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Los seguros de cancelación de eventos

Introducción
Cuando apenas hace un mes se suspendió el MWC20 de Barcelona, se suscitó una
gran polémica, pues según se dijo oficialmente,“no hay ningún motivo sanitario para
suspenderlo , sino que hay una «epidemia mediática y de miedo motivada por
intereses económicos y políticos”. Sin embargo, las deserciones de las empresas
participantes motivaron la adopción de una decisión en su momento muy
controvertida: “El GSMA (GLOBAL SYSTEM MOBIEL ASSOCIATION ) ha decidido
cancelar el MWC20 por la preocupación global que ha generado el brote del
coronavirus, viajar y otras circunstancias que hacen imposible que se pueda
continuar con el evento”.

Con la perspectiva del poco tiempo transcurrido desde éste comunicado del 12 de
Febrero, se puede sostener que la decisión fue tan acertada que las primeras
empresas que decidieron no comparecer al Congreso han sido calificadas como
unos héroes, hasta el punto de llegar a agradecerles las calamidades que han
evitado.

Pero al margen del tema de las responsabilidades, no se difundió la importancia de


los seguros de cancelación, que presentan una fecunda gama de modalidades al
cubrir otros muchos gastos y desembolsos, aunque el principal interrogante es
saber si garantizan las consecuencias económicas resultantes de epidemias,
pandemias, infecciones , enfermedades contagiosas, enfermedades transmisibles,
enfermedades infecciosas, tales como la del sueño, malaria, paludismo, fiebre
amarilla y, en general, enfermedades de cualquier naturaleza, pues de todos estos
modos se describen en los condicionados estándar de este clase de pólizas de
seguro, al considerarlas como una exclusión.

Modalidades y Coberturas
El objeto principal de seguro de cancelación de eventos (acontecimientos
deportivos, festivales de música y conciertos, demostraciones aéreas,
convenciones, fiestas con artefactos pirotécnicos, celebraciones religiosas,
competiciones con vehículos a motor, y cualquier otro espectáculo) es el reembolso
de las pérdidas económicas derivadas de los costes incurridos, así como de los
eventuales beneficios dejados de obtener como consecuencia de la cancelación del
acontecimiento en cuestión.

El objeto de éste seguro se extiende , pues, a reintegrar al asegurado los ingresos y


los gastos incurridos en caso de cancelación, aplazamiento, interrupción, reducción,
reubicación o abandono (cancellation, postponement, interruption, curtailment ,
relocation, abandonment) del evento, por razones ajenas al control del organizador
del evento.

El elemento esencial que determina la activación de la póliza es un hecho que


escapa a la voluntad del asegurado, siempre y cuando el seguro se haya suscrito
con una antelación razonablemente mínima a las fechas de celebración del evento,
que pueden ir desde los quince a los cuarenta y cinco días .

Los distintos productos disponibles en nuestro mercado pueden ofrecer coberturas


amplias en el sentido “todo riesgo-causa”, o bien coberturas por causas concretas :

● Fenómenos meteorológicos .
● Acontecimientos políticos y sociales.
● Incomparecencias de la o las personas clave (por ejemplo, en conciertos).
● Falta de disponibilidad del lugar de celebración.
● Interrupción de la conexiones de retrasmisión.
● Accidentes.
● Enfermedades, según escenarios.
● Luto nacional.

De todas formas, los condicionados de las pólizas están, como no podía ser de otra
manera , plagados de exclusiones, por lo que en cada caso habrá que analizar
rigurosamente los términos de la cobertura. Asimismo, si se trata de un seguro
suscrito en el mercado británico, el cual se caracteriza por la especialización en la
cobertura de grandes eventos y por la existencia de sumas aseguradas muy
elevadas, será conveniente verificar cuál es la ley aplicable al contrato y al papel
que desempeñan las denominadas “ condiciones precedentes” y “warranties”, cuya
inobservancia por parte del asegurado puede conducir al rehúse de la cobertura del
siniestro.

Objeto del seguro de cancelación


Los contratantes de esta clase de seguros son personas físicas o jurídicas que
ostentan un interés económico (y también un interés en sentido asegurador) en que
el evento llegue a buen fin, en concreto suelen ser los promotores de espectáculos,
conciertos, festivales, ferias y exposiciones, acontecimientos deportivos, desfiles de
modas, bodas, viajes de incentivos empresariales , presentaciones de libros o
discos, y cualesquiera otros eventos cuya organización conlleva un coste financiero.

Desbrozando el alcance de las prestaciones del asegurador , el seguro cubre el


reembolso de los siguientes conceptos:

● los gastos acreditados de carácter fijo no recuperable, resultantes de las


suspensión del evento.
● Los gastos adicionales derivados del aplazamiento, si así se decidiera.
● Otros gastos extraordinarios, si contribuyen a reducir el importe de las
pérdidas finales.
● El eventual beneficio neto dejado de percibir, en ciertos casos.

La cobertura de enfermedad
Y ahora la pregunta del millón: ¿ Se cubren las suspensiones por enfermedad? ¿y si
la enfermedad es contagiosa? En éste caso, el importe de la indemnización podría
incrementarse exponencialmente.

Por regla general, las cancelaciones provocadas por enfermedades están excluidas,
salvo suscripción expresa con prima adicional, en unas condiciones previamente
estipuladas. Precisamente, parece que esta cobertura, articulada a través de una
suerte de “pandemic clause”, no fue contratada para el seguro de MWC de
Barcelona, a pesar de haber sido sugerida por los corredores de la operación, a un
coste bastante razonable.

Por otro lado, las enfermedades se presentan como uno de los riesgos objeto de la
cobertura de éstas pólizas. En el seguro de cancelación por incomparecencia del
artista, una precisa descripción del accidente o la enfermedad sufrida por aquél, es
el factor que determina el objeto del seguro, siempre y cuando, además, se hayan
cumplido las “condiciones precedentes”, pues en la música moderna, irrefrenables
adicciones han provocado más de una suspensión de giras de conjuntos de rock.

Sin embargo , hay que examinar detenidamente como se presenta la exclusión de


la enfermedad en cada póliza, pues dicha exclusión puede ser expresada en forma
genérica o bien referida a enfermedades concretas. Ya los virus anteriores al
COVID-19, como el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), el Ébola y el
Zika, hicieron que las aseguradoras se mostraran más cautelosas con respecto a la
exposición, con exclusiones de virus específicos agregadas a la mayoría de las
pólizas de cobertura básicas. De este modo, se designa a estas enfermedades con
su denominación científica, para resaltar la falta de cobertura aseguradora ante las
mismas.

Como el corona virus no está incluido expresamente en ésta lista, dado que se trata
de un virus de aparición relativamente reciente, que en el futuro constituya un foco
de litigiosidad no se puede descartar, si en la póliza no se ha tomado la cautela de
complementarla con otra exclusión adicional de cuarentena, epidemia, pandemia,
enfermedad contagiosa, infecciosa, trasmisible… las posibilidades son múltiples, y
las maneras de expresarlas muy variadas.

Si la suscripción de la póliza se llevó a cabo antes de que se conociera el


COVID19, se podría cuestionar la cobertura, si no se detalló o describió en la póliza
la enfermedad de forma precisa, pero resulta obvio resaltar que desde un punto de
vista puramente técnico y jurídico, no es nada fácil pretender cubrir este riesgo.

En los seguros de particulares, la conclusión puede ser la contraria, si se trata de un


seguro de asistencia en viajeque incluya gastos médicos y de repatriación. Justificar
la exclusión de la cobertura aduciendo la exclusión de enfermedad contagiosa o
epidémica puede conducir a la inaplicación de la misma, si no se hubiera
formalizado la póliza observando las prescripciones requeridas para las cláusulas
limitativas, con la exigencia de que las mismas estén firmadas porel tomador en
señal de aceptación expresa mediante una doble firma (una relativa al contrato y
otra específica para las cláusulas limitativas). De lo contrario, podrían no tener
validez, tal y como ya ha expresado la jurisprudencia al respecto en numerosas
sentencias.

Conclusión
El impacto del COVID19 tendrá sin duda consecuencias que pasarán a la historia y
el seguro no será ajeno a las mismas, y no solamente por afectar a los seguros de
cancelación de eventos, sino también a otras muchas modalidades de seguro. A
efectos técnicos, tendrá la consideración de “siniestro catastrófico” por comprometer
a una multiplicidad de pólizas de seguros suscritas en todo el mundo que, aunque
diseminadas a través del mercado de reaseguro, pueden suponer un potencial
espiral de pérdida, como sucedió en los años 80 en el mercado de Londres.

En el momento de redactar estas líneas se acaba de conocer la cancelación del


torneo de tenis de Wimbledon, además de otros mucho espectáculos, y también
está en peligro el Tour de Francia y la finalización de las grandes ligas profesionales
de futbol y baloncesto, incluyendo la NBA, de manera que los derechos de televisión
que se barajan, principal fuente de financiación de los clubs, están en el aire . Solo
el fin de la pandemia pondrá las cosas en su sitio, aunque quizá ya sea demasiado
tarde.

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