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El piropo. Autopsia de una practica discursiva que muere con el machismo.

Para comenzar con el analisis del piropo como practica discursiva debemos decir que es un discurso
de tipo oral y que se desarrolla generalmente en la calle. Esta practica que progresivamente va
desapareciendo y muriendo en boca de tantos hombres se inscribio en un contexto donde el papel
politico-social de la mujer asi como el del hombre eran sumamente diferentes a lo que conocemos
hoy, o al menos a lo que el discurso imperante pretende.

Para utilizar el piropo nos asimos de un registro sumamente informal acompañado de frases u
oraciones con una clara intencion de provocar. En muchos casos, si no en todos, las intenciones del
emisor al realizar el piropo difieren totalmente con la forma en que es recibido por su interlocutora.

El piropo varia tanto en su mensaje explicito como en las caracteristicas contextuales. Suelen ir
acompañados de exagerados gestos, ampulosos movimientos de manos y un tono de voz sumamente
elevado, buscando sin duda los oidos de los infaltables amigos a quienes pareciera ir dirigido.
Porque el piropo no tiene un solo destinatario/a y asi lo explica Alejandro Dolina: "El piropo se usa
mayormente cuando hay grupos de hombres. Estos hombres, cuando le dicen un piropo a una mujer,
en realidad no quieren seducir a la mujer, SINO A LOS HOMBRES que forman parte del grupo."
La forma en que la interlocutora recibe el piropo es explicitada a traves de gesticulaciones como el
agachar la cabeza en señal de sentirse intimidada o eventualmente con una acida mirada en señal de
desaprobacion.

Las estrategias comunicacionales utilizadas por quien emite el piropo son de una clara descortesia y
se convierten en desagradables monologos en los que se omite toda regla conversacional como la
cortesia, la comprobacion o la cooperacion, entre otras.

Franco Ramirez.

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