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Merca Politica Fra
Merca Politica Fra
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Podría decirse que es el proceso de comunicación destinado a influir durante todo
el proceso político. Es decir, desde la obtención de los puestos de autoridad a
través del convencimiento con fines electorales, hasta de informar desde el mando
las decisiones tomadas.
La comunicación política tiene como objetivo principal visibilizar de manera
estratégica, el poder de mando por medio de mensajes y narrativas que
convenzan con diferentes tipos de audiencias.
Esta disciplina cuenta con 8 elementos que la hacen algo más que simple
comunicación con una audiencia, estos son:
I. Emisor y receptor del mensaje
Son dos protagonistas dentro del proceso de comunicación: quien envía y quien
recibe. En la política definir ambos lados para cualquier situación comunicativa es
crucial.
Por ejemplo, en el caso del emisor es fundamental determinar las diferencias que
se realizan desde la institución, desde el individuo y desde el cargo de autoridad.
Asimismo, tiene que guardar coherencia con el proyecto político.
II. Objetivo y las expectativas del mensaje
Asociados al emisor, están los objetivos y las expectativas. La efectividad en la
comunicación política depende de lo certera que sea la visualización de los
objetivos y, que, al mismo tiempo, pueda identificar y adaptarse a las expectativas
del receptor.
III. El mensaje y el canal
Los dos elementos más importantes de la comunicación, para muchos, es el
mensaje en sí y el canal por el que se transmite. Existen una variedad muy
extensa de códigos lingüísticos, gráficos, entre otros.
Estos dos recursos deben adaptarse, fielmente, a las expectativas del receptor y,
por supuesto, a los objetivos que tiene el emisor. Ya que, utilizar el canal
adecuado hará que diferentes procesos de comunicación sean más o menos
eficientes.
IV. Respuesta y el contexto del mensaje
Por último, los dos elementos relevantes de la comunicación política están las
respuestas, que normalmente se materializan en votos o encuestas, pero con la
transformación digital también es posible medirla gracias a los nuevos canales de
interacción pública, como redes sociales y blogs.
Por otra parte, el contexto es todo lo que rodea la situación donde está contenida
la comunicación. Y es lo que siempre se trata de controlar en la política, por
seguridad como por disminuir la improvisación.
3.1.2
El mensaje será de “refuerzo” en caso de dirigirse a los partidarios, de “polémica”
dirigido a los
adversarios, y de “persuasión” con los indecisos.
Resulta esencial definir los mensajes que serán comunicados al electorado. El
mercado electoral
es muy heterogéneo, hay muchos segmentos con necesidades, intereses y
prioridades específicas.
Sin embargo, más allá de los temas puntuales que se tratarán en determinados
momentos y para
determinados públicos, se deben definir los temas centrales alrededor de los
cuales
girará toda la campaña y que serán citados siempre en los mensajes, discursos,
notas
de prensa y publicidad.
Al respecto, Joseph Napolitan sostiene: “Normalmente un candidato puede tener
diez o quince
ideas para programas, las cuáles son muchas para utilizarlas en campaña. Usar
tantos temas diluye
el mensaje del candidato y causa confusión en las mentes de los votantes. Es
mucho mejor acortar
el número de propuestas sobre las cuales se basará la campaña hasta un número
más fácil de
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
aaa
6.2 ¿Cómo se definen los temas y mensajes?
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maniobrar, digamos cuatro o cinco, y concentrarse en ellas” [...]. Luego, dentro de
este marco
general, tener las propuestas específicas para cada grupo objetivo: amas de casa,
mujeres profesionales, jóvenes, agricultores, obreros de la construcción, ciudades
del norte, ciudadanos
de la amazonía, etc. En este sentido es importante que el candidato y su equipo
sean personas
abiertas y sencillas, que sepan escuchar, respetar e incluir en su propuesta —
como sujetos y no
como simples objetos de manipulación— las otras visiones del mundo.
Asi, una campaña política gira alrededor de:
3.1.4
El costo de una campaña a Jefe de Gobierno porteño se ubicó entre los
$ 4 .6 0 0.0 00 (candidato B ) y los $ 9 .6 0 0.0 00 ( candidato A).
♣ L os costos efectivamente declarados por los candidatos r espetar on los
topes de la L ey 268 . Fueron de: $2.006.514, en el caso del candidato del PRO, y
$2.068.279, para el candidato del Frente para la Victoria. S in embargo, es tos
niveles de gas to no se condicen con las estimaciones : representaron un
381% menos de lo que gastó el candidato A y 130% menos que el B.
♣ L a mayor diferencia se pr esentó en la contratación de asesor es polít icos y
publicis tas . Los candidatos ficticios de Poder Ciudadano invirtieron cerca de un
29% del total de sus gastos en este rubro, mientras que el FPV declaró que éste
representó un 2,9 % del costo total y el PRO no declaró la contratación del
servicio.
♣ L a mayor par te del cos to de los candidatos f ict icios s e concentr ó en el
r ubr o “gráf ica en la ciudad”, que representó cerca de un 36-38% del gasto total,
mientras que para los candidatos del FPV y PRO, el mayor volumen de gastos fue
destinado a “medios masivos de comunicación”.
Estas observaciones llevan a la conclusión de que exis te una polít ica deliber ada
de
ocultamiento y/ o encubr imiento de gas tos (y de rubros de gastos) declarados por
partidos y alianzas. El informe concluye que la normativa vigente presenta
deficiencias, y
propone una reforma normativa que contemple los siguientes aspectos, entre
otros:
♣ Regulación de las actividades ordinarias de los partidos políticos.
♣ Prohibición de inaugurar obras públicas, promover planes sociales o realizar
actos
de gobierno que promuevan la captación del sufragio, durante la campaña.
♣ Mayor agilidad en la distribución de los fondos públicos que, por ley,
corresponden
a los partidos.
♣ Actualización de los montos máximos de gastos y ajuste por inflación.
♣ Designación obligatoria de responsable político y económico-financiero.
♣ Publicidad en I nternet de los informes previos y finales de campañas.
♣ I nclusión de las donaciones corporativas actualmente no contempladas.
3.2
Veamos qué significa Comunicación Social desde una perspectiva académica y
también práctica. Se entiende la Comunicación Social como “la disciplina que
estudia las relaciones entre los cambios sociales y los cambios comunicativos”.
Esta definición integra una infinidad de actividades y mundos de conocimiento,
como por ejemplo, el diseño social, la antropología, la sociología, la filosofía, la
psicología y el periodismo. La comunicación social no sólo estudia el uso del
mensaje o del formato de la comunicación sino que también se interesa por el uso
de las herramientas de comunicación como fórmula de empoderamiento. La
comunicación social es interdisciplinaria: abarca nociones de entre otros campos
del saber. ¿Y qué serían las ciencias de la comunicación? la disciplina que estudia
los diversos fenómenos sociales que intervienen en la comunicación.
3.2.1
Campaña permanente
Televisión
La televisión sigue siendo –aunque cada vez en menor grado– la reina en cuanto
a comunicación política en tiempos electorales se refiere.
Radio
Por motivos obvios, en la radio priman la voz y la música. Se sigue apelando a las
emociones, ya que la enumeración de los puntos del programa, por lo que parece,
“no vende”. De todos modos, aunque sea superficialmente, hay más margen para
sacar a relucir los puntos estrella del programa, ya que el oyente de radio está
más predispuesto a la escucha activa.
Redes sociales
Las redes sociales cada vez son más determinantes a la hora de crear estados de
opinión, que al final se traducen en votos. En muchos casos se sigue apelando a
las emociones –y no necesariamente a las más elevadas. Lo hemos visto en las
recientes elecciones en Estados Unidos: prácticamente todas las encuestas daban
como vencedora a Hillary Clinton sin ningún género de dudas; pero un sondeo
basado exclusivamente en las tendencias observadas en las redes sociales, fue el
único en acertar.
Hoy en día no hay partido político que se precie que no cuente con un buen
equipo humano para lidiar con las redes sociales, puesto que pueden ser un factor
tan peligroso como determinante en los comicios. En la era de la posverdad
pueden ser un terreno resbaladizo, pero también son imprescindibles a pesar de
que a menudo se sobrevalore su influencia electoral. Veamos si no el caso de las
elecciones generales españolas de junio de 2016, donde el enorme impacto de
Podemos en las Redes Sociales generó una corriente general que incluso el
mismo día de la cita con las urnas dio por seguro el sorpasso al PSOE e incluso le
daba opciones de ganar al PP. La realidad les situó lejos de sus expectativas.
Mensaje emocional
Honestidad
Mensaje positivo
3.2.2
En función de la sociedad en la que se aplique, del tipo de OP de la que se trate o
del momento temporal en el que se esté, el marketing político tendrá unos
objetivos distintos. No obstante, el marketing político debe tener un objetivo
general básico que debe ser perseguido por toda OP. Concretamente, el fin
principal del marketing político (Figura 1) debería ser hacer la política más cercana
al ciudadano, que éste participe de la gestión y lograr que las diferentes
decisiones políticas sean conocidas de una forma clara y directa por la sociedad.
Sin embargo, su mal uso ha hecho confundir este objetivo de modo que la mayoría
de las OP lo utilizan para obtener el mayor número de votos políticos. En cambio,
ese no debería ser su principal objetivo sino su consecuencia si se aplica
correctamente. En definitiva, se trata de acercar un producto, una idea o un
servicio al ciudadano; en este caso, más bien una idea.
Marketing político: También como conocido como marketing político estratégico.
Engloba todas aquellas actividades de análisis continuo y sistemático de las
necesidades del mercado, de la ideología de la OP, el desarrollo de la
organización, los dirigentes, las actividades y los servicios que presta, con unas
características tales que les diferencien de sus principales competidores y
aseguren a la OP una ventaja competitiva duradera. Debe realizarse a largo plazo,
de ahí que sea estratégico. Marketing electoral: Hace referencia a todas aquellas
actividades necesarias para la organización de la presentación de los candidatos
políticos y de sus estrategias de comunicación para informar a los electores
potenciales las características distintivas de la organización y del candidato. Es
aplicado durante el tiempo que dura un proceso electoral determinado. Es a
medio/corto plazo y su objetivo se centra fundamentalmente en los resultados
electorales. Marketing de gobierno: Hace referencia a la organización de las
actividades de la OP una vez ha ganado el proceso electoral y una vez asume el
gobierno de una comunidad, con la finalidad de cumplir las promesas electorales a
través de una de las oficinas del Estado, relacionadas con el tema de las
promesas. Es a corto plazo y su principal objetivo es ganar credibilidad entre sus
electores y, fundamentalmente, sobre los que no les eligieron durante el proceso
electoral.