con las
experiencias adquiridas.

Hay que fluir como lo hace el agua dentro de la naturaleza y no encerrarse en el


cántaro del pesimismo. Si realmente amas, las puertas se abrirán con un triunfo absoluto y
contundente de tu ser. El mundo gira y van volando las épocas a una velocidad tan
apabullante, que no se puede desconsiderar el ejercicio esforzado de los procesos históricos
para construir o anidar un hecho. Las generaciones en el curso de todas las edades son el
perfecto eslabón de la vida. El corazón del universo es un punto indistinguible para los
humanos, pero es inconfundible la existencia de una interrelación galáctica, erigido
osadamente por Dios el arquitecto supremo. El amor repone y reactiva el universo con su
sentimiento tan inmaculado e imponente. El universo es movido por el amor infinito del
creador quien conoce no solo el principio sino el fin. Las dualidades y dicotomías puestas
en la realidad actúan dinámicamente para esparcir en tiempo-espacio los cambios que
engendrarán una nueva fisonomía.

Los grandes maestros y filósofos helenísticos, Sócrates, Platón, Aristóteles,


quedarían eclipsados o aturdidos al ser auténticos observadores de las convulsiones físico-
naturales planetarias, acaecidas producto del intrépido consumismo antropológico. Un
humanismo sin amor, es parecido a un cristianismo sin fe, un budismo e hinduismo sin
sabiduría, un islamismo sin ayuno. Tenemos que ser individuos con hambre espiritual,
distinguir la debilidad de la fortaleza, la luz de la oscuridad, el descanso del trabajo, el bien
del mal, la sanación de la enfermedad. Decir que el mundo codeado de orgullo, odio,
egoísmo, mentira, animadversión convive con el amor, supone que enreda la realidad, esa
es una manera de entender la contradicción existente entre los hombres.

El fortalecimiento de la salud se encuentra en proporcionarle alimento al alma, en


cualquier punto donde te halles, mantente en oración, medita, aprende a ser una influencia
indispensable para los demás, conviértete en un líder y verás resultados sorprendentes e
inesperados. Un cambio de mentalidad en la manera de obrar o actuar sería bien aceptado
globalmente, para que las naciones en lugar de invertir cantidades multimillonarias en
armas lo hagan prioritariamente en obtener alimentos, medicinas, entre otros. Si la
humanidad tomara más conciencia, se erradicaría el hambre en el planeta, podrían
preservarse los árboles que crecen en las selvas, la vida animal sería respetada a todo dar.

Hay que condenar la cacería como un deporte, el aborto, el narcotráfico, la


esclavitud infantil, así como otras iniquidades que denigran y corrompen las sociedades. Un
planeta en crisis, es como un niño huérfano que deambula noctámbulamente por las calles,
sin orientación de la vida. La tragedia no tarda en llegar cuando lo que abunda es basura
propagandística que convierten al hombre en un ser ínfimo e insaciablemente consumista.
Es imprescindible, llegar al corazón de los problemas, que más aquejan a las poblaciones de
todas las regiones del mundo, para su propia supervivencia. El ser humano se ha
autoesclavizado gigantescamente hasta llegar a unos niveles exorbitantes, alarmantes y
decepcionantes.
Y pregunto el maestro a su discípulo ¿Dónde es más importante llegar al pico o al
pie de una montaña? éste último contesta al pico porque estás esforzándote en ascender sin
detenerte por un momento. El sabio con una seguridad y sobriedad pasmosa le contesta
cualquiera de las dos alternativas o ángulos es importante siempre y cuando marches con
rectitud, justicia y firmeza en el viaje que emprendas. Indiscutiblemente, la idea es llegar,
bien sea al inicio o final y que el presente lo vivas con la mayor alegría, bendición, fortuna
y abundancia.

El amor debe orbitar en nuestros corazones sin egoísmos, orgullos, mezquindades,


vanidades que restan energía al karma. La evolución de nuestra espiritualidad en el mundo
debe trascender, para embellecer la interioridad, es cierto, pero también se debe hacer algo
positivo por la ciudad en que vivimos. Es increíble pensar que en la época contemporánea,
el hombre sea capaz de dinamitar la Tierra y poner bajo amenaza todo el sistema de la
naturaleza.

Nuestra guía espiritual debemos buscarla en el silencio del corazón, asombrémonos


escuchándolo, sabiendo que detrás de la puerta hay una luz que abrirá claramente la
mentalidad para el bienestar. Si se le imprime fuerza a los proyectos positivos que
queremos emprender, sorpresivamente, la voluntad del universo concederá la meta, el
sueño o deseo que tanto ansiamos. La humanidad debe aprovisionarse de un modelo que la
conduzca hacia su dicha, felicidad y pueda liberarse del gusto de aniquilar una naturaleza
cada vez más degradada.

El hecho de dotarnos de inteligencia para cambiar a gusto las infraestructuras del


mundo es una proeza épica. Cuando un modo de producción empieza a surgir, pasa por un
proceso de transición importante, haciendo ver al actualmente vigente su declive. Un modo
de producción no impera eternamente debe trascender, optimizando otro sistema más
ajustado a las necesidades humanas que exige la época. Las guerras son inevitables para la
transformación de un modo de producción a otro, así se va escribiendo literalmente la
historia humana. Sin embargo, nada puede estar definido tan drásticamente, la humanidad
puede optar por dar un parto menos doloroso si de esa forma se lo propone o plantea.
Las predicciones reveladas proféticamente desde los tiempos antiguos, son de
naturaleza sagrada y conciernen en lo absoluto a toda cultura, para entender los secretos del
universo. Los sucesos que vivimos a diario, deben servirnos para meditar y conectarnos con
la conciencia, despuntando distintos grados o vallas cósmicas. Cuando en el mundo
predomine el sentimiento del amor y esté a distancias infinitas del egoísmo, en ese
momento la paz invadirá conjuntamente el espíritu del género humano. Justamente, en ese
momento histórico la dialéctica perderá su energía, la tridimensionalidad se estremecerá,
tenderá a ser vaga, vacía e inconcebible y el pecado lejos de aumentar sufrirá un
desbalance. La posibilidad de producirse este fenómeno lo acercaría al éxtasis supremo, la
batalla entre lo espiritual y material hace que éste último triunfe por las ansias del ser
humano de poseer cosas. Cuando el alma ascienda a través de la muerte, no poseerá nada y
ese destello o luz será como una constelación sublime, un deseo dictado por Dios para su
perpetua armonía.

El altísimo permitió que existieran en su reino infinidad de sonidos, pero al


principal o más importante, el hombre lo ha aislado y casi no escucha su melodía. Ese
sonido es el silencio interior del cual sale la mayor potencialidad espiritual. Cuando las
cosas no han marchado bien, hacer los cambios resulta un proceso arduo, para así
desacostumbrarse y romper los moldes obsoletos que afean un sistema. Darse una
oportunidad para tomar una actitud completamente diferente, significa valorar que los
sueños y aspiraciones se pueden a groso modo conseguir con ímpetu. Un cambio da a
entender que el progreso es importante, junto con las innovaciones aparecidas en un
periodo histórico determinado.

La euforia por una transformación, en un pueblo esclavo de sus temores más


acérrimos y fracasos ostensibles, es porque tiene una ilimitada cuenta pendiente con el
destino. Si la muerte ronda a los ciudadanos inocentes, por armar una rebelión y defensa de
la democracia, es preferible tenderse en suelo patrio rendirse y dejar de existir, pero
luchando hasta el final heroicamente. El rescate o salvamento íntimo de valores sepultados
en el inframundo, es menester que resuciten en sociedades que han sido estranguladas por
la opresión. Por tal razón, es conveniente derribar los ladrillos de la muralla edificada en
nuestros corazones y hacer conexión con las estrellas, para que no apaguen la luz de la
esperanza así como la templanza. Hay que usar como escudo y espada la resistencia
pacífica, para aplastar a cualquier enemigo que con crueldad voltee e invierta un sistema o
historia construida, donde reine esplendorosamente la justicia, libertad e igualdad. La
encarnación del mal está en dejar que se cubran de tinieblas las distintas regiones de un
estado nacional determinado, corrompiendo las costumbres, descomponiendo las
instituciones, degradando la calidad de vida y volverla cenizas. El que se empalaga de
poder empieza a despreciar a sus semejantes achicándolos sin escuchar voces
misericordiosas.

¿Cuándo se habla del género humano hay que resaltar una fracción del mismo o su
totalidad? la especie humana se ha inclinado hacia el retroceso en periodos de tiempo
establecidos, pero también ha optado por un franco progreso al soportar extremas
experiencias. La acumulación total de pasiones y sentimientos se plasman sencillamente en
una realidad físico-espacial compleja y llena de dialectismo. Llevar las acciones a un
supremo bien o todo lo contrario al mal tiene efectos determinantes en el desarrollo de los
acontecimientos históricos. La fórmula para desenredar la mezcla de sinsabores,
conveniencias e intereses en distintas costumbres de diferentes razas es obra solo de una
divinidad sagrada que sabe cómo ordenar un sistema de tales magnitudes y perfecciones.

La disolución o disección de un espíritu del mundo sería enormemente aberrante y


demencial, puesto que él mismo se constituye por la totalidad de las naciones, las cuales,
cada una tiene su espíritu de pueblo. Por tanto, un planeta subyugado por la ignorancia
estaría colmado de arraigada inhibición y embarazosas penumbras. La instauración de un
Estado universal de los pueblos debe ser bendecida desde los cielos por la sabiduría infinita
de Dios, como una organización en la cual el género humano pueda llevar en paz y orden el
mundo. Los Estados-Nación como ley universal, tienen el derecho de constituirse
autónomamente con el fin de lograr por medio de su entendimiento y pura razón sus
mejores experiencias.

Si un Estado al igual que un individuo tiene órganos dentro de su cuerpo, los


mismos vienen representados por los poderes públicos, la motricidad viene dada por la
funcionalidad del soberano, es decir, las distintas actividades que ejerce en diversos
sectores o renglones. La voluntad general, provista de una fuerza inagotable, tiene el
derecho de formular las propuestas como cuerpo político que mejor convengan a su
bienestar. Resultaría agria o alocada la fascinación de algún particular en el apoderamiento
y control del mundo. Ser dueño y amo del universo cuesta ríos de sangre y el
sojuzgamiento de los pueblos, solo retrata una zozobra escalofriante. Aplacar a tan
enigmático individuo, es hacerle abandonar su dominio sobre las voluntades generales de
los pueblos a quienes aboga tiranizar y esclavizar. Este enemigo misántropo e infernal del
género humano, con su ambición de conquista señorial de la tierra, pretende como derecho
someter de modo absolutista, inmoral e intransigente. Semejante individuo o ladrón del
mundo, debe sumar un conjunto de ejércitos envidiable en preparación y calidad estratégica
militar para poder reinar. Si tal depredador se saliera con la suya, sencillamente sería un
prodigio de entre todos los genios y su capacidad sería insuperable de aquí al infinito.

Un sentimiento filantrópico sería impensable porque en su conciencia y lo más


escondido de su alma, interioriza amasar el lujo, la riqueza y todos los tesoros que pueda
atracar, despojando o saqueando las reservas en oro de cada nación. Para ello, su
favoritismo recaería en el espíritu de conquista y la voluntad de guerrear, para comandar los
territorios atribuidos al imperio, el cual, germinará fruto de su atolondrada ambición,
avaricia e irritada ansia de ser glorificado o idolatrado por los anales de la historia. Este
trepador y usurpador del poder, que pasa por ser un don nadie a convertirse en monarca del
sistema-mundo, salta voraz o escalonadamente hacia la capitalización de sus más
abrasadores designios.

Sin amor no hay libertad, solo apego a lo artificial, monótono y mundano, una vida
donde es impracticable la meditación, el despertar del ser interior, por tanto hay carencia de
conciencia acerca de las bendiciones que ofrece la naturaleza. La Tierra no pertenece a una
individualidad, en ella caben todos con sus idiosincrasias, sistemas de creencias y códigos.
El mundo reclama la paz universal, desechando sin pretexto alguno las artillerías, los
explosivos y armas que alimentan entre los pueblos las encarnizadas como proliferadas
enemistades. Un torbellino de sensaciones se le suma a quienes tienen una rica experiencia
de la vida, han escudriñado a fondo sus enigmas y misterios, pero sobre todo bordeado los
territorios de la sabiduría. Saber llevar una vida en soledad no significa flagelarse, el
silencio fortalece tanto el alma como la disciplina, propina categoría en las personas y las
eleva a un plano casi celestial. Cuando llega a tus manos la sabiduría de los antepasados,
por medio de sus libros descubres enteramente luces que te encandilan y conocimientos que
lustran tus propias experiencias, las cuales se cargan con una energía renovadora e
imponente.

Desde el momento en que morimos y empezamos a dejar este mundo de dolores, el


universo que lo abriga todo con sus llaves sagradas, nos abre las puertas, para ser parte de
sus eternas constelaciones. La muerte representa la finitud y el culmen de la vida, terminan
las experiencias, los conocimientos obtenidos mientras había existencia. No toda la vida es
bella también hay fealdad, gente inmisericorde como personas impiadosas, multitudes
indiferentes por un mundo para ellos incomprendido.

No se trata de mantener o extender los imperios, amparar viva y airadamente una


ideología, la cuestión está en mediatizar la solidaridad, el valor, la paz entre los países. La
fragilidad del capitalismo como modo de producción es inminente y su decapitación en la
historia tenderá a ser fulminante. La interrelación de gobiernos comunistas en todo el
hemisferio sur es una idea que aterraría a Estados Unidos, Europa y países dependientes de
un modelo totalmente arrinconado. Una monarquía comunista a nivel mundial, donde el eje
civilizatorio gire en base a la preservación del planeta, por medio de organizaciones
técnicas-ecológicas, es algo moralmente indescriptible e impresionante, parando el
desarrollo inhumano de plantas industriales. Alimentar a toda la humanidad requiere de
muchos suelos fértiles en el mundo, pero es trascendente que decline absolutamente el
crecimiento demográfico del orbe. Por ejemplo, África es el continente donde hay mayor
cantidad de hijos por mujer y debe obedecer el mandato de darle un alto a esa negativa
cualidad. Las potencias mundiales, militarmente, como el caso de Estados Unidos, Rusia y
China deben renunciar a la reproducción armamentística porque representan la mayor
amenaza para la especie humana así como cada uno de los seres vivos. El continente
asiático con la mayor población del mundo, es donde se hallan las tierras con menor
disponibilidad para el cultivo. Entre los países con mayor proporción de tierras cultivables
no cultivadas, se encuentran: Estados Unidos, Rusia, República Democrática del Congo y
Brasil, los cuales, alimentarían a grandes masas humanas que viven en Oriente Medio, el
subcontinente indio, Sudáfrica, África del Norte, entre otras regiones del planeta.
La ley del paralelismo en política, consiste irónicamente en adversar los poderes
independientes constituidos en una nación y encumbrar el caos por medio del alzamiento de
las fuerzas enemigas. Eso quiere decir que deben tomar el poder los opositores al régimen y
hacer frente a lo realmente legitimado, creando cuerpos políticos autónomos, para
emprender una batalla estratégica que los catapulte a su máxima ambición. El FMI es en la
actualidad una especie de monarquía capitalista, donde en nombre de la democracia reina la
hambruna, la pobreza, las epidemias en pocas palabras una indignante zozobra humana.

El multiverso es la relación infinita de los universos entre sí, posee leyes y fuerzas
físicas invariables que dentro de su seno tienen una fuente cósmica sagrada, inmutable e
incandescente. La luz espiritual es la esencia de la relación de un universo con respecto a
otro, siguiendo de este modo un ordenamiento en la serie. Arrastrado por los dones que le
ha conferido la naturaleza a la buena fortuna, traviesa goza de una inexcusable gracia que
raya sublimemente en lo divino.

El sentimiento del género humano por un progreso pionero en las artes y ciencias, se
ha venido redefiniendo o reajustando conforme van transcurriendo las épocas. La historia
del pensamiento universal, ha transpirado justificadamente por medio del constante aporte
de ideas en distintos tiempos y espacios. Poner el conocimiento al servicio de la política es
un deber incomparable, para ofrecerle a las comunidades mejores condiciones de vida. Es
la moderación y no el extremismo muy conveniente a los seres que lideran grandes grupos
humanos, para poder hacer más cívica o elástica las relaciones entre los miembros que
conforman una sociedad. La religiosa impiedad contra el fanatismo representa la alegría y
el júbilo de los moderados. No es un enigma y menos una sorpresa que a través de la
historia ha predominado el materialismo dialectico, deslumbrando en cada instante los
niveles o grados evolutivos del ser humano.

Las naciones compiten comprensivamente por el imperio universal, siendo una


odisea las interacciones que tienen unas con respecto a las otras. La mejor vocación u oficio
que pueda tener individuo alguno es ser gestor de repúblicas. Esta labor comprende
específicamente la dedicación en materia política y además administra la situación
socioeconómica con eficiencia dentro de un contexto geopolítico determinado. Ahora el
mayor agravio a país alguno se concreta en violentar amenazantemente su historia,
falseando hechos que nunca ocurrieron. Cuando el azote es la comunión de una nación, sus
ciudadanos deben montar un teatro anárquico más no utópico y reconstruir los principios
morales enterrados. No cabe duda, que el verdadero mendigo es quien carece de
arquitectura en sus ideas, para levantar e impulsar a todo un pueblo escurridizo.

La conquista del universo, por parte de las élites o unas minorías oligárquicas, es
clara señal de su cometido implacable y hasta pervertido, en cuanto, a la conservación del
poder. La misión del máximo líder político de un determinado país, está entendido que no
consiste en actuar con malignidad contra sus ciudadanos y estrangularlo, tampoco se puede
olvidar, que su cargo tiene como única función proveer controladamente a las comunidades
para beneficiarlas. Cuando eso acontece, las más ensordecedoras campanadas tocadas por
la historia, se arraigan en los gritos bravíos de rebelión del pueblo, el cual, ha sido vejado a
extremos donde la inmisericordia es escandalosa. Existen pueblos que rebosan de
incrustada dicha y defienden su propio orden social, pero hay otros acobardados cuyos
fueros languidecen ante el más inaudible eco de libertad.

Puesto que la fuerza y la razón son contradictorias e irreconciliables a la fuerza se le


combate y esgrime con la misma fuerza. La libertad de expresión es parte de la esencia
humana y su enmudecimiento, acuartelamiento o atadura restarían vitalidad a principios
políticos de derecho universal. En nombre del reverentísimo poder, individuos oportunistas
mantienen una encarnizada confrontación política, recordando la lucha a muerte que
ejercían los ovacionados gladiadores durante el imperio romano. Es un ejército de patriotas
arrojados y nunca uno de esclavos inhibidos, lo que ruegan prudentemente los sabios
Estados. La extravagancia o el mal cálculo en las acciones políticas son precarios en
modestia y arruina desairadamente la vida de quienes son afectados ante decisiones
erróneas.

El espíritu de un rebelde es tan vehemente, ardiente y sofocante que nada envidiaría


a mercurio. Hay que comprender tempranamente una cosa, cada momento presente en la
existencia de una persona resulta inédito, auténtico e indescriptible. La muerte más
honorable de los verdaderos hombres guerreros, es aquella donde se riñe sin condiciones,
por las libertades y causas nobles. Tanto la tiranía como el despotismo es fiel progenitora
de las tinieblas, representa la noche de todos los siglos habidos y por haber. Una fuerza
armada cualquiera del globo terráqueo que desconozca la lucha por las libertades, deshonra
su institucionalidad, tan sólo es una guarida de lobos.

La ininterrumpida marcha de los pueblos del mundo, es escrita con excelencia por la
historia, donde infinitamente se gana pero también hay una pérdida del bien más preciado
llamado libertad. Hay que resolver esta relación, en la totalidad de lo real, la libertad se vale
de la necesidad, para poder ser. La necesidad para llegar a la libertad, en la totalidad de lo
real, debe ser inadaptado. La historia es una enredadera de engaños y traiciones de la
humanidad sobre sí misma. La historia de determinada nación, debe contar como las
generaciones pasadas guerrearon, derramando su sangre bendita con pundonor, por alcanzar
lo más engrandecido y enaltecido que es la libertad. La verdad es pureza natural y belleza
eterna en la medida que el género humano hace presidiaria a la injusticia. Es desgarrador
observar y a la vez conveniente, amordazar cualquier signo de cobardía, porque a los ojos
de los tribunales tanto terrenales como celestiales son señales de debilidad para un Estado
nacional.

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