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EXOBIOLOGIA

Ya había muchas dudas, sobre todo porque solo se había observado en radio una
única línea espectral de absorción del fosfano (con longitud de onda de 1.123 
mm); aunque se había «confirmado» con dos instrumentos, el Telescopio James
Clerk Maxwell (JCMT) en Hawaii, en junio de 2017, y ALMA en Atacama, Chile, en
marzo de 2019. 
La ciencia de frontera es una lucha salvaje contra el sesgo de confirmación. El
grupo de Greaves observó fosfano en Venus en 2017 con el telescopio JCMT;
para poder publicarlo en la revista Nature Astronomy  confirmó la observación con
ALMA en 2019, ajustando los datos con un polinomio de grado 12 se alcanzaron
∼15 sigmas. Se acaba de publicar en arXiv un reánalisis independiente con el
mismo software de los datos de ALMA a 267 GHz; la señal del fosfano (PH₃) solo
alcanza ∼2 sigmas. Por tanto, no se observa fosfano en la atmósfera de Venus.
Más aún, el uso de un polinomio de grado 12 produce falsas líneas de absorción
con más de 10 sigmas en otras regiones del espectro. Un duro varapalo a la
observación del grupo de Greaves y al fosfano como biomarcador.

Algunos exobiólogos también estudian las concentraciones de


ciertos elementos en otros planetas para determinar, por ejemplo, si
la composición de la atmósfera indica la presencia de algo de vida. A
partir de 2011, los exobiólogos aún no habían podido encontrar
evidencia definitiva de vida fuera de la Tierra, y las interpretaciones
de posibles signos de vida pueden ser controvertidas.

Los exobiólogos también pueden especializarse en la interpretación


de imágenes tomadas de otros cuerpos planetarios. Es posible que
puedan identificar signos de fuentes de agua o mares, incluso si son
antiguos. 

Él o ella también podría haber investigado las marcas fósiles


reveladoras dejadas por los organismos prehistóricos en las rocas de
la Tierra y usarlas para comparar las muestras de rocas con el fin de
identificar posibles restos fósiles. Los datos que un exobiólogo
recolecta en la Tierra son valiosos para descubrir qué marcas en una
roca alienígena podrían representar.
Un exobiólogo también podría inspeccionar muestras del espacio
exterior, desde meteoritos hasta muestras de rocas directamente
desde la luna o planetas como Marte.

Las formas inusuales de vida en la Tierra también pueden informar a


un exobiólogo sobre posibles vías para que la vida se desarrolle y
prospere. Por ejemplo, las bacterias que pueden crecer usando
arsénico, un metal que generalmente es tóxico, proporciona un
mecanismo para que los exobiólogos teoricen sobre cómo podrían
crecer formas de vida similares en entornos de condiciones similares.
Las bacterias que viven en temperaturas extremadamente altas
también pueden proporcionar información sobre cómo la vida
podría sobrevivir en los primeros días de un planeta similar a la
Tierra, donde la vida temprana tuvo que lidiar con temperaturas
similares.
Los microbiólogos ingresan al campo de la exobiología porque su
área de especialización, los microbios, se encuentran en todo el
planeta en diversos entornos. Una fuente importante de información
útil sobre exobiología proviene de detalles de bacterias y otros
organismos microscópicos que viven en ambientes extremos, a
diferencia de cualquier otra forma de organismo.

Los genetistas y biólogos evolutivos pueden estudiar las formas


genéticas existentes de los organismos en la Tierra, poner estos
mecanismos de supervivencia en el contexto del medio ambiente y
presentar diferentes teorías sobre cómo los organismos pueden vivir
en diferentes planetas. 

El origen de la vida es de gran interés para los exobiólogos, que


utilizan la teoría de la evolución en sus estudios. Cualquier campo
científico que pueda arrojar alguna luz sobre la forma en que la vida
se origina e interactúa con su entorno tiene un papel que
desempeñar en la exobiología. Los genetistas, microbiólogos e
incluso expertos no biológicos como los geólogos pueden tener
carreras en exobiología.
La exobiología es el estudio de posibles formas de vida fuera del
medio ambiente de la Tierra. Aunque los exobiólogos aún no han
encontrado pruebas definitivas de vida extraterrestre, pasan su
tiempo buscando esta prueba y descubriendo las formas en que la
vida podría sobrevivir en otras partes del universo. Los exobiólogos
pueden trabajar en estrecha asociación con las agencias espaciales
gubernamentales.

Es importante la participación de los jóvenes en esta nueva área, pues su


intervención permitirá alcanzar nuevas fronteras, y el ejercicio en la misma
propiciará el desarrollo de nuevas tecnologías para la exploración del espacio.

Microorganismos quimiolitotróficos, por José Atzin García, catedrático de


la Facultad de Biología-UV; Ausencia de gravedad y su efecto en la
hematopoyesis, por Alejandro Fernández Méndez, de la Facultad de
Medicina-UV e Instituto de Ciencias Avanzadas ac; La biología y el
espacio, por Leticia Garibay Pardo, catedrática de la Facultad de
Biología-UV; Introducción al derecho espacial, por Adán Colorado
Jiménez, de la Sociedad Espacial Mexicana ac; El impacto de la
exploración espacial en la educación, por Cirilo Santiago Cruz, del
Instituto de Ciencias Avanzadas ac; Uso de la energía solar en la
exploración espacial, por Francisco Tijerina Salazar, del Instituto de
Ciencias Avanzadas ac y Central Nuclear de Laguna Verde; Unidades
mínimas de trasformación, una propuesta para remodelar Marte, por
Omar Pensado Díaz. También se hizo llegar un mensaje de Cayetano
Santana Gil, presidente de The Mars Society-España, en el que motivaba
a los asistentes a continuar explorando los beneficios de la conquista del
espacio.

Los temas presentados en el simposium fueron: Soya: alimento alterno


en la exploración espacial, por Cuahutémoc Velásquez Licea, ex director
de la Facultad de Biología de la uv y actual catedrático de la misma.

Cabe destacar que en octubre de 1997, Omar Pensado le propuso por


primera vez a Christopher P. Mackay, investigador del centro ames de la
nasa, la utilización del Pico de Orizaba para estudios exobiológicos,
invitando posteriormente a la Universidad Veracruzana.

Siendo la exobiología un campo nuevo dentro de la investigación, se


obtuvo muy buena respuesta por parte del público, reflejada en el interés
y la participación de los asistentes. Dentro de los temas que se dieron en
el simposium, destacó el del proyecto Mex-AreoHab (MAH), que es una
propuesta de hábitat polivalente (integrado por un habitáculo,
invernaderos y otros elementos auxiliares) diseñado, en principio, para
enviar una misión tripulada a Marte, el cual será instalado en el Pico de
Orizaba y contará con un importante apoyo internacional, así como con la
participación de la iniciativa privada. Esta estación será la cuarta en ser
instalada en el mundo y encabezará la propuesta hispana de
colonización de Marte.

El pasado siete de junio se llevó a cabo el Primer Simposium de


Exobiología y Exploración Espacial en Xalapa, organizado por el Instituto
de Ciencias Avanzadas AC, la Universidad de Xalapa y The Mars
Society-España. Dicho evento fue inaugurado por el rector de la
Universidad de Xalapa, Carlos García Méndez, y se contó con la
presencia de María Luisa Hernández Parra, representante personal del
delegado Regional del Conacyt para los estados de Veracruz y Tabasco,
Efrén de la Garza Montelongo.
Observar e imaginar el espacio ha sido una actividad ligada a la humanidad desde sus albores. En
él siempre hemos buscado respuesta a inquietantes preguntas sobre nuestra propia naturaleza,
nuestra posición en el Universo, la presencia de vida en otros planetas o su origen en el nuestro.
Los enormes avances en ciencia y tecnología que han caracterizado la segunda mitad del siglo XX
y el comienzo del XXI permiten ahora explorar los secretos mejor guardados del espacio, utilizando
sofisticados instrumentos a bordo de aeronaves o instalados en Tierra

MRAMS se ha utilizado para simular el transporte y la mezcla de metano


liberado dentro y fuera del cráter a través de emisiones tanto instantáneas como
continuas. Las simulaciones indican que la escala de tiempo de mezcla para el aire
dentro del cráter es de aproximadamente un sol. El momento en el que se realizan
las mediciones de metano dentro del cráter también son importantes, porque la
abundancia de metano modelada varía en un orden de magnitud en un ciclo diurno,
en todos los escenarios considerados

Un grupo de investigadores liderado por Jorge Pla-García, investigador del Centro


de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), ha comparado los datos obtenidos con TLS-
SAM, con experimentos de transporte atmosférico basados en el Sistema de
Modelado Atmosférico Regional de Marte (MRAMS, Mars Regional Atmospheric
Modeling System), un modelo meteorológico de alta resolución desarrollado
por Scot C.R. Rafkin, coautor de este estudio, y su equipo. El objetivo de este
estudio, publicado recientemente en la revista Journal of Geophysical Research:
Planets, ha sido saber la ubicación exacta de la zona de emisión, su extensión
espacial, durante cuánto tiempo está siendo liberado el metano y si los modelos
son consistentes con los datos obtenidos por TLS-SAM.

La vida fotoquímica del metano en la atmósfera es de varios centenares de años.


Este tiempo es mucho mayor que la escala de tiempo de mezcla atmosférica, por lo
que se considera que el gas debe de estar bien mezclado, excepto cuando se está
cerca de una fuente o en breves periodos de tiempo justo después de una liberación
puntual de metano. Aunque la mayoría de las mediciones indican bajos niveles de
fondo, de 0,4 partes de metano por mil millones en volumen atmosférico, los
aumentos detectados de varias partes por mil millones (o incluso mayor) y el
posterior retorno al nivel de fondo, son difíciles de explicar.

La detección de metano en el cráter Gale en Marte realizada por el instrumento


TLS- SAM (Tunable Laser Spectrometer – Sample Analysis at Mars), un
espectrómetro láser a bordo del rover Curiosity de NASA, fue recibida en su
momento con una gran expectación, debido, sobre todo, a las implicaciones que la
presencia de metano tendría en la posible existencia de organismos marcianos

Un grupo de investigadores liderado por el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-


INTA) ha comparado los datos sobre la presencia de metano en el cráter Gale de
Marte obtenidos por el rover Curiosity de NASA con experimentos de transporte
atmosférico basados en el modelo atmosférico marciano MRAMS. Sus resultados
son compatibles con la detección del metano en el interior del cráter siempre que,
además, exista un rápido, y por el momento desconocido, mecanismo de
destrucción del metano cerca del suelo que explique que no sea detectado por las
sondas en órbita.

Investigar la naturaleza de la energía oscura y su evolución en el tiempo,


realizando mapas espectroscópicos masivos del universo lejano. Para ello, el IAC
está involucrado en una serie de experimentos (el satélite Planck, los proyectos
BOSS, eBOSS, MS-DESI, y el futuro satélite de la ESA Euclid) que arrojarán luz
sobre la dinámica específica de la expansión acelerada y la ecuación de estado de
esta intrigante energía.

Cosmología
Estudiar la física del Universo Temprano y de las ondas gravitacionales
primordiales mediante mediciones del Fondo Cósmico de Microondas. En este
contexto, nuestro grupo participa en varios proyectos clave en la frontera del
campo: la misión Planck de la ESA, el experimento QUIJOTE-CMB, los
experimentos GroundBird y LSPE-STRIP, y el espectrómetro de microondas
Tenerife (TMS).

A continuación elaboran un balance de los usos simbólicos que de los alienígenas ha hecho el
cine, así como de una clasificación taxonómica de los mismos y terminar con el, quizá, más
conocido extraterrestre de la historia del cine, el xenomorfo creado por Ridley Scott y la saga
de Alien.
 

Un concepto bastante abstracto que requiere de muchísima imaginación y que el cine ha


usado en infinitas ocasiones para crear ilusión y entretenimiento. Con este artículo los autores
echan mano de esa imaginación para hacer un recorrido por la figura del alienígena en la
historia del cine, pero antes harán un repaso por la literatura, la pintura, la historia y la ciencia. 

Se puede definir la exobiología como la rama de la biología interesada en la búsqueda de vida


fuera del planeta Tierra. La exobiología, pues, no pretende ser una disciplina cientí- fica pura
sino que representa el esfuerzo multidisciplinar por parte de investigadores de distintas áreas
para intentar responder preguntas sobre la vida basándose en el conocimiento de distintos
campos científicos.

Por lo tanto, están más vigentes que nunca las ideas desarrolladas durante los años
70 por dos grandes biólogos y científicos chilenos: Francisco Varela y Humberto
Maturana, quienes plantearon el concepto de “autopoyesis“, propiedad que define a
un sistema vivo mínimo (una célula) como un proceso circular (interdependiente) entre
una barrera o borde que lo delimita del exterior y una actividad interna (red de
reacciones) que produce los componentes de dicho borde. Esto es, el borde se
forma a partir de esta actividad y -en forma inversa- la actividad se mantiene (es
regenerada) en virtud de las condiciones producidas por el borde. Un sistema
auto-organizado de este tipo es independiente de su materialidad y los procesos son
generales, pudiendo aplicarse transversalmente en astrobiología y biología sintética,
pero también a otras emergentes como la cibernética y la inteligencia artificial.
Un logro en este camino (en 2010) es el primer microorganismo sintético Syn 1.0
(Mycoplasma mycoides JCVI-syn1.0), el cual posee un ADN (genoma)
completamente sintetizado en forma artificial. Más recientemente (en 2013) se ha
publicado un nuevo hito, la primera “fábrica de proteínas” artificial, logrando
sintetizar en el laboratorio (in vitro) los primeros ribosomas funcionales a partir
del ensamblaje de sus subunidades (proteínas y ARN). Esta hazaña tiene impactos en
la industria biotecnológica y biomédica, pero también acerca la posibilidad de
desarrollar vida artificial a partir de componentes y sistemas biológicos
diseñados por computador.

Una pregunta fundamental a este problema es qué entendemos por vida mínima,
toda vez que el escenario más probable es encontrar rastros microscópicos y
no un extraterrestre al estilo E.T. ¿Existen cualidades inherentes a los sistemas
vivos, más allá de su materialidad particular? Esta pregunta también es válida en
áreas de vanguardia como la biología sintética y vida artificial, ramas de la ingeniería y
la biología que hoy están revolucionando nuestra comprensión de los sistemas vivos

Están más vigentes que nunca las ideas desarrolladas durante los años
70 por dos grandes biólogos y científicos chilenos: Francisco Varela y
Humberto Maturana, quienes plantearon el concepto de “autopoyesis“.

La astrobiología (o exobiología) es un campo emergente y muy activo,


especializado en la búsqueda de vida fuera de nuestro planeta. Dentro de nuestro
sistema solar, uno de los lugares más prometedores es una pequeña luna de
Saturno, llamada Encélado, la cual posee un océano de agua líquida con gran
diversidad de moléculas orgánicas (basadas en carbono) y un ciclo geoquímico
generador de energía (fuentes hidrotermales). Vale decir, cuenta con todos los
ingredientes necesarios.

La exobiología es una ciencia para unos, para otros es una rama de la biología. Es
difícil llegar a un acuerdo, pero dos datos son suficientes para decir qué es la
exobiología: aúna muchas áreas de conocimiento y todos trabajan por detrás de la
respuesta a una pregunta -¿Hay vida fuera de la Tierra?-, en sus respectivas
áreas.

La era espacial y la astronáutica práctica arrancan con el


lanzamiento del Sputnik 1 por la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS) en octubre de 1957, y con el del Explorer 1 por
Estados Unidos en enero de 1958. En octubre de 1958 se creó en
Estados Unidos la NASA. En las dos décadas siguientes se han
llegado a lanzar más de 1.600 naves espaciales de todo tipo, la
mayoría destinadas a orbitar nuestro planeta. Sobre la superficie
de la Luna han estado dos docenas de hombres, que han
regresado después a la Tierra. En el año 1997 había ya unos
8.000 objetos girando alrededor de la Tierra, en su mayoría restos
de cohetes y equipos de sus fases de lanzamiento, y otros
materiales semejantes. Hay unos 2.300 satélites y sondas
espaciales en funcionamiento.

La astrobiología es la rama de la biología y la astronomía que estudia el origen, evolución,


distribución y futuro de la vida en el universo: vida extraterrestre y vida en la tierra.1 La
astrobiología aborda la interrogante de si existe vida más allá de la Tierra, y cómo
los humanos pueden detectarla si la hay.2 El término exobiología es similar, pero más
específico; estudia específicamente las posibilidades de vida extraterrestre y los efectos de
los ambientes en los seres vivos.3
Hace uso principalmente de una combinación de las disciplinas
de física, química, astronomía, astrofísica, biología molecular, ecología, ciencias
planetarias y geología para el estudio de la posibilidad de vida en otros planetas y ayuda a
reconocer biósferas que puedan ser diferentes a las de la Tierra.4 El origen y la evolución
temprana de la vida es una parte inseparable de la disciplina de la astrobiología. 5 La
astrobiología se ocupa de la interpretación de los datos científicos, principalmente
de hipótesis que se ajustan firmemente a las teorías científicas existentes. Dados los datos
más detallados y confiables sobre otras partes del universo, las raíces de la astrobiología
-física, química y biología- pueden tener sus bases teóricas en entredicho.
Este campo interdisciplinario abarca la investigación sobre el origen y la evolución de
los sistema planetario, los orígenes de los compuestos orgánicos en el espacio, las
interacciones roca-agua-carbono, la abiogénesis en la Tierra, la habitabilidad planetaria, la
investigación sobre biofirmas para la detección de la vida, y los estudios sobre las
posibilidades de que la vida se adapte a los desafíos de la Tierra y del espacio exterior.678
La química de la vida pudo haber comenzado poco después del Big Bang, hace 13.800
millones de años, durante una época habitable cuando el Universo tenía entre 10 a 17
millones de años.910 Según la hipótesis de la Panspermia, la vida microscópica -distribuida por
meteoritos, asteroides y otros cuerpos pequeños del Sistema Solar- puede existir en todo el
universo.1112 Según una investigación publicada en agosto de 2015, las galaxias más grandes
pueden ser más propicias para la creación y desarrollo de planetas habitables que las galaxias
más pequeñas como la Vía Láctea.13 Sin embargo, la Tierra es el único lugar en el universo
conocido por el ser humano que contiene vida.14 Estimaciones de zonas habitables alrededor
de otras estrellas,15 a veces referidas como "zonas de Ricitos de Oro", junto con el
descubrimiento de cientos de planetas extrasolares y nuevos conocimientos sobre hábitats
extremos aquí en la Tierra, sugieren que puede haber más lugares habitables en el universo
de los que se consideraron como posibles hasta hace poco. 161718
Los estudios actuales en el planeta Marte llevados a cabo por los robots Curiosity19 y
los exploradores Opportunity están buscando evidencias de la vida antigua, así como en las
planicies relacionadas con los ríos o lagos antiguos que puedan haber sido habitables en el
pasado.202122 La búsqueda de evidencia de habitabilidad, tafonomía (relacionada con fósiles) y
moléculas orgánicas en el planeta Marte es ahora un objetivo primario de la NASA y
la Agencia Espacial Europea.

Etimología[editar]
La palabra astrobiología viene del griego astron, estrella; bios, vida; y logos, palabra/ciencia;
ocasionalmente también es llamada xenobiología (del griego xenos,
foráneo), exobiología (del griego exo, exterior) o bioastronomía, es decir, el significado literal
de astrobiología es la ciencia de la vida en el cosmos, la ciencia de la vida exterior o foránea
(extraterrestre), ya sea vida del pasado, presente o futuro. 23

Ciencias relacionadas[editar]
La astrobiología es una ciencia multidisciplinaria que se forma de la especialización y la unión
de diversas disciplinas científicas como son la astronomía, la astrofísica, la biología,
la química y la geología. Adicionalmente, las principales ciencias auxiliares de la astrobiología
son la matemática, la informática y la estadística.

Descripción[editar]
Algunas de las cuestiones que trata de responder la astrobiología son las siguientes:

 ¿Qué es la vida? ¿Cómo surgió la vida en la Tierra? ¿Cómo evoluciona y se


desarrolla? ¿Hay vida en otros lugares del Universo? ¿Cuál es el futuro de la vida en la
Tierra y en otros lugares?.
Diferentes instituciones científicas y educativas en todo el mundo se dedican seriamente a la
búsqueda de otros planetas (por ejemplo: California & Carnegie Planet Search o The Geneva
Extrasolar Planet Search Programmes). Hoy en día se conocen más de 1800 exoplanetas (su
número aumenta mes a mes); sin embargo, ninguno de ellos es como la Tierra. Instituciones
como el Centro de Astrobiología (CAB) y el Instituto de astrobiología de la NASA (NAI)
empiezan a reforzar los pilares para detectar y entender la vida más allá de la Tierra.
La pregunta de si la vida existe o no en alguna parte del Universo además de la Tierra es
una hipótesis verificable y, por lo tanto, es una línea viable para la investigación científica. La
astrobiología no pretende ser una disciplina científica pura, como lo son la física o la biología,
sino que representa un esfuerzo multidisciplinario por parte de investigadores de distintas
áreas para intentar responder preguntas sobre la vida basándose en el conocimiento de
distintos campos científicos. Es una disciplina científica que intenta abarcar todas las
perspectivas posibles. Como sólo se tiene un ejemplo de vida, el conocido en la Tierra, la
mayor parte del trabajo se basa en simulaciones y predicciones de las leyes fundamentales de
la física y bioquímica o el conocimiento actual de la biología.
Un caso concreto de investigación astrobiológica actual es la búsqueda de vida en Marte.
Existe una creciente cantidad de pruebas que sugieren que Marte tuvo antiguamente una
importante cantidad de agua líquida en su superficie, 24252627 siendo esta considerada un
precursor esencial para desarrollo de vida.
Misiones específicamente diseñadas para la búsqueda de vida en otros planetas son, por
ejemplo, las del programa Viking, o las sondas Beagle 2, ambas dirigidas a Marte. Los
resultados del Viking fueron inconcluyentes,28 y la Beagle 2 falló en transmitir, por lo que se
presume que se estrelló.29La penúltima misión, con un mayor rol de la astrobiología, es la
del Mars Science Laboratory, cuyo lanzamiento tuvo lugar el 26 de noviembre de 2011; el
'Mars Science Laboratory' será la primera sonda en Marte, después de los Viking, en buscar
directamente evidencia de vida pasada o presente. La última misión de busca de vida en
Marte, la cual la inicio la Agencia Espacial Europea, es la ExoMars en el año 2016.

Preguntas trascendentales[editar]
Algunas de las preguntas que busca responder la astrobiología son: ¿Qué es la vida?, ¿cómo
surgió la vida en la Tierra?, ¿Cómo evoluciona y se desarrolla la vida, si existe o no vida
extraterrestre?, y ¿Cuál es el futuro de la vida en la Tierra y en otros lugares, de haberla?.
Estas preguntas hacen que la astrobiología sea una ciencia con profundas
implicaciones filosóficas.

Preguntas frecuentes sobre astrobiología[editar]


Objeto de la búsqueda[editar]
Principalmente, bacterias u otros organismos microscópicos. Como no se tienen "muestras" de
vida extraterrestre, lo que se hace es estudiar algunos de los organismos de la Tierra,
conocidos como extremófilos. Algunos extremófilos viven en lugares muy calientes
(como Pyrodictium una bacteria que vive en el suelo marino, a una temperatura de 105 °C),
mientras que otros viven dentro de las rocas, en sitios muy fríos, o bien se alimentan
de azufre o hierro.

Sitios de búsqueda[editar]
En la Tierra, se estudia la vida en las fuentes hidrotermales submarinas, los estromatolitos que
existen en lugares como Australia, o Cuatro Ciénegas en México. En España, se estudian las
bacterias de Río Tinto.

Planetas candidatos a tener vida[editar]


Artículo principal: Habitabilidad planetaria

Se están estudiando aquellos sitios del Sistema Solar en donde se piensa que hay más
probabilidades de encontrar agua líquida en forma estable. Este podría ser el caso del
subsuelo de Marte, de Europa, el satélite helado de Júpiter, bajo cuya superficie helada podría
existir un océano de agua líquida, de una de las lunas de Saturno, Titán, el único satélite del
Sistema Solar con una atmósfera considerable, y el de Encélado, otra luna de Saturno que
muestra evidencias de tener agua líquida a pocos metros de la superficie.
La exobiología es una disciplina que se dedica a examinar la
posibilidad de que exista vida afuera del planeta Tierra. Se trata de
un campo del conocimiento que combina aportes de la química,
la física, la astronomía y otras ciencias.
Investigar el nacimiento y el desarrollo del sistema planetario, estudiar los
compuestos orgánicos en el espacio y analizar las condiciones de
habitabilidad de otros planetas son parte de las tareas que desarrollan
los expertos en exobiología. Es importante tener en cuenta que estos
especialistas parten de datos científicos y trabajan con hipótesis que se
ajustan a teorías ya aceptadas.
Hasta el momento, el saber humano reconoce un único sitio que
alberga vida: el planeta Tierra. Sin embargo, se cree que es posible
que exista vida en otros rincones de la galaxia e incluso en planetas que
no forman parte del sistema solar.

Muchas veces se asocia la exobiología a la astrobiología y hasta se


usan ambos términos como sinónimos. Pese a esto, la astrobiología se
dedica a la vida en todo el universo, tanto en la Tierra como en el
espacio exterior, mientras que la exobiología se limita a lo que sucede
más allá de los confines terrestres.
Se puede afirmar que la búsqueda de vida en otros planetas no ha
hecho más que empezar. 

La exobiología es una ciencia para unos, para otros es una rama de la biología. Es difícil
llegar a un acuerdo, pero dos datos son suficientes para decir qué es la exobiología: aúna
muchas áreas de conocimiento y todos trabajan por detrás de la respuesta a una pregunta
-¿Hay vida fuera de la Tierra?-, en sus respectivas áreas.

La pregunta no es la tos de media noche de la cabra. La respuesta, por


supuesto, no la saben, y está por ver si lo sabrán nunca. Pero el esfuerzo
merece la pena, la búsqueda de la respuesta es tan enriquecedora.

Para empezar, tendrán que saber dónde y qué buscar exactamente para
encontrar la vida. Investigan, entre otras cosas, cómo surgió la vida en la
Tierra. Y es que hay un único modelo de búsqueda de vida fuera de la
Tierra: Terrestre. Por ello, es imprescindible conocer las condiciones en
las que la vida surgió en la Tierra (suponiendo que fue así) para buscar
planetas con condiciones similares.

La verdad es que puede ser un tipo de vida muy diferente en el universo


amplio. Pero lo más sencillo es encontrar una vida similar a la que
conocemos: basada en el carbono, en estrecha relación con el agua, con
alguna molécula de almacenamiento de información... En definitiva, un
sistema similar al de la célula.
Buscan el primer sistema vivo, en la frontera entre la vida y el inanimado.
Y los investigadores adoptan diferentes caminos para llegar a esta
frontera. Desde el punto de vista biológico, por ejemplo, desde los seres
vivos actuales hacia el tiempo, uno de los objetivos es analizar la
evolución de los genes y conocer el genoma de los primeros. Desde el
punto de vista químico hacen el camino contrario, es decir, parten de los
inanimados para llegar a los primeros seres vivos. Y combinando biología
y química estudian la celularidad, buscando el primer sistema que
cumpla con la definición de vida.
La pregunta no es la tos de media noche de la cabra. La respuesta, por
supuesto, no la saben, y está por ver si lo sabrán nunca. Pero el esfuerzo
merece la pena, la búsqueda de la respuesta es tan enriquecedora.

Para empezar, tendrán que saber dónde y qué buscar exactamente para
encontrar la vida. Investigan, entre otras cosas, cómo surgió la vida en la
Tierra. Y es que hay un único modelo de búsqueda de vida fuera de la
Tierra: Terrestre. Por ello, es imprescindible conocer las condiciones en
las que la vida surgió en la Tierra (suponiendo que fue así) para buscar
planetas con condiciones similares.
La verdad es que puede ser un tipo de vida muy diferente en el universo
amplio. Pero lo más sencillo es encontrar una vida similar a la que
conocemos: basada en el carbono, en estrecha relación con el agua, con
alguna molécula de almacenamiento de información... En definitiva, un
sistema similar al de la célula.

Sin embargo, otra luna de este planeta, Titán, posee una extraña “hidrología” a
base de mares, ríos y lluvias de hidrocarburos (como el metano). Se ha
especulado que este extraño paisaje podría teóricamente sustentar alguna
particular forma de vida microbiana. A partir de estas y otras observaciones, la
propia NASA ha expresado que no estaría lejos el momento de encontrar huellas
de vida fuera de la Tierra. También desde Chile se han descubierto en los últimos
años numerosos planetas exteriores al sistema solar (exoplanetas) que reúnen
potencialmente condiciones para sustentar vida.

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