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SPE-193473-MS

Gestión del agua en el ciclo de vida de la producción de petróleo: lo bueno, lo

malo y lo feo

Olukayode Ayeni, Olumide Ayeni y Victor Olatope, SPDC

Copyright 2018, Sociedad de Ingenieros del Petróleo

Este documento fue preparado para su presentación en la Conferencia y Exposición Internacional Anual de Nigeria, celebrada en Lagos, Nigeria, del 6 al 8 de agosto
de 2018.

Esta ponencia fue seleccionada para su presentación por un comité del programa de la SPE tras la revisión de la información contenida en un resumen presentado
por el autor o autores. El contenido de la ponencia no ha sido revisado por la Sociedad de Ingenieros del Petr óleo y está sujeto a la corrección del autor o autores.
El material no refleja necesariamente la posición de la Society of Petroleum Engineers, sus directivos o miembros. Se prohíbe la reproducción electrónica, la
distribución o el almacenamiento de cualquier parte de este documento sin el consentimiento escrito de la Society of Petroleum Engineers. La autorización para la
reproducción impresa se limita a un resumen de no más de 300 palabras; las ilustraciones no pueden ser copiadas. El resumen debe contener un reconocimiento
visible de los derechos de autor de la SPE.

Resumen
Existen numerosas publicaciones, documentos técnicos, etc. sobre la gestión del agua en la industria del
petróleo y el gas. Se trata de un tema muy amplio y de gran interés debido a sus implicaciones
económicas y medioambientales. Este artículo se centra en la gestión del agua en relación con la
producción de petróleo, con el fin de ofrecer a los profesionales del sector una comprensión global de la
gestión del agua en el ciclo de vida. Dado que, por naturaleza, el petróleo se encuentra en capas sobre el
agua y que el mecanismo de accionamiento de los yacimientos más común es el acuífero subyacente
(agua), la producción de agua es, por tanto, inherente a la explotación del petróleo. El impacto del agua
en la producción de petróleo puede ser bueno, malo o incluso feo. En este artículo se analizarán las
distintas técnicas de gestión del agua desde la fase de perforación, pasando por la terminación, la
producción, el transporte y el tratamiento en las instalaciones de procesamiento. Aunque es básico, es
sustancialmente fundamental. Una gestión inadecuada durante cualquiera de las fases podría resultar muy
costosa para la recuperación final prometida para la terminación de un pozo e incluso para la
recuperación general del yacimiento.
La producción de agua lleva aparejado el coste de su tratamiento y eliminación. En este documento se
opina que deben aplicarse prácticas y tecnologías para retrasar y minimizar la producción de agua cuando
sea necesario. En el mundo actual, en el que los precios del petróleo son más bajos durante más tiempo, la
industria debe esforzarse siempre por reducir sus costes operativos unitarios para seguir siendo rentable y
competitiva. Se han publicado estimaciones de que los costes de manipulación del agua llegan a ser de 50
céntimos por barril de agua producido. La reducción de este coste repercutirá sin duda en los resultados
de la empresa.
Aunque existe una amplia bibliografía que aborda los retos específicos de la gestión del agua en fases
discretas de la explotación, este documento tratará de ofrecer una visión del ciclo de vida, de ahí su
carácter único. También se destacan las soluciones prácticas que han sido probadas.
Introducción
La gestión del agua en la producción de petróleo es un asunto serio con un enorme coste e impacto
medioambiental. La figura1 muestra los datos globales basados en los datos de 2018 y una media mundial
actual de WOR (Water Oil Ratio) de 3:1 para indicar la producción de agua humongus. El panorama no
será muy diferente para los países individuales con campos marrones significativos. Sin embargo, una
buena recuperación de petróleo está asociada a un buen soporte acuífero para los yacimientos. Las
presiones saludables de los yacimientos proporcionan apoyo para la elevación vertical a través del pozo
hasta el
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superficie incluso con un elevado BSW (sedimento y agua de fondo). Se trata de un avance positivo para
los operadores. Los pozos pueden completarse sin el capex adicional de instalar mandriles de gaslift y
eliminar el capex para la instalación de sistemas de elevación artificial como el gaslift, las bombas

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eléctricas sumergibles (ESP), etc.

Figura 1-Datos de producción mundial (enero de 2018)

Los impactos del agua buena, mala y fea, como se han denominado en este documento, se muestran en
la Figura 2, mientras que la Tabla 1 presenta algunos pozos que han sido impactados por los perfiles de
desarrollo del agua buena, mala y fea.

Figura 2-Representación del movimiento del agua en la recuperación final

desarrollada Tabla 1-Resultado de la recuperación de petróleo de los pozos

seleccionados
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Agua buena
El fuerte apoyo del acuífero impulsa una alta recuperación de petróleo con un desplazamiento estable.
Esto se observa normalmente en el rendimiento de la producción con un período de meseta y sin agua. La

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rotura de agua se produce en un momento posterior con un aumento lento y gradual del corte de agua. Si
se mantiene una presión saludable en el yacimiento, los puntos de drenaje podrían seguir produciendo
hasta un corte de agua considerablemente alto. Esto se ha observado en algunos yacimientos que han
mantenido la producción hasta el 90% de corte de agua.

Agua mala
El fuerte apoyo del acuífero impulsa la recuperación de petróleo en un sistema de desplazamiento
inestable. La ruptura del agua se produce visiblemente antes de lo previsto y aumenta rápidamente. Otro
escenario es el de un sistema acuífero débil que da lugar a una baja recuperación primaria. La presión del
yacimiento no se mantiene a un nivel saludable con un apoyo débil del acuífero, de tal manera que
cuando se produce la ruptura del agua, la energía disponible del yacimiento en la cara de la terminación
es incapaz de soportar la cabeza hidrostática. El ejemplo de esto se observa en algunos bloques de
yacimientos en los que la producción disminuye significativamente con la irrupción del agua y, de hecho,
la producción del intervalo completado puede detenerse con un corte de agua inferior al 50%.

Agua fea
El estudio clasificó toda la producción de agua no debida al impacto del acuífero en el yacimiento
objetivo como agua fea. Esta producción de agua puede deberse a una mala adherencia del cemento
detrás de la tubería de revestimiento que permite la canalización desde un yacimiento menos profundo o
el tramo de agua del mismo yacimiento - Figura 2. La producción de agua fea también puede deberse a
que el agua se desplaza por la pizarra hasta la zona completada de un yacimiento debido a la perforación
involuntaria a través de la(s) capa(s) de pizarra que actúan como conductos de agua Figura 4. Este último
fenómeno se observa más en los pozos horizontales, en los que el control de la trayectoria suele ser difícil
debido a las incertidumbres estratigráficas.

Mecanismo de movimiento por contacto con el agua

Existen dos mecanismos conocidos de movimiento de contacto con el agua: (1) el agua de fondo y (2) el
agua de borde. El diagnóstico adecuado del tipo dominante en una terminación es clave para comprender
y ofrecer soluciones prácticas al problema de la producción de agua.
Sin embargo, hay muchos casos de ruptura inesperada de agua debido a problemas detrás de la tubería
durante la perforación y terminación de un pozo. La mayor contribución a este problema es la falta de un
aislamiento zonal adecuado detrás de la tubería. El fallo puede deberse a un mal trabajo de cementación o
al fracaso de otros mecanismos de aislamiento, como los empaquetadores hinchables de aislamiento
externo, los empaquetadores externos de la tubería de revestimiento, etc.
El diagrama de diagnóstico de Chans es una de las muchas herramientas disponibles para identificar el
mecanismo de movimiento del agua - véase la figura3.
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Figura 3 - Diagrama de diagnóstico de Chan
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Agua en la perforación/reparación y terminación

Normalmente, durante la colocación del pozo, el plan es completar el pozo en la zona de hidrocarburos,
pero en algunos casos, las trayectorias de los pozos horizontales han cruzado el tramo de agua a pesar de

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los avances en la tecnología de perforación (geodirección, periscopio, etc.). Ya sea por sus limitados
conocimientos o por la percepción de los retos que se plantean, algunos operadores deciden vivir con esta
situación. Otra observación es el manejo de un aislamiento zonal inadecuado debido a la mala adherencia
del cemento detrás de la tubería. Las operaciones de inyección de cemento no son baratas y el operador
puede subestimar el impacto de no hacerlo, especialmente en la época en que los operadores persiguen la
entrega de pozos en un tiempo récord. Sin embargo, a la larga, esta decisión suele resultar costosa. Hay
ejemplos de pozos horizontales que han tenido un mal rendimiento debido a este problema. Habría sido
más apropiado resolver el problema durante la perforación/terminación del pozo que afrontarlo en la fase
de producción.
Un ejemplo práctico de este reto lo encontramos en el pozo XX (Figura4), donde la punta del pozo
horizontal se sumergió en el tramo de agua. Tras un rendimiento mediocre del pozo, que inicialmente
abandonó con un corte de agua elevado, dos tapones mecánicos colocados en el filtro de arena expansible
no consiguieron detener la producción de agua. Sin un aislamiento adecuado detrás de la pantalla, falló la
suposición de que la expansión de la pantalla contra la arena esquistosa observada en la estructura
geológica del pozo.
Un segundo ejemplo es el pozo JK2, que empezó a producir agua (figura5) tan sólo 6 meses después de
su finalización, debido a que el agua cabalgaba por encima de la pizarra que separa los yacimientos
K1000 y J1000 (figura 6) hacia la pantalla de producción.
Como solución, una opción para los pozos XX y JK2 es el despliegue de la tecnología existente en el
cierre de agua (productos químicos, cemento) en un pozo horizontal por parte de la industria de servicios.
Una opción alternativa para el pozo JK2 es el uso de espacios en blanco y empaquetadores de aislamiento
para garantizar que el agua que se encuentra en la pizarra no entre en el pozo.

Figura 4-Pozo horizontal terminado con la punta en el agua

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Figura 5-Rendimiento histórico del pozo

Figura 6
JK2
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6 SPE-193473-MS

Agua en la producción
La producción de agua es un hecho normal en la explotación de petróleo. Lo que intentan los ingenieros
petroleros es retrasarla al máximo para conseguir la mayor recuperación final posible y unas tasas de

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producción óptimas. Los métodos para conseguir retrasar la producción de agua son:

• Separación de la terminación del contacto aceite-agua

• Gestión de la reducción de presión para producir por debajo de la tasa de congestión crítica

Hay ejemplos de pozos que no se han gestionado adecuadamente en términos de optimización de la

producción. La producción se incrementa demasiado rápido por encima de la tasa de conificación crítica y,
en un tiempo no muy lejano, se observa una ruptura de agua. Un indicio de ello es que cuando se vuelve a
poner en marcha el pozo tras un periodo de parada considerable, se produce una reducción del corte de
agua. Se recomienda que, cuando un yacimiento o pozo se cierre durante un periodo considerable, se
lleve a cabo una revisión de la producción del pozo para diseñar una secuencia de extracción optimizada
que aproveche el retroceso del cono de agua alrededor del pozo y produzca un corte de agua más bajo o
incluso petróleo seco durante un periodo antes de que el pozo alcance su corte de agua previo al cierre. El
cuadro2 muestra algunos ejemplos.

Cuadro 2-Muestras de rendimiento de reentrada en el pozo tras el cierre

Sin embargo, cuando se ha producido una rotura de agua, todavía hay algunas opciones que pueden
utilizarse para limitar la producción de agua. Algunas de ellas son (i) el cierre del agua con productos
químicos que bloquean las perforaciones con agua y (ii) apretar las perforaciones abiertas y perforar en la
columna de petróleo restante.
Para que estas soluciones sean eficaces, la adquisición de datos es esencial. El registro de carbono-
oxígeno del pozo entubado se utiliza para determinar el contacto actual entre el petróleo y el agua.
También puede utilizarse una herramienta de registro de la producción (PLT) para delimitar la zona que
produce agua.

Agua en las instalaciones

El transporte de los fluidos de los pozos de petróleo desde el pozo hasta la instalación de tratamiento se
realiza a través de líneas de flujo/tuberías. Las tuberías están dimensionadas para la producción de
líquidos prevista en el pozo. Al inicio de la producción, lo más probable es que la línea de flujo contenga
un fluido monofásico, el petróleo, pero cuando se produce la irrupción del agua, se convierte en un flujo
multifásico de petróleo y agua. El problema del agua en la instalación es que ocupa el espacio que debería
haber ocupado el petróleo. Este problema se vuelve crítico cuando el desarrollo del campo se produce y el
potencial total de petróleo esperado se ve limitado por el vacío de la instalación. Será necesario optimizar
la producción actual en función de la producción de agua. Los productores de agua de alto nivel pueden
ser cerrados para permitir una mayor producción de petróleo.
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Figura 7-Curva de cremosidad por corte de agua

Otro impacto del agua en las instalaciones es la corrosión debido a la salinidad del agua de formación.
Se puede considerar la inyección de inhibidores de corrosión si la vida útil de la línea de flujo es inferior
al final previsto de la producción del pozo.
Para algunas composiciones de petróleo crudo, hay una mayor tendencia a la formación de emulsiones
con el agua producida, por lo que se necesitan productos químicos para romper la emulsión en el proceso
de separación.

Eliminación del agua

El agua producida acabará siendo eliminada. Los gobiernos tienen normas estrictas sobre la eliminación
del agua producida. Existen normas sobre las partes por millón (ppm) de petróleo en el agua desechada
que están permitidas, y sobre dónde y cómo se puede verter el agua producida en el medio ambiente.
Además, existen tecnologías para separar el agua en el fondo del pozo e inyectarla en el yacimiento para
que sirva para inundar el agua o simplemente para eliminarla. Para algunos productores, el agua, una vez
tratada, puede utilizarse en su planta de inyección de agua para inyectarla en los yacimientos con el fin de
aumentar la recuperación de petróleo. Cuando el coste del vertido en el medio ambiente no tiene sentido
desde el punto de vista económico, se puede considerar la opción de inyectar en el depósito de
eliminación. Sin embargo, hay que cumplir la normativa medioambiental pertinente. Por ejemplo, la
distancia a la que se encuentra el agua subterránea, la altura de la barrera de esquisto competente sobre el
depósito de eliminación o la distancia a la costa en el caso de la eliminación en alta mar, etc.

Análisis del agua

El análisis del agua producida puede proporcionar al ingeniero petrolero una gran información sobre la
tendencia a la formación de incrustaciones y una indicación de la mineralogía de la formación en el caso
de que no se hayan tomado núcleos para la mineralogía cuantitativa de la formación. Es bien sabido que,
debido a los gastos adicionales que conlleva, la extracción de núcleos no es muy popular. Hay algunos
minerales de roca que reaccionan con el agua de la formación cuando el agua connata no está saturada
con los minerales de la roca de formación. Esto hará que los iones se filtren en el agua. En este caso, un
análisis del agua puede dar una idea de los tipos de minerales de la roca de formación. Esta información
es de gran valor para las intervenciones en un pozo en el que los fluidos bombeados entrarán en contacto
con la roca de formación. La idea es diseñar fluidos que no provoquen reacciones que puedan dañar la
formación.
En la sección sobre el agua en la instalación, se trató el tema del potencial de corrosión y su impacto.
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Los indicadores de corrosividad como el pH, la salinidad y el CO disuelto 2son parámetros que se
obtienen del análisis del agua de formación.
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Conclusión:
Se ha demostrado que la gestión del agua debe ser considerada cuidadosamente por los profesionales de
la industria para garantizar la maximización de la recuperación de petróleo del yacimiento. Hay prácticas

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que se han demostrado que, si se despliegan, ayudarán a la realización de un buen agua en la operación y
a la maximización de los datos útiles del agua producida. También se cuestiona la idea de que no es
posible aislar con éxito un pozo horizontal, por lo que, en lugar de hacer algo antes de la terminación,
algunos operadores se encuentran con la desafortunada situación de tener que lidiar con la producción de
agua no deseada y la consiguiente baja productividad.

Referencias
1. IPCBEE vol. 3 1(2012): Mecanismo de la producción excesiva de agua en un yacimiento
petrolífero iraní en alta mar
2. Encontrar valor en el agua de formación - Oilfield review sping 2011:23, no. 1
3. Control del agua, revisión de campos petrolíferos por Bill Bailey, Mike cRabtree, Jeb
Tyrie, Jon Elphick, Fikrik Kuchuk, Christian Romano y Leo Roodhart
4. Chan, K.S.: "Water Control Diagnostic Plots", documento SPE 30775 presentado en la
Conferencia y Exposición Técnica Anual de 1995, Dallas, TX, 22-25 de octubre.
5. https://www.globalwaterintel.com/research/industrial/oil-shale-gas/water-for-offshore-oil-and-
gas/3-produced-water-treatment