Primeros auxilios psicológicos

Los primeros auxilios psicológicos buscan la reducción del impacto emocional

desencadenado por un evento traumático, además permite que las reacciones que se

generan después de la emergencia o desastre no prevalezcan a largo plazo, causando

dificultades en la calidad de vida de las personas o aparición de trastornos psicológicos

cono estrés agudo y postraumático, debido a un no adecuado afrontamiento del evento.

Un correcto manejo de las emociones que subyacen del desastre es de gran importancia,

según Méndez (2016), el realizar una intervención psicosocial enmarcada en la escucha

activa, respeto al silencio, intimidad de la persona afectada, y atención integral permitirá un

buen manejo de la crisis, afrontamiento y resiliencia de su malestar emocional. Además, los

primeros auxilios psicológicos son una herramienta esencial que permite afrontar de

manera correcta una experiencia traumática.

Según la Unidad de Trauma, Crisis y Conflictos de Barcelona, citado por Méndez (2016),

en la intervención con primeros auxilios psicológicos es fundamental:

Contener: Intervenir las emociones, para evitar el desbordamiento de las mismas, se le

brinda un espacio pertinente para experimentar el dolor.

Calmar: promover la relajación, ayudando a la persona a experimentar sentimientos de

comprensión y de apoyo, facilitando así la liberación de energía nerviosa.

Informar: brindar conocimiento respecto al suceso que se ha experimentado, a través de un

lenguaje adaptado a la persona y a la situación utilizando frases cortas y concretas.

Normalizar: Implementar técnicas de relajación, permitir a la persona expresar sus

emociones, pero sin forzarlo a ello.

Consolar: explorar en el sujeto actividades de preferencia, con el fin de que se sienta mejor.

El diseño de un plan de intervención en primeros auxilios psicológicos durante una

emergencia o desastre natural es un punto clave para un correcto manejo de las crisis

emocionales. Durante las primeras 72 horas, el caos y la desinformación prevalece

generando así malestar e inconformidad, la colectividad tiene un papel decisivo en las

personas que resultan afectadas por un desastre, pues el individuo tiende a agruparse,

compartir sus vivencias y dolor, tanto por la pérdida de familiares o inmuebles; en la

mitigación de los efectos socio psicológicos los primeros auxilios influyen a que se logren

deshacer los efectos que se desencadenan de la emergencia a corto y largo plazo.

Desastre natural.

Según Slaikeu (2008), los desastres naturales pueden afectar a muchas personas al mismo

tiempo, puesto que pueden morir y dejar a muchos con el proceso de enfrentar dichas

pérdidas, por otro lado, la consecuencia inmediata de los desastres naturales es en efecto un

estado de urgencia, en el que se debe acudir a la acción inmediata para salvar vidas y

atender a los heridos. Según la organización mundial de la salud citado por Abeldaño y

Fernández (2016), los desastres naturales constituyen una gran carga sobre la salud mental

de las personas que han vivenciado la experiencia traumática, en donde la capacidad de

afrontamiento ante estas situaciones puede verse muy limitada y desencadenar a largo plazo

posibles patologías.

Tipos de desastres naturales

Hidrometeorológicos:

 Inundaciones y relacionados
 Derrumbes-flujos de lodo

 Avalanchas

 Vientos

 Ciclones tropicales (huracanes, ciclones, tifones, tormentas tropicales)

 Tornados

 Tormentas (de rayos, de invierno).

Geofísicos:

 Terremotos

 Erupciones volcánicas

 Tsunamis-ondas tidal

Sequías y relacionados:

 Temperaturas extremas

 Incendios forestales

 Sequías

 Infestación de insectos.

Emergencia.

Para Fernández (2013), una emergencia es aquella situación que se resuelve a través de los

servicios médicos y asistenciales que se prestan a nivel local.

Amenaza.

Una amenaza es un peligro que está asociado a un factor físico que puede ser de origen

natural, artificial, antrópico o socio natural. También hace referencia a la posibilidad en que

pueda ocurrir un acontecimiento de cierta intensidad (Fernández, 2013).

Vulnerabilidad.

La vulnerabilidad hace referencia según Fernández (2013), a aquel factor interno que está

asociado a la amenaza; es decir, es aquel estado en el que una persona o sociedad se

encuentra cuando se enfrenta a una amenaza concreta, y que además está determinada por

factores tanto ambientales como económicos y culturales.

Resiliencia.

Según Abeldaño y Fernández (2016), la resiliencia es la capacidad con la que cuenta cada

persona o comunidad para recuperarse ante situaciones o momentos de adversidad,

permitiéndose a sí mismos continuar su vida proyectándose hacia el futuro, la resiliencia

varía según las características que conforman la personalidad de cada individuo.

Es fundamental que se establezca la resiliencia ante una emergencia o desastre natural,

puesto que esta permite según Méndez (2016), tener un correcto afrontamiento a el evento,

cada persona cuenta con un resiliencia distinta, con la que logra que la situación traumática

no interfiera en la vida cotidiana de las persona y llegue a desencadenar una patología, las

emociones positivas incentivan la resiliencia las personas logran ver los obstáculos como

nuevas oportunidades, siempre en busca del cambio.

Riesgo.
Según Baloian, Chia, Cornejo y Paverini (2007), el riesgo es entendido como aquella

posibilidad de extralimitar un valor especifico de daños sociales, económicos y ambientales

en un lugar y momento determinado, y posee una relación interdependiente entre los

factores de amenaza y vulnerabilidad.

Impacto psicológico.

El impacto psicológico según García y Bermúdez (2015), es aquella reacción emocional

que se experimenta de manera inmediata a raíz de un evento que resulta traumático,

causando en las personas inestabilidad emocional y sobrepasando la incapacidad de las

personas para enfrentarse a las situaciones. a ello se le suma la vulnerabilidad con la que

cuenta cada individuo para afrontar eventos adversos como lo pueden ser las emergencias y

desastres naturales que generan gran impacto en las personas debido a que estas se

presentan sin previo aviso y suelen tener poco control sobre sí mismas.

Salud mental.

Según la Federación Internacional de sociedades de la Cruz Roja y Media Luna (2014), la

salud mental cuenta con un gran vínculo con el desarrollo humano, salud mental no es solo

la ausencia de enfermedad, sino a su vez es el estado de bienestar en donde se

desencadenan capacidades físicas, intelectuales y sociales que permiten una buena calidad

de vida.