Está en la página 1de 16

Qué es Lealtad:

Se conoce como lealtad al carácter de una persona, cosa o animal leal. El término de lealtad
expresa un sentimiento de respeto y fidelidad hacia una persona, compromiso, comunidad,
Zorganizaciones, principios morales, entre otros.

El término lealtad proviene del latín “legalis” que significa “respeto a la ley”.

El término leal es un adjetivo usado para identificar a un individuo fiel en base a sus acciones o
comportamiento. Es por ello, que una persona leal es aquella que se caracteriza por ser
dedicada, y cumplidora e inclusive cuando las circunstancias son adversas, así como defender
en lo que cree, por ejemplo: un proyecto.
…..
Logo Slogan Economipedia BlancoEconomipediaHaciendo fácil la economía

Integridad
Guillermo Westreicher 2 min Referenciar
La integridad es la condición de un individuo u objeto de mantener todas sus partes. Esto no
incluye solo lo físico, sino los valores y convicciones.

Es decir, se puede afirmar que una persona es íntegra cuando actúa de acuerdo a las ideas
que siempre ha manifestado. Esto significa que es confiable.

Se suele asociar la integridad con términos como rectitud y moralidad, pero estos son
subjetivos. Es decir, lo moral para una persona puede no serlo para otra que pertenece a otra
cultura. Por esa razón, es preferible entender la integridad como el actuar en coherencia con
los propios valores.

Dado lo anterior, la integridad es un valor que idealmente se busca en los líderes y en la


autoridades. Esto, aunque finalmente terminen actuando de otra manera.
…..
La ética médica es una disciplina que acompaña al médico a lo largo de su vida profesional.
Permite, en su condición de ética aplicada, analizar los problemas éticos para tomar decisiones
que utilizan el bagaje de sus valores personales y la conciencia moral que ha adquirido
previamente, y puede aplicar desde muy temprano en las aulas universitarias al compaginar
sus expectativas vocacionales con sus obligaciones estudiantiles; desde sus primeros
contactos con la vida, enfermedad, dolor, muerte y realidades sociales que experimenta en los
anfiteatros anatómicos, en los laboratorios experimentales con animales, y luego con los
enfermos (1).

La ética, en su concepto primigenio, analiza las conductas y el comportamiento de las personas


y las califica como aceptables o erróneas, a condición de que sean voluntarias y conscientes,
expresa, así mismo, la propuesta colectiva de la sociedad. En tanto, la ética médica, en ese
mismo sentido, orienta la conducta del profesional médico hacia el acto médico correcto, y
propicia el logro de un estándar ideal y de excelencia de las relaciones que debe establecer
con los enfermos (2). Por su parte, la deontología médica complementa a la ética médica como
un suplemento que se expresa en un código profesional para tipificar, calificar y sancionar los
problemas éticos que aparezcan en la relación médico-paciente, en las relaciones de los
médicos entre sí y con las instituciones sanitarias. La deontología surge del consenso
establecido previamente por los pares y que obliga a los asociados a cumplir como imperativos
categóricos de la profesión que inspiran y guían la conducta profesional y que se manifiestan
como acciones intencionales (3).

Algo de historia

Probablemente, un primer ejemplo de asistencia relacionada con la salud en la historia de la


humanidad se puede achacar a los cuidados que prestaban las mujeres madres, esposas, hijas
primitivas para la integridad de los niños y de otros miembros del clan en su rol familiar, el que
ejercían mediante el uso de sus manos, al frotar o comprimir los cuerpos o zonas afectadas en
su afán de aliviar al enfermo (4). La historia de la medicina personifica a quienes de alguna
manera eran privilegiados en el manejo de las enfermedades y que fungían como sacerdotes,
brujos o chamanes; ellos intervienen como intermediarios entre la persona creyente y el objeto
de su adoración, se encargaban de intentar la curación, en la creencia de que esta se producía
fuera del dominio del hombre; aunque era evidente que en algunos casos podían entender y
manejar las dolencias comprensibles, como en el caso de lesiones y heridas producidas por
accidentes traumáticos, heridas de cacería, guerra u otras situaciones; en contraste con la
presencia de las enfermedades no comprendidas, que requerían del uso de rituales de una
medicina mágica atribuible a malos espíritus o dioses dañinos (5).

En Mesopotamia (5 mil años a. C.) se encuentran vestigios de una medicina coherente y


práctica, con algunos procedimientos sorprendentemente avanzados para la época, lo que
motivó que, durante el reinado de Hammurabi, rey de Babilonia (2000 a. C.), se estableciera
una normativa para regular las prácticas de la cirugía, mediante severas sanciones para
quienes producían lesiones; esto se puede considerar como una normativa de control de la
salud por parte del estado (6).
….

Podemos definir la Formación Integral como el proceso continuo, permanente y participativo


que busca desarrollar armónica y coherentemente todas y cada una de las dimensiones del ser
humano (ética, espiritual, cognitiva, afectiva, comunicativa, estética, corporal, y socio-política),
a fin de lograr su realización plena en la sociedad. Es decir, vemos el ser humano como uno y
a la vez pluridimensional, bien diverso como el cuerpo humano y a la vez plenamente integrado
y articulado en una unidad.
Lo anterior supone que hemos hecho una opción por unas determinadas dimensiones (en este
caso ocho) que consideramos indispensable cultivar si queremos lograr más plenamente el
desarrollo armónico de la persona. De este modo, una propuesta educativa coherente con lo
anterior, debe abordar los distintos procesos que son propios de cada una de estas
dimensiones de la persona; pero no sólo abordarlos, sino hacer que efectivamente todas las
acciones curriculares se orienten a trabajar para lograr su desarrollo.
Podemos afirmar que las dimensiones son “categorías” o conceptos que hemos construido
racionalmente para determinar aquellos aspectos que son definitivos en el ser humano, y que
por lo mismo, no podemos desatender cuando pretendemos formar integralmente.
¿Por qué entendemos así la Formación Integral?
Si hablamos del sustantivo «Formación» es porque se busca desarrollar y orientar claramente
esas diferentes dimensiones o potencialidades que poseemos. Si a ese sustantivo le añadimos
el adjetivo «Integral» es para decir que ese desarrollo abarca la totalidad del ser humano.
No hay formación sin orientación; siempre se forma para algo, con un fin, con una
intencionalidad, con un propósito. En educación no hay asepsia, no hay neutralidad; por eso se
«forma», se da forma, de cara a una cultura, a una sociedad, en un determinado contexto.
Podríamos formar para que nuestros estudiantes simplemente se adapten y se amolden al
modelo social predominante, pero el compromiso que asumimos desde la Pedagogía Ignaciana
es el de formar para no re-producir el «status-quo», sino para ayudar a nuestros estudiantes a
ser hombres y mujeres plenamente auténticos, capaces de mirar la realidad de una manera
lúcida y de comprometerse en su transformación: que piensen por ellos mismos, que sean
críticos, que actúen en coherencia con sus valores y principios. En otras palabras, queremos
formar, ante todo, personas competentes, capaces de discernir los signos de los tiempos de
una forma reflexiva, crítica y comprometida.
Queremos formar integralmente pensando más en el SER de la persona que en su tener o
saber para poder. Nuestra formación no es mera capacitación para acceder a un título
académico, y adquirir prestigio o «status» por ser egresado de una institución de renombre. Si
se trata de SER, desde la visión ignaciana, es buscando ser con los demás y para los demás, a
fin de servir mejor.
Las dimensiones que deben trabajarse en una formación integral
Decíamos que queremos una Formación Integral que busque desarrollar cada una de las
“dimensiones” del ser humano. En este sentido, hemos de entender por dimensión el conjunto
de potencialidades fundamentales con las cuales se articula el desarrollo integral de una
persona; o también si se quiere, unidades fundamentales, de carácter abstracto, sobre las que
se articula el desarrollo integral del ser humano.
….
Qué es Ética:
La ética es una disciplina de la filosofía que estudia el comportamiento humano y su relación
con las nociones del bien y del mal, los preceptos morales, el deber, la felicidad y el bienestar
común.

La palabra ética proviene del latín ethĭcus, que a su vez procede del griego antiguo ἠθικός
(êthicos), derivado de êthos, que significa 'carácter' o 'perteneciente al carácter'.
….
Cómo ser una persona ética

La respuesta más clara y simple a la pregunta sobre cómo ser éticos es: pensar. La ética es la
reflexión racional sobre aquello que entendemos por conducta buena. En consecuencia, una
persona ética reflexiona racionalmente sobre el propio comportamiento, su vida y el mundo.
Pero, también piensa sobre la verdad de sus valores, elige deliberadamente lo correcto y hace
lo correcto.

El bienestar, propio y general, depende de la persona ética. Queremos realizarnos como


personas y construir un futuro prometedor para sí mismos y las personas que amamos. No
obstante, rápidamente constatamos que esto no es fácil. Dado que el cambio es una constante
en nuestras vidas y, con frecuencia, debemos tomar decisiones difíciles en condiciones de
incertidumbre.

La vida misma nos exige ser capaces de pensar sobre problemas éticos complejos. De hecho,
todos deberíamos estar en condiciones de poder navegar a través de la incertidumbre y, así,
alcanzar la cima de lo que es posible.

Una persona ética tiene claro qué es la ética

La ignorancia sobre la ética es una de las cosas que más nos aleja de la misma ética. La
verdad es que tenemos preconceptos erróneos y no la comprendemos. La cuestión es que si
no entendemos la ética, es probable que no tengamos la oportunidad de pensar
cuidadosamente sobre los valores que dan forma a la sociedad y a la propia vida. Por
consiguiente, el primer paso hacia la ética es entenderla. Una persona ética tiene claro qué es
la ética.

La razón más importante para entender la ética es que es ineludible. Simplemente no podemos
escapar de ella. Es casi imposible imaginar una sociedad sin normas ni leyes, ni formas de
evaluar lo que es deseable o insano. Todos somos responsables de formarnos una idea clara
sobre lo que entendemos como ética, y de educarnos sobre el tema. Ahora bien, para
formarnos una idea clara podemos pensar sobre las propias ideas, leer sobre ética y hablar con
otros sobre lo que ellos piensan como ética.

Para empezar, lo más importante que debemos saber sobre la ética es que se trata de
encontrar nuestra identidad, mejorar la conciencia y nuestras habilidades sociales y
emocionales. De manera que desarrollemos nuestro potencial y saquemos a la luz lo mejor de
nosotros.
El propósito de la vida importa

Todos buscamos la felicidad y todos buscamos el sentido de la vida a través de nuestras


relaciones, experiencias y decisiones de vida. La cuestión es que para ser dignos de felicidad,
es necesario ser éticos. Porque, si bien, la felicidad puede traer más sentido a nuestras vidas,
por sí misma no lo garantiza. Igualmente, un mayor sentido por sí mismo no garantiza la
felicidad. Tanto la felicidad como el sentido de la vida sólo avanzan llevando una vida ética.
…..
La ética profesional consiste en un conjunto de normas y valores que rigen el actuar de los
trabajadores en una organización. Se basa, principalmente, en los valores universales que
poseen los seres humanos (como responsabilidad, honestidad, respeto, discreción , entre
otros) aplicados directamente en el entorno laboral.

Hay que destacar que la ética profesional se ve ampliamente reflejada en la manera de actuar
de los trabajadores, por lo que, si alguno de ellos tiene una profunda falta de valores, es muy
posible que realice acciones que perjudiquen a la empresa y a sus compañeros de trabajo.

Es por ello que el principal objetivo de la ética profesional es dejar de lado los beneficios
individuales, y trabajar en conjunto por el bien común. Si a la empresa le va bien los
trabajadores tendrán estabilidad laboral, pero si se realizan acciones que perjudiquen
directamente a la organización, las consecuencias pueden afectar a muchas personas.

Es importante destacar que al quebrantar de manera deliberada los valores en los que se basa
la ética profesional puede ser causa de sanciones, incluso por la vía legal. Cada profesión tiene
valores y compromisos específicos con los que cada colaborador debe conducirse, es por ello
que las sanciones a quienes no se apeguen a estos principios pueden ir desde la destitución
del cargo, la pérdida de cédula profesional o incluso cumplir una condena en prisión.

En algunos casos específicos, los colaboradores pueden tener un conflicto entre sus valores
éticos personales y los profesionales, lo que puede derivar en que consideren que no están
actuando correctamente y decidan romper relación con la empresa o no apegarse a los
principios de la empresa y anteponer sus principios personales a los profesionales.
Por todas estas razones, las empresas tienen la opción de recurrir a los test de honestidad y
ética, con los que se podrán conocer los valores, principios y comportamiento ético de los
colaboradores actuales y futuros. Con este tipo de medidas, las organizaciones pueden prever
escenarios de conflictos éticos, tomar medidas preventivas y correctivas.

Los departamentos de Recursos Humanos pueden recurrir a empresas como TPS, la cual se
especializa en evaluar la honestidad, ética e integridad de los profesionistas, con el fin de dar
más tranquilidad a las empresas donde laboran.

….La ética profesional consiste en un conjunto de normas y valores que rigen el actuar de los
trabajadores en una organización. Se basa, principalmente, en los valores universales que
poseen los seres humanos (como responsabilidad, honestidad, respeto, discreción , entre
otros) aplicados directamente en el entorno laboral.

Hay que destacar que la ética profesional se ve ampliamente reflejada en la manera de actuar
de los trabajadores, por lo que, si alguno de ellos tiene una profunda falta de valores, es muy
posible que realice acciones que perjudiquen a la empresa y a sus compañeros de trabajo.

Es por ello que el principal objetivo de la ética profesional es dejar de lado los beneficios
individuales, y trabajar en conjunto por el bien común. Si a la empresa le va bien los
trabajadores tendrán estabilidad laboral, pero si se realizan acciones que perjudiquen
directamente a la organización, las consecuencias pueden afectar a muchas personas.

Es importante destacar que al quebrantar de manera deliberada los valores en los que se basa
la ética profesional puede ser causa de sanciones, incluso por la vía legal. Cada profesión tiene
valores y compromisos específicos con los que cada colaborador debe conducirse, es por ello
que las sanciones a quienes no se apeguen a estos principios pueden ir desde la destitución
del cargo, la pérdida de cédula profesional o incluso cumplir una condena en prisión.

En algunos casos específicos, los colaboradores pueden tener un conflicto entre sus valores
éticos personales y los profesionales, lo que puede derivar en que consideren que no están
actuando correctamente y decidan romper relación con la empresa o no apegarse a los
principios de la empresa y anteponer sus principios personales a los profesionales.

Por todas estas razones, las empresas tienen la opción de recurrir a los test de honestidad y
ética, con los que se podrán conocer los valores, principios y comportamiento ético de los
colaboradores actuales y futuros. Con este tipo de medidas, las organizaciones pueden prever
escenarios de conflictos éticos, tomar medidas preventivas y correctivas.

Los departamentos de Recursos Humanos pueden recurrir a empresas como TPS, la cual se
especializa en evaluar la honestidad, ética e integridad de los profesionistas, con el fin de dar
más tranquilidad a las empresas donde laboran.

.....
Moralidad y ética

La moralidad se refiere a las normas y valores sociales que guían a las personas y su
interacción con el prójimo, las comunidades, y su entorno. En todos estos tipos de interacción
hay valores importantes en juego; reglas y normas para proteger estos valores; deberes
implícitos en las funciones y posiciones sociales que pueden fomentar estos valores y
promover estas reglas; y virtudes humanas o capacidad que nos permiten actuar en
consecuencia. Estos factores morales están normalmente relacionados con prácticas religiosas
y estructuras de poder social.

La ética es un análisis sistemático y crítico de la moralidad, de los factores morales que guían
la conducta humana en una determinada práctica o sociedad. Como la pesca representa una
interacción entre personas y el ecosistema acuático, la ética de la pesca se refiere a los
valores, reglas, deberes y virtudes pertinentes al bienestar de las personas y el ecosistema,
proporcionando un análisis normativo crítico de las cuestiones morales en juego en ese sector
de las actividades humanas.

Cuando los valores, reglas y deberes morales están sujetos a un análisis ético, es
particularmente importante su relación con los intereses humanos básicos compartidos por la
población, independientemente de su entorno cultural. Los valores morales pueden cambiar y
el razonamiento moral se pregunta si las actividades legitimadas tradicionalmente y en la
práctica por la religión, el derecho o la política merecen ser reconocidas. En efecto, la evolución
de la ética en el siglo pasado se ha caracterizado por la tendencia a cambiar los valores y
derrocar las convenciones morales que han guiado las relaciones entre los sexos, entre los
seres humanos y los animales y entre los seres humanos y su entorno. Una tarea más reciente
de la ética consiste en ofrecer resistencia a esas tendencias a la mundialización, la
comercialización y el dominio de la tecnología que erosionan la biodiversidad y aspectos
valiosos de la identidad cultural y que incluso podrían llegar a amenazar los derechos
humanos. Aunque estas tendencias se presentan a menudo como neutrales en relación con los
valores, conllevan hipótesis ocultas que son posibles fuentes de desigualdad y abuso.

Principios fundamentales de la bioética


Aunque las distintas teorías éticas puedan tener principios prioritarios y razonamientos
diferentes, se ha ido llegando a un consenso sobre los principales principios de la bioética[1]:

Dignidad humana, derechos humanos y justicia, que se refieren a la obligación de promover el


respeto universal hacia las personas. En el contexto de la pesca, este principio se refiere, por
ejemplo, a la autodeterminación de los pescadores, el acceso a los recursos pesqueros y el
derecho a los alimentos. Donde está mejor representado esto es en un enfoque de la ética
basado en los derechos, poniendo de relieve la protección del ámbito personal de cada
individuo. No obstante, esto podría requerir el establecimiento de derechos individuales o
comunitarios, cuyo carácter exacto dependerá de las condiciones locales.

Efectos beneficiosos, que se refiere al bienestar de las personas, reduciendo los daños y
aprovechando al máximo los beneficios de las prácticas sociales. En el contexto de la pesca,
hay que observar este principio cuando se evalúan los efectos de las políticas y prácticas en los
medios de subsistencia de las comunidades pesqueras. El principio está relacionado con las
condiciones laborales (seguridad a bordo), así como con la calidad y la inocuidad de los
alimentos. La cuestión de los organismos modificados genéticamente también se debe abordar
en este contexto (FAO, 2001b). Este principio invita a utilizar un enfoque ético en relación con
la pesca que se concentre en las consecuencias para el bienestar general.

Diversidad cultural, pluralismo y tolerancia, que están relacionados con la necesidad de tener
en cuenta diferentes escalas de valores dentro de los límites de otros principios morales. Las
apremiantes cuestiones morales de pesca tienen modalidades diferentes en las distintas
culturas, y es una exigencia moral importante que sean las propias personas quienes definan
cómo están mejor atendidos sus intereses en un entorno cultural particular. Este principio
encaja bien con la ética del diálogo, que pone de relieve la participación directa de las personas
interesadas.

Solidaridad, igualdad y cooperación, que se refieren a la importancia de la acción en


colaboración, el intercambio de conocimientos científicos y de otro tipo y la no discriminación.
En el contexto de la pesca, este principio subraya el imperativo moral de erradicar la pobreza
en los países en desarrollo y asegurar la equidad en las pesquerías y entre diferentes sectores.
También exige políticas transparentes y subraya la necesidad de reducir el vacío que hay entre
los productores y los consumidores. Este principio es pertinente en el plano normativo, así
como en el individual de las ventajas y las obligaciones profesionales para fomentar la
confianza y la tolerancia entre las partes interesadas.

Responsabilidad para con la biosfera, que concierne a las interconexiones entre todas las
formas de vida y la protección de la biodiversidad. Este principio pone de relieve que el
bienestar del ecosistema es una condición sine qua non de la pesca sostenible teniendo en
cuenta las necesidades de las generaciones futuras, así como la vida de las personas que
dependen ahora del medio ambiente natural y son responsables de su uso. Este principio
combina el razonamiento ético basado en los derechos y en las consecuencias para el
bienestar humano, así como en las ventajas individuales.

ética aplicada

La ética aplicada es un nuevo enfoque surgido en 1960 en Estados Unidos, vinculado directa-
mente con situaciones concretas, en la que se destaca la resolución práctica de las
controversias morales del ejercicio profesional. En este enfoque se da importancia al contexto,
al análisis de las consecuencias y a la toma de decisiones, para la elaboración de
prescripciones que se ejercen en los sectores de las prácticas sociales y profesionales. La ética
aplicada tiene como campos de interés la bioética, la ética profesional, la ética empresarial y la
ética ambiental [Parizeau, 2001:576].
Entre las tareas de la ética aplicada como una ética especial se encuentran: 1) dilucidar en qué
consiste lo moral en las situaciones específicas, distinguiendo esto de los restantes campos
prácticos como el jurídico, político o religioso. 2) Intentar fundamentar lo moral aportando las
razones para que haya moral o bien denunciar que no la hay. 3) Intentar la aplicación de los
principios éticos descubiertos a los distintos ámbitos del campo profesional en cuestión
[Cortina, 1993, 164].
Como se observa, la ética aplicada es una faceta contemporánea del debate entre teoría y
práctica. Surge de la vuelta de los filósofos hacia las teorías morales que definen la noción del
bien (el sistema moral) y la deliberación que permite la justificación del acto moral. Este regreso
es resultado, en el campo de las ciencias, de las dos caras de la ciencia: una de progreso, es
decir, mejoramiento de las condiciones de vida: salud, hábitat, etc., y la otra que presenta
peligros como la degradación del ambiente, manipulación técnica del ser humano, etc.
A partir de la creciente proliferación de estos problemas éticos se solicitó a los filósofos que
dieran su opinión, esclareciendo los asuntos y participaran en la formación y enseñanza es-
pecializadas.
En este enfoque ético vinculado directamente con situaciones concretas, se destaca la reso-
lución práctica, dando mayor importancia al contexto, al análisis de las consecuencias y a la
toma de decisiones. Es por ello que la ética aplicada es más prescriptiva que reflexiva, debido
también a las características de los sectores en que se aplica, como el de las prácticas sociales
y profesionales. Así, el interés principal de la ética aplicada es el de proponer caminos
normativos a partir del análisis de los casos particulares [Parizeau, 2001: 576].

La ética aplicada da la impresión de que es una disciplina que funciona a partir del descu-
brimiento de los principios éticos, y una vez descubiertos, se limita a aplicarlos a los ámbitos y
casos concretos, siguiendo el modelo de racionalidad del silogismo deductivo. Este es el
llamado modelo casuístico, al que suele recurrir en ocasiones la bioética, y que funciona por
analogía de casos, pero considerando las consecuencias y el contexto particular.
Sin embargo, la ética aplicada ha ido ampliando su campo de acción y hoy día plantea que la
solución de casos concretos no debe ser lo único, sino que es preciso diseñar los valores,
principios y procedimientos que en los diferentes casos deberían tener en cuenta los afectados.
Actualmente se trata de utilizar un procedimiento de carácter retórico y práctico, entendiendo
por retórico el arte de realizar juicios probables sobre situaciones individuales y concretas. En
este tipo de juicios, que alcanzan probabilidad, no certeza, la solución de los conflictos no se
alcanza por la aplicación de axiomas formulados a priori, sino por el criterio convergente de
todos los hombres, a lo menos de los más prudentes y sabios, expresados en formas de
máximas prácticas de actuación [Cortina, 1993, 174].
Es decir, ahora hay que reflexionar acerca de las propias experiencias y formularlas en forma
de método porque se ha advertido, aunque resulte imposible llegar a acuerdos con otros espe-
cialistas, en el terreno de los principios éticos, pueden ponerse de acuerdo en ciertas máximas
de acción para orientarse en los casos concretos.
Ahora bien, la ética aplicada admite que algunos ámbitos requieren de un tipo de reflexión
distinta, como es el caso de la bioética, la educación o la moral cívica. Por lo que en los proce-
sos de toma de decisiones es preciso, en primer lugar, tomar en cuenta el tipo de actividad de
la que nos ocupamos (médica, económica, ecológica, informática, periodística, etc.) y la meta
por la que la actividad cobra su sentido. Recordando que toda actividad cobra su sentido al
perseguir los bienes internos a ella. En segundo lugar hay que tener presentes los valores, prin-
cipios y actitudes que es menester desarrollar para alcanzar la meta propia, y el bien interno a
esa actividad. En tercer lugar hay que reconocer los valores y principios peculiares anteriores
en esa actividad concreta y su relación.
….

La metaética es la parte de la ética dedicada al análisis del origen de los principios éticos. Se
trata de una disciplina que se centra en los valores morales, considerando si son absolutos o
relativos, si tienen existencia independiente de las personas, etc

Logo Economipedia BlancoEconomipediaHaciendo fácil la economía

Deontología
Guillermo Westreicher 2 min Referenciar
La deontología es la ciencia que estudia los fundamentos del deber, es decir, de las normas
morales. Es una disciplina que suele aplicarse al ejercicio de una actividad económica.

La deontología determina entonces las normas de conducta, y usualmente sirve para definir los
criterios de acción en un ámbito profesional.

Otra manera de entender la deontología es como la rama de la ética que define los principios
que atañen a una profesión.

La palabra deontología proviene de las palabra griegas ‘déon’ o ‘deóntos’, que significa deber, y
el sufijo ‘logía’, que indica que nos estamos referiendo a un tratado o ciencia.

Principios aplicados auditores informaticos


•El auditor deberá ver como se puede conseguir la máxima eficacia y rentabilidad de los medios
informáticos de la empresa auditada, estando obligado a presentar recomendaciones acerca
del reforzamiento del sistema y el estudio de las soluciones más idóneas según los problemas
detectados en el sistema informático de esta última. •En ningún caso está justificado que
realice su trabajo el prisma del propio beneficio. •Cualquiera actitud que se anteponga intereses
personales del auditor a los del auditado deberá considerarse como no ética. •Para garantizar
le beneficio del auditado como la necesaria independencia del auditor, este último deberá evitar
estar ligado en cualquier forma, a intereses de determinadas marcas, productos o equipos
compatibles con los de su cliente. •La adaptación del auditor al sistema del auditado debe
implicar una cierta simbiosis con el mismo, a fin de adquirir un conocimiento pormenorizado de
sus características intrínsecas. •Únicamente en los casos en el que el auditor dedujese la
imposibilidad de que el sistema pudiera acomodarse a las exigencias propias de su cometido,
este podrá proponer un cambio cualitativamente significativo de determinados elementos o del
propio sistema informático globalmente contemplado. •Una vez estudiado el sistema informático
a auditar, el auditor deberá establecer los requisitos mínimos, aconsejables y óptimos para su
adecuación a la finalidad para la que ha sido diseñado. •El auditor deberá lógicamente
abstenerse de recomendar actuaciones innecesariamente onerosas, dañinas o que generen
riesgos injustificados para el auditado. •Una de las cuestiones más controvertidas, respecto de
la aplicación de este principio, es la referente a facilitar el derecho de las organizaciones
auditadas a la libre elección del auditor. •Si el auditado decidiera encomendar posteriores
auditorías a otros profesionales, éstos deberías poder tener acceso a los informes de los
trabajos profesionales, éstos deberían poder tener acceso a los informes de los trabajos
anteriormente realizados sobre el sistema del auditado.
PRINCIPIO DE CALIDAD •En el auditor deberá prestar sus servicios a tenor de las
posibilidades de la ciencia y medios a su alcance con absoluta libertad respecto a la utilización
de dichos medios y en unas condiciones técnicas adecuadas para el idóneo cumplimiento de
su labor. •En los casos en el que la precariedad de medios puestos a su disposición impidan o
dificulten seriamente la realización de la auditoría, deberá segarse a realizarla hasta que se
garantice un mínimo de condiciones técnicas que no comprometan la calidad de sus servicios o
dictámenes.

PRINCIPIO DE CAPACIDAD •El auditor debe estar plenamente capacitado para la realización
de la auditoría encomendada, maximice teniendo en cuenta que, a los auditados en algunos
casos les puede ser extremadamente difícil verificar sus recomendaciones y evaluar
correctamente la precisión de las mismas. •Debe, por tanto, ser plenamente consciente del
alcance de sus conocimientos y de su capacidad y aptitud para desarrollar la auditoría evitando
que una sobreestimación personal pudiera provocar el incumplimiento parcial o total de la
misma. •Conviene indicar que en los casos de producirse, por el contrario, una subestimación
de su capacidad de su capacidad profesional, esta circunstancia podría afectar negativamente
en la confianza del auditado sobre el resultado final de la auditoría. •A efectos de garantizar, en
la medida de lo posible, la pertinencia de sus conocimientos, el auditor deberá procurar que
éstos evolucionen, al unísono con el desarrollo de las tecnologías de la información, en una
forma dinámica. •Es deseable que se fortalezca la certificación profesional de la aptitud de los
auditores para realizar unos trabajos de índole tan compleja. •Esta certificación que deberá
tener a plazo de validez acorde con la evolución de las nuevas tecnologías de la información de
la información, debería estar validada y garantizada por la metodología empleada para
acreditar dicha especialización. ‘’‘ PRINCIPIO DE CAUTELA’‘’ •El auditor en todo momento
debe ser consiente de que sus recomendaciones deben estar basadas en el experiencia
contrastada que se le supone tiene adquirida, evitando que, por un exceso de vanidad, el
auditado se embarque en proyectos de futuro fundamentos en simples intuiciones sobre la
posible evolución de las nuevas tecnologías de la información. •Si bien es cierto que el auditor
debe estar al corriente del desarrollo de dichas tecnologías de información e informar al
auditado de su previsible evolución, no es menos cierto que deben evitar la tentación de creer
que, gracias a sus conocimientos, puede aventurar, con un casi absoluto grado de certeza.
•Debe, por tanto, el auditor actuar con un cierto grado de humildad, evitando dar la impresión
de estar al corriente de una información privilegiada sobre el estado real de la evolución de los
proyectos.

PRINCIPIO DE COMPORTAMIENTO PROFESIONAL •El auditor, tanto en sus relaciones con


el auditado como con terceras personas, deberá, en todo momento, actuar conforma a las
normas, implícitas o explícitas, de dignidad de la profesión y de corrección en el trato personal.
•Para ello deberá cuidar la moderación en la exposición de sus juicios u opiniones evitando
caer en exageraciones o atemorizaciones innecesarias procurando, en todo momento,
transmitir una imagen de precisión y exactitud en sus comentarios. •El comportamiento
profesional exige del auditor una seguridad en sus conocimientos técnicos y una clara
percepción de sus carencias, debiendo eludir las injerencias no solicitadas por él, de
profesionales de otras áreas, en temas relacionadas o que puedan incidir en el resultado da la
auditoría. •El auditor debe asimismo guardar un escrupuloso respecto por la política
empresarial del auditado, aunque ésta difiera ostentablemente de las del resto el sector en las
que desarrolla su actividad. •Igualmente debe evitarse realizar actos que simulen aplicaciones
de tratamientos ficticios, encubran comportamientos no profesionales o den publicidad a
metodologías propias o ajenas insuficientemente contrastadas y garantizadas.

PRINCIPIO DE CONCENTRACION EN EL TRABAJO •En su línea de actuación, el auditor


deberá evitar que un exceso de trabajo supere sus posibilidades de concentración y precisión
en cada una de las tareas a él encomendadas, y a que la estructuración y dispersión de
trabajos suele a menudo, si no está debidamente controlada, provocar la conclusión de los
mismos sin las debidas garantías de seguridad. •A este efecto, el auditor deberá sopesar las
posibles consecuencias de una acumulación excesiva de trabajos a fin de no asumir aquellos
que objetivamente no tengan tiempo de realizar con las debidas garantías de calidad.
•Asimismo deberá evitar la desaconsejable práctica de ahorro de esfuerzos basada en la
reproducción de partes significativas de trabajos o conclusiones obtenidas de trabajos previos
en otros posteriores elaborados como colofón de nuevas auditorías. •Por el contrario, si es
admisible el que, una vez analizados en profundidad los aspectos a tener en cuenta y
obtenidas las correspondientes conclusiones, se contrasten las mismas a tenor de la
experiencia adquirida y reflejada en anteriores informes, ya que este modo de actuar permite
detectar posibles omisiones en el estudio. •Este comportamiento profesional permitirá al auditor
dedicar a su cliente la mayor parte de los recursos posibles obtenidos de sus conocimientos y
experiencias previas con una completa atención durante la ejecución de la auditoría.

PRINCIPIO DE CONFIANZA •El auditor deberá facilitar e incrementar la confianza del


auditoreo en base a una actuación de transparencia en su actividad profesional sin alardes
científicos-técnicos. •Este principio requiere mismismo, por parte del auditor, el mantener una
confianza en las indicaciones del auditado aceptándolas sin reservas como válidas. •El auditor
deberá, en consonancia con esta forma de actuar, adecuar su lenguaje al nivel de comprensión
del auditado, descendiendo y detallando cuando haga falta en su explicación debiendo solicitar,
cuando lo considere necesario, la presencia de alguno de los colaboradores de confianza de su
cliente.

PRINCIPIO DE CRITERIO PROPIO •El auditor durante la ejecución deberá actuar con criterio
propio y no permitir que esté subordinado al de otros profesionales, aun de reconocido
prestigio, que no coincidan con el mismo. •La defensa a ultranza del propio criterio no es óbice
para respetar las críticas adversas de terceros, aunque el auditor debe evitar que, si una vez
analizadas continúa discrepando de las mismas, éstas pueden seguir influyendo en su trabajo,
ya que la libertad de criterio impone al auditor la obligación de ética de actuar en todo
momento. •Este principio exige asimismo del auditor una actitud cuasibeligerante en los casos
en que llegue al convencimiento de que la actividad que se solicita, presuntamente para
evaluar y mejorar un sistema informático, tiene otra finalidad ajena a la auditoría. •De igual
forma cuando el auditor observe que, de forma reiterada, el auditado se niega, sin justificación
alguna, a adoptar a sus propuestas deberá plantearse la continuidad de sus servicios en
función de las razones y causas que considere puedan justificar dicho proceder.

PRINCIPIO DE DISCRECIÓN •El auditor deberá en todo momento mantener una cierta
discreción en la divulgación de datos, aparentemente inocuos, que se le hayan puesto de
manifiesto durante la ejecución de la auditoria

PRINCIPIO DE ECONOMÍA •El auditor deberá proteger, en la medida de sus conocimientos,


los derechos económicos del auditado evitando generar gastos innecesarios en el ejercicio de
su actividad. •De igual forma, el auditor deberá tener en cuenta la economía de medios
materiales o humanos, eludiendo utilizar aquellos que no se precisen, lo que redundará en
reducciones de gastos no justificados. En las recomendaciones y conclusiones realizadas en
base a su trabajo deberá así mismo eludir, incitar o proponer actuaciones que puedan generar
gastos innecesarios o desproporcionados.

PRINCIPIO DE FORMACIÓN CONTINUADA •Este principio impone a los auditores el deber y


la responsabilidad de mantener una permanente actualización de sus conocimientos y métodos
a fin de adecuarlos a las necesidades de la demanda y a las exigencias de la competencia de
la oferta.

PRINCIPIO DE FORTALECIMIENTO Y RESPETO DE LA PROFESIÓN •La defensa de los


auditados pasa por el fortalecimiento de la profesión de los auditores informáticos, lo que exige
un respeto por el ejercicio, globalmente considerado, de la actividad desarrollada por los
mismos y un comportamiento acorde con los requisitos exigibles para el idóneo cumplimiento
de la finalidad de las auditorias. •El auditor como integrante de un grupo profesional beberá
promover el respeto mutuo y la no confrontación entre compañeros. •En sus relaciones
profesionales beberá exigir así mismo una reciprocidad en el comportamiento ético de sus
colegas y facilitar las relaciones de confraternidad y mutuo apoyo cuando así se le soliciten.

PRINCIPIO DE INDEPENDENCIA •Este principio, muy relacionado con el principio de criterio


propio, obliga al auditor, tanto si actúa como profesional externo o con dependencia laboral
respecto a la empresa en la que deba realizar la auditoria informática, a exigir una total
autonomía e independencia en su trabajo, condición esta imprescindible para permitirle actuar
libremente según su leal saber y entender. •Esta independencia implica así mismo el rechazo
de criterios con los que no este plenamente de acuerdo, debiendo reflejarse en su informe final
tan solo aquellos que considere pertinentes evitando incluir en el mismo aquellos otros que
según su entender pudieran producir perjuicios al auditado, aunque este así se lo solicite.

PRINCIPIO DE INFORMACIÓN SUFICIENTE •Este principio obliga al auditor a ser plenamente


consciente de su obligación de aportar, en forma pormenorizada, clara, precisa e inteligible
para el auditado, información tanto sobre todos y cada uno de los puntos relacionados con la
auditoria que puedan tener algún interés para el, como sobre las conclusiones a las que a
llegado. •Es importante asimismo que la información transmitida al auditado ponga de
manifiesto una prudencia y sentido de la responsabilidad, características estas que nunca
deben estar reñidas con los principios de suficiencia informativa y de veracidad evitando
recrear los aspectos negativos o los errores humanos detectados que deben quedar reflejados
con un cierto tacto profesional.
PRINCIPIO DE INTEGRIDAD MORAL •Este principio, inherentemente ligado a la dignidad de la
persona, obliga al auditor a ser honesto, leal y diligente en el desempeño de su misión, a
ajustarse a las normas morales de justicia y prioridad, y a evitar participar, voluntaria o
inconscientemente, en cualquier acto de corrupción personal o de terceras personas.

PRINCIPIO DE LEGALIDAD •La primacía de esta obligación exige del auditor un


comportamiento activo de oposición a todo intento, por parte del auditado o de terceras
personas, tendente a infringir cualquier precepto integrado en el derecho positivo.

PRINCIPIO DE LIBRE COMPETENCIA •La actual economía de mercado exige que el ejercicio
de la profesión se realice en el marco de la libre competencia siendo rechazables, por tanto, las
prácticas colusorias tendentes a impedir o limitar la legitima competencia de otros profesionales
y las prácticas abusivas consistentes en el aprovechamiento en beneficio propio, y en contra de
los intereses de los auditados, de posiciones predominantes.

PRINCIPIO DE NO DISCRIMINACIÓN •El auditor en su actuación previa, durante y posterior a


la auditoria deberá evitar cualquier tipo de condicionantes personalizados y actuar en todos los
casos con similar diligencia, su actuación deberá mantener una igualdad de trato profesional
con la totalidad de personas con las que en virtud de su trabajo tenga que relacionarse.
PRINCIPIO DE NO INJERENCIA •El auditor, dada la injerencia que puede derivarse de su
tarea, deberá evitar injerencias en los trabajos de otros profesionales, respetar su labor y eludir
hacer comentarios que pudieran interpretarse como despreciativos de la misma o provocar un
cierto desprestigio de su cualificación profesional. •Deberá igualmente evitar aprovechar los
datos obtenidos de la auditoria para entrar en competencia desleal con profesionales
relacionados con ella de otras áreas del conocimiento.

PRINCIPIO DE PRECISIÓN •Este principio estrechamente relacionado con el principio de


calidad exige del auditor la no conclusión de su trabajo hasta estar convencido, en la medida de
lo posible, de la viabilidad de sus propuestas , debiendo ampliar sus estudios de ser necesario.
•En la exposición de sus conclusiones deberá ser suficientemente critico, no eludiendo poner
de manifiesto aquellos aspectos concretos que considere puedan tener una incidencia en la
calidad y fiabilidad de la auditoria. •Es exigible asimismo del auditor que indique como evaluado
únicamente aquello que directamente, o por medio de sus colaboradores, haya comprobado u
observado de forma exhaustiva.

PRINCIPIO DE PUBLICIDAD ADECUADA •La oferta y promoción de los servicios de auditoria


deberán en todo momento ajustarse a las características, condiciones y finalidad perseguidas,
siendo contraria a la ética profesional la difusión de publicidad falsa o engañosa que tenga
como objetivo confundir a los potenciales usuarios de dichos servicios.

PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD •El auditor deberá, como elemento intrínseco de todo


comportamiento profesional, responsabilizarse de lo que haga, diga o aconseje. •Si bien este
principio aparentemente puede resultar gravoso en auditorias de gran complejidad es preciso
tenerlo presente a fin de poder garantizar su responsabilidad en los casos en que, debido a
errores humanos durante la ejecución de la auditoria, se produzcan daños a su cliente que le
pudieran ser imputados. •Por ello es conveniente impulsar la formalización y suscripción de
seguros, adaptados a las peculiares características de su actividad, que cubran la
responsabilidad civil de los auditores con una suficiente cobertura a fin de acrecentar la
confianza y solvencia de su actuación profesional. •La responsabilidad del auditor conlleva la
obligación de resarcimiento de los daños o perjuicios que pudieran derivarse de una actuación
negligente o culposa.

PRINCIPIO DE SECRETO PROFESIONAL •La confidencia y confianza con características


esenciales de las relaciones entre el auditor y el auditado e imponen al primero la obligación de
guardar en secreto los hechos e informaciones que conozca en el ejercicio de su actividad
profesional. Solamente por imperativo legal podrá decaer esa obligación. •Este principio obliga
primero a no difundir a terceras personas ningún dato que haya visto, oído, o deducido durante
el desarrollo de su trabajo que pudiera perjudicar a su cliente. •Establecimiento de las medidas
y mecanismos de seguridad pertinentes para garantizar al auditado que la información
documentada, obtenida a lo largo de la auditoria, va a quedar almacenada en entornos o
soportes que impidan la accesibilidad a la misma por terceras personas no autorizadas.
PRINCIPIO DE SERVICIO PUBLICO •La aplicación de este principio debe incitar al auditor a
hacer lo que este en su mano y sin perjuicio de los intereses de su cliente, para evitar daños
sociales. •Deberá poner de manifiesto sus opciones personales cuando entren en contradicción
con la ética social que el auditado pueda presumir que esta implícitamente aceptada por el
auditor. •Exige una continua elevación del arte de la ciencia en el campo de la auditoria
informática.

PRINCIPIO DE VERACIDAD •El Auditor en sus comunicaciones con el auditado debera tener
siempre presente la obligacion de asegurar la veracidad de sus manifestaciones con los limites
impuestos por los deberes de respeto, correccion, y secreto profesional. •El principio de
veracidad no debe, sin embargo, considerarse como constreñido a expresar únicamente
aquello sobre lo que se tenga una absoluta y total certeza, sino que implica poner de manifiesto
aquello que tenga el suficiente grado de fiabilidad como para ser considerado como veraz
mientras no se aporten datos o pruebas que demuestren lo contrario. •La aplicación de este
principio exige al auditor, en el marco de su obligación de informar al auditado sobre el trabajo
realizado, comunique a este ultimo sus conclusiones, diferenciando los hechos constatados de
las opiniones, propuestas y valoraciones personales, debiendo actuar en la comprobación de
los primeros y en la fundamentación de las restantes con una suficiente diligencia profesional
para garantizar el cumplimiento de su obligación de informar verazmente.

También podría gustarte