Declarada feminista, la artista conceptual Yoko Ono, inauguró la exposición “Tierra
de esperanza” en el Museo de Memoria y Tolerancia, la cual busca sembrar una semilla de esperanza en los lugares donde la violencia ya se ha hecho un acto cotidiano, Yoko Ono asegura que los actos violentos son un problema que aquejan a todo el mundo. Considerada como precursora del arte conceptual y el performance Yoko Ono inicia su exposición en las afueras del museo con el “Árbol de Deseos”, en donde se invita a dejar un trozo de papel con un sueño escrito en él y colgarlo en las ramas de este. Dentro de las instalaciones del museo “Memorias Horizontales”, un suelo compuesto por retratos hace reflexionar al asistente en concientizarse en la vida del prójimo, por otra parte “Pintura de Color” recibe a los visitantes invitando a escribir un mensaje en un lienzo blanco. Al entrar a la sala de exposición estructuras como “SI” reciben al visitante acompañado de un muro donde reposa “Instrucciones” una serie de recomendaciones de la artista para la mejor apreciación de su trabajo. En esa misma zona “Teléfono en Asombro” espera rodeado de un laberinto de vidrio una llamada más de la artista con algún saludo o un mensaje a sus asistentes, por el momento hay un registro de 3 llamadas, las cuáles se dieron en la semana inicial de la exposición. Alrededor del laberinto se puede encontrar diferentes actividades como “Pieza de Reparación” y “Performance Bolsa de Tela”, además de poder apreciar cuatro cintas películas experimentales de la artista. Por otra parte, en un rincón de la exposición se encuentra “Resurgiendo”, un compilado de testimonios de diferentes mujeres a lo largo del mundo que han sufrido violencia sexual, psicológica o física, además se invita a las asistentes a dar su testimonio a través de un correo electrónico o entregarlo personalmente en el museo. Finalmente en la otra mitad de la sala “Cascos”, “Tres montículos” e “Imagina la paz” y la proyección “Pieza de Corte” nos ofrece mensajes pacíficos y de tolerancia, buscando tener la esperanza de compartir un futuro mejor y evitar desastres como la bomba nuclear de Hiroshima representado en la obra “Gente Invisible”.