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Los OGM: ¿solución o problema?

Los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) se definen como organismos cuya


estructura genética ha sido alterada. Algunos alegan sus diversas virtudes y los definen
como la aplicación científica más importante de este siglo; otros, en cambio, los
consideran como un gran peligro. En ese sentido, el tema ha originado múltiples
debates, tanto políticos como científicos, sobre el beneficio real de los OGM. En lo
personal, creo que esta tecnología tiene más defectos que virtudes. A continuación,
presentaré dos razones que sustentan por qué los OGM son una amenaza.

En primer lugar, los OGM afectarían la salud de las personas y de los animales. Si bien
la Organización Mundial de la Salud ha señalado que no se han detectado
consecuencias en la salud de los seres vivos que han consumido estos alimentos
modificados, tampoco ha descartado su total inocuidad; es decir, deja abierta la
posibilidad de probables consecuencias en el futuro. Una prueba concluyente al
respecto se halla en los experimentos de unos científicos franceses. La investigación en
ratas reveló que los roedores alimentados durante toda su vida con maíz
transgénico desarrollaron tumores y daños en el hígado y riñones.

Por otro lado, los OGM pueden ocasionar daños en los ecosistemas. Perjudicarían a
especies beneficiosas como los insectos que transportan el polen de una planta a otra
o insectos que se alimentan de las plagas y suponen una forma natural de control.
También, dañan a organismos del suelo (bacterias, hongos, gusanos, etc.),
imprescindibles para su fertilidad. Nuestro ecosistema es el resultado de miles de años
de adaptación al medioambiente. Por lo tanto, si modificamos drásticamente un
elemento de aquel como lo supone la manipulación de los genes de una planta,
los seres vivos que forman parte del ecosistema sufrirán igualmente un cambio brusco.

En síntesis, los daños a la salud a mediano y largo plazo y al ecosistema son


argumentos suficientes para calificar los OGM como una amenaza. Tal vez nuestra
generación no experimente las consecuencias más drásticas, pero nada nos garantiza
que las siguientes no las padezcan. Los supuestos beneficios son los argumentos de las
empresas biotecnológicas que solo buscan lucrar.

[Tomado de Saber escribir, saber argumentar de Sandro Castillo y María Villanueva (2017)]

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