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LA ANIMACIÓN A LA LECTURA

Raúl Rojano Vera

INTRODUCCIÓN

Uno de los grandes objetivos de todo el proceso educativo es conseguir una


solvencia a nivel de lecto-escritura, ya que se trata de un área instrumental, y por ello
las demás en gran medida dependen de este grado de solvencia, así pues, la
conquista de la lectura por el niño/a debe ser el gran reto de la enseñanza primaria, ya
que este será uno de los pilares básicos sobre el que se edifique la persona. Leyendo
libros aprendemos a empatizar con otros puntos de vista, a conocer otras vidas otras
culturas, a desarrollar la comprensión del texto escrito y al plano que de esta
comprensión puede obtener el lector, al mismo tiempo que una información más o
menos amplia en función del contenido y de su naturaleza.

Con un proyecto de animación a la lectura en el primer ciclo de la educación


primaria y tratando de implicar activamente a todos los miembros de la comunidad
educativa (niños/as, madres, padres y educadores/as) a través de diversas actividades
podremos conseguir los objetivos de desarrollo de animación a la lectura.

DESARROLLO

Desde el comienzo del segundo trimestre y a lo largo del curso se irán


desarrollando actividades que van desde la narración de cuentos en las aulas hasta la
potenciación del uso de las bibliotecas, tanto de aula como de centro (con servicios de
asesoramiento y préstamo).

 
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Algo que debemos tener presentes es seguir con el proyecto en cursos
posteriores y modificando los aspectos que sea necesario para continuar y ampliar el
proyecto.

Para ello necesitamos la adhesión del niño/a, de ahí la necesidad de suscitar


en él el deseo de leer y escribir. Leer y escribir suponen acceder a un código escrito y
para muchos alumnos esta conquista supone una empresa llena de dificultades, por
ello debe acompañarse de una preparación minuciosa por parte del adulto.

Una pregunta clave sería ¿cuál es el momento en que los niños y niñas tienen
capacidad cognitiva para leer? A lo que habría que responder que el momento de leer
no responde a una edad cronológica fija por lo que no podremos hablar de edad de
leer sino de edad en la que el niño o niña está preparado para leer que oscila entre los
4 y los 7 años.

La lectura implica además dos aspectos íntimamente solidarios: Una técnica,


que es descifrar el mensaje de otro, y una función, que es comprender este mensaje.
Esta doble habilidad requiere una serie de aptitudes que no se presentan de forma
homogénea dentro del grupo de niños y niñas. El proceso de aprendizaje lector dura
toda la escolaridad y se ve sometido a un perfeccionamiento constante.

Si el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura ha sido eficaz, cada texto


debe suscitar en su lector/a un ambiente donde se articulan lugares, sucesos y
personajes.

Esta realidad será diferente de un lector a otro ya que la creatividad e


imaginación de cada uno de ellos actuará para dar vida a estos personajes y lugares
que forman las diferentes historias.

Aprender a leer es también vivir una nueva conducta relacional con el texto
escrito con el que el lector debe comunicarse, de ahí la importancia de la motivación
que debe empezar desde los niveles más bajos (educación infantil) donde debe haber
una biblioteca de aula con libros de imágenes y poco texto que pueda ser manipulado
como un objeto privilegiado.

En esta etapa de preescolar se enriquecerá con juegos dramáticos y de


expresión oral todas las actividades relacionadas con los libros, cuentos leídos o
contados por el profesor o profesora, presentación de imágenes secuenciadas de 3 a
5 elementos que deben ser ordenados para hacer una narración coherente y aprender
su orden cronológico.

El centro escolar debe tener una buena biblioteca a la que tengan acceso todos
los alumnos/as, bien en grupo aula o individualmente; debe poseer variedad de temas
y niveles adecuadas al gusto y nivel de los escolares, y estos libros deben incorporar
las diferencias culturales y de género, de tal forma que ayuden al ciudadano a vivir en
una sociedad multicultural e igualitaria.

Del mismo modo, cada grupo debe tener una biblioteca de aula a la que poder
dirigirse a consultar o leer en momentos determinados a lo largo de la jornada escolar.

Y es que, como apuntaba más arriba, la animación a la lectura sirve no sólo


para alcanzar objetivos escolares, sino para formar a una persona dinámica, segura e
independiente, capaz de pensar por sí misma. La animación a la lectura supone una

 
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alternativa a los métodos tradicionales de afianzamiento de la lectura que han
demostrado su ineficacia en numerosas ocasiones. Debemos realizar unos
planteamientos educativos de orientación experiencialista, funcional y lúdica, contraria
a los enfoques racionalistas y eficientistas de la educación.

Es esencial que el alumno/a lea con afición, por placer, y es por tanto el hábito
lector el objetivo y la actividad primordial dentro del área de Lengua y Literatura.
Familias, bibliotecas de aula, escolares y públicas, colegios, librerías, lectores e
instituciones en general tienen la necesidad de ofrecer una imagen de la lectura
complementaria, al menos de la adquisición de una competencia técnica que
construye el aprendizaje lector. Se trata de valorizar la práctica social de la lectura
poniendo en práctica diversos ejercicios que deben formar parte de un proyecto de
animación a la lectura, entre los que cabe destacar los siguientes talleres:

- ENCUENTRO CON CARLES CANO, se trataría de un taller que pretende poner en


contacto a los alumnos con autores de literatura infantil y juvenil, concretamente
Carles Cano, quien tendría ocasión de contar otro cuento de los muchos que lleva
publicado, además de responder a las preguntas que los alumnos y alumnas le
formulasen respecto a algún cuento que ya podrían haber trabajado en clase como
puede ser entre otros: ¡Te pillé, Caperucita!. Cada día podrían participar dos grupos de
25 alumnos y el lugar optimo sería el salón de actos del centro, si es que la biblioteca
del colegio no tuviese el aforo necesario. El horario del encuentro podría ser de 11 a
12, y deberían de estar presentes los profesores de cada grupo para ayudar a
mantener el orden, los turnos de palabra, etc.

El mismo esquema tendría el taller NARRACIÓN ORAL que se desarrollaría


también en el salón de actos, en horario de 12 a 13 horas donde podrían participar
todos los alumnos del centro de forma organizada.

EVALUACIÓN

Con el fin de adaptar el proyecto a la realidad práctica que vaya surgiendo


durante su propio proceso, se llevará a cabo una evaluación formativa a lo largo de
todo el proyecto, que vaya señalando los aspectos que deban mejorarse. Tratando, de
esta forma, de facilitar el alcance de los objetivos propuestos.

CRITERIOS

- ¿Han participado las familias en las reuniones y actividades?


- ¿Piden asesoramiento las familias en cuanto a las lecturas más adecuadas para sus
hijos e hijas?
- ¿Ha sido adecuada la selección de objetivos? ¿Se han alcanzado?
- ¿Han sido adecuados y suficientes los recursos materiales, económicos y humanos?

 
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- ¿Ha sido adecuada la temporalización de las actividades?
- ¿Ha aumentado el número y la calidad de las interacciones entre padres/madres y
educadores/as?
- ¿Se ha adaptado la metodología a los objetivos planteados?

INDICADORES

- Número de consultas realizadas por las familias.


- Material y dinero utilizados, cuánto ha sobrado o ha faltado.
- Implicación de las familias, colaboración, predisposición, actitud,...
- Número de visitas diarias a la biblioteca, número de libros prestados,...
- Número de intervenciones, sugerencias, aportaciones por parte de los
padres/madres.
- Resultado de las actividades conjuntas e individuales.
- Número de asistentes a las reuniones convocadas.
- Actitud del alumnado respecto a los libros, representaciones y en general actividades
realizadas.

CONCLUSIONES

Como en todo proyecto de animación a la lectura, el objetivo principal es


acercar la lectura y los libros así como los distintos ámbitos en que podemos
encontrarlos a la vida cotidiana de los niños y niñas.

Hay que buscar el equilibrio entre lo novedoso de un proyecto de animación a


la lectura, que rompa con la cotidianidad, y la necesaria extensión en el tiempo de un
proyecto, ya que en un solo día no se conseguirían los objetivos planteados. Las
actividades se deben diseñar siguiendo una idea de continuidad a lo largo de todo el
curso escolar.

En el primer y segundo ciclo de primaria despertar en los alumnos y alumnas el


interés lector es una tarea difícil ya que con estas edades necesitan un enorme
esfuerzo para conseguir una comprensión lectora. Es por esto por lo que debemos
presentar la lectura como una forma de entretenimiento, lúdica y divertida, si no lo
conseguimos, seguirán viendo la lectura como una tarea tediosa que de ninguna
manera puede competir con los videojuegos, y la televisión.

Y es que, como apuntaba en el párrafo anterior, la lectura en nuestros días


tiene un gran enemigo: la imagen. Para el niño es mucho más fácil y cómodo sentarse

 
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delante de la televisión a ver sus dibujos preferidos que sentarse ante un libro cuya
lectura requiere un trabajo y una concentración. Es por ello por lo que debemos, sobre
todo en estas etapas iniciales, fomentar este gusto por los libros y hacerles descubrir
que pueden llegar a ser unos amigos mucho más interesantes que la televisión o los
videojuegos. Los cuales están actuando como agentes socializadores, como ya
apuntara el profesor Esteve en su libro: El malestar docente.

BIBLIOGRAFÍA

- Cano, Carles: ¡Te pillé, Caperucita!; Bruño, Madrid, 2007.


- Borda Crespo, M. Isabel: Cómo iniciar a la lectura; Ed. Arguval, Málaga, 2006.
- Borda Crespo, Mª Isabel: Sobre la animación a la lectura de los libros literarios;
Grupo editorial universitario, Málaga, 2005.
- Gómez Hernández, José A.: Por qué las bibliotecas en el siglo XXI
- http://www.juntadeandalucia.es/averroes/gabinetemalaga/prinfram/enlaces/activi
da/ferialib/ferli07/ferli07b.htm

 
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