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Sr. Juez:
I. OBJETO
Inicio amparo contra XYZ Salud S.A., con domicilio en ... C.A.B.A., para que
se la condene a suministrarme la dosis diaria de Sufadiazina de plata Vitamina A
Lidocaina de 400 grs. (Platsul A) que requiero, así como a la realización de curaciones
asépticas diarias realizadas por un profesional.[1]
Ofrezco prueba.
II. HECHOS
III. DERECHO
Constitución Nacional (arts. 43 y 75 inc. 22); Pacto de San José de Costa Rica
(art. 25); Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (arts. 321, 498). [2]
A su vez, si la ley 24.901 impone a las obras sociales sometidas a la ley 23.660,
cumplir con una serie de prestaciones en favor de las personas discapacitadas, y la ley
marco 24.754 constriñe a las empresas de medicina prepaga a cubrir como mínimo las
mismas prestaciones obligatorias dispuestas para aquéllas, es evidente que éstas también
se encuentran alcanzadas por las disposiciones de carácter obligatorio que se fueran
sucediendo en el tiempo y que se hallen encuadradas en el marco de las leyes 23.660 y
23.661.
Por lo tanto la exclusión que realiza la prepaga no guarda relación con una interpretación coherente y amplia en
favor de la vigencia de una tutela efectiva del derecho a la salud y a la vida, siendo ambos prerrogativas implícitas de la ley
fundamental plasmados en la garantía que establece el art. 42 de la Constitución Nacional. De ahí que, como el derecho a la
salud y a las prestaciones básicas de consumo de esa índole tienen jerarquía constitucional, toda interpretación que se realice
al respecto, sea de base contractual o legal, debía efectuarse, en sentido favorable a las pretensiones del usuario.-
En tal orden de ideas, y en el marco de los derechos en juego, la evolución y el carácter no cerrado del PMO
anteriormente mencionados, corresponde precisar que el contenido de sus Anexos constituyen especificaciones
complementarias y subsidiarias y la omisión en él del fármaco Platsul A (o genérico similar) no es relevante –en el caso
particular- a los fines de revertir la regla superior que tiende a garantizar el acceso a los bienes y servicios básicos para la
conservación de la salud.
Los contratos de la naturaleza del que se analiza - regulados por la ley 24.240 - son típicos de adhesión y de consumo,
pues además de que el asociado se limita a adherir a cláusulas predispuestas por la entidad, el servicio es prestado para un
destinatario final, por lo que las disposiciones de esa normativa resultan plenamente aplicables al caso, como así también las
pautas jurisprudenciales elaboradas a propósito de aquélla. De manera que entre todos los sentidos posibles, debe buscarse
cuál de las interpretaciones favorece más al consumidor (arts. 3 y 37), que no es precisamente la postura asumida por la
prepaga; más aun cuando está en juego en la especie la cobertura de prestaciones que devienen inexcusables y que tienden a
remediar, en lo posible, la minusvalía que sufro.
“El contrato de medicina prepaga lleva implícito el cumplimiento de una función social vinculada con la
importancia de los bienes en juego, como la salud de las personas, protegida por la Constitución Nacional
(arts. 33, 42 párrafo primero, 75 inciso 22) y los Tratados Internacionales. Las prestaciones médicas
contratadas parten de un acuerdo de voluntades formalizado a través de un contrato de adhesión y se
cumplen bajo la faz de organización empresaria con fines de lucro, por lo que la exigencia de la buena fe
debida se torna de interpretación más rígida. En este sentido la actividad que realizan las empresas de
medicina prepaga quedan comprendidas en la ley 24.240, cuyo art. 37 brinda un marco de interpretación que
no puede ser pasado por alto so pena de consentir cualquier restricción a las prestaciones asumidas, en
demérito del interés del adherente y por el sólo hecho de hacer rentable el negocio de la empresa. (... ) La
finalidad con la que un asociado adhiere a un contrato de medicina prepaga es la protección y el
restablecimiento de su salud a la cual está orientada la acción terapéutica para alcanzar la curación del
paciente o a aliviar las consecuencias de su enfermedad. Desde este enfoque la ley 24.754 -que recoge la
función social de este tipo de contratos- debe cubrir las mismas prestaciones obligatorias dispuestas para las
obras sociales conforme las leyes 23.660, 23.661, 24.455 y sus respectivas reglamentaciones. Corresponde
entonces, que la empresa demandada suministre la medicación recetada como coadyuvante del tratamiento
prescripto -quimioterapia- para la enfermedad de la paciente portadora de cáncer de mama de alto riesgo,
haciéndose cargo de la totalidad del costo” (CNCiv, Sala I, 24/4/08, " Rojas, Liliana Beatriz c/ CEMIC s/
amparo", elDial.com - AE2378)
V. PRUEBA
(...) [6]
A efectos de lo dispuesto por el art. 55 ley 21839, así como para cualquier otro
que pudiera corresponder, el Dr... en su carácter de letrado, constituye domicilio
procesal en Virrey Del Pino..., Ciudad Autónoma de Buenos Aires (zona 196, teléfono
44445555). [7]
VII. AUTORIZADOS
Autorizo a ..... y a ....., a consultar el expediente, dejar constancias en el libro de
asistencia, retirar copias, cédulas, oficios, así como cualquier otra documentación cuyo
desglose o retiro se ordene; en general, a llevar a cabo todo acto cuya ejecución no
estuviere legalmente impuesta sólo a la parte o a su letrado. [8]
[1] La acción de amparo está prevista, con carácter general, en el art. 43 CN. Específicamente, en el orden federal, por la ley 16986 cuando
se dirige contra actos de autoridad pública, y en el Código Procesal Civil y Comercial (art. 321, inc. 2°) cuando lo es contra actos de
particulares.
Según un criterio doctrinario, si el particular contra quien se dirige el amparo está ejerciendo funciones públicas, v. gr. entidades
profesionales o gremiales que ejercen atribuciones de policía profesional, el amparo pertinente es el programado contra actos de autoridad
pública, no el amparo contra actos de particulares.
Por tramitar la acción de amparo contra actos de particulares por la vía del proceso de conocimiento sumarísimo, la demanda debe ajustarse a
lo dispuesto en el art. 330 CPCC.
[2] Algunos autores consideran que a través del mecanismo previsto en el art. 321 CPCC, que remite a la estructura del proceso sumarísimo,
la tutela inmediata y efectiva que se persigue en la acción de amparo puede caer en saco roto, y proponen un procedimiento distinto al de
conocimiento. Cabría pensar en acudir, según el caso, a la vía de las "medidas autosatisfactivas", o dentro del proceso sumarísimo a la
"tutela anticipada" y a las medidas cautelares.
[3] Estrictamente, no es necesario este capítulo del escrito, pues se entiende que del contexto del caso el tribunal tiene que colegir si se
reúnen o no los requisitos de admisibilidad de la pretensión. No obstante, parece conveniente hacerlo, a modo de síntesis, de ayuda o guía
para el lector.
[4] No rigen en el caso los requisitos impuestos por el art. 2, incisos b) y c), ley 16986. Sobre el plazo de caducidad de la acción, ver el
apartado c) del escrito.
[5] Esta "inmediatez del reclamo" es exigido por la doctrina, aunque sin la estrictez del plazo previsto en el art. 2 de la ley 16986.
[7] Además del domicilio procesal constituido por la parte, conviene que el letrado constituya otro para sí (que no tiene por qué ser distinto),
a los efectos previstos en el nombrado art. 55 ley 21839, así como para cualquier otro derivado de una posible actuación suya como parte
transitoria, v. gr. imposición de multa, regulación de honorarios. Cuando se hace esta doble constitución de domicilio, suele utilizarse la
expresión "...constituyendo ambos domicilio en...", que para nosotros puede confundir, razón por la cual preferimos hacerlo en pasajes
distintos del escrito.
[8] La primera parte del párrafo es meramente ejemplificativa (en puridad, bien podría no estar); es la expresión final la que fija la regla en
la materia: se autoriza a que la persona haga todo aquello que no tenga prohibido.