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Aires de silencio

Aires de silencio

Antología poética de Colegios Mayores de Madrid

Curso 2010 -2011

Poemario dedicado al poeta José Ángel Valente,


Antiguo Colegial del C.M.U. Ximénez de Cisneros
Dirección : Paula Díez de la Herrera, Bartolomé
Bordoy Barceló y Juan Miguel Pazos Loureiro

Diseño portada : Paula Díez de la Herrera

Maquetación: Juan Miguel Pazos Loureiro

Retrato : Pablo Quintanal Junquera

Agradecimientos : Jaime Álvarez Gallardo, Carlos


González Pérez y Ana Castro Valero

Sociedad de Lectura Comisión de Prensa Universidad


C.M.U. Cisneros C.M.U. Teresa de Jesus Complutense
de Madrid
Prólogo

Tenéis ante vosotros “Aires de silencio”, 3ª edición de la Antología


Poética de Colegios Mayores de Madrid y continuación del ilusionante
proyecto nacido en 2008 con la publicación de “Diario de escalofríos”,
poemario presentado en el Cisneros por la poetisa gallega Yolanda Castaño y
que dio paso a la publicación de “Buscando la luz”, segunda edición del proyecto
que vio la luz en mayo de 2010 de la mano del poeta y antiguo Director de la
Biblioteca Nacional de España, así como Secretario de Estado de Cultura,
Luis Alberto de Cuenca.

Esta 3ª edición, que será presentada por Luis García Montero, a quien
muchos amantes de la poesía consideramos el mejor poeta vivo en lengua
castellana, cuenta con la particularidad de que al proyecto coordinado en sus
dos primeras ediciones por la Sociedad de Lectura del C.M.U. Ximénez de
Cisneros, se ha unido la colaboración del Colegio Mayor Teresa de Jesús,
el cual se ha implicado activamente tanto en las labores organizativas que un
proyecto de estas características requiere, como sobre todo en la
participación en el mismo, siendo, con 7 colegialas, el colegio mayor con mayor
número de representantes en el poemario.

La filosofía del proyecto sigue siendo la misma de sus orígenes:


fomentar la poesía en el ambiente universitario madrileño dando la
oportunidad a jóvenes estudiantes de dar a conocer sus primeros trabajos
mediante la publicación de un poemario en el que aparezcan representados
si no todos, sí una gran cantidad de los Colegios Mayores de Madrid.

Del mismo modo que en la edición de 2010 se homenajeó al poeta


Miguel Hernández conmemorando el centésimo aniversario de su nacimiento,
la edición de 2011 de la Antología Poética de Colegios Mayores de Madrid
también tendrá un protagonismo muy especial en la figura del poeta
José Ángel Valente, uno de los mejores poetas el lengua castellana del siglo XX
y Antiguo Colegial del Colegio Mayor Cisneros.
Así, “Aires de silencio” pretende rendir homenaje a uno de tantos
grandes personajes de la cultura española que han pasado por las paredes de
este irrepetible Colegio Mayor que es el Cisneros desde su creación en 1943
a partir de la Residencia de Estudiantes. Valente, impulsor y principal
protagonista de la corriente literaria denominada “poesía del silencio”
que da nombre a este poemario, recibió multitud de reconocimientos a su
obra tanto en España como en el extranjero, entre los que destacan el
Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1988, el Premio Nacional de
Poesía en 1993, el Premio Adonais en 1955, el Premio de la Crítica en 1960 y
el Premio Reina Sofía en 1998.

José Angel Valente, quien además fue profesor de literatura en la


Universidad de Oxford, fue partícipe de una de las más doradas etapas del
Colegio Mayor junto con muchos otros ilustres Cisnerianos coetáneos como
el escultor Eduardo Chillida, el director de la Real Academia Española
Fernando Lázaro Carreter, el filólogo Manuel Alvar o el mismísimo Gustavo
Bueno, uno de los mejores filósofos españoles de todos los tiempos.

Sin más dilación, y esperando que disfrutéis de esta humilde


colección de poemas, sólo me resta agradecer a todas las personas que han
puesto su granito de arena para que este proyecto haya podido llegar a buen
puerto un año más y animaros a participar en futuras ediciones de esta
ilusionante iniciativa que poco a poco, y con el incondicional apoyo que desde
la 1ª edición nos viene mostrando el Director del Colegio Mayor Cisneros,
Don José Luís González Llavona, va progresivamente consolidándose como
uno de los más firmes referentes en la poesía universitaria madrileña.

Juan Miguel Pazos Loureiro


Presidente de la Sociedad de Lectura Cisneros (2004 - 2010)
“La palabra ha de llevar el lenguaje al punto cero, al punto de la
indeterminación infinita, de la infinita libertad”

José Ángel Valente


Índice por autores:

Bartolomé Bordoy Barceló. C.M.U. Ximénez de Cisneros (28, 43)

Lucía Carrizosa Valero. C.M.U. San Juan Evangelista (17)

Ana Castro. C.M.U. Isabel de España (10, 29, 48)

Claudia Cólogan González-Massieu. C.M.U. Sta Mª del Pino (20)

Paula Díez de la Herrera. C.M.U. Teresa de Jesús (27)

Verónica Escribano Santiago. C.M.U. Teresa de Jesús (33)

Raquel Escutia Romero. C.M.U. César Carlos (16, 54)

Antía Fernández Lemos. C.M.U. Teresa de Jesús (34)

Pedro Fernández Véliz. C.M.U. Ximénez de Cisneros (32, 46)

Alicia Galán Álvarez. C.M.U. Santa María de Europa (9, 24, 50)

Santiago Galán Álvarez. C.M.U. Chaminade (14, 31, 53)

Jacqueline García Díaz. C.M.U. Nuestra Señora de Luján (22, 45)

Jesús García Plata. C.M.U. Teresa de Jesús (39)

Saad Jebbour Najda. C.M.U. Antonio de Nebrija (38)

Romina Martínez. C.M.U. Isabel de España (21)

María Molina Delicado. C.M.U. Vedruna (35)

Gabriele Nicoli. C.M.U. Teresa de Jesús (19)

Noelia Olbés Mendaño. C.M.U. Miguel Antonio Caro (23)

Agustín Ostos Robina. C.M.U. Jaime del Amo (40)

Sonia Palacín Blasco. C.M.U. Teresa de Jesús (37)


Zacarias Payne. C.M.U. Ximénez de Cisneros (18, 44)

Juan Miguel Pazos Loureiro. C.M.U. Ximénez de Cisneros (11, 26, 51)

Antón Rey Villaverde. C.M.U. Ximénez de Cisneros (36)

Lucía Sicre García. C.M.U. Teresa de Jesús (15, 30, 47)

Javier Soldevilla Francés. C.M.U. San Juan Evangelista (41)

Charo Valdivia Paz -Soldán. C.M.U. Guadalupe (13, 42, 52)

Rafael Yánez. C.M.U. Diego de Covarrubias (12, 25, 49)


Alicia Galán Álvarez
C.M.U. Santa María de Europa

La fundación

Lanzarote, Julio 2008

Desde tu casa se ve
este rectángulo de tierra derretida
Minúsculas porciones de país
arrasadas
por la cálida venida de suelo nuevo
Esta ventana es un cuadro
-ardiente y negro-
de la nada.

9
Ana Castro
C.M.U. Isabel de España

Blanco

Cuando comencemos a llorar será ya muy tarde.


El dolor se habrá derramado por la caja torácica
y los órganos, impregnados, tan sólo esperarán
la saturación en negro, solidificarse.
Tan sólo quedará un murmullo. Nada que verbalizar.
Un escozor en los ojos.

El impulso nervioso a 0.

Tras el asedio del orden y el horario,


el blanco de afuera es el miedo rosa.

10
Juan Miguel Pazos Loureiro
C.M.U. Ximénez de Cisneros

aparecer
es reflejarse

o perderse en el espacio
que separa
la duda del espejo,
la posibilidad
del grito

11
Rafael Yánez
C.M.U. Diego de Covarrubias

Reflejos de guerra

Ayer te mataron
con otro nombre
y otra apariencia.
Ni siquiera esta ciudad
era la misma,
con su mismo nombre,
con distintas calles.
Te moriste entre mis brazos
que tampoco eran míos,
si no un yo
que a mí me trata de tú.

Deseábamos tanto la leyendaP


Pero la vida siempre es otra cosa.

Me ensordece el ruido,
me agobia el hoy.
Me refugio y me evado,
olvidando lo que sucede fuera.
El ladrido de un perro
me hace volver.

Quizá tampoco tú estés en el otro lado del Estigia.

12
Charo Valdivia Paz -Soldán
C.M.U. Guadalupe

Abajo el telón

Penetrar en el inhóspito océano de la palabra


reinventar el cuerpo
alguien posee alguien piensa en el otro
los ombligos se arrullan
mientras las calles se adormilan
despertar al mundo con gemidos
con este placer que duele
morder los dedos para no amar más
y con un click
desaparecer de la escena

13
Santiago Galán Álvarez
C.M.U. Chaminade

Vuelo cruzado

La conexión entre la persiana y la urraca


es el vuelo cruzado,
ortogonal,
ligereza del mimbre
que encuentra un segundo en la mañana
y las urde

14
Lucía Sicre García
C.M.U. Teresa de Jesús

...y al final caerán las estructuras


amaneceremos desnudos con los labios repletos de preguntas
soplará un silencio frío, el de los ciegos,
recorriendo uno a uno cada poro

amaneceremos, y no habrá ya lugar donde esconderse.

15
Raquel Escutia Romero
C.M.U. César Carlos

“Si el ahogado sacude sus lívidos recuerdos


halla un golpe de luz, la memoria del aire”
“Cuerpo en pena”
CERNUDA

La memoria del aire nos recuerda


su lecho en el fondo nocturno,
reflejo de simétricas voces
que acaso nos llamaban.
Era la paz libremente atravesada
quien nos dio tregua
para abandonar aquella alba en ruina,
esa memoria plena de mar y sombras
hacia donde el aire sin nombre
pronunció sus lívidos recuerdos.

16
Lucía Carrizosa Valero
C.M.U. San Juan Evangelista

Palabras, palabras,
emanan de tu pelo
cuando callas.
golpean mi garganta
en tu garganta.
Palabras; palabras
que ya sin tinta rompen
esculpidas en mi boca.
Palabras de caricias,
letras de metralla,
palabras que no miran
me envenenan y se marchan.
Carnavales de palabras,
condenadas que al son
de la burlada pena bailan.
Llueve, graniza y descama
tu lasciva masticada,
inundando de quejíos’
el frágil eco de mi latido

17
Zacarias Payne
C.M.U. Ximénez de Cisneros

It takes two to tango

En ingles hay una frase muy común que dice:


“It takes two to tango”
es cierto, hace falta dos para bailar un tango

aquí sentado solo


mirando la línea pulsante que marca
mi posición en la pantalla
me pregunto, qué es real?
el molino o el gigante
la voz inspiradora o mi locura

si lo veo con mis ojos,


is it real?
si lo escucho con mis oídos,
is it real?
si lo toco con mis manos,
is it real?
si lo siento en mi interior,
is it real?

it takes two to tango

pero cuántos hacen falta para el amor?


es amor cuándo uno ama sin ser
amado?

18
Gabriele Nicoli
C.M.U. Teresa de Jesús

Falsa verità Falsa verdad

Sorrisi del mattino. Sonrisas en la madrugaga.


La fine dell'inverno. El fin del invierno.

Mentre il vento Mientras el viento


violenta un fiore tremolante, viola una flor temblante,
ascolto parole vacue oigo palabras vacuas
indagare i miei silenzi. averiguar mis silencios.

Non so perché io sia qui. No sé porque yo sea aquí


Seguo la mia coscienza? ¿Persigo mi concencia?
Non posso fuggire No puedo huir
ma non posso neppure restare, pero tampoco puedo quedarme,
per sempre tormentato, para siempre atormentado,
più che spaventato, más que espantado,
asfissiato dalle parole che direi. asfixiado por las palabras que diría.

Non ci sono alibi, no, No hay coartadas, no,


non questa volta, no esta vez,
perché, nella fretta di vivere, porque, en la prisa de vivir,
ho respirato chimere e stelle. respiré quimeras y estrellas.

Confesserei quanto tutto Confesaría cuanto todo


questo mi tormenta, eso me atormenta,
abbrevia il mio giorno abrevia mi día
e penetra nei miei sogniP y trapasa mis sueños...
ma non mi sarebbe più concessa pero no me seria otorgada nunca más
un’altra falsa verità. otra falsa verdad.

19
Claudia Cólogan González-Massieu
C.M.U. Santa María del Pino

Vértices

En el germen triste del pensamiento


débil, aprietas con estrechez simples locuras
¿Son ellas voces mudas?
Para. No sigas al ancho fondo virulento.

Pirámide giratoria de desespero.


Escapo y sigo los pasos amargos del vértice
en un deseo rectangular, perdido en el agujero
donde no me encuentro, ni a mí, ni a la hélice.

Me persiguen planos rotos en el paso


y no eres ya quien decías ser, sólo un payaso
cuando rotas eran tus artimañas.

Con esa idea inverosímil hecha a medida


limo bordes, pero son las ciencias amargas.
Atento al escultor, sus manos, su herida.

20
Romina Martínez
C.M.U. Isabel de España

Soneto a la luz de la luna

Bajo la iluminada luna escribo


profundos versos de amor y pasión,
que dirigidos por mi corazón
danzan felices en el pergamino.

Cato tus besos cual si fueran vino.


Es una droga. Fuego abrasador,
misteriosa mirada de león
cargada de timidez y cariño.

Tigre que con tus garras afiladas


impulsivo en mis sueños te abalanzas
y arrebatas todos mis sentimientos.

Escribo bajo la luna encantada


mi electrizante amor en estos versos
que forman un caluroso soneto.

21
Jacqueline García Díaz
C.M.U. Nuestra Señora de Luján

Yo

Siempre quiero tener la sencillez


la dignidad de una brizna al viento
de una hormiga que no sabe que lo es
de un quizás, de un tal vez, de un de momentoP

Un instante: estar y ya ha pasado


recién contada mi historia de amor
aventurera al principio retorna
eterna porque siempre vuelve a casa.

El tenue roce de un hasta mañana


con la luz la cómplice ser llamada
bajo la puerta. Tan voz. Tan cerrada.

Porque soy yo y es lo único que tengo


siempre quiero tener la sencillez.
Si ella no está, yo desaparezco.

22
Noelia Olbés Mendaño.
C.M.U. Miguel Antonio Caro

El día en el que decidí saltar al mar.

El día en el que decidí saltar al mar


rompí primero memorias ahogadas en sequía
desdije después toda lacra envenenada de persecución
y castigue por último al naufragio en vida de penas y vergüenzas.

Descubrí urgando en mi ceguera


que de veras existen terceras salidas
tan deseosas como refulgentes
de ser vistas en su espera.

Dejé de inventarme como problema


para tampoco quedar como solución.

El ayer saltó vencido por la escotilla


y bajó por el mástil a mi encuentro el mañana
escapando mis pánicos por proa
mientras se alzaba el destino desde popa.

El viento estalló la agobiante brújula interna


fulgurante siempre de desvíos impropios
que me abocaba incansable a colisión
contra un horizonte remojado en desdichas.

Se evaporaron en sal todos los rechazos


ascendiendo hasta la gran cúpula negra
que, esta vez si, encontré prendida en candela.

Entró el sosiego pidiendo permiso por mis párpados


descendiendo desde su quietud hasta el alma
para terminar estacionando en mis entrañas
antes afligidas, agotadas, perpetuamente remendadas.

Se armaron mis ganas de premura


en el convencimiento tranquilo de que el salto
transformaría la decisión en acierto.

Y entonces, sólo entonces


salté.
23
Alicia Galán Álvarez
C.M.U. Santa María de Europa

Malpaís

La tierra ennegrece
los confines de la mirada
Suelos quebrados se agolpan
en una imagen primaria del caos.

La tierra está desnuda:


su verde y pétreo vestido lo
engalanan ahora brillos
cenicientos de ira.

24
Rafael Yáñez
C.M.U. Diego de Covarrubias

Toxicomanía púrpura

Hermosos movimientos
a los que obligaba
el reagee.

También yo
saltaba, contigo,
por un hilo de realidad.

25
Juan Miguel Pazos Loureiro
C.M.U. Ximénez de Cisneros

amo los viajes en globo


y los disfraces de guisante

amo los compases y semicírculos


que guardaba en el pupitre
en mis clases de dibujo

amo la palabra oportunidad,


amo tus ojos

26
Paula Díez de la Herrera
C.M.U. Teresa de Jesús

las camas amanecían piratas


y el domingo era un tablero
de juegos de naranja

con un parche en el ojo izquierdo


y las mejillas coloradas
en el fragor de la batalla
mamá llamaba al baño

nunca fui tan feliz como en aquella casa;

tiritando escondidos en la espuma


los dedos arrugados aún buscaban el tesoro
del fondo de la bañera

empapados los dos en la toalla


las risas escapaban resbalando
por la mesa del desayuno

y firmábamos la tregua
con mermelada en servilletas

27
Bartolomé Bordoy Barceló
C.M.U. Ximénez de Cisneros

El Camino

Que es la muerte
sino un paso
Que es la vida
sino un camino

La arena cae,
los segundos mueren.
Mi vida se apaga
como la luz de las estrellas.

El camino se acaba
ha llegado la hora
un paso, otro
uno más hacia el olvido.

28
Ana Castro
C.M.U. Isabel de España

Metabolé

Soy todas aquellas que tuve que ser hasta hoy,


con las costillas mal puestas y los ojos desencajados.
Tan sólo contaba con el nombre que me dio mi madre.
Ahora sé del metabolismo de los cuerpos,
del sistema inmune y de manos desconchadas.
Sé cómo cambia la velocidad de mis pies
cuando se encuentran con otros pies
y hay un silencio a la altura del pecho.
Sé cómo mantenerme entera hasta que pase el frío.

Supongo que la sangre se lleva el miedo.

Cuando regresa la sangre mudamos las pestañas.

29
Lucía Sicre García
C.M.U. Teresa de Jesús

Mujer frente al espejo

Garabatea algo incomprensible:


después
se maquilla los labios.

Fluctuando entre mares


siempre ausentes,
me rescata.

30
Santiago Galán Álvarez
C.M.U. Chaminade

Al retirar el escarabajo

Al retirar el escarabajo
la arena fina de las dunas
estampa contra ellas su cuerpo,
su entero ser.

Es de esta forma todo él


huella
traducción de su camino en surcos
ahítos de belleza.

Rastro involuntario de sí
que en su inmediato perecer
lo encierra, nos encierra.

31
Pedro Fernández Véliz
C.M.U. Ximénez de Cisneros

Desengaño

Me enseñaste que el mundo


es un carnaval de palabras disfrazadas.
Me enseñaste que la ceguera
se cura llorando.
Me enseñaste a escribir te quiero
con tinta china.
Me enseñaste que el tiempo y la memoria
no comparten alquiler
Me enseñaste que la soledad es
soñar junto a ti y no soñar contigo.
Me enseñaste que un fantasma
da más miedo a la luz del día.

Nos venció la ingenuidad

32
Verónica Escribano Santiago
C.M.U. Teresa de Jesús

Tu imagen en mis recuerdos se rinde a mi pensar ardiente.


Delicias vivas del pasado,
mil imágenes inermes revividas una y otra vez
en el abismo de mi mirada.
Estoy pensando en ti cuando no pienso.
Estoy pensando en ti cuando no quisiera tener que pensar
para sentir tus latidos ardientes cerca de mi pecho.
Siento de nuevo la alegría y la pureza bañadas de ilusión de oro
al encontrar entre las nubes el calor de tu mirada.
Siento verte apagar el sol tan solo con tus ojos,
astros luminosos llenos de vida regalada.
Siento perder el mundo y el sentido bajo tu andar visible.
Siento mortal aquello cuanto veo si estás lejos de mi.
Bebes el aire de mi vida a bocanadas contenidas.
Presa de unos besos perseguidos, tuyos como míos,
cobijados siempre bajo el mismo destino
nuestros labios se juntan en un sello eterno
prendiendo a fuego lento en mi entrañas.

33
Antía Fernández Lemos
C.M.U. Teresa de Jesús

Y después de 100 derrotas y una canción desesperada aparecimos en esta escenaP


Mil y una vueltas para demostrarnos que el camino nunca se acorta,
Que las leyes del destino son inescrutables, y que volvemos a estar frente a frente.
Cara a cara en una huida del tiempo por atrapar horas muertas, sueños anhelados
Tú que miras los cuadros como si hubiesen vuelto a ser pintados,
Yo que miro la luna como si fuese imposible apagar las estrellas,
La misma droga, la misma cura
El mismo síndrome de la abstinencia que nos persigue y que nunca se agarra,
Un intento tras otro que vence a la desgana.

Cuantas veces habré visto tu reflejo pasear frente al espejo,


Cuántas noches no esperé que tu imagen regresara a este cuartoP
Un cuarto vacío lleno de muebles, una vida repleta de demasiadas dudas.
No es tu entusiasmo el que borra mis heridas,
no son mis heridas las que cicatrizan tus ganas.
Un ir y venir de sentimientos a contrafuerte,
que oscilan de un cuerpo a otro sin penetrar en ninguno
¿Es acaso un ejemplo más de la impaciencia de mi ánima?
Tal vez sea mi ánimo el que se haya corrompido.
O sea tu ejército el que haya caído,
O no queden más lunas en las que pintar un lienzo.

Porque ni rosas ni perdices brindan ya por esta nueva,


Ni es sorpresa, ni te embelesa ni hemos estado atados tanto tiempo...
Un millón de lunas o tal vez un suspiro,
depende de quien cuente y que cuente conmigo.
Pues la realidad tiende a girar más despacio en los momentos difíciles,
Para coger fuerza en la bajada de guardia y durar apenas un guiño de euforiaP
No se planea, no se detiene, no te permite pero tampoco retiene.
El tiempo ha sido nuestro aliado y nuestra fecha de caducidad,
Un mal trago de un buen vino,
Un ojalá ahogado en un te quiero.
Demasiados momentos empapados de tormentas
Demasiados trenes para una estación tan seca.

34
María Molina Delicado.
C.M.U. Vedruna

Quisiera ser, como tantas otras veces deseé, miles de partículas,


motas de polvo que una a una nada signifiquen. Y volar.

Volar alto, más allá de lo que tu vista alcanza.


Y aún así, que no me olvides.
Formar parte del viento, y que un día,
quizá por error, aciertes y me respires.

Que sople el viento, y naciendo de tu aliento,


más que polvo sea brisa, y más que brisa seaP nada.
Nada, vacío, ¿para qué el cuerpo?
Me libraré de la gravedad, del tiempo,
de las esperas, del sentimiento de culpa,
de llegar tarde, de llegar a tiempo, de no llegar, quizás.

Observarte, desde mi silla perdida en el espacio,


cómo miras el horizonte, y te confundes con esa línea que separa,
aunque yo prefiero pensar que une, el cielo y el mar.

Y que la brisa se convierta en viento,


colarme por la rendija que deja paso a la luz, bajo tu puerta.
O quizá, si tú me dejas, por ese pequeño hueco,
que tu ventana entreabre cada noche.

Y si no fuera posible, déjame al menos,


que me cuele en tu memoria, como viento, como aire,
como brisa fresca, templada, como tú quieras que sea.

Déjame que sople entre tus recuerdos,


que los conozca, conociéndote a ti tal vez,
y que deje algo de mí, una pequeña mota de polvo, en ellos.

Y si tú quieres, me vuelvo a ir, y vuelvo a ser la brisa de invierno,


y vuelvo a volar tan, tan alto, que creerás que no estoy.
Pero jamás te dejaré pensar, que me he ido.
Jamás te diré, ven conmigo.
Pero sabes, que estoy deseando que vengas.
35
Antón Rey Villaverde
C.M.U. Ximénez de Cisneros

Salto del cisne

Las alas que cogí prestadas no me impedirán caer.


No interrumpirán el eterno ciclo de la vida.
Apogeo, inflexión, hundimiento, catarsis.

Que el veneno estancado fluya libre.


Que llegue a su destino.
No hay respuestas, ni razones, ni ciencias
que no callen ante las grandes preguntas.

Ir a las profundidades
donde los recuerdos ensordecedores se atenúan.
Viajar hacia lo demasiado lejos
para explorar el yo y huir
de los espacios muertos de la autocomplacencia.

Tocar fondo
para coger un nuevo impulso.
Y con las alas fortalecidas
llegar a nuevas cotas.

Volver a caer,
y sin demorar el golpe
aprovechar para volar.

36
Sonia Palacín Blasco
C.M.U. Teresa de Jesús

Poema en el tren de vuelta a Madrid

Bocata de jamón, sabor querido,


untado con tomate de la huerta
(de pequeña no me gustaba el tomate)
en un pan seco, endurecido,
como sabía el pan de los domingos.

Esto no me lo das tú, Madrid:


ni tus sonrisas bajas en calorías
ni tus caprichos a la vuelta de la esquina
me llenan, porque no son míos.

Madrid, ya puedes mostrarme


la Gran Vía o el Retiro,
tus tiendas, tus empresas, tus más altos edificios,
que me río:
que son sólo cajas de zapatos.

Porque yo amo estos montes


que huelen a tomillo,
donde duermen las liebres
y vuela el estornino
aunque a tus ojos sean feos,
montes secos y fríos,
yo los quiero porque son míos.

37
Saad Jebbour Najda
C.M.U. Antonio de Nebrija

Chocolat chaud et air.

Locas avestruces
corren a través de las psicodélicas rutas.
Los fugitivos son caballos del pasado,
a galope a través de los tiempos.
Caballeros árabes
rodean la casa de la colina.
Truenos, luces, tormentas, música.
El ambiente es extraño.
Los inquilinos salen asustados,
de sus nobles casas bajo tierra.
Bellas mujeres de cabellos dorados,
atraviesan el cálido pantano a medianoche.
Verdes campos aceptan el desafío,
los dos convivieron a través de los años.
Llegó el momento.
¿Por qué la música sonaba,
tan dulce y diferente?
Estaba rodeado de mis buenos amigos,
en la tierra donde nací.
Mil y una noches fueron suficientes
para hacer entrar en razón al sabio,
quizás no.
¿Algún soldado muerto?
Me gusta, sí, me gusta.
Me gusta danzar bajo la lluvia,
llenar mis pulmones de ese aire
y sentirme como un niño.
Oh señor Otoño,
¿dónde está tu sabiduría y paz interior?
¿tan inalcanzable eres?
38
Jesús García Plata
C.M.U. Teresa de Jesús

Impresión

Cuando el sol comienza su causa,


cuando el trueno rompe el quebranto,
la tierra detiene su pausa,
el cielo se ahoga en su llanto.

La estrella batalla triunfante


con su cuerpo elevado,
son sus rayos elegantes
un vestido clareado.

A cada paso se apartan


las grises ninfas del viento,
eternos besos que aguardan
a la esfera en movimiento.

Entonces encuentro tus ojos


con dos pupilas melosas,
es todo tu cuerpo un tesoro
repleto de piedras preciosas.

Es tu alma mi parnaso,
eres toda mi poesía,
abandono del ocaso,
mi esperanza en cada díaP

Eres toda mi alegría.

39
Agustín Ostos Robina
C.M.U. Jaime del Amo

Up in the air

Vuelo como los albatros de Baudelaire


sobre un gris manto que no es más que llanto evaporado y contaminación.
Abro paso como el caminante entre las brumas de Friedrich
conquistando cimas, picos y cúspides mientras la edad me deje.

Yo nado por los canales de nubes que como en túneles nada se ve.
Planeo sobre distendidas marismas que,
al acercar el rostro, la vejez reflejan.
Asustado, llamo a la azafata y pido otra cerveza.

Arriba, cian: abajo, sucio.


¿Cuándo se convierte el cuerpo en ceniza?
El oleaje, voluptuoso, aprieta:
cobijo da el vaivén de los ancestros y sosiega la tormenta.

Ahora mismo me siento como uno de los cajones


del gabinete antropomórfico de Dalí,
que desordenados brotan.

40
Javier Soldevilla Francés
C.M.U. San Juan Evangelista

¡Libertad!, gritaban los pobres reos


contemplaban, llorando lagrimas de ira
sus últimos segundo de vida. Ellos,
mientras diez fusiles cantarían
al son que del capitán la voz marcaba,
una triste melodía
"¡Carguen!"
A sus pies me rindo, valientes.
Hombres y mujeres, para los cuales
no existió ni patria, ni Dios, ni miedo.
Imaginaron estar en casa, padres e hijos,
mientras que en la penumbra que al ocaso
producía la tapia del cementerio
se respiraba muerte, pólvora y acero
"¡Apunten!"
Ante el inevitable final unos cerraron
los ojos, otros fijaron la vista en el suelo.
Los soldados, temblorosos asesinos, apenados
por matar a compadres, amigos, hermanos
no pudieron más que por sus almas rezar al cielo.
"¡Fuego!"
Y al triste atardecer sombrío
de negra muerte y rojo fuego,
sólo se escuchó el sollozo del silencio.

41
Charo Valdivia Paz -Soldán
C.M.U. Guadalupe

Penumbra

Oscuros laberintos de la razón


monótonos pasos
infortunadas ilusiones
infinitud a destiempo
hemos de transpirar en los museos sonrientes
estación de hollín estación de Madrid
precipitada noche
descender lo vivido
desatar lo amado
los sonidos de la soledad
abrupto encuentro
abrupto desencuentro
tinieblas en las entrañas
penumbra.

42
Bartolomé Bordoy Barceló
C.M.U. Ximénez de Cisneros

El fin

Cansado y abatido,
descanso necesito
en lugar frío y oscuro,
tranquilo y seguro.

Pues la vida,
cual nube empujada
por el viento se deshace
entre mis dedos.

Y yo, aunque feliz me siento


de dejar este mundo
cruel y que aborrezco
entra en mí un pensamientoP

El mundo seguirá latiendo


mientras que el mío se parara
y sin mirar atrás tendré que elegir
el camino hacia el olvido.

43
Zacarias Payne
C.M.U. Ximénez de Cisneros

(the sound of a wolf howling)

luna llena
death on the teeth
mi niña, de los ojos tristes, sonríe
está mueca que quiere decir
todo está bien
pero yo sólo veo en ella
dolor, sufrimiento y tristeza

luna llena
death on the telephone
la voz de mi padre quiebra
cuando me da la noticia Freddy ha muerto (Heart attack)
mi alma llora al escucharle decir
I’m three years older than him

luna llena
death on the asphalt
el verde cambia a rojo
yo llego unos pasos tarde
no es, pero podría haber sido mi cuerpo
tendido en el suelo
bajo la luna llena
el charquito de sangre que se acumula
se ve negro

hay 365 días en un año


¿en cuántos de estos días, aprendemos
de verdad cosas importantes?
hoy me ha tocado aprender 4

no se puede ayudar alguien que no quiere ayuda


mis padres en breve me dejarán solo en este mundo
yo tampoco soy eterno
& werewolves really exist
44
Jacqueline García Díaz
C.M.U. Nuestra Señora de Luján

Poema circular. La muerte.

Cierro los ojos.


Al principio no hice caso: te tengo enfrente, veo tus ojos.
Luego empieza a perseguirte y te grito
¡Corre!
tirándote de la mano, corremos como antes no lo habíamos hecho
si nos tenemos que perder mejor entre los árboles,
luego pasamos praderas pero tras un bosque quemado
justo delante de un abismo, desapareces no estás.
Y cierro los ojos con más fuerza.
No querrías verme llorar tan desconsoladamente.
Entonces lo siento el embriagante olor del azahar.
Sé que donde estás ahora es primavera
y desde esa oscuridad me mandas tu presencia.
Que estás bien. Que me quieres. Y te quiero.
Ahora sólo lloro por puro egoísmo
porque no puedo tocarte ni ver tus ojos.
Pero cada vez que quiero tenerte completamente, cierro los ojos.

45
Pedro Fernández Véliz
C.M.U. Ximénez de Cisneros

Música

Vivo con la música encendida,


en esta babel sónica.
Donde escucho las almas desnudas
el lenguaje de los impulsos y fantasmas.
Vivo atado a esta respiración asistida
la que convierte mis sueños en melancolías
solo se contar las horas en compases
Tú te convertiste en música.

46
Lucía Sicre García
C.M.U. Teresa de Jesús

El viento sopla demasiado fuerte


juega en demasiados corredores.

Pero quizás mañana despertemos y sea otra gravedad quien nos eleve
quizás
ya no vayamos de su mano: entonces
ante lo obtuso de este ángulo
¿hacia dónde caerán las respuestas que me diste?

47
Ana Castro
C.M.U. Isabel de España

El parto

Tuvo que haber una incisión quirúrgica en el abdomen.


Tus cigarrillos comenzaban ya a abrasarme el intestino grueso
y había tráfico en nuestra órbita ocular.
El miedo se atragantaba en algún lugar de las sábanas.
De un momento a otro parecían sobrevenir
las contracciones uterinas
y las palabras agolpadas al borde de la lenguaP
No estaba dispuesta a agacharme
y que la gravedad hiciese que el amor cayera
por su propio peso.
4 cm de dilatación más tarde decidí elegir dónde,
cuándo y por qué,
porque la que lo llevaba dentro era yo y no tú,
y nunca pensé que se me diera bien ser madre.

23.47 horas. Quirófano número 2. Una ciudad del sur


bajo del frío del Norte. “Te quiero”, me dijiste.
El bisturí ahondó aún más. Los fórceps
no acertaban con el lenguaje.

Era un embarazo de riesgo elevado para el feto.


Y no se desprendió la placenta.
Y no hubo un yo también.
Y nadie (nadie) murió en el intento.

48
Rafael Yáñez
C.M.U. Diego de Covarrubias

Egoísta

He querido decirte te quiero y no lo he hecho.


Sin embargo, te he mirado con ojos
indiferentes. Sí lo he hecho.

Entendiste en mis gestos que no esperaría,


por eso cantaste junto a Eurídice
la “Poesía Completa” de Leopoldo María Panero.
No fui justo y lo recuerdo día tras día, mientras oigo la radio,
mientras escribo en silencio no fui justo.

He querido plagiar a Lorca


y no he sabido.
Sin embargo, no he estudiado mi examen leyendo sus poemas.
Te fuiste a jugar Madrid haciéndome ver,
que ya, no me querías y busqué con Ulises
mi Itaca perdida en tu pubisP en tu seno.

Has manchado de negro tus manos


pintando la noche en un lienzo
me has mirado a los ojos, llorando,
y has seguido pintando sin días.

He querido regalarte dos rosas, y no lo he hecho.


Sin embargo, he intentado devolverte a la infancia,
sin saber que tu infancia no es mía.

He olvidado quererte cuando eras lo que más quería.


Ahora si te echo de menos es por culpa mía.
Si te encuentro dormida en tu cama
es, porque no estás en la mía.
49
Alicia Galán Álvarez
C.M.U. Santa María de Europa

Arquitectura flotante I

El espacio es este abrazo


incomprensible
de lo de alrededor:
maraña de vidas
que deforma
el perfecto límite del vacío.

Arquitectura flotante II

Es posible la nostalgia de los muros,


piedras como personas cuya
red cristalina
es como el corazón mismo.

50
Juan Miguel Pazos Loureiro
C.M.U. Ximénez de Cisneros

suena la lluvia y tu realidad eriza,


carnívora,
la corteza envenenable
de mis soldados de plomo

sacudes mis estructuras


con la pútrida agilidad
de quien debilita como nadie
las treguas
en mis tiroteos concéntricos

pero en el límite impreciso


de mis escenarios enfrentados
parpadea todavía
un frágil equilibrio

e intacta, bajo él,


la diferencia tranquila

51
Charo Valdivia Paz -Soldán
C.M.U. Guadalupe

Como una montaña azul

Te yergues sobre mí como una montaña azul


de tu cuello ágil un río de sudor cae a mi cuerpo
misterio gozoso y no tengo un papel en mi mesa de
noche
ahora me redimo
cual sopa de letras el futuro en tus manos
se apodera de mis párpados cuando el silencio
cansado de callarse
rompe la noche
como una montaña azul un airecillo tibio por mi
frente resbala.

52
Santiago Galán Álvarez
C.M.U. Chaminade

...y recordar quizás el paradero


inexacto de las ramas que
aún se encuentran diáfanas

y no templar más cuchillos


bajo los tintes del rojo atardecer

y la pupila fija en olas


que regresan, ganada pérdida
cada vez...

53
Raquel Escutia Romero
C.M.U. César Carlos

Donde la razón nos impuso límites


allí quise imaginarte
libre del mundo,
cáustico en el pensamiento,
frígido en la mentira.
Abrazabas un interrogante desnudo
carente de sentido
mientras besabas una ausencia
que quise fuera la mía.

54

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