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Editoriales

Editorial
Este es el primer número de Mojón21. Nacemos con la intención de aportar a la
construcción de un renovado pensamiento político desde Santa Cruz, tratando de
expresar la pluralidad ideológica y cultural de nuestro departamento.

Un mojón es un punto de referencia que señala el límite de un territorio o que indica la


dirección de un camino. Eso queremos ser, una señal para la ruta cruceña de este siglo. Los
cambios sucedidos en los últimos años obligan a diseñar un nuevo rumbo para Santa Cruz.
Este trabajo que debe apoyarse en lo avanzado hasta ahora, en esa vitalidad productiva que
nos ha marcado como el motor económico de Bolivia y en nuestra diversidad étnica cultural
que nos plantea el nuevo desafío de construir, desde nuestra tierra, la Bolivia del Siglo XXI.

No es posible pensar hacia dónde tenemos que ir si no reconocemos de dónde venimos; si no


comprendemos y aceptamos nuestra formación social como es y no como quisiéramos que
sea. Santa cruz es un conglomerado cosmopolita, una simbiosis de culturas e identidades
venidas de todos los rincones de Bolivia y del mundo, donde ninguna se sobrepone a la otra
sino que todas se aceptan y complementan para convivir pacíficamente con sus propios
rasgos. Como debe ser y como ha sido en otras sociedades de la historia universal.

La tarea del momento es encontrar y caminar hacia el nuevo rumbo, mirando mas allá de
contradicciones con el gobierno de turno y construyendo un liderazgo a la medida del desafío.
Hoy más que nunca debemos generar nuevas ideas, mirar nuestra historia con ojos mas
abiertos, repensar nuestra política. Debemos producir más y distribuir mejor la riqueza. Es
tiempo de ceder y compartir el poder para ser de verdad una sociedad democrática y moderna.
Es tiempo de preocuparnos también por nuestro entorno natural, de cuidarlo para que nuestros
hijos y sus hijos lo disfruten como nosotros.

Nuestras expectativas y esperanzas son más grandes que las respuestas hasta ahora
recibidas; de los unos y los otros. Nuestras aspiraciones deben estar más allá de las disputas y
ambiciones de poder de grupos locales y extraños. Nuestro futuro no puede depender de lo
que hagan o no hagan otros. Nuestros logros deben ser el resultado de lo que sea capaz de
hacer nuestra propia fuerza e inteligencia.

Mojón21 aspira a ser un referente en este proceso de reconstrucción ideológica. Un lugar de


encuentro entre creadores y lectores siempre libres y comprometidos con la construcción de
una sociedad con más democracia y menos pobreza.

Esta es una aventura que recién comienza, su tiempo es largo y nos anima la convicción de
que juntos podremos lograr días mejores.

Gustavo Pedraza
Subeditorial

Es inevitable considerar el peso de la coyuntura económica actual al momento de


realizar el análisis político del país. En todo lugar, para bien o mal, son los
resultados en la economía los que han de verificar el éxito o el fracaso de una
gestión o visión de país.

Nuestro país se mueve pendularmente, en la administración de la cosa pública, entre un


enfoque economicista y otro de orden sociológico. Hoy prima el segundo.

A partir de 2003 caen los paradigmas neoliberales y el saber tecnocrático queda fuera del
discurso protagónico del poder en Bolivia. El reemplazo lo constituyen contenidos sociales que
tienen que ver con reivindicaciones de larga data, empoderamiento de sectores ciudadanos
empobrecidos e históricamente marginados, recuperación de imaginarios culturales, y
afirmación de identidades anteriormente invisibilizadas.

El modelo neoliberal acabó reduciendo su comprensión de la realidad social a cifras


macroeconómicas. Por su parte, el actual enfoque social acaba soslayando el razonamiento
económico a la hora de realizar gestión; esto se da, entre otras razones, por la comprensible
necesidad de establecer claras diferencias respecto al modelo anterior y por la preeminencia
de intelectuales que vienen del campo sociológico en las esferas de decisión.

El proceso de cambio no es un proceso lineal. Es mejor comprenderlo como un proceso de


aprendizaje entre todos. Estamos recorriendo sendas nuevas para la población boliviana y el
país en su conjunto. Parte de ese ineludible ajuste permanente con la realidad consiste en la
necesidad de formular un pensamiento de síntesis entre ambos enfoques, a partir de la validez
de cada uno en su ámbito. Sociología y economía deben ir de la mano para evitar racismos,
colas, discriminaciones, gasolinazos, marginalidades y subalternidades.

Pablo Javier Deheza

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