Está en la página 1de 4

Construyendo el mundo digital

Son más los autores (tecnodeterministas) que están persuadidos de que la digitalización
está impulsando una transformación profunda en todos los aspectos de nuestra vida. En
opinión de quienes participan de esta visión de los cambios sociales, los nuevos sistemas
de comunicación multimedia digitales permitirían una amplia reorganización de la sociedad
y de las instituciones.

La sociedad es un organismo vivo en el cual confluyen personas con hábitos e intereses


distintos. Refugiarse dentro de un caparazón tecnológico no parece ser el modo mas
adecuado para asegurar estos intereses ni tampoco resulta, el modo mas adecuado para
enfrentarse a los desafíos que tiene planteados la humanidad.

Las tecnologías de simulación y comunicación digital no innovan socialmente. Son


sencillamente una nueva etapa técnica en el desarrollo de la información.

La presentación de las tecnologías de la información y de la comunicación como solución a


los problemas sociales se ha revelado falsa. Mientras los internautas aislados en su
burbuja de cristal navegan a través de las redes telemáticas, sintiéndose poseedores de
una fuente inagotable de saber; grupos inmensos de población están completamente
entregados a la idea de sí mismos que les imponen y a las necesidades que les dejan
tener. Un mundo en el cual los pueblos son remplazados por mercados, los
ciudadanos por consumidores, las naciones por empresas y las relaciones humanas
por la competencia comercial.

El artificio de las tecnologías consiste en presentarse como hacedoras de mundo cuando


sólo son instrumentos, eficaces, al servicio de una estrategia política o económica
determinada. Estas tecnologías proveen poderosas herramientas para asegurar la
perpetuación y reproducción de las estructuras básicas sobre las que se sustenta el poder
económico. Las tecnosociedades establecen sistemas cada vez más férreos y sofisticados
de vigilancia y de control de los ciudadanos.

A partir de normas prefijadas por instituciones y organismos el individuo es marcado,


etiquetado y clasificado. Son cada vez mas quienes a través de Internet exhiben el directo
la intimidad de sus espacios privados a la mirada ubicua de todo aquel que lo desee.
Definitiva simbiosis de lo privado en lo público (reality show). Ser vistos sin ver, ver si ser
vistos en una falsa ilusión de transparencia que desvela el temor creciente a enfrentarse a
la angustia de la soledad.

La sociedad global de la información que comienza a dibujarse tiende a dar la espalda de


las relaciones sociales. Solo una elite de privilegiados disfrutara las ventajas de las
tecnologías digitales. Una ciber-aristocracia indiferente al padecer de un mundo de
excluidos invisibles a sus ojos. Desde esta perspectiva se puede afirmar que la
tenoutopía digital se acerca mas a una claustrofóbica pesadilla que al ideal
prometido de una sociedad más justa y abierta.

Conclusiones provisionales:

El mundo contemporáneo, cada vez mas uniformizado y mediatizado es cada vez más
difícil de comprender y de vivir para quienes conservan una relación con el saber, basada
en la búsqueda de la separación entre realidad y representación, entre verdad y ficción.

El mundo que nos muestra los medios arrastra dolor confusión, y tristeza. La
desesperanza nos envuelve. No es de extrañar que todas estas cosas disminuyan nuestra
capacidad de reacción. Convencidos de que el mundo es un lugar peligroso, que nada
podrá cambiar dejamos de ser actores de nuestra vida para ser objetos de temores
inducidos.

La realidad se convierte de este modo en una gran simulación multisensorial programada


por los intereses de los poderes políticos y económicos en la que tenemos absoluta
libertad, siempre y cuando nos salgamos de los limites preestablecidos.

El desarrollo de las técnicas del simulacro virtual no depende solo de los avances
tecnológicos en el campo de la informática, sino también de la conjunción de la aceptación
social de las aplicaciones y usos propuestos.

Una sociedad prevenidamente global (de la información, la comunicación, el conocimiento


y la soledad) que complacida en la contemplación de su propia imagen, desdeña a otros
seres humanos incapaz de separar la realidad exterior de la imagen formadas por sus
deseos y temores. En torno a este ambiente, envuelto por el narcisismo complaciente que
caracteriza a las sociedades tecnológicamente avanzadas, las técnicas de comunicación y
simulación digital, generan expectativas desmesuradas.

Solos, aislados en el no-lugar digital, se nos promete un mundo de maravillas artificiales


que nos condena a la ausencia de toda calidad de vida en un simulacro perpetuo e
imperfecto e comunicación al que nuestro cuerpo se resiste.

La sociedad contemporánea se debate entre el pensamiento globalizador y narcisista


generado por los centros hegemónicos, el poder político y económico, y la necesidad de
encontrar formas de relación humana y organización comunitarias capaces de asegurar la
libertad el bienestar, y la dignidad de todos los habitantes del planeta.

No viviremos mejor por el solo hecho de tener acceso a mas imágenes mas informaciones,
mas productos, mas canales de comunicación, si estos están concebidos con el solo
objeto de mediatizar comercialmente el conjunto de nuestra vida. El funcionamiento no
comercial de Internet durante años nos demuestra que existen alternativas al actual
modelo comunicativo.

Explorar y desarrollar estas posibilidades marca una propuesta de transformación social al


alcance de las organizaciones ciudadanas en general y de cada individuo en particular.
Nuestra es la responsabilidad de aprovechar esta ocasión que nos brindan las técnicas de
comunicación y simulación digital.

Construyendo el mundo digital

Son más los autores (tecnodeterministas) que están persuadidos de que la digitalización
está impulsando una transformación profunda en todos los aspectos de nuestra vida. En
opinión de quienes participan de esta visión de los cambios sociales, los nuevos sistemas
de comunicación multimedia digitales permitirían una amplia reorganización de la sociedad
y de las instituciones.

La sociedad es un organismo vivo en el cual confluyen personas con hábitos e intereses


distintos. Refugiarse dentro de un caparazón tecnológico no parece ser el modo mas
adecuado para asegurar estos intereses ni tampoco resulta, el modo mas adecuado para
enfrentarse a los desafíos que tiene planteados la humanidad.

Las tecnologías de simulación y comunicación digital no innovan socialmente. Son


sencillamente una nueva etapa técnica en el desarrollo de la información.
La presentación de las tecnologías de la información y de la comunicación como solución a
los problemas sociales se ha revelado falsa. Mientras los internautas aislados en su
burbuja de cristal navegan a través de las redes telemáticas, sintiéndose poseedores de
una fuente inagotable de saber; grupos inmensos de población están completamente
entregados a la idea de sí mismos que les imponen y a las necesidades que les dejan
tener. Un mundo en el cual los pueblos son remplazados por mercados, los
ciudadanos por consumidores, las naciones por empresas y las relaciones humanas
por la competencia comercial.

El artificio de las tecnologías consiste en presentarse como hacedoras de mundo cuando


sólo son instrumentos, eficaces, al servicio de una estrategia política o económica
determinada. Estas tecnologías proveen poderosas herramientas para asegurar la
perpetuación y reproducción de las estructuras básicas sobre las que se sustenta el poder
económico. Las tecnosociedades establecen sistemas cada vez más férreos y sofisticados
de vigilancia y de control de los ciudadanos.

A partir de normas prefijadas por instituciones y organismos el individuo es marcado,


etiquetado y clasificado. Son cada vez mas quienes a través de Internet exhiben el directo
la intimidad de sus espacios privados a la mirada ubicua de todo aquel que lo desee.
Definitiva simbiosis de lo privado en lo publico (reality show). Ser vistos sin ver, ver si ser
vistos en una falsa ilusión de transparencia que desvela el temor creciente a enfrentarse a
la angustia de la soledad.

La sociedad global de la información que comienza a dibujarse tiende a dar la espalda de


las relaciones sociales. Solo una elite de privilegiados disfrutara las ventajas de las
tecnologías digitales. Una ciber-aristocracia indiferente al padecer de un mundo de
excluidos invisibles a sus ojos. Desde esta perspectiva se puede afirmar que la
tenoutopía digital se acerca mas a una claustrofóbica pesadilla que al ideal
prometido de una sociedad más justa y abierta.

Conclusiones provisionales:

El mundo contemporáneo, cada vez mas uniformizado y mediatizado es cada vez más
difícil de comprender y de vivir para quienes conservan una relación con el saber, basada
en la búsqueda de la separación entre realidad y representación, entre verdad y ficción.

El mundo que nos muestra los medios arrastra dolor confusión, y tristeza. La
desesperanza nos envuelve. No es de extrañar que todas estas cosas disminuyan nuestra
capacidad de reacción. Convencidos de que el mundo es un lugar peligroso, que nada
podrá cambiar dejamos de ser actores de nuestra vida para ser objetos de temores
inducidos.

La realidad se convierte de este modo en una gran simulación multisensorial programada


por los intereses de los poderes políticos y económicos en la que tenemos absoluta
libertad, siempre y cuando nos salgamos de los limites preestablecidos.

El desarrollo de las técnicas del simulacro virtual no depende solo de los avances
tecnológicos en el campo de la informática, sino también de la conjunción de la aceptación
social de las aplicaciones y usos propuestos.

Una sociedad prevenidamente global (de la información, la comunicación, el conocimiento


y la soledad) que complacida en la contemplación de su propia imagen, desdeña a otros
seres humanos incapaz de separar la realidad exterior de la imagen formadas por sus
deseos y temores. En torno a este ambiente, envuelto por el narcisismo complaciente que
caracteriza a las sociedades tecnológicamente avanzadas, las técnicas de comunicación y
simulación digital, generan expectativas desmesuradas.
Solos, aislados en el no-lugar digital, se nos promete un mundo de maravillas artificiales
que nos condena a la ausencia de toda calidad de vida en un simulacro perpetuo e
imperfecto e comunicación al que nuestro cuerpo se resiste.

La sociedad contemporánea se debate entre el pensamiento globalizador y narcisista


generado por los centros hegemónicos, el poder político y económico, y la necesidad de
encontrar formas de relación humana y organización comunitarias capaces de asegurar la
libertad el bienestar, y la dignidad de todos los habitantes del planeta.

No viviremos mejor por el solo hecho de tener acceso a mas imágenes mas informaciones,
mas productos, mas canales de comunicación, si estos están concebidos con el solo
objeto de mediatizar comercialmente el conjunto de nuestra vida. El funcionamiento no
comercial de Internet durante años nos demuestra que existen alternativas al actual
modelo comunicativo.

Explorar y desarrollar estas posibilidades marca una propuesta de transformación social al


alcance de las organizaciones ciudadanas en general y de cada individuo en particular.
Nuestra es la responsabilidad de aprovechar esta ocasión que nos brindan las técnicas de
comunicación y simulación digital.

También podría gustarte