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Unidad 5: de la propiedad del suelo y del subsuelo

1- El suelo y el subsuelo como recurso natural. Régimen jurídico del suelo: Propiedad del
suelo. Urbano y rural. Propiedad agraria fundiara. Concepto. Doctrinas. Formas de Propiedad.
Propiedad comunitaria de los aborígenes. Formas de explotación. Propiedad minera o del
subsuelo. Diferencias con la propiedad superficial C.C. y C. De M. El dominio originario de las
minas. Sistemas.

2- El fundo agrario y el fundo rural. Caracterización. Diferencias con los fundos urbanos.
Extensión y límites del fundo productivo. Latifundio, Minifundio y Unidad Económica.
Régimen legal. Código Civil y Legislación provincial. Posesión agraria. Protección jurídica del
suelo. Reforma agraria. Reforma fundiaria y Ordenación territorial.

3- Delimitación de los Fundos rústicos y urbanos. Derecho real de condominio de muros y cercos.
Medianería. Cercos y tranqueras. Cercos divisorios y cercos medianeros. Régimen Legal. Contrato
de tranquera.

1. Derecho Agrario. (Origen. concepto. caracteres)

El derecho agrario adquiere fisonomía propia como resultado de profundas reformas


tras la primera guerra mundial y como consecuencia de ella. Alcanza por primera vez
jerarquía constitucional en la constitución mexicana de 1917 desarrollándose luego
en las constituciones dictadas tras la segunda guerra mundial. La intervención del
estado en la economía agraria se inicia durante la primera guerra mundial por la crisis
que esta origina en la economía de los países productores. El derecho social se
desarrolla luego de la primera guerra mundial, buscando proteger a la parte
económicamente más débil.

CONCEPTO:
El derecho agrario estudia a la empresa agraria cuyo, fin es ordenar los factores
agrarios para lograr el objetivo de producir por medio de la actividad agrícola
ganadera, dentro del ámbito rural.
Para Pigretti, al igual que el derecho minero no son derechos con autonomía
(autosuficientes), sino una especialización ya que consisten en el estudio
especializado de ciertas normas.

CARACTERES DEL DERECHO AGRARIO.


1) es realista y objetivo, el primero porque sitúa y examina al hombre dentro del
marco de su realidad social, el segundo porque las cuestiones tienden a
resolverlas con base en hechos objetivos.
2) es Democrático, porque sus normas van dirigidas a lograr el propósito de que
la tierra sea para las masas trabajadoras que la laboran.
3) es de naturaleza económico-social, porque sus normas se orientan a dar
solución a problemas de la naturaleza.
4) es tutelar del trabajador campesino, ya que ejerce un papel de protección y
amparo para las masas que laboran en el campo.
5) constituye un cuerpo de garantías mínimas para el trabajador campesino,
que tienen carácter irrenunciable para él.
6) Derecho tuitivo: tiene tendencia a proteger y defender, tanto el factor humano
como el natural.
7) Los intereses que protege responden a fines concretos determinados por el
ciclo biológico.
8) De aspecto publicístico, la actividad agropecuaria es un instituto público e
incide en la alimentación de la población.
9) Factor de promoción y progreso.
10) Sus normas se aplican a un ámbito determinado.
11) Con influencias regionales definidas.
12) Con influencias de la sociología y la política debido a la producción
agropecuaria y a las modalidades de la vida rural.

Sus intereses son concretos, referidos al hombre y los vínculos con la producción

2. Régimen jurídico del suelo. (Dominio eminente. Dominio civil)

SUELO es la capa de Tierra de donde se nutren y asientan los recursos, siendo


reservorio de éstos (agua, flora, fauna, minerales, etc). Pueden erosionarse en
forma natural (vientos, lluvias, etc,) o por la acción del hombre.

Suelo, categorizado dentro de él, al territorio como factor integrante del Estado.
Art. 75 Inc. 15 como integridad territorial nacional y en los arts. 3, 6 y 13 de la CN,
como integridad territorial provincial.
Dominio originario del territorio: Art. 124 CN y Art. 75 Inc. 12.
En nuestro CC originariamente el derecho de propiedad tenía caracteres absolutos
exclusivos y perpetuos. Nota Art. 1507 dice: la nación tiene el dcho de reglamentar las
condiciones y cargas públicas de la propiedad privada. El ser colectivo (estado) tiene
respecto de los bienes que están en el territorio un poder superior de legislación y
jurisdicción. Y de contribución, que aplicado a los inmuebles no es sino una parte de la
soberanía territorial interior.

Suelo: nos referimos primero como recurso natural importante.


Según el Art. 2518 CC el suelo se extiende en toda su profundidad y al espacio aéreo
sobre el suelo en líneas perpendiculares, alcanza todos los objetos bajo el suelo,
tesoros y minas, salvo disposiciones especiales;
Para arriba, los límites de aeronavegación. Para abajo, hasta el centro de la tierra.

DOMINIO EMINENTE: no es un derecho de propiedad o dominio, sino que es una


parte de la soberanía territorial interior que se revela en un poder de imperio, de
mando, de legislación. Es el que tiene el Estado en poder de la potestad soberana que
el mismo tiene en todo su territorio;
DOMINIO CIVIL (Art. 2506 CC) surge de la legislación como expresión de poder
constituido. El que tiene el particular en virtud del mismo, según 2518 CC. De
utilización del mismo.

Salvo de que hubiera tesoros y minas que tuvieran una regulación especial, que sí la
tienen. Sustancias minerales. Debajo de la corteza terrestre propiedad minera.
Originariamente el CC establecía para este régimen las características de absoluto,
exclusivo y perpetuo. Mas estos caracteres fueron atenuándose, por las diversas
corrientes filosóficas que lo afectaron.
1) CC, Vélez Sarsfield, reguló de acuerdo a teoría individualista netamente, con
caracteres extremos en los que el propietario puede usar, y hasta destruir su propiedad;
2) Luego el interés colectivo atenuó esta corriente, y esta doctrina sufre a través de la
norma que establece que el derecho del dominio debe ser ejercido de manera regular,
sin destruir la cosa en Pro del interés social. La doctrina imperante es individualista
atenuada. Existen otra, la colectivizada o marxista, la propiedad ya no es individual,
sino una propiedad nacionalizada, estatizada, los recursos, sobre todo el suelo, son de
la colectividad, del Estado, o la Nación que detenta el dominio. Los particulares solo
tienen el uso y usufructo de ese recurso, más no el dominio en sí.
3) Luego tenemos la doctrina social de la Iglesia, según la cual la tierra es dada al
hombre no solo en Pro del derecho privado o individual, sino para que el hombre lo
use en Pro de un bien común.
Esto refrendado por diversas doctrinas, como la de Comte, que sostienen que la tierra
debe sustentar un bien común, y está internamente en ella ese derecho en Pro del bien
común general.
En otro orden de ideas, estos caracteres de exclusivo absoluto y perpetuo, quedaron
plasmados por VS en el CC según la doctrina individualista.

Art. 2506 CC: Dominio Es el derecho real en virtud del cual una cosa se encuentra
sometida a la voluntad y a la acción de una persona. El carácter de exclusivo de este
dominio se da cuando dos personas no pueden tener una cosa entre dos, sino que
ambas pueden ser propietarias en común de la misma cosa. Entra a jugar el derecho de
condominio, aceptado por el CC.

Respecto de la propiedad minera, este derecho no existe, porque hay un carácter que
posee la mina, que es la indivisibilidad.
Es Perpetuo respecto del tiempo. Ejercicio regular del derecho en cuanto al tiempo, no
abusivo, éste no queda amparado por el derecho.
Hay otras propiedades como las de los semovientes, las aguas, etc. no son suelo.
Al hablar de doctrinas de derecho agrario es muy importante separar las dos
(tradicional o moderna). Carosa y Carrera. La tierra es elemento fundamental para
dirimir ambas doctrinas.
Respecto de la propiedad agraria TIERRA el CC no diferencia entre PA rural y PA
urbana. La propiedad es una sola, pero tiene caracteres diferentes en cuanto a la
utilización de cada una de ellas.
3. Propiedad del suelo y la Propiedad minera o del subsuelo

La PROPIEDAD DEL SUELO es aquélla que da el derecho de hacer y mantener


una construcción sobre el suelo o el subsuelo de otros. La superficie no se refiere al
estrato de la corteza terrestre, esto es, el suelo o las fases de la tierra que está en
contacto con el inicio del espacio atmosférico, sino a lo que estando incorporado al
suelo (construcción, plantación, forestación, etc.) emerge del suelo; esto es, el
sobresuelo.

La PROPIEDAD MINERA es aquélla producto de la obtención selectiva de


los minerales y otros materiales de la corteza terrestre. Las minas son, en principio,
bienes de propiedad del Estado, de las provincias o de los municipios, sin perjuicio del
dominio de los particulares sobre la superficie de la tierra. Sin embargo, se reconoce a
los particulares el derecho a buscar minas, aprovecharlas y disponer de ellas como
dueños. La propiedad particular de las minas se establece por concesión legal y
tiempo ilimitado, formando una propiedad distinta de la del terreno en que se
encuentra, aun cuando se rija por iguales principios que la propiedad común.

El derecho de propiedad está garantizado en el art. 17 de la CN que declara su


inviolabilidad.

El art. 2506 del Código Civil puntualiza a la propiedad como el derecho real, en
virtud del cual una cosa se encuentra sometida a la voluntad y a la acción de una
persona, señalando tres características fundamentales : absoluta, exclusiva y perpetua.
Pero en la actualidad, la propiedad se debe basar en la constitución de intereses
individuales y sociales, sin que anteponga el uno sobre el otro.
El art. 2518 del C. C, la propiedad del suelo se extiende a toda su profundidad,
comprendiendo todos los objetos que se encuentran bajo el suelo, tal es el caso de los
yacimientos mineros presentes en la naturaleza pero cuya existencia es desconocida
por los hombres.
El art. 11 del C. de Minería instituye que las minas constituyen una propiedad distinta
de la del terreno en que se encuentran; pero se rigen iguales principios que la
propiedad común, salvo las disposiciones especiales de este Código, la institución
angular del derecho del minero es la propiedad minera.
Al ser descubierto un yacimiento minero, mediante un permiso de exploración minera
o de un descubrimiento casual, automáticamente se origina la separación del dominio
civil del suelo que lo contiene, cambiando su status jurídico . En estos casos, si son
de la primera o segunda categoría, sus dominios originarios según el art. 7 C. Minería
pasan a ser parte del dominio privado del estado Nacional o Provincial, según el lugar
en donde se encuentren
Al referirnos “de dominio privado” estamos hablando de todas las características de la
propiedad común, es decir que es una concesión irrevocable, mientras se observen las
disposiciones del Código de Minería, a diferencia de la concesión administrativa que es
esencialmente revocable, al tratarse las minas de derecho privado y no de derecho
público.
Un yacimiento de tercera categoría, para la cual el codificador claramente adoptó el
sistema de la accesión, la propiedad se atribuye ab initio al dueño del suelo, art. 2
último párrafo del C. Minería.
La diversidad geológica, por naturaleza la tierra y las minas son formaciones de origen
y composición diferentes; imponen esta separación igualmente los procedimientos de
explotación, tan diferentes según se trate de la propiedad superficial o de las minas y
también el interés público por la especial riqueza que un yacimiento promete a su
dueño y a la sociedad. Existe un orden público superior al específicamente minero
enunciado en el Art. 16 del Código de Minería. Se extiende en el tiempo hasta que se
agota el mineral, o sea por tiempo ilimitado. No admite suspensión de las labores
minera salvo que se afecte la seguridad o conservación de la unidad de pertenencia.

4. Propiedad del suelo. Propiedad rural

La propiedad agraria comprende el poder de uso, goce y disposición, avalado por


justo título y buena fe, sobre todo objeto material, mueble o inmueble destinado a
la explotación del fundo agrario y sobre la propiedad intelectual agraria.

La propiedad agraria está absorbida por un alto contenido social, que se impuso
sobre las legislaciones liberales surgidas luego de la Revolución francesa, un siglo más
tarde, sujetándola a mayores restricciones que los objetos de propiedad no agraria.

La propiedad inmueble rural es el predio asignado a la producción agrícola ganadera,


que tiene importancia económica para el productor pero que a su vez concierne a la
comunidad en general; por eso su regulación jurídica va a diferir del régimen legal de la
propiedad urbana.

El Código Rural de la Provincia de Buenos Aires define al establecimiento rural como


cualquier inmueble que se destine a cría, mejora o engorde ganadero, cultivo de la
tierra, granja, avicultura u otras actividades similares, fuera de las ciudades o pueblos
de provincia. Sin embargo también comprende actividades conexas, estén o no en zona
rural.

El Código Civil argentino contiene normas que en realidad se aplican a la propiedad


rural, pero también a la urbana. Según el artículo 2326 del C.C. argentino no puede
dividirse la heredad si esto determina que su uso se torne antieconómico. Esto hace
referencia a lo que se entiende por unidad económica, que indica la cantidad de
hectáreas que deben contarse para dividir los terrenos destinados a la explotación
agropecuaria.
El artículo 2628 impide tener en una heredad, árboles a menos de tres metros de la
propiedad vecina, y arbustos a un metro.
El artículo 2618 imposibilita molestar a vecinos con olores, humo, ruidos, etcétera que
excedan la normal tolerancia, aplicándose estas normas tanto a la propiedad urbana
como a la rural.
Art. 2634 Hay varias disposiciones en este sentido como las que impiden dirigir las
aguas pluviales a los vecinos a través de elevaciones del terreno

Los códigos rurales establecen limitaciones específicas a la propiedad rural. Deben


cercarse, amojonarse, permitir depositar en sus fundos en forma temporal los
materiales que se usen para realizar caminos público, no pueden obstruirlos y deben
tolerar servidumbres especiales como la de tránsito, de acueducto, de recibir aguas,
etcétera. También gozan de un régimen especial de expropiación debido a la
eminente función social de la propiedad agraria, siempre sujeta a la existencia de una
ley especial y a indemnizaciones.

5. Doctrinas del dominio del suelo de la propiedad de las tierras. Cual adopta
nuestro Código Civil

El CC establecía para el régimen del suelo características particulares: era absoluto,


exclusivo y perpetuo.
Pero según los movimientos sociales predominantes que se dieron, estos caracteres
fueron atenuándose. Al respecto sobrevinieron diferentes corrientes filosóficas para
establecer cómo era su regulación
1) INDIVIDUALISTA: nuestro código civil reguló de acuerdo a esta teoría. El
propietario tenía el dominio, podía usar y hasta abusar de la propiedad del suelo.
2) INDIVIDUALISTA ATENUADA: se fueron dando límites debido al interés de la
sociedad, a un interés colectivo superior. Con la reforma del CC la doctrina pasa ser
atenuada a través de que el derecho de dominio debía ejercerse de acuerdo a un
ejercicio regular del derecho, sin destruir la cosa en pos del interés social.
3) MARXISTA o colectivizada: la propiedad es vista desde otro ángulo, donde no
existe la propiedad privada. Aparece una propiedad nacionalizada. El recurso tierra o
suelo: no es de una persona determinada sino de una colectividad, de la Nación o del
Estado que tiene el dominio. Lo único que tienen los particulares es: el uso y usufructo,
no el dominio.
4) SOCIAL DE LA IGLESIA: donde la propiedad en sí de la tierra, no es solo dada al
hombre en pro del derecho individual o privado, sino para que el hombre la use como
BIEN COMÚN.

La doctrina imperante adoptada por nuestro Código civil es: individualista


atenuada.

6. Subdividir la propiedad (Estancia. Hacienda agraria)

Se entiende por “Estancia” la hacienda agraria.


La HACIENDA es el conjunto de bienes y derechos que el empresario enlaza y organiza
para llevar a cabo su actividad productiva (aprovechamiento o explotación económica
de un bien productivo de carácter agrario –fundo o ganado).
La SUBDIVISIÓN del mismo se encuentra regulada por el art. 2326 C. Civil.: Son cosas
divisibles, aquellas que sin ser destruidas enteramente pueden ser divididas en
porciones reales, cada una de las cuales forma un todo homogéneo y análogo tanto a
las otras partes como a la cosa misma.
No podrán dividirse las cosas cuando ello convierta en antieconómico su uso y
aprovechamiento. Las autoridades locales podrán reglamentar, en materia de
inmuebles, la superficie mínima de la unidad económica.
Mientras que el art. 3475 bis, existiendo posibilidad de dividir y ajustar los bienes en
especies, no se podrá exigir por los coherederos la venta de ellos. La división de bienes
no podrá hacerse cuando convierta en antieconómico el aprovechamiento de las
partes, según lo dispuesto en el art. 2326.

Protección jurídica del suelo: Ley n° 22.428

Se declara de interés general la acción privada y pública tendiente a la conservación y


recuperación de la capacidad productiva de los suelos.
El Estado nacional y las provincias que se adhieran al régimen fomentarán la acción
privada destinada a la consecución de los fines mencionados.
A los efectos indicados, las respectivas autoridades de aplicación podrán declarar
distrito de conservación de suelos toda zona donde sea necesario o conveniente
emprender programas de conservación o recuperación de suelos y siempre que se
cuente con técnicas de comprobada adaptación y eficiencia para la región o regiones
similares. Dicha declaración podrá igualmente ser dispuesta a pedido de productores
de la zona.
En los distritos de conservación de suelos se propiciará la constitución de consorcios de
conservación, integrados voluntariamente por productores agrarios cuyas
explotaciones se encuentren dentro del distrito, quienes podrán acogerse a los
beneficios previstos en esta ley o sus disposiciones reglamentarias.
Las provincias que se adhieran al régimen de la presente ley deberán:
a) Designar una autoridad provincial de aplicación.
b) Completar el relevamiento de los suelos y el conocimiento agroecológico de su
territorio a una escala de estudio que posibilite el cumplimiento de los objetivos de la
presente ley.
c) Realizar las obras de infraestructura que sean necesarias para la conservación, el
mejoramiento y la recuperación del suelo, coordinando, en su caso, la construcción de
las mismas con las autoridades nacionales correspondientes según su naturaleza.
d) Promover la investigación y experimentación en los aspectos relacionados con
la conservación del suelo, así como difundir las normas conservacionistas que
correspondan a toda la población a partir de la enseñanza elemental.
e) Propiciar la formación de técnicos especializados en la materia, pudiendo a tales
efectos celebrar convenios con la Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería, con
el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, u otros organismos oficiales o
privados.
f) Otorgar, a través de los bancos oficiales o mixtos de su jurisdicción, créditos
especiales a los productores que integren un consorcio, en las condiciones y a los fines
referidos en el Capítulo I de esta ley.
g) Aportar recursos presupuestarios, en la medida de sus posibilidades, para la
ejecución de las obras y trabajos que resulten necesarios, para el manejo
conservacionista de las tierras que, por su magnitud o localización, no puedan ser
efectuados por los particulares o para reintegrar a los productores parte del costo de
los trabajos y obras que hayan realizado de acuerdo con los planes aprobados, en
tanto no resulten cubiertos con el subsidio a que se refiere el artículo 9º, inciso c) de
esta ley.
Los propietarios, arrendatarios, aparceros, usufructuarios y tenedores a cualquier título
de inmuebles rurales que se encuentren comprendidos en las zonas declaradas distritos
de conservación, podrán solicitar a la autoridad de aplicación la aprobación de la
constitución de uno o más consorcios de conservación de conformidad con las
reglamentaciones de la presente ley.
En caso de no ser posible la formación de un consorcio y a título excepcional, un
productor del distrito podrá solicitar el reconocimiento de su explotación como área
demostrativa o como predio conservacionista, con los mismos beneficios y
obligaciones que se establezcan para los consorcios de conservación.
También se podrán extender, esos beneficios y obligaciones a un productor cuyo
predio no se encuentre en un distrito de conservación pero que, a juicio de la
respectiva autoridad de aplicación, merezca ser considerado como área de
experimentación de prácticas conservacionistas de recuperación de suelos.
Los integrantes de los consorcios de conservación deberán comprometerse a cumplir
las siguientes obligaciones:
a) No realizar prácticas de uso y manejo de tierras que originen o contribuyan a
originar una notoria disminución de la capacidad productiva de los suelos del distrito.
b) Llevar a cabo aquellas prácticas de uso y manejo que se consideren
imprescindibles para la conservación de la capacidad productiva de los suelos.
Estas obligaciones se establecerán de conformidad con los planes y programas que, a
propuesta del consorcio, apruebe la autoridad de aplicación. Asimismo, el consorcio
estará obligado a poner en conocimiento de la respectiva autoridad de aplicación los
casos de incumplimiento de las obligaciones contraídas, a efectos que la misma ejercite
las atribuciones que le competen.
Los productores agropecuarios integrantes de un consorcio de conservación de suelos
constituido de conformidad con las prescripciones de esta ley, que realicen inversiones
y gastos directamente vinculados con la conservación o la recuperación del suelo en
cumplimiento de los planes y programas que a propuesta del consorcio, aprueben las
autoridades de aplicación tendrán derecho a:
a) Participar de los estímulos que dispongan las provincias a los efectos de
propender a la conservación o recuperación de los suelos en cumplimiento de lo
establecido en los incisos f) y g) del artículo 5º.
b) Gozar de los créditos de fomento que otorgue el Banco de la Nación Argentina
para financiar aquellas inversiones que no estén cubiertas por los subsidios nacionales
o provinciales.
c) Recibir subsidios para el cumplimiento de los mencionados planes cuyo monto
establecerá anualmente el Ministerio de Economía de la Nación en la forma prevista en
el artículo 10. La percepción de este beneficio importará para el productor la obligación
de efectuar todas las prácticas conservacionistas dispuestas de conformidad con lo
establecido en el artículo 12, aun aquellas que no fuesen subsidiadas.
A los efectos previstos en el artículo anterior, las autoridades de aplicación deberán
elevar anualmente a la Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería de la Nación y
dentro del término que establezca la reglamentación, los planes y programas
conservacionistas que se aprueben para los distritos de sus respectivas jurisdicciones,
acompañando un cálculo estimativo de las inversiones que los productores deban
efectuar, como así también de los costos cuyos reintegros se hayan previsto de
acuerdo a lo establecido.
La Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería determinará los costos de las obras
y trabajos a realizar en cada distrito de conservación, de conformidad con los planes y
programas que se aprueben para lo cual solamente serán consideradas las inversiones
vinculadas directamente con las prácticas y manejos conservacionistas.
Igualmente establecerá el porcentaje a subsidiar, teniendo en cuenta las previsiones
contenidas en el programa anual de promoción y la naturaleza y características de las
alteraciones existentes en cada distrito, pudiendo oscilar el monto del subsidio entre el
30% y el 70% de los costos actualizados de las inversiones y gastos previstos en cada
plan. Dicho monto podrá llegar al 100% en los distritos de conservación sin riesgo
ubicados al sur del Río Colorado. Los productores que se beneficien con el subsidio
previsto en esta ley deberán presentarse ante la autoridad de aplicación que
corresponda detallando el plan de inversiones y gastos que habrán de efectuar de
conformidad con el programa que se apruebe para su consorcio, indicando los
períodos anuales en que se realizarán. El plan incluirá la información básica suficiente
de suelos y, en su caso, la vegetación y una planificación de uso y manejo de los
mismos con especificación de las prácticas conservacionistas. Posteriormente deberán
certificar las obras que se hayan realizado de acuerdo al plan. La presentación y los
certificados de obras deberán ser suscriptos por profesional y responsable en la forma
que determina la reglamentación.
Sin perjuicio de las responsabilidades penales que correspondieren, los productores
que se beneficien con los subsidios deberán reintegrar los importes que reciban,
cuando hubieren transcurrido 6 meses, a partir de las fechas establecidas para el retiro
de los fondos, sin que se hubieren presentado los certificados de obra que acrediten la
realización de las inversiones dispuestas en el plan que apruebe la autoridad de
aplicación o si los hubieren falseado. La misma sanción se aplicará a los productores
que hayan destruido las obras subsidiarias, sin autorización de la autoridad de
aplicación.
Los montos a reintegrar se reajustarán mediante la aplicación del índice de precios al
por mayor, nivel general, que publique el INDEC o el organismo que lo sustituyere,
teniendo en cuenta la variación que se opere en el mismo desde el segundo mes
anterior a aquel al que corresponda la fecha de la puesta de los fondos a disposición
del beneficiario, hasta el segundo mes anterior a la fecha de reintegro. Sobre el monto
actualizado se aplicará un interés compensatorio del 6% anual por el período
comprendido entre ambas fechas.
Los profesionales que hubiesen falseado u ocultado la realidad de los hechos en la
presentación de los planes, en las certificaciones de obras e inversiones o en cualquier
otra presentación, serán solidaria e ilimitadamente responsables con los titulares de los
respectivos planes por las obligaciones que correspondan a los mismos, de acuerdo
con lo prescripto en esta ley.
Sin perjuicio de lo dispuesto precedentemente y de acuerdo con la naturaleza e
importación de la transgresión, los profesionales intervinientes serán inhabilitados para
actuar en trabajos técnicos ante la Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería y
entidades autárquicas de su jurisdicción, por hasta un máximo de 10 años.
Se crea la Comisión Nacional de Conservación del Suelo, que será presidida por el
subsecretario de Recursos Naturales Renovables y Ecología de la Secretaría de Estado
de Agricultura y Ganadería de la Nación y que se integrará con representantes de las
provincias que se adhieran al régimen de la presente ley, de organismos nacionales
vinculados de productores, en la forma que determine la reglamentación, la que
también establecerá las normas que regirán su funcionamiento.

7. Distritos de conservación de suelo

Distritos de conservación del suelo: La Ley 22.428 del año 1981 (“Formación de
Consorcios para Preservar el Suelo”) se dictaminó con idea de que el Estado Nacional y
las Provincias que se adhieran a su régimen, promuevan la acción privada destinada a
la conservación y recuperación de la capacidad productiva de los suelos.

Distritos de conservación de suelos, son (a tenor del art. 3 de la Ley 22.428 referente
a la Protección del Suelo), toda zona donde sea necesario o provechoso emprender
programas de conservación o recuperación de suelos y siempre que se cuente con
técnicas de acreditada adaptación y eficiencia para la región o regiones similares.

Se forman “CONSORCIOS DE CONSERVACIÓN” formado voluntariamente por


productores agrarios que explotan en el distrito. Estos productores agrarios efectúan
inversiones y gastos directamente relacionados con la conservación o la recuperación
del suelo, teniendo obligaciones (como no manipular la tierra de forma que cause o
ayude a disminuir la capacidad productiva del suelo, realizar prácticas necesarias para
su conservación y denunciar incumplimientos de las obligaciones contraídas) y
recibiendo beneficios:
 participar de estímulos para conservar o recuperar los suelos
 gozar de los créditos que conceda el Banco de la nación argentina
 recibir subsidios para cumplir los planes
 exenciones impositiva

Las provincias que adhieran a esta ley deben:


a) designar una autoridad provincial de aplicación;
b) hacer relevamiento de los suelos y el conocimiento agro-ecológico de su
territorio.
c) Realizar obras de conservación, mejoramiento y recuperación del suelo.
d) Promover la investigación y experimentación y experimentación sobre
conservación del suelo y la formación de técnicos especializados en la materia.
e) Dar crédito a los productores del consorcio, a través de los Bancos.
f) Aportar recursos presupuestarios para el manejo conservacionista de las tierras
cuando corresponda.
8. Variabilidad de los suelos

Los distintos tipos de minerales, las variaciones climáticos, la altura sobre el nivel del
mar, la latitud geográfica, y otros factores, determinan una gran variabilidad de los
suelos (con características físicas y químicas diferentes como exceso de acides y
salinidad).

Las actividades humanas o naturales como la erosión ocasionada por el viento o el


agua, ocasionan la transformación paisajística, claramente evidenciada cuando hay
cambios notorios en la cobertura vegetal. Al respecto, la pérdida de cobertura vegetal
por causas naturales o artificiales promueve la erosión acelerada. 
Otro caso son los cambios de uso por ocupación humana o expansión de las áreas
urbanas, con todo y los impactos que ello implica, como la alteración de las dinámicas
de las cuencas hidrográficas y calidad de agua. 

Sin bien son muchos los ejemplos que se podrían citar, los anteriores permiten hacerse
a una idea de cómo pueden variar las condiciones del suelo por el cambio de su uso.

9. Unidad económica. (Minifundio. Parvifundio. Latifundio)

El decreto reglamentario de la ley 13.246 (de 1963), la define como todo predio que
por su superficie, calidad de la tierra, ubicación, mejoras y demás condiciones de
explotación, racionalmente trabajado por una familia que aporta la mayor parte
del trabajo necesario, permite subvenir a sus necesidades y a una evolución
favorable de la empresa. (Igual en ley provincial 5485/73).

La unidad económica depende de una serie de factores en los que influyen la


ubicación y calidad de la tierra, el tipo de explotación, el clima etc., de manera que
la superficie constitutiva de la unidad económica varia en una misma zona, según
varíen los elementos que la componen.

La determinación de la unidad económica esta librada a las autoridades locales, es


decir a las provincias, que en ejercicio de poder de policía deben proceder a su
reglamentación.

Hay que distinguir:

Minifundio: es la unidad económica mínima, es decir mínima superficie compatible


con una explotación racional que permita además de la subsistencia de la familia
agraria, una evolución favorable de la empresa. Es una unidad mínima por medio de
la cual se puede lograr organizar una estructura agraria adecuada, por cuanto no
excede las medidas ideales ni tampoco esta por debajo de los índices mínimos.

Parvifundio: es el fundo deficitario, es decir aquel que por lo exiguo de la superficie y


no obstante los bienes que se le incorporen, no llega a producir rendimientos
económicamente aceptables.

Latifundio: es una extensa superficie territorial en la que se invierte poco capital y se


trabaja limitadamente, es una extensión de campo que excede las necesidades
familiares, es decir a la unidad económica, siendo una producción mal explotada, pero
que tiene posibilidades de estar bien explotado.

10. Cerramiento del predio rural. Medianería rural

EL código civil diferencia entre el derecho de medianería en los pueblos (2725CC) de


la medianería rural. No establece la obligación de cercar
Pero en el art. 2742 CC dice que en la campaña si se hacen cerramientos medianeros,
estos deben hacerse a comunidad de gastos. Esta obligación de contribuir a la
medianería surge cuando el predio colindante del propietario viene a quedar
totalmente cerrado.
La medianería sólo puede constituirse de manera forzosa para aquel que se resiste
a aportar con los gastos si el vecino que solicita la formación de la cerca a comunidad
de gastos demuestra que ese cerramiento se verifica.

La DOCTRINA expresa que el deslinde y la división de las heredades es una medida


de orden y seguridad reciprocas y requiere 2 condiciones: que las 2 heredades sean
contiguas y que ellas se encierren porque si una está sin cerco, el propietario no va a
tener interés en contribuir a los gastos.

Tanto en lo urbano como en lo rural lo relativo a cercos interesa al orden público.

El art. 2722 obliga a los condóminos a contribuir en la reparación, conservación y


reconstrucción de los cercos.

- los códigos rurales (la bibliografía cita como ejemplo el de santa Fe) en estos suele
establecerse la obligación de los propietarios de fundos rurales de tenerlos deslindados
y amojonados, aun cuando los tengan alambrados. El simple amojonamiento no
satisface las exigencias de la explotación agropecuaria como la guarda y seguridad de
semovientes por ejemplo. Esta seguridad solo puede obtenerse mediante la
construcción de obras divisorias o sea mediante el cercado de los campos
(reglamentados por el CC y los códigos rurales).

Este código rural, indica en qué medida es necesario que la heredad quede cercada
para que pueda exigirse el pago (el código civil dispone que el pago no es exigible si
no existe cerco) , “los dueños de los campos no cercados quedan obligados a
reconocer la medianería, abonando la parte que les corresponde si las cercas de los
propietarios colindantes cierran las 2/3 partes del perímetro de su propiedad” y “aun
cuando un propietario no tenga cercada su propiedad en las 2/3 partes del perímetro,
si utilizase el cerco del vecino para limitar una parte de su propiedad, pagará lo que le
corresponda x la parte q utilice”. Esta disposición o la de otras provincias con criterio
análogo es violatoria del art 75 inc 12 de la CN, ya que corresponde al Código Civil
dictar normas sobre condominio.
Por otro lado, se establece que la construcción de cercas no puede comenzar sin la
previa citación de los linderos.
Sobre las cercas medianeras no podrán establecerse corrales sin consentimiento
del copropietario.
11. Prueba de la medianería

SÓLO SE OCUPA EL CC
a- si las heredades se encuentran totalmente cerradas, el alambrado que las separa
debe presumirse medianero ya que la ley entiende q en tal supuesto el cerco es de
beneficio común y que los condóminos han contribuido para su construcción. De no
ser así, el art 2742 faculta al colindante a exigir la adquisición de la medianería.
b- si alguna de las heredades no está cercada, el alambrado NO se presume
medianero, no existe obligación de adquirir la medianería y en consecuencia quien
invoca la titularidad del dominio sobre el cerco debe probarlo.
c- si ninguna de las heredades está cercada, también existe presunción de
medianería.

La manera de probar la presunción legal de medianería es a través de instrumentos


públicos y privados y signos materiales.

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