Su posición central en América Latina y su

geografía le permiten a Colombia ofrecer

diversidad cultural, económica, gastronómica,
productiva y climática convirtiéndose en un lugar
atractivo para turistas e inversionistas
extranjeros.

Cuenta con seis regiones naturales: Pacífica,

Orinoquía, Insular, Caribe, Andina y Amazonía,
cada una de ellas, dotadas de capacidades y
potencialidades para establecer relaciones de
interdependencia con otros países alrededor del
mundo.
En él se encuentran las playas del Mar Caribe, los
puertos de actividad comercial, la zona desértica
de La Guajira, las reservas naturales del Darién
(una de las zonas mejor conservadas del
planeta), además de reservas naturales con
biodiversidad y potencial para la investigación.
Allí está Buenaventura, el puerto más importante
del país y principal punto de contacto con la
región Asia-Pacífico. También cuenta con
diversidad biológica y cultural, compartida con
Brasil, Perú y Ecuador.
Es productor de petróleo y concentra una
importante actividad ganadera a lo largo y
ancho del territorio. Es un país que se
caracteriza por producir café de alta calidad,
que con los años se ha posicionado a nivel
mundial.
La diversidad territorial hace que Colombia sea
multicultural. Además del español se hablan 65
lenguas indígenas y dos lenguas criollas. En todo
el territorio se celebran fiestas como la Feria de
Manizales, la Fiestas de la Cosecha, el Carnaval de
Barranquilla, el Carnaval de Negros y Blancos,
entre otros.
Bogotá, Medellín y Cartagena son centros
culturales en los que tienen lugar eventos
como el “Hay Festival” y el “Festival
Iberoamericano de Teatro”.

En cuanto al potencial económico, el país ha

mostrado un crecimiento sostenido desde
1991 y un fortalecimiento continuo en la
estabilidad para la inversión y va camino a
posicionarse como un destino seguro para
el ingreso de capital extranjero, a raíz del
proceso de paz que ha mejorado su
seguridad.
En 2018 se posicionó en el cuarto lugar de
países con mayor crecimiento económico
de la región, y se encuentra a la espera de
nuevos procesos que le permitan
desarrollarse y proyectarse a futuro con
otras regiones.
 CON SABOR A CAFÉ
En la región centro-occidental de los Andes Colombianos, las bayas verdes y rojas brillantes que
cubren las laderas de las montañas que rodean el Eje Cafetero, desbordan la esencia de los
departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío, Tolima y el Valle del Cauca, en donde cada grano de café
que se cultiva, procesa y comercializa, cuenta una historia de tradición y herencia cultural que durante
años ha marcado a este territorio.

Es por esto que esta zona se posiciona como uno de los destinos favoritos para propios y visitantes,
que buscan una experiencia auténticamente colombiana y que descubren, tanto en los frondosos
cafetos y la riqueza paisajística y natural como en la arquitectura, la gastronomía y la oferta artística que
la caracterizan.

Pues además de impulsar la economía Nacional por medio de instituciones de gran reconocimiento
como la Federación Nacional de Cafeteros, su posición estratégica en la geografía colombiana, hace
del Eje Cafetero una de las regiones con mejor conexión y equipamiento de vías que facilitan el acceso
a foráneos a través de los aeropuertos La Nubia, El Edén y Matecaña

Con un clima que oscila entre templado y frío, en el Eje Cafetero se pueden realizar diferentes
actividades ecoturísticas como el avistamiento de aves y fauna, cabalgatas, recorridos en bicicleta,
senderismo y montañismo, pues allí se localiza el Parque Nacional Los Nevados, donde se levantan
imponentes los nevados del Ruiz y del Tolima – las mayores elevaciones en el país–, así como páramos,
lagunas y el reconocido Valle del Cocora, hogar de las palmas de cera y del loro orejiamarillo, especie
endémica de la región.
Asimismo, el turismo de aventura es una de las tendencias de mayor auge en el
Paisaje Cultural Cafetero. Por esto, es uno de los atractivos turísticos preferidos por
los turistas con espíritu explorador y amantes de los deportes extremos y al aire
libre, quienes disfrutan de diversos parques temáticos como el Parque Nacional
del Café, Panaca, el Ecoparque Peñas Blancas y Las Aguas Termales de Santa
Rosa de Cabal.

También existen sitios de gran interés cultural y religioso, como La

Catedral Basílica de Nuestra Señora del Rosario en Manizales, El Museo
Arqueológico de Armenia y la Catedral de Nuestra Señora de la
Pobreza en Pereira.

Las calles y las fachadas de algunos municipios como Salento,

Santuario, Aguadas, Salamina y Pijao, se han convertido en los
lugares preferidos para los extranjeros que visitan la región
cafetera y se encuentran con un patrimonio arquitectónico
y urbanístico de gran belleza y tradición que da cuenta de
la colonización antioqueña.

La oferta cultural, turística y

gastronómica del Eje Cafetero
es de las más diversas y ricas
en Colombia. Por ello, es un
destino ineludible para quien
busque una experiencia
diferente y constructiva en una
zona dispuesta a recibir de la
mejor manera a sus visitantes.

Sus 170 años la hacen dueña de
un Centro Histórico donde se
encuentran, en medio del tráfico,
el comercio y los peatones, 216
edificaciones de arquitectura
republicana que albergan la
historia de una Manizales
construida en madera y bajareque
y, en donde se llevan a
cabo actividades propias de la
región como el comercio de
chocolates, de exquisitas
variedades de café y de otros
servicios gastronómicos de alta
calidad como lo son los platos
típicos de la zona cafetera.
DESTINO TURÍSTICO DE CLASE MUNDIAL
A lomo de mula y alpargatas, los colonizadores antioqueños se
abrieron camino hacia el sur y se encontraron con unas montañas en la
Cordillera Central de los Andes tan agrestes como las suyas. Fue por
esas mismas sendas de piedra y hierba, que se establecieron los
cimientos de la historia económica y comercial, tanto de Manizales
como del Eje Cafetero, pues las laderas de sus empinadas cimas fueron
cubiertas por café, cultivo que con los años se convertiría en el
producto insignia de esta región.
En ocasiones, los campos, las calles y los techos de las casas y edificios
se tiñen de ceniza. Al alzar la mirada al cielo manizalita, es el Volcán
Nevado del Ruíz el protagonista, una cumbre impetuosa que rige los
destinos de la ciudad. Sin embargo, no estaba equivocado el poeta
chileno Pablo Neruda cuando bautizó al lugar como “Fábrica de
Atardeceres”, puesto que allí, sin excepción, el horizonte se pinta de
arrebol al caer el sol. Un espectáculo natural que se observa desde
Monumento a los Colonizadores, la Hacienda Venecia y la Torre del
Cable.
El contacto con la naturaleza es una constante en la Perla del Ruíz, por
su cercanía al Parque Natural Los Nevados y la Reserva Rioblanco, los
amantes al turismo sostenible y ambiental encuentran allí el mejor
escenario para vivir experiencias inolvidables, que van desde caminatas
ecológicas y el avistamiento de aves y fauna, hasta actividades más
extremas como el balsaje, canopy y kayak.
 Son las fachadas, balcones, arcos, cornisas, aleros y ventanas de madera uno
de los atractivos turísticos más importantes de la localidad. Razón por la cual
los monumentos como la Catedral Basílica Metropolitana, el Palacio de la
Gobernación, la Iglesia de los Agustinianos y la Iglesia de la Inmaculada, son
permanentemente visitados y admirados por los turistas.

Por otro lado, esta ciudad se caracteriza por su constante actividad cultural que
se refleja en eventos que gozan de gran reconocimiento como la Feria
de Manizales, el Festival de Teatro, el Festival de la Imagen, el Encuentro Mundial
de Chocolate, Café y Ron, Manizales grita Rock, entre otros.
Además cuenta con la Industria Licorera de Caldas, una empresa fundada en 1905
y que tiene una variada línea de licores como el Aguardiente Cristal, el Ron Viejo
de Caldas, el Aguardiente Amarillo y la Crema de Ron Cheers.

Es gracias a sus numerosos atractivos que Manizales se ha convertido en uno de

los escenarios más importantes del turismo en Colombia. Día tras día se ubica en
ranking de las preferencias de los viajeros y, por tal motivo, es conocida también
como la Ciudad de las Puertas Abiertas.